Los anfibios (Amphibia), son una
clase de vertebrados anamniotas, tetrápodos, ectotérmicos, con
respiración branquial durante la fase larvaria y pulmonar al
alcanzar el estado adulto. A diferencia del resto de los
vertebrados, se distinguen por sufrir una transformación durante
su desarrollo. (Este cambio puede ser largo y se denomina
metamorfosis).
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Los anfibios fueron los primeros
vertebrados en adaptarse a una vida semiterrestre, presentando
en la actualidad una distribución cosmopolita al encontrarse
ejemplares en prácticamente todo el mundo, estando ausentes solo
en las regiones árticas y antárticas, en los desiertos más
áridos y en la mayoría de las islas oceánicas.
<<<Exploración biológica
en los humedades zonales en busca y registro de
anfibios. |
Cumplen un rol ecológico vital
respecto al transporte de energía desde el medio acuático al
terrestre, así como a nivel trófico al alimentarse en estado
adulto, en gran medida, de artrópodos y otros invertebrados.
Algunas especies de anfibios secretan a través de la piel
sustancias altamente tóxicas. Estas sustancias constituyen un
sistema de defensa frente a los depredadores.
La Herpetología
es una rama de la zoología que trata del estudio de los anfibios
y los reptiles. Personal del Museo de Ciencias Naturales de
Miramar y Fundación Azara han tomado y colectado muestras de
distintas especies, como así también registros fotográficos y
fílmicos de aquellos que habitan nuestra zona, en numerosas
salidas de campaña.
Sapo Común o de Jardín (Rhinella
arenarum).
Hensel, 1867.
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Es una
especie de anfibio anuro que se distribuye en
Sudamérica. Miden aproximadamente unos 15 cm,
presentando un dorso de un color marrón verdoso con
verrugas y su vientre un color claro. Detrás de sus ojos
poseen glándulas parótidas, a través de ellas, el animal
excreta un líquido blancuzco que le sirve para ahuyentar
a sus posibles depredadores. |
Cantan en lugares muy expuestos, en las orillas de
vegetación baja. Los sapos tienen piel mucho más resistente a la
desecación qué la de otros anfibios y por lo tanto pueden
independizarse del agua en mayor medida, alejándose a veces, a
grandes distancias de los sitios de cría.
Este líquido es una toxina
venenosa letal para cualquier mamífero depredador que intente
devorarlo y/o tocarlo. Ojos brillantes con pupila horizontal y
un color de iris que va desde amarillo oscuro hasta cobrizo. Se
alimenta de insectos y larvas de lombrices.
En estado larval (renacuajos) respiran mediante
branquias externas (o internalizadas) y residen permanentemente
en agua estancada y dulce. Los renacuajos de los anuros, carecen
de patas, y poseen una larga cola con la que nadan como la
mayoría de los peces, por ondulación lateral.
Nacen con branquias externas, pero éstas quedan
pronto internalizadas por el desarrollo del opérculo, hasta
quedar encerradas en un saco branquial que comunica con el
exterior solo por el espiráculo. Cuando un renacuajo alcanza la
madurez necesaria, sufre una metamorfosis en la que gradualmente
crecen sus patas y absorben su cola por apoptosis.
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El Sapo
Común se alimenta fundamentalmente de babosas, gusanos, arañas e
insectos. Al ser
agredido, infla su cuerpo y cierra los ojos, obstruyendo
totalmente la entrada de la cueva, de donde es casi imposible
retirarlo.
<<<Cangrejo en el arroyo El Durazno en
Miramar, rodeado de renacuajos de
Rhinella
arenarum (de color negro). |
Los renacuajos de los anuros son fundamentalmente
herbívoros, con una especial adaptación para raer superficies,
para lo que están dotados de filas de dientecillos en torno a la
boca (los dientes labiales). En la práctica se comportan como
omnívoros, siempre capaces de adaptarse aceptablemente a una
vida carnívora, llegando unas pocas especies a practicar el
canibalismo (los hermanos mayores se comen a los menores) si las
condiciones son muy duras.
Rhinella
arenarum (=Bufo arenarum),
vive en jardines de
ciudades y
se acerca a
las casas en busca de insectos atraídos por la luz,
orillas de estanques, bosques, y demás zonas con humedad. Es un
animal que hiberna, si la temperatura ambiente no es mayor a
10 °C, suele salir después de fuertes lluvias o durante la noche
cuando la temperatura es fresca y el ambiente más húmedo.
Sapo Cavador (Rhinella
granulosa).
Spix, 1824.
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Es una especie de anfibio
de la familia Bufonidae. Se encuentra en Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana Francesa, Guyana,
Panamá, Paraguay, Surinam y Venezuela.
se alimenta
fundamentalmente de babosas, gusanos, arañas e insectos.
Al ser
agredido, infla su cuerpo y cierra los ojos, obstruyendo
totalmente la entrada de la cueva, de donde es casi imposible
retirarlo. |
Su hábitat natural incluye bosques
secos tropicales o subtropicales, bosques húmedos tropicales o
subtropicales a baja altitud, sabanas secas y húmedas, zonas de
arbustos tropicales o subtropicales y secos, praderas a baja
altitud, ríos, pantanos, marismas de agua dulce, tierra arable,
zonas de pastos, plantaciones, jardines rurales, áreas urbanas y
zonas previamente boscosas ahora muy degradadas.
