Registro oficiales de ejemplares de
tortugas marinas en el Partido de General
Alvarado solo son dos y que fueran trabajados por nuestra institución, aunque si sabemos de otros datos
proporcionados por pescadores locales, con descripciones pocos claras, ocurridos
mucho tiempo antes de sus denuncias. Solo hemos podido registrar a la Tortuga
Laúd
(Dermochelys
cariacea), pero en localidades vecinas también se conocen la Tortuga Verde
(Chelonia
mydas) y
Tortuga Falsa Carey o Cabezona (Caretta caretta).
Tortuga
Laúd (Dermochelys
coriacea). Vandelli, 1761.
Es la mayor de todas las tortugas vivientes, alcanzando
una longitud de 2 metros y un peso de más de 600 kilos. Un individuo
macho llegó a pesar 916 kilos, aunque las tortugas de este tamaño son raras. Se
encuentra en todos los mares tropicales o subtropicales y es la única
especie dentro de la familia Dermochelyidae.
Esta especie tiene multitud de características únicas que la distinguen en
buena medida de otras tortugas marinas. Su tasa
metabólica es aproximadamente 3 veces mayor de lo esperado en un reptil de su tamaño,
lo que, unido a sus intercambiadores
de calor contra corriente y su gran tamaño, permite mantener una temperatura
corporal de hasta 18 ºC sobre el agua circundante. Algunos científicos incluso
opinan que la tortuga laúd tiene alguna capacidad para generar su propio calor
corporal, como un mamífero, a pesar de que
los reptiles son
ectotermos o de "sangre fría", por lo que dependen de la temperatura externa
para regular la suya.
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La tortuga laúd es la mayor de todas las tortugas y muy diferente del resto,
tanto en apariencia como fisiología. Posee un caparazón liso y oscuro, con
crestas que lo recorren desde la cabeza hasta la cola. Esta concha no está
formada por escudos óseos, sino que está hecha de tejido conectivo blando
(de ahí el nombre de tortuga de cuero que se le da a veces). En el
caparazón no se observa el peto ni el afilado borde lateral,
solo una suave curva que da una apariencia semicilíndrica al animal. Esta forma,
que recuerda vagamente al instrumento músical, es la que le ha dado el nombre de
tortuga laúd. Las aletas delanteras de la tortuga laúd son mucho más largas que en todas
las demás tortugas, tanto proporcionalmente como en tamaño bruto. En los
individuos adultos, la distancia de punta a punta puede ser de hasta 270 centímetros.
<<<<Esqueleto de la aleta delantera en el Museo Municipal
de Miramar. |
El pico ha desarrollado una forma de gancho para ayudar a la tortuga laúd a
morder medusas y su garganta
tiene barbas apuntando hacia dentro que le ayudan a tragárselas.
Las tortugas laúd subsisten gracias a una dieta de medusas. Debido a la
naturaleza transparente de sus presas, las tortugas laúd a menudo se asfixian
comiendo trozos de plástico a la deriva. Se han
encontrado ejemplares muertos con bolsas de plástico, piezas de plástico duro e
hilo de pescar en el estómago.
Las tortugas laúd se aparean en el mar; los machos nunca abandonan el agua
una vez que entran en ella como crías. Las hembras se aparean cada tres o cuatro
años, volviendo a las playas donde ellas mismas nacieron para depositar sus huevos. Una hembra
puede dejar hasta diez huevos en cada deposición. El intervalo entre una puesta
y la siguiente es de unos nueve días. El primer apareamiento se produce después
de que la tortuga haya cumplido diez años.
