MegaFauna Web. Que es un Dinosaurio. Identificando a los Gigantes del Pasado. Paleofauna Extinta de Australia. Cuarenta y cinco hipótesis acerca de la extinción de los dinosaurios. Urumaco, tierra de fósiles venezolanos.
 
   

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*** Paleontología Internacional ***

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Que es un Dinosaurio. Identificando a los Gigantes del Pasado.

Por Mariano Magnussen Saffer. Grupo Paleo. Fragmento del articulo tomado de: Magnussen Saffer, Mariano (2009). Que es un Dinosaurio. Identificando a los Gigantes del Pasado. Paleo, Boletín Paleontológico. Año 7. 38: 11 -17. marianomagnussen@yahoo.com.ar

Desde el punto de vista de los seres humanos, los dinosaurios son criaturas que llaman la atención porque la mayoría fueron de gran tamaño y tenían aspecto fantástico. Por este motivo han cautivado la imaginación de la gente y se han hecho famosos en la cultura popular desde finales del siglo XIX. Las exposiciones, parques temáticos y museos dedicados al tema en todo el mundo satisfacen y refuerzan el interés del público. El interés popular por los dinosaurios se refleja también en una larga serie de obras de ficción y documentales a ellos dedicados. Los dinosaurios proliferaron desde mediados del período Triásico hasta el final del Cretáceo (210-225 a 65 millones de años atrás), momento en que la mayoría de ellos, con excepción de las aves, se extinguieron repentinamente.

Estos grandes reptiles dominaron la tierra durante la era Mesozoica (o Secundaria). Los herrerasaurios y los prosaurópodos fueron unos de los primeros grupos de dinosaurios en dar lugar a formas más evolucionadas. Los saurópodos y terópodos crecieron en tamaño y se dispersaron por todos los actuales continentes. En este período también aparecieron los primeros ornitisquios como el Stegosaurus. Ya en el Cretácico la variedad anatómica y la distribución geográfica del grupo alcanzaron su apogeo. Pero finalmente colapsaron ante un fenómeno de proporciones globales aún no enteramente explicado en lo que fue la última extinción masiva a escala planetaria hasta nuestros días.

El conocimiento sobre los dinosaurios ha sido obtenido a través de una variedad de registros fósiles, óseos y no óseos, como huesos fosilizados, huellas de pisadas (icnitas), heces (coprolitos), piedras usadas para ayudar en la digestión (gastrolitos), plumas, impresiones de piel, órganos internos y tejidos blandos. Varios campos de estudio contribuyen a nuestro conocimiento paleontológico de estas bestias, incluyendo, además de la biología, la genética, la geología, la física y la química.

Los fósiles de dinosaurio son conocidos desde hace milenios, aunque su naturaleza verdadera no fuera entendida; los chinos pensaron que tales huesos eran de dragones, mientras los europeos creyeron que eran los restos de gigantes y otras criaturas muertas durante el Diluvio Universal.

La primera especie de dinosaurio identificada y nombrada fue el Iguanodon, descubierto en 1822 por el geólogo inglés Gideon Mantell, quien reconoció semejanzas entre sus fósiles y los huesos de las actuales iguanas. Dos años más tarde, el Reverendo William Buckland, un profesor de geología de la Universidad de Oxford, desenterró los huesos fosilizados de Megalosaurus bucklandii en una cantera de Stonesfield, al norte de Oxford. Buckland fue la primera persona en describir su hallazgo en un diario científico.

El estudio de estos "grandes lagartos fósiles" pasó a ser un sumo interés para científicos europeos y americanos: en 1842 el paleontólogo inglés Richard Owen creó el término "dinosaurio". Reconoció que los restos que habían sido encontrados hasta ese momento, Iguanodon, Megalosaurus e Hylaeosaurus, compartían un número de rasgos distintivos, y decidió presentarlos como un grupo taxonómico distinto. Con el apoyo del príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, marido de la Reina Victoria, Owen estableció el Museo de Historia Natural en Kensington Sur, Londres, para mostrar la colección nacional de fósiles de dinosaurios y otros objetos de interés biológico y geológico

El término Dinosaurio fue propuesto por Sir Richard Owen en 1842 para nombrar a los enormes y extintos reptiles que se habían hallado por primera vez en Gran Bretaña. Esta palabra se deriva del griego Deinos, "terrible" y Sauros, "lagarto" o "reptil". Dinosauria constituye un superorden de la clase de los saurópsidos. Se considera que forman un taxón monofilético por presentar una serie de claras sinapomorfias que los unen, como el fémur articulado con la pelvis por medio de un cóndilo dispuesto en ángulo respecto de aquél, y hueco en la pelvis. Se trata de la misma disposición que se presenta en los mamíferos, y que permite que las patas traseras sostengan al cuerpo actuando como pilares, lo que repercute decisivamente en la habilidad motriz. Los dinosaurios se clasifican tradicionalmente según la estructura de su cadera.

Dinosauria (denominacion griega de "lagartos terribles") o dinosaurios es un superorden de animales vertebrados que dominaron los ecosistemas del Mesozoico durante unos 160 millones de años, alcanzando una gran diversidad y, algunos, tamaños gigantescos. Una de sus principales características distinguibles es que poseían las patas situadas por debajo del cuerpo, como los mamíferos, y no hacia los costados, como la mayor parte de los reptiles. Los dinosaurios eran reptiles originariamente bípedos, aunque el cuadrupedismo resurgió en varios grupos distintos. Durante los últimos años se han acumulado pruebas científicas muy contundentes de que pequeños dinosaurios carnívoros dieron origen a las aves durante el periodo Jurásico. De ahí que, actualmente, las aves estén clasificadas dentro de Dinosauria. Los dinosaurios se confunden frecuentemente con otros tipos de reptiles antiguos, como los alados pterosaurios, los terápsidos pelicosaurios y los acuáticos ictiosaurios, plesiosaurios, y mosasaurios, aunque ninguno de estos era realmente dinosaurio.

Los dinosaurios fueron extremadamente variados y dominaron el ecosistema terrestre durante 160 millones de años. Se caracterizaban principalmente por ser ovíparos y de piel dura y escamosa (aunque se ha descubierto que muchos poseían plumas). Muchos tenían defensas físicas adicionales que fueron desarrollando al paso de la era Mesozoica, como cuernos, garras, picos córneos, "armaduras", etc. La diversidad de tamaños es típica del grupo. Algunos géneros fueron bípedos, otros cuadrúpedos y algunos, como el Kritosaurus, podían adoptar ambas configuraciones. Se presume que las poblaciones de herbívoros, carnívoros, omnívoros e insectívoros seguían las proporciones de la fauna actual, cada diez herbívoros había dos carnívoros.

Los dinosaurios surgieron hace aproximadamente 230 millones de años, en el período Triásico, unos 20 millones después de que la extinción masiva del Pérmico-Triásico hiciera desaparecer un 95 por ciento de toda la vida en la Tierra. Dataciones radiométricas de fósiles de la especie temprana de dinosaurio Eoraptor revelan su existencia en este momento. La mayoría de los paleontólogos cree que el Eoraptor se parece al ancestro común de todos los dinosaurios. [   ]De ser esto cierto, los primeros de estos animales habrían sido pequeños predadores bípedos. Aun así, el Herrerasaurus fue sin dudas un dinosaurio más antiguo y muestra rasgos similares con el Saltoposuchus y otros de su grupo de tecodontos.

Las primeras pocas líneas de dinosaurios primitivos se diversificaron velozmente durante el resto del Triásico, y estos seres desarrollaron prestamente características y variedad de tamaños adaptados a la vida en casi todos los nichos ecológicos terrestres. Se debió a la gran adaptabilidad que poseían para su dieta, agilidad e inteligencia de algunos seres como el Coelophisis al compararse con otros tipos de reptiles. Durante la era de su predominancia, la Mesozoica, casi todos los animales terrestres de más de un metro de largo eran dinosaurios.

Con la nueva reforestación durante el Jurásico y el predominio de las grandes coníferas y praderas de pteridófitos muchos grupos (y se establecían los dos órdenes y sus respectivos y principales subórdenes). Tanto herbívoro como carnívoros crecieron a un gran ritmo adaptándose al follaje. Los más conocidos son los saurópodos que habitaron todo el mundo. Poseían dientes estrechos y largos para masticar estas plantas e incluso tragaban rocas para su digestión, llamados gastrolitos. Los demás consumían un follaje más bajo como el Stegosaurus, el Camptosaurus o el enorme Argentinosaurus. Los carnívoros desarrollados en este orden fueron los carnosaurios, mientras los celurosaurios preferían carroña, huevos o insectos.

Durante el cretácico los dinosaurios invadieron todo el planeta, desde el Sahara por el Ouranosaurus hasta la Antártida por el Cryolophosaurus. Con la diversificación de las angiospermas aparecieron nuevos herbívoros como el Saurolophus. Respecto a éstos, a diferencia de la primera teoría, se sabe que no desterraron del todo al ecosistema jurásico. Es demostrado en Sudamérica y África cuando los saurópodos como el Argentinosaurus alcanzaron sus tamaños límites al igual que los carnívoros como el Giganotosaurus.

Los dinosaurios (incluyendo las aves) son arcosaurios, como los modernos cocodrilos. Los cráneos diápsidos de los arcosaurios tienen dos agujeros localizados donde los músculos de mandíbula atan, llamado fenestra temporal. La mayor parte de reptiles (incluyendo a las aves) son diápsidos; mamíferos, con sólo una fenestra temporal, son llamados sinápsidos; y las tortugas, sin fenestra temporal, son anápsidos. Anatómicamente, los dinosaurios comparten muchas otras características de arcosaurio, incluyendo los dientes que nacen de alveolos más bien que como las extensiones directas de las mandíbulas. Dentro del grupo Archosauria, los dinosaurios son diferenciados el más perceptiblemente por su paso. Las piernas de dinosaurio se extienden directamente bajo el cuerpo y son rectas, mientras que las piernas de lagartos y cocodrilos se extienden hacia fuera, sobresaliendo. Todos los dinosaurios eran animales terrestres.

Muchas otras clases de reptiles vivieron en la era Mesozoica, con los dinosaurios. Algunos de éstos son comúnmente, pero incorrectamente, considerados como dinosaurios, incluyendo a los plesiosaurios (que no están relacionados estrechamente con los dinosaurios) y los pterosaurios, que se desarrollaron separadamente de antepasados reptiles de finales del Triásico. Los dinosaurios están divididos en dos órdenes, Saurischia y Ornithischia, los cuales se basan en la estructura de la cadera. Los saurisquios (del griego para Pelvis de lagarto) son dinosaurios que al principio conservaron la estructura de la cadera de sus antepasados.

Ellos incluyen todo los terópodos (carnívoros bípedos) y saurópodos (herbívoros de cuello largo). Los ornitisquios (del griego para Pelvis de ave) son el otro orden de dinosaurios, la mayoría de éstos eran cuadrúpedos herbívoros. Todos los dinosaurios que se conocen hasta la fecha comparten ciertas modificaciones del esqueleto ancestral de los arcosaurios. A pesar de que algunos géneros desarrollaron consecuentes adaptaciones que pronunciaron aún más las diferencias estructurales, esos rasgos básicos son considerados como típicos del orden Dinosauria; dichas cualidades comunes a los miembros de un grupo taxonómico reciben el nombre de sinapomorfias.

Se sugiere asimismo que el grupo Dinosauria sea caracterizado como "todos los descendientes del más reciente ancestro común del Megalosaurus e Iguanodon. Los reptiles como los lagartos y serpientes son ectotérmicos (también llamados "de sangre fría"), es decir, obtienen la mayor parte de su calor corporal del Sol. Este tipo de fisiología requiere en general menos alimentos, agua y oxígeno para mantener al individuo activo. Estos animales son capaces de respuestas enérgicas aunque breves, caracterizadas por reacciones de súbita velocidad seguidas por períodos prolongados de reposo; es decir no pueden mantener una actividad vigorosa durante lapsos extensos. El consenso entre los estudiosos, inicialmente inclinado hacia la naturaleza ectotérmica, fue modificado tras los trabajos que Robert T. Bakker publicó en 1968. Hoy el punto de vista predominante favorece la versión endotérmica, o de "sangre caliente", basándose en evidencia creciente: Las extremidades debajo del cuerpo de los dinosaurios sugieren un estilo de vida activo, particularmente en el caso de los terópodos.

