Fragmento del
Articulo Original: Magnussen Saffer,
Mariano (2010).
El Gran Intercambio Americano. Lo que dejó el choque del
norte y el sur de América.
Paleo, Revista Argentina de Paleontología. Boletín
Paleontológico. Año 8. 51: 27 - 30. Ilustraciones de
Daniel Boh.
Hace unos 250 millones
de años, a comienzos de la era Mesozoica, existía en el planeta un
único continente, llamado Pangea, que estaba formado por la unión de
todas las masas continentales que hoy existen. Unos ciento ochenta
millones de años atrás, durante el período Jurásico, Pangea comenzó
a fraccionarse. Cuarenta millones de años después quedaba dividida
en dos grandes continentes: Laurasia al norte, incluyendo a América
del Norte y Europa y Asia; y Gondwana al sur. La separación de estos
dos super-continentes había originado lo que se conoce como mar
de Tethys. .De esta manera, la futura América del Sur formaba parte
de Gondwana. Por el Norte estaba conectada con lo que más tarde
sería África, y por el Sur con lo que sería Antártida, Australia,
Nueva Zelanda y las islas vecinas. La separación del continente
sudamericano se inició hace por lo menos ciento treinta millones de
años, cuando quedó delimitado el Atlántico Sur como consecuencia del
lento alejamiento de América del Sur de África.
A fines de la era
Mesozoica y principios de la Cenozoica (entre 85 a 65 millones de
años atrás) La aparición de cadenas de islas en el norte permitieron
intercambios faunísticos con América del Norte por medio de los
cuales ingresaron a Sudamérica los antepasados de los marsupiales
actuales.
Luego (entre aproximadamente 40 a 8 millones
de años atrás) Sudamérica quedó convertida
en una isla, aislada de las demás masas
continentales, entonces, los animales
evolucionaron tomando características
particulares.
<<<Imagen que ilustra el Gran Intercambio
Biótico Americano (GABI). La unión de
América del Norte y Sur, posibilito la
migración e intercambio faunistico.
Pero este aislamiento fue
interrumpido, tal vez hace unos 35 millones de años, cuando
ingresaron roedores y primates, se cree que desde las costas
africanas, valiéndose de balsas naturales. Recién en el Mioceno
tardío(8 millones de años atrás) gracias a un sistema de islas
situadas en el Caribe y a la deriva continental, se llevó a cabo el
proceso mas importante.
El gran intercambio biótico americano
fue el suceso que acaeció durante los últimos 3 millones de años,
cuando se restableciera la unión de Sudamérica con el resto
del continente. Este evento
geológico posibilito que la fauna
de América del sur desplazarahacia el hemisferio norte, y la de este, hacia hemisferio
sur. Así fue que
hacia el norte se movilizaron los grandes Gliptodontes, Megaterios, Toxodontes
etc. en tanto que los emigrantes del norte llegaron
a nuestras tierras fueron los Cervidos, Mastodontes, Hippidion
y carnívoros como osos y tigres
dientes de sable. El impacto de este fluido intercambio trajo
aparejadas consecuencia dramáticas,
como la competencia por los nichos ecológicos, la falta de
readaptación, enfermedades etc, logrando la disminución de especies
autóctonas, algunas llevadasa la
extinción.De esta forma los
Paleontólogos clasifican de esta manera a los vertebrados fósiles
del Cenozoico:
Autóctonos
o endémicos:Son
aquellas estirpes muy antiguas que empezaron a evolucionar en el
Cretácico (mesozoico) y en el Paleoceno (Cenozoico), y se
diversificaron durante el aislamiento geográfico.
Aloctonos: Son grupos antiguos de vertebrados que
llegaron al continente sudamericano en distintos periodos geológicos,
por los cortos momentos de conexión con otras masas continentales,
balsas, saltadores de islas etc.
Invasores:
Son
aquellos vertebrados que llegaron a América del sur en el
"Gran Intercambio Biótico Americano" en el Plioceno tardío.
Fósiles hallados en el Canal de Panamá
desentrañan la colisión entre las dos
mitades del continente hace 3 millones de
años. Montañas enteras están siendo
removidas para ampliar el Canal. Fue el
mayor evento en la historia del planeta
desde la extinción de los dinosaurios. Hace
tres millones de años, el norte y el sur de
América colisionaron.
<<<Toxodonte,
uno de los grupos autóctonos extintos.
La creación del Istmo de Panamá, la franja de tierra que une
a las dos mitades del continente, estremeció tierra, mar y
aire, provocó extinciones, desvió las corrientes oceánicas y
transformó el clima. Un proyecto multimillonario para
ampliar el canal de Panamá promete revelar nuevos secretos
sobre este evento que cambió al mundo.