Escuercito Común
(Odontophrynus americanus).
Duméril
& Bibron, 1841.
Cava con sus
miembros posteriores, permaneciendo oculto la mayor parte del
año. Esta especie sale de sus refugios únicamente después de
grandes lluvias, para buscar más activamente el alimento y
reproducirse. De tamaño mediano (hasta 70
mm). Robusto de cuerpo globoso con extremidades cortas, cabeza
ancha y redondeada. Piel gruesa, coloración dorsal marrón o
amarillenta con manchas grandes oscuras, línea vertebral clara a
veces discontinua. Vientre blancuzco o grisáceo con gránulos.
Ojos prominentes y tímpano no evidente.
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Los
Pseudidae, que son los únicos anfibios de la zona con membranas
interdigitales, no se alejan nunca del agua y se refugian entre
las plantas acuáticas durante los meses fríos.
Utilizan
principalmente los cuerpos de agua temporarios que se forman con
las lluvias estivales. Prefieren
lagunas permanentes de aguas más profundas para la reproducción,
y muchas veces con el espejo de agua cubierto por una densa capa
de vegetación flotante. |
En muchos
casos poseen renacuajos nadadores, que pueden pasar como larvas
el período invernal, completando el desarrollo con la llegada de
la primavera. Se reproducen en lugares
abiertos, lagunas temporarias, campos inundados y canteras. El
macho posee un saco vocal grande simple de color oscuro. El
canto es ronco y fuerte. La puesta de huevos negros en colocada
en el fondo barroso de las charcas. Se reproduce de septiembre a
marzo (incluso abril) luego de grandes lluvias.
Escuerzo Común
(Ceratophrys ornata).
Barrio, 1843.
Son
sumamente agresivos y peligrosos. Cavan cuevas en el barro
utilizando un tubérculo córneo de borde afilado que poseen en
las patas posteriores.
En épocas
secas, las viejas mudas de piel forman una capa protectora
contra la deshidratación. Pero con las lluvias, semienterrado en
el barro, acecha a la espera de sapos, roedores y hasta pequeñas
aves. Una de las ventajas de estos ambientes es la menor
proporción de predadores (peces, belostómidos y otros insectos
acuáticos); una segunda circunstancia favorable está dada por la
menor competencia con otros anfibios.
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Los renacuajos de estas especies son poco nadadores
(renacuajos de fondo) y tienen una velocidad de
desarrollo de uno a dos meses.
En años lluviosos tienen
buen éxito reproductivo y sus poblaciones se
incrementan, pero en años secos muchos charcos
desaparecen y con ellos muchas puestas que no llegan a
término. |
En estos
períodos se encuentran los restos secos de individuos que no
recibieron las lluvias esperadas antes de completar la
metamorfosis, o los renacuajos de varias especies concentrados
en los pequeños restos de agua, a veces sirviendo de alimento a
garzas, cigüeñas y otras aves. En ocasiones los renacuajos
pueden sobrevivir hasta la llegada de nuevas lluvias, gracias a
la humedad que queda debajo de los restos de algas o plantas
flotantes.
Es una especie
rara en nuestra zona. En 2002, hemos encontrado un ejemplar
juvenil muerto, el cual, esta en las colecciones de nuestro
museo.
Rana Arborícola o Rana de Zarzal
(Hyla pulchella).
Duméril & Bibron, 1841.
Especie con
menores requerimientos de humedad, temperatura y sitios
reproductivos, circunstancias que le permiten reproducirse a lo
largo de todo el verano, a diferencia de otros anfibios.
Prefiere utilizar los cuerpos de agua temporarios que se forman
con las lluvias estivales. Es uno de los anfibios más adaptables
de la región.
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Aprovecha cuerpos de agua muy diversos, canta, se aparea
aun con bajas temperaturas y las larvas pueden variar la
velocidad de metamorfosis según la época. En
semicautiverio hemos criado individuos que completaron
la metamorfosis en primavera, alcanzaron el tamaño
adulto y comenzaron a cantar a mediados de enero; a
comienzos de marzo el canto más intenso indicaba el
comienzo de la reproducción y a fines del mismo mes ya
había posturas. |
Aunque
existen gritos de amenaza, como los que puede emitir el
escuerzo, o sonidos de "angustia", que emiten algunas especies
al ser capturadas por un predador, la principal función de la
vocalización en los anfibios es permitir el canto que emiten los
machos, dilatando el saco vocal que actúa como caja de
resonancia, para llamar a las hembras e iniciar el proceso de
reproducción.
Rana Criolla
(Leptodactylus ocellatus).
Linnaeus,
1758
La Rana
Criolla canta en lugares muy expuestos, en las orillas de
vegetación baja. El nido de la especie Leptodactylus ocellatus
se caracteriza por una abundante espuma de sustancia albuminosa
que lo constituye de alimento a los pequeños renacuajos.
Con menores
requerimientos de humedad, temperatura y sitios reproductivos,
capaces de reproducirse a lo largo de toda la época estival. Son
en general, las especies más abundantes en el área y,
aparentemente, las mejor adaptadas al clima y geografía de la
zona.
