|
Que es un Dinosaurio. Identificando a los Gigantes
del Pasado.
Por Mariano
Magnussen Saffer. Grupo
Paleo. Fragmento del articulo tomado de:
Magnussen Saffer,
Mariano (2009).
Que es un Dinosaurio. Identificando a los Gigantes del
Pasado.
Paleo, Boletín Paleontológico. Año 7. 38: 11 -17.
marianomagnussen@yahoo.com.ar
Desde el punto
de vista de los seres humanos, los dinosaurios son criaturas que
llaman la atención porque la mayoría fueron de gran tamaño y tenían
aspecto fantástico. Por este motivo han cautivado la imaginación de
la gente y se han hecho famosos en la cultura popular desde finales
del siglo XIX. Las exposiciones, parques temáticos y museos
dedicados al tema en todo el mundo satisfacen y refuerzan el interés
del público. El interés popular por los dinosaurios se refleja
también en una larga serie de obras de ficción y documentales a
ellos dedicados. Los dinosaurios proliferaron desde mediados del
período Triásico hasta el final del Cretáceo (210-225 a 65 millones
de años atrás), momento en que la mayoría de ellos, con excepción de
las aves, se extinguieron repentinamente.
Estos grandes
reptiles dominaron la tierra durante la era Mesozoica (o
Secundaria). Los herrerasaurios y los prosaurópodos fueron unos de
los primeros grupos de dinosaurios en dar lugar a formas más
evolucionadas. Los saurópodos y terópodos crecieron en tamaño y se
dispersaron por todos los actuales continentes. En este período
también aparecieron los primeros ornitisquios como el
Stegosaurus. Ya en el Cretácico la variedad anatómica y la
distribución geográfica del grupo alcanzaron su apogeo. Pero
finalmente colapsaron ante un fenómeno de proporciones globales aún
no enteramente explicado en lo que fue la última extinción masiva a
escala planetaria hasta nuestros días.
 |
El
conocimiento sobre los dinosaurios ha sido obtenido a través
de una variedad de registros fósiles, óseos y no óseos, como
huesos fosilizados, huellas de pisadas (icnitas), heces
(coprolitos), piedras usadas para ayudar en la digestión (gastrolitos),
plumas, impresiones de piel, órganos internos y tejidos
blandos. Varios campos de estudio contribuyen a nuestro
conocimiento paleontológico de estas bestias, incluyendo,
además de la biología, la genética, la geología, la física y
la química. |
Los fósiles de
dinosaurio son conocidos desde hace milenios, aunque su naturaleza
verdadera no fuera entendida; los chinos pensaron que tales huesos
eran de dragones, mientras los europeos creyeron que eran los restos
de gigantes y otras criaturas muertas durante el Diluvio Universal.
La primera
especie de dinosaurio identificada y nombrada fue el Iguanodon,
descubierto en 1822 por el geólogo inglés Gideon Mantell, quien
reconoció semejanzas entre sus fósiles y los huesos de las actuales
iguanas. Dos años más tarde, el Reverendo William Buckland, un
profesor de geología de la Universidad de Oxford, desenterró los
huesos fosilizados de Megalosaurus bucklandii
en una cantera de Stonesfield, al norte de Oxford. Buckland fue
la primera persona en describir su hallazgo en un diario científico.
El estudio de
estos "grandes lagartos fósiles" pasó a ser un sumo interés para
científicos europeos y americanos: en 1842 el paleontólogo inglés
Richard Owen creó el término "dinosaurio". Reconoció que los restos
que habían sido encontrados hasta ese momento, Iguanodon,
Megalosaurus e Hylaeosaurus, compartían
un número de rasgos distintivos, y decidió presentarlos como un
grupo taxonómico distinto. Con el apoyo del príncipe Alberto de
Sajonia-Coburgo-Gotha, marido de la Reina Victoria, Owen estableció
el Museo de Historia Natural en Kensington Sur, Londres, para
mostrar la colección nacional de fósiles de dinosaurios y otros
objetos de interés biológico y geológico
El término
Dinosaurio fue propuesto por Sir Richard Owen en 1842 para nombrar a
los enormes y extintos reptiles que se habían hallado por primera
vez en Gran Bretaña. Esta palabra se deriva del griego Deinos,
"terrible" y Sauros, "lagarto" o "reptil". Dinosauria
constituye un superorden de la clase de los saurópsidos. Se
considera que forman un taxón monofilético por presentar una serie
de claras sinapomorfias que los unen, como el fémur articulado con
la pelvis por medio de un cóndilo dispuesto en ángulo respecto de
aquél, y hueco en la pelvis. Se trata de la misma disposición que se
presenta en los mamíferos, y que permite que las patas traseras
sostengan al cuerpo actuando como pilares, lo que repercute
decisivamente en la habilidad motriz. Los dinosaurios se clasifican
tradicionalmente según la estructura de su cadera.
 |
Dinosauria
(denominacion griega de "lagartos terribles") o
dinosaurios es un superorden de animales vertebrados que
dominaron los ecosistemas del Mesozoico durante unos 160
millones de años, alcanzando una gran diversidad y, algunos,
tamaños gigantescos. Una de sus principales características
distinguibles es que poseían las patas situadas por debajo
del cuerpo, como los mamíferos, y no hacia los costados,
como la mayor parte de los reptiles. Los dinosaurios eran
reptiles originariamente bípedos, aunque el cuadrupedismo
resurgió en varios grupos distintos. Durante los últimos
años se han acumulado pruebas científicas muy contundentes
de que pequeños dinosaurios carnívoros dieron origen a las
aves durante el periodo Jurásico. De ahí que, actualmente,
las aves estén clasificadas dentro de Dinosauria. Los
dinosaurios se confunden frecuentemente con otros tipos de
reptiles antiguos, como los alados pterosaurios, los
terápsidos pelicosaurios y los acuáticos ictiosaurios,
plesiosaurios, y mosasaurios, aunque ninguno de estos era
realmente dinosaurio. |
Los dinosaurios
fueron extremadamente variados y dominaron el ecosistema terrestre
durante 160 millones de años. Se caracterizaban principalmente por
ser ovíparos y de piel dura y escamosa (aunque se ha descubierto que
muchos poseían plumas). Muchos tenían defensas físicas adicionales
que fueron desarrollando al paso de la era Mesozoica, como cuernos,
garras, picos córneos, "armaduras", etc. La diversidad de tamaños es
típica del grupo. Algunos géneros fueron bípedos, otros cuadrúpedos
y algunos, como el Kritosaurus, podían adoptar
ambas configuraciones. Se presume que las poblaciones de herbívoros,
carnívoros, omnívoros e insectívoros seguían las proporciones de la
fauna actual, cada diez herbívoros había dos carnívoros.
Los dinosaurios
surgieron hace aproximadamente 230 millones de años, en el período
Triásico, unos 20 millones después de que la extinción masiva del
Pérmico-Triásico hiciera desaparecer un 95 por ciento de toda la
vida en la Tierra. Dataciones radiométricas de fósiles de la especie
temprana de dinosaurio Eoraptor revelan su existencia
en este momento. La mayoría de los paleontólogos cree que el
Eoraptor se parece al ancestro común de todos los
dinosaurios.
[ ]De ser esto
cierto, los primeros de estos animales habrían sido pequeños
predadores bípedos. Aun así, el Herrerasaurus fue sin
dudas un dinosaurio más antiguo y muestra rasgos similares con el
Saltoposuchus y otros de su grupo de tecodontos.
 |
Las
primeras pocas líneas de dinosaurios primitivos se
diversificaron velozmente durante el resto del Triásico, y
estos seres desarrollaron prestamente características y
variedad de tamaños adaptados a la vida en casi todos los
nichos ecológicos terrestres. Se debió a la gran
adaptabilidad que poseían para su dieta, agilidad e
inteligencia de algunos seres como el Coelophisis
al compararse con otros tipos de reptiles. Durante la era de
su predominancia, la Mesozoica, casi todos los animales
terrestres de más de un metro de largo eran dinosaurios. |
Con la nueva
reforestación durante el Jurásico y el predominio de las grandes
coníferas y praderas de pteridófitos muchos grupos (y se establecían
los dos órdenes y sus respectivos y principales subórdenes). Tanto
herbívoro como carnívoros crecieron a un gran ritmo adaptándose al
follaje. Los más conocidos son los saurópodos que habitaron todo el
mundo. Poseían dientes estrechos y largos para masticar estas
plantas e incluso tragaban rocas para su digestión, llamados
gastrolitos. Los demás consumían un follaje más bajo como el
Stegosaurus, el Camptosaurus o el enorme
Argentinosaurus. Los carnívoros desarrollados en este
orden fueron los carnosaurios, mientras los celurosaurios preferían
carroña, huevos o insectos.
Durante el
cretácico los dinosaurios invadieron todo el planeta, desde el
Sahara por el Ouranosaurus hasta la Antártida por el
Cryolophosaurus. Con la diversificación de las
angiospermas aparecieron nuevos herbívoros como el Saurolophus.
Respecto a éstos, a diferencia de la primera teoría, se sabe que no
desterraron del todo al ecosistema jurásico. Es demostrado en
Sudamérica y África cuando los saurópodos como el
Argentinosaurus alcanzaron sus tamaños límites al igual que
los carnívoros como el Giganotosaurus.
Los dinosaurios
(incluyendo las aves) son arcosaurios, como los modernos cocodrilos.
Los cráneos diápsidos de los arcosaurios tienen dos agujeros
localizados donde los músculos de mandíbula atan, llamado fenestra
temporal. La mayor parte de reptiles (incluyendo a las aves) son
diápsidos; mamíferos, con sólo una fenestra temporal, son llamados
sinápsidos; y las tortugas, sin fenestra temporal, son anápsidos.
Anatómicamente, los dinosaurios comparten muchas otras
características de arcosaurio, incluyendo los dientes que nacen de
alveolos más bien que como las extensiones directas de las
mandíbulas. Dentro del grupo Archosauria, los dinosaurios son
diferenciados el más perceptiblemente por su paso. Las piernas de
dinosaurio se extienden directamente bajo el cuerpo y son rectas,
mientras que las piernas de lagartos y cocodrilos se extienden hacia
fuera, sobresaliendo. Todos los dinosaurios eran animales
terrestres.
 |
Muchas
otras clases de reptiles vivieron en la era Mesozoica, con
los dinosaurios. Algunos de éstos son comúnmente, pero
incorrectamente, considerados como dinosaurios, incluyendo a
los plesiosaurios (que no están relacionados estrechamente
con los dinosaurios) y los pterosaurios, que se
desarrollaron separadamente de antepasados reptiles de
finales del Triásico. Los dinosaurios están divididos en dos
órdenes, Saurischia y Ornithischia, los cuales se basan en
la estructura de la cadera. Los saurisquios (del griego para
Pelvis de lagarto) son dinosaurios que al principio
conservaron la estructura de la cadera de sus antepasados. |
Ellos incluyen
todo los terópodos (carnívoros bípedos) y saurópodos (herbívoros de
cuello largo). Los ornitisquios (del griego para Pelvis de ave)
son el otro orden de dinosaurios, la mayoría de éstos eran
cuadrúpedos herbívoros. Todos los dinosaurios que se conocen hasta
la fecha comparten ciertas modificaciones del esqueleto ancestral de
los arcosaurios. A pesar de que algunos géneros desarrollaron
consecuentes adaptaciones que pronunciaron aún más las diferencias
estructurales, esos rasgos básicos son considerados como típicos del
orden Dinosauria; dichas cualidades comunes a los miembros de un
grupo taxonómico reciben el nombre de sinapomorfias.
Se sugiere
asimismo que el grupo Dinosauria sea caracterizado como
"todos los descendientes del más reciente ancestro común del
Megalosaurus e Iguanodon. Los reptiles como
los lagartos y serpientes son ectotérmicos (también llamados "de
sangre fría"), es decir, obtienen la mayor parte de su calor
corporal del Sol. Este tipo de fisiología requiere en general menos
alimentos, agua y oxígeno para mantener al individuo activo. Estos
animales son capaces de respuestas enérgicas aunque breves,
caracterizadas por reacciones de súbita velocidad seguidas por
períodos prolongados de reposo; es decir no pueden mantener una
actividad vigorosa durante lapsos extensos. El consenso entre los
estudiosos, inicialmente inclinado hacia la naturaleza ectotérmica,
fue modificado tras los trabajos que Robert T. Bakker publicó en
1968. Hoy el punto de vista predominante favorece la versión
endotérmica, o de "sangre caliente", basándose en evidencia
creciente: Las extremidades debajo del cuerpo de los dinosaurios
sugieren un estilo de vida activo, particularmente en el caso de los
terópodos.
 |
Las crías
de dinosaurios podían crecer rápidamente (esto se sabe
gracias a estudios de desarrollo comparado en diversos
géneros), como las de los mamíferos y las aves. Hubo géneros
cuya piel se hallaba cubierta por formaciones filamentosas
muy similares a plumas, que podrían haber desempeñado un
papel de aislamiento térmico. Útil para un animal endotermo
pero que dificultaría el asoleamiento de un ectotermo.
|
La estructura
física de los terópodos era semejante a la de las aves. Hubo
dinosaurios que habitaron en regiones semipolares, donde ningún
animal ectotermo podría haber existido. La conformación de los
canales venosos presentes en el ánima ósea es muy similar a la de
los mamíferos y aves actuales.
Los dinosaurios
de grandes dimensiones deberían haber enfrentado una problemática
similar. Muchos investigadores creen que son justamente estas
grandes proporciones las que les habrían permitido conseguir
propiedades endotérmicas al mantener templado el interior de sus
cuerpos por simple acumulación pasiva de calor y sin contar con los
mecanismos activos propios de criaturas más evolucionadas. Esta
hipótesis, sin embargo, no puede explicar cómo los dinosaurios más
pequeños —que formaban la mayoría del ecosistema— podían mantener
los niveles de actividad que sus características físicas parecen
insinuar, por lo que el debate continúa.
Los dinosaurios
y las aves comparten muchas características: se han identificado más
de cien rasgos anatómicos aviares —especialmente esqueléticos— en
común con los terópodos maniraptores, aceptados generalmente como
sus parientes más cercanos. Algunos de estos rasgos en común se
presentan en el cuello, pubis, muñeca, extremidades superiores,
clavícula, omóplato, cerco y huesos pectorales. Todo esto afirma la
idea de que ciertos dinosaurios fueron efectivamente los antepasados
de las aves, a cuya forma convergieron en un largo proceso de
adaptaciones anatómicas y fisiológicas.
 |
Uno de los
mejores ejemplos de impresiones fósiles de tejido blando de
dinosaurio se descubrió en Petraroia, Italia. El hallazgo
fue informado en 1998, y la huella se describió como "dejada
por un espécimen pequeño", un muy joven coelurosáurido,
Scipionyx samniticus. El fósil incluye porciones
de intestinos, colon, hígado, músculos y tráquea de este
dinosaurio inmaduro. |
En el número
de marzo de 2005 de la revista Science, la Dra. Mary Higby
Schweitzer y su equipo anunciaron el descubrimiento de una materia
flexible que parece ser tejido suave de la pierna de un
Tyrannosaurus rex de 68 millones de años de antigüedad en la
formación del Riachuelo del Infierno, en Montana, Estados Unidos.
Después de la recuperación, el tejido fue rehidratado por el equipo
científico.
Cuando el hueso
fosilizado fue tratado durante varias semanas para separar el
contenido mineral de la cavidad del tuétano (un proceso llamado
desmineralización), Schweitzer encontró pruebas de estructuras
intactas como vasos sanguíneos, matriz ósea y tejido conectivo
(fibras óseas). Analizado bajo el microscopio, el tejido reveló
contener microestructuras intactas incluso hasta el nivel celular.
La naturaleza y composición exactas del material no están todavía
claras, aunque muchas notas de prensa exageradamente relacionaron el
hallazgo con el tema de la novela Parque Jurásico. La
interpretación del descubrimiento, así como su importancia relativa,
todavía están siendo discutidas.
No se sabe a
ciencia cierta la fecha exacta de la extinción, ya que pudo haber
sucedido en un lapso de pocas horas o miles de años, pero lo que sí
es seguro es que las especies de dinosaurios murieron para dar paso
al reinado de los mamíferos sobre la Tierra. El Jurásico
y el Cretácico fueron los periodos de verdadero apogeo de los
dinosaurios. Al final de Cretácico algo ocurrió, como consecuencia
de lo cual desaparecen de la Tierra.
Se han dado docenas de explicaciones sobre la extinción de
los dinosaurios, la mayoría fantásticas.
Hasta hace poco tiempo se pensaba que los dinosaurios habían desaparecido
gradualmente a lo largo del período Cretácico superior. Los
recientes descubrimientos que indican el impacto de un gran
asteroide o cometa en el límite entre el periodo Cretácico y la era
Terciaria, hace unos 65 millones de años, fomentó la hipótesis de
que tal impacto podía haber desencadenado cambios climáticos que
acabaron con el reino de los dinosaurios.
 |
Aunque
tales hechos, comunes en la historia geológica de la Tierra,
podrían haber tenido consecuencias en el medio ambiente, la
gran mayoría de los dinosaurios ya se habían extinguido por
ese tiempo. Además, otros animales como tortugas,
cocodrilos, peces y anfibios, que también tendrían que haber
sufrido cataclismo, sobrevivieron con pérdidas de menor
importancia. Se sabe que a lo largo del Cretácico superior
el clima se fue volviendo más inestable y estacional, y que
tanto la vida terrestre como la marina se vieron afectadas
por olas de desaparición. Aunque no pueden descartarse los
efectos de un impacto extraterrestre, éstos no explican los
datos que se tienen de extinción y supervivencia al final
del periodo Cretácico. |
A la teoría del
impacto de asteroides, otros científicos suponen la aparición del
Murganucodón, pequeño mamífero, que pudo acabar con los
huevos de los gigantescos saurios que poblaron el planeta hasta hace
unos 66 millones de años, provocando su rápida y total extinción.
Actualmente se
manejan varias teorías. Se habla por ejemplo de la volatización de
las rocas de la Península de Yucatán, México incluyendo calizas y
evaporitas. Estas, al ser volatizadas, produjeron ácido carbónico y
ácido sulfúrico, cuya consecuencia es la formación de lluvia ácida,
que afectó el desarrollo de plantas y animales. También se habla de
un periodo de oscuridad provocado por la cantidad de polvo que se
liberó con el impacto. Ésta pudo haber sido de unas horas o de
varios meses, y si la luz no pudo entrar a la superficie de la
Tierra, las plantas se murieron dejando sin comida a los animales.