Panamá es un pequeño país, con una ubicación perfecta. Localizado al
norte de la linea ecuatorial en el Caribe, su famoso canal es un
punto estratégico para la industria naviera global. El canal de
Panamá, de 80 kilómetros de largo, que fue completado en 1914,
conecta los océanos Pacífico y Atlántico. Su existencia hace posible
que los barcos evadan el arduo viaje de 8000 millas alrededor del
cabo del Horno, la última punta del continente sudamericano.
El
proyecto para ampliar el canal de Panamá inició hace tres años y las
autoridades de ese país esperan que contribuya a aumentar los ingresos
por concepto de circulación naval. Sin embargo, la excavación masiva que
el proyecto conlleva también constituye una oportunidad única para
científicos que tratan de explorar los secretos del pasado. "Esta es la
oportunidad del siglo para descubrir qué pasó exactamente cuando las dos
Américas chocaron", dijo Camilo Montes, un geólogo del Smithsonian
Tropical Research Institute en Panamá.
"Básicamente lo que estamos haciendo es un
esfuerzo de rescate", dice Carlos Jaramillo,
otro de los geólogos del instituto."Es una
carrera contra el tiempo. Cuando se descubre
un sitio en el cual hay fósiles, tenemos
dos, quizás tres meses para excavar. Eso es
todo". "Trabajamos de sol a sol, todos los
días en el canal.
<<<Un
perezoso gigante (autoctono) y el tigre
dientes de sable (invasor).
Así haya un sol radiante o un
aguacero, siempre tenemos a un equipo buscando fósiles", agregó. Uno de
los que están buscando fósiles es Aldo Rincón, un joven estudiante. El
año pasado, Rincón se topó con uno de los hallazgos más importantes. Las
mandíbulas y huesos de caballos, rinocerontes y camellos. "Vi parte de
una dentadura que sobresalía de entre el lodo. El resto de los dientes
estaban dispersos. Por un momento estaba yo sólo con estos fabulosos
fósiles. ¡Fue tan emocionante!", dijo Rincón.
Lo que encontró Aldo Rincon nos ayuda a entender mejor un evento
extraordinario que los científicos llaman "el Gran Intercambio
Americano". El doctor Bruce MacFadden, un experto en fósiles de
mamíferos de la Universidad de Florida, explica que cuando
ocurrió la colisión, cerca de tres millones de años atrás, se
precipitó un movimiento de tierra. "Animales que eran nativos de
América del Norte -caballos, camellos y elefantes- se
precipitaron hacia el sur. Animales que eran de América del Sur,
como los perezosos gigantes y los armadillos, se dirigieron
hacia el Norte".
En lo
que fue un fenómeno ecológico a una escala nunca vista, los animales de
dos continentes se mezclaron libremente. Al no poder competir con la ola
de invasores, muchas especies en las dos mitades del continente
desaparecieron. Este evento fue la base de lo que es hoy el ecosistema
del continente americano. Las Aves de Terror podrían haber cruzado el
istmo antes de lo que se pensaba.
Sin
embargo, el descubrimiento de Aldo Rincón complica las cosas. Los
fósiles que él encontró corresponden a animales nativos de América del
Norte, pero datan de 17 millones de años antes del llamado Gran
Intercambio Americano. Esto muestra que el istmo de Panamá empezó a
formarse mucho antes de lo que se había pensado, lo que permitió una
cierta migración hacia América Central. Otros fósiles encontrados
parecerían confirmar esa posibilidad. El profesor Mac Fadden señala que
"aves de rapiña gigantes llamadas Aves de terror parecen haber migrado
hacia una y otra parte del continente unos cinco millones de años
atrás".
La formación del istmo de Panamá no sólo afectó el continente
americano. También transformó el clima a nivel global. Algunos
científicos piensan que incluso la formación de la capa de hielo
en Groenlandia está ligada a este evento. Pierre Sepulchre, un
climatólogo del Instituto Pierre-Simon Laplace de Francia, dijo
que, cuando éste se formó, las corrientes de los océanos
cambiaron de dirección. "Aguas cálidas del Caribe, que una vez
fluyeron en el espacio que había entre las dos mitades del
continente americano, comenzaron a fluir hacia el noroeste,
hacia Europa, lo que creó la corriente del Golfo".
Pero se
cree que hubo otros eventos aún más dramáticos: "Es controvertido", dice
el doctor Sepulchre, "pero algunos científicos creen que la formación de
la corriente del Golfo arrastró mayor humedad hacia el Ártico. Esto se
tradujo en mayor caída de nieve, llevando a la formación de la capa de
nieve de Groenlandia".
A su
vez ésta puede haber sido una de las causas de la edad de Hielo. En el
continente americano, como tal, el surgimiento de este puente entre
Norte y Sudamérica llevó a que por primera vez prosperaran los arrecifes
de corales. Hoy en día en el Caribe existen algunas de las principales
barreras coralinas del mundo, pero eso no siempre fue así. De manera que
la formación del itsmo de Panamá tuvo un efecto dominó que se sintió en
todas partes del planeta.
Bibliografía Sugerida.
