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Importante: Algunas de las imágenes que acompañan a los textos son ilustrativas.

Estudian fósil de cráneo humano con signos de violencia.

 Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 64. Diciembre de 2011.  

Paleontólogos estadounidenses estudian los restos fósiles de un cráneo humano de unos 126 mil años, cuyos rasgos indican que este individuo fue agredido de manera brutal quizás por uno de sus homólogos.

Un agujero de unos 14 centímetros en esa región demostró que la causa de su muerte no fue accidental, sino por un fuerte golpe con un objeto pesado, explican los autores en la revista Proceedings of National Academy of Science. Identificar una lesión traumática es de gran interés para conocer el comportamiento humano en aquellos tiempos y, además, aporta datos sobre la capacidad que tenían de sobrevivir con una grave herida en la cabeza, destacan. Los especialistas de la Universidad surafricana del Witwatersrand utilizaron técnicas de estereomicroscopía y un escáner topográfico de alta resolución para analizar la estructura interna del hueso. El golpe en la parte derecha frontal se debía a un impacto localizado, suficientemente fuerte como para producir un agujero, señalan.

Para Lynne Schepartz, autora principal del estudio, la investigación es un pequeño ejemplo de cómo los humanos de la Edad de Hielo eran violentos entre ellos. Este es el ejemplo más antiguo de agresión documentada en nuestra especie, dijo. Estudios previos encontraron heridas en restos de neandertales y otros homínidos, pero los científicos no tenían seguridad si fueron accidentes de de caza o agresiones.

 


Atapuerca desvelará qué homínido pobló Europa hace 1,5 millones de años.

Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 60. Septiembre de 2011.  

En sus fósiles enterrados en cuevas y estribaciones, la sierra burgalesa de Atapuerca esconde respuestas a enigmas del pasado más remoto de la especie humana en Europa. Y será en esta década cuando las excavaciones ayuden a resolver algunas incógnitas, como qué especie de homínido pobló el continente hace 1,5 millones de años. La afirmación la hizo ayer Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca, durante una visita que sirvió para dar por concluidas las infraestructuras que rodean el Museo de la Evolución Humana, el Centro Nacional Sobre la Evolución Humana (CNIEH) y las intervenciones en algunas zonas de los yacimientos. «En los próximos años -auguró- vamos a asistir a una reactivación de los yacimientos y de las investigaciones que nos permitirá saber qué especie de homínido pobló Europa hace 1,5 millones de años».

La construcción de una plataforma sobre la Trinchera del Ferrocarril -trazado del tren minero levantado a finales del siglo XIX para unir la Sierra de la Demanda con Burgos- ha ampliado la zona de excavación del yacimiento de la Sima del Elefante de 27 a ochenta metros cuadrados y acorta la brecha a descubrimientos de gran calado.  En este lugar se han localizado restos del homínido más antiguo de Europa con 1,3 millones de años y de una especie aún por determinar. «En el nivel 9 encontramos restos humanos y cuando excavemos por debajo aparecerán más restos y más antiguos pero no sabemos cuánto más antiguos», explica Rosa Huguet, responsable de los trabajos en la Sima del Elefante.

La construcción de este puente con planchas metálicas ha sacado a la luz una docena de traviesas de la vía del tren minero, cuya construcción hizo posible el descubrimiento de los yacimientos a mediados del siglo XIX.

«En los próximos diez años las excavaciones van a tener mucha fuerza, se van a resolver muchas incógnitas», vaticina Eudald Carbonell, reseñando que bajo la Trinchera del Ferrocarril se hallan tres tipos de homínidos de hace 1,3 millones de años, 900.000 años y 300.00 años.

 Recuerda el codirector de Atapuerca que cuando llegaron hace tres décadas a los yacimientos, dirigidos entonces por Emiliano Aguirre, «había dos fósiles y ahora hay miles» que permiten explicar la evolución humana en el planeta, aunque esto es solo el principio de la resolución de grandes enigmas. «Dentro de cien años se seguirá excavando con nuevas tecnologías, se van a encontrar restos biológicos y vegetación que harán posible conocer cómo ha sido la evolución del planeta».