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Su hábitat natural incluye
bosques secos tropicales, bosques húmedos de tierras bajas
tropicales o subtropicales, sabanas secas y húmedas, zonas de
arbustos tropicales o subtropicales secos, praderas templadas,
subtropicales y tropicales de tierras bajas, pastizales secos,
subtropicales o húmedos estacional o los pastizales de las
tierras bajas inundadas, ríos, ríos intermitentes, pantanos,
lagos, marismas corrientes y manantiales de agua dulce, huertos
campestres y jardines de áreas urbanas. |
Está amenazada por la destrucción
de hábitat. Se encuentran con frecuencia en reposo en el borde
de los estanques o lagos pequeños y saltan al agua si son
perturbadas. Son buenas nadadoras, pero también pueden caminar o
correr sobre la tierra, ya que la conformación de los dedos les
permite ambas actividades.
La hembra mide entre 8 y 11
centímetros de longitud y el macho entre 9 y 12 cm. Aunque no se
conoce con precisión, se calcula su longevidad entre 4 a 15
años. Su dieta consta principalmente de insectos y larvas que
captura con su lengua. Entre septiembre y febrero los machos
aparean a las hembras desde atrás y baten las secreciones
glandulares de la hembra en una masa espumosa, lo que crea un
nido para los miles de pequeños huevos de color negro.
Fósiles de anfibios en el
Partido de General Alvarado.
En nuestra zona
hemos recuperado restos fósiles de varios anfibios, uno de los
mas interesantes es Ceratophrys ameghinorum, un anuro
depredador que poseía pequeños cuernos y dientes. En las
colecciones científicas del Museo de Ciencias Naturales de
Miramar, se resguardan otros restos de estos grupo de
vertebrados, como así también otros organismos
contemporáneos a estos, que nos permite establecer como eran
esos ambientes.
Los escuerzos del género Ceratophrys conforman un
peculiar grupo de anuros neotropicales caracterizados por su
notable robustez corporal y una cabeza desproporcionadamente
grande.
¡ |
El registro fósil de
estos vertebrados es muy escaso. Recientemente se
realizaron interesantes hallazgos al norte de la ciudad
de Miramar, e incluso, en una crotovina (cueva) junto a
otros vertebrados del Plioceno superior. El resto más
antiguo de esta subfamilia, Ceratophryinae, tal como es
considerado para este grupo de batracios, correspondería
a W. gerholdi del Mioceno medio de
Ingeniero Jacobacci, noroeste de Río Negro, Argentina,
afín al género Ceratophrys. |
Recién en el Plioceno tardío se vuelve a tener registros de
fósiles de esta subfamilia al sur de la provincia de Buenos
Aires (Monte Hermoso, Fm. Montehermosense). Los hallazgos fueron
hechos por primera vez por Ameghino (1899), quien los designó
como C. prisca. En el Plioceno (Fm.
Montehermosense) se registra la presencia de Ceratophrys
en el noroeste del país (Catamarca) y en el sur de la prov.
de B. Aires.
En el Plioceno se vuelven a encontrar al sur de la prov. de B.
Aires, en el Piso Chapadmalalense, ejemplares diploides
(Miramar, Pta. Lobería y Pta. Varohué) y tetraploides (Quequén
Salado y Chapadmalal). En el Piso Barrancalobense, terminando el
Plioceno, se registró un fósil diploide. Ya en el Pleistoceno, y
siguiendo la franja de costa atlántica, otros restos fósiles de
anuros asignados a Ceratophrys (Piso Ensenadense).
También se conoce material perteneciente a Ceratophrys
de las localidades de Ñuapua (región chaqueña) y Tarija (región
andina) del Pleistoceno superior de Bolivia. De la misma edad
proceden restos fósiles de Brasil (Lagoa Santa, Minas Gerais).
Bibliografía Sugerida:
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anfibios de ambienles temporarios del N.E. de lo provincia de
Buenos Aires. Seminario de Licenciatura, C.A.E.S.E., 1985.
AZPELICUETA, M.; J. WILLIAMS y E. GUDYNAS. 1987. Osteología y
notas miológicas de la Cecilia Neotropical Chthonerpeton
indistinctum (Reinhardt & Lutken, 1861), con una diagnosis de la
familia Typhlonectidae (Amphibia: Gymnophiona). Iheringia, ser.
zool. (66): 69-81
BASSO, N. G.
y G. J. BASSO. 1987. Análisis
acústico del canto nupcial de Hyla pulchella pulchella Dumeril &
Bibron,1841 (Anura: Hylidae).
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso 18: 109-114.
BOGART,
J. P. (1974). "A karyosystematic study of frogs in the genus
Leptodactylus (Anura: Leptodactylidae)"; Copeia (3):
728-737.
BIOLE, F.
y J. WILLIAMS. 1984. Nueva
localidad para Bufo variegatus (Gunther, 1870) (Amphibia: Anura)
y notas preliminares sobre su variación geográfica. Neotrópica
30 (84): 243-244.
CEI, I.M. Amphibians of Argentina, Monitore
Zoológico italiano, Florencia, 1980.
GALLARDO.
J.M. Anfibios de los alrededores de Buenos Aires, Buenos Aires,
Eudeba, 1974.
GALLARDO, J.M. Anfibios y
reptiles del partido de Magdalena (Provincia de Buenos Aires),
Buenos Aires, Artes Gráficas Rioplatenses, 1987. |
Lagarto Overo (Salvator
merianae).
Duméril & Bibron,
1839.