Después de encontrar una hembra (que posiblemente exuda una feromona para
mostrar su disponibilidad reproductiva) la tortuga laúd macho usa movimientos de
la cabeza, toques con el hocico, mordiscos o movimientos de las aletas para
determinar su receptividad. Las tortugas marinas se encuentran a menudo con
dificultades y a veces incluso peligrosas maniobras cuando intentan
reproducirse. El macho tiene que montar la hembra desde detrás y subirse encima
con el fin de poder copular, pero a veces los caparazones obstruyen este
proceso. El apareamiento puede también volverse peligroso cuando el macho está
tan desesperado por conseguir aparearse que pasa demasiado tiempo bajo el agua,
y tras el encuentro con la hembras, hasta otra hora sin tomar aire. La
fertilización es interna, y es normal que varios machos se apareen con una sola
hembra. Este comportamiento puede haber evolucionado para asegurarse contra la
infertilidad masculina, eliminando el exceso de esperma de baja calidad y
permitiendo a la hembra seleccionar el mejor, además de incrementar la
variabilidad genética de la descendencia. Sin embargo, los estudios han
demostrado que la poliandria en las tortugas
marinas en realidad reduce el éxito de la fertilización.
Tamaño
comparativo de la Tortuga laúd. |
La división de la célula comienza unas horas
después de la fertilización, pero el desarrollo es suspendido durante la etapa
de gástrula
para mover y envolver las células embrionarias
hasta que los huevos son depositados. El desarrollo se reanuda pronto, pero los
embriones siguen siendo extremadamente susceptibles de morir en sus nidos por
movimiento del huevo hasta que las membranas se desarrollan completamente
durante los primeros 20-25 días de incubación, cuando la diferenciación
estructural de cuerpo y órganos (organogénesis)
prosigue. |
Las playas de anidación deben estar cubiertas de arena blanda y tener una
zona de agua costera poco profunda. Esto se debe a que sus blandas conchas se
dañan fácilmente con las rocas duras. Esto es una fuente de vulnerabilidad para
las tortugas debido a que estas playas son susceptibles de erosionarse. Las
hembras excavan un nido sobre la línea de la marea alta con sus aletas. Entonces
comienzan a depositar sus huevos, produciendo unos 110 de los cuales 70 son más
largos y fértiles, y los 40 restantes más pequeños y estériles. Las hembras
cubren cuidadosamente el nido, asegurándose de camuflarlo frente a los
depredadores con una capa de arena.
Los huevos se incuban durante 60 días. Al igual que otros reptiles, la
temperatura ambiente del nido determina el sexo de las crías. Los huevos se
abren mientras continúan bajo la arena. Después del anochecer, las crías cavan
su camino hacia la superficie y siguen su marca hasta el mar.
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Una vez que las crías alcanzan el océano
no vuelven a verse normalmente hasta llegar a la madurez. Muy pocas de
ellas sobreviven a este misterioso periodo para convertirse en adultos.
Muchas son devoradas por aves e incluso otros reptiles antes de que
tengan la oportunidad de sumergirse en el agua. Cuando las luces de las
ciudades son visibles desde la zona de andación, las crías de tortuga laúd son
atraídas por las luces y se alejan del mar. Muchas de estas crías son
atropelladas por el tráfico rodado o perecen de otras formas. |
Las tortugas laúd atlánticas anidan entre Febrero y Octubre según las zonas, siendo
sus playas preferidas las de la desembocadura del río Marowijne en Guyana, Bigi Santi (Surinam), Quintana
Roo, Isla de Culebra (Puerto Rico), Laguna Jalova
y Naranjo en Costa Rica, Terenganú (Malasia), así como
Mexiquillo, Tierra Colorada, Chacahua y numerosas playas más de México. Mexiquillo
es probablemente la mayor área de anidación de esta
especie en el mundo, mientras que Terenganú se reduce cada año debido a la
presión humana, hasta el punto de que ha habido temporadas en que no se han
visto llegar tortugas laúd a Malasia, a pesar de ser históricamente la zona
asiática más frecuentada por estos animales.
Las tortugas laúd viven en casi todos los océanos del mundo, aventurándose
mucho más al norte o sur que otras tortugas marinas gracias a su peculiar
sistema de regulación de la temperatura corporal.