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M.T., Bonadonna, F.P., Cerdeño, E., Leone, G., Longinelli, A., Prado,
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Magnussen Saffer, Mariano. La Megafauna Extinguida del
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Miramar, Prov. Buenos Aires, Argentina.
Magnussen Saffer, Mariano. La Gran Extinción del
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Técnica. Museo Municipal de Ciencias Naturales Punta Hermengo de
Miramar, Prov. Buenos Aires, Argentina.
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CONICET, 127-142. Buenos Aires.
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vertebrados y el cambio global: Rastreando el pasado para comprender el
presente y vislumbrar el futuro". Revista Museo. Fundación Museo de La
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Ciencia y Fraude:
El Hombre de Miramar.
Eduardo Tonni, Ricardo
Pasquali y Mariano Bond. Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la
Universidad Nacional de La Plata - Universidad Tecnológica Nacional.
Fragmento del articulo publicado en la Revista Ciencia Hoy, Mayo 2001.
Texto resumido y readaptado.
Después de que en 1891
el joven anatomista holandés Eugene Dubois descubriera al Hombre de Java
(Pithecanthropus erectus) se intensifico en todo el mundo la búsqueda de
fósiles ancestrales del ser humano moderno.
No mucho tiempo después
de este suceso, se comenzaron a encontrar antiguos restos humanos en los
alrededores de la ciudad de Miramar, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
El autor de esos hallazgos es un inmigrante genovés, radicado en
Necochea, llamado Lorenzo Parodi. En 1912 las autoridades de la
Universidad de La Plata comenzó la búsqueda de restos antropológicos en
las localidades de Miramar, Monte Hermoso y Valcheta.
Los labores de campo
tuvieron lugar en Miramar en el verano de 1912 y 1913. Contaron con el
apoyo de Ángel Gallardo, director del Museo Nacional de Historia Natural
(hoy Museo Argentino de Ciencias Naturales). Gallardo y Carlos Ameghino (
hermano de Florentino) contrataron a Parodi para que realizara los
trabajos de exploración por la costa atlántica. En 1914, por invitación
de Torres y Ameghino, una comisión científica viajo a Miramar para
inspeccionar los sitios donde Parodi había hecho sus descubrimientos, en
la cual participaron los principales investigadores de la época.
La comisión debía
ocuparse de dos cuestiones, una determinar si los objetos encontrados lo
fueran en posición de yacimiento primario, es decir, si habían sido
cubiertos en el tiempo en que se depositaron las respectivas capas. La
segunda, establecer la posición estratigráfica de las capas en las que
se hallaron los objetos. El primer sitio inspeccionado fue a 5 km al
nordeste de Miramar, en la barranca costera, donde se hallaron
varios artefactos líticos, entre ellos una baleadora y un cuchillo de
silex, lo que determinaba que el hombre habito esta zona los últimos dos
millones de años. Algunos de los investigadores sospechaban que los
objetos fueron enterrados en el sitio, posteriormente a la formación de
la capa.
Carlos Ameghino publico
en la revista Physis en el año 1918, planteo las dudas sobre estos
hallazgos. Expreso que Parodi fue el único que descubrió los
yacimientos, asimismo, todas las evidencias. Señalo también un nuevo
sitio descubierto en 1917 en la localidad fosilífera de Punta Hermengo
(actualmente se encuentra a unos 2,5 km del centro de Miramar) con una
antigüedad de 500 mil a 1,8 millones de años. Este lugar brindo restos
óseos y líticos, cuya tecnología de procesado en la roca, era muy
semejante a los restos pampéanos, muy comunes en los yacimientos de
superficie con una antigüedad de 1400 años. Poco después se hallo un fémur
de Toxodonte con un proyectil incrustado, lo que levanto
la polémica de un presunto fraude.
Milciades Vignati
publico en la revista del Museo de la Plata en el año 1941 el articulo
"Descripción de los molares humanos de Miramar", en el cual señalaba
las diferencias de tamaño de los objetos encontrados en capas muy
antiguas y aquellos de yacimientos de superficie, señalando de que eran
muy fáciles de incorporar al sedimento con artefactos artificiales.
El geólogo Guido
Bonarelli, también visito el área, estableciendo que los objetos
hallados por Parodi no están en posición primaria, y sostuvo que era
imposible, que si estos restos eran del terciario, tuviese la misma
tecnología que la empleada por los aborígenes regionales durante el
Holoceno tardío. Además afirmaba que, mientras observaba la extracción
de los materiales del sedimento sed daba cuenta que los líticos fueron
incrustados en huecos previamente realizados. Habían hallado un silex,
cuyo extremo afloraba de la barranca, Bonarelli se puso a excavar con sus
propias manos advirtiendo que estaba rota al medio, con una fractura
totalmente fresca.