Es un reptil con gran distribución geográfica en Sudamérica,
desde Colombia tropical y subtropical a través de Venezuela
y la Guayana por la cuenca del Amazonas venezolano y
colombino hasta el Paraguay y el norte y centro de la
Argentina. Esta especie alcanza una longitud respetable de
140 cm y muestra 17 a 29 poros preanales y femorales.
Esta especie fue considerada durante mucho
tiempo, sinónima de Tupinambis teguixin, actualmente
mediante conteo de escamas junto con diferencias
morfológicas se la denominan por separado. Tupinambis
teguixin está emparentado con Tupinambis longilineus
y se distribuirían geográficamente en el norte de Sudamérica
y Amazonia.
|
Mientras Salvator
duseni, Salvator rufescens y Salvator
merianae se distribuirían primariamente al sur
de Amazonia.
El color base es un marrón negruzco con brillos
azulados complementado con varias bandas
transversales compuestas por manchas amarillas de
diferente tamaño y que llegan hasta la punta de la
cola. Igualmente observamos una serie de manchas
amarillas y blancas en la zona de la cabeza, cuello
y extremidades. |
El biotopo de este lagarto es extremadamente variado lo que
nos sugiere que su adaptabilidad también es considerable:
Selvas pluviosas tropicales, espacios abiertos con arbustos
espinosos, también a lo largo de las riveras de los ríos en
la estepa de altura herbácea así como zonas costeras
arenosas.
El hábitat de esta especie es variado, siendo
su adaptabilidad grande comprendiendo: Selvas húmedas
tropicales, espacios abiertos como sabanas con arbustos
espinosos, riveras de los ríos en la estepa de altura
herbácea así como zonas costeras arenosas. Utilizan
termiteros para poner sus huevos, en virtud de la
temperatura y humedad ambiente se encarguen de la
incubación. Los tegus recién nacidos se encargarán de abrir
paso para salir al exterior.
La alimentación es también amplia
tratándose de un generalista, carnívoro y omnívoro, su dieta
se compone de artrópodos, insectos, pequeños vertebrados,
huevos de aves y tortugas, y de tanto en tanto materia
vegetal como fruta, ciertas hierbas o flores.
Lagartija de Médano (Liolaemus multimaculatus).
Duméril & Bibron, 1837.
La lagartija de las dunas (Liolaemus
multimaculatus), también denominada comúnmente lagartija
de los médanos, lagartija costera y lagartija de la arena,
es una especie de lagarto liolaémido del género Liolaemus.
Es un saurio arenícola de hábitos diurnos que habita en el
centro-este del Cono Sur de Sudamérica.
Tienen el cuerpo más o menos largo, con la cabeza bien
diferenciada, y presentan las cuatro extremidades y la cola
bien desarrolladas.
La vista
y el oído son buenos; los ojos suelen estar cubiertos por
párpados móviles y la abertura timpánica es bien visible a
ambos lados de la cabeza. Tienen la lengua bífida, cubierta
de papilas que recogen las partículas olorosas y que después
serán percibidas por el órgano olfativo (órgano de Jacobson).
La Lagartija de las Dunas (Liolaemus
multimaculatus) es una especie endémica de la Costa
Atlántica de Buenos Aires y el extremo noreste de la
provincia de Río Negro. Se distribuye de forma discontinua a
lo largo de la costa de nuestra provincia, en una especie de
rosario de áreas.
|
La cabeza está cubierta por placas grandes mientras
que las escamas del tronco son más bien pequeñas.
Las patas terminan en cinco dedos adaptados a la
carrera. En la parte interior de los muslos
presentan los llamados poros femorales, más
desarrollados en los machos que en las hembras, que
se hacen más visibles durante la época de celo.
Las
lagartijas son por lo general animales diurnos; les
gusta tomar el Sol y se alimentan sobre todo de
insectos y otros invertebrados, aunque algunas
especies comen sólo materia vegetal. |
La mayoría de las especies se reproducen por huevos
(ovíparas) y los depositan en galerías excavadas por ellas
mismas, entre las raíces de los árboles o debajo de las
piedras; hay también especies ovovivíparas. En la Región
Pampeana son muy comunes en zonas áridas y desérticas,
sierras y grandes extensiones de medanos costeros.
Como utiliza el método de
enterrarse en la arena para escapar de sus perseguidores,
tiene algunas adaptaciones anatómicas especiales para este
fin. Posee hileras de escamas cefálicas que se extienden
desde el borde posterior del ojo a la porción posterior de
las narinas: son 7 escamas superciliares y cantales unidas,
encimadas hasta las narinas, lo que le otorga a su cabeza
una conformación acuminada tipo pala. Las narinas tienen
flejes palpebrales y válvulas que impiden que los granos de
arena logren penetrar.
Este saurio está incluido en el grupo de
reptiles denominado: ‘‘nadadores de las arenas’’ en razón de
estar particularmente adaptado para que, en caso de peligro,
en pocos segundos poder enterrarse por completo bajo la
superficie de la arena suelta, pudiendo respirar el aire
contenido entre los granos, e incluso poder avanzar algunos
metros “nadando” bajo la arena y fuera de la vista de sus
perseguidores. El zambullido lo realiza de cabeza y con las
patas orientadas hacia atrás, penetrando rápidamente gracias
a acelerados movimientos en zigzag. De esta manera logra
eludir a sus predadores, aves rapaces, zorros, culebras, etc
Lagarto o Falsa
Culebra de Cristal
(Ophiodes vertebralis).
