La taxidermia es el
arte y oficio de disecar organismos vivientes.
Requiere cierta familiaridad con la anatomía,
técnicas de disección, escultura, pintura y sistemas de preservación.
El termino
taxidermia significa (¨dermis¨ piel y ¨taxis¨ acondicionamiento), aunque
algunos también lo llaman “embalsamamiento), aunque esta ultima técnica,
es mas especifica y compleja químicamente, en donde el organismo es
preparado prácticamente sin abrir el cadáver.
<<<. Fragmentos tomados de: Magnussen Saffer, Mariano. (2009).
Revista Colecciones de la Naturaleza. Taxidermia y Conservación
de Organismos Vivientes. Año 3 Nª 10.
El arte de la taxidermia data del siglo XVIII, y está asociado al
creciente interés por la historia natural que tuvo lugar durante el
Siglo de las Luces. Aunque las pieles se conservaban con elementos
químicos, las técnicas, que consistían en rellenos de heno o paja,
resultaban rudimentarias. A medida que fueron mejorando los métodos de
conservación y las técnicas de adaptación de las pieles y plumas, el
arte de la taxidermia se hizo más preciso, y se consiguió dar una
apariencia más real al animal. Alrededor del siglo XIX, taxidermistas
profesionales comenzaron a trabajar para los museos. El primer taller
importante, Rowland Ward’s, Ltd., se fundó en Londres alrededor de 1850.
Otra importante compañía de la época fue la Maison Verreaux de París,
que creó el montaje de un camello-león adquirido en 1869 por el American
Museum of Natural History de Nueva York. En 1861 se fundó el Organismo
para la Defensa de las Ciencias Naturales por el taxidermista
estadounidense Henry Augustus Ward en Rochester, Nueva York. Este
organismo declaró que las técnicas de modelado y vaciado creadas por
Akeley y otros, constituían la base de la taxidermia moderna.
Desde el siglo
pasado y con el creciente interés de los naturalistas por
preservar valiosos especimenes de estudio fue progresando rápidamente,
alcanzando en estas últimas décadas un alto perfeccionamiento en los
métodos y materiales empleados. Dichos avances fueron acompañando las
modernas tendencias de exhibición en museos de historia natural y de
ciencias naturales. La taxidermia no pretende simplemente conservar
ejemplares para colecciones (por ejemplo la conservación de cueros) sino
también, lograr que los materiales preparados tengan el aspecto
de vivos, ya que solo así se alcanzarán las mayores expectativas en lo
que a materia didáctica se refiere.
Es importante
aclararle al lector, como se expone al comienzo del presente texto, que
la finalidad de este articulo divulgativo y de la serie individual de
publicaciones sistemáticas que le seguirán para la preparación y
preservación de organismos (vertebrados e invertebrados), no tiene como
objetivo el de obtener trofeos de caza, sino material de estudio. En
muchas ocasiones la muerte de los animales puede deberse a causas
naturales y haber sido recolectados seguidamente al deceso o incluso ser
proporcionados por zoológicos, granjas, reservas y demás
establecimientos que posean ejemplares silvestres en cautiverio. De esta
manera no se han capturado con el fin de la taxidermia sino que se
presenta a ésta como la posibilidad de aprovechar tan preciado material
de investigación y estudio. Incluso puede proporcionar material
educativo y didáctico irremplazable, por ejemplo en el contacto de
personas no videntes con animales salvajes y de niños de grandes y
mediados centros urbanos, pues de otra manera, nunca los tendrían a su
alcance para poder apreciarlos más allá de una fotografía.
Si bien, en la
taxidermia hay distintas maneras y métodos para poder llevarla adelante,
dependiendo siempre del tipo de espécimen, debemos tener en cuenta
varios puntos fundamentales para realizar este trabajo. Que se
desarrollaran temáticamente e independientemente en publicaciones
posteriores al presente. Usted podrá experimentar (luego de varias
practicas previas) que puede preparar y taxidermizar una misma especie
de mamífero en varias formas alternativas, pues, simplemente porque cada
espécimen es único.
Mas allá de eso, en
los pequeños, medianos y grandes vertebrados, lo importante es fainar
prolijamente el cuero que recubre al animal, intentando lograr la
separación del cuero de toda estrechura muscular y ósea para lograr un
trabajo completamente seguro y correcto, de esta manera lograra una
excelente preservación a futuro.
El paso siguiente,
es el procesamiento químico, semisecado y montaje del mismo en un
maniquí que imitara la estructura morfológica del animal en cuestión y
darle una apariencia de vivos. Algunos problemas aparecerán rápidamente,
como el manchado accidentar del cuero con sangre u otros fluidos,
heridas previas, simulación de los cortes del preparado del cadáver, el
desprendimiento de pelos, plumas o escamas en el momento de la
manipulación del especimenes, como así también, el reemplazo de los
ojos, reemplazos mandibulares, sectores de humedad y la posición a
adoptar. Igualmente, aunque parezca una tarea muy difícil y sumamente
compleja, como dice el dicho popular…”la practica hace al maestro”.
Siguiendo los pasos
principales y fundamentales que le dará el autor posteriormente y
temáticamente, lograra con el tiempo, muy buenos resultados, e
incluso, usted encontrara y experimentara nuevas formas de
procesamiento. Se recomienda utilizar en los primeros trabajos de
taxidermia, animales de corral, debido a que la taxidermia requiere
necesariamente de práctica manual y de esta manera se evitará arriesgar
especimenes importantes y únicos que usted procesara y coleccionara en
el futuro.