En el yacimiento de Galería, vinculado al de la Gran Dolina, dos grupos de investigadores se manejan entre redes y andamios, uno de ellos localizando restos de bóvidos y bisontes e industria lítica fabricada en sílex y datados en 360.000 años. «Próximamente vamos a acceder a niveles más desconocidos, con una antigüedad cercana al millón de años. En esta zona las ocupaciones humanas eran de poca entidad», expone Andreu Ollé, responsable de los trabajos.

El itinerario de rastros prehistóricos prosigue ascendiendo por una zona boscosa que conduce a la Cueva Mayor, un sistema de cavidades subterráneas en cuyo interior han aparecido restos desde el Neolítico a la Edad del Bronce, así como pinturas, grabados, y objetos diversos. Varios reflectores iluminan los trabajos de esta caverna gigantesca que da acceso a las Galerías de las Estatuas y el Sílex, a la Sala de los Cíclopes, al Salón del Coro y a la Sima de los Huesos.

 «Este yacimiento es como una pirámide, un enorme cono en cuyos sedimentos aparecen restos desde el período Neolítico hasta épocas romanas y medievales. Aquí ha habido siempre gente viviendo, es una gruta enorme; abajo están los niveles del paleolítico, pero no sé cuándo llegaremos», resume Juan Luis Arsuaga, codirector del yacimiento de Atapuerca, más que satisfecho de las investigaciones sobre ADN realizadas en esta gruta. Como muestra de lo costoso que resulta aquí excavar y encontrar fósiles humanos cuenta que encima de ellos se apilan unos trescientos esqueletos de osos acumulados a lo largo de miles de años. «Espero llegar excavando a la mitad de la Sima de los Huesos antes de morirme», bromea esperanzado.

 


Descubren cuándo el ser humano se especializó en el uso de la mano derecha.

Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 59. Julio de 2011.

El uso de la mano derecha es un rasgo distintivamente humano, y los diestros superan a los zurdos en proporción de nueve a uno. Pero, ¿cuán antiguo es el predominio de la mano derecha en la historia humana? Los científicos han tratado de responder a esta pregunta analizando herramientas antiguas, arte prehistórico y huesos humanos, pero hasta ahora los resultados no eran concluyentes.

Ahora, un equipo de investigadores de Estados Unidos, España, Croacia e Italia se ha servido de marcas en dientes fosilizados para demostrar que el predominio de la mano derecha sobre la izquierda se remonta a más de 500.000 años atrás. Si sostenemos un objeto, por ejemplo un pedazo de carne, con la mano derecha, no lo mordemos igual que si lo sostenemos con la izquierda. Las diferencias en el patrón de marcas dentales que acaba dejando la preferencia por sostener con una u otra mano lo que estamos mordiendo, son sutiles pero delatadoras.

Esas marcas distintivas en los dientes fosilizados han sido correlacionadas por los autores del nuevo estudio con el uso de la mano derecha y el de la izquierda por parte de los seres humanos prehistóricos.

El más antiguo de los dientes proviene de una cámara de más de 500.000 años de edad, conocida como la Sima de los Huesos, y ubicada cerca de Burgos, España. Esa inquietante cámara contiene los restos de humanos a los que se considera antepasados de los neandertales europeos. Otros dientes estudiados por el equipo del antropólogo David Frayer de la Universidad de Kansas provienen de poblaciones posteriores de neandertales en Europa.

Las marcas en los dientes delatan el uso de la mano derecha o izquierda al comer.

Los investigadores han descubierto que el 93,1 por ciento de los sujetos de quienes se han analizado dientes, contando los hallados en la Sima de los Huesos y los procedentes de otros yacimientos neandertales europeos, eran diestros.

Es difícil interpretar estos datos fósiles de otra manera que no sea la de que la predilección hacia la mano derecha se estableció en una época temprana de la historia humana recogida en el registro fósil europeo, y se perpetuó en los neandertales y en los humanos modernos, tal como razona Frayer. El hallazgo contradice la creencia de que la preferencia hacia una mano sólo comenzó a darse en el Homo sapiens reciente.

Lo descubierto en este estudio también aporta datos que pueden conducir a nuevos hallazgos sobre la capacidad lingüística de las poblaciones humanas prehistóricas, porque el procesamiento mental del lenguaje tiene lugar principalmente en el hemisferio izquierdo del cerebro, el cual controla el lado opuesto del cuerpo (el derecho) y, por tanto, existe una conexión entre el lenguaje y el uso predominante de la mano derecha.