Las crías de dinosaurios podían crecer rápidamente (esto se sabe gracias a estudios de desarrollo comparado en diversos géneros), como las de los mamíferos y las aves. Hubo géneros cuya piel se hallaba cubierta por formaciones filamentosas muy similares a plumas, que podrían haber desempeñado un papel de aislamiento térmico. Útil para un animal endotermo pero que dificultaría el asoleamiento de un ectotermo.

La estructura física de los terópodos era semejante a la de las aves. Hubo dinosaurios que habitaron en regiones semipolares, donde ningún animal ectotermo podría haber existido. La conformación de los canales venosos presentes en el ánima ósea es muy similar a la de los mamíferos y aves actuales.

Los dinosaurios de grandes dimensiones deberían haber enfrentado una problemática similar. Muchos investigadores creen que son justamente estas grandes proporciones las que les habrían permitido conseguir propiedades endotérmicas al mantener templado el interior de sus cuerpos por simple acumulación pasiva de calor y sin contar con los mecanismos activos propios de criaturas más evolucionadas. Esta hipótesis, sin embargo, no puede explicar cómo los dinosaurios más pequeños —que formaban la mayoría del ecosistema— podían mantener los niveles de actividad que sus características físicas parecen insinuar, por lo que el debate continúa.

Los dinosaurios y las aves comparten muchas características: se han identificado más de cien rasgos anatómicos aviares —especialmente esqueléticos— en común con los terópodos maniraptores, aceptados generalmente como sus parientes más cercanos. Algunos de estos rasgos en común se presentan en el cuello, pubis, muñeca, extremidades superiores, clavícula, omóplato, cerco y huesos pectorales. Todo esto afirma la idea de que ciertos dinosaurios fueron efectivamente los antepasados de las aves, a cuya forma convergieron en un largo proceso de adaptaciones anatómicas y fisiológicas.

Uno de los mejores ejemplos de impresiones fósiles de tejido blando de dinosaurio se descubrió en Petraroia, Italia. El hallazgo fue informado en 1998, y la huella se describió como "dejada por un espécimen pequeño", un muy joven coelurosáurido, Scipionyx samniticus. El fósil incluye porciones de intestinos, colon, hígado, músculos y tráquea de este dinosaurio inmaduro.

En el número de marzo de 2005 de la revista Science, la Dra. Mary Higby Schweitzer y su equipo anunciaron el descubrimiento de una materia flexible que parece ser tejido suave de la pierna de un Tyrannosaurus rex de 68 millones de años de antigüedad en la formación del Riachuelo del Infierno, en Montana, Estados Unidos. Después de la recuperación, el tejido fue rehidratado por el equipo científico.

Cuando el hueso fosilizado fue tratado durante varias semanas para separar el contenido mineral de la cavidad del tuétano (un proceso llamado desmineralización), Schweitzer encontró pruebas de estructuras intactas como vasos sanguíneos, matriz ósea y tejido conectivo (fibras óseas). Analizado bajo el microscopio, el tejido reveló contener microestructuras intactas incluso hasta el nivel celular. La naturaleza y composición exactas del material no están todavía claras, aunque muchas notas de prensa exageradamente relacionaron el hallazgo con el tema de la novela Parque Jurásico. La interpretación del descubrimiento, así como su importancia relativa, todavía están siendo discutidas.

No se sabe a ciencia cierta la fecha exacta de la extinción, ya que pudo haber sucedido en un lapso de pocas horas o miles de años, pero lo que sí es seguro es que las especies de dinosaurios murieron para dar paso al reinado de los mamíferos sobre la Tierra. El Jurásico y el Cretácico fueron los periodos de verdadero apogeo de los dinosaurios. Al final de Cretácico algo ocurrió, como consecuencia de lo cual desaparecen de la Tierra. Se han dado docenas de explicaciones sobre la extinción de los dinosaurios, la mayoría fantásticas. Hasta hace poco tiempo se pensaba que los dinosaurios habían desaparecido gradualmente a lo largo del período Cretácico superior. Los recientes descubrimientos que indican el impacto de un gran asteroide o cometa en el límite entre el periodo Cretácico y la era Terciaria, hace unos 65 millones de años, fomentó la hipótesis de que tal impacto podía haber desencadenado cambios climáticos que acabaron con el reino de los dinosaurios.

Aunque tales hechos, comunes en la historia geológica de la Tierra, podrían haber tenido consecuencias en el medio ambiente, la gran mayoría de los dinosaurios ya se habían extinguido por ese tiempo. Además, otros animales como tortugas, cocodrilos, peces y anfibios, que también tendrían que haber sufrido cataclismo, sobrevivieron con pérdidas de menor importancia. Se sabe que a lo largo del Cretácico superior el clima se fue volviendo más inestable y estacional, y que tanto la vida terrestre como la marina se vieron afectadas por olas de desaparición. Aunque no pueden descartarse los efectos de un impacto extraterrestre, éstos no explican los datos que se tienen de extinción y supervivencia al final del periodo Cretácico.

A la teoría del impacto de asteroides, otros científicos suponen la aparición del Murganucodón, pequeño mamífero, que pudo acabar con los huevos de los gigantescos saurios que poblaron el planeta hasta hace unos 66 millones de años, provocando su rápida y total extinción.

Actualmente se manejan varias teorías. Se habla por ejemplo de la volatización de las rocas de la Península de Yucatán, México incluyendo calizas y evaporitas. Estas, al ser volatizadas, produjeron ácido carbónico y ácido sulfúrico, cuya consecuencia es la formación de lluvia ácida, que afectó el desarrollo de plantas y animales. También se habla de un periodo de oscuridad provocado por la cantidad de polvo que se liberó con el impacto. Ésta pudo haber sido de unas horas o de varios meses, y si la luz no pudo entrar a la superficie de la Tierra, las plantas se murieron dejando sin comida a los animales. Finalmente se han postulado tanto los efectos de invernadero como los de un invierno nuclear.

Esta extinción fue la causante de la desaparición definitiva de los dinosaurios, los ammonites, y algunas aves y mamíferos primitivos. Existen multitud de hipótesis para explicar este singular fenómeno, como el suicido colectivo o autodestrucción de la especie: los carnívoros acabaron con todos los herbívoros y murieron de hambre. Cambios climáticos: una posibilidad real sería el hecho que cambios climáticos acentuados pudieron llevar a la muerte a los dinosaurios. Esto se puede apoyar en el dato que indica que en el Cretácico hubo cataclismos, maremotos, terremotos y descenso en las temperatures. Degeneración racial: hormonas defectuosas que significaron huevos frágiles. Erupciones volcánicas: ríos de lava, nubes de dióxido de carbono, y contaminación general por diversos ácidos quizás envenenaron la atmósfera, por consiguiente mató a los dinosaurios y otra fauna terrestre existente. Plantas venenosas: las plantas posiblemente habrían creado flores o frutos venenosos, lo que mató a los herbívoros. Virus: se postuló que un virus provocó una epidemia y exterminó a los dinosaurios. Meteorito: el descubrimiento en 1979 de un depósito de iridio (elemento poco común en la Tierra, pero presente en los meteoritos) y un cráter en Chicxulub en México dan pie a esta teoría.

Tal vez un asteroide chocó contra la Tierra y levantó polvo, provocó maremotos y terremotos, fuertes vientos, lo que llevó a la extinción de muchas especies animales.

Cuando muchas especies de dinosaurios se extinguieron, los mamíferos se hicieron con sus nichos ecológicos y conquistaron rápidamente todos los continentes. Entre los más notables estaban los marsupiales, creodontos, roedores, cetáceos, proboscídeos, artiodáctilos y perisodáctilos. En el Terciario vivieron los ancestros de muchos mamíferos actuales. Evolucionaron también aves cazadoras gigantes como el Diatryma, y los continentes fueron tomando la forma actual. A finales del Terciario aparecieron los primeros homínidos. Ya en el Cuaternario se produjo la última de las glaciaciones ("eras del hielo"), en la que los mamíferos gigantes como el mamut, el rinoceronte lanudo, el megaloceros, los gliptodontes, el megaterio y los dientes de sable proliferaron. Paralelamente evolucionaban el Homo erectus y H. neanderthalensis, los cuales fueron reemplazados en el Holoceno por el actual H. sapiens.

Bibliografía Sugerida.

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La explosión diversificadora del Campaniano El efecto del cambio climático en la extinción de los dinosaurios.

Niveles marinos durante la era de los dinosaurios. Un estudio afirma que la era de los dinosaurios tuvo un clima frío, con grandes masas de hielo en los polos y un bajo nivel de los océanos. National Geographic; November 29, 2005

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Urumaco, tierra de fósiles venezolanos.

Por Mariano Magnussen Saffer. Director Grupo Paleo. Presidente de la Asociación Amigos del Museo Punta Hermengo Miramar. marianomagnussen@yahoo.com.ar.

La referencia original se encuentra en Garner (1926), quien se limita a mencionar que la formación tiene su localidad tipo cerca y al norte de la población de Urumaco, con una escueta descripción de la litología y asignación a una edad Mioceno tardío en parte y Plioceno. Williston y Nichols (1928) amplían la descripción de la unidad (bajo el nombre de Caliza Damsite), mencionando una subdivisión en tres miembros: Urumaco inferior, medio y superior. Sin embargo, varios autores, notablemente Liddle (1928, 1946) no utilizan el nombre de Urumaco para esta unidad, considerándola parte de la Formación Caujarao. Chappell (1956, LEV I) describe la unidad con el nombre de Formación Urumaco y sus miembros informales componentes y, por primera vez, menciona la presencia de restos de vertebrados, reptiles y mamíferos, en la parte superior de la formación.

La sedimentación de la Formación Urumaco, se ubica dentro de un complejo de ambientes marginales y próximo costeros, con desarrollo de amplias lagunas y bahías, semiprotegidas por barreras litorales, en un régimen principalmente transgresivo. El aporte de sedimentos fue relativamente escaso, predominantemente de grano fino, en parte proveniente de un sistema fluvial que desemboca en la laguna. La importancia de los depósitos de acarreo de tormenta, es indicativa de un régimen micromareal con tormentas frecuentes, a veces de gran intensidad. La abundancia de materia orgánica vegetal y la composición de los conjuntos de vertebrados, indican la presencia de cubierta vegetal selvática, en un clima húmedo tropical.

Dentro de este marco ambiental, la sedimentación del miembro medio de la formación, indica una reducción en el aporte de sedimentos respecto al miembro inferior, mientras que el miembro superior es de carácter regresivo, con un aumento en el aporte de sedimentos y el desarrollo de una llanura fluvial en el sector occidental del área. Durante la sedimentación de la Formación Urumaco, se produjo un equilibrio entre el ascenso relativo del nivel del mar, producto del ascenso eustático y la subsidencia local, y el suministro de sedimentos, de manera que se preservaron las secuencias detrás de las barreras litorales, sin que se produjera una invasión marina en el área.

En el occidente falconiano  se puede conocer el pueblo de Urumaco que posee el yacimiento de fósiles más grande del país y del norte de Sudamérica.

Los fósiles miocenos de Urumaco, son los mas increíbles de Venezuela. Urumaco, para quien lo visite, presenta un paisaje singular. Es una región semidesértica cuyas dunas rocosas encierran importantes restos fósiles entre los sedimentos rojizos, anaranjados, amarillos o morados. El visitante puede observar esporádicas apariciones de chivos que hacen de la zona un sitio menos fantasmal, imponente sin embargo por su destacada y particular historia natural.

Sucede que hace unos 8 millones de años, Urumaco era un sitio muy distinto al actual. La presencia de un gran pantanal como ecosistema permitía el desarrollo de una importante biodiversidad. Recorrían la zona cursos de agua lenta con predominio de vegetación acuática y gramínea. Los fósiles encontrados de hábitos acuáticos confirman, también, que el proto-Orinoco tenía su desembocadura en la región, la cual se vio posteriormente desviada hacia la actual desembocadura en el delta por el surgimiento de la cordillera costera. La formación se extiende entre los ríos Zazárida y Lagarto (al oeste) y el río Mitare (al este) en el noroeste de Falcón.