Bocourt,
1881.
El lagarto
o falsa viborita de cristal (Ophiodes vertebralis)
es una especie de lagarto, con un curioso ejemplo de
convergencia adaptativa con las serpientes, pero sin serlo,
y que posee el vestigio de pequeñas patas traseras. Este
saurio ápodo habita en el centro-este del Cono Sur de
América del Sur, y normalmente se lo confunde con una
serpiente.
Son una
familia de reptiles lacertilios caracterizados por la
atrofia de las patas, a pesar de que no están directamente
emparentados con las serpientes ni las anfisbenas.
La
víbora de cristal común es una lagartija sin patas. Por ese
motivo es frecuente confundirla con una
serpiente. Es de color castaño grisáceo y
tiene líneas oscuras a lo largo del cuerpo. Mide entre 8,5 y
35
cm de largo. Se alimenta de artrópodos,
arañas e insectos y habita en pastizales y praderas
|
Ophiodes vertebralis se distribuye en el estado de Río
Grande del Sur en el sur de Brasil, Uruguay y el centro de
la Argentina, desde Santiago del Estero hasta el sur de la
provincia de Buenos Aires. No
obstante, al no poseer patas, logran desplazarse rápidamente
entre la vegetación herbácea donde viven: pastizales
abiertos, mayormente próximos a ambientes acuáticos, en
lomas asoleadas cubiertas de pasto corto, médanos fijados
con pastizales ralos, en sierras, en biotopos rocosos, entre
o bajo piedras o troncos apoyadas en tierra. |
Es un
saurio diurno y de dieta insectívora, alimentándose de
insectos y arañas. Es predado por el zorro gris, lechucitas
de las vizcacheras, caranchos, chimangos, etc. No es
peligroso para el hombre, aunque si es capturado intenta
morder los dedos para liberarse.
Ophiodes
vertebralis es un lagarto pequeño, con un cuerpo fusiforme
de 20 a 35 centímetros. Este saurio no cuenta con patas
delanteras, mientras que las traseras están reducidas a
aletas. Si bien esta especie por su apariencia externa suele
ser confundida con un ofidio, se diferencia de estos últimos
porque tiene la capacidad de desprender la cola.
Tortuga Pintada (Trachemys dorbigni)
Es una especie de tortuga de la familia
Emydidae.
Posee un caparazón
hidrodinámico. Sus dedos son bastante palmeados y con
pequeñas uñas muy afiladas. Tiene un cuerpo y caparazón
verdes con dibujos amarillos o naranjas. Posee a ambos lados
de su cabeza dos enormes manchas de color amarillo por lo
que es muy fácil identificar la especie. Con la edad pierden
el color del caparazón y quedan casi marrones.
Las hembras son más grandes y alcanzan hasta
32 centímetros de longitud y los machos hasta 28 cm. Son
omnívoras. Cuando son jóvenes no aceptan comida vegetal pero
al crecer comienzan a hacerlo. Se alimentan de crustáceos,
insectos, algún pez pequeño, carroña, aves, anfibios y
plantas acuáticas.
|
Los
machos ya maduros tienen la cola mucho más larga que
la hembra y son más pequeños, las hembra tienen la
cola más corta y son considerablemente más grandes.
Los machos de esta especie a diferencia de otros no
poseen enormes garras. Vive en prácticamente todo
tipo de curso de agua dulce, aunque demuestra
preferencia por los que no tienen mucha corriente. |
Es un mito
que se pueden sexar por su color cuando juveniles, se ha
extendido la versión de que los juveniles con coloración más
naranja son machos y amarillos hembra. Pero esto es
totalmente falso. No se pueden sexar hasta que alcanzan
varios años de edad.
Si bien, no
pudimos registrarla, testigos confiables aseguran que las
han observado en la laguna La Ballenera y arroyo El Chocori
en el Partido de General Alvarado, como así también en
Laguna de Los Padres.
Culebra de Bañado o Verde y Negra
(Erythrolamprus poecilogyrus).
Wied-Neuwied,
1825.
Es una especie de ofidio del
género Erythrolamprus. Esta serpiente habita en
pastizales del centro-este del Cono Sur de América del Sur.
Las
culebras soportan las consecuencias nefastas de la aversión
provocada por las fechorías de unas pocas especies de
víboras ponzoñosas, a pesar de no ser ni remotamente tan
temibles, exceptuando el caso de corales en América,
francamente minoritarias, si bien es cierto que en Australia
y el antiguo continente no puede afirmarse lo mismo.
|
Por el contrario, no pocas veces derivan positivos
beneficios de sus hábitos depredadores con respecto
a diversos animalejos nocivos por un u otro motivo.
Las culebras se reconocen por su cabeza oval, sin
cuello, marcada por la presencia de grandes placas
lisas sobre la misma, la pupila circular, los
dientes pequeños y si hay colmillos largos están
situados en el fondo de la boca, las escamas del
cuerpo lisas, la cola larga y sus costumbres
diurnas. |
Lejos de
ser húmedo y viscoso como suponen algunos, el cuerpo de las
culebras esta cubierto por escamas lisas y brillantes,
dispuestas en forma imbricada que mudan periódicamente,
dejando abandonado un largo manguito vuelto al revés, y
exhiben una nueva librea, limpia y lustrosa, por cuyo motivo
los ofidios han simbolizado muchas veces la vida
permanentemente renovada e inmortal.