 


Descubren en Georgia evidencias del Homo erectus más antiguo.

Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 59. Julio de 2011.

Según las teorías frecuentemente aceptadas por los antropólogos, el Homo erectus fue el primer homínido en emigrar de África, colonizando posteriormente Euroasia (continentes europeo y asiático), evolucionando luego para obtener una  capacidad cerebral mayor y en su capacidad para crear y utilizar herramientas.

Bueno, el caso es que con lo descubierto recientemente al sur de Tbilisi (Georgia) esta teoría podría cancelarse, ya que un grupo de investigadores hallaron en la localidad de Dmasini (55 km al sur de la capital georgiana) restos de utensilios que acusan la presencia de esta especie hace 1,85 millones de años, es decir, centenares de miles de años antes de su presencia en el continente africano.

El grupo internacional de científicos, en el que está incluido el profesor Oriol Oms del departamento de Geología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), han demostrado que el Homo erectus ya se encontraba en Eurasia 70 mil años antes de lo que se pensaba hasta ahora, habitando continuamente el continente a los largo de todo ese tiempo.

Los ejemplares de Homo Erectus más antiguos África tienen una antigüedad de 1,78 y 1,65 millones de años según los estudios, por lo tanto, este importante descubrimiento lo sitúa ahora en Eurasia entre 70.000 y 200.000 millones de años antes que en el continente africano.

El hallazgo supone dos nuevas interpretaciones de la dispersión de los primeros homínidos. La primera de ellas dice que esta especie se desarrolló en Eurasia a partir de un ancestro que hizo su éxodo desde África hace más de 1,85 millones de años. La otra habla de que el Homo erectus, si bien se originó en el continente africano, posteriormente emigró a Eurasia permaneciendo allí un largo periodo de tiempo, para luego regresar otra vez a África.

El profesor Oriol Oms  declara al respecto: “se trata de un enigma sin resolver sobre un aspecto clave de la evolución humana, ahora es necesario llevar a cabo más excavaciones para buscar restos más antiguos que decanten la balanza hacia una de las dos opciones

El trascendental descubrimiento será publicado esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en su edición on-line PNAS Early Edition que es una preselección de los artículos que serán publicados posteriormente en la versión en papel de la célebre revista.

 


Fósiles de Animales y Neandertales en una cueva próxima a Galicia.

 Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 59. Julio de 2011.

Las excavaciones de la cantera se llevan a cabo al borde de un barranco de dieciséis metros de altura que fue creado hace dos años por una voladura. La explosión destruyó casi por completo una caverna caliza llena de sedimentos en los que se conservaban fósiles de numerosas especies animales del Pleistoceno. Los investigadores lograron recuperar entre los cascotes cerca de un millar de piezas. Lo que se está estudiando ahora es la única parte de la cueva que se salvó del derrumbe -su extremo posterior-, donde el año pasado se hallaron algunos fósiles y varios artefactos de piedra que los arqueólogos han encuadrado en el Paleolítico Medio, la época en que vivieron los hombres de Neandertal.

Una datación radiométrica realizada hace poco asignó una edad de 103.000 años al nivel más reciente de este depósito. La parte que falta por investigar es un cúmulo de sedimentos de escasa extensión situado cerca del borde del precipicio, que podría encerrar algunos fósiles o piezas arqueológicas. Una vez se haya acabado de examinar esta zona, la investigación en la cantera se dará por cerrada.

Por lo que respecta a las excavaciones en la cueva, los investigadores conceden especial atención al nivel arqueológico más antiguo descubierto en este yacimiento, al que las dataciones radiométrica atribuyeron recientemente una edad de 20.000 años. Los artefactos descubiertos en esta capa de terreno, por lo tanto, pertenecen teóricamente a la cultura solutrense, de la que aún no se conoce ninguna muestra segura en Galicia.

Las industrias encontradas con anterioridad en el yacimiento corresponden a la más reciente cultura magdaleniense y tienen una edad de en torno a 17.000 años. Entre ellos se encuentra uno de los objetos de adorno más antiguos conocidos en Galicia, un collar elaborado con conchas de moluscos marinos del género Dentalium.