La edad de la formación esta considerada como Mioceno tardío ya que de acuerdo a los fósiles guía y al análisis de la polaridad magnética se estima la edad entre 11 millones y 5 millones de años, con una media de 8 millones de años .De acuerdo a la fauna de mamíferos encontrada se la considera entre las edades-mamífero continentales correspondientes a los pisos Chasiquense y Huayqueriense (Mioceno Tardío). Urumaco sorprendió al ambiente paleontológico por la singularidad de los descubrimientos. No sólo por los cocodrilos gavial y el "pico de pato", perezosos gigantes, manatíes, delfines y el bagre cajaro sino porque en esta formación se han encontrado al roedor y las tortugas mas grandes del mundo miocénico.

Urumaco sorprendió al ambiente paleontológico por la singularidad de los descubrimientos. No sólo por los cocodrilos gavial y el "pico de pato", perezosos gigantes, manatíes, delfines y el bagre cajaro sino porque en esta formación se han encontrado al roedor y las tortugas mas grandes del mundo miocénico.

Phoberomys pattersonii, es el roedor mas grande conocido. Pesaba unos 500kg, medía unos 3m de longitud y 1,3m de largo. Fue encontrado en 1999 por el geólogo Rodolfo Sánchez oriundo de Urumaco.

Stupendemys geographicus también es protagonista destacada de Urumaco. Sus 3,3m de longitud y 2,10m de ancho la transforman en la tortuga miocénica mas grande del mundo, la cual fué descubierta en 1992, superando al anterior hallazgo (1978) de la misma especie por científicos de La Universidad Central de Venezuela y Harvard. Aquella otra tortuga mide 2,25m de largo.

El caparazón de la tortuga más grande del mundo fue hallado en Urumaco, una porción de geografía árida ubicada al noroeste del estado Falcón, en Venezuela, donde se encuentra una increíble concentración de fósiles y otros testigos del pasado venezolano. En el año 1970, el profesor Clemente González, Jefe del Departamento de Geología de la UCV, invita al reconocido paleontólogo Bryan Patterson y su alumno Roger Wood para llevar a cabo una expedición paleontológica en la región de Urumaco. Durante la expedición, fueron encontrados fósiles pertenecientes al período terciario que fueron trasladados al Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard para ser identificados y fichados. Luego de este proceso debían ser devueltos al país, pero este acuerdo quedó en el olvido.

Fue en 1995 cuando el Museo de Ciencias de Venezuela, al inventariar las piezas de sus colecciones, identificó el material faltante de los fósiles que se encontraban en Harvard. Y en 1998 se inicia un proceso de negociación para la repatriación de la colección que se culminó en Febrero de este año 2009, con el arribo de los fósiles al país. La repatriación de los fósiles contribuye -según Sergio Antillano, Presidente del Museo de Ciencias- a la democratización del conocimiento científico, en tanto que la colección y la información que de ella deriva, estará al alcance de todos los sectores de la población, a través de los servicios de información y de divulgación de este Museo.

Otros fósiles hallados: Charactosuchus (Cocodrilo longirostro), Prepotherium (Edentados terrestres de tamaño mediano), Phractodephalus (bagres de agua dulce), Brachygnatosuchus, Caiman, Charactosuchus, Gryptosuchus (cocodrilos gigantes), Mourasuchus (cocodrilos "rotro de pato"), Chelus (tortugas de agua dulce), iguánidos indeterminados. Ischyrorhynchus (cetáceos de agua dulce), Trichetus y Potamosirens (Manatíes), Macrauquénidos (indeterminados), Eumegamys (Roedores gigantes), Coprolitos, impresiones de hojas y madera fosilizada, Gryptosuchus, Charactosuchus, Ikanogavialis y Tomistoma (cocodrilos longirostros), Pristis, Cinoscyan y Phractocephalus (cocodrilos de tamaño mediano a grande, Mourasuchus (cocodrilos "rotro de pato"), "Podocnemis" y Stupendemys (tortugas terrestres, testudino indeterminado), Ribodon (manatíes), Ocenerotherium (Toxodontes), Prepotherium (Edentados terrestres), Eumegamys, Phoberomys, Tetrastylus, Cardiatherium, Dabbenea y Kiyutheerium (Roedores gigantes), Phractocephalus hemiliopterus (bagre carajo) y Pseudodoras cf p. niger (bagre sierra). 

La fauna fósil de vertebrados dulceacuicolas está estrechamente relacionada con la provincia faunal del río Orinoco actual, incluyendo algunas formas que son endémicas de dicha provincia. Díaz de Gamero (1996) indica que esta fauna demuestra que el río proto-Orinoco, que drenaba la Cordillera Central de Colombia y el macizo Guayanés, fluyó hacia el noroeste de Falcón durante el Mioceno y que el paso de la Formación Socorro a la Formación Urumaco marca el cambio en el curva inferior del río que, a partir de las postrimerías del Mioceno medio, tomó el curso actual hacia el este, pudiéndose denominar Orinoco.

Bibliografía Sugerida:

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Wood, R. C. y M. L. Díaz de Gamero, 1971. Podocnemis venezuelensis, a new fossil pelomedusid (Testudines, Pleurodira) from the Pliocene of Venezuela and a review of the history of Podocnemis in South América, Brevoria, 376: 1-23.

 

Cuarenta y cinco hipótesis acerca de la extinción de los dinosaurios.

Trabajo enviado y realizado por: Manuel Tamayo H. mtamayo@hualo.ucm.cl. Universidad Católica del Maule, Talca, Chile. Nota al lector: es posible que este articulo no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Tomado de Monografias.com

Resumen

Se analizan 45 hipótesis antiguas o modernas sobre la extinción de los dinosaurios, algunas vinculadas entre sí, otras contradictorias. Se clasifican según apelen a factores internos, a factores reproductivos gatillados por factores externos o directamente a factores externos, y estas últimas se clasifican según si las causas aducidas sean climáticas, biológicas, geológicas o astronómicas. Se indican los argumentos a favor y las objeciones. En la mayoría de los casos se agregan comentarios relativos a su formulación (autores, años, seguidores) o a su relación con otras hipótesis. Se agrega información sobre las extinciones masivas, gradualismo y catastrofismo, un posible consenso y abundante bibliografía.

1. Introducción

El concepto de extinción, la desaparición de importantes linajes de organismos, se relaciona con el estudio del registro fósil. Los primeros paleontólogos, que estudiaban restos de animales desconocidos hasta ese entonces, suponían que tales seres debían vivir en alguna zona alejada de la Tierra, pero el célebre naturalista francés Georges Cuvier (1769-1832) concluyó que organismos como los mamuts y los mastodontes estaban extinguidos. Cuvier supuso que la causa de la extinción serían "catástrofes", grandes cambios paleoambientales que afectaban a regiones enteras del planeta. Charles Darwin escribió: "Ciertamente que no hay hecho en la Tierra más sorprendente que el extenso y repetido exterminio masivo de sus habitantes". Darwin supuso que la extinción sería el resultado de la mejor adaptación de ciertas especies que otras, sucumbiendo estas últimas durante la competencia por los limitados recursos del medio. 

El especialista en dinosaurios Alan Charig afirma que la pregunta que le formulan con mayor frecuencia a un paleontólogo es "¿Por qué se extinguieron los dinosaurios?".

El célebre paleontólogo norteamericano Stephen Jay Gould cuenta que le preguntó a un psicólogo por qué a la gente le atraen tanto los dinosaurios. El psicólogo afirmó que se debe a que eran animales grandes y feroces y especialmente porque se extinguieron.

Desde el descubrimiento de los primeros fósiles de los grandes dinosaurios, se buscaron explicaciones acerca de la existencia y de la extinción de estos animales en particular, tan extraños para la mayoría de las personas. Algunas conjeturas caían en el terreno de la simple fantasía, pero otras se basaban en datos científicos, aunque incompletos y especulativos. Se elaboraron numerosas hipótesis para explicar su desaparición, algunas serias y razonables, otras disparatadas o cómicas; algunas sencillas, otras complejas, combinando diversos factores. En 1941, el humorista Will Cuppy escribía: "La Era de los Reptiles se terminó porque ya había durado demasiado y fue una equivocación desde el principio". Jorge Blaschke comenta: "Al ver tal cantidad de posibilidades fantásticas de extinción, uno se pregunta: ¿cómo se las arreglaron los dinosaurios para vivir tanto tiempo?".

2. Las extinciones masivas en la historia de la tierra

En la medida que la paleontología fue teniendo registros más completos, y pudo determinarse con mayor precisión las fechas de aparición y extinción de diversos grupos, comenzó a hacerse evidente que en determinados momentos de la historia de la Tierra se han producido extinciones simultáneas de grupos biológicos muy diversos. Se reconoció que los fenómenos de extinción son de dos tipos: la extinción de fondo, que afecta regularmente a pocas especies, y las extinciones masivas, que esporádicamente afectan a un gran número de diversos organismos. Los paleontólogos actualmente aceptan que estas crisis pudieron tener causas terrestres o extraplanetarias, con drásticas consecuencias sobre los ecosistemas de la Tierra en su conjunto, y que no haberse producido esas grandes catástrofes, no habrían surgido y evolucionado nuevos grupos biológicos, por lo tanto las extinciones son fenómenos evolutivos importantes para la renovación y aparición de innovaciones en la ecosfera. Algunos especialistas han reconocido veinte o más de dichos procesos de extinción, pero algunos son más convincentes que otros.

Los paleontólogos han definido cinco grandes extinciones masivas, aquellas crisis bióticas en las que en cada caso desapareció al menos el 65% de los organismos y entre un 20 y un 25% de las familias, en un lapso geológico breve. La primera fue la ocurrida a fines del período Ordovícico, hace 438 millones de años, que terminó con muchas familias de braquiópodos y trilobites. La segunda extinción masiva ocurrió a fines del Devónico, hace 367 millones de años, durante la cual desaparecieron numerosos grupos de ammonitoideos, trilobites, braquiópodos, corales tubulados, gasterópodos, estromatoporoideos y peces.

La mayor extinción masiva fue la tercera, en el límite Pérmico-Triásico (formando el límite entre las eras Paleozoica y Mesozoica), hace 225 millones de años, que produjo la extinción del 90% de las especies marinas, el 50% de las familias animales y cerca del 80% de los géneros, desapareciendo la mayoría de los vertebrados terrestres dominantes, los trilobites y los corales primitivos. Sufrieron fuertes pérdidas los ammonites, braquiópodos, equinodermos, briozoos, conodontes y peces. Le siguió una extinción masiva al terminar el Triásico, hace 208 millones de años, que eliminó al 60% de las especies, entre las cuales se cuentan las pertenecientes a grupos como braquiópodos, moluscos, artrópodos y vertebrados terrestres. La última es la que acabó con los dinosaurios, al final del Cretáceo (transición Cretáceo-Terciario), hace 65 millones de años.

Otras fases o picos de extinción masiva menos importantes en sus efectos ocurrieron en el Cámbrico superior, en el límite Jurásico-Cretáceo, y en el Eoceno superior. Otros episodios de extinción menos definidos aún se han reconocido en zonas localizadas o han afectado a ciertos grupos restringidos. Las estadísticas sobre grupos extinguidos y la duración de los acontecimientos producen polémicas, por las características incompletas del registro fósil, la diferencia en las probabilidades de fosilización de diferentes grupos, los criterios taxonómicos diversos que se aplican para reconocer un mismo nivel taxonómico y los niveles mínimos de extinción que deben considerarse como masivos.

3. La extinción de fines del mesozoico

Hacia fines del período Cretáceo, tras unos 150 años de evolución, proliferaban los dinosaurios, de los cuales existían numerosos tipos, variados y exitosos. Pero diez millones de años después habían desaparecido, como consecuencia de una crisis que se produjo a fines del Cretáceo, una catástrofe biológica de grandes proporciones, que ocurrió hace 65 millones de años, dando término a la era Mesozoica. ¿Cómo pudo extinguirse un grupo como el de los dinosaurios, que había dominado la Tierra durante 165 millones de años? Esta crisis no solamente afectó a los dinosaurios, también se extinguieron otros grupos importantes, como los reptiles voladores (pterosaurios), los reptiles marinos (plesiosaurios, mosasaurios, cocodrilos marinos e ictiosaurios), un gran número de organismos planctónicos, entre ellos la mayoría de los foraminíferos (protozoos marinos provistos de complejos exoesqueletos) y moluscos como los ammonitoideos, belemnites y rudistas (bivalvos formadores de arrecifes).