Es una especie abundante
en ambientes de pastizales húmedos cerca del agua, siendo de
hábitos diurnos. Es una especie oportunista que consume
mayormente anuros, tanto adultos como renacuajos. En menor
medida come también lagartijas y peces, y los juveniles:
insectos. No representa ningún peligro para el ser humano.
Desde mayo hasta septiembre hiberna, aunque salen a tomar
sol los días más cálidos.
Su reproducción es ovípara, poniendo en
noviembre y diciembre (en la arena o en tierra a 5
centímetros de profundidad) alrededor de 3 a 11 o de 6 a 15
huevos blancos y alargados. En enero y febrero nacen las
pequeñas crías.
Erythrolamprus poecilogyrus
es un ofidio esbelto y relativamente pequeño, de 70
centimetros de longitud hocico-cloaca, la cola
comprende 120 mm. Es de coloración verde con manchas,
reticulado o bandas transversales de color negro, siendo las
bandas negras más anchas en los juveniles, sobre un fondo
amarillento. El vientre es amarillo con manchas negras
Culebra Listada o Culebra Roja y Negra
(Liophis
anomalus).
Günther,
1858.
Es una especie de ofidio del
género Lygophis. Esta serpiente habita en pastizales
del centro-este del Cono Sur de América del Sur.
La
vida arbórea atrae a muchas, capaces de trasladarse con
soltura por entre la enramada, disimulando su presencia en
lugares tan expuestos, gracias a sus coloraciones verdosas
que les permiten pasar inadvertidas entre las hojas.
|
Es una especie
abundante en ambientes de pastizales húmedos, siendo
de hábitos diurnos. Es una especie oportunista que
consume presas de varios tipos de ambientes. Un
estudio que analizó el contenido estomacal de 444
especimenes provenientes de toda su área de
distribución encontró que se alimenta mayormente de
anuros, consumiendo reptiles solo de manera
ocasional. En invierno hiberna en solitario o en
grupos, aunque salen a tomar sol los días más
cálidos. No representa ningún peligro para el ser
humano. |
Copula a partir de septiembre. Su
reproducción es ovípara, poniendo en diciembre y enero
alrededor de 15 huevos blancos y alargados. Lygophis
anomalus es un ofidio esbelto y relativamente pequeño,
de 60 centímetros de longitud hocico-cloaca, la cola
comprende 15 centímetros. La especie más similar es
Lygophis elegantissimus, habitante de las Sierras de
Ventania. Lygophis anomalus se caracteriza por
presentar un patrón cromático de fondo pardo-oliváceo sobre
el cual se disponen manchas negras (cada una salpicada de
ocre) y una línea rojo oscuro en la parte media dorsal,
acompañada por ambos lados por líneas amarillas las cuales
no la contactan.
Falsa Yarara Ñata o Culebra Yarara
(Xenodon dorbignyi).
Duméril, Bibron & Duméril, 1854.
La Falsa
Yarará también llamada Falsa Crucera o Culebra Yarara,
habita en el centro y norte de la Argentina y del sur del
Brasil, donde se llama cobra nariguda, con sus manchas
negruscas regularmente dispuestas sobre el cuerpo y la
costumbre de achatar el cuerpo cuando esta de mal humor.
|
La falsa
yarará es una culebra lenta e inofensiva, cuya coloración
intimida a los animales y personas por parecerse a la
peligrosísima Yarará.
Esta
forma de defensa se denomina mimetismo batesiano el cual se
da cuando una posible presa, por lo general inofensiva,
adopta la coloración de otra especie venenosa o peligrosa
para confundir a su predador. |
Un
examen más cuidadoso denuncia su estirpe culebril, además de
ser inconfundible por la presencia de una quilla prominente
en la región nasal que le ha valido el nombre de cobra
nariguda en Brasil, denota sus hábitos de hozar la tierra en
busca de lombrices, insectos, culebrillas ciegas y otros
animales subterráneos.
Se
diferencia también por presentar pupila circular (vertical
en la Yarará) y diseño dorsal compuesto de semicírculos de
ambos lados del cuerpo, cuya base se apoya en una línea más
clara sobre la región vertebral. Vive en
zonas de pastizal y por lo general se las puede ver tomando
sol para calentar su cuerpo en las rutas, donde en ocasiones
encuentran la muerte.
Fácilmente reconocible por la
panza roja. Cabeza redondeada, nariz respingada; se
caracteriza por poner su cola en forma de rulito para atraer
presas y cuando se siente amenazada para mostrar su vientre
rojo, además se achata para parecer mas grande. No muerde.
Come anfibios, reptiles y peces.
Yarara Grande o Víbora de la Cruz (Bothrops
alternatus).
Duméril, Bibron & Duméril, 1854.
Es una especie de serpiente venenosa de la
subfamilia Crotalinae, endémica de Brasil, Bolivia,
Paraguay, Uruguay, Argentina. Dentro de su rango, es una
importante causa de mordeduras de serpiente.
La
yarará o víbora de la cruz tiene manchas semicirculares
negras fileteadas de blanco en forma de medialuna, alternan
con sus lados convexos hacia la línea media sobre un fondo
grisáceo o castaño decorado con algunas pintas blanquecinas.