Poco tiempo después
Parodi viajo a Buenos Aires, y Boman lo interrogo sobre sus hallazgos
delante de Carlos Ameghino, explicando que, en efecto, había encontrado
un silex muy saliente, y que por miedo que la marea lo extrajera, lo
incrusto mas adentro con un fuerte golpe. Mientras tanto hay un curioso
relato que da mas pistas. La piedra redonda semejante a una baleadora, que
fuera sacada en presencia de la comisión, no presenta ninguna señal de
haber sido trabajada por el hombre, y luego, el cuchillo de silex estaba
desprendido de la tierra, pero se sabia del sitio donde estuvo colocado, y
mas adelante, cavando para destapar restos fósiles se descubrió en
presencia de la comisión, otra piedra redonda asociada a los huesos. Años
después Kator que realizo todas estas aclaraciones, pretendió
desvincularse de sus afirmaciones.
En 1923, Carlos Ameghino
deja el puesto de director del Museo de Buenos Aires, y es reemplazado por
Martin Doello Jurado, quien decide trasladar a Lorenzo Parodi a Buenos
Aires como empleado de la institución hasta su muerte. lo que mas llamo
la atención fue que desde que Parodi se fue de Miramar, no se volvía a
realizar un hallazgo en toda la zona, a pesar de las constantes campañas
científicas.
La evidencia que se
tiene en este momento, resumida en estos párrafos, indica que a pesar de
los curiosos Hallazgos de Miramar, en sedimentos de gran antigüedad,
contribuyen a otro fraude científico. Lo que no sabemos quien fue el
autor del fraude. ¿Fue Parodi el responsable? ¿Fue victima de una broma,
como era común, por otra parte en el medio rural en la época?
Quizás nunca lo
sabremos.
Bibliografía sugerida.
DAINO, L., 1979,
“Exégesis histórica de los hallazgos arqueológicos de la costa
atlántica bonaerense”, Prehistoria Bonaerense, 95-195.
MILLAR, R.,
1998, The Piltown Mystery. The story of the World´s Greatest
Archaeological Hoax, Sb Publication, Seaford.
SPENCER, F.,
1990, Piltdown. A Scientific Forgery, Oxford University Press,
London.
Los Naturalistas
que visitaron
General Alvarado
a principios del Siglo XX.
Por el Dr. José María Gallardo. El
Doctor José María Gallardo fue un destacado zoólogo de nuestro país,
especializado en el estudio de los anfibios, Profesor de la Universidad de
Buenos Aires y Director del Museo Argentino de Ciencias Naturales
Bernardino Rivadavia de Buenos Aires hasta su fallecimiento en 1992. Esta
publicación es un homenaje a su gran
espíritu de investigador y la humildad que lo caracterizo, a pesar
de su fama mundial. Imágenes ilustrativas tomadas de PaleoArgentina
Web.
General Alvarado ha sido y sigue siendo
meta de los estudios de muchos naturalistas, en especial geólogos y
paleontólogos. Los estudios estratigráficos de nuestro país concitaron
el interés de unos y otros y así Heusser, Claraz, Doering, Bravard,
Burmeister, Roth, Florentino y Carlos Ameghino echaron las bases de estas
especialidades en nuestro país, siendo atraídos por el entusiasmo que
despertaba la interpretación de sucesivos e importantes hallazgos; más
adelante se sumaron las investigaciones de Frenguelli, Rovereto,
Windhausen, Feruglio, Groeber, Castellanos, Rusconi y Kraglievich. Todos
ellos tuvieron que opinar sobre los terrenos neoterciarios y cuaternarios
del litoral marino bonaerense. Su obra en parte fue posible debido a la
colaboración de campo que a través de incansables exploradores de
nuestro suelo, como Carlos Ameghino y Lorenzo Parodi, permitió obtener
materiales de suma importancia para los estudiosos del tema.
Florentino Ameghino en 1908 produce el
hallazgo de yacimientos del Plioceno en Miramar, Mar del Plata y Necochea;
ese año realizó tres viajes, el último junto a su hermano Carlos. En
uno de sus trabajos Ameghino se refiere al cráneo del hombre de Miramar o
cráneo del Arroyo La Tigra. Además en Descubrimientos de dos
esqueletos humanos fósiles en el Pampeano Inferior del Moro¨ (Obras
Completas y Correspondencia Científica) dice que a 60 Kms. al Norte de
Necochea entre la boca del Arroyo del Moro y del Arroyo Malacara, cerca de
una chata de hierro embicada en la playa, que estaba a cargo del Sr. José
Oliva y familia, se produjo el hallazgo del esqueleto asignado luego al
Homo sinemento, extraído por Lorenzo Parodi y el Doctor Eduardo M.
Cavazzutti
Al poco tiempo
que llegaron los restos al Museo Argentino de Ciencias Naturales,
Florentino y Carlos Ameghino obtienen un cráneo y un esqueleto, y luego
otro (ambos femeninos). En abril llegaron los restos al Museo Argentino
de Ciencia Naturales y a fines de mayo Florentino y Carlos Ameghino
fueron al lugar del descubrimiento y hallaron instrumentos de piedras
hendidas, escorias y tierras cocidas; otros restos humanos y fósiles de
Macrauchenia, Scelidotherium, Mylodon, Megatherium, Glyptodon,
Panochthus, Eutatus, tratándose en general de animales jóvenes.