La extinción masiva de fines del Cretáceo se conoce como "el episodio C/T" (de Cretáceo y Terciario). Según David Raup y John Sepkoski afectó a casi el 75% de las especies, entre ellos el 90% de los géneros de protozoos y algas acuáticos. Según Thierstein y Russell desapareció entre el 44% y el 49% de las especies planctónicas, entre el 15% y el 25% de las del fondo marino, 14% de las de aguas continentales y 20% de las terrestres.

Entre los grupos que sobrevivieron se encuentran los reptiles actuales (tortugas marinas y terrestres, tuatara, lagartos, serpientes y cocodrilos), peces, aves, los insectos, moluscos y los mamíferos. No sobrevivió ningún vertebrado terrestre de más de 25 kg. El efecto sobre la vegetación fue variado: las más afectadas fueron las angiospermas, las coníferas algo menos, los musgos y helechos fueron poco afectados. aunque no fue la mayor crisis en la historia de la vida sobre la Tierra, ha fascinado a los investigadores, quienes aún no se ponen de acuerdo sobre sus causas.

4. Gradualismo y catastrofismo

Durante el primer tercio de este siglo y luego especialmente en la década de 1950, paleontólogos como Norman Newell y George G. Simpson recopilaron la información disponible acerca de las extinciones masivas y comenzaron a teorizar sobre sus posibles causas. Actualmente alrededor de unas 500 personas, entre paleontólogos, geólogos, geofísicos y astrofísicos, están tratando de resolver el problema de la gran extinción de fines del Cretáceo. En los últimos tiempos se publicaron cientos de informes anualmente y periódicamente se efectúan congresos científicos sobre el tema. No hay por qué pensar que la extinción de los dinosaurios debió obedecer a una causa única, es posible que se hayan conjugado varios factores, quizás si todos ya descubiertos o quizás algunos no hayan sido aún imaginados.

Las explicaciones científicas pueden clasificarse en aquellas que apelan a factores internos, propios de la biología de los dinosaurios, y las que apelan a factores externos, y estas últimas se pueden dividir en endógenas (causas terrestres) y exógenas (causa externa a nuestro planeta).

De acuerdo a la rapidez de la extinción se clasifican en hipótesis catastrofistas (extinción súbita) y gradualistas (proceso de extinción gradual).

El modelo gradualista de extinción postula un lento declive debido a cambios climáticos y vegetacionales a largo plazo, de manera que los hábitats subtropicales fueron reemplazados por bosques templados, produciéndose amplias variaciones climáticas estacionales. Los cambios ambientales habrían favorecido a los mamíferos y aves. En favor del modelo gradualista se aportan pruebas paleontológicas y estratigráficas. El principal argumento en apoyo del modelo gradual es que hacia fines del Mesozoico los climas estaban cambiando lentamente, tal vez como consecuencia de la variación del nivel del mar, y había desaparición de hábitats adecuados. Numerosos paleontólogos y geólogos aceptan esta conclusión, porque estudios detallados realizados en ciertas cuencas sedimentarias parecen demostrar una decadencia de los dinosaurios a largo plazo, así como la de muchos otros grupos que desaparecieron en la misma época, entre ellos pterosaurios, grupos de aves, mamíferos, plesiosaurios, ictiosaurios, mosasaurios, ammonites y belemnites. Apoya a esta teoría la evidencia de que subieron los niveles del mar hacia el final del Cretáceo, inundando zonas costeras, y los climas se habrían hecho más templados. Leigh Van Valen y Robert Sloan han señalado que la exuberante vegetación subtropical de la época de los dinosaurios pareció dar paso a los bosques templados de coníferas en el transcurso de unos 5 a 10 millones de años, coincidiendo con la decadencia de los dinosaurios y la prosperidad de los mamíferos.

Robert Sloan y Robert Sullivan plantean que la declinación de los vertebrados terrestres, particularmente de los dinosaurios, comenzó gradualmente antes del fin del Cretáceo, y que se produjo un lento aumento de las tasas de extinción de los vegetales en el Hemisferio Norte, debido a un enfriamiento climático. Un estudio realizado en 1987 por Robert Sullivan pareció confirmarlo a escala global. Descubrió que la diversidad de los dinosaurios disminuyó desde 16 familias a 9 durante los diez últimos millones de años del Cretáceo. Sin embargo, sus conclusiones se han criticado debido a que no se puede hacer una datación tan exacta como la que señala, la correlación mundial es muy insegura y tampoco se puede establecer con certeza la cantidad de especies presentes.

En el área de Hell Creek, al noroeste de Montana, Robert Sloan, de la Universidad de Minnesota, con un grupo de paleontólogos, describieron en 1986 una comunidad de mamíferos de aspecto paleoceno que existió entre 40.000 y 10.000 años antes del paso del Cretáceo al Paleoceno. Efectuaron recuentos basados en décadas de recolección de huesos y dientes de dinosaurios y mamíferos por tonelada de rocas o número de especies diferentes por metro cúbico. Sus gráficos, realizados a partir de restos bien datados, parecían demostrar que al menos en esa zona los dinosaurios experimentaron una lenta decadencia a lo largo de unos ocho millones de años, mientras simultáneamente se expandían los mamíferos. Sin embargo, trabajando sobre miles de restos de huesos de dinosaurios del mismo lugar, Peter Sheenan, del Museo Público de Milwakee y David Fastovsky, de la Universidad de Rhode Island, llegaron a la conclusión opuesta: según ellos los dinosaurios habrían prosperado hasta el final.

El modelo catastrofista de extinción explica la desaparición de los dinosaurios como resultado de los efectos secundarios de un cambio súbito, lo cual implicaría un episodio de extinción de menos de un año de duración. En favor del modelo catastrofista están los altos niveles de iridio en una delgada capa de arcilla en el límite C/T en al menos 50 localidades a través de todo el mundo, en sedimentos depositados tanto en el mar como en ríos y lagos. La época en que se depositó el iridio no puede establecerse con una precisión mayor a 500.000 años. Algunos grupos fósiles, como el plancton marino, presentan una extinción repentina en el límite. Sobre la huella del iridio existe una "huella de helechos", lo cual demuestra la desaparición de las plantas angiospermas, seguida por una difusión inicial de los helechos y luego, aparentemente años después, la recuperación de las angiospermas. Es lo que ocurre debido a la formación de un manto global de polvo estéril, y posterior germinación gradual de esporas y semillas enterradas. Este fenómeno se observa tras las erupciones volcánicas y también podría esperarse que ocurriera luego del impacto de un gran meteorito. Otras pruebas del modelo catastrofista son la existencia de esférulas cristalinas, consecuencia de la fundición de los materiales y los granos de cuarzo golpeado. Tales estructuras pueden estar indicando un gran impacto, o pueden ser consecuencias de erupciones volcánicas en gran escala.

En 1984, Dale Russell, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Ottawa, Canadá, calculó globalmente los cambios en la diversidad de los dinosaurios, sugiriendo que su desaparición fue un acontecimiento repentino, porque mediante cálculos en las cifras globales de diversidad de dinosaurios encontró que la diversidad se mantuvo hasta el final del Cretáceo, sin la menor señal de disminución que cabría esperar si la desaparición hubiese sido gradual. Si consideramos que la extinción de los dinosaurios coincide con la desaparición masiva de muchos otros tipos de organismos, solamente pueden considerarse seriamente las hipótesis que buscan una alteración a nivel mundial, que pudo haber sido gradual o catastrófica, y en este último caso de origen terrestre o extraterrestre. Las hipótesis más modernas son de este tipo, basadas en una mayor cantidad de datos disponibles, correlacionados con la ayuda de computadoras. Sin embargo, la principal dificultad que enfrentan las hipótesis catastrofistas son explicar la selectividad de las extinciones.

5. Las 45 hipótesis principales

A continuación entregamos un resumen de las principales hipótesis que se han planteado para explicar la extinción de los dinosaurios, con los argumentos que las justifican y las objeciones de sus detractores. Muchas de ellas son fantasiosas, otras están mejor avaladas por evidencias. Varias pueden relacionarse entre sí (por ejemplo cambios astronómicos pueden inducir cambios geológicos, y éstos cambios climáticos), de modo que hay quienes han asociado a varias de las hipótesis reseñadas para dar una explicación multicausal, otras son contradictorias entre sí.

A.Hipótesis que apelan a factores internos

Las primeras hipótesis se centraban mayoritariamente sobre características de los propios dinosaurios, apelaban a factores internos, pero son muy discutibles porque los dinosaurios no fueron los únicos organismos que se extinguieron. En su mayor parte son indemostrables especulaciones de café, no basadas en el estudio atento de las circunstancias y que no justifican ni la extinción ni la sobrevivencia de otros grupos.

1. Envejecimiento Racial

Dado que: (1) los individuos nacen, crecen y mueren, y (2) los dinosaurios aparecieron, tuvieron su época de prosperidad, declinaron y se extinguieron. Hipótesis: la extinción de los dinosaurios ocurrió por un proceso de envejecimiento natural, que produce caracteres extravagantes e inadaptativos. Objeciones: las analogías entre el ciclo vital de un individuo y el desarrollo evolutivo de las especies y grupos superiores son inadmisibles científicamente, y son rechazadas por los paleontólogos actuales por falta de lógica y de evidencia empírica. No existen indicios de que la extinción y substitución de cualquier grupo se deban a factores distintos a su incapacidad de sus adaptaciones frente a nuevos desafíos ambientales o competitivos.

Al final del Cretáceo los dinosaurios presentaban una elevada diversidad y estaban exitosamente adaptados a diferentes formas de vida, hacia fines del Cretáceo habían aparecido dinosaurios nuevos, como los ceratópsidos, que evolucionaban adaptativamente. Comentario: El paralelismo entre el ciclo vital de un organismo y el desarrollo un grupo fue resaltado por Alcide d’Orbigny para los ammonites. En la década de 1880, dos paleontólogos, Wilhelm Waagen y Alpheus Hyatt, desarrollaron las implicancias evolutivas de esta relación, dando origen a la idea de una "senectud racial" o "filogerontismo. La hipótesis de la "senectud racial" fue apoyada por otros paleontólogos como Edward Drinker Cope, Richard Swan Lull y Henry F. Osborn, quienes la aplicaron a los dinosaurios. En 1924, Lull concluyó que "animales grotescos como el Stegosaurus estaban abocados, por su propia naturaleza, a una rápida extinción, como resultado de las consecuencias mortales de la enfermedad racial. Algunos supusieron que eran demostración de "vejez" la carencia de dientes y el gigantismo en algunos grupos de dinosaurios, y extrapolaron imaginativamente a todos ellos otras características de "vejez", como disminución de la fuerza y de las capacidades sensoriales. Actualmente estas analogías entre el desarrollo de los organismos y la historia de las especies carecen de partidarios entre los paleontólogos.

2. Especialización Excesiva

Dado que: (1) los organismos evolucionan hacia formas más especializadas y no pueden retroceder hacia estados primitivos, (2) los dinosaurios llegaron a un nivel de especialización demasiado alto, que se observa en la aparición de estructuras aberrantes e inadaptadas, como placas, cuernos, viseras, el penacho nasal de los hadrosaurios, la cúpula ósea de los paquicefalosaurios, etc. Hipótesis: los dinosaurios se extinguieron por una super-especialización que produjo consecuentemente una inadaptación. Objeciones: los dinosaurios lograron superar exitosamente crisis ambientales previas, adaptándose perfectamente a nuevas condiciones. Las estructuras como cuernos o placas no eran anormales o inútiles como se creyó antiguamente, cumplían funciones a las que estaban perfectamente adaptadas, por ejemplo servir de apoyo a los músculos mandibulares o a los órganos de los sentidos. No explica la extinción simultánea de otros organismos, incluyendo especies marinas, de otros hábitats. Comentario: Esta hipótesis se planteó a menudo como una extensión de la anterior: la superespecialización acompañaría a la "senectud racial". Así lo plantea, por ejemplo, Edwin H. Colbert, quien las asocia a un factor genético: "Puede ser que los cromosomas, que son los portadores de la herencia, "pierdan el control" en esos momentos previos a la extinción de un grupo; es claro que las especializaciones excesivas, debidas a trastornos cromosómicos, pueden haber sido la causa de la desaparición de muchas líneas evolutivas particulares". L. S. Berg en 1926 propuso su idea de la "nomogénesis", evolución por causas internas, según la cual la extinción se produce "obedeciendo a ciertos impulsos internos ocultos en la constitución del organismo". Este tipo de especulaciones carece absolutamente de base.