Según explica Manuel Vaquero, el hecho de haber podido localizar en la gruta el rastro de unos asentamientos humanos más antiguos que los que se habían descubierto con anterioridad en este lugar añade un interés adicional a las nuevas excavaciones, ya que abre la posibilidad de remontarse aún más hacia atrás en el tiempo y de documentar períodos culturales hasta ahora desconocidos en el noroeste.

La cultura solutrense, a la que supuestamente pertenecen estas industrias recién datadas, se desarrolló en una época de frío extremo en la que una gran parte del continente quedó deshabitada.

 


Descubren fósiles de un esqueleto de hembra neandertal.

 Publicado en la Revista Paleo. Año 9. Numero 58. Julio de 2011.

Un equipo de la Universidad de Murcia encontró un esqueleto de hembra neandertal. El singular hallazgo del esqueleto femenino procede de la sima de la Palomas del Cabezón Gordo, Murcia.

Los restos fósiles de esta joven hembra son únicos en su especie por contar con la pelvis completa. Datan de 50.000 y 60.000 años y hoy se nos presentan al público después de casi seis años de descubrirse en España por los antropólogos en la edición mas reciente de la revista estadounidense Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.

Exhiben a Paloma 96, una adolescente entre 16 a 20 años de edad de constitución robusta, pelvis ancha, amplia nariz y extremidades cortas. Este aspecto robusto se atribuye a un proceso evolutivo de adaptación natural al clima frío y ambiente severo como bien lo señala Darwin en tu teoría de la evolución humana.

El primer Neandertal fue descubierto en el 1820 en el valle Neandertal, Alemania por Johann Carl Fuhlrott. Hoy son la única especie homo más hallada. La investigación de los restos Neandertales Paloma 96 son dirigidos por la Universidad de Washington. Se busca conocer más sobre la reproducción del primer europeo. Quizás buscando en nuestros orígenes podremos mejorar nuestro futuro como especie.

 


Antepasado humano enfrentó la amenaza de los dientes de sable.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 53. Marzo de 2011.

 El antepasado más antiguo conocido por la humanidad probablemente vivía bajo el temor de grandes criaturas conocidas como dientes de sable que vagaban por su mismo hábitat antiguo en África. Paleontólogos identificaron dos nuevas especies de los felinos dientes de sable entre fósiles desenterrados en Toros Menalla, en Chad.

En 2001, un equipo desenterró en el país centroafricano los restos de una especie de homínido extinto, una criatura similar a los humanos y de siete millones de años, conocida como "Toumaï" (Sahelanthropus tchadensis). Expertos afirman que el Toumaï es el homínido más antiguo conocido por la ciencia. El cráneo fósil del Toumaï (que significa "esperanza de la vida" en la lengua local Dazaga de Chad) fue encontrado en el desierto de Djurab por un equipo liderado por Michael Brunet, de la Universidad de Poitiers, Francia.

La posición de un orificio mayor situado en la parte inferior del cráneo, llamada foramen magnum, sugiere que el Toumaï caminaba erguido, una marca importante del linaje humano. El tallo cerebral entra y sale del cráneo a través de este orificio. En grandes primates, se sitúa más hacia la parte posterior del cráneo; pero en los homínidos -incluyendo el Toumaï- está más hacia la parte anterior del cráneo. Tras divulgarse su hallazgo en las páginas de la publicación científica Nature en 2002, el fósil causó sensación en todo el mundo.

Sin embargo, la interpretación del Toumaï como un pariente humano es controvertida. El cráneo estaba distorsionado y, si es que existen otras partes del esqueleto, ninguna de prueba de ello ha sido publicada en la literatura científica. También es más antiguo que la fecha en que la genética señala que los linajes de los humanos y los chimpancés divergieron.

En cualquier caso, los paleontólogos han estado muy ocupados estudiando el abundante material fósil descubierto en el sitio, construyendo progresivamente una imagen del entorno en el que Sahelanthropus tchadensis se desenvolvía.  En el Mioceno tardío, esta zona de Chad debe haber tenido un lago ya que los paleontólogos han encontrado restos fósiles de peces, anfibios y cocodrilos. Investigadores hallaron restos fosilizados de una gran variedad de mamíferos carnívoros en Toros Menalla.