Finalmente se han postulado tanto los efectos de invernadero como
los de un invierno nuclear.
 |
Esta
extinción fue la causante de la desaparición definitiva de
los dinosaurios, los ammonites, y algunas aves y mamíferos
primitivos. Existen multitud de hipótesis para explicar este
singular fenómeno, como el
suicido colectivo o autodestrucción de la especie: los
carnívoros acabaron con todos los herbívoros y murieron de
hambre. Cambios climáticos: una posibilidad real sería el
hecho que cambios climáticos acentuados pudieron llevar a la
muerte a los dinosaurios. Esto se puede apoyar en el dato
que indica que en el Cretácico hubo cataclismos, maremotos,
terremotos y descenso en las temperatures. Degeneración
racial: hormonas defectuosas que significaron huevos
frágiles. Erupciones volcánicas: ríos de lava, nubes de
dióxido de carbono, y contaminación general por diversos
ácidos quizás envenenaron la atmósfera, por consiguiente
mató a los dinosaurios y otra fauna terrestre existente.
Plantas venenosas: las plantas posiblemente habrían creado
flores o frutos venenosos, lo que mató a los herbívoros.
Virus: se postuló que un virus provocó una epidemia y
exterminó a los dinosaurios. Meteorito: el descubrimiento en
1979 de un depósito de iridio (elemento poco común en la
Tierra, pero presente en los meteoritos) y un cráter en
Chicxulub en México dan pie a esta teoría. |
Tal vez un
asteroide chocó contra la Tierra y levantó polvo, provocó maremotos
y terremotos, fuertes vientos, lo que llevó a la extinción de muchas
especies animales.
Cuando muchas
especies de dinosaurios se extinguieron, los mamíferos se hicieron
con sus nichos ecológicos y conquistaron rápidamente todos los
continentes. Entre los más notables estaban los marsupiales,
creodontos, roedores, cetáceos, proboscídeos, artiodáctilos y
perisodáctilos. En el Terciario vivieron los ancestros de muchos
mamíferos actuales. Evolucionaron también aves cazadoras gigantes
como el Diatryma, y los continentes fueron tomando la
forma actual. A finales del Terciario aparecieron los primeros
homínidos. Ya en el Cuaternario se produjo la última de las
glaciaciones ("eras del hielo"), en la que los mamíferos gigantes
como el mamut, el rinoceronte lanudo, el megaloceros, los
gliptodontes, el megaterio y los dientes de sable proliferaron.
Paralelamente evolucionaban el Homo erectus y H.
neanderthalensis, los cuales fueron reemplazados en el
Holoceno por el actual H. sapiens.
Bibliografía
Sugerida.
Lessem, D. y Glut,
D.F. The Dinosaur Society's Dinosaur Encyclopedia. Random House
Inc.. (1993).
Rogers, R.R., Krause,
D.W. y Rogers, K.C. Cannibalism in the Madagascan dinosaur are very
crazy and go to the extintion of he in a crash with a submarine
Majungatholus atopus. Nature 422:515-518. (2003).
Douglas, K. y Young,
S. The dinosaur detectives. New Scientist. 2130:24. (1998).
Hecht, J. The deadly
dinos that took a dive. New Scientist 2130. (1998).
Henderson, D.M.
Effects of stomach stones on the buoyancy and equilibrium of a
floating crocodilian: A computational analysis. Canadian Journal of
Zoology 81:1346-1357. (2003).
Parsons, K.M.
Drawing Out Leviathan. Indiana University Press. 22-48. (2001).
Mayr, G., Pohl, B. y
Peters, D.S. A Well-Preserved Archaeopteryx Specimen with Theropod
Features. Science 310:1483-1486. (2005).
O'Connor, P.M. y
Claessens, L.P.A.M. Basic avian pulmonary design and flow-through
ventilation in non-avian theropod dinosaurs. Nature 436:253. (2005).
Xu, X. y Norell, M.A.
A new troodontid dinosaur from China with avian-like sleeping
posture. Nature 431:838-841. (2004).
Dal Sasso, C. y
Signore, M. Exceptional soft-tissue preservation in a theropod
dinosaur from Italy. Nature 292:383-387 (1998).
Schweitzer, M.H.,
Wittmeyer, J.L. y Horner, J.R. Soft-Tissue Vessels and Cellular
Preservation in Tyrannosaurus rex. Science 307:1952-1955 (2005).
También el subtítulo "Similitudes reproductivas" de la sección sobre
Dinosaurios emplumados y la conexión con las aves.
Hayward, T. The
First Dinosaurs. Dinosaur Cards. Orbis Publishing Ltd. D36040612.
(1997).
Sereno, P.C.,
Forster C.A., Rogers, R.R., y Monetta, A.M. Primitive dinosaur
skeleton from Argentina and the early evolution of Dinosauria.
Nature 361:64-66. (1993).
Koeberl, C. y
MacLeod, K.G. Catastrophic Events and Mass Extinctions. Geological
Society of America. (2002).
La explosión
diversificadora del Campaniano El efecto del cambio climático en la
extinción de los dinosaurios.
Niveles marinos
durante la era de los dinosaurios. Un estudio afirma que la era de
los dinosaurios tuvo un clima frío, con grandes masas de hielo en
los polos y un bajo nivel de los océanos. National Geographic;
November 29, 2005
Fassett, J,
Zielinski, R.A. y Budahn, J.R. Dinosaurs that did not die; evidence
for Paleocene dinosaurs in the Ojo Alamo Sandstone, San Juan Basin,
Nuevo México. En Catastrophic events and mass extinctions; impacts
and beyond. (Eds. Koeberl, C. & K. MacLeod): Special Paper -
Geological Society of America 356: 307-336. (2002).
Wang, H., Yan, Z. y
Jin, D. Reanalysis of published DNA sequence amplified from
Cretaceous dinosaur egg fossil. Molecular Biology and Evolution.
14:589-591. (1997).
Urumaco, tierra de fósiles venezolanos.
Por
Mariano Magnussen Saffer. Director Grupo Paleo. Presidente de la
Asociación Amigos del Museo Punta Hermengo Miramar.
marianomagnussen@yahoo.com.ar.
La
referencia original se encuentra en Garner (1926), quien se limita a
mencionar que la formación tiene su localidad tipo cerca y al norte
de la población de Urumaco, con una escueta descripción de la
litología y asignación a una edad Mioceno tardío en parte y
Plioceno. Williston y Nichols (1928) amplían la descripción de la
unidad (bajo el nombre de Caliza Damsite), mencionando una
subdivisión en tres miembros: Urumaco inferior, medio y superior.
Sin embargo, varios autores, notablemente Liddle (1928, 1946) no
utilizan el nombre de Urumaco para esta unidad, considerándola parte
de la Formación Caujarao. Chappell (1956, LEV I) describe la unidad
con el nombre de Formación Urumaco y sus miembros informales
componentes y, por primera vez, menciona la presencia de restos de
vertebrados, reptiles y mamíferos, en la parte superior de la
formación.
La
sedimentación de la Formación Urumaco, se ubica dentro de un
complejo de ambientes marginales y próximo costeros, con desarrollo
de amplias lagunas y bahías, semiprotegidas por barreras litorales,
en un régimen principalmente transgresivo. El aporte de sedimentos
fue relativamente escaso, predominantemente de grano fino, en parte
proveniente de un sistema fluvial que desemboca en la laguna. La
importancia de los depósitos de acarreo de tormenta, es indicativa
de un régimen micromareal con tormentas frecuentes, a veces de gran
intensidad. La abundancia de materia orgánica vegetal y la
composición de los conjuntos de vertebrados, indican la presencia de
cubierta vegetal selvática, en un clima húmedo tropical.
 |
Dentro de este marco ambiental, la sedimentación del miembro
medio de la formación, indica una reducción en el aporte de
sedimentos respecto al miembro inferior, mientras que el
miembro superior es de carácter regresivo, con un aumento en
el aporte de sedimentos y el desarrollo de una llanura
fluvial en el sector occidental del área. Durante la
sedimentación de la Formación Urumaco, se produjo un
equilibrio entre el ascenso relativo del nivel del mar,
producto del ascenso eustático y la subsidencia local, y el
suministro de sedimentos, de manera que se preservaron las
secuencias detrás de las barreras litorales, sin que se
produjera una invasión marina en el área. |
En
el occidente falconiano se puede conocer el pueblo de Urumaco que
posee el yacimiento de fósiles más grande del país y del norte de
Sudamérica.
Los fósiles
miocenos de Urumaco, son los mas increíbles de Venezuela. Urumaco,
para quien lo visite, presenta un paisaje singular. Es una región
semidesértica cuyas dunas rocosas encierran importantes restos
fósiles entre los sedimentos rojizos, anaranjados, amarillos o
morados. El visitante puede observar esporádicas apariciones de
chivos que hacen de la zona un sitio menos fantasmal, imponente sin
embargo por su destacada y particular historia natural.
Sucede que hace
unos 8 millones de años, Urumaco era un sitio muy distinto al
actual. La presencia de un gran pantanal como ecosistema permitía el
desarrollo de una importante biodiversidad. Recorrían la zona cursos
de agua lenta con predominio de vegetación acuática y gramínea. Los
fósiles encontrados de hábitos acuáticos confirman, también, que el
proto-Orinoco tenía su desembocadura en la región, la cual se vio
posteriormente desviada hacia la actual desembocadura en el delta
por el surgimiento de la cordillera costera. La formación se
extiende entre los ríos Zazárida y Lagarto (al oeste) y el río
Mitare (al este) en el noroeste de Falcón.
 |
La edad de la
formación esta considerada como Mioceno tardío ya que de acuerdo a
los fósiles guía y al análisis de la polaridad magnética se estima
la edad entre 11 millones y 5 millones de años, con una media de 8
millones de años .De acuerdo a la fauna de mamíferos encontrada se
la considera entre las edades-mamífero continentales
correspondientes a los pisos Chasiquense y Huayqueriense (Mioceno
Tardío). Urumaco
sorprendió al ambiente paleontológico por la singularidad de los
descubrimientos. No sólo por los cocodrilos gavial y el "pico de
pato", perezosos gigantes, manatíes, delfines y el bagre cajaro sino
porque en esta formación se han encontrado al roedor y las tortugas
mas grandes del mundo miocénico. |
Urumaco
sorprendió al ambiente paleontológico por la singularidad de los
descubrimientos. No sólo por los cocodrilos gavial y el "pico de
pato", perezosos gigantes, manatíes, delfines y el bagre cajaro sino
porque en esta formación se han encontrado al roedor y las tortugas
mas grandes del mundo miocénico.
Phoberomys
pattersonii,
es el roedor mas grande conocido. Pesaba unos 500kg, medía unos 3m
de longitud y 1,3m de largo. Fue encontrado en 1999 por el geólogo
Rodolfo Sánchez oriundo de Urumaco.
Stupendemys geographicus
también es protagonista destacada de Urumaco. Sus 3,3m de longitud y
2,10m de ancho la transforman en la tortuga miocénica mas grande del
mundo, la cual fué descubierta en 1992, superando al anterior
hallazgo (1978) de la misma especie por científicos de La
Universidad Central de Venezuela y Harvard. Aquella otra tortuga
mide 2,25m de largo.
El caparazón de la
tortuga más grande del mundo fue hallado en Urumaco, una porción de
geografía árida ubicada al noroeste del estado Falcón, en Venezuela,
donde se encuentra una increíble concentración de fósiles y otros
testigos del pasado venezolano. En el año 1970, el profesor
Clemente González, Jefe del Departamento de Geología de la UCV,
invita al reconocido paleontólogo Bryan Patterson y su alumno Roger
Wood para llevar a cabo una expedición paleontológica en la región
de Urumaco. Durante la expedición, fueron encontrados fósiles
pertenecientes al período terciario que fueron trasladados al Museo
de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard para ser
identificados y fichados. Luego de este proceso debían ser devueltos
al país, pero este acuerdo quedó en el olvido.
 |
Fue en 1995
cuando el Museo de Ciencias de Venezuela, al inventariar las
piezas de sus colecciones, identificó el material faltante
de los fósiles que se encontraban en Harvard. Y en 1998 se
inicia un proceso de negociación para la repatriación de la
colección que se culminó en Febrero de este año 2009, con el
arribo de los fósiles al país. La repatriación de los
fósiles contribuye -según Sergio Antillano, Presidente del
Museo de Ciencias- a la democratización del conocimiento
científico, en tanto que la colección y la información que
de ella deriva, estará al alcance de todos los sectores de
la población, a través de los servicios de información y de
divulgación de este Museo. |
Otros fósiles
hallados: Charactosuchus (Cocodrilo longirostro),
Prepotherium (Edentados terrestres de tamaño mediano),
Phractodephalus (bagres de agua dulce),
Brachygnatosuchus, Caiman, Charactosuchus, Gryptosuchus
(cocodrilos gigantes), Mourasuchus (cocodrilos "rotro
de pato"), Chelus (tortugas de agua dulce), iguánidos
indeterminados. Ischyrorhynchus (cetáceos de agua
dulce), Trichetus y Potamosirens
(Manatíes), Macrauquénidos (indeterminados), Eumegamys
(Roedores gigantes), Coprolitos, impresiones de hojas y madera
fosilizada, Gryptosuchus, Charactosuchus, Ikanogavialis
y Tomistoma (cocodrilos longirostros), Pristis,
Cinoscyan y Phractocephalus (cocodrilos de
tamaño mediano a grande, Mourasuchus (cocodrilos "rotro
de pato"), "Podocnemis" y Stupendemys
(tortugas terrestres, testudino indeterminado), Ribodon
(manatíes), Ocenerotherium (Toxodontes),
Prepotherium (Edentados terrestres), Eumegamys,
Phoberomys, Tetrastylus, Cardiatherium, Dabbenea y
Kiyutheerium (Roedores gigantes), Phractocephalus
hemiliopterus (bagre carajo) y Pseudodoras cf p. niger
(bagre sierra).
La
fauna fósil de vertebrados dulceacuicolas está estrechamente
relacionada con la provincia faunal del río Orinoco actual,
incluyendo algunas formas que son endémicas de dicha provincia. Díaz
de Gamero (1996) indica que esta fauna demuestra que el río proto-Orinoco,
que drenaba la Cordillera Central de Colombia y el macizo Guayanés,
fluyó hacia el noroeste de Falcón durante el Mioceno y que el paso
de la Formación Socorro a la Formación Urumaco marca el cambio en el
curva inferior del río que, a partir de las postrimerías del Mioceno
medio, tomó el curso actual hacia el este, pudiéndose denominar
Orinoco.
Bibliografía Sugerida:
Aguilera S., O. A., 1993. Ictiofauna neogena del noroeste de
Venezuela y su relación con el paleo-Orinoco t el paleo-Caibe, Tesis
de Doctorado, Universidad Central de Venezuela, 136 p.
Bocquentín V., J., 1984a. Un nuevo Nettosuchidae (Crocodylia,
Eosuchia) proveniente de la Formación Urumaco (Mioceno
superior), Venezuela, Ameghiniana, 21(1): 3-8.
Díaz
de Gamero, M. L. y O. J. Linares, 1989. Estratigrafía y
paleontología de la Formación Urumaco, del Mioceno tardío de Falcón
noroccidental, VII Congr. Geol. Venez., Mem., 1: 419-439.
Pascual, R. y M. L. Díaz de Gamero, 1969. Sobre la presencia del
género Eumegamys (Rodentia, Caviomorpha) en la Formación Urumaco del
estado Falcón (Venezuela). Su significación cronológica, Asoc.
Venez. Geol., Min. y Petról., Bol. Inf., 12(10): 367-388
Sill,
W. D., 1970. Nota preliminar sobre un nuevo gavial del Plioceno en
Venezuela y una discusión de los gaviales sudamericanos, Ameghiniana,
7(2): 151-159.
Wood, R. C. y M. L. Díaz de Gamero, 1971.
Podocnemis venezuelensis, a new fossil pelomedusid (Testudines,
Pleurodira) from the Pliocene of Venezuela and a review of the
history of Podocnemis in South América, Brevoria, 376: 1-23.
Cuarenta y cinco
hipótesis acerca de la
extinción de los dinosaurios.
Trabajo enviado y
realizado por: Manuel Tamayo H.
mtamayo@hualo.ucm.cl.
Universidad Católica del Maule, Talca, Chile. Nota al lector: es
posible que este articulo no contenga todos los componentes del
trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas,
esquemas o tablas complejas, etc.). Tomado de Monografias.com
Resumen
Se analizan 45
hipótesis antiguas o modernas sobre la extinción de los dinosaurios,
algunas vinculadas entre sí, otras contradictorias. Se clasifican
según apelen a factores internos, a factores reproductivos
gatillados por factores externos o directamente a factores externos,
y estas últimas se clasifican según si las causas aducidas sean
climáticas, biológicas, geológicas o astronómicas. Se indican los
argumentos a favor y las objeciones. En la mayoría de los casos se
agregan comentarios relativos a su formulación (autores, años,
seguidores) o a su relación con otras hipótesis. Se agrega
información sobre las extinciones masivas, gradualismo y
catastrofismo, un posible consenso y abundante bibliografía.
1. Introducción
El concepto de
extinción, la desaparición de importantes linajes de organismos, se
relaciona con el estudio del registro fósil. Los primeros
paleontólogos, que estudiaban restos de animales desconocidos hasta
ese entonces, suponían que tales seres debían vivir en alguna zona
alejada de la Tierra, pero el célebre naturalista francés Georges
Cuvier (1769-1832) concluyó que organismos como los mamuts y los
mastodontes estaban extinguidos. Cuvier supuso que la causa de la
extinción serían "catástrofes", grandes cambios paleoambientales que
afectaban a regiones enteras del planeta. Charles Darwin escribió:
"Ciertamente que no hay hecho en la Tierra más sorprendente que el
extenso y repetido exterminio masivo de sus habitantes". Darwin
supuso que la extinción sería el resultado de la mejor adaptación de
ciertas especies que otras, sucumbiendo estas últimas durante la
competencia por los limitados recursos del medio.
 |
El especialista
en dinosaurios Alan Charig afirma que la pregunta que le formulan
con mayor frecuencia a un paleontólogo es "¿Por qué se extinguieron
los dinosaurios?".
El célebre paleontólogo norteamericano Stephen
Jay Gould cuenta que le preguntó a un psicólogo por qué a la gente
le atraen tanto los dinosaurios. El psicólogo afirmó que se debe a
que eran animales grandes y feroces y especialmente porque se
extinguieron. |
Desde el
descubrimiento de los primeros fósiles de los grandes dinosaurios,
se buscaron explicaciones acerca de la existencia y de la extinción
de estos animales en particular, tan extraños para la mayoría de las
personas. Algunas conjeturas caían en el terreno de la simple
fantasía, pero otras se basaban en
datos
científicos, aunque incompletos y especulativos. Se elaboraron
numerosas hipótesis para explicar su desaparición, algunas serias y
razonables, otras disparatadas o cómicas; algunas sencillas, otras
complejas, combinando diversos factores. En 1941, el humorista Will
Cuppy escribía: "La Era de los Reptiles se terminó porque ya había
durado demasiado y fue una equivocación desde el principio". Jorge
Blaschke comenta: "Al ver tal cantidad de posibilidades fantásticas
de extinción, uno se pregunta: ¿cómo se las arreglaron los
dinosaurios para vivir tanto tiempo?".