En otro viaje de
Florentino y Carlos también concurre el antropólogo
norteamericano Alex Hrdlika y el geólogo Bailey Willis de la
Smithsonian de Washington. Carlos Ameghino, el incansable
naturalista viajero de la Patagonia, también tuvo importante accionar en
los estudios sobre fósiles del área de Miramar, adonde viajó
en 1913, 1916, 1917, 1920 y 1928.
Uno de sus trabajos sobre el tema aparece en Physis 1915, 2 (10): 36 donde hace referencia al notable hallazgo de un fémur
derecho que tentativamente adscribe a un Toxodon chapadmalensis que
presenta insertada una punta de cuarcita en el trocánter mayor; deduce
que corresponde a la punta de lanza de tipo ¨hoja de laurel¨ que un
antiguo cazador le incrusta atacándolo desde atrás; el hallazgo fue
hecho al sur de Miramar y lo asigna a la Edad Chapadmalense de la Formación
Araucana del Terciario (más de dos millones de años). El descubrimiento
fue comentado en la revista Nature de Londres (7 de enero de 1915) y el
Museo de Buenos Aires (donde se conserva la pieza original) mandó calcos
de la misma al Royal Colloge of Surgeons de Londres a solicitud del Prof.
Keith. También el hallazgo fue comentado en diarios locales como La Nación
de fecha 22 de noviembre de 1914.
De la colaboración entre Carlos
Ameghino y Lorenzo Parodi nos habla un trabajo del primero, que trata de
diversos restos de mamíferos fósiles de Miramar remitidos al Museo de
Buenos Aires por el segundo.
Con respecto al tema de las tierras
cocidas, Florentino Ameghino las describe como de color ladrillo o negras
y vidrios derivados del sílice de las Gramíneas, además de carbón
vegetal correspondientes a ¨fogones¨. En cuanto a la contemporaneidad
del hombre con los grandes mamíferos extinguidos, se refiere a huesos
quemados, hendidos longitudinalmente o machacados de Scelidotherium
(perezoso) juveniles. También se hallaron huesos tallados, punzones,
otros rayados, piedras labradas, guijarros partidos, yunques y percutores.
Los hallazgos de Parodi determinaron
el trabajo de una comisión de geólogos que examinó los lugares de estos
hallazgos (1915); se trataba de determinar si los objetos se encontraban
en posición primaria cubiertos en el tiempo del depósito de las
respectivas capas o si fueron enterrados, además de establecer la posición
estratigráfica de las capas en que se hallaron los objetos; así se
investiga el yacimiento situado a 5 Kms. al NE del ¨pueblo de Miramar¨
en la barranca de la costa, donde una boleadora, una piedra redonda y un
cuchillo de sílex se encontraban en posición primaria; y otro yacimiento
a 1Km. al sur de Miramar en una barranca del Mesopampeano (800 mil años),
donde una boleadora con surco medio se hallaba en posición primaria. El
acta del 18 de noviembre de 1914 en La Plata la firman: Dr. Santiago Roth,
Dr. Walter Schiller, Dr. Lutz Witte, Ing. Moisés Kantor, Dr. Luis María
Torres y Carlos Ameghino; y el Dr. Doello Jurado también estaba presente.
Con respecto a la antigüedad de los
terrenos según el Dr. Frenguelli los estratos considerados por Ameghino
como Terciarios son el realidad Cuaternarios pertenecientes al Pampeano
(Pleistoceno); pero recientes estudios basados en el paleomagnetismo
llevan nuevamente estos terrenos al Terciario. Según Ibarra Grasso (1981)
prácticamente todos los restos humanos son de Homo sapiens. Lorenzo Parodi
que estaba radicado en la zona (en esta localidad de Miramar y en
otras de la costa marítima de la Provincia de Buenos Aires), durante
muchos años la recorrió y en ella coleccionó.
Fue uno de esos naturalistas viajeros sin los cuales no
hubieran sido posibles muy importantes hallazgos. Según nos relata él
mismo (Anales de la Sociedad Científica Argentina 1952), primero por
iniciativa propia y luego por encargo del Museo Argentino de Ciencias
Naturales ¨Bernardino Rivadavia¨, fue coleccionando abundante material
paleontológico y muestras de rocas. Así recorría las barrancas y la
ancha franja de los médanos costeros (desde algunos centenares de metros
hasta más de un kilómetro de ancho, con una altura máxima de 20 m.) que
en parte cubre casi totalmente la barranca. Los abundantes arroyos que se
extienden desde Mar del Plata hasta Quequén como el Chapadmalal, Las
Brusquitas, del Durazno, La Ballenera, de La Carolina, La Tigra, Chocorí,
El Pescado, Nutria Mansa, Malacara, del Moro; que cortan los médanos y la
barranca para desembocar en el mar, fueron teatro de trascendentales
descubrimientos arqueológicos y paleontológicos. En algunos de sus
trabajos nos relata el hallazgo de un esqueleto íntegro de un perezoso
gigante (Scelidotherium) cerca de la baliza del Malacara, que se mantenía
en pié en una torrentera en v excavada por la erosión en un antiguo
terreno.