Terminar en las mandíbulas afiladas de un depredador debe haber sido una amenaza siempre presente tanto para primates como para el Toumaï. Paleontólogos ya habían informado sobre el hallazgo de restos de un gran diente de sable en Toros Menalla, conocido como Machairodus kabir, que pesaba entre 350 y 490kg.

En la revista Comptes Rendus Palevol, Louis de Bonis de la Universidad de Poitiers y sus colegas añadieron dos nuevas especies de dientes de sable a la creciente lista de animales carnívoros que acechaba esta región de África Central a fines del Mioceno.  Los grandes restos de estos felinos fueron desenterrados durante recientes expediciones de campo y han sido identificados como especies nuevas que pertenecen al género Lokotunjailurus y al género Megantereon.

Patrick Vignaud, director del Instituto de Paleoprimatología y Paleontología Humana de la Universidad de Poitiers, le dijo a la BBC que los dientes de sable eran casi del mismo tamaño que los leones de hoy. "Con nuestra información actual, no sabemos con precisión cuáles fueron las interacciones entre un primate y un carnívoro grande; pero, probablemente, estas interacciones no fueron tan amistosas", añadió el profesor Vignaud.

"Los dientes de sable cazaban todo tipo de mamíferos: bóvidos, équidos y primates ... Las interacciones también fueron más 'psicológicas', ejercían presión sobre presas potenciales. No podemos probarlo, pero probablemente es importante porque en ese caso los primates tenían que vivir cerca de ambientes cerrados como bosques en galería", señaló a la BBC. Aunque los primates antiguos como el Sahelanthropus tchadensis pudieron haberse apartado de los dientes de sable, también pudieron haber dependido de estos grandes carnívoros, y de otros más, para su supervivencia.

Los dientes de sable habrían cazado grandes mamíferos herbívoros y probablemente dejaron suficiente carne en sus presas para los carroñeros, como el Hyaenictherium, y tal vez incluso primates como el Sahelanthropus. Algunos investigadores han propuesto que el Toumaï está más estrechamente relacionado con los chimpancés o gorilas. Incluso si este fuera el caso, el descubrimiento sería de gran importancia, ya que prácticamente no hay antepasados fósiles de estos grandes primates conocidos en África.

 


Los Homo sapiens y los neandertales tenían similar longevidad.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 53. Marzo de 2011.

La esperanza de vida de los 'Homo sapiens' arcaicos y los neandertales era muy similar. Ambas especies humanas morían en la madurez en edades similares, según se desprende de un estudio dirigido por Erik Trinkaus, de la Universidad de Washington.

En este trabajo, publicado en la revista 'Proceedings of National Academy of Science', se realiza un estudio comparativo de fósiles de ambas especies, que coexistieron durante 150.000 años en varias regiones de Eurasia, e incluso llegaron a cruzarse en los primeros momentos de su encuentro.

Trinkaus pudo disponer de poco material, porque no se han encontrado muchos huesos, pero si los suficientes como para ver que había casi el mismo número de fósiles de adultos entre 20 y 40 años y de mayores de 40 años tanto entre los 'sapiens' como entre los neandertales. Esta distribución de las edades, según el autor, revela patrones similares en la mortalidad adulta, lo que se opondría a algunas teorías que relacionan la extinción de los neandertales con una esperanza de vida bastante menor. En cambio, Trinkaus propone que la ventaja demográfica para nuestra especie estaría, más bien, en que tenía un índice de fertilidad más elevado y una mortalidad infantil más baja.

Esta hipótesis es compartida por José María Bermúdez de Castro, director científico del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, quien recuerda que la longevidad de los chimpancés y de los humanos sólo se diferencia en seis años: los primeros, en estado natural, viven una media de 50 años y los segundos 56. "Otra cosa es que con los avances médicos y los cuidados podamos alcanzar ahora medias de 75 años o más, pero en estado natural la esperanza de vida nuestra sería como la de los neandertales", argumenta el experto.

Precisamente estos días, Erik Trinkaus se encuentra trabajando en la Sima de las Palomas, en Murcia, con el equipo de Michael Walker. En este yacimiento se han encontrado una decena de esqueletos neandertales articulados.

 


Neandertales, humanos hasta las narices.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 53. Marzo de 2011.

Las grandes narices que gastaban los neandertales no eran una adaptación al frío. Así lo asegura un nuevo estudio que ha analizado cráneos de Homo sapiens y sus parientes cercanos para poner a prueba una hipótesis sostenida durante décadas.