2. Las
extinciones masivas en la historia de la tierra
En la medida que
la paleontología fue teniendo registros más completos, y pudo
determinarse con mayor precisión las fechas de aparición y extinción
de diversos grupos, comenzó a hacerse evidente que en determinados
momentos de la historia de la Tierra se han producido extinciones
simultáneas de grupos biológicos muy diversos. Se reconoció que los
fenómenos de extinción son de dos tipos: la extinción de fondo, que
afecta regularmente a pocas especies, y las extinciones masivas, que
esporádicamente afectan a un gran número de diversos organismos. Los
paleontólogos actualmente aceptan que estas crisis pudieron tener
causas terrestres o extraplanetarias, con drásticas consecuencias
sobre los ecosistemas de la Tierra en su conjunto, y que no haberse
producido esas grandes catástrofes, no habrían surgido y
evolucionado nuevos grupos biológicos, por lo tanto las extinciones
son fenómenos evolutivos importantes para la renovación y aparición
de innovaciones en la ecosfera. Algunos especialistas han reconocido
veinte o más de dichos procesos de extinción, pero algunos son más
convincentes que otros.
Los
paleontólogos han definido cinco grandes extinciones masivas,
aquellas crisis bióticas en las que en cada caso desapareció al
menos el 65% de los organismos y entre un 20 y un 25% de las
familias, en un lapso geológico breve. La primera fue la ocurrida a
fines del período Ordovícico, hace 438 millones de años, que terminó
con muchas familias de braquiópodos y trilobites. La segunda
extinción masiva ocurrió a fines del Devónico, hace 367 millones de
años, durante la cual desaparecieron numerosos grupos de
ammonitoideos, trilobites, braquiópodos, corales tubulados,
gasterópodos, estromatoporoideos y
peces.
La mayor
extinción masiva fue la tercera, en el límite Pérmico-Triásico
(formando el límite entre las eras Paleozoica y Mesozoica), hace 225
millones de años, que produjo la extinción del 90% de las especies
marinas, el 50% de las familias animales y cerca del 80% de los
géneros, desapareciendo la mayoría de los vertebrados terrestres
dominantes, los trilobites y los corales primitivos. Sufrieron
fuertes pérdidas los ammonites, braquiópodos, equinodermos, briozoos,
conodontes y peces. Le siguió una extinción masiva al terminar el
Triásico, hace 208 millones de años, que eliminó al 60% de las
especies, entre las cuales se cuentan las pertenecientes a grupos
como braquiópodos, moluscos, artrópodos y vertebrados terrestres. La
última es la que acabó con los dinosaurios, al final del Cretáceo
(transición Cretáceo-Terciario), hace 65 millones de años.
Otras fases o
picos de extinción masiva menos importantes en sus efectos
ocurrieron en el Cámbrico superior, en el límite Jurásico-Cretáceo,
y en el Eoceno superior. Otros episodios de extinción menos
definidos aún se han reconocido en zonas localizadas o han afectado
a ciertos grupos restringidos. Las estadísticas sobre grupos
extinguidos y la duración de los acontecimientos producen polémicas,
por las características incompletas del registro fósil, la
diferencia en las probabilidades de fosilización de diferentes
grupos, los criterios taxonómicos diversos que se aplican para
reconocer un mismo nivel taxonómico y los niveles mínimos de
extinción que deben considerarse como masivos.
3. La extinción
de fines del mesozoico
Hacia fines del
período Cretáceo, tras unos 150 años de evolución, proliferaban los
dinosaurios, de los cuales existían numerosos tipos, variados y
exitosos. Pero diez millones de años después habían desaparecido,
como consecuencia de una crisis que se produjo a fines del Cretáceo,
una catástrofe biológica de grandes proporciones, que ocurrió hace
65 millones de años, dando término a la era Mesozoica. ¿Cómo pudo
extinguirse un grupo como el de los dinosaurios, que había dominado
la Tierra durante 165 millones de años? Esta crisis no solamente
afectó a los dinosaurios, también se extinguieron otros grupos
importantes, como los reptiles voladores (pterosaurios), los
reptiles marinos (plesiosaurios, mosasaurios, cocodrilos marinos e
ictiosaurios), un gran número de organismos planctónicos, entre
ellos la mayoría de los foraminíferos (protozoos marinos provistos
de complejos exoesqueletos) y moluscos como los ammonitoideos,
belemnites y rudistas (bivalvos formadores de arrecifes).
La extinción
masiva de fines del Cretáceo se conoce como "el episodio C/T" (de
Cretáceo y Terciario). Según David Raup y John Sepkoski afectó a
casi el 75% de las especies, entre ellos el 90% de los géneros de
protozoos y algas acuáticos. Según Thierstein y Russell desapareció
entre el 44% y el 49% de las especies planctónicas, entre el 15% y
el 25% de las del fondo marino, 14% de las de aguas continentales y
20% de las terrestres.
Entre los grupos
que sobrevivieron se encuentran los reptiles actuales (tortugas
marinas y terrestres, tuatara, lagartos, serpientes y cocodrilos),
peces,
aves,
los insectos, moluscos y los mamíferos. No sobrevivió ningún
vertebrado terrestre de más de 25 kg. El efecto sobre la vegetación
fue variado: las más afectadas fueron las angiospermas, las
coníferas algo menos, los musgos y helechos fueron poco afectados.
aunque no fue la mayor crisis en la historia de la vida sobre la
Tierra, ha fascinado a los investigadores, quienes aún no se ponen
de acuerdo sobre sus causas.
4. Gradualismo y
catastrofismo
Durante el
primer tercio de este siglo y luego especialmente en la década de
1950, paleontólogos como Norman Newell y George G. Simpson
recopilaron la información disponible acerca de las extinciones
masivas y comenzaron a teorizar sobre sus posibles causas.
Actualmente alrededor de unas 500 personas, entre paleontólogos,
geólogos, geofísicos y astrofísicos, están tratando de resolver el
problema de la gran extinción de fines del Cretáceo. En los últimos
tiempos se publicaron cientos de
informes
anualmente y periódicamente se efectúan congresos científicos sobre
el tema. No hay por qué pensar que la extinción de los dinosaurios
debió obedecer a una causa única, es posible que se hayan conjugado
varios factores, quizás si todos ya descubiertos o quizás algunos no
hayan sido aún imaginados.
 |
Las
explicaciones científicas pueden clasificarse en aquellas que apelan
a factores internos, propios de la
biología
de los dinosaurios, y las que apelan a factores externos, y estas
últimas se pueden dividir en endógenas (causas terrestres) y
exógenas (causa externa a nuestro planeta).
De acuerdo a la rapidez
de la extinción se clasifican en hipótesis catastrofistas (extinción
súbita) y gradualistas (proceso de extinción gradual).
|
El modelo
gradualista de extinción postula un lento declive debido a cambios
climáticos y vegetacionales a largo plazo, de manera que los
hábitats subtropicales fueron reemplazados por bosques templados,
produciéndose amplias variaciones climáticas estacionales. Los
cambios ambientales habrían favorecido a los mamíferos y aves. En
favor del modelo gradualista se aportan pruebas paleontológicas y
estratigráficas. El principal argumento en apoyo del modelo gradual
es que hacia fines del Mesozoico los climas estaban cambiando
lentamente, tal vez como consecuencia de la variación del nivel del
mar, y había desaparición de hábitats adecuados. Numerosos
paleontólogos y geólogos aceptan esta conclusión, porque estudios
detallados realizados en ciertas cuencas sedimentarias parecen
demostrar una decadencia de los dinosaurios a largo plazo, así como
la de muchos otros grupos que desaparecieron en la misma época,
entre ellos pterosaurios, grupos de aves, mamíferos, plesiosaurios,
ictiosaurios, mosasaurios, ammonites y belemnites. Apoya a esta
teoría la evidencia de que subieron los niveles del mar hacia el
final del Cretáceo, inundando zonas costeras, y los climas se
habrían hecho más templados. Leigh Van Valen y Robert Sloan han
señalado que la exuberante vegetación subtropical de la época de los
dinosaurios pareció dar paso a los bosques templados de coníferas en
el transcurso de unos 5 a 10 millones de años, coincidiendo con la
decadencia de los dinosaurios y la prosperidad de los mamíferos.
Robert Sloan y
Robert Sullivan plantean que la declinación de los vertebrados
terrestres, particularmente de los dinosaurios, comenzó gradualmente
antes del fin del Cretáceo, y que se produjo un lento aumento de las
tasas de extinción de los vegetales en el Hemisferio Norte, debido a
un enfriamiento climático. Un estudio realizado en 1987 por Robert
Sullivan pareció confirmarlo a escala global. Descubrió que la
diversidad de los dinosaurios disminuyó desde 16 familias a 9
durante los diez últimos millones de años del Cretáceo. Sin embargo,
sus conclusiones se han criticado debido a que no se puede hacer una
datación tan exacta como la que señala, la correlación mundial es
muy insegura y tampoco se puede establecer con certeza la cantidad
de especies presentes.
En el área de
Hell Creek, al noroeste de Montana, Robert Sloan, de la Universidad
de Minnesota, con un grupo de paleontólogos, describieron en 1986
una comunidad de mamíferos de aspecto paleoceno que existió entre
40.000 y 10.000 años antes del paso del Cretáceo al Paleoceno.
Efectuaron recuentos basados en décadas de recolección de huesos y
dientes de dinosaurios y mamíferos por tonelada de rocas o número de
especies diferentes por metro cúbico. Sus gráficos, realizados a
partir de restos bien datados, parecían demostrar que al menos en
esa zona los dinosaurios experimentaron una lenta decadencia a lo
largo de unos ocho millones de años, mientras simultáneamente se
expandían los mamíferos. Sin embargo, trabajando sobre miles de
restos de huesos de dinosaurios del mismo lugar, Peter Sheenan, del
Museo Público de Milwakee y David Fastovsky, de la Universidad de
Rhode Island, llegaron a la conclusión opuesta: según ellos los
dinosaurios habrían prosperado hasta el final.
El modelo
catastrofista de extinción explica la desaparición de los
dinosaurios como resultado de los efectos secundarios de un
cambio
súbito, lo cual implicaría un episodio de extinción de menos de un
año de duración. En favor del modelo catastrofista están los altos
niveles de iridio en una delgada capa de arcilla en el límite C/T en
al menos 50 localidades a través de todo el mundo, en sedimentos
depositados tanto en el mar como en ríos y lagos. La época en que se
depositó el iridio no puede establecerse con una precisión mayor a
500.000 años. Algunos grupos fósiles, como el plancton marino,
presentan una extinción repentina en el límite. Sobre la huella del
iridio existe una "huella de helechos", lo cual demuestra la
desaparición de las plantas angiospermas, seguida por una difusión
inicial de los helechos y luego, aparentemente años después, la
recuperación de las angiospermas. Es lo que ocurre debido a la
formación de un manto global de polvo estéril, y posterior
germinación gradual de esporas y semillas enterradas. Este fenómeno
se observa tras las erupciones volcánicas y también podría esperarse
que ocurriera luego del impacto de un gran meteorito. Otras pruebas
del modelo catastrofista son la existencia de esférulas cristalinas,
consecuencia de la fundición de los materiales y los granos de
cuarzo golpeado. Tales estructuras pueden estar indicando un gran
impacto, o pueden ser consecuencias de erupciones volcánicas en gran
escala.
En 1984, Dale
Russell, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Ottawa, Canadá,
calculó globalmente los cambios en la diversidad de los dinosaurios,
sugiriendo que su desaparición fue un acontecimiento repentino,
porque mediante cálculos en las cifras globales de diversidad de
dinosaurios encontró que la diversidad se mantuvo hasta el final del
Cretáceo, sin la menor señal de disminución que cabría esperar si la
desaparición hubiese sido gradual. Si consideramos que la extinción
de los dinosaurios coincide con la desaparición masiva de muchos
otros tipos de organismos, solamente pueden considerarse seriamente
las hipótesis que buscan una alteración a nivel mundial, que pudo
haber sido gradual o catastrófica, y en este último caso de origen
terrestre o extraterrestre. Las hipótesis más modernas son de este
tipo, basadas en una mayor cantidad de datos disponibles,
correlacionados con la ayuda de computadoras. Sin embargo, la
principal dificultad que enfrentan las hipótesis catastrofistas son
explicar la selectividad de las extinciones.
5. Las 45
hipótesis principales
A continuación
entregamos un resumen de las principales hipótesis que se han
planteado para explicar la extinción de los dinosaurios, con los
argumentos que las justifican y las objeciones de sus detractores.
Muchas de ellas son fantasiosas, otras están mejor avaladas por
evidencias. Varias pueden relacionarse entre sí (por ejemplo cambios
astronómicos pueden inducir cambios geológicos, y éstos cambios
climáticos), de modo que hay quienes han asociado a varias de las
hipótesis reseñadas para dar una explicación multicausal, otras son
contradictorias entre sí.
A.Hipótesis que
apelan a factores internos
Las primeras
hipótesis se centraban mayoritariamente sobre características de los
propios dinosaurios, apelaban a factores internos, pero son muy
discutibles porque los dinosaurios no fueron los únicos organismos
que se extinguieron. En su mayor parte son indemostrables
especulaciones de café, no basadas en el estudio atento de las
circunstancias y que no justifican ni la extinción ni la
sobrevivencia de otros grupos.
1.
Envejecimiento Racial
Dado que:
(1) los individuos nacen, crecen y mueren, y (2) los dinosaurios
aparecieron, tuvieron su época de prosperidad, declinaron y se
extinguieron. Hipótesis: la extinción de los dinosaurios
ocurrió por un proceso de envejecimiento natural, que produce
caracteres extravagantes e inadaptativos. Objeciones: las
analogías entre el ciclo vital de un individuo y el desarrollo
evolutivo de las especies y grupos superiores son inadmisibles
científicamente, y son rechazadas por los paleontólogos actuales por
falta de lógica y de evidencia empírica. No existen indicios de que
la extinción y substitución de cualquier grupo se deban a factores
distintos a su incapacidad de sus adaptaciones frente a nuevos
desafíos ambientales o competitivos.
Al final del
Cretáceo los dinosaurios presentaban una elevada diversidad y
estaban exitosamente adaptados a diferentes formas de vida, hacia
fines del Cretáceo habían aparecido dinosaurios nuevos, como los
ceratópsidos, que evolucionaban adaptativamente. Comentario:
El paralelismo entre el ciclo vital de un organismo y el desarrollo
un grupo fue resaltado por Alcide d’Orbigny para los ammonites. En
la década de 1880, dos paleontólogos, Wilhelm Waagen y Alpheus Hyatt,
desarrollaron las implicancias evolutivas de esta relación, dando
origen a la idea de una "senectud racial" o "filogerontismo. La
hipótesis de la "senectud racial" fue apoyada por otros
paleontólogos como Edward Drinker Cope, Richard Swan Lull y Henry F.
Osborn, quienes la aplicaron a los dinosaurios. En 1924, Lull
concluyó que "animales grotescos como el Stegosaurus
estaban abocados, por su propia naturaleza, a una rápida extinción,
como resultado de las consecuencias mortales de la enfermedad
racial. Algunos supusieron que eran demostración de "vejez" la
carencia de dientes y el gigantismo en algunos grupos de
dinosaurios, y extrapolaron imaginativamente a todos ellos otras
características de "vejez", como disminución de la fuerza y de las
capacidades sensoriales. Actualmente estas analogías entre el
desarrollo de los organismos y la historia de las especies carecen
de partidarios entre los paleontólogos.
2.
Especialización Excesiva
Dado que:
(1) los organismos evolucionan hacia formas más especializadas y no
pueden retroceder hacia estados primitivos, (2) los dinosaurios
llegaron a un nivel de especialización demasiado alto, que se
observa en la aparición de estructuras aberrantes e inadaptadas,
como placas, cuernos, viseras, el penacho nasal de los hadrosaurios,
la cúpula ósea de los paquicefalosaurios, etc. Hipótesis: los
dinosaurios se extinguieron por una super-especialización que
produjo consecuentemente una inadaptación. Objeciones: los
dinosaurios lograron superar exitosamente crisis ambientales
previas, adaptándose perfectamente a nuevas condiciones. Las
estructuras como cuernos o placas no eran anormales o inútiles como
se creyó antiguamente, cumplían funciones a las que estaban
perfectamente adaptadas, por ejemplo servir de apoyo a los músculos
mandibulares o a los órganos de los sentidos. No explica la
extinción simultánea de otros organismos, incluyendo especies
marinas, de otros hábitats. Comentario: Esta hipótesis se
planteó a menudo como una extensión de la anterior: la
superespecialización acompañaría a la "senectud racial". Así lo
plantea, por ejemplo, Edwin H. Colbert, quien las asocia a un factor
genético: "Puede ser que los cromosomas, que son los portadores de
la herencia, "pierdan el control" en esos momentos previos a la
extinción de un grupo; es claro que las especializaciones excesivas,
debidas a trastornos cromosómicos, pueden haber sido la causa de la
desaparición de muchas líneas evolutivas particulares". L. S. Berg
en 1926 propuso su idea de la "nomogénesis", evolución por causas
internas, según la cual la extinción se produce "obedeciendo a
ciertos impulsos internos ocultos en la constitución del organismo".
Este tipo de especulaciones carece absolutamente de base.
3. Gigantismo
Extremo
Dado que:
muchos dinosaurios poseían grandes hipófisis en la base del cráneo y
el mal funcionamiento endocrino es causa de crecimiento
desproporcionado (gigantismo por hipersecreción hipofisaria).
Hipótesis: los dinosaurios desaparecieron debido a que por
fallas endocrinas alcanzaron tallas excesivamente grandes,
apareciendo desarreglos corporales como discos intervertebrales mal
ajustados o dislocados, malformaciones óseas, exceso de
temperatura
interna, etc. Objeciones: No todos los dinosaurios eran
gigantes, algunos eran del tamaño de un perro o menores, y también
desaparecieron.
 |
Los mayores
dinosaurios (saurópodos) predominaron durante el período Jurásico,
no corresponden a las especies que desaparecieron a fines del
Cretáceo. No hay razones para pensar que en distintas líneas
evolutivas de dinosaurios se produjesen simultáneamente desórdenes
endocrinos. No hay evidencias de los supuestos trastornos masivos
por exceso de
volumen
corporal, por ejemplo son muy escasos los ejemplares con discos
vertebrales dislocados. No explica la extinción simultánea de otros
organismos, incluyendo especies marinas, que vivían en otros
hábitats. |
Comentario: La hipótesis del sobredesarrollo como
causa de extinción fue formulada por primera vez en 1888 por Ludwig
Döderlein y posteriormente fue divulgada por el científico Stephan
Zamenhoff. El paleontólogo Lapparent dice que una consecuencia del
aumento de tamaño de los dinosaurios fue su reducción numérica.
Igualmente, Abeloos indicaba que el aumento de las dimensiones se
habría asociado a una menor y más tardía reproducción, disminuyendo
sus posibilidades de sobrevivencia.