Célebre
por una figura en forma de cruz blanca que ostenta sobre la
cabeza, el dibujo sufre con frecuencia varias variaciones y
son comunes los diseños en formas de “T” o de ancla, o
simplemente el trazo de dos barras, antero o posterior una
transversal la otra pero sin ponerse en contacto en un
intento de recomponer el cruce. Consiente de su poder la
yarará tiene un carácter irascible. No supera normalmente
1.5 m de longitud total.
|
Se enfurece con harta facilidad de y, achatando el
cuerpo en posición de guerra, lanza el tercio
anterior de su cuerpo de metro y medio, hacia el
rival en un mordisco relampagueante que hinca sus
ganchos mortíferos.
Por entre los matorrales, a la
vera de ríos, arroyos y bañados, persigue pequeños
mamíferos y libra a los campos de no pocos roedores
molestos. |
De
reproducción ovovivípara da a luz hasta 16 viboreznos, uno
cada 10 minutos, envueltos en una tenue membrana
transparente, perfectamente formados, que rompen
inmediatamente la envoltura y enfrentan la vida abriendo ya
desmesuradamente la boca y no en vano pues a los veinte
minutos de haber nacido, ya con su dispositivo ponzoñoso
formado, los bebés de yarará ultiman un ratonsillo de
volumen varias veces mayor en pocos segundos.
Esta
temible capacidad defensiva de los viboreznos en el momento
mismo de nacer explica como a pesar de persecuciones y
matanzas, del ataque de muchos enemigos que también los
tienen, logran subsistir, y en número harto apreciable, por
cierto.
Se
alimenta de roedores, aves, reptiles, anfibios e insectos.
La mayoría de los accidentes se produce al pasar muy cerca
de ella, al pisarla o al molestarla, o hurgando con la mano
en lugares no accesibles a la vista, como dentro de cuevas
de "Mulitas", donde frecuentemente se refugia. Suele ingresar
a las habitaciones rurales en busca de roedores y a los
campamentos.
Yarará Ñata
(Bothrops ammodytoides).
Leybold, 1873.
Es una serpiente venenosa de la familia de
los crotalinos, endémica del centro y sur de la Argentina.
Presenta
una cabeza triangular sin dibujo alguno, su cuerpo es marrón
claro, presentando dibujos a medialuna de color negro. Su
parte vertebral es totalmente clara. Es sumamente agresiva,
por lo que se niegan a recibir alimento en cautiverio.
Es una especie mediana, de tronco grueso y
deprimido y de cola angosta. Su largo promedio es de
45-75 centímetros, siendo las hembras significativamente más
largas y más pesadas; ocasionalmente alcanza 1 metros de
longitud. Su cuello es marcado y su cabeza triangular; se
distingue visiblemente de la yarará grande o común por su
hocico respingado y por una marca oscura en forma de U
invertida en la parte superior de la cabeza. A cada lado de
la cabeza tiene una foseta loreal alargada verticalmente,
ubicada entre el ojo y el hocico, que sirve para detectar
presas que emiten radiación infrarroja; se trata de una
característica compartida con las demás víboras de foseta.
|
Son
capaces de inocular dosis fatales de ponzoña en sus víctimas
a la manera de una artera inyección hipodérmica, que por lo
general lo utilizan para cazar, y en raras ocasiones para
defenderse de depredadores.
El grueso de los accidentes ofídicos es producto de esta especie, la Yarará Ñata, aunque
es difícil establecer en qué grado contribuye cada una al
número para nada despreciable de afectados en el territorio
bonaerense. |
Ambas
tienen una amplia distribución en la provincia, faltando
solo talvez en el extremo nordeste. El veneno de las yararaes
no está compuesto por un solo principio activo sino por un
verdadero cóctel de sustancias que actúan secuencialmente.
Su acción es local, afectando la sangre y destruyendo los
tejidos en las cercanías de la mordedura.
El dolor
es intenso, y si el accidente ha ocurrido en los miembros
inferiores (el lugar más común), se hace imposible caminar
después de unos minutos. La zona afectada se vuelve entre
negra y púrpura, y este color cianótico avanza conforme pasa
el tiempo.
Habita
en lugares de pastizales altos, cerca de medanos y zonas de
agua dulce, en donde por lo general captura su alimento,
constituido por sapitos, ranas, insectos varios, lauchas
entre otros. También incluye en su dieta pichones de aves y
huevos.
Viborita Ciega
(Amphisbaena darwini).
Duméril & Bibron, 1839.
Es un género de reptiles anfisbenios de la
familia Amphisbaenidae,comúnmente conocida como culebras de
dos cabezas, morrona o lagartijas gusano.
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El cuerpo de estas especies es
cilíndrico, su cola es corta y redondeada sin
presentar una marcada diferenciación con el resto
del cuerpo, carecen de patas, la cabeza es también
redondeada poco diferenciada y presenta ojos
pequeños semiocultos debajo de la piel, los oídos no
presentan orificio al exterior. La piel del cuerpo
está formada por anillos los cuales se subdividen en
pequeñas escamas cuadradas. |
Las especies de Amphisbaena viven la
mayor parte de su vida enterrados, excavando túneles con el
propósito de conseguir su alimento. Su dieta se compone de
insectos y otros pequeños invertebrados que habitan en el
suelo.