Desde que, hace más de 180 años, se desenterraron en Bélgica los primeros fósiles neandertales, estos han pasado de ser deformes embrutecidos a un grupo hermano que llegó a compartir lecho y fluidos con los humanos modernos. Muchas de las diferencias físicas entre ambos se han intentado explicar como adaptación a un clima frío, ya que los neandertales supieron vivir en una Europa gélida durante decenas de miles de años.

"Los neandertales eran considerados como los esquimales del Pleistoceno", explica Todd Rae, un paleontólogo de la Universidad de Roehampton (Reino Unido). Las narices grandes también se habían atribuido a las bajas temperaturas, algo que no tenía mucho sentido, según Todd. "Los esquimales tienen caras y narices estrechas", señala. Para poner a prueba la teoría, Rae comparó los senos nasales de humanos modernos y neandertales. La talla de estas cavidades huecas situadas en el interior del cráneo y las fosas nasales se suponía un indicador de esa adaptación al frío, y estudios anteriores decían que los neandertales las tenían más grandes. De esa forma, sus nasos podían calentar mejor el aire frío.

El equipo de Rae ha analizado radiografías y reconstrucciones en tres dimensiones de cráneos bien conservados de neandertales que vivieron en climas fríos y los comparó con los de Homo sapiens de climas templados. Los resultados, publicados en Journal of Human Evolution, no concuerdan con la teoría de la adaptación a temperaturas bajas. "Los senos nasales de los neandertales de climas fríos resultan iguales que los de los humanos modernos europeos", explica Rae. "La nariz ancha no era una adaptación al frío", sentencia.

Otros estudios apoyan su tesis. Los senos nasales se hacen más pequeños cuanto más bajas son las temperaturas, tanto entre primates como roedores. De forma similar, los senos de los esquimales también son más pequeños que los del resto de los humanos de hoy. La moraleja es que hay que pensar en una nueva teoría para descrifrar el misterio del rostro neandertal. "Es posible que, en lugar del frío, sea una adaptación a la vida en el bosque, ya que otros rasgos neandertales, como las piernas cortas y la menor estatura, se han propuesto como tales", propone Rae. El caso no está cerrado. "El estudio presenta unas medidas un poco pobres para generalizar", opina el investigador del CSIC Antonio Rosas. Como posible explicación apunta que aquellas caras de grandes narices, pómulos marcados y barbillas retraídas podrían deberse al azar de la evolución, conocido como deriva genética.

"Me convence totalmente la explicación del fenómeno como resultado de la deriva genética desde un antepasado común con nosotros", opina Michael Walker, profesor de antropología de la Universidad de Murcia. De hecho, las formas neandertales podrían ser mucho más comunes que las sapiens. "El rostro neandertal refleja una morfología muy arraigada en el género Homo durante el Pleistoceno medio, lo que es difícilmente compatible con la adaptación al frío", opina el experto.

 


Australopithecus afarensis, mas cerca de los monos.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 54. Marzo de 2011.

Los australopitecos, una de las viejas ramas del enmarañado árbol de homininos al que pertenece el ser humano, vuelven a ser monos zopencos. En agosto, un grupo internacional de científicos anunció el hallazgo en Dikika (Etiopía) de dos huesos animales que presentaban marcas de herramientas de piedra. El descubrimiento era trascendental.

Los fósiles, de 3,4 millones de años, implicaban que la única especie que vivía entonces en el lugar, el Australopithecus afarensis, ya empleaba herramientas para cortar carne, un rasgo tan humano que hasta entonces se reservaba al primer representante del género Homo, el habilis. Sin embargo, la costilla y el fémur de Dikika mostraban un australopiteco habilidoso, casi humano.

Ahora, un equipo liderado por el español Manuel Domínguez-Rodrigo tumba en la revista PNAS las conclusiones de sus colegas. Según el nuevo estudio, las marcas en los dos huesos etíopes no fueron hechas, en absoluto, con herramientas. "Estos animales murieron al lado de un río, y unos antílopes, o similares, pasaron por encima hace 3,4 millones de años. Las marcas que vemos son de pisoteo", explica el científico, profesor de Prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid. Su equipo no ha tenido acceso a los fósiles originales, pero ha estudiado sus fotografías y ha comparado las marcas con las obtenidas al pisotear huesos modernos.