Porque como recuerda, los fenómenos de sequías e inundaciones
han sido frecuentes desde tiempos lejanos en la llanura pampeana; así nos
habla de una gran sequía de 1903 a 1912 seguida de grandes lluvias en
1914 y 1918, lo que adquiere en el presente especial actualidad. Deduce la
existencia antigua de una numerosa población humana cuando halla ocho
caparazones de Glyptodon clavipes con el dorso en contacto con el suelo,
faltando el resto del esqueleto; quizás el hombre fósil que convivió
con aquellos gigantescos armadillos le dio algún uso especial a dichos
caparazones, que enigmáticamente se encuentran con la parte ventral hacia
arriba. Al intentar definir lo que el llama Formación Malacara, describe
un Lestodon que halla junto a restos de otros animales.
Esquematiza en el
trabajo que aparece en los Anales de la Sociedad Científica Argentina, en
colaboración con su hijo Rodolfo Parodi Bustos, diversos cortes donde se
reconocen los médanos vivos y los consolidados, los sedimentos
pulverientos de la Edad Bonaerense, el Bonaerense, el Belgranense, el
Lujanense e intercalaciones lacustres, el terreno negruzco del Aimarense,
las arenas de playa y las arenas de arroyos actuales. En otro trabajo
Parodi (Physis 1931) trata de los huesos de los miembros de Macrauquénidos.
Su hijo Rodolfo Parodi Bustos, su
colaborador de tantos años en sus búsquedas paleontológicas, fue
Director del Museo de Ciencias Naturales de San Salvador de Jujuy. En 1988
el Museo Argentino de Ciencias Naturales ¨Bernardino Rivadavia¨ publicó
un trabajo suyo sobre mastodontes. Cuando llegamos, Carlos (Ameghino) ya
había continuado viaje llevándose los esqueletos y solamente pudimos
ver las excavaciones.
Pasamos la noche en la estancia Otamendi, cuya familia
estuvo muy amable con nosotros, brindándonos una cordial hospitalidad. La
casa está cerca del Arroyo El Pescado, en una región rica en fósiles.
En el cerrito próximo (llamado del Indio Rico) se encuentran escudos de cáscaras
de Gliptodontes hasta en la superficie del terreno. También visitamos la
estancia de otro Otamendi, llamada ¨La Eufemia¨ y vimos las ruinas del
hotel de Mar del Sur, invadidas por los médanos. Al regreso nos detuvimos
en Miramar, en cuyo hotel comimos para continuar en el tren nocturno a Mar
del Plata¨. En los últimos años de su vida, 1933-1934, Angel Gallardo
volvió a Miramar y se alojó en el ¨Dormy House¨ que era del FF. CC.
Sud. Desde Mar del Plata fuimos en un automóvil alquilado por mi padre el
Arq. Angel León Gallardo y mis hermanos mayores.
El camino de tierra
se hacía interminable, aunque pintoresco ya que podíamos
observar diversos animales silvestres de nuestra fauna; en
alguna oportunidad vimos también los grandes carretones tirados
por muchos caballos, con su yegua madrina y su campanita de
bronce, que se dirigían cargados de trigo hacia el puerto de Mar
del Plata; verdaderas casas ambulantes, con sus paisanos y sus
enseres, además de una jauría de galgos, se desplazaban en
lentas caravanas, que a la ida por la mañana las cruzábamos para
verlas a la vuelta ya anochecido acampadas al borde del camino,
con sus fuegos encendidos y sus reuniones de fogón faltándoles
aún bastantes kilómetros para su meta final.
Finalmente podemos agregar que General Alvarado y en
especial su zona costera vieron el accionar de los más destacados científicos
y entre ellos debemos recordar a cuatro Directores del Museo Argentino de
Ciencias Naturales: Florentino y Carlos Ameghino, Angel Gallardo y Martín
Doello Jurado y un Director del Museo de La Plata: Luís María Torres.
Esto sucedía en la primera y segunda decena de este siglo, cuando
recorrieron sus costas y sus barrancas realizando los estudios de sus
respectivas especialidades.
Bibliografía sugerida.
Babini, J. 1954. La
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Fragua. Buenos Aires. 250 pp.
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Ameghino. Editorial Losada S. A. 1944.
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Fragmento del
Articulo Original: Magnussen Saffer,
Mariano (2024). Guia del Museo de Ciencias Naturales de
Miramar.
Estas son algunas de
las preguntas y comentarios frecuentes durante las visitas guiadas
especiales o escolares que se realizan en el Museo de Ciencias Naturales
de Miramar. Seguramente hay muchas más.