Registro fósil de Reptiles en
General Alvarado.
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En
Miramar y otras áreas del Partido de General
Alvarado, se han recuperado restos de Salvator
(=Tupinambis). Este último era el
representante fósil del lagarto overo, que vivió
durante el Plioceno, hace 3 millones de años, y
preservados en las colecciones del Museo de Ciencias
Naturales. También se han registrado restos fósiles
de otros reptiles, como el raro Amphisbaena,
de la misma antigüedad, serpientes, entre otros. |
Salvator
sp fue un lagarto de mayor tamaño de la familia Teiidae, registrado desde el
Mioceno temprano de Patagonia y con una continua presencia en
Argentina durante todo el Mioceno y hasta el Holoceno.
Los reptiles escamosos (Squamata) son el segundo grupo más numeroso de
vertebrados terrestres con más de 8200 spp, superados únicamente por las
aves. Sin embargo, y a pesar de su presente abundancia y diversidad, han
sido relegados en la literatura paleontológica por distintas razones.
Su registro paleontológico en sedimentos
pampeano corresponde desde el Mioceno tardío hasta el Holoceno temprano,
pero su verdadera abundancia corresponde al final del Plioceno. Se
caracteriza por la diferenciación de sus dientes. Éstos se especializan
en incisivos, dientes con forma de canino y otros aplanados semejantes a
molares. Llego a superar más de un metro, aunque la cola representa más
de la mitad de la longitud de su cuerpo. Los machos tienen la cabeza más
ancha por el desarrollo de sus músculos mandibulares. Su alimentación
consistía en la caza de anfibios, gusanos y reptiles; también mamíferos
de tamaño reducido, como los cricetidos y algunos marsupiales. Sus
restos ocasionalmente aparecen articulados dentro de antiguas
paleocuevas realizadas por
Tupinambis, o bien, excavadas por otros vertebrados y
luego invadidas por este. Algunos hallazgos de este reptil importante
para la paleofauna pampeana proceden del “Uquiense” de arroyo Las
Brusquitas.
En cambio, el género
Amphisbaena es un
reptiles anfisbenios
de la familia Amphisbaenidae, comúnmente conocida como culebras de dos
cabezas, morrona o lagartijas gusano. El cuerpo de estas especies es
cilíndrico, su cola es corta y redondeada sin presentar una marcada
diferenciación con el resto del cuerpo, carecen de patas, la cabeza es
también redondeada poco diferenciada y presenta ojos pequeños
semiocultos debajo de la piel, los oídos no presentan orificio al
exterior. La piel del cuerpo está formada por anillos los cuales se
subdividen en pequeñas escamas cuadradas. Las especies de
Amphisbaena viven la mayor parte de su vida enterradas,
excavando túneles con el propósito de conseguir su alimento. Su dieta se
compone de insectos y otros pequeños invertebrados que habitan en el
suelo. Restos fósiles de
Amphisbaena sp. fueron identificados en el
Chapadmalalense (Plioceno temprano - medio), cerca de la ciudad de
Miramar, representando hasta el momento, el más antiguo registro del
grupo en América del Sur, de un Amphisbaenia. En la región
costera de Miramar actualmente se encuentra representada
A. angustifrons, aunque A. heterozonata
también se encuentra en áreas cercanas, de manera que el
reconocimiento de Amphisbaena sp. en el Plioceno es concordante
con la distribución actual del género.
Bibliografía Sugerida:
CEI, J. y J. WILLIAMS.
1984. Las colecciones herpetológicas de la
expedición patagónica del Perito Moreno (marzo-abril de
1896) y las formas argentinas de Liolaemus del grupo pictus.
Rev. Museo La Plata 13, zool.(139): 183-194.
Barbadillo, Luis Javier.
La guía de Incafo de los anfibios y reptiles de la península
Ibérica, islas Baleares y Canarias. Madrid: Editorial Incafo,
1987. Guía fotográfica; incluye claves, mapas y glosario.
Capula, Massimo. Guía de
anfibios y reptiles. Barcelona: Ediciones Grijalbo, 1990.
Guía identificativa; incluye mapas y bibliografía.
VVAA. Reptiles y
anfibios. En "Los animales, gran enciclopedia ilustrada",
volumen VI, Barcelona: Editorial Delta, 2ª ed., 1982. Obra
enciclopédica de consulta de diez volúmenes; incluye
bibliografía y fotos en color.
WILLIAMS, J. y M. GHILINI.
1979. Hallazgo de Gekkonidae asociados a poblaciones
sinantrópicas de Triatominae. Neotrópica 25 (74): 155-159.
WILLIAMS, J. 1982.
Observaciones sobre la reproducción en cautiverio de
Philodryas baroni Berg, 1895. (Serpentes: Colubridae).
Neotrópica 28 (79): 61-70.
WILLIAMS, J. 1988.
Bibliografía de los anfibios y reptiles de la República
Argentina. Biología Acuática 13: 115-124.
WILLIAMS, J. y S.
WICHMANN. 1989. Nueva localidad para Anops kingii (Reptilia: Amphisbaenidae) y Philodryas aestivus (Reptilia: Colubridae)
en el este de la provincia de Buenos Aires. Boln. Asoc.
Herpetol. Argentina 5 (1-2): 12-13. |