En los meses de verano, las tortugas laúd son más
comunes en la zona que va desde el Golfo de Maine al norte
hasta Florida
en el sur. Han sido observadas también al norte del Golfo
de San Lorenzo, en Canadá. Las tortugas laúd del Océano Pacífico
son más vistas a menudo en las islas Hawaii, donde se sabe que se
congregan al norte del archipiélago. Cuando se aproxima el invierno se dirigen al sur, al
Mar
Caribe y las zonas costeras de América del Sur y África, donde se
encuentran con las tortugas procedentes de Europa. En este último lugar,
gracias a la Corriente del Golfo,
se aventuran aún más al norte durante los meses veraniegos, y han llegado a ser
vistas de forma esporádica frente a las costas de Noruega y en el Mar
Báltico. Las poblaciones del este de Asia emigran hacia las costas de Indonesia y Australia y el
Océano Índico. Gracias a
recapturas, se conoce que esta especie de tortuga realiza migraciones
transoceánicas, por ejemplo individuos marcados en Gabón, África, han sido
recapturados en aguas del océano Atlántico sudoccidental.
Las tortugas prefieren aguas profundas pero se agrupan más a menudo cuando
arriban a tierra. En el verano son vistas frecuentemente tomando el sol cerca de
la superficie, particularmente en el estuario de Long
Island, donde han sido heridas a veces al colisionar con las hélices de los
barcos.
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<<<Escultura
de Tortuga Laúd
(Dermochelys
coriacea)
en el predio del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
Escultura realizada por
Daniel Williams,
pintada por Gustavo Encina, con la asistencia e Laura Mohana.
Gentileza de la Fundación Azara. |
En Estados Unidos, la
tortuga laúd ha sido clasificada como en peligro a lo largo de toda su
distribución desde 1970. Se le ha incluido también en la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas. Esto hace que
sea ilegal herir o matar las tortugas.
Las tortugas laúd adultas son grandes animales, no particularmente
vulnerables a los depredadores. Los huevos y las crías recién nacidas, en
cambio, son las que corren más peligro de todas. Aves, perros y otros depredadores
oportunistas han sido vistos excavando nidos y consumiendo huevos. Las crías son
también vulnerables en el trayecto desde el nido hasta el mar. Una vez que
entran en el agua se convierten en presas de muchos nuevos depredadores y muy
pocas sobreviven hasta la edad adulta.
La actividad humana amenaza a las tortugas laúd de muchas maneras.
Creyéndolos olvidados, los huevos son recogidos por la gente en Puerto
Rico, las islas circundantes y probablemente en otros lugares. La
remodelación de las playas puede perturbar o destruir el particular tipo de
hábitat que las tortugas de cuero necesitan para anidar, y las luces del
progreso pueden causar que las crías se alejen del mar en lugar de ir hacia él.
El uso humano de
las playas puede destruir nidos y puestas o enterrar huevos a demasiada
profundidad para que las crías puedan emerger. Finalmente, los humanos pueden
dañar a las hembras nidificantes movidos por la curiosidad.
Mientras los adultos están en el mar sus mayores amenazas proceden por
completo de los humanos. Las ingestiones de plásticos, caucho, alquitrán, aceite de motor y
otros productos sintéticos pueden matar una tortuga laúd adulta o dañarla
seriamente. Muchas han sido heridas por colisiones con embarcaciones,
especialmente en aguas poco profundas. El equipo asociado a la pesca comercial,
incluidos hilos, redes, cuerdas y cables pueden enredarse en las tortugas
adultas y ahogarlas. A pesar de que los "Dispositivos de Exclusión de Tortugas"
son obligatorios para las redes, a menudo fallan cuando se trata de permitir que
un animal del tamaño de una tortuga laúd adulta escape de ellas. El NOAA
estima que alrededor de 640 tortugas laúd adultas son muertas cada año por las
empresas de pesca comercial.
Las redes son puestas deliberadamente para capturar otras
especies de tortugas marinas en algunas áreas de Puerto Rico. A pesar de que no
están pensadas para las tortugas laúd, algunas son capturadas ocasionalmente.
Reino: |
Animalia |
Filo: |
Chordata |
Clase: |
Reptilia |
Orden: |
Testudines |
Familia: |
Dermochelyidae |
Género: |
Dermochelys |
Especie: |
D. coriacea | |
Esta práctica es ilegal, pero sigue realizándose. En
Nueva Guinea, las tortugas laúd se cazan regularmente como alimento. Las
redes son puestas deliberadamente para capturar otras especies de
tortugas marinas en algunas áreas de Puerto Rico. A pesar de que no
están pensadas para las tortugas laúd, algunas son capturadas
ocasionalmente. Esta práctica es ilegal, pero sigue realizándose. En
Nueva Guinea, las tortugas laúd se cazan regularmente como alimento. |
Tortuga Laúd:
Junio de 1996.