¿Que
son los restos fósiles?
Un
fósil constituye la preservación de un organismo prehistórico a través
del tiempo geológico, extraídos del interior de la tierra. Puede
tratarse de un resto animal o vegetal, que según en el ambiente que se
fosilizaron, toman diferentes características.
¿Qué
fósiles encontramos en General Alvarado?
Los
fósiles más comunes de encontrar en nuestros sedimentos, corresponden a
vertebrados de distinto tamaño, que varían desde, varias toneladas de
peso a unos pocos gramos. Los huesos están compuestos por un armazón
proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que
confiere resistencia y dureza al armazón, lo que les da más tiempo para
que se conviertan en restos biológicos eternos. Otros restos que se
conservan limitadamente en el tiempo, son las valvas de distintos
invertebrados, cascaras de huevo, huellas, insectos y vegetales.
¿Cómo se forman los fósiles?
Unas de
las condiciones imprescindibles para que el proceso de fosilización
pueda tener lugar, es cuanto, el organismo en estado muerto, es
sepultado con rapidez bajo una cantidad importante de sedimento blando,
como la arena, lodo, limo, ceniza volcánica, u otros, por lo cual se
mantendrá físicamente, pero provisionalmente, a salvo de agentes
externos, como la depredación, el pisoteo de criaturas más grandes, el
deterioro del sol, el desplazamiento por agua, entre otros.
Paulatinamente, los minerales reemplazaran a la estructura orgánica.
¿Quiénes pueden extraer los fósiles?
Investigadores y técnicos en paleontología, ya tienen a esta altura,
mucho conocimiento de los sedimentos y sus antigüedades, debido a los
antecedentes en este campo, y el posible material que se puede hallar en
cada estrato, en cada lugar, aunque cada tanto, puede haber alguna
sorpresa. Debemos recordar que los sitios paleontológicos están
protegidos por Ley nacional, provincial y por ordenanza municipal. Solo
el museo tiene los permisos y conocimientos necesarios para esta tarea.
¿Qué
hago si encuentro un fósil?
Hoy en
día, con la tecnología que tenemos, se puede registrar el hallazgo
tomando un par de fotos, es suficiente. Las acercamos al personal del
museo, quienes evaluaran el material. Lo que se debe tener encuentra, es
el lugar del hallazgo. Se deben sacar fotos con referencias, como
carteles, bajadas, escaleras, señales, arroyos y demás para que se pueda
ubicar fácilmente el sitio, o mejor aún, señalarlo con un GPS. Luego el
personal del museo te dirá, que encontraste y cuál es su importancia. Lo
fundamental es no tocarlo ni intentar extraerlo, pues, tu buena voluntad
puede destruir algo único para siempre.
¿A
qué se le llama tarea de campo?
La
tarea de campo, es el trabajo que se realiza en el yacimiento
paleontológico con los fósiles in situ. La mayor parte de nuestros
yacimientos fosilíferos se encuentran en zonas alejadas, salvo algunas
excepciones, y debido al gran tamaño del material y su peso, el aspecto
logístico del personal, el procesamiento y el transporte resultan tan
importantes como los aspectos científicos. Una vez individualizo el
fósil y sus alrededores, se excava cuidadosamente alrededor del mismo, y
se lo envuelve en una cubierta plástica con yeso para su traslado hasta
el museo. Este procedimiento, según el tipo de fósil, puede llevar
algunas horas a varios meses.
¿Cómo
se procesan los fósiles en el laboratorio paleontológico del Museo?
Una vez
que llegan los materiales del campo, son descargados y puestos en grupos
relacionados entre sí, dentro del laboratorio paleontológico del Museo
de Ciencias Naturales de Miramar. La limpieza y preparación de los
especímenes extraídos de una campaña paleontológica pueden llevar varios
meses de minucioso trabajo, e incluso años. El trabajo de laboratorio
esta realizado por personal técnico especializado, los cuales cumplen
una de las tareas más importantes, en preparar el material para ser
estudiados, exhibidos o coleccionados.
¿Qué
son las colecciones científicas en paleontología?
Una vez
completadas las tareas de laboratorio, el material es introducido a un
inventario, con bases de datos, donde se les asigna un número a todas
las piezas del mismo ejemplar, y se incluyen todos los datos
geográficos, geológicos, biológicos y técnicos para futuras consultas,
para que no se mezclen con el resto de los especímenes allí
conservados. Además, quedan en un registro provincial y nacional, como
parte del patrimonio cultural de todos. Estas colecciones científicas,
son el verdadero patrimonio del museo. Es como una gran biblioteca, pero
de huesos y especímenes a disposición de los investigadores.
¿Cómo es el estudio científico de los fósiles?