"Son iguales macroscópica y microscópicamente", zanja. Cuando un animal pesado pisa un hueso, la grava del suelo deja unas marcas características de abrasión, "como si se pasara un estropajo". Al microscopio, "son inconfundibles", según explica el prehistoriador, que ha trabajado con australopitecos en la garganta de Olduvai (Tanzania).

Sin embargo, el grupo de Dikika, encabezado por Shannon McPherron, del Instituto Max Planck (Alemania), mantiene la validez de su teoría. El equipo de Domínguez-Rodrigo "no considera la pieza que pudo formar las marcas, una piedra natural, sin tratar", replica McPherron a Público. En su lugar, "basa su estudio en piedras sometidas a lascado, que no han aparecido en Dikika". Según su versión, las marcas del yacimiento etíope coinciden con las producidas por roca natural, según un estudio todavía no publicado. Domínguez-Rodrigo rebate esta hipótesis: "Es imposible descuartizar una cabra con una roca natural. Nosotros lo hemos intentado y no se puede".

El arqueólogo Jordi Ro-sell, del equipo de las excavaciones de Atapuerca y ajeno a ambos estudios, respalda al español. "Son marcas de la fricción de los huesos contra el suelo. Creo que un día veremos herramientas de australopitecos, pero ese día no ha llegado", afirma.

 


Estudian presencia humana en Uruguay en el Pleistoceno superior.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 55. Mayo de 2011.

La posible presencia de seres humanos hace 30 mil años en el territorio que actualmente ocupa Uruguay está siendo estudiada junto a la costa del arroyo Vizcaíno, en la localidad de Sauce (Canelones).  En ese lugar, técnicos de la Facultad de Ciencias trabajan desde el año 1997, luego de que liceales del lugar encontraron restos fósiles durante una bajante.

Los huesos correspondían a un Lestodonte, un antiguo perezoso que integraba la megafauna de esta región de Sudamérica hace 28 mil años. Luego fueron encontrados otros restos y ahora, 14 años después fueron hallados nuevos esqueletos.

El profesor Richard Fariña, biólogo y magister en paleontología, del Departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República está a cargo de la investigación, que se desarrolla con apoyo logístico de la Intendencia de Canelones. Fariña dijo que fueron encontrados fragmentos de piedras que podrían corresponder a herramientas humanas que podrían haber causado las marcas que tenía una clavícula de un animal de unos 28 mil años de antigüedad, que fue encontrada en 2001 por un antropólogo español.

"Si se viene a corroborar esto con más evidencia sería importantísimo. En el contexto del hallazgo de ahora todo viene siendo congruente con esta idea de que posiblemente haya que revisar la idea que se tiene de la colonización humana en América". La teoría antropológica más aceptada indica que el poblamiento del continente americano comenzó hace unos 14 mil años, a través del estrecho de Bering, desde Asia.

En el territorio uruguayo, la presencia humana más antigua data de hace unos 10 mil años y fue probada hace relativamente poco, en las cuevas que se encuentran a estudio en el departamento de Salto.

 


Homínidos como Lucy caminaban erguidos.

Publicado en Paleo. Revista Argentina de Paleontología. Año 9. Numero 56. Mayo de 2011.

El descubrimiento de un pequeño hueso en la localidad de Hadar, en Etiopía, del pie de un pariente de Lucy, la Australopitecus afarensis más famosa de la historia, sugiere que estos homínidos tenían los pies rígidos y arqueados como los humanos, según un estudio publicado el jueves último en Science.

Estos resultados apoyan la hipótesis de que los Australopitecus afarensis andaban en posición vertical, a diferencia de otras criaturas más versátiles que también podían moverse a través de los árboles. 

Los Australopitecus afarensis vivieron entre 3.7 millones y 2.9 millones de años atrás, y su modelo más famoso es Lucy, bautizada así porque cuando los científicos descubrieron su esqueleto escuchaban la canción de los Beatles “Lucy in the sky with diamods.

Su esqueleto reveló que Lucy caminaba erguida, aunque los investigadores han discutido durante años si los afarensis solo caminaban erguidos o también lo hacían de otras maneras.

 


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