3. Gigantismo Extremo

Dado que: muchos dinosaurios poseían grandes hipófisis en la base del cráneo y el mal funcionamiento endocrino es causa de crecimiento desproporcionado (gigantismo por hipersecreción hipofisaria). Hipótesis: los dinosaurios desaparecieron debido a que por fallas endocrinas alcanzaron tallas excesivamente grandes, apareciendo desarreglos corporales como discos intervertebrales mal ajustados o dislocados, malformaciones óseas, exceso de temperatura interna, etc. Objeciones: No todos los dinosaurios eran gigantes, algunos eran del tamaño de un perro o menores, y también desaparecieron.  

Los mayores dinosaurios (saurópodos) predominaron durante el período Jurásico, no corresponden a las especies que desaparecieron a fines del Cretáceo. No hay razones para pensar que en distintas líneas evolutivas de dinosaurios se produjesen simultáneamente desórdenes endocrinos. No hay evidencias de los supuestos trastornos masivos por exceso de volumen corporal, por ejemplo son muy escasos los ejemplares con discos vertebrales dislocados. No explica la extinción simultánea de otros organismos, incluyendo especies marinas, que vivían en otros hábitats.

Comentario: La hipótesis del sobredesarrollo como causa de extinción fue formulada por primera vez en 1888 por Ludwig Döderlein y posteriormente fue divulgada por el científico Stephan Zamenhoff. El paleontólogo Lapparent dice que una consecuencia del aumento de tamaño de los dinosaurios fue su reducción numérica. Igualmente, Abeloos indicaba que el aumento de las dimensiones se habría asociado a una menor y más tardía reproducción, disminuyendo sus posibilidades de sobrevivencia.

4. Escasa Inteligencia

Dado que: los dinosaurios presentaban un cerebro reducido respecto a sus dimensiones corporales y un aspecto de animales lentos y pesados. Hipótesis: los dinosaurios fueron incapaces de competir con los mamíferos, más ágiles y más inteligentes. Objeciones: algunos dinosaurios, como los celurosaurios y deinonicosaurios, tenían cerebros grandes y estructuras que evidencian una gran agilidad. El trabajo del profesor James Hopson demuestra que algunos de los últimos dinosaurios, como los troodóntidos de fines del Cretáceo, presentaban un tamaño cerebral equivalente al de muchos mamíferos. El aspecto de animales lentos y pesados de algunos de ellos se debe a las antiguas reconstrucciones influidas por un prejuicio. Los estudios de la paleofisiología de dinosaurios muestran que presentaban un metabolismo y unas pautas de conductas más complejas de lo que se creía antiguamente. Los mamíferos aparecieron en el Triásico y durante millones de años, hasta después de la extinción de los dinosaurios, permanecieron como un grupo secundario, formado por animales pequeños posiblemente nocturnos. Las tortugas o los cocodrilos, que les sobreviven, tienen un cerebro igualmente reducido y no parecen ser más inteligentes que los dinosaurios. Tampoco explica la extinción simultánea de otros organismos.

Comentario: El paleontólogo belga Louis Dollo fue uno de los primeros en llamar la atención sobre la posible influencia del cerebro primitivo y pequeño de los dinosaurios en su declinación. La idea de que los dinosaurios eran unos seres pasados y estúpidos que no pudieron competir con los mamíferos, ágiles, activos e inteligentes, estuvo muy extendida en las décadas de los años 1940-1950 entre los paleontólogos y llegó a formar parte de la cultura popular. Esta idea se sustentaba en tres consideraciones: su escasa capacidad cerebral en relación a la masa corporal, su metabolismo que se consideraba idéntico al de los reptiles actuales, y su propio gigantismo, asociado tradicionalmente con falta de inteligencia. Algunos científicos han sugerido que los dinosaurios eran autómatas, prisioneros de un comportamiento automático, rígido, genéticamente programado, de modo que los mamíferos, de conducta flexible e inteligente, los desplazaron de todos sus nichos ecológicos. El paleontólogo Edwin H. Colbert aceptaba esta hipótesis, comentando: "...los dinosaurios eran virtualmente autómatas ambulantes. Habría sucedido, pues, que triunfó aquí el cerebro sobre la fuerza bruta". Hacia fines de los años sesenta surgió una nueva concepción, que considera a los dinosaurios en forma más objetiva como seres perfectamente adaptados a su ambiente, activos y con conductas complejas.

5. Sobrepoblación y Suicidio

Dado que: durante el Mesozoico las condiciones ambientales fueron favorables para la proliferación de los dinosaurios, éstos alcanzaron grandes densidades de población. Hipótesis: la sobrepoblación los indujo a desarrollar factores psicóticos que los llevaron a suicidios colectivos, como ocurre actualmente con los lemmings o algunos cetáceos. Objeciones: sin justificación seria. Comentario: Algunos paleontólogos y divulgadores imaginaron que la sobrepoblación de los dinosaurios habría llevado al desarrollo de desórdenes endocrinos y nerviosos, y a problemas con los huevos, cuya cáscara se habría hecho demasiado delgada por la misma razón (ver hipótesis 12).

6. Sobrepoblación Y Hambruna

Dado que: La superpoblación puede producir la extinción de las poblaciones por falta de alimento. Hipótesis: la sobrepoblación de grandes dinosaurios herbívoros pudo devastar la vegetación y provocar su muerte por falta de alimento, y consecuentemente la extinción de sus depredadores. Objeciones: los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado a poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a otra diversidad de organismos terrestres y acuáticos.

7. Superdepredación

Dado que: durante el Cretáceo superior aparecieron en diferentes partes del mundo los grandes dinosaurios carnívoros como Tyrannosaurus, Albertosaurus, Deinocheirus, Tarbosaurus, Giganotosaurus, etc., con una gran capacidad destructiva, Hipótesis: los grandes carnosaurios fueron cazadores tan eficientes que exterminaron a sus presas y con ello determinaron su propia extinción. Objeciones: se trata de una suposición muy improbable, una "hazaña" demasiado extraordinaria a través de todo el planeta, las especies coevolucionan gradualmente y se establecen mecanismos de autorregulación que impiden que los carnívoros exterminen a todas sus presas. Los grandes carnosaurios pueden haber sido parcialmente carroñeros. No explica la extinción concomitante del plancton marino, los ictiosaurios, pterosaurios, etc.

B. Hipótesis que apelan a alteraciones reproductivas gatilladas por factores ambientales

8. Infertilidad Masculina

Dado que: (1) durante el Mesozoico la temperatura fue elevada, (2) los dinosaurios eran de grandes dimensiones, y (3) una temperatura ligeramente superior a la normal puede destruir a las células germinativas masculinas, que aceptan solo un estrecho margen de temperatura. Hipótesis: el alza de la temperatura a nivel planetario hacia fines del período Cretáceo asociado al gran volumen de los dinosaurios, impidió que estos pudieran disipar suficientemente su calor interno produciendo la destrucción de las células germinativas de los machos y con ello haciéndolos estériles. Objeciones: no todos los dinosaurios eran de grandes dimensiones, los dinosaurios se extinguieron justamente cuando el clima se estaba haciendo más frío, además no explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos. Comentario: Esta hipótesis que fue una de las favoritas en las décadas de 1940 y 1950. Fue propuesta por R. B. Cowles y se basa en estudios realizados por Edwin H. Colbert, R. B. Cowles y C. M. Bogert. Para inferir las reacciones de los dinosaurios ante las temperaturas elevadas, analizaron la temperatura corporal de caimanes norteamericanos de distintos tamaños en diversas condiciones de calentamiento o enfriamiento. Extrapolando los datos obtenidos hasta un animal de 10 toneladas concluyeron que una subida global de la temperatura habría impedido a los grandes dinosaurios disipar el exceso de calor. Actualmente se piensa que distintos tipos de dinosaurios presentaban estrategias termorreguladoras diversas.

9. Desequilibrio En La Proporción De Sexos

Comentario: Hipótesis propuesta en la década de 1980 por Mark Ferguson, de la Universidad de Belfast, y Edward Johanen, de Louisiana.

Dado que: en reptiles actuales como los cocodrilos, caimanes y algunos lagartos y tortugas, el sexo está determinado por las temperaturas externas a las que se someten los huevos, por ejemplo bajo los 30 oC los huevos del caimán norteamericano producen solo hembras y a más de 34 oC solamente machos. Hipótesis: los dinosaurios tenían igual mecanismo de determinación sexual y el cambio climático habría llevado a temperaturas extremas y con ello al nacimiento de individuos de un solo sexo. Objeciones: el fundamento parte de estudios de especies vivientes y no se explica por qué a esas especies no le ocurrió el mismo problema, la temperatura que afecta a los huevos corresponde a un microambiente y debe esperarse que la temperatura en éste cambie dentro de un mismo nido, como ocurre actualmente con reptiles vivientes, no explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos.

10. Engrosamiento De Los Huevos

Dado que: en Francia se han encontrado nidadas enteras del Cretáceo superior formadas por huevos sin eclosionar, que presentaban engrosamiento de la cáscara. Hipótesis: El engrosamiento patológico de la cáscara de los huevos de dinosaurios, determinado por alteraciones ambientales, impidió que las crías pudieran romperla. Objeciones: El hallazgo mencionado no es generalizable, se han encontrado otras nidadas de la misma época en las que las crías nacieron. La mayoría de los huevos de los yacimientos considerados si bien tenían varias capas o estratos, no tenían un grosor mayor que lo normal, sino por el contrario eran más delgados. Tampoco explica la extinción simultánea de otros organismos.

11. Cambio climático y alteraciones de los huevos

Dado que: (1) un grupo de geoquímicos y paleontólogos estudió huevos de dinosaurios y encontró que en la mayoría de los huevos más recientes una delgadez anormal, y el 90% de los huevos tenían anomalías, eran infértiles o contenían embriones muertos, y (2) que muchos huevos aparecen estratificados, lo cual demuestra interrupciones de la elaboración de la cáscara. Hipótesis: patologías de los huevos, como el adelgazamiento de la cáscara, debido probablemente a cambios climáticos y alimentarios, impidió que las crías pudieran nacer, porque al ser la cáscara muy delgada los embriones no dispusieron del calcio necesario para formar su esqueleto. Objeciones: el hallazgo mencionado no es generalizable, se han encontrado otras nidadas de la misma época, por ejemplo en Montana y Alberta, en las que las crías nacieron sin problema. Tampoco explica la extinción simultánea de otros organismos. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por el profesor Raymond Dughi, conservador del Museo de Historia Natural de Aix-en-Provence. Encontró que la mayoría de las cáscaras de huevos encontrados en la baja Provenza, están estratificadas entre dos y siete veces. Interpretó estas anomalías como consecuencias de series de suspensiones drásticas del metabolismo, lo cual tendría como origen oscilaciones térmicas caracterizadas por períodos de fríos extremos. 

12. Tensión nerviosa y alteraciones de los huevos

Dado que: (1) la tensión nerviosa en las aves produce un debilitamiento de la estructura de sus huevos a través de las hormonas que controlan la puesta, que resulta mortal para muchos huevos, y (2) que se han encontrado huevos de fines del Cretáceo con cáscara delgada y con una alta mortalidad de embriones. Hipótesis: la exuberancia de la vegetación llevó a una superpoblación de dinosaurios y el exceso numérico ocasionó tensión nerviosa entre las hembras empolladoras, perdiéndose sus huevos. Objeciones: el hallazgo mencionado no es generalizable, se han encontrado otras nidadas de la misma época, por ejemplo en Montana y Alberta, en las que las crías nacieron. Comentario: Esta hipótesis fue desarrollada por Heinrich K. Erben, del Instituto de Paleontología de la Universidad de Bonn, Alemania, trabajando con miles de muestras procedentes de Aix en Provence y en Corbieres, en los Pirineos. Los huevos más antiguos presentaban cáscaras de hasta 2,5 mm de grosor, los más recientes de solo 1 mm.