Los
paleontólogos preparan una descripción formal de todos los huesos
disponibles, y elaboran un informe en una secuencia bastante
normalizada. Las descripciones pueden variar según la cantidad de restos
asociados que se hallaron en el yacimiento, pero también la descripción
de una nueva especie puede salir de la evidencia de una uña o un diente
aislado. Los resultados son presentados en congresos científicos,
jornadas paleontológicas o publicaciones en revistas especializadas,
para que otros investigadores puedan discutir los resultados del estudio
por medio de evaluaciones.
¿Cómo sabemos la antigüedad de los fósiles?
Localmente, los geólogos y paleontólogos que estudian los antiguos
sedimentos de nuestra región, identificaron, por ejemplo, tres niveles
geológicos bien definidos para el Cuaternario, constituidos por
sedimentos Ensenadenses del Pleistoceno inferior, entre 2 millones de
años a 600 mil años. Seguidamente encontramos sedimentos Bonaerenses de
600 mil a 130 mil años y, por último, sedimentos Lujanenses, de 130 a
8,5 mil años antes del presente. Según en qué sedimento aparezca un
resto fósil, sabremos la edad relativa del organismo hallado. Algunas de
estas técnicas permiten calcular desde unos pocos cientos de años de
antigüedad a varios miles, mientras que otras son capaces de calcular
antigüedades de cientos de millones de años, permitiendo de este modo el
cálculo de la edad de rocas, minerales o fósiles. Por suerte, más de un
siglo de estudio científico en la zona, sabemos la antigüedad de cada
estrato.
¿Que
se exhibe en las salas del Museo?
Las
salas de nuestro museo, como de muchos otros, solo se exhibe una pequeña
parte de toda la colección. En nuestro caso, quisimos contar la historia
natural de nuestra ciudad y de nuestro Partido, a partir de los
integrantes faunísticos mas característicos, como la megafauna, tanto de
origen sudamericano como los invasores, su extinción, y su paulatino
reemplazo con las especies vivientes. Para ello seleccionamos las piezas
y las especies que creemos más interesantes para ilustrar el recorrido.
Se lo acompaña con cartelería y grafica acordes, iluminación,
ventilación, climatización de salas, etc.
¿Se
pueden encontrar dinosaurios en Miramar?
No, los
dinosaurios son un grupo particular de reptiles (solo terrestres) que
vivieron durante el Triásico, el Jurásico y el Cretácico, de la Era
Secundaria. En todo el territorio bonaerense, en especial en nuestro
Partido de General Alvarado, solo tenemos sedimentos previos. Del
Ordovícico de la Era Primaria, una parte del Plioceno de la Era
Terciaria, y el Pleistoceno y Holoceno, de la Era Cuaternaria. Nuestros
fósiles corresponden a la popular Edad del Hielo.
¿Todos los fósiles que se exhiben son originales?
Si casi
todos son originales salvo algunos que fueron copiados, es decir, en el
caso de los esqueletos montados, se moldearon con látex, plásticos y
resina, hueso por hueso y se le realizo una copia fiel a la pieza
original en poliuretano expandido, cuya única diferencia es el color y
un peso muchísimo menor. Esto se hace para preservar los fósiles
originales, evitar romperlos, agujerearlo o que estén rodeados por
demasiados fierros, interrumpiendo su visualización. Una copia bien
hecha, reproduce hasta los más mínimos detalles de la estructura del
animal. El resto de los fósiles, sobre todo en vitrinas, es original. En
otros casos, hay originales sin protección directa, ya que se evaluó
previamente su situación ante el público visitante.
¿El
Museo de Ciencias naturales de Miramar, posee fósiles únicos en el
mundo?
Si por
suerte, tenemos varias especies que se encontraron por primera vez en
nuestra zona. Estos fósiles se los considera “pieza tipo”, pues, desde
este material, se realizó el estudio para demostrar que era totalmente
nuevo para la ciencia. Para ello, se prepara un informe, se lo debate
con otros investigadores, se comunican los resultados en una revista
especializada, y se bautiza con un nombre nuevo, el cual puede ser
género o especie. Nuestro caso más emblemático, lo confirman las huellas
del tigre dientes de sable, las cuales llamamos Felipeda miramarensis,
en honor a nuestra ciudad. Si aparece algo similar en cualquier parte
del mundo, también se llamarán igual.
¿Porque el Museo de Ciencias Naturales de Miramar, se llama “Punta
Hermengo”
El
nombre hace referencia a un punto geográfico en nuestra costa, entre el
muelle y la entrada al Bosque del Vivero Florentino Ameghino. Esta punta
ya era conocida por los marineros por medios de mapas, la cual
bautizaron como Punta de San Hermenegildo, durante los siguientes dos
siglos, se fue abreviando el nombre en las cartas marítimas quedando
como Punta Hermengo. Otras puntas geográficas conocidas al norte son,
por ejemplo, Punta Vorohue y Punta Mogotes. Además, es un sitio
paleontológico estudiado desde el siglo XIX. Así que, para nosotros
tiene un propósito natural e histórico este nombre.