En las inmediaciones del paraje de
Centinela del Mar a unos 65 kilómetros al sur de la ciudad de Miramar, se hallo
un ejemplar recientemente
muerto de una Tortuga Laúd
(Dermochelys cariacea) gracias al aviso del
señor Raúl
Gaviria. Se trata de la especie de tortuga mas grande que habita
en los mares y el planeta. En este caso se trataba de un ejemplar de 2,10 metros
de largo y una envergadura (de una punta de la aleta a otra) de 2,50 metros y un
peso estimado en media tonelada.
El personal del
Museo Municipal de Ciencias Naturales local, trabajo durante varios días para
lograr rescatar el esqueleto de este curioso animal y restos de tejido para
estudiar y determinar su muerte, puesto que no tenia heridas visibles y se
considera que son seres muy longevos y de aguas cálidas.
En junio de 1996
cuando se encontró la enorme tortuga, un barco pesquero comento que durante los
últimos días del mes de mayo, engancho con sus redes a este ejemplar o por lo
menos uno de su especie. El recuperado reptil marino murió por asfixia, según
demostró los análisis realizados a sus pulmones
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Cráneo del
ejemplar de 2005. Al lado, esqueleto completo de gran tamaño exhibido en la sala
de Diversidad Marina en el Museo de Ciencias Naturales de
Miramar. |
Tortuga Laúd:
Abril de 2005.
Una gigantesca Tortuga Laúd fue hallada muerta por vecinos locales,
a unos 1400 metros al sur del muelle de pescadores de la ciudad de
Miramar, provincia de Buenos Aires.
El ejemplar cuyo nombre científico es (Dermochelys coriacea)
es el
tercero registrado en los últimos años en nuestro distrito, señalo sorprendido
el director del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, Museólogo Daniel Boh.
Se trata de una tortuga marina “Laúd”, que habita por lo general en todos los
mares y es la especie que mayor tamaño alcanza entre sus pares marinos.
El espécimen hallado en estado de descomposición tenia 1,8 metros de
longitud y entre 230 y 250 kg de peso y, su alimentación es a base de pequeños
peces, medusas, crustáceos y algunas especies de moluscos sostuvo Mariano
Magnussen Saffer, miembro de la Asociación de Amigos del Museo.
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Vista de la aleta derecha de la Tortuga Laud.
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Mariano
Magnussen con el ejemplar. Vista Dorsal. |
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El técnico
Daniel Boh, diseccionando el ejemplar. |
Articulo
en el Diario La Capital de Mar del Plata. |
Gracias a Patricia Ardanaz pudimos tener conocimiento de la
aparición de este animal. El caparazón de este tipo de tortuga es de color negro
y esta formado de un cuero muy duro, y no totalmente óseo como otros ejemplares;
no tiene uñas en sus aletas frontales, como en el resto de las especies marinas
y en su boca pudimos observar barbas o espinas orientadas hacia atrás que les
ayudan a retener los alimentos. «Tengo entendido que por no poseer un caparazón
duro como el resto de las especies, es casi imposible su conservación
embalsamándola, además el estado de putrefacción en que fue hallada no lo
permitía, dijo el director del Museo Municipal.
En las tareas de recuperación de muestras y de su esqueleto para ser
exhibidos en el museo miramarense, participaron su director, el museólogo Daniel
Boh y miembros de la Asociación de Amigos del Museo, como Cecilio Bajos, Mariano
Magnussen Saffer, entre otros. Si bien, no se pudo establecer el motivo de su
muerte, una de las posibilidades es la Asfixia, luego de quedar enredada en las
redes de pesca de los barcos que navegan por nuestras costas.
Tortuga Verde (Chelonia
mydas).
Linnaeus, 1758.