13. Vulcanismo y alteraciones de los huevos

Dado que: (1) el selenio es un elemento muy venenoso para los embriones y una pequeña cantidad causa la muerte de los polluelos de gallina, (2) que en Dinamarca y Francia se han encontrado altos niveles de selenio en la cáscara de huevos de saurópodos de fines del Cretáceo, y (3) dado que la cantidad de selenio aumenta en los huevos más cercanos al límite C/T, y los nidos presentan mayor porcentaje de eclosiones fallidas. Hipótesis: los dinosaurios herbívoros de fines del Cretáceo padecieron una fuerte reducción de las eclosiones debido a ingerir grandes cantidades de vegetación impregnada con polvo volcánico con selenio, produciéndose el derrumbe de las cadenas alimentarias. Objeciones: No explica la crisis ecológica en las cadenas alimentarias marinas, a menos que se considere que las mismas erupciones volcánicas produjeron otros efectos.

C. Hipótesis que apelan a factores externos

Causas climáticas (cambios graduales)

14. Glaciación o enfriamiento del clima

Dado que: (1) cierta sucesión de faunas y pólenes fósiles en sucesivos estratos sugieren que a fines del Mesozoico se diferenciaron el invierno y el verano y desapareció el clima cálido (posiblemente como consecuencia de la deriva continental, que habría alterado las corrientes marinas y la circulación de los vientos y que habría llevado al levantamiento de montañas y a cambiar el nivel de los mares), (2) que la existencia de grandes bloques rodados en Australia Central indican la existencia de hielo glacial y (3) que el análisis de la composición en Oxígeno 18 de la concha de moluscos sugiere que efectivamente descendió la temperatura oceánica. Hipótesis: el clima frío produjo un cambio en la vegetación que alimentaba a los dinosaurios herbívoros y llevó a una pérdida de hábitats adecuados. El frío podría haber influido sobre los huevos de los dinosaurios si éstos eran muy sensibles a la temperatura, lo cual explicaría la sobrevivencia de aves y mamíferos, endotérmicos.

El clima muy frío podría haber excedido el potencial ectotérmico de los dinosaurios, incluso si hubiesen sido homotermos las crías habrían sido muy pequeñas para poder superar las temperaturas frías. Si los dinosaurios eran de sangre caliente, no tenían pelaje ni plumaje para mantener el calor corporal (a diferencia de mamíferos y aves, respectivamente) y si eran de sangre fría, la mayoría era muy grande para hibernar en agujeros carentes de hielo (a diferencia de los reptiles menores, que sobrevivieron). La extinción del plancton calcáreo también podría deberse a su sensibilidad a los cambios de temperatura. Objeciones: no explica la supervivencia de otros reptiles, como cocodrilos y tortugas. Es difícil que toda la superficie terrestre tuviese un clima igualmente desfavorable, debían haber quedado zonas con clima benigno. Los hallazgos de Australia Central pueden ser indicativos de un fenómeno regional, no hay evidencias de una glaciación mundial. Los geólogos reconocen solamente cuatro grandes períodos glaciales: en el Precámbrico Medio, Precámbrico terminal, Permo-Carbonífero y Cuaternario.

Como los cambios climáticos son graduales, es más probable que al menos algunas especies se hubiesen adaptado a los cambios climáticos, por ejemplo en Australia se han encontrado dinosaurios de fines del Cretáceo adaptados a un clima frío. Aparentemente los dinosaurios bípedos pequeños, como los celurosaurios, eran endotérmicos y en tal caso habrían resistido un enfriamiento climático. Comentario: Hacia 1950, la mayoría de los paleontólogos apoyaban la idea de que los dinosaurios habían sido víctimas de un cambio de clima y algunos paleontólogos pensaban que a fines del Mesozoico habría ocurrido una glaciación que habría sido fatal para los dinosaurios.

Hoy, esta hipótesis tiene pocos defensores. Harold C. Urey analizó la cantidad de oxigeno 18 en la concha de moluscos para determinar la temperatura del agua durante el Cretáceo y el Terciario, antes y después de la extinción masiva, para determinar si el clima se volvió mas frío. Sin embargo, las investigaciones de Urey y de otros geólogos y paleobotánicos no lograron demostrar que en la fronteras entre el Cretáceo y el Terciario se hubiese producido una glaciación generalizada, con descenso de la temperatura hasta en las regiones ecuatoriales. 

La hipótesis de la extinción por el frío fue propuesta nuevamente por el paleontólogo canadiense L. Russell. Según algunos investigadores, hacia el final del Cretáceo habría subido el nivel del mar y se habrían inundado las zonas costeras, haciendo que el clima se hiciese más frío. Otros argumentan, por el contrario, que a lo largo del Cretáceo el nivel del mar habría bajado, aumentando la altura y extensión de los continentes, lo cual habría producido un descenso general de la temperatura que continuó durante 70 millones de años. Algunos investigadores aceptan que el nivel del mar descendió, pero suponen que al reducirse el área ocupada por los mares disminuyó el volumen de los organismos marinos fotosintetizadores, por lo tanto habría aumentado la concentración de anhídrido carbónico atmosférico, haciendo al clima más cálido por un efecto invernadero. Por otra parte, el enfriamiento a nivel planetario podría haber sido un fenómeno súbito, como consecuencia del impacto de un asteroide y consecuente oscurecimiento de la atmósfera.

15. Efecto invernadero: calor y sequía

Dado que: (1) hacia fines del Cretáceo se produjo una gran actividad volcánica, que liberó enormes cantidades de anhídrido carbónico; que (2) los depósitos de algas de aguas profundas y los productos de la digestión de los dinosaurios herbívoros pudieron liberar grandes cantidades de metano hacia la atmósfera, y que (3) grandes concentraciones atmosféricas de anhídrido carbónico y de metano habrían permitido el paso de la luz solar hasta la superficie terrestre impidiendo la salida del exceso de calor hacia el espacio. Hipótesis: Grandes concentraciones atmosféricas de anhídrido carbónico y de metano a fines del Mesozoico calentaron la Tierra rápidamente y los dinosaurios desaparecieron por un "efecto invernadero".

El plancton es muy sensible al aumento de las temperaturas, lo que explica el derrumbamiento de las cadenas alimentarias marinas y su destrucción agravaría el efecto invernadero por su importante papel en la conversión de CO2 en O2. Objeciones: Los geólogos no aceptan que a fines del Cretáceo se haya producido un cambio brusco de clima que hubiese producido aridez extrema. Esta hipótesis no explica con claridad la extinción de determinados grupos y la supervivencia de otros, por ejemplo las ranas y otros anfibios, así como los reptiles pequeños, son muy sensibles a los cambios de temperatura y se habrían extinguido ellos en lugar de los dinosaurios. Comentario: La hipótesis de la muerte masiva de dinosaurios por condiciones extremas de calor y sequía fue muy popular debido a que la recogió la película "Fantasía" de Disney, basándose en estudios de Barnum Brown, quien interpretó un famoso cementerio de dinosaurios de Howe Ranch como evidencia de la muerte por desecación de lagos y pantanos. Sin embargo, el fenómeno estudiado por Brown en Howe Ranch fue de alcance local, en cambio en esa película se le dio un alcance a escala planetaria. Además, esa interpretación coincidía con la idea entonces predominante de que la mayoría de los dinosaurios habrían vivido en pantanos, lo cual actualmente no se acepta. El efecto invernadero como consecuencia de una enorme actividad volcánica que habría liberado grandes cantidades de anhídrido carbónico, fue propuesta por el geólogo Dewey McLean, del Instituto Politécnico de Virginia. Se ha sugerido otras causas para el efecto invernadero, por ejemplo el descenso del nivel del mar (ver hipótesis 34), procesos cíclicos endógenos (ver hipótesis 38) o el impacto de uno o varios meteoritos (ver hipótesis 44).

16. Clima Y Descalcificación

Dado que: (1) a fines del Mesozoico el clima se volvió más húmedo y más cálido, (2) esas características climáticas podrían disminuir el calcio disponible y (3) los dinosaurios requerían calcio. Hipótesis: Al hacerse el clima más cálido y húmedo desapareció el calcio disponible para los dinosaurios, que lo requerían para su metabolismo. Objeciones: No explica que se hubiese producido la extinción de los dinosaurios y no la de otros organismos que también requieren calcio. En la actualidad existen zonas con clima húmedo y cálido donde habitan reptiles, aves y mamíferos sin problemas de descalcificación. Comentario: esta hipótesis fue propuesta por el científico ruso V. Elisséiev, quien la elaboró considerando la existencia de esqueletos de dinosaurios torcidos en estratos del Cretáceo superior. Tales hallazgos, sin embargo, son frecuentes en fósiles encontrados en distintos estratos, afectan por igual a dinosaurios, aves o mamíferos y se deben a procesos de contracturas musculares postmortem por al aflojamiento de los ligamentos del cuello.

17. Reducción De Hábitats

Dado que: a fines del Mesozoico el clima se volvió más húmedo, se produjeron mayor cantidad de pantanos y ríos que dividieron las antiguas grandes extensiones con pasto. Hipótesis: a las grandes manadas de herbívoros les habría sido cada vez más difícil sobrevivir separadas entre sí y compitiendo por áreas territoriales menores. Al reducirse los tamaños de sus manadas y quedar aislados habrían sido expuestos a factores nocivos, como la consanguinidad y la eliminación por epidemias de gérmenes infecciosos. El declive de los herbívoros afectó a los carnívoros y carroñeros. Objeciones: Es difícil que tales cambios se hayan producido a nivel planetario. No explica la extinción en las comunidades acuáticas.

18. Radiaciones Y Ceguera

Dado que: el estudio de las córneas de reptiles modernos muestran que pueden quedar ciegos por cataratas. Hipótesis: debido al calentamiento gradual de la Tierra y al exceso de radiaciones ultravioleta, los dinosaurios quedaron ciegos y murieron sin poder reproducirse. Objeciones: no hay fundamentos serios. Comentario: esta hipótesis fue presentada en 1982.

Causas biológicas (cambios vegetacionales, graduales)

19. Vegetación y exceso de comida

Dado que: hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores. Hipótesis: las nuevas plantas pudieron ser deficitarias en algún mineral respecto a las anteriores, por lo tanto los dinosaurios herbívoros debieron ingerir cantidades excesivas de alimento, muriendo por el exceso de comida. Objeciones: no hay fundamentos serios, las plantas con flores coexistieron al menos 100 millones de años con los dinosaurios sin trastornos para éstos. Los restos fósiles de vegetales no indican que se produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo. Los dinosaurios herbívoros mostraban una gran variedad de adaptaciones digestivas. Tampoco explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos.

20. Vegetación y exceso de oxígeno

Dado que: hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores, que emiten más oxígeno que las coníferas, cicadales o ginckgoales. Hipótesis: se produjo un exceso de oxígeno al que los dinosaurios no estaban adaptados. Objeciones: el cambio de la vegetación y el aumento del oxígeno atmosférico fueron procesos graduales, a los que los diferentes organismos pudieron adaptarse, las plantas con flor no pudieron ser perjudiciales en forma repentina, mucho antes de su desaparición los dinosaurios habrían acusado trastornos. Los restos fósiles de vegetales no indican que se produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo. Comentario: Es posible que esta sea la primera hipótesis que se haya propuesto para explicar la extinción de los dinosaurios. En 1841, Richard Owen, el paleontólogo que acuñó el término "dinosaurio", formuló la idea de que durante el Mesozoico la atmósfera contenía niveles muy altos de anhídrido carbónico y muy bajos niveles de oxígeno, características ideales para los reptiles. Según Owen, a fines del período Cretáceo se habría producido la proporción actual de ambos gases, lo cual favoreció a las aves y a los mamíferos, pero causó la extinción de los dinosaurios.