4. Escasa
Inteligencia
Dado que:
los dinosaurios presentaban un cerebro reducido respecto a sus
dimensiones corporales y un aspecto de animales lentos y pesados.
Hipótesis: los dinosaurios fueron incapaces de competir con los
mamíferos, más ágiles y más inteligentes. Objeciones: algunos
dinosaurios, como los celurosaurios y deinonicosaurios, tenían
cerebros grandes y estructuras que evidencian una gran agilidad. El
trabajo del profesor James Hopson demuestra que algunos de los
últimos dinosaurios, como los troodóntidos de fines del Cretáceo,
presentaban un tamaño cerebral equivalente al de muchos mamíferos.
El aspecto de animales lentos y pesados de algunos de ellos se debe
a las antiguas reconstrucciones influidas por un prejuicio. Los
estudios de la paleofisiología de dinosaurios muestran que
presentaban un metabolismo y unas pautas de conductas más complejas
de lo que se creía antiguamente. Los mamíferos aparecieron en el
Triásico y durante millones de años, hasta después de la extinción
de los dinosaurios, permanecieron como un grupo secundario, formado
por animales pequeños posiblemente nocturnos. Las tortugas o los
cocodrilos, que les sobreviven, tienen un cerebro igualmente
reducido y no parecen ser más inteligentes que los dinosaurios.
Tampoco explica la extinción simultánea de otros organismos.
Comentario:
El paleontólogo belga Louis Dollo fue uno de los primeros en llamar
la atención sobre la posible influencia del cerebro primitivo y
pequeño de los dinosaurios en su declinación. La idea de que los
dinosaurios eran unos seres pasados y estúpidos que no pudieron
competir con los mamíferos, ágiles, activos e inteligentes, estuvo
muy extendida en las décadas de los años 1940-1950 entre los
paleontólogos y llegó a formar parte de la cultura popular. Esta
idea se sustentaba en tres consideraciones: su escasa capacidad
cerebral en relación a la masa corporal, su metabolismo que se
consideraba idéntico al de los reptiles actuales, y su propio
gigantismo, asociado tradicionalmente con falta de inteligencia.
Algunos científicos han sugerido que los dinosaurios eran autómatas,
prisioneros de un comportamiento automático, rígido, genéticamente
programado, de modo que los mamíferos, de conducta flexible e
inteligente, los desplazaron de todos sus nichos ecológicos. El
paleontólogo Edwin H. Colbert aceptaba esta hipótesis, comentando:
"...los dinosaurios eran virtualmente autómatas ambulantes. Habría
sucedido, pues, que triunfó aquí el cerebro sobre la fuerza bruta".
Hacia fines de los años sesenta surgió una nueva concepción, que
considera a los dinosaurios en forma más objetiva como seres
perfectamente adaptados a su ambiente, activos y con conductas
complejas.
5.
Sobrepoblación y
Suicidio
Dado que:
durante el Mesozoico las condiciones ambientales fueron favorables
para la proliferación de los dinosaurios, éstos alcanzaron grandes
densidades de población. Hipótesis: la sobrepoblación los
indujo a desarrollar factores psicóticos que los llevaron a
suicidios colectivos, como ocurre actualmente con los lemmings o
algunos cetáceos. Objeciones: sin justificación seria.
Comentario: Algunos paleontólogos y divulgadores imaginaron que
la sobrepoblación de los dinosaurios habría llevado al desarrollo de
desórdenes endocrinos y nerviosos, y a problemas con los huevos,
cuya cáscara se habría hecho demasiado delgada por la misma razón
(ver hipótesis 12).
6.
Sobrepoblación Y Hambruna
Dado que:
La superpoblación puede producir la extinción de las poblaciones por
falta de alimento. Hipótesis: la sobrepoblación de grandes
dinosaurios herbívoros pudo devastar la vegetación y provocar su
muerte por falta de alimento, y consecuentemente la extinción de sus
depredadores. Objeciones: los ecosistemas poseen mecanismos
de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado a
poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a otra
diversidad de organismos terrestres y acuáticos.
7.
Superdepredación
 |
Dado que:
durante el Cretáceo superior aparecieron en diferentes partes del
mundo los grandes dinosaurios carnívoros como Tyrannosaurus,
Albertosaurus, Deinocheirus,
Tarbosaurus, Giganotosaurus, etc., con una
gran capacidad destructiva, Hipótesis: los grandes
carnosaurios fueron cazadores tan eficientes que exterminaron a sus
presas y con ello determinaron su propia extinción. Objeciones:
se trata de una suposición muy improbable, una "hazaña" demasiado
extraordinaria a través de todo el planeta, las especies
coevolucionan gradualmente y se establecen mecanismos de
autorregulación que impiden que los carnívoros exterminen a todas
sus presas. Los grandes carnosaurios pueden haber sido parcialmente
carroñeros. No explica la extinción concomitante del plancton
marino, los ictiosaurios, pterosaurios, etc. |
B. Hipótesis que
apelan a alteraciones reproductivas gatilladas por factores
ambientales
8. Infertilidad
Masculina
Dado que:
(1) durante el Mesozoico la temperatura fue elevada, (2) los
dinosaurios eran de grandes dimensiones, y (3) una temperatura
ligeramente superior a la normal puede destruir a las células
germinativas masculinas, que aceptan solo un estrecho margen de
temperatura. Hipótesis: el alza de la temperatura a nivel
planetario hacia fines del período Cretáceo asociado al gran volumen
de los dinosaurios, impidió que estos pudieran disipar
suficientemente su calor interno produciendo la destrucción de las
células germinativas de los machos y con ello haciéndolos estériles.
Objeciones: no todos los dinosaurios eran de grandes
dimensiones, los dinosaurios se extinguieron justamente cuando el
clima se estaba haciendo más frío, además no explica la extinción de
otros grupos terrestres o acuáticos. Comentario: Esta
hipótesis que fue una de las favoritas en las décadas de 1940 y
1950. Fue propuesta por R. B. Cowles y se basa en estudios
realizados por Edwin H. Colbert, R. B. Cowles y C. M. Bogert. Para
inferir las reacciones de los dinosaurios ante las temperaturas
elevadas, analizaron la temperatura corporal de caimanes
norteamericanos de distintos tamaños en diversas condiciones de
calentamiento o enfriamiento. Extrapolando los datos obtenidos hasta
un animal de 10 toneladas concluyeron que una subida global de la
temperatura habría impedido a los grandes dinosaurios disipar el
exceso de calor. Actualmente se piensa que distintos tipos de
dinosaurios presentaban estrategias termorreguladoras diversas.
9. Desequilibrio
En La Proporción De Sexos
Comentario:
Hipótesis propuesta en la década de 1980 por Mark Ferguson, de la
Universidad de Belfast, y Edward Johanen, de Louisiana.
Dado que:
en reptiles actuales como los cocodrilos, caimanes y algunos
lagartos y tortugas, el sexo está determinado por las temperaturas
externas a las que se someten los huevos, por ejemplo bajo los 30
oC los huevos del caimán norteamericano producen solo
hembras y a más de 34 oC solamente machos. Hipótesis:
los dinosaurios tenían igual mecanismo de determinación sexual y el
cambio climático habría llevado a temperaturas extremas y con ello
al nacimiento de individuos de un solo sexo. Objeciones: el
fundamento parte de estudios de especies vivientes y no se explica
por qué a esas especies no le ocurrió el mismo problema, la
temperatura que afecta a los huevos corresponde a un microambiente y
debe esperarse que la temperatura en éste cambie dentro de un mismo
nido, como ocurre actualmente con reptiles vivientes, no explica la
extinción de otros grupos terrestres o acuáticos.
10.
Engrosamiento De Los Huevos
Dado que:
en Francia se han encontrado nidadas enteras del Cretáceo superior
formadas por huevos sin eclosionar, que presentaban engrosamiento de
la cáscara. Hipótesis: El engrosamiento patológico de la
cáscara de los huevos de dinosaurios, determinado por alteraciones
ambientales, impidió que las crías pudieran romperla. Objeciones:
El hallazgo mencionado no es generalizable, se han encontrado otras
nidadas de la misma época en las que las crías nacieron. La mayoría
de los huevos de los yacimientos considerados si bien tenían varias
capas o estratos, no tenían un grosor mayor que lo normal, sino por
el contrario eran más delgados. Tampoco explica la extinción
simultánea de otros organismos.
11. Cambio
climático y alteraciones de los huevos
Dado que:
(1) un grupo de geoquímicos y paleontólogos estudió huevos de
dinosaurios y encontró que en la mayoría de los huevos más recientes
una delgadez anormal, y el 90% de los huevos tenían anomalías, eran
infértiles o contenían embriones muertos, y (2) que muchos huevos
aparecen estratificados, lo cual demuestra interrupciones de la
elaboración de la cáscara. Hipótesis: patologías de los
huevos, como el adelgazamiento de la cáscara, debido probablemente a
cambios climáticos y alimentarios, impidió que las crías pudieran
nacer, porque al ser la cáscara muy delgada los embriones no
dispusieron del calcio necesario para formar su esqueleto.
Objeciones: el hallazgo mencionado no es generalizable, se han
encontrado otras nidadas de la misma época, por ejemplo en Montana y
Alberta, en las que las crías nacieron sin problema. Tampoco explica
la extinción simultánea de otros organismos. Comentario: Esta
hipótesis fue propuesta por el profesor Raymond Dughi, conservador
del Museo de Historia Natural de Aix-en-Provence. Encontró que la
mayoría de las cáscaras de huevos encontrados en la baja Provenza,
están estratificadas entre dos y siete veces. Interpretó estas
anomalías como consecuencias de series de suspensiones drásticas del
metabolismo, lo cual tendría como origen oscilaciones térmicas
caracterizadas por períodos de fríos extremos.
12. Tensión
nerviosa y alteraciones de los huevos
Dado que:
(1) la tensión nerviosa en las aves produce un debilitamiento de la
estructura
de sus huevos a través de las
hormonas que
controlan la puesta, que resulta mortal para muchos huevos, y (2)
que se han encontrado huevos de fines del Cretáceo con cáscara
delgada y con una alta mortalidad de embriones. Hipótesis: la
exuberancia de la vegetación llevó a una superpoblación de
dinosaurios y el exceso numérico ocasionó tensión nerviosa entre las
hembras empolladoras, perdiéndose sus huevos. Objeciones: el
hallazgo mencionado no es generalizable, se han encontrado otras
nidadas de la misma época, por ejemplo en Montana y Alberta, en las
que las crías nacieron. Comentario: Esta hipótesis fue
desarrollada por Heinrich K. Erben, del Instituto de Paleontología
de la Universidad de Bonn,
Alemania,
trabajando con miles de muestras procedentes de Aix en Provence y en
Corbieres, en los Pirineos. Los huevos más antiguos presentaban
cáscaras de hasta 2,5 mm de grosor, los más recientes de solo 1 mm.
13. Vulcanismo y
alteraciones de los huevos
Dado que:
(1) el selenio es un elemento muy venenoso para los embriones y una
pequeña cantidad causa
la muerte
de los polluelos de gallina, (2) que en Dinamarca y Francia se han
encontrado altos niveles de selenio en la cáscara de huevos de
saurópodos de fines del Cretáceo, y (3) dado que la cantidad de
selenio aumenta en los huevos más cercanos al límite C/T, y los
nidos presentan mayor porcentaje de eclosiones fallidas.
Hipótesis: los dinosaurios herbívoros de fines del Cretáceo
padecieron una fuerte reducción de las eclosiones debido a ingerir
grandes cantidades de vegetación impregnada con polvo volcánico con
selenio, produciéndose el derrumbe de las cadenas alimentarias.
Objeciones: No explica la crisis ecológica en las cadenas
alimentarias marinas, a menos que se considere que las mismas
erupciones volcánicas produjeron otros efectos.
C. Hipótesis que
apelan a factores externos
Causas
climáticas (cambios graduales)
14. Glaciación o
enfriamiento del clima
Dado que:
(1) cierta sucesión de faunas y pólenes fósiles en sucesivos
estratos sugieren que a fines del Mesozoico se diferenciaron el
invierno y el verano y desapareció el clima cálido (posiblemente
como consecuencia de la deriva continental, que habría alterado las
corrientes marinas y la circulación de los vientos y que habría
llevado al levantamiento de montañas y a cambiar el nivel de los
mares), (2) que la existencia de grandes bloques rodados en
Australia Central indican la existencia de hielo glacial y (3) que
el
análisis
de la composición en Oxígeno 18 de la concha de moluscos sugiere que
efectivamente descendió la temperatura oceánica. Hipótesis:
el clima frío produjo un cambio en la vegetación que alimentaba a
los dinosaurios herbívoros y llevó a una pérdida de hábitats
adecuados. El frío podría haber influido sobre los huevos de los
dinosaurios si éstos eran muy sensibles a la temperatura, lo cual
explicaría la sobrevivencia de aves y mamíferos, endotérmicos.
El
clima muy frío podría haber excedido el potencial ectotérmico de los
dinosaurios, incluso si hubiesen sido homotermos las crías habrían
sido muy pequeñas para
poder
superar las temperaturas frías. Si los dinosaurios eran de
sangre
caliente, no tenían pelaje ni plumaje para mantener el calor
corporal (a diferencia de mamíferos y aves, respectivamente) y si
eran de sangre fría, la mayoría era muy grande para hibernar en
agujeros carentes de hielo (a diferencia de los reptiles menores,
que sobrevivieron). La extinción del plancton calcáreo también
podría deberse a su sensibilidad a los cambios de temperatura.
Objeciones: no explica la supervivencia de otros reptiles, como
cocodrilos y tortugas. Es difícil que toda la superficie terrestre
tuviese un clima igualmente desfavorable, debían haber quedado zonas
con clima benigno. Los hallazgos de Australia Central pueden ser
indicativos de un fenómeno regional, no hay evidencias de una
glaciación mundial. Los geólogos reconocen solamente cuatro grandes
períodos glaciales: en el Precámbrico Medio, Precámbrico terminal,
Permo-Carbonífero y Cuaternario.
 |
Como los cambios climáticos son
graduales, es más probable que al menos algunas especies se hubiesen
adaptado a los cambios climáticos, por ejemplo en Australia se han
encontrado dinosaurios de fines del Cretáceo adaptados a un clima
frío. Aparentemente los dinosaurios bípedos pequeños, como los celurosaurios, eran endotérmicos y en tal caso habrían resistido un
enfriamiento climático. Comentario: Hacia 1950, la mayoría de
los paleontólogos apoyaban la idea de que los dinosaurios
habían sido víctimas de un cambio de clima y algunos
paleontólogos pensaban que a fines del Mesozoico habría
ocurrido una glaciación que habría sido fatal para los
dinosaurios. |
Hoy, esta hipótesis tiene pocos
defensores. Harold C. Urey analizó la cantidad de
oxigeno 18
en la concha de moluscos para determinar la temperatura del
agua durante
el Cretáceo y el Terciario, antes y después de la extinción masiva,
para determinar si el clima se volvió mas frío. Sin embargo, las
investigaciones
de Urey y de otros geólogos y paleobotánicos no lograron demostrar
que en la fronteras entre el Cretáceo y el Terciario se hubiese
producido una glaciación generalizada, con descenso de la
temperatura hasta en las regiones ecuatoriales.
La hipótesis de la
extinción por el frío fue propuesta nuevamente por el paleontólogo
canadiense L. Russell. Según algunos investigadores, hacia el final
del Cretáceo habría subido el nivel del mar y se habrían inundado
las zonas costeras, haciendo que el clima se hiciese más frío. Otros
argumentan, por el contrario, que a lo largo del Cretáceo el nivel
del mar habría bajado, aumentando la altura y extensión de los
continentes, lo cual habría producido un descenso general de la
temperatura que continuó durante 70 millones de años. Algunos
investigadores aceptan que el nivel del mar descendió, pero suponen
que al reducirse el área ocupada por los mares disminuyó el volumen
de los organismos marinos fotosintetizadores, por lo tanto habría
aumentado la concentración de anhídrido carbónico atmosférico,
haciendo al clima más cálido por un
efecto invernadero.
Por otra parte, el enfriamiento a nivel planetario podría haber sido
un fenómeno súbito, como consecuencia del impacto de un asteroide y
consecuente oscurecimiento de la
atmósfera.
15. Efecto
invernadero: calor y sequía
Dado que:
(1) hacia fines del Cretáceo se produjo una gran actividad
volcánica, que liberó enormes cantidades de anhídrido carbónico; que
(2) los depósitos de algas de aguas profundas y los
productos
de la digestión de los dinosaurios herbívoros pudieron liberar
grandes cantidades de metano hacia la atmósfera, y que (3) grandes
concentraciones atmosféricas de anhídrido carbónico y de metano
habrían permitido el paso de la
luz solar
hasta la superficie terrestre impidiendo la salida del exceso de
calor hacia el espacio. Hipótesis: Grandes concentraciones
atmosféricas de anhídrido carbónico y de metano a fines del
Mesozoico calentaron la Tierra rápidamente y los dinosaurios
desaparecieron por un "efecto invernadero".
El plancton es
muy sensible al aumento de las temperaturas, lo que explica el
derrumbamiento de las cadenas alimentarias marinas y su destrucción
agravaría el efecto invernadero por su importante
papel
en la conversión de CO2 en O2. Objeciones:
Los geólogos no aceptan que a fines del Cretáceo se haya producido
un cambio brusco de clima que hubiese producido aridez extrema. Esta
hipótesis no explica con claridad la extinción de determinados
grupos y la supervivencia de otros, por ejemplo las ranas y otros
anfibios, así como los reptiles pequeños, son muy sensibles a los
cambios de temperatura y se habrían extinguido ellos en lugar de los
dinosaurios. Comentario: La hipótesis de la muerte masiva de
dinosaurios por condiciones extremas de calor y sequía fue muy
popular debido a que la recogió la película "Fantasía" de Disney,
basándose en estudios de Barnum Brown, quien interpretó un famoso
cementerio de dinosaurios de Howe Ranch como evidencia de la muerte
por desecación de lagos y pantanos. Sin embargo, el fenómeno
estudiado por Brown en Howe Ranch fue de alcance local, en cambio en
esa película se le dio un alcance a escala planetaria. Además, esa
interpretación coincidía con la idea entonces predominante de que la
mayoría de los dinosaurios habrían vivido en pantanos, lo cual
actualmente no se acepta. El efecto invernadero como consecuencia de
una enorme actividad volcánica que habría liberado grandes
cantidades de anhídrido carbónico, fue propuesta por el geólogo
Dewey McLean, del Instituto Politécnico de Virginia. Se ha sugerido
otras causas para el efecto invernadero, por ejemplo el descenso del
nivel del mar (ver hipótesis 34), procesos cíclicos endógenos (ver
hipótesis 38) o el impacto de uno o varios meteoritos (ver hipótesis
44).