Es común que en una
colección de especimenes taxidermisados, se presenten ejemplares con
algunas roturas, humedad y demás, principalmente en colecciones que se
vienen formando desde hace varias décadas y puede que hallan estado
expuestas a traslados o mal depositados, entre otras acciones que ponen
en riego la integridad de los especimenes. En más de una ocasión
por desconocimiento de las técnicas de reparación se ha visto incinerar
o simplemente desprenderse del material de estudio.
Más aún será la
pérdida si se trata de especies de difícil reemplazo, además de que cada
pieza es única, pudieron ser consultadas previamente para una
publicación científica. Se debe tener presente que el taxidermista
trabaja con organismos vivientes y si se desea reponer una pieza o
perdida por negligencia, se usará otra vida para lograr este fin. Todo
lo mencionado anteriormente se verá agravado cuando el ejemplar sea un
material considerado tipo, es decir, una nueva especie o unos espécimen
con características únicas que sirvieron para su identificación por
primera vez.
Los rellenos podrán
estar hechos de estopa de arpillera, (es el tipo de relleno más
recomendable), lana o algodón de poliéster, (el principal inconveniente
es la tendencia a expandirse que ambos materiales presentan pudiendo
dañar irreparablemente los cueros que están muy a la vista, como en los
reptiles), paja de lino, (se emplea para animales de talla mediana y aún
así es difícil de introducir en los cuellos), esparto, (asociado con
estopa es excelente para el montaje de pequeñas animales de poca
estructura, ejemplo, lauchas o aves), heno, (solo empleado en
especimenes de gran tamaño, como por ejemplo en un ñandu; tiene el gran
inconveniente de mantener la humedad y puede ser sustituido por la
paja), algodón y estopa de algodón, (la principal desventaja de emplear
estos materiales es que ambos se apelmazan con facilidad) Existen
otros materiales de rellenos tales como aserrín y viruta.
También pueden
utilizarse otros materiales, pero no aconsejamos por experiencia, los
materiales ya mencionados. Las herramientas que usted podrá utilizar
para el procesamiento de un espécimen son: Bisturí, Tijera con punta
redonda, Tijera con punta fina, Punta filosa para cortes en lugares de
difícil acceso, Pinza, Pinza con punta doblada, Pinza con punta, Punta
para retoques, Forceps alongada, Martillo, Pinza para agarrar agujas,
Alicate, Tenaza entre otras herramientas comunes en el hogar y otras mas
complejas que se pueden hallan en un taller, que siempre dependerá del
material a procesar.
En el caso de
encontrar un ejemplar muerto, o de obtenerlo y tener que transportarlo
por unas 48 o 72 horas posteriores, hay que tener en cuenta, de que el
ejemplar rápidamente podría entrar en descomposición y perder la
posibilidad de conservar el animal. Es importante de que el mismo no sea
transportado envuelto en bolsas o recipientes plásticos, pues, la acción
bacteriológica y el calor, fermentan rápidamente el cadáver, con
desprendimiento de gases olorosos. También puedes usar formulas químicas
para prolongar su estructura molecular y evitar el deterioro por
descomposición, utilizando nitrato de potasio 200 gramos y agua
destilada 1000 mililitros. Se aplica con una jeringa hipodérmica en el
abdomen, tórax, cabeza, extremidades y masas musculares en general,
cuyas cantidades varían según el tamaño del animal. Otro líquido
conservador para transportar a considerables distancias los cuerpos es
borato de sodio 50 gramos, formol 35 mililitros y agua destilada 915
mililitros. Existen distintas mezclas antisépticas en polvo pero no son
recomendables pues mantienen la piel reblandecida y no se adhieren
suficientemente, además son muy perjudiciales para la salud. Siempre que
trabaje con químicos tenga precaución.
Los ejemplares deben
mantenerse en vitrinas o armarios con naftalina o alcanfor en bolsitas
de tela, alejados de la humedad, del polvo, de la luz solar directa y de
los hongos. Se deben realizar desinfecciones periódicas. Las colecciones
deben tener cuidados continuos y metódicos, en caso de que algún
ejemplar presente un estado dudoso debe ser inmediatamente aislado del
conjunto para su observación, evitando así poner en riesgo al resto del
espécimen. Para absorber la humedad ambiental se pueden emplear
pastillas de silicagel. El esfuerzo por conservar los especimenes de
estudio es un aporte a las futuras generaciones de investigadores y
naturalistas.
El propósito de la
presente publicación, es proporcionar un elemento de consulta permanente
para el armado, enriquecimiento o renovación de las colecciones de
estudio y exhibición existentes en los museos de ciencias naturales,
además de proporcionar la información básica para aquellos
investigadores de la zoología y ciencias afines que quieran o deban
recolectar y preparar sus propios especimenes de estudio.
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Palaus, X., 1984. La taxidermia. Editorial De Vecci, S.A. Barcelona.
En los próximos
días, se incluirán los artículos referidos a la preparación de
otros organismos vivientes, como mamíferos, aves, reptiles,
anfibios, peces e invertebrados. Esperamos su colaboración
grupopaleo@gmail.com