21. Vegetación Dura

Dado que: hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores, duras y correosas. Hipótesis: los dinosaurios herbívoros estaban adaptados a consumir vegetales más blandos y suculentos, comenzaron a decaer con este cambio de vegetación, muriendo posteriormente los carnívoros que los depredaban. Objeciones: no hay fundamentos serios, el cambio vegetacional fue gradual, los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, que habrían dado tiempo al surgimiento de dinosaurios herbívoros con dentaduras adaptadas para masticar vegetación dura, tampoco explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos. Los dinosaurios herbívoros hadrosaurios y ceratópsidos tuvieron su apogeo justamente a fines del Cretáceo, contra lo que debería esperarse si esta hipótesis fuese cierta, y sus denticiones son las adecuadas para consumir vegetación dura. Las agujas de las coníferas corresponden a materiales mucho más duros y abrasivos que las plantas con flores, y las precedieron. Los restos fósiles de vegetales no indican que se produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo. Los dinosaurios herbívoros mostraban una gran variedad de adaptaciones digestivas. 

22. Vegetación Venenosa

Dado que: (1) hacia fines del Mesozoico aparecieron las plantas con flores, que sintetizan alcaloides aromáticos psicoactivos venenosos, (2) que experimentos con tortugas demuestran que éstas son incapaces de detectar el gusto amargo de los alcaloides venenosos, a diferencia de los mamíferos, y que (3) se han hallado restos de dinosaurios en posiciones contorsionadas o retorcidas, lo que indica que murieron envenenados. Hipótesis: Los helechos y coníferas de comienzos del mesozoico utilizaban taninos, pero estos fueron reemplazados por alcaloides muy tóxicos cuando aparecieron las plantas con flores. Los dinosaurios se extinguieron por consumir vegetales venenosos a los que no estaban adaptados. Eran incapaces de detectar el sabor amargo y su hígado era incapaz de detoxificar las substancias una vez ingeridas. Muertos los herbívoros desaparecieron los carnívoros por falta de alimento. Objeciones: la hipótesis se fundamenta en estudios de especies vivientes y no se explica por qué a estas especies no le ocurrió el mismo problema que a los dinosaurios.

Las analogías entre tortugas y dinosaurios son dudosas porque comparten un antepasado común remoto. Los reptiles poseen enzimas que los defienden de venenos vegetales. Las posiciones retorcidas de los restos se encuentran en dinosaurios, aves y mamíferos de diferentes épocas y se deben a procesos de contracturas musculares postmortem por el aflojamiento de los ligamentos del cuello, no son prueba de envenenamiento. Los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado a poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a otra diversidad de organismos terrestres y acuáticos.

No se explica la desaparición simultánea de los pterosaurios, ictiosaurios y plesiosaurios, que se alimentaban de peces. Los restos fósiles de vegetales no indican que se produjese un cambio drástico de la flora a fines del Cretáceo. Los dinosaurios herbívoros mostraban una gran variedad de adaptaciones digestivas. No existe forma de saber cómo era el sentido del gusto de los dinosaurios ni la capacidad detoxificadora de sus hígados. Los dinosaurios herbívoros hadrosaurios y ceratópsidos tuvieron su apogeo justamente a fines del Cretáceo, contra lo que debería esperarse si esta hipótesis fuese cierta.

Dado los complejos mecanismos masticatorios de los hadrosaurios, estaban bien adaptados para alimentarse de materiales abrasivos como las agujas de las coníferas, no de las suaves plantas con flores. Los alcaloides tóxicos aparecieron hace 120 millones de años y los dinosaurios persistieron hasta 50 millones de años después. Comentario: Esta hipótesis fue planteada por Tony Swain, del Jardín Botánico Real de Kew, en 1976, quien sugirió que las lesiones orgánicas debidas a los alcaloides podrían haber llevado al desarrollo anormal de la hipófisis y al excesivo grosor de las cáscaras de los huevos.

En años recientes el principal defensor de esta hipótesis ha sido el psiquiatra Ronald K. Siegel, quien ha dicho: “No estoy sugiriendo que todos los dinosaurios murieran de sobredosis de drogas vegetales, pero, sin duda, este fue un factor a tener en cuenta”. Gould la califica de una especulación gratuita para atraer la atención, imposible de comprobar. Algunos investigadores, como Norman D. Newell, han señalado como posible causa de la extinción de los dinosaurios, una explosión evolutiva de los hongos patógenos y venenosos, que se habría producido asociada coevolutivamente con la explosión evolutiva de las plantas con flores.

23. Alteraciones Digestivas

Dado que: (1) durante el Mesozoico desaparecieron los grandes bosques de helechos, y (2) los helechos actuales tienen aceites laxantes, que pudieron ser vitales para el paso de la comida a través del intestino de los herbívoros. Hipótesis: los dinosaurios herbívoros se extinguieron por consumir un nuevo tipo de vegetales sin propiedades digestivas, muriendo de estreñimiento crónico. Muertos los herbívoros desaparecieron los carnívoros por falta de alimento. Objeciones: no hay fundamentos serios, el cambio vegetacional fue gradual, los aparatos digestivos de los dinosaurios herbívoros eran muy variados, tampoco explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos. Comentario: Esta idea fue propuesta en términos más bien humorísticos, pero ha sido recogida por paleontólogos como el británico Anthony Hallam. Comentando esta hipótesis, el Dr. Fritz Kahn dice: "Los helechos contienen aceite laxante, y con las pteridófitas perdió la raza de los gigantes su purgante habitual. Los grandes señores se volvieron gruñones, reacios a luchar y a amar, y así perecieron vergonzosamente de estreñimiento."

Causas biológicas (agresiones)

24. Orugas Depredadoras

Dado que: (1) la aparición de las plantas con flores fue seguida a fines del Cretáceo por la de las mariposas, (2) las orugas (estados larvales de las mariposas) se alimentan casi exclusivamente de plantas, y (3) las aves eran escasas y no se habían habituado a este tipo de alimento. Hipótesis: las orugas debieron expandirse en forma espectacular a fines del período Cretáceo, se produjo una superpoblación de orugas que devoró la vegetación y dejó a los dinosaurios herbívoros sin alimento. Los dinosaurios carnívoros habrían desaparecido luego, a su vez, al no tener herbívoros con los que alimentarse. Objeciones: hipótesis sin fundamento. Que las orugas causen la defoliación de toda la vegetación exige demasiada imaginación, y si los lepidópteros eran tan abundantes se encontrarían muchos de sus restos fósiles, aunque en realidad son muy escasos y comienzan a aparecer mucho después. Los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado a poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a una diversidad de otros organismos terrestres y acuáticos. Comentario: esta hipótesis fue formulada en 1962.

25. Mamíferos comedores de huevos

Dado que: (1) algunos huevos fosilizados de dinosaurios parecen haber sido abiertos y vaciados, y (2) que durante el Mesozoico existieron pequeños mamíferos nocturnos que posiblemente se alimentaran de huevos. Hipótesis: los dinosaurios se extinguieron porque sus huevos fueron devorados por Morganucodon u otros pequeños mamíferos. Objeciones: los mamíferos solamente fueron dominantes después que se extinguieron los dinosaurios, los dinosaurios habían convivido sin problemas con mamíferos durante unos 160 millones de años y no hay razones para que de pronto empezaran a devorar los huevos, solamente de dinosaurios y de todo tipo de dinosaurios.  

No explica por qué no desaparecieron otros reptiles ovíparos ni las aves, no explica la desaparición de las faunas marinas, como la de los ictiosaurios, que daban a luz. Los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, de modo que los comedores de huevos no habrían llegado a exterminarlos, tal tipo de desajustes podría haber afectado transitoriamente a poblaciones locales, pero no a todos los dinosaurios y a una diversidad de otros organismos terrestres y acuáticos.

En la actualidad hay especies que se alimentan exclusivamente con los huevos de otras, sin que pongan en peligro a las especies de cuyos huevos se alimentan. Comentario: Durante la expedición enviada a Mongolia en 1922-1925 por el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, dirigida por Roy Chapman Andrews, se encontraron numerosos huevos de dinosaurios, hallazgo que fue publicado en 1923. Algunos huevos parecían haber sido abiertos y vaciados, por lo que algunos conjeturaron que habían sido consumidos por pequeños mamíferos. Esta hecho dio base a la hipótesis comentada, planteada en 1925 por Wieland, que fue muy popular durante décadas, aceptada por autoridades como Boule y Jean Piveteau. Aunque actualmente casi no tiene partidarios, la ha defendido en años recientes el norteamericano William Clemens, y Carl Sagan la recoge en su bestseller "Los Dragones del Edén": "los mamíferos dormían a intervalos durante el día y los reptiles hacían lo propio durante la noche, momento en que hasta los más inermes protomamíferos carnívoros podían suponer una amenaza real para los adormilados reptiles de sangre fría, y muy en especial para sus nidadas".

26. Parásitos Y Epidemias

Dado que: el encuentro de poblaciones humanas mucho tiempo aisladas ha producido a veces la desaparición de algunas de ellas por transmisión de parásitos y epidemias a las que no tenían defensas. Hipótesis: Al formarse nuevas rutas terrestres para las migraciones de manadas del dinosaurios, entraron en contacto poblaciones que se trasmitieron parásitos y microorganismos, los que les produjeron la muerte. Objeciones: No hay evidencias fósiles que demuestren la presencia de parásitos u organismos patógenos, salvo que hubiesen afectado a los huesos, y no hay pruebas en ese sentido. Es casi imposible que tal variedad de organismos se viera afectado por las mismas epidemias o parásitos, que normalmente se limitan a pocas especies estrechamente emparentadas.

Por el contrario, si varias enfermedades infecciosas atacaron en forma inespecífica a gran diversidad de dinosaurios, no se explica por qué no afectaron a otros reptiles, como cocodrilos, tortugas y lagartos. Los ecosistemas poseen mecanismos de autorregulación, tal tipo de desajustes podría haber afectado solo transitoriamente a poblaciones locales: sería muy raro que toda una sola especie desaparezca por una enfermedad, porque la selección natural actúa favoreciendo a los agentes causales impidiendo que destruyan a todos los organismos que atacan. Menos aún podría haber eliminado a todos los dinosaurios y a una diversidad de otros organismos terrestres y acuáticos. Comentario: Esta hipótesis se basa en la extinción de algunos pueblos humanos mediante epidemias tras el encuentro con otros grupos, y a la transmisión de algunas enfermedades en la fauna silvestre. En tiempos recientes, ha sido defendida por el paleontólogo norteamericano Robert ("Bob") Bakker, dentro de una hipótesis más amplia (véase hipótesis 35). Se han señalado diversos microorganismos y parásitos de los reptiles actuales, por ejemplo en cierta ocasión numerosos reptiles del Zoológico de Londres murieron infectados por una ameba, Entamoeba invadens, y existe un ácaro llamado Ophionyssus natricis succiona la sangre de serpientes, pero no existen medios para conocer las enfermedades infecciosas o parasitarias de los dinosaurios ni la resistencia que tuvieron a las mismas.

Causas geológicas (algunas graduales, otras súbitas)

27. Aumento de la fuerza de gravedad

Dado que: como consecuencia del aumento de la masa terrestre ocurriría un aumento en la fuerza de gravedad. Hipótesis: a fines del Cretáceo aumentó la masa de la Tierra, y los dinosaurios, dado su gran volumen, no pudieron soportar el cambio, porque los transformó en animales demasiado lentos y pesados. Objeciones: esta idea carece totalmente de justificación, no hay motivos para suponer seriamente que aumentó bruscamente la masa terrestre. Por supuesto, tampoco todos los dinosaurios eran gigantes. Comentario: Esta idea no ha sido propuesta por científicos sino por divulgadores especulativos.