16. Clima Y
Descalcificación
Dado que:
(1) a fines del Mesozoico el clima se volvió más húmedo y más
cálido, (2) esas características climáticas podrían disminuir el
calcio disponible y (3) los dinosaurios requerían calcio.
Hipótesis: Al hacerse el clima más cálido y húmedo desapareció
el calcio disponible para los dinosaurios, que lo requerían para su
metabolismo. Objeciones: No explica que se hubiese producido
la extinción de los dinosaurios y no la de otros organismos que
también requieren calcio. En la actualidad existen zonas con clima
húmedo y cálido donde habitan reptiles, aves y mamíferos sin
problemas de descalcificación. Comentario: esta hipótesis fue
propuesta por el científico ruso V. Elisséiev, quien la elaboró
considerando la existencia de esqueletos de dinosaurios torcidos en
estratos del Cretáceo superior. Tales hallazgos, sin embargo, son
frecuentes en fósiles encontrados en distintos estratos, afectan por
igual a dinosaurios, aves o mamíferos y se deben a procesos de
contracturas musculares postmortem por al aflojamiento de los
ligamentos del cuello.
17. Reducción De
Hábitats
 |
Dado que:
a fines del Mesozoico el clima se volvió más húmedo, se produjeron
mayor cantidad de pantanos y ríos que dividieron las antiguas
grandes extensiones con pasto. Hipótesis: a las grandes
manadas de herbívoros les habría sido cada vez más difícil
sobrevivir separadas entre sí y compitiendo por áreas territoriales
menores. Al reducirse los tamaños de sus manadas y quedar aislados
habrían sido expuestos a factores nocivos, como la consanguinidad y
la eliminación por epidemias de gérmenes infecciosos. El declive de
los herbívoros afectó a los carnívoros y carroñeros. Objeciones:
Es difícil que tales cambios se hayan producido a nivel planetario.
No explica la extinción en las comunidades acuáticas. |
18. Radiaciones
Y Ceguera
Dado que:
el estudio de las córneas de reptiles modernos muestran que pueden
quedar ciegos por cataratas. Hipótesis: debido al
calentamiento gradual de la Tierra y al exceso de radiaciones
ultravioleta, los dinosaurios quedaron ciegos y murieron sin poder
reproducirse. Objeciones: no hay fundamentos serios.
Comentario: esta hipótesis fue presentada en 1982.
Causas
biológicas (cambios vegetacionales, graduales)
19. Vegetación y
exceso de comida
Dado que:
hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores.
Hipótesis: las nuevas plantas pudieron ser deficitarias en algún
mineral respecto a las anteriores, por lo tanto los dinosaurios
herbívoros debieron ingerir cantidades excesivas de alimento,
muriendo por el exceso de comida. Objeciones: no hay
fundamentos serios, las plantas con flores coexistieron al menos 100
millones de años con los dinosaurios sin trastornos para éstos. Los
restos fósiles de vegetales no indican que se produjese un cambio
drástico de la flora a fines del Cretáceo. Los dinosaurios
herbívoros mostraban una gran variedad de adaptaciones digestivas.
Tampoco explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos.
20. Vegetación y
exceso de oxígeno
Dado que:
hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores, que
emiten más oxígeno que las coníferas, cicadales o ginckgoales.
Hipótesis: se produjo un exceso de oxígeno al que los
dinosaurios no estaban adaptados. Objeciones: el cambio de la
vegetación y el aumento del oxígeno atmosférico fueron procesos
graduales, a los que los diferentes organismos pudieron adaptarse,
las plantas con flor no pudieron ser perjudiciales en forma
repentina, mucho antes de su desaparición los dinosaurios habrían
acusado trastornos. Los restos fósiles de vegetales no indican que
se produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo.
Comentario: Es posible que esta sea la primera hipótesis que se
haya propuesto para explicar la extinción de los dinosaurios. En
1841, Richard Owen, el paleontólogo que acuñó el término
"dinosaurio", formuló la idea de que durante el Mesozoico la
atmósfera contenía niveles muy altos de anhídrido carbónico y muy
bajos niveles de oxígeno, características ideales para los reptiles.
Según Owen, a fines del período Cretáceo se habría producido la
proporción actual de ambos
gases,
lo cual favoreció a las aves y a los mamíferos, pero causó la
extinción de los dinosaurios.
21. Vegetación
Dura
Dado que:
hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores, duras
y correosas. Hipótesis: los dinosaurios herbívoros estaban
adaptados a consumir vegetales más blandos y suculentos, comenzaron
a decaer con este cambio de vegetación, muriendo posteriormente los
carnívoros que los depredaban. Objeciones: no hay fundamentos
serios, el cambio vegetacional fue gradual, los ecosistemas poseen
mecanismos de autorregulación, que habrían dado tiempo al
surgimiento de dinosaurios herbívoros con dentaduras adaptadas para
masticar vegetación dura, tampoco explica la extinción de otros
grupos terrestres o acuáticos. Los dinosaurios herbívoros
hadrosaurios y ceratópsidos tuvieron su apogeo justamente a fines
del Cretáceo, contra lo que debería esperarse si esta hipótesis
fuese cierta, y sus denticiones son las adecuadas para consumir
vegetación dura. Las agujas de las coníferas corresponden a
materiales mucho más duros y abrasivos que las plantas con flores, y
las precedieron. Los restos fósiles de vegetales no indican que se
produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo. Los
dinosaurios herbívoros mostraban una gran variedad de adaptaciones
digestivas.
22. Vegetación
Venenosa
Dado que:
(1) hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores,
que sintetizan alcaloides aromáticos psicoactivos venenosos, (2) que
experimentos
con tortugas demuestran que éstas son incapaces de detectar el gusto
amargo de los alcaloides venenosos, a diferencia de los mamíferos, y
que (3) se han hallado restos de dinosaurios en posiciones
contorsionadas o retorcidas, lo que indica que murieron envenenados.
Hipótesis: Los helechos y coníferas de comienzos del
mesozoico utilizaban taninos, pero estos fueron reemplazados por
alcaloides muy tóxicos cuando aparecieron las plantas con flores.
Los dinosaurios se extinguieron por consumir vegetales venenosos a
los que no estaban adaptados. Eran incapaces de detectar el sabor
amargo y su hígado era incapaz de detoxificar las substancias una
vez ingeridas. Muertos los herbívoros desaparecieron los carnívoros
por falta de alimento. Objeciones: la hipótesis se fundamenta
en estudios de especies vivientes y no se explica por qué a estas
especies no le ocurrió el mismo problema que a los dinosaurios.
Las
analogías entre tortugas y dinosaurios son dudosas porque comparten
un antepasado común remoto. Los reptiles poseen
enzimas que
los defienden de venenos vegetales. Las posiciones retorcidas de los
restos se encuentran en dinosaurios, aves y mamíferos de diferentes
épocas y se deben a procesos de contracturas musculares postmortem
por el aflojamiento de los ligamentos del cuello, no son prueba de
envenenamiento. Los ecosistemas poseen mecanismos de
autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado a
poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a otra
diversidad de organismos terrestres y acuáticos.
 |
No se explica la desaparición simultánea de los pterosaurios, ictiosaurios y
plesiosaurios, que se alimentaban de peces. Los restos fósiles de
vegetales no indican que se produjese un cambio drástico de la flora
a fines del Cretáceo. Los dinosaurios herbívoros mostraban una gran
variedad de adaptaciones digestivas. No existe forma de saber cómo
era el sentido del gusto de los dinosaurios ni la capacidad detoxificadora de sus hígados. Los dinosaurios herbívoros
hadrosaurios y ceratópsidos tuvieron su apogeo justamente a fines
del Cretáceo, contra lo que debería esperarse si esta
hipótesis fuese cierta. |
Dado los complejos mecanismos masticatorios de los hadrosaurios, estaban bien adaptados para alimentarse de materiales
abrasivos como las agujas de las coníferas, no de las suaves plantas
con flores. Los alcaloides tóxicos aparecieron hace 120 millones de
años y los dinosaurios persistieron hasta 50 millones de años
después. Comentario: Esta hipótesis fue planteada por Tony
Swain, del Jardín Botánico Real de Kew, en 1976, quien sugirió que
las lesiones orgánicas debidas a los alcaloides podrían haber
llevado al desarrollo anormal de la hipófisis y al excesivo grosor
de las cáscaras de los huevos.
En años recientes el principal
defensor de esta hipótesis ha sido el psiquiatra Ronald K. Siegel,
quien ha dicho: “No estoy sugiriendo que todos los dinosaurios
murieran de sobredosis de
drogas
vegetales, pero, sin duda, este fue un factor a tener en cuenta”.
Gould la califica de una especulación gratuita para atraer la
atención, imposible de comprobar. Algunos investigadores, como
Norman D. Newell, han señalado como posible causa de la extinción de
los dinosaurios, una explosión evolutiva de los
hongos
patógenos y venenosos, que se habría producido asociada
coevolutivamente con la explosión evolutiva de las plantas con
flores.
23. Alteraciones
Digestivas
Dado que:
(1) durante el Mesozoico desaparecieron los grandes bosques de
helechos, y (2) los helechos actuales tienen aceites laxantes, que
pudieron ser vitales para el paso de la comida a través del
intestino de los herbívoros. Hipótesis: los dinosaurios
herbívoros se extinguieron por consumir un nuevo tipo de vegetales
sin propiedades digestivas, muriendo de estreñimiento crónico.
Muertos los herbívoros desaparecieron los carnívoros por falta de
alimento. Objeciones: no hay fundamentos serios, el cambio
vegetacional fue gradual, los aparatos digestivos de los dinosaurios
herbívoros eran muy variados, tampoco explica la extinción de otros
grupos terrestres o acuáticos. Comentario: Esta idea fue
propuesta en términos más bien humorísticos, pero ha sido recogida
por paleontólogos como el británico Anthony Hallam. Comentando esta
hipótesis, el Dr. Fritz Kahn dice: "Los helechos contienen aceite
laxante, y con las pteridófitas perdió la raza de los gigantes su
purgante habitual. Los grandes señores se volvieron gruñones,
reacios a luchar y a amar, y así perecieron vergonzosamente de
estreñimiento."
Causas
biológicas (agresiones)
24. Orugas
Depredadoras
Dado que:
(1) la aparición de las plantas con flores fue seguida a fines del
Cretáceo por la de las mariposas, (2) las orugas (estados larvales
de las mariposas) se alimentan casi exclusivamente de plantas, y (3)
las aves eran escasas y no se habían habituado a este tipo de
alimento. Hipótesis: las orugas debieron expandirse en forma
espectacular a fines del período Cretáceo, se produjo una
superpoblación de orugas que devoró la vegetación y dejó a los
dinosaurios herbívoros sin alimento. Los dinosaurios carnívoros
habrían desaparecido luego, a su vez, al no tener herbívoros con los
que alimentarse. Objeciones: hipótesis sin fundamento. Que
las orugas causen la defoliación de toda la vegetación exige
demasiada imaginación, y si los lepidópteros eran tan abundantes se
encontrarían muchos de sus restos fósiles, aunque en realidad son
muy escasos y comienzan a aparecer mucho después. Los ecosistemas
poseen mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría
haber afectado a poblaciones locales, pero no a todos los
dinosaurios y a una diversidad de otros organismos terrestres y
acuáticos. Comentario: esta hipótesis fue formulada en 1962.
25. Mamíferos
comedores de huevos
Dado que:
(1) algunos huevos fosilizados de dinosaurios parecen haber sido
abiertos y vaciados, y (2) que durante el Mesozoico existieron
pequeños mamíferos nocturnos que posiblemente se alimentaran de
huevos. Hipótesis: los dinosaurios se extinguieron porque sus
huevos fueron devorados por Morganucodon u otros pequeños mamíferos.
Objeciones: los mamíferos solamente fueron dominantes después
que se extinguieron los dinosaurios, los dinosaurios habían
convivido sin problemas con mamíferos durante unos 160 millones de
años y no hay razones para que de pronto empezaran a devorar los
huevos, solamente de dinosaurios y de todo tipo de dinosaurios.
 |
No explica por qué no desaparecieron otros reptiles ovíparos
ni las aves, no explica la desaparición de las faunas
marinas, como la de los ictiosaurios, que daban a luz. Los
ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, de modo
que los comedores de huevos no habrían llegado a
exterminarlos, tal tipo de desajustes podría haber afectado
transitoriamente a poblaciones locales, pero no a todos los
dinosaurios y a una diversidad de otros organismos
terrestres y acuáticos. |
En la actualidad hay especies que se
alimentan exclusivamente con los huevos de otras, sin que pongan en
peligro a las especies de cuyos huevos se alimentan. Comentario:
Durante la expedición enviada a Mongolia en 1922-1925 por el Museo
Americano de Historia Natural de Nueva York, dirigida por Roy
Chapman Andrews, se encontraron numerosos huevos de dinosaurios,
hallazgo que fue publicado en 1923. Algunos huevos parecían haber
sido abiertos y vaciados, por lo que algunos conjeturaron que habían
sido consumidos por pequeños mamíferos. Esta hecho dio base a la
hipótesis comentada, planteada en 1925 por Wieland, que fue muy
popular durante décadas, aceptada por autoridades como Boule y Jean
Piveteau. Aunque actualmente casi no tiene partidarios, la ha
defendido en años recientes el norteamericano William Clemens, y
Carl Sagan la recoge en su bestseller "Los Dragones del Edén": "los
mamíferos dormían a intervalos durante el día y los reptiles hacían
lo propio durante la noche, momento en que hasta los más inermes
protomamíferos carnívoros podían suponer una amenaza real para los
adormilados reptiles de sangre fría, y muy en especial para sus
nidadas".
26. Parásitos Y
Epidemias
Dado que:
el encuentro de poblaciones humanas mucho tiempo aisladas ha
producido a veces la desaparición de algunas de ellas por
transmisión de parásitos y epidemias a las que no tenían defensas.
Hipótesis: Al formarse nuevas rutas terrestres para las
migraciones de manadas del dinosaurios, entraron en contacto
poblaciones que se trasmitieron parásitos y microorganismos, los que
les produjeron la muerte. Objeciones: No hay evidencias
fósiles que demuestren la presencia de parásitos u organismos
patógenos, salvo que hubiesen afectado a los huesos, y no hay
pruebas en ese sentido. Es casi imposible que tal variedad de
organismos se viera afectado por las mismas epidemias o parásitos,
que normalmente se limitan a pocas especies estrechamente
emparentadas.
Por el contrario, si varias
enfermedades
infecciosas atacaron en forma inespecífica a gran diversidad de
dinosaurios, no se explica por qué no afectaron a otros reptiles,
como cocodrilos, tortugas y lagartos. Los ecosistemas poseen
mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber
afectado solo transitoriamente a poblaciones locales: sería muy raro
que toda una sola especie desaparezca por una enfermedad, porque la
selección natural actúa favoreciendo a los agentes causales
impidiendo que destruyan a todos los organismos que atacan. Menos
aún podría haber eliminado a todos los dinosaurios y a una
diversidad de otros organismos terrestres y acuáticos.
Comentario: Esta hipótesis se basa en la extinción de algunos
pueblos humanos mediante epidemias tras el encuentro con otros
grupos, y a la transmisión de algunas enfermedades en la
fauna
silvestre. En tiempos recientes, ha sido defendida por el
paleontólogo norteamericano Robert ("Bob") Bakker, dentro de una
hipótesis más amplia (véase hipótesis 35). Se han señalado diversos
microorganismos y parásitos de los reptiles actuales, por ejemplo en
cierta ocasión numerosos reptiles del Zoológico de Londres murieron
infectados por una ameba, Entamoeba invadens, y existe un ácaro
llamado Ophionyssus natricis succiona la sangre de serpientes, pero
no existen
medios para
conocer las enfermedades infecciosas o parasitarias de los
dinosaurios ni la
resistencia
que tuvieron a las mismas.
Causas
geológicas (algunas graduales, otras súbitas)
27. Aumento de
la fuerza de gravedad
Dado que:
como consecuencia del aumento de la masa terrestre ocurriría un
aumento en la fuerza de gravedad. Hipótesis: a fines del
Cretáceo aumentó la masa de la Tierra, y los dinosaurios, dado su
gran volumen, no pudieron soportar el cambio, porque los transformó
en animales demasiado lentos y pesados. Objeciones: esta idea
carece totalmente de justificación, no hay motivos para suponer
seriamente que aumentó bruscamente la masa terrestre. Por supuesto,
tampoco todos los dinosaurios eran gigantes. Comentario: Esta
idea no ha sido propuesta por científicos sino por divulgadores
especulativos.
28.
Inversión
de polos magnéticos
Dado que:
(1) el registro sedimentario de
minerales
magnéticos
muestra
inversiones
en las orientaciones del campo magnético terrestre en rocas de la
época precedente a la extinción de los dinosaurios, y (2) que
durante el proceso de inversión magnética se debilita o desaparece
la magnetosfera (cinturones de Van Allen) que protege el planeta de
las radiaciones ionizantes. Hipótesis: la reversión de los
polos magnéticos habría ocasionado la entrada de grandes cantidades
de radiaciones ionizantes procedentes del Sol, produciendo muertes,
aumento de las tasas de mutaciones y esterilización de la fauna, y
posiblemente fluctuaciones en las constantes gravitacionales y en la
composición y presión atmosféricas. Objeciones: No explica la
supervivencia de otros grupos, ni la extinción de formas marinas que
no habrían sido afectadas por las radiaciones. El proceso de
inversión de los polos magnéticos ha ocurrido con cierta frecuencia
sin asociarse a extinciones masivas. Se ha sugerido que los procesos
de inversión de la polaridad magnética puedan relacionarse con
impactos de meteoritos, en este caso no sería la causa pero estaría
correlacionada con una causa diferente. Como la intensidad del daño
por radiación es en general proporcional a la cantidad de radiación
absorbida en relación a la masa corporal, se habrían afectado los
pequeños animales pero no los grandes, porque estos últimos tienen
menor superficie en relación a su volumen. Por lo tanto el aumento
de las radiaciones ionizantes habría exterminado a los lagartos, por
ejemplo, y no a los grandes dinosaurios. Comentario: En 1963,
R. Uffen sugirió que los cambios de polaridad magnética terrestre se
acompañarían de una disminución de los cinturones de Van Allen.
29. Destrucción
de la
capa de ozono
Dado que:
el Cretáceo superior fue un período de alta actividad volcánica.
Hipótesis: el ácido hidroclorídico presente en los gases
volcánicos destruyó la capa de ozono de la alta atmósfera. Como
consecuencia, desapareció el escudo protector contra la mayor parte
de los rayos ultravioletas. Los mamíferos, provistos de
piel
peluda, las aves emplumadas y los animales que vivían bajo las aguas
sobrevivieron porque estaban suficientemente protegidos.
Objeciones: No explica la extinción simultánea y masiva de
grupos de organismos acuáticos. Comentarios: esta hipótesis
fue desarrollada por M. L. Keith, profesor de geoquímica de la
Universidad de Pennsylvania.