La tortuga verde posee un caparazón oval, con 4 pares de
escudos laterales y puede destacarse la presencia de una sola en cada
aleta, el largo del caparazón es
hasta 120 centimetros y su peso de hasta 230 Kilogramos. Su caparazón es café verdoso y
puede llegar a ser negro.
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Mientras que el plastron es ligeramente
amarillo o blanco cremoso. Entre las especies de tortugas
marinas de caparazón duro la verde es la mas grande. Se
alimentan principalmente de vegetales marinos como algas y
plantas marinas.
Esta especie puede encontrarse en aguas entre
los 35 grados de latitud y los 35 grados de longitud. Las
playas en donde desova la mayoría de las tortugas verdes en
al caribe.
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Su distribución geográfica es desde el Golfo de México
hasta Argentina. En los últimos años, se han encontrado ejemplares muertos
en playas bonaerenses, hasta Bahía Blanca. También se han recuperado
ejemplares vivos atrapados en las redes de barcos, sobre todo en meses
de periodo estival. En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar,
exhibimos un ejemplar donado por el Inidep.
Tortuga Falsa Carey o Cabezona (Caretta caretta).
Linnaeus, 1758.
Es otra tortuga marina y carnívora. Vive en todos los mares cálidos y es una
especie que llega a las costas bonaerenses. De esta especie, el
Museo de Ciencias Naturales de Miramar, ha recuperado dos
ejemplares muertos, para la conservación de sus esqueletos y
tejidos para estudio.
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La falsa tortuga carey
tiene una mandíbula superior ganchuda, que recuerda el
pico de un halcón, y dos pares de grandes escudos en la
parte superior de la cabeza, entre los ojos.
El
caparazón de tortuga es de color negro o castaño
oscuro muy salpicado de amarillo. |
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Los escudos se separan del dorso de la tortuga
aplicándoles calor, a menudo cuando aún está viva. La tortuga
suele sobrevivir a tal tratamiento y desarrolla nuevos escudos
de inferior calidad e inadecuados para su uso comercial.
La captura de estas tortugas para obtener su
caparazón ha llevado a un descenso de sus poblaciones y en la
actualidad está considerada una especie seriamente amenazada.
Estos reptiles alcanzan una longitud máxima de 1
m y se alimentan de peces, moluscos, crustáceos y diversas
plantas marinas.
Biografía Sugerida:
1987. Un
nuevo registro de Dermochelys coriacea (Linneo) (Reptilia,
Chelonia,
Dermochelidae) en la costa bonaerense (República Argentina). Amphibia y
Reptilia(Conservación), I (3): 54-56, Bs. As.
Alderton, David. Tortugas terrestres y
acuáticas del mundo. Barcelona: Ediciones Omega, 1994. Obra divulgativa sobre
tortugas de todo el mundo.
CEI, J. y J. WILLIAMS. 1984. Las colecciones
herpetológicas de la expedición patagónica del Perito Moreno (marzo-abril de
1896) y las formas argentinas de Liolaemus del grupo pictus. Rev. Museo La Plata
13, zool.(139)183-194.
Cobb, Jo. Las tortugas: especies acuáticas,
terrestres y marinas. Barcelona: Editorial Hispano Europea, 1991. Obra sobre la
biología y características de las principales tortugas del mundo.
Dauner, Enrique. Las tortugas terrestres y acuáticas. Barcelona: Ediciones De
Vecchi, 1989. Obra de carácter divulgativo; ilustrada con dibujos y fotografías.
Ferri, Vincenzo. El gran libro ilustrado de
las tortugas. Barcelona: Ediciones De Vecchi, 1991. Obra divulgativa sobre
distintos aspectos de las tortugas.
Ferri, Vincenzo. Tortugas terrestres y
acuáticas. Barcelona: Ediciones De Vecchi, 1992. Obra divulgativa; incluye cría,
reproducción, enfermedades y cuidados de las tortugas.
Merchán Fornelino, M. El maravilloso mundo de las tortugas. Madrid: Ediciones
Antiqvaria, 1992. Obra divulgativa; incluye descripción de familias, fotografías
en color y bibliografía.
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