30. Cambios
climáticos por la deriva continental
Dado que:
durante el Cretáceo se completó la separación de los continentes
debido a la deriva continental. Hipótesis: la deriva
continental transformó áreas continentales en costeras y viceversa,
y los continentes se trasladaron acercándose o alejándose de los
polos, lo que produjo importantes cambios climáticos, ecológicos y
bióticos que llevaron a la extinción de los dinosaurios. El
desplazamiento de las masas continentales separó los continentes más
extensos y dividió las tierras en áreas menores, alterando las
corrientes oceánicas, la circulación de los vientos y las pautas
climáticas. A fines del Cretáceo el mar sufrió una gran retirada
(regresión), abandonando las cuencas epicontinentales, lo cual
produjo climas más extremos y estacionales, con inviernos más fríos
y veranos más cálidos. Los dinosaurios habrían sido incapaces de
resistir los cambios ambientales. Objeciones: aunque esta
hipótesis concuerda con los hallazgos de paleontólogos que han
observado el declive de los dinosaurios desde unos 10 millones de
años antes del fin del Cretáceo, otros investigadores observan una
brusca desaparición exactamente al final del Cretáceo. No explica
claramente la extinción simultánea de otros grupos.
31.
Desbordamiento del océano ártico
Dado que:
la deriva continental produjo la apertura de un Océano Ártico, hasta
entonces cerrado, al entrar en
comunicación
con los demás océanos, produjo efectos complejos de alcance mundial.
 |
Hipótesis: los dinosaurios se extinguieron como
consecuencia del desbordamiento del Océano Ártico, porque
las aguas más frías y livianas del Ártico al verterse sobre
las aguas del Atlántico formaron una capa de agua fría sobre
las aguas cálidas más pesadas y más salinas, extendiéndose
por el mundo una ola de frío y sequía. Se
habría producido un descenso de al menos 10 grados en la temperatura
del agua oceánica a nivel mundial. |
Objeciones: La apertura
del Océano Ártico al Atlántico se produjo durante el Eoceno, mucho
después de las extinciones masivas, y se ha producido en diversas
oportunidades sin correspondencia con episodios de extinción.
Comentario: esta hipótesis fue formulada por Stephan Gartner y
James P. McGuirk, de la Texas A & M University, y John Kearney, de
la Phillips Petroleum Company.
32. Orogenia y
reducción de lagunas y pantanos
Dado que:
(1) como consecuencia de la deriva continental hacia fines del
período Cretáceo se produjeron surgimientos de numerosas cadenas
montañosas (alpinas, del Himalaya, de las Montañas Rocosas, etc.) a
partir de regiones bajas, (2) durante las grandes sequías en África,
se observa la mortalidad masiva de los hipopótamos. Hipótesis:
los cambios en la corteza terrestre produjeron reducción en lagunas
y pantanos, lo cual produjo la extinción de los herbívoros que allí
vivían (saurópodos, hadrosaurios), seguida por la extinción de los
carnívoros. Objeciones: actualmente se considera que los
diferentes grupos de dinosaurios, incluyendo a los grandes
saurópodos y a los hadrosaurios, habitaban en tierra firme, no en
lagunas o pantanos, por lo tanto el modelo "hipopótamo" no es
aplicable a sus formas de vida. Por otra parte, los saurópodos se
habían restringido antes de fines del Mesozoico, los que vivían en
el Cretáceo eran relativamente escasos, habían sido reemplazado en
gran parte por dinosaurios ornitisquios. Tampoco explica la
extinción de otros grupos terrestres o acuáticos
33. Supuesto
surgimiento de la luna
Dado que:
la extracción de la Luna desde la cuenca del Pacífico habría causado
trastornos a nivel planetario que habrían afectado drásticamente a
las comunidades biológicas. Hipótesis: a fines del Cretáceo
surgió la Luna desde el lecho del Océano Pacífico, produciendo
grandes alteraciones planetarias que llevaron a la extinción de los
dinosaurios. Objeciones: No hay evidencias que la Luna
hubiese salido desde la Tierra, ni en el Cretáceo ni en ningún otro
momento de la historia de la Tierra. En los corales del Devónico
pueden apreciarse los efectos de las mareas sobre su crecimiento,
diario, lo cual demuestra que la Luna existía 330 millones de años
antes de la desaparición de los dinosaurios. Actualmente se acepta
que la Luna se originó en un choque de la Tierra con un cuerpo del
tamaño de Marte, muchos millones de años antes de la era de los
dinosaurios.
34. Descenso del
nivel del mar y desaparición de hábitats
Dado que:
(1) existen registros geológicos del retroceso del mar en centenares
de km. y el límite entre Cretáceo y Terciario coincide con un
proceso de regresión generalizada de los océanos, que dejó al
descubierto una superficie de unos 29 millones de km. cuadrados, (2)
que la disminución del nivel del mar ha acompañado a muchas las
extinciones masivas y que (3) la moderna biología conservacionista
explica que las poblaciones declinan cuando los hábitats se reducen
y fragmentan. Hipótesis: la regresión de los océanos alteró
gravemente los ecosistemas: produjo una desaparición rápida de los
hábitats de llanuras costeras bajas, desecó y redujo
considerablemente la superficie ocupada por mares poco profundos. Al
reducirse el área ocupada por los mares disminuyó el volumen de
vegetación marina fotosintetizadora, aumentando la concentración de
anhídrido carbónico en la atmósfera, y haciendo al clima más cálido
y variable (efecto invernadero, ver hipótesis 15).
Objeciones:
no explica claramente todas las pautas de extinción y sobrevivencia.
Algunos investigadores suponen que por el contrario, hacia fines del
Cretáceo el nivel del mar subió (lo cual habría causado la
extinción!). Comentario: Esta hipótesis fue defendida por T.
J. M. Schopf en 1983. Calcula que se produjo un descenso en 150 a
200 m en el nivel del mar, drenando los mares epicontinentales y
cortando el curso de los ríos, lo que habría reducido los hábitats
disponibles para los dinosaurios. Otro defensor de esta hipótesis es
David Archibald, paleontólogo experto en mamíferos. Las influencias
en las extinciones masivas de los cambios en el nivel del mar fueron
estudiadas por Dave Jablonski y Karl Flessa. Concluyeron que si se
eliminaran las plataformas submarinas actuales, desaparecería un 13%
de las familias, lo cual queda bajo el nivel de extinción de las
extinciones masivas. Se sabe que durante el Oligoceno los océanos se
redujeron a uno de sus niveles más bajos durante cinco millones de
años, sin que se produjera una mayor extinción en la biota marina.
En 1989 A. Hallam, sin embargo, reconoció que los descensos en el
nivel del mar están asociados generalmente a las extinciones
masivas.
35. Caos
ecológico por factores geográficos
Dado que:
(1) los cambios geográficos en la posición de los continentes y el
cambio en el nivel de los mares hizo posible el encuentro de
diversas especies de dinosaurios a fines del Cretáceo, y que (2)
cuando en la actualidad se transportan animales repentinamente desde
un continente a otro se producen grandes ateraciones ambientales.
Hipótesis: Las condiciones geográficas de fines del Cretáceo
permitieron migraciones masivas de los dinosaurios, que se
desplazaron desde un continente a otro causando el caos ecológico al
llevar enfermedades y parásitos, competir con otras especies por el
alimento, y recibir el impacto de nuevos depredadores. Objeciones:
De acuerdo con el modelo de deriva continental vigente, los
continentes se fueron separando gradualmente, el mayor contacto de
especies se habría producido durante el Triásico, no a fines del
Cretáceo. Es difícil creer que hubo un encuentro de dinosaurios a
nivel planetario con consecuencias fatales para todas las especies.
En los casos conocidos de intercambios faunísticos masivos, como por
ejemplo el que ocurrió entre Norte y Sudamérica durante el
Plio-Pleistoceno, muchas especies de mamíferos se extinguieron, pero
solo cuando fueron desplazadas por otras equivalentes.
Comentario: Esta hipótesis ha sido defendida recientemente por
el paleontólogo Robert ("Bob") Bakker, del Casper College en
Wyoming.
36.
Desplazamiento del eje rotacional de la tierra
Dado que:
El desplazamiento del eje rotacional de la Tierra causaría cambios
drásticos en las condiciones ambientales del planeta. Hipótesis:
El desplazamiento del eje rotacional de la Tierra pudo haber causado
la extinción de los dinosaurios y de un conjunto de otros organismos
marinos o terrestres, a nivel planetario. Objeciones: Carece
de un fundamento serio.
Comentario: En la década de 1960, el
Dr. James Heirtzeler, de la Universidad de Columbia, y algunos otros
investigadores sugirieron que algunos acontecimientos catastróficos,
por ejemplo
terremotos
importantes, períodos del formación de montañas y cambios radicales
del clima a nivel mundial, se pueden relacionar de una forma
compleja con grandes cambios en el giro de la Tierra. La idea del
cambio del eje de rotación terrestre es defendida frecuentemente por
los divulgadores de especulaciones pseudocientíficas, seguidores
entusiastas del
libro
"Mundos en Colisión", publicado en 1950 por Immanuel Velikovsky,
quien mezclando el misticismo con
la ciencia
buscaba una explicación astronómica a los sucesos bíblicos y a otras
tradiciones antiguas.
 |
De acuerdo con estas personas, las "pruebas"
del cambio en el eje de rotación terrestre, son por ejemplo, el
Libro de Josué sobre la detención del Sol, una tradición andina
recogida por Zecharia Sitchin según la cual
el Sol
desapareció durante 20 horas durante el reinado de Titu Yupanqui
Pachacuti II y una supuesta tradición de los indios hopi, que habla
concretamente de la desviación del eje de la Tierra. Desde luego, no
podría haber ninguna relación entre tradiciones históricas con la
extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, pero
normalmente estos partidarios del "realismo
fantástico" adhieren a cualquier explicación heterodoxa, más aún si
se opone a las ideas de la "ciencia
tradicional", por ejemplo que la Tierra tiene 4.000 años y que
coexistieron seres humanos y dinosaurios. |
37. Grandes
erupciones volcánicas
Dado que:
(1) hacia fines del Cretáceo un rift gigante separó el lado
occidental de la
India
derramando casi 1.300 km. cuadrados de lava en menos de 500.000
años, en la zona denominada meseta Decán; que (2) disperso por todo
el planeta existe un "nivel negro" rico en iridio (mineral pesado
que se encuentra en el interior de la Tierra) y que contiene hollín,
y dado que (3) la extinción de los dinosaurios fue seguida por un
breve
dominio de
los helechos, y se producen actualmente aumentos similares de
helechos tras la erupción de un volcán. Hipótesis: una enorme
erupción volcánica en la zona de Decán alteró la climatología y
ecología del
planeta, produjo una densa nube de polvo y cenizas que cubrió el Sol
y extinguió a los vegetales, y provocó un fuerte descenso de la
temperatura, llevando a la extinción de los dinosaurios y otros
grupos.
Las nubes de anhídrido carbónico y las emisiones de gases
sulfurosos y diversos ácidos pudieron envenenar la atmósfera y los
mares, produciendo el recalentamiento de la superficie terrestre
(ver hipótesis 15),
lluvia ácida
letal y destrucción de la capa de ozono (ver hipótesis 29). Las
erupciones descargaron grandes cantidades de ácido clorhídrico a la
atmósfera, que fue dividido por la luz solar desprendiéndose cloro,
gas
altamente reactivo que dañaría o destruiría a la capa de ozono. La
eliminación de la pantalla de ozono permitió que la radiación
ultravioleta destruyese a los animales terrestres y al plancton
marino. El polvo volcánico impregnado con selenio habría producido
una fuerte disminución de la natalidad de dinosaurios herbívoros
(ver hipótesis 13).
Los mamíferos
habrían
estado
protegidos por su pelaje y las aves por sus plumas, los animales de
los fondos marinos también habrían tenido protección suficiente,
pero no los dinosaurios. Objeciones: el registro de
sedimentos volcánicos de la época es escaso, el nivel negro con alto
contenido en iridio puede tener también un origen extraterrestre y
la cantidad de iridio encontrada se considera demasiado alta como
para provenir de erupciones volcánicas. Según algunos estudios, la
actividad volcánica de Decán se inició al menos 400.000 años antes y
prosiguió unos 400.000 años después del depósito de iridio.
Comentario: Uno de los principales partidarios de esta hipótesis
es el geofísico francés Vincent Caurtillot.
Para Caurtillot, las
erupciones volcánicas en la zona de Decán hacia el fin del período
Cretáceo fueron de tal envergadura que las capas de lava cubren
extensiones de 10.000 Kilómetros cuadrados, un volumen superior a
los 10.000 kilómetros cúbicos y un espesor de 2.400. Mediante
medición paleomagnetica, Courtillot pudo establecer que las lavas de
Decán fueron lanzadas por cráteres volcánicos hace entre 64 y 68
millones de años, lo cual coincide con el paso del Cretáceo al
Terciario. En 1985, los geólogos Charles B. Officer y Charles L.
Drake, del College Dartmouth, llegaron a la conclusión que el iridio
y otros elementos pesados se depositaron lentamente durante entre
10.000 y 100.000 años, y que diversas pruebas sugieren un origen
volcánico y no meteorítico de los mismos.
38. Evolución
Planetaria
Dado que:
(1) en nuestro planeta se reconocen procesos cíclicos que se
autorregulan, (2) que las extinciones masivas parecen producirse en
forma cíclica, y que (3) los mismos factores ambientales parecen
estar asociados a diversos episodios de extinción. Hipótesis:
Las extinciones masivas se desencadenan por procesos de origen
endógeno, causadas por la propia evolución del planeta.
Objeciones: es difícil reconocer factores comunes a todas las
extinciones masivas y pronunciarse sobre la secuencia de las
perturbaciones. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por
el ecólogo
Ramón
Margalef en 1993 (en J. Agustí, 1996), que la llama "la sombra
obscura de Gaia". La extinción sería provocada por cambios
climáticos derivados del estancamiento y la estratificación de las
aguas continentales y parte de las oceánicas, que acumularían
grandes reservas de anhídrido carbónico en aguas profundas, bajo
presión hidrostática. Diversas circunstancias, entre ellas el
impacto de un asteroide que sería en este caso un factor secundario,
provocarían una súbita explosión
química del
océano y un rápido efecto invernadero a nivel atmosférico.
39. Cambios en
las concentraciones de elementos traza
Dado que:
las cantidades excesivas o las deficiencias de ciertos elementos
metálicos traza, tales como el
cobre
o el cobalto, son deletéreas para los organismos. Hipótesis:
a fines del Cretáceo se produjo una alteración en las
concentraciones de elementos metálicos traza a nivel planetario,
afectando a los dinosaurios. Objeciones: Esta hipótesis
supone que el exceso o la deficiencia de estos elementos debió
ocurrir simultáneamente en el mar y en la tierra y que las
concentraciones letales de los iones metálicos se hayan difundido
por todo el planeta más rápidamente que lo que puedan haber sido
concentrados o removidos de la circulación. Se considera poco
probable que ocurran variaciones significativas a nivel planetario
de estos elementos a través del tiempo o el espacio y que tales
variaciones sean suficientes como para producir efectos biológicos a
escala mundial. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por
el geólogo M. J. Salmi, de Finlandia, y Preston E. Cloud, Jr., de la
Universidad de Minnesota a inicios de la década de 1960.
Causas
astronómicas ( extinción súbita)
40. Nube de
polvo y de gas interestelar
Dado que:
en su giro alrededor de la Vía Láctea el
Sistema Solar
pudo atravesar nubes densas de polvo interestelar y de gases.
Hipótesis: al atravesar el
Sistema
Solar por una densa nube de polvo interestelar situada en el plano
medio galáctico, se redujo la radiación solar que llega a la Tierra,
se obscureció el cielo durante un cierto tiempo, produciendo la
muerte por frío de los animales ectotermos y la destrucción de la
flora por falta de
fotosíntesis,
seguida por la destrucción de los herbívoros y consecuentemente de
los carnívoros. En el paso a través de nubes gaseosas la Tierra
habría adquirido grandes cantidades de hidrógeno molecular, los que
al reaccionar con los compuestos químicos de la alta atmósfera
formaría vapor de agua condensado en nubes, y las nubes reflejarían
la radiación solar reduciendo las temperaturas superficiales.
Mantenido durante varios miles de años, el proceso llevaría a una
glaciación, causante de extinciones masivas. Objeciones: no
hay ninguna evidencia para suponer que el Sistema Solar atravesó una
nube de polvo interestelar. Las nubes de polvo interestelar no
parecen ser suficientemente densas como para ocultar
significativamente al Sol. Los geólogos no reconocen la existencia
de algún período glacial a fines del Cretáceo.
41. Vulcanismo
Lunar
Dado que:
Las rocas de fines del Cretáceo presentan gran abundancia de
microtectitas, diminutas esferas cristalinas de origen volcánico.
Hipótesis: al final del período Cretáceo la actividad volcánica
en la Luna envió hacia la Tierra una lluvia de estas partículas, que
al penetrar en la atmósfera terrestre bloquearon la luz solar en un
grado suficiente como para provocar un enfriamiento global que
supuso el golpe de gracia para los dinosaurios. Objeciones:
las evidencias son débiles. No explica las pautas de extinción.
Comentario: Esta hipótesis fue planteada por el John A. O’Keele,
experto de la NASA, según el cual una erupción lunar que arrojase
unas 25.000 millones de toneladas de ceniza podría haber formado un
anillo alrededor de la Tierra, deteniendo en parte la luz solar.
42. Explosión De
Una Supernova
Dado que:
(1) hace 65 millones de años la distancia del Sol al plano medio de
la galaxia estaba casi en su máximo lo cual lo habría podido exponer
a niveles más altos de radiación cósmica procedente de estrellas
Supernovas, y (2) si explotase cerca del Sistema Solar una estrella
Supernova, la
densidad
de las radiaciones cósmicas (núcleos de átomos, protones,
electrones, rayos gamma y
rayos X),
aumentaría entre 10 y 100 veces los niveles actuales, y se formaría
una onda expansiva magnética, alterando la vida en la Tierra.
Hipótesis: la explosión de una supernova en las cercanías del
Sistema Solar destruyó la capa de ozono y permitió el paso de
radiaciones aumentando la tasa de mutaciones y producido esterilidad
en todos los grandes animales, mientras que los animales de menor
tamaño, que podrían haberse ocultado, los de vida nocturna como los
mamíferos y los que vivían en aguas profundas, habrían sobrevivido
sin problemas. La turbulencia generada afectó la capacidad de
retención del calor atmosférico y el
aire bajo
saturado de agua se desplazó hacia zonas altas donde se formaron
cristales de hielo que desviaron los rayos solares provocando un
fuerte descenso de la temperatura de todo el planeta. La capa de
iridio en el límite Cretáceo/Terciario derivaría de la explosión de
la supernova. El efecto habría sido especialmente importante si
hubiese coincidido con un período de inversión del campo magnético
terrestre. Objeciones: Si hubiese explotado una supernova, en
las arcillas del límite Cretáceo/Terciario debería existir un cierto
contenido de Plutonio-244, que no existe.
Los isótopos de iridio
(Ir191/Ir 193) presentes en la capa indicada son los típicos del
Sistema Solar, por lo tanto no derivan de una Supernova. Para
explicar la alta concentración de iridio en las muestras examinadas,
la estrella debería haber explotado en las cercanías del Sistema
Solar, en un
radio de 100
años-luz, y en tal caso deberían existir evidencias bajo la forma de
una nebulosa. Como tal evidencia no existe, esta hipótesis es
insostenible. Como la intensidad del daño por radiación es en
general proporcional a la cantidad de radiación absorbida en
relación a la masa del animal, se habrían afectado más los pequeños
animales que los grandes, que tienen menor superficie en relación a
su volumen. Los dinosaurios presentaban variadas dimensiones, pero
en general eran mayores que los reptiles sobrevivientes.
Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por I. S. Shklovskii,
del Instituto de
Investigación
Cósmica de la Academia de
Ciencias de
Moscú, y entre 1969 y 1971 desarrollada nuevamente por Dale Russell,
del Museo de Historia Natural de Ottawa, Canadá, el Dr. K. D. Terry,
de la Universidad de Kansas y el físico Wallace H. Tucker, de
Boston. En la década de 1980 fue defendida por Melvin Rudelman, de
la Universidad de Illinois, y por Paolo Maffei, del Observatorio
Astronómico de Catania,
Italia. El
famoso escritor francés J. Bergier afirmó en 1972 que los
dinosaurios fueron extinguidos por extraterrestres creando una
supernova, con el objeto de hacer posible la aparición del ser
humano incremantando la vida inteligente en
el Universo
(!).
43. Actividad
Solar Intensa
Dado que:
(1) el Sol experimenta cambios en su actividad asociados a grandes
turbulencias y manchas solares, y (2) que la mayor actividad solar
incrementa la sobre la Tierra la radiación electromagnética de alta
frecuencia (rayos ultravioleta, rayos X, etc.). Hipótesis: un
incremento inusual de la actividad solar pudo provocar la muerte o
esterilidad de diversos organismos terrestres. Objeciones:
Sin fundamento. Comentario: El papel del Sol en las
extinciones masivas se ha postulado desde 1930. Se ha calculado que
una pequeña reducción de la constante solar cubriría la Tierra de
hielo y un pequeño aumento la convertiría en un desierto
inhabitable. K. D. Terry y Wallace H. Tucker han calculado que el
Sol emitiría radiaciones ionizantes súbitas cada 60 millones de
años. Sin embargo, el estudio de formaciones rocosas llamadas
formaciones de Elatina ha permitido conocer los ciclos solares desde
hace 680 millones de años, concluyéndose que los ciclos de actividad
solar se han mantenido prácticamente sin variaciones. Los
principales ciclos se alternan cada 11 años y hay ciclos adicionales
de menos años.
44. Impacto de
un meteorito
Dado que:
(1) disperso por todo el planeta existe un "nivel negro" rico en
iridio (mineral pesado que se encuentra en cuerpos extraterrestres),
en concentraciones entre 10 y 100 veces superiores a las habituales,
que esta capa muy rica en iridio se localiza en toda la superficie
de la Tierra, mientras que el metal es muy raro en la corteza
terrestre, (2) que contiene granos de cuarzo y otros minerales con
finas estrías cruzadas, con evidencias de haber sufrido una presión
elevada, como las que se encuentras en rocas sometidas a una
colisión violenta, y microtectitas alteradas. Dado que además (3) se
encontró un cráter de 280 km. de diámetro en el límite C/T en la
península de Yucatán en
México,
correspondiente a una cadena semicircular "casi perfecta" de
agujeros que parecen corresponder con el piso de un cráter
gigantesco, que ha sido llamado Chicxulub, que (4) hay evidencias de
depósitos producidos por grandes tsunamis en la misma época en
Texas, México, Haití y otros sitios de la cuenca del Caribe, (5) que
el geólogo Alan Hildebrand encontró en Haití pequeñísimas
estructuras de roca vitrificada denominadas tectitas en la capa
arcillosa correspondiente al limite Cretáceo/Terciario, lo que
indica que en las cercanías se produjo un impacto y (6) que en un
estudio de hojas fosilizadas en Wyoming se encontró que todas las
plantas de tierra y mar murieron aproximadamente al mismo tiempo por
congelamiento.
 |
Hipótesis:
un meteorito de unos 10 km. de diámetro impactó sobre la
Tierra hace 65 millones de años a una velocidad de 25
km./seg., provocando un "invierno nuclear". Primero los
restos incandescentes caídos sobre los bosques y pastizales
provocaron incendios que abarcaron más del 70% de los
continentes, interrumpieron la fotosíntesis y redujeron
prácticamente a cero el índice de oxígeno, siguieron fuertes
vientos, lluvias torrenciales, huracanes y terremotos. Luego
ascendió una densa nube formada por una mezcla de vapor de
agua, gases liberados, polvo, residuos rocosos y elementos
metálicos, cuyos componentes volátiles, suspendidos en el
aire y mezclados con el humo provocado por la fricción del
meteorito con la atmósfera, envolvieron al planeta en una
gigantesca nube impenetrable que se extendió por toda la
estratosfera, impidiendo el paso de los rayos solares. |
Esto dio lugar a un fuerte descenso de la temperatura, que
en todo el mundo cayó desde un promedio de 19oC a 10
grados bajo cero. Los lagos se congelaron y miles de especies de
plantas perecieron. La nube pudo mantenerse durante meses o años,
produciendo la muerte de la vegetación, seguida por los herbívoros y
carnívoros.
Los más
capacitados para sobrevivir fueron los animales de menores
dimensiones, carroñeros y oportunistas (mamíferos, lagartos,
cocodrilos, ofidios), los más perjudicados fueron los más
corpulentos y especializados. A medida que se depositó el polvo y
comenzó a llover, subió la temperatura, dando lugar a una alta
evaporación y produciendo un efecto invernadero, lo cual aumentó la
temperatura y afectó al plancton, muy sensible al calor, produciendo
el derrumbe de las comunidades marinas. Los organismos que forman el
nanoplancton calcáreo emiten un compuesto de azufre que ayuda a la
formación de nubes, que a su vez reflejan la luz solar evitando que
parte de la radiación del Sol alcance la superficie terrestre. La
reducción de estas nubes, como consecuencia de la destrucción del
nanoplancton, pudo haber causado una ola de calor extremo a nivel
planetario. Objeciones: El aumento del nivel de iridio puede
explicarse también por emisiones volcánicas (ver hipótesis 37). El
aumento de iridio se encuentra en varias franjas separadas por medio
millón de años como máximo y es poco probable que la Tierra fuese
golpeada en ese período por una serie de meteoritos.
Aparentemente
los grupos no desaparecieron en forma instantánea en todo el mundo,
habrían desaparecido en forma gradual. Los belemnites e ictiosaurios
habían desaparecido mucho antes del límite C/T, y la mayoría de los
otros grupos estaban en lenta decadencia. La hipótesis del impacto
no explica con claridad las pautas de extinción y sobrevivencia
selectiva de diferentes grupos. Existen registros de impactos de
grandes asteroides sobre la Tierra que aparentemente no causaron
grandes daños, por ejemplo el cráter Manicouagan, en Canadá, se
formó por el impacto de un asteroide de unos 10 km. a fines del
Triásico, sin embargo las extinciones triásicas ocurrieron en dos
oleadas sin presencia de iridio, y el cráter de Popigai, en Siberia,
fue causado por un impacto aún mayor hace 40 millones de años, sin
presencia de iridio ni extinciones. Comentario: Esta
hipótesis, considerada en un principio como una fantasía por la
mayoría de los especialistas, ha ido ganando cada vez más adeptos.
En 1978, mientras realizaban un estudio geológico rutinario, Walter
Alvarez, Frank Asaro y Helen V. Michel encontraron en la región de
Gubbio, Italia, una cantidad inesperada de iridio en el límite entre
los períodos Cretáceo y Terciario. Partiendo de la base de que el
iridio es muy raro en la Tierra, pensaron que podían averiguar la
velocidad de acumulación de la arcilla detectando el iridio
proveniente de la lluvia de micrometeoritos o polvo cósmico que
bombardea continuamente el planeta. Al analizar la arcilla
encontraron que la cantidad de iridio era comparable a la depositada
durante 500 mil años en el resto de la roca.
Descartando
diversas explicaciones posibles llegaron a formular la idea de un
gran impacto proveniente del espacio, idea que propusieron
formalmente en 1980 el físico Luis Alvarez y su hijo Walter,
geólogo, ambos de la Universidad de California. Todavía en 1990,
Walter Alvarez y Frank Asaro decían que "la investigación tiene una
espina: nadie ha hallado ese cráter de 150 kilómetros que el impacto
de un objeto de lo kilómetros debería haber producido". En la misma
época, Alan Hildebrand, que buscaba huellas del meteorito en el
Caribe, decía que "fuera donde fuese que el cráter estuvo, la deriva
continental pudo haberlo hecho desaparecer. Es posible que la teoría
del impacto nunca pueda ser probada más que por evidencias
indirectas". Sin embargo, en 1978 el geofísico Glen Penfield,
empleado por la compañía petrolera Pemex para realizar estudios
paleomagnéticos en el Yucatán, encontró anomalías magnéticas que lo
llevaron a concluir que en la zona de Puerto Chicxulub había hecho
impacto en tiempos prehistóricos un meteorito gigante. Penfield no
pudo informar acerca de su hallazgo, porque
la empresa
Pemex se lo impidió hasta que se iniciara la explotación de
petróleo en
la zona. Cuando en 1981 pudo hacerlo durante un congreso de
geólogos, no estaban presentes los principales especialistas en
cráteres prehistóricos que conocían la propuesta de Alvarez, porque
habían concurrido a otra reunión científica, y nadie relacionó el
informe de
Penfield con la hipótesis sobre la extinción de los dinosaurios
hasta varios años más tarde. Geólogos de todo el mundo hallaron
numerosas pruebas de que el iridio y otros elementos raros en la
Tierra abundaban en la capa intermedia entre el Cretáceo y el
Terciario y se fueron acumulando numerosas y diversas pruebas en
favor de la hipótesis. En 1980, Richard P. Turco y Owen Brian Toon,
con la ayuda de grandes computadoras, demostraron que el polvo
levantado por la caída de un cuerpo de 10 kilómetros oscurecería
completamente la atmósfera durante varios meses.
45. Impacto De
Un Cometa
Dado que:
si un cometa del tamaño del cometa Halley hubiese chocado con la
Tierra habría producido serios trastornos ambientales. Hipótesis:
el impacto de un cometa sobre la Tierra produjo una enorme explosión
nuclear, un rápido aumento de la temperatura y liberado posiblemente
cianuro, veneno que se encuentra en la cabeza cristalina de algunos
cometas, produciendo la muerte de los dinosaurios. Objeciones:
no hay evidencias que permitan suponer el choque de un gran cometa
con la Tierra a fines del Cretáceo. Puesto que los cometas tienen
una baja densidad y están formados fundamentalmente de hielo, es
difícil que pudiese contener la cantidad de iridio y otros minerales
siderófilos, que sí podría contener un meteorito o salir del
interior de la tierra mediante erupciones volcánicas. Comentario:
esta hipótesis fue planteada en 1975 por el geoquímico premio Nobel
Harold Urey, quien sugirió que habría impactado con la Tierra un
cometa del tamaño del Halley. Fue apoyado en 1979 por Kenneth J. Hsü,
del Instituto Geológico de Zurich, quien agregó la posibilidad de
que el cianuro presente en el cometa envenenara las aguas y
eliminara el plancton. Ha recibido posteriormente apoyo por parte de
los partidarios de la idea de que las extinciones masivas han sido
fenómenos producidos a intervalos regulares.
6. ¿Son
las extinciones sucesos regulares?
Diversos
investigadores han planteado la posible existencia de ciclos
regulares de extinciones. En 1977, Fisher y Arthur sugirieron que
las extinciones biológicas masivas se producirían cada 32 millones
de años, basándose en especies marinas. David Raup y John Sepkoski
fortalecieron en 1983 la
hipótesis
de Fisher-Arthur mediante
análisis
estadístico fino de un gran
volumen de
datos.
Observaron que en 567 familias de organismos marinos durante los
últimos 250 millones de años, cada 26 millones de años
aproximadamente se extinguen al menos 2% de las familias. Un
análisis de los datos efectuado por W. T. Fox en 1987 apoyó la idea,
calculando que es estadísticamente significativa la relación entre
las extinciones masivas y los períodos de 16 millones de años.
Basándose en la compilación de cráteres, Rampino y Stothers
identificaron ciclos de impactos de grandes meteoritos cada 31+
1 millón de años, para lo cual consideraron como "extinción masiva"
a aquellas que superan el 10%.
Si el
cataclismo fue producido por el impacto de varios grandes objetos
extraterrestres, y si las extinciones masivas se producen en forma
cíclica, entonces debe buscarse la causa de tales impactos múltiples
simultáneos. Alrededor del
Sistema Solar
existe un amplio campo de cometas que gira alrededor del Sol. Desde
allí podrían desencadenarse lluvias cometarias masivas por la
influencia de algún agente cósmico de influencia cíclica. Se han
planteado al respecto tres hipótesis:
a) Cruce del
Plano Galáctico: En su
movimiento
alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, el
Sistema
Solar se mueve con oscilaciones hacia uno y otro lado del plano
galáctico, con una periodicidad de 67 millones de años, de manera
que cruza este plano cada 33+ 3 millones de años. Las
extinciones podrían coincidir con el cruce del plano galáctico. La
densidad de
materia en
el plano galáctico es muy elevada; el paso a través del plano
galáctico podría inducir impactos de grandes meteoritos o
desestabilizar a los cometas de la nube de Oort, los que adquirirían
una órbita muy elíptica penetrando hacia el interior del Sistema
Solar.
b) Némesis,
la "estrella asesina": El Sistema Solar podría ser doble,
el Sol
tendría una estrella compañera no descubierta, que ha sido llamada
"Némesis", que podría ser una estrella del tipo de las enanas negras
(de menos de un décimo de la masa solar y luminosidad muy baja) ,
una estrella enana marrón o un agujero negro. Némesis tendría una
órbita muy excéntrica, con su posición más lejana en relación al Sol
cerca de la nube de Oort, o bien una órbita moderadamente excéntrica
y cuyo paso por la mínima distancia al sol ocurriría a través de
dicha nube.
c) El planeta
"X": De acuerdo a otra idea, existiría un décimo planeta en el
Sistema Solar, aún no descubierto, al que se le ha llamado "planeta
X", cuya masa sería de la quinta parte de la masa terrestre, lo cual
explicaría que aún no se haya observado. El planeta X giraría
alderredor del Sol en una órbita muy inclinada y constantemente
cambiante por las influencias gravitacionales de otros
planetas,
lo cual explicaría que intercepte a la nube de Oort en intervalos
muy prolongados.
Muchos
paleontólogos han criticado estas hipótesis aduciendo que tal
periodicidad de las extinciones no existe. Los cálculos efectuados
parecen aplicarse solamente a los últimos 250 millones de años.
Según Van Valen, la supuesta periodicidad se esfuma si en lugar de
considerarse porcentajes se considera las probabilidades de
extinción, basándose en las apariciones, desapariciones y duración
de los
grupos.
Si se demostrase que las extinciones masivas son sucesos que ocurren
cíclicamente en forma regular, no podrían desecharse causas
terrestres, como por ejemplo la hipótesis de Margalef.
7. Un posible
consenso
Hay gran
cantidad de paleontólogos que apoya el
modelo
gradual, porque creen que los restos fósiles apoyan una disminución
constante en cantidad y variedad de
dinosaurios
y otros grupos hacia fines del Cretáceo, lo que podría deberse a los
cambios climáticos y ambientales ligados a la gran regresión marina
de fines del Cretáceo, pero a la vista de la solidez de las
evidencias mostradas por los catastrofistas están dispuestos a
aceptar que a ello se agregaron, casualmente, algunas condiciones
catastróficas que aceleraron el final inevitable de por lo menos una
parte de esos grupos.
Es posible
que tres causas influyeran en algún grado en la
crisis
de fines del Mesozoico, que llevó a la desaparición final de los
dinosaurios: la regresión marina habría hecho desaparecer
gradualmente a los dinosaurios y habría determinado la extinción de
belemnites e ictiosaurios, posteriormente se produjo el impacto de
varios asteroides y las grandes erupciones volcánicas del Decán que
sellaron definitivamente la suerte de los dinosaurios que aún
existían.
Si se
demostrara que los dinosaurios se extinguieron en forma brusca,
quedarían dos explicaciones posibles: el impacto de un meteorito y
el intenso vulcanismo de fines del Cretáceo. En ambos casos, la
inyección hacia la
atmósfera
de cantidades extraordinarias de polvo, aerosoles y
gases,
seguida por lluvias ácidas, habría provocado una cascada de
accidentes
climáticos que la mayoría de las especies no pudieron resistir. Se
produjo primero el oscurecimiento de la atmósfera, que inhibió la
fotosíntesis
e hizo disminuir rápidamente la
temperatura;
a continuación, el vapor de
agua y el
anhídrido carbónico provocaron un fuerte recalentamiento. Después se
habrían acidificado los océanos.
El mejor
apoyo de la hipótesis del meteorito es el cráter Chicxulub, de 280
km. de diámetro, que se formó en el límite C/T en la península de
Yucatán. La mejor evidencia en favor del vulcanismo es la existencia
de casi 1.300 km. cuadrados de lava en la meseta Decán, depositadas
al finalizar el Cretáceo. Las altas concentraciones de arsénico y de
antimonio asociadas a la anomalía del iridio sugieren un origen
volcánico, pero justo debajo de los grandes
cursos
de lava se encontraron granos de cuarzo amalgamados por grandes
presiones, lo que indica que se formaron con el impacto. En apoyo
del impacto se pueden agregar la presencia de stishovita en la
arcilla del límite C/T en Nuevo
México y la
presencia de espinelas niquelíferas, que se interpretan como
vestigios del propio meteorito.
Es posible
que ambos acontecimientos estén vinculados: los impactos de grandes
meteoritos que habría penetrado de 20 a 40 km. en
la tierra,
podrían haber perturbado de tal forma a la delgada corteza terrestre
como para desencadenar erupciones volcánicas. Al dejar al
descubierto el magma, formado por las
rocas
fundidas del interior de la
Tierra, lo
habrían hecho surgir hacia la superficie en forma de lava, por lo
tanto es posible que las erupciones de la
India se
produjeran a consecuencia de la caída del meteoro. D. Alt y
colaboradores propusieron en 1988 que la lava basáltica del Decán
pudo formarse como los mares de la Luna: el impacto de un meteorito
forma un cráter profundo que es llenado desde abajo por lava
hirviente. Al sur de las islas Seychelles y a unos 480 km. al
nordeste de Madagascar, en la cuenca del Almirante, se localiza lo
que aparenta ser un cráter de 320 km. de ancho. El impacto de un
enorme meteorito en esa zona podría haber activado los grandes
cursos de lava que formaron la meseta Decán y las Islas Seychelles.
Quizás
cayeron simultáneamente dos grandes meteoritos, uno en Yucatán y
otro en la cuenca del Almirante, y algunos creen que este último
desató las erupciones de Dacán, que sumaron sus efectos a los de los
meteoritos. Considerando las
características
de espinelas encontradas en distintas partes del mundo en sedimentos
del límite C/T, se piensa en la caída de varios cuerpos del espacio,
como lo que sucedió al cometa Shoemaker-Levy, que se fragmentó en
más de veinte trozos que cayeron sobre Júpiter.
8.
Bibliografía
Agustí, J. (edit)
1996 La
lógica
de las extinciones. Tusquets.
Alberch, P. y otros 1990 Dinosaurios, Museo Nacional de
Ciencias Naturales,
Ed. Iberduero.
Allaby, M. y J. Lovelock 1987 La gran extinción. El fín de los
dinosaurios, Ed.
Blume.
Alt, D.; J. M. Sears y D. W. Hyndman 1988 Terrestrial maria: the
origins of large basalt plateaus, hotspot tracks and spreading
ridges. Journal of Geology 96:647-662.
Alvarez, L. W. 1983 Experimental evidence that an asteroid impact
led to the extinction of many species 65 million years ago. Proc.
Nat. Acad. Sci. 80:627-642.
Alvarez, L. W.; W. Alvarez; F. Asaro y H. V. Mitchel 1980
Extraterrestrial cause for the Cretaceous-Tertiary extinction.
Science
208:1095-1108.
Alvarez, W. 1998 Tyrannosaurus rex y el cráter de
la muerte.
Ed. Crítica.
Alvarez, W. y F. Asaro 1990 El impacto de un cuerpo extraterrestre,
Investigación
y
ciencia 171:
46-53.
Archibald, J. D. y W. A. Clemens 1982 Late Cretaceous extinctions.
Amer. Sci. 70:377-385.
Audouze, J. 1982 El geólogo, el astrofísico y el fin de los
dinosaurios, Mundo Científico 1:64-66.
Benton, M.J. 1991 Tras las huellas de los dinosaurios. Ed. Acanto.
Benton, M.J. 1995 Paleontología y
evolución de
los vertebrados. Ed. Perfils.
Blaschke, J. 1980 El enigma de la desaparición de los dinosaurios.
A.T.E., edición especial para Libroexprés.
Charig, A. 1988 La verdadera
historia de
los dinosaurios.
Ed.
Salvat.
Cohen, D. 1969 The great dinosaur disaster. Science Digest
65(3):45-52.
Colbert,
E. H. 1965 El
libro
de los dinosaurios. Eudeba.
Courtillot, V.E. 1990 Una erupción volcánica, Investigación y
ciencia 171: 54-62.
Cowen, R. 1996 The Day the Dinosaurs Died, Astronomy 24(4):34-41.
Desmond, A. 1993 Los dinosaurios de
sangre
caliente. Plaza & Janés.
Erickson, J. 1992 La extinción de las especies. McGraw-Hill.
Erickson, J. 1992
Objetivo la
Tierra. Colisiones con asteroides: pasado y futuro.
McGraw-Hill.
Fox, W. T. 1987 Harmonic analysis of periodic extinctions.
Paleobiology 13:257-271.
Ginsburg, L. 1975 Comment tuer les dinosaures. Sciences et Avenir
Junio:602-607.
Gould, S.J.
1984 El impacto de un asteroide, en Dientes de gallina y dedos de
caballo, pp. 341-352. Ed. Hermann Blume.
Gould, S.J. (edit.) 1993 El libro de la vida. Ed. Crítica.
Gould, S.J. 1995 El
sexo,
las drogas,
los desastres y la extinción de los dinosaurios, en La sonrisa del
flamenco, pp. 353-361.
Ed.
Hermann Blume.
Hallam, A. 1984 The Causes of Mass Extinctions. Nature 308.
Hallam, A. 1987 End-Cretaceous mass extinction event: argument for
terrestrial causation. Science 238:1237-1242.
Jepsen, G. L. 1964 Riddles of the Terrible Lizards. American
Scientist 52.
Kahn, F.
1963 El libro de la
Naturaleza.
Aguilar.
Kerr, R. A. 1987 Asteroid impact gets more support. Science
236:666-668.
McGowan, C. 1993 Dinosaurios y dragones de mar. Ed. Crítica.
Newell, N. D. 1963 Crises in the History of Life. Scientific
American 208(2):76-92.
Norman, D.
1993 El mundo de los dinosaurios. Ed. del Prado.
Poupeau, G. 1984 Colisión con un meteorito en el cretácico, Mundo
Científico 22:190-197.
Raup,
D. M. 1981 Extinction. Bad genes or bad luck?. Acta Geol. Hispanica
16(1-2):25-33.
Raup, D. M. y J. J. Sepkoski 1986 Periodic extinction of families
and genera.
Science
231:833-835.
Ribes, D. 1993 Desaparición de las especies. Espacio y Tiempo.
Rocchia, R. 1994 La catástrofe del final de la Era Secundaria, Mundo
científico 143:118-127.
Rocchia, R. y otros 1997 El fin de los dinosaurios (colección de 7
artículos de diferentes autores). Mundo Científico 176:139-157.
Romer, A. S. 1972 La evolución animal. Tomo II. Ed.
Destino.
Russell, D. A. 1979 The enigma of the extinction of the dinosaurs.
Ann. Rev. Earth Planet Sci. 7:163-182.
Russell, D. y W. Tucker 1971 Supernovae and the extinction of the
dinosaurs.
Nature
229:553-554.
Sanz, J. L. 1999 Mitología de los dinosaurios, Taurus.
Simpson, G.G. 1985 Fósiles e historia de la vida, Ed.
Labor.
Sloan, R. E.; J. R. Rigby; L. M. Van Valen y D. Gabriel 1986 Gradual
dinosaur extinction and simultaneous ungulate radiation in the Hell
Creek Formation. Science 232:629-633.
Swain, T. 1976 Angiosperm-reptiles coevolution. En Bellairs, A. A. y
C. B. Cox (eds.), Morphology and Biology of Reptiles, Academic
Press, pp. 107-122.
Vignati,
A. 1976 El ocaso de los dinosaurios. A.T.E.
Wilford, J.N. 1993 El enigma de los dinosaurios, RBA editores.
|
Paleofauna Extinta de Australia.
|
|
No solo en la actualidad viven criaturas raras.
|
|
|
|
Por Mariano
Magnussen Saffer. Texto divulgativo publicado originalmente
en |
|
Paleo,
Boletín
Paleontológico. Año 4. Numero 19. Septiembre de 2006.
|
|
Contactos en
www.magnussensaffer.paleontologia.net.ar -
marianomagnussen@yahoo.com.ar |
Nota:
Si bien este articulo fue publicado previamente, el mismo se
encuentra en actualización periódica, sobre todo en el agregado de
texto. Para consultar su ultima actualización, ver en el pie del
articulo.
Geología y origen.
Oceanía, continente
que comprende la mayoría de las islas del océano Pacífico. Las
subdivisiones tradicionales de las islas de Oceanía son Melanesia,
Micronesia y Polinesia, definidas por su situación geográfica y las
características físicas y culturales de sus habitantes. Según la
Organización de las Naciones Unidas, Oceanía también incluye el
territorio insular de Australia y Nueva Zelanda.
El aislamiento
de las tierras oceánicas explica la peculiaridad de la flora y la
fauna, sobre todo la australiana, entre la que destacan la presencia
de marsupiales, desaparecidos en el resto de la Tierra.
Australia era
originalmente parte del antiguo continente de Gondwana, que, a su
vez, había formado parte con anterioridad del macrocontinente único
conocido como Pangea.
 |
Desde un punto
de vista geológico, se puede afirmar que Australia es, en su
mayoría, muy vieja; las formaciones rocosas más antiguas que
se conocen datan de hace 3.000 o 4.300 millones de años
(ver Paleo, Boletín Paleontológico numero 18).
Éstas componen el núcleo del antiguo continente que, junto
con la Antártida, se separó del resto de Gondwana durante el periodo
jurásico, hace unos 180 millones de años, y empezó a desplazarse en
dirección este y norte. Australia emergió como la isla principal del
aislado continente de Oceanía hace aproximadamente 100 millones de
años; desde entonces, su vida, en términos geológicos, ha sido
breve, y se está aproximando a Asia, con la que llegará a
colisionar. |
Las rocas
sedimentarias de la Gran Cordillera Divisoria se depositaron dentro
de un gran geosinclinal durante un periodo que se prolongó durante
casi todo el paleozoico y que finalizó hace unos 245 millones de
años. Fuerzas de compresión plegaron estas rocas al menos en dos
ocasiones, dando lugar así a las cordilleras y elevaciones
volcánicas.
Paleofauna de
Australia del Cenozoico medio – superior.
Muchos de los
mamíferos primitivos tenían una especie de saco en la piel, o
marsupio, en la que cargaban sus crías en desarrollo, mientras que
otros mamíferos desarrollaron un útero dentro del cuerpo para sus
crías. Los marsupiales se hicieron famosos por varios representantes
australianos que viven en la actualidad, y por otros que se han
extinguido, los cuales citaremos brevemente.
El León
marsupial es el nombre que se da popularmente a la especie de
marsupial
carnívoro
de nombre científico Thylacoleo carnifex, hoy extinta,
cuyos restos
fósiles
proceden de
Australia.
Al contrario que otros marsupiales cazadores como el
tigre
o el
diablo de
Tasmania,
el león marsupial no pertenecía al clado
Dasyuromorphia,
sino que era un representante de los
Diprotodontia,
grupo al que también pertenecen dentro de distintas familias los
canguros,
koalas
y
wombats.
La línea evolutiva
de los tilacoleónidos se separó de las de otros diprotontes hace
unos 24 millones de años, durante el
Oligoceno,
momento en el que comenzó a producirse el cambio de la dieta
vegetariana a la omnívora y posteriormente carnívora.
Las formas de esta
familia fueron de tamaño pequeño y vida arborícola hasta finales del
Plioceno,
unos 2 millones de años atrás, cuando un clima más seco redujo la
extensión de los primitivos
bosques
australianos y su sustitución por una
sabana
arbolada. En este hábitat prosperó la última especie del grupo,
Thylacoleo carnifex.
|
 |
|
Esqueleto y
reconstrucción de
Diprotodon
australis.
Cráneo de
Sthenurus tindalei y Thylacoleo carnifex. |
Los leones
marsupiales eran carnívoros cuadrúpedos de 90 cm. de altura y 251
cm. de longitud, más o menos del tamaño de un
leopardo
grande. Estas medidas pueden parecer modestas, pero dentro de los
marsupiales (que suelen tener tamaños menores que los de sus
homólogos placentarios, debido a su particular sistema de
desarrollo), son bastante respetables. De hecho, el león marsupial
es el marsupial carnívoro de mayor tamaño conocido, sólo seguido de
cerca por el
Thylacosmilus
del
Plioceno
de Argentina, similar al diente de sable. Con una constitución
fuerte, se estima su peso en 163 kilos.
Los rasgos más
extraños del león marsupial se encuentran en las mandíbulas, y son
debidos a sus primitivos orígenes vegetarianos. Debido a su dieta
herbívora, todos los diprotodontes del Oligoceno hacía ya tiempo que
habían reducido considerablemente o perdido sus
colmillos,
y los tilacoleónidos no volvieron a desarrollarlos. En su lugar, los
incisivos y premolares se hicieron cortantes y pasaron a cumplir la
función de capturar y matar las presas. La mandíbula era
excepcionalmente robusta y recientemente se ha calculado la presión
de su mordida en unos 100 kg., lo que convierte al Thylacoleo
en el mamífero con el mordisco más potente en relación a su
tamaño que ha existido. Esto le permitía matar presas mucho más
grandes que él, como los grandes canguros de la subfamilia de los
estenurinos o incluso al
Diprotodon,
el marsupial más grande que ha existido, de tamaño algo mayor al de
un
rinoceronte
blanco.
 |
La
cola era bastante larga y gruesa, seguramente para ayudar a
equilibrar el animal durante la carrera, y el cuerpo corto,
con un pecho ancho de músculos macizos. Las cuatro patas
tenían una longitud similar, aunque los músculos de las
delanteras estaban más desarrollados, pues servían para
aferrar a las presas antes de morderles la garganta, como
hacen actualmente los grandes
felinos.
En
cuanto a los pies, éstos se apoyaban totalmente durante la
marcha, como ocurre en los
osos
o los humanos, y no sobre los dedos, como en los felinos y
cánidos.
De sus ancestros arborícolas conservaban un pulgar oponible
en cada pie, los dos de las patas traseras estaban
desprovistos de uña, pero los de las delanteras estaban
coronados por una enorme garra curva que utilizaban para
aferrarse a los cuerpos de sus víctimas, junto con las de
los otros cuatro dedos.
<<<<<Cáscaras de huevo de Genyornis
newton
y reconstrucción. |
El hábitat de estos
animales eran las sabanas arboladas que cubrían el centro de
Australia durante el Pleistoceno. En los últimos tiempos de esta
época el clima se hizo más seco y las sabanas fueron paulatinamente
sustituidas por estepas y desiertos, lo que ocasionó un descenso de
los animales vegetarianos que vivían en este medio, como los
estenurinos y diprotodontes, así como de sus depredadores. En un
primer momento se fechó la extinción del león marsupial hace 50000
años y se adjudicó exclusivamente a la consecuencia de estos cambios
climáticos, pues no había evidencia de que por esas fechas hubiesen
aparecido en Australia otros competidores.
 |
Sin embargo,
posteriormente se han encontrado pruebas de que los leones
marsupiales sobrevivieron alrededor de 20000 años más, y de que los
humanos ya habían llegado a Australia hace 50000 años o incluso
antes. Se ha señalado que
la descripción de algunas bestias presentes en leyendas de los
aborígenes australianos concuerda vagamente con lo que se sabe de
los leones marsupiales. Aunque hoy día se sigue considerando al
cambio climático como el principal responsable del descenso de las
presas de este animal y por tanto de su extinción, también es
probable que éstos fuesen acelerados por la llegada a la isla del
Homo sapiens. |
Uno de los
representantes mas antiguos y extinto durante el siglo XX fue el
Lobo marsupial o Tilacino, también llamado lobo de
Tasmania, cuyos restos fósiles datan en el continente de Oceanía
desde el Pleistoceno. Esta especie había quedado restringida a la
isla de Tasmania, ya que la destrucción de su hábitat, la caza y la
competencia con otras especies introducidas ocasionaron su
desaparición de la isla de Australia. El último ejemplar que
permanecía en estado salvaje desapareció en 1930 y en 1936 lo hizo
el último lobo marsupial que se encontraba en cautividad. Era un
animal del tamaño de un lobo pequeño y se parecía bastante a un
perro, excepto en la cola, que era rígida y terminada en punta. El
pelaje era pardusco, corto y basto, con bandas negras
características a lo largo de la espalda.
Causaron los
humanos un colapso en el ecosistema de la antigua Australia?
La investigación ha
sido realizada por científicos del Instituto Carnegie, la
Universidad de Colorado, la Universidad Nacional Australiana y el
Bates College. Las extinciones ocurrieron hace entre 45.000 y 55.000
años. Los investigadores han encontrado, en antiguos cascarones de
huevo y en dientes de wombat (animal que se parece a un perezoso),
evidencias de su dieta y del ambiente en que vivían, lo que les ha
aportado suficiente información sobre los últimos 140.000 años para
poder reconstruir lo que sucedió.
|
 |
|
Aspecto de
Thylacoleo carnifex, Diprotodon australis, Procoptodon
goliat y Palorchestes ásale. |
Los restos
muestran síntomas de un rápido cambio de dieta en el momento de las
extinciones. Los investigadores creen que los incendios masivos
provocados por los primeros humanos del lugar pudieron haber
alterado el ecosistema original de arbustos, árboles y hierbas,
dando paso al actual, dominado por la maleza desértica adaptada al
fuego.
Los científicos representaron en gráficos los cambios de dieta
experimentados a lo largo de 140.000 años por dos especies grandes
de aves incapaces de volar -el ahora extinguido Genyornis
y el hasta hoy día presente emú (Dromaius)- en
tres lugares de Australia. Luego corroboraron sus hallazgos
utilizando dientes antiguos de wombat.
 |
Los cascarones de huevo y los dientes contienen rastros de la dieta
de estos animales en distintas formas de carbono. Las tres especies
eran herbívoras. Los variados tipos de plantas metabolizan
diferentes formas de carbono de maneras distintivas gracias al CO2
que toman durante la fotosíntesis. Las variedades de carbono se
preservaron en los cascarones y en los dientes, y proporcionaron el
medio para saber qué tipo de plantas comían los animales. Los
investigadores observaron un brusco cambio en el tipo de plantas que
coincidía con la llegada de los humanos. El cambio de dieta marcó el
comienzo de las extinciones. |
Los animales que
más dependían de las plantas más sabrosas, no sobrevivieron. Ese fue
el caso del
Genyornis. Los animales que se adaptaron a las plantas menos
nutritivas, sí lo consiguieron, como lo logró el emú.
¿Qué hizo que
los científicos señalasen a los humanos como los instigadores de
estos cambios ecológicos? Primero, descartaron al sospechoso de
siempre: un cambio climático global. Observaron sus datos en
intervalos de 15.000 años hasta remontarse a 140.000 años atrás. El
período incluyó cambios climatológicos importantes, pero no hubo
alteraciones en la dieta y el entorno hasta la abrupta transición
que coincidía con la llegada del Hombre. De esta forma, los humanos
pasamos a ser los principales sospechosos.
No obstante, los investigadores no creen que el exceso de caza o
nuevas enfermedades provocasen las extinciones, debido a que sus
estudios alcanzaron la transición ecológica en la base de la cadena
alimentaria. Los grupos de gente causaban incendios a gran escala
por una gran variedad de razones, entre las que se incluían la caza,
el despeje y hacer señales a otros grupos. Apoyándose en esta
evidencia, los cambios inducidos por los humanos resultan ser la
mejor opción para explicar esta crítica fase.
Lista de las
principales criaturas extintas en Australia:
Sthenurus tindalei, Thylacinus cynocephalus, Genyornis
newton, Thylacoleo
carnifex, Diprotodon australis, Megalibgwilia ramsayi, Sthenurus
tindalei, Propleopus
oscillans,
Palorchestes ásale, Zygomaturus trilobus, Anthropornis
nordenskjoeldi y
Procoptodon goliat.
Ver
mas Artículos de Divulgación Paleontológica Internacional |