28. Inversión de polos magnéticos

Dado que: (1) el registro sedimentario de minerales magnéticos muestra inversiones en las orientaciones del campo magnético terrestre en rocas de la época precedente a la extinción de los dinosaurios, y (2) que durante el proceso de inversión magnética se debilita o desaparece la magnetosfera (cinturones de Van Allen) que protege el planeta de las radiaciones ionizantes. Hipótesis: la reversión de los polos magnéticos habría ocasionado la entrada de grandes cantidades de radiaciones ionizantes procedentes del Sol, produciendo muertes, aumento de las tasas de mutaciones y esterilización de la fauna, y posiblemente fluctuaciones en las constantes gravitacionales y en la composición y presión atmosféricas. Objeciones: No explica la supervivencia de otros grupos, ni la extinción de formas marinas que no habrían sido afectadas por las radiaciones. El proceso de inversión de los polos magnéticos ha ocurrido con cierta frecuencia sin asociarse a extinciones masivas. Se ha sugerido que los procesos de inversión de la polaridad magnética puedan relacionarse con impactos de meteoritos, en este caso no sería la causa pero estaría correlacionada con una causa diferente. Como la intensidad del daño por radiación es en general proporcional a la cantidad de radiación absorbida en relación a la masa corporal, se habrían afectado los pequeños animales pero no los grandes, porque estos últimos tienen menor superficie en relación a su volumen. Por lo tanto el aumento de las radiaciones ionizantes habría exterminado a los lagartos, por ejemplo, y no a los grandes dinosaurios. Comentario: En 1963, R. Uffen sugirió que los cambios de polaridad magnética terrestre se acompañarían de una disminución de los cinturones de Van Allen.

29. Destrucción de la capa de ozono

Dado que: el Cretáceo superior fue un período de alta actividad volcánica. Hipótesis: el ácido hidroclorídico presente en los gases volcánicos destruyó la capa de ozono de la alta atmósfera. Como consecuencia, desapareció el escudo protector contra la mayor parte de los rayos ultravioletas. Los mamíferos, provistos de piel peluda, las aves emplumadas y los animales que vivían bajo las aguas sobrevivieron porque estaban suficientemente protegidos. Objeciones: No explica la extinción simultánea y masiva de grupos de organismos acuáticos. Comentarios: esta hipótesis fue desarrollada por M. L. Keith, profesor de geoquímica de la Universidad de Pennsylvania.

30. Cambios climáticos por la deriva continental

Dado que: durante el Cretáceo se completó la separación de los continentes debido a la deriva continental. Hipótesis: la deriva continental transformó áreas continentales en costeras y viceversa, y los continentes se trasladaron acercándose o alejándose de los polos, lo que produjo importantes cambios climáticos, ecológicos y bióticos que llevaron a la extinción de los dinosaurios. El desplazamiento de las masas continentales separó los continentes más extensos y dividió las tierras en áreas menores, alterando las corrientes oceánicas, la circulación de los vientos y las pautas climáticas. A fines del Cretáceo el mar sufrió una gran retirada (regresión), abandonando las cuencas epicontinentales, lo cual produjo climas más extremos y estacionales, con inviernos más fríos y veranos más cálidos. Los dinosaurios habrían sido incapaces de resistir los cambios ambientales. Objeciones: aunque esta hipótesis concuerda con los hallazgos de paleontólogos que han observado el declive de los dinosaurios desde unos 10 millones de años antes del fin del Cretáceo, otros investigadores observan una brusca desaparición exactamente al final del Cretáceo. No explica claramente la extinción simultánea de otros grupos.

 31. Desbordamiento del océano ártico

Dado que: la deriva continental produjo la apertura de un Océano Ártico, hasta entonces cerrado, al entrar en comunicación con los demás océanos, produjo efectos complejos de alcance mundial.

Hipótesis: los dinosaurios se extinguieron como consecuencia del desbordamiento del Océano Ártico, porque las aguas más frías y livianas del Ártico al verterse sobre las aguas del Atlántico formaron una capa de agua fría sobre las aguas cálidas más pesadas y más salinas, extendiéndose por el mundo una ola de frío y sequía. Se habría producido un descenso de al menos 10 grados en la temperatura del agua oceánica a nivel mundial.

 Objeciones: La apertura del Océano Ártico al Atlántico se produjo durante el Eoceno, mucho después de las extinciones masivas, y se ha producido en diversas oportunidades sin correspondencia con episodios de extinción. Comentario: esta hipótesis fue formulada por Stephan Gartner y James P. McGuirk, de la Texas A & M University, y John Kearney, de la Phillips Petroleum Company.

32. Orogenia y reducción de lagunas y pantanos

Dado que: (1) como consecuencia de la deriva continental hacia fines del período Cretáceo se produjeron surgimientos de numerosas cadenas montañosas (alpinas, del Himalaya, de las Montañas Rocosas, etc.) a partir de regiones bajas, (2) durante las grandes sequías en África, se observa la mortalidad masiva de los hipopótamos. Hipótesis: los cambios en la corteza terrestre produjeron reducción en lagunas y pantanos, lo cual produjo la extinción de los herbívoros que allí vivían (saurópodos, hadrosaurios), seguida por la extinción de los carnívoros. Objeciones: actualmente se considera que los diferentes grupos de dinosaurios, incluyendo a los grandes saurópodos y a los hadrosaurios, habitaban en tierra firme, no en lagunas o pantanos, por lo tanto el modelo "hipopótamo" no es aplicable a sus formas de vida. Por otra parte, los saurópodos se habían restringido antes de fines del Mesozoico, los que vivían en el Cretáceo eran relativamente escasos, habían sido reemplazado en gran parte por dinosaurios ornitisquios. Tampoco explica la extinción de otros grupos terrestres o acuáticos

33. Supuesto surgimiento de la luna

Dado que: la extracción de la Luna desde la cuenca del Pacífico habría causado trastornos a nivel planetario que habrían afectado drásticamente a las comunidades biológicas. Hipótesis: a fines del Cretáceo surgió la Luna desde el lecho del Océano Pacífico, produciendo grandes alteraciones planetarias que llevaron a la extinción de los dinosaurios. Objeciones: No hay evidencias que la Luna hubiese salido desde la Tierra, ni en el Cretáceo ni en ningún otro momento de la historia de la Tierra. En los corales del Devónico pueden apreciarse los efectos de las mareas sobre su crecimiento, diario, lo cual demuestra que la Luna existía 330 millones de años antes de la desaparición de los dinosaurios. Actualmente se acepta que la Luna se originó en un choque de la Tierra con un cuerpo del tamaño de Marte, muchos millones de años antes de la era de los dinosaurios.

34. Descenso del nivel del mar y desaparición de hábitats

Dado que: (1) existen registros geológicos del retroceso del mar en centenares de km. y el límite entre Cretáceo y Terciario coincide con un proceso de regresión generalizada de los océanos, que dejó al descubierto una superficie de unos 29 millones de km. cuadrados, (2) que la disminución del nivel del mar ha acompañado a muchas las extinciones masivas y que (3) la moderna biología conservacionista explica que las poblaciones declinan cuando los hábitats se reducen y fragmentan. Hipótesis: la regresión de los océanos alteró gravemente los ecosistemas: produjo una desaparición rápida de los hábitats de llanuras costeras bajas, desecó y redujo considerablemente la superficie ocupada por mares poco profundos. Al reducirse el área ocupada por los mares disminuyó el volumen de vegetación marina fotosintetizadora, aumentando la concentración de anhídrido carbónico en la atmósfera, y haciendo al clima más cálido y variable (efecto invernadero, ver hipótesis 15).

Objeciones: no explica claramente todas las pautas de extinción y sobrevivencia. Algunos investigadores suponen que por el contrario, hacia fines del Cretáceo el nivel del mar subió (lo cual habría causado la extinción!). Comentario: Esta hipótesis fue defendida por T. J. M. Schopf en 1983. Calcula que se produjo un descenso en 150 a 200 m en el nivel del mar, drenando los mares epicontinentales y cortando el curso de los ríos, lo que habría reducido los hábitats disponibles para los dinosaurios. Otro defensor de esta hipótesis es David Archibald, paleontólogo experto en mamíferos. Las influencias en las extinciones masivas de los cambios en el nivel del mar fueron estudiadas por Dave Jablonski y Karl Flessa. Concluyeron que si se eliminaran las plataformas submarinas actuales, desaparecería un 13% de las familias, lo cual queda bajo el nivel de extinción de las extinciones masivas. Se sabe que durante el Oligoceno los océanos se redujeron a uno de sus niveles más bajos durante cinco millones de años, sin que se produjera una mayor extinción en la biota marina. En 1989 A. Hallam, sin embargo, reconoció que los descensos en el nivel del mar están asociados generalmente a las extinciones masivas.

35. Caos ecológico por factores geográficos

Dado que: (1) los cambios geográficos en la posición de los continentes y el cambio en el nivel de los mares hizo posible el encuentro de diversas especies de dinosaurios a fines del Cretáceo, y que (2) cuando en la actualidad se transportan animales repentinamente desde un continente a otro se producen grandes ateraciones ambientales. Hipótesis: Las condiciones geográficas de fines del Cretáceo permitieron migraciones masivas de los dinosaurios, que se desplazaron desde un continente a otro causando el caos ecológico al llevar enfermedades y parásitos, competir con otras especies por el alimento, y recibir el impacto de nuevos depredadores. Objeciones: De acuerdo con el modelo de deriva continental vigente, los continentes se fueron separando gradualmente, el mayor contacto de especies se habría producido durante el Triásico, no a fines del Cretáceo. Es difícil creer que hubo un encuentro de dinosaurios a nivel planetario con consecuencias fatales para todas las especies. En los casos conocidos de intercambios faunísticos masivos, como por ejemplo el que ocurrió entre Norte y Sudamérica durante el Plio-Pleistoceno, muchas especies de mamíferos se extinguieron, pero solo cuando fueron desplazadas por otras equivalentes. Comentario: Esta hipótesis ha sido defendida recientemente por el paleontólogo Robert ("Bob") Bakker, del Casper College en Wyoming.

36. Desplazamiento del eje rotacional de la tierra

Dado que: El desplazamiento del eje rotacional de la Tierra causaría cambios drásticos en las condiciones ambientales del planeta. Hipótesis: El desplazamiento del eje rotacional de la Tierra pudo haber causado la extinción de los dinosaurios y de un conjunto de otros organismos marinos o terrestres, a nivel planetario. Objeciones: Carece de un fundamento serio.

Comentario: En la década de 1960, el Dr. James Heirtzeler, de la Universidad de Columbia, y algunos otros investigadores sugirieron que algunos acontecimientos catastróficos, por ejemplo terremotos importantes, períodos del formación de montañas y cambios radicales del clima a nivel mundial, se pueden relacionar de una forma compleja con grandes cambios en el giro de la Tierra. La idea del cambio del eje de rotación terrestre es defendida frecuentemente por los divulgadores de especulaciones pseudocientíficas, seguidores entusiastas del libro "Mundos en Colisión", publicado en 1950 por Immanuel Velikovsky, quien mezclando el misticismo con la ciencia buscaba una explicación astronómica a los sucesos bíblicos y a otras tradiciones antiguas.

De acuerdo con estas personas, las "pruebas" del cambio en el eje de rotación terrestre, son por ejemplo, el Libro de Josué sobre la detención del Sol, una tradición andina recogida por Zecharia Sitchin según la cual el Sol desapareció durante 20 horas durante el reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II y una supuesta tradición de los indios hopi, que habla concretamente de la desviación del eje de la Tierra. Desde luego, no podría haber ninguna relación entre tradiciones históricas con la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, pero normalmente estos partidarios del "realismo fantástico" adhieren a cualquier explicación heterodoxa, más aún si se opone a las ideas de la "ciencia tradicional", por ejemplo que la Tierra tiene 4.000 años y que coexistieron seres humanos y dinosaurios.

37. Grandes erupciones volcánicas

Dado que: (1) hacia fines del Cretáceo un rift gigante separó el lado occidental de la India derramando casi 1.300 km. cuadrados de lava en menos de 500.000 años, en la zona denominada meseta Decán; que (2) disperso por todo el planeta existe un "nivel negro" rico en iridio (mineral pesado que se encuentra en el interior de la Tierra) y que contiene hollín, y dado que (3) la extinción de los dinosaurios fue seguida por un breve dominio de los helechos, y se producen actualmente aumentos similares de helechos tras la erupción de un volcán. Hipótesis: una enorme erupción volcánica en la zona de Decán alteró la climatología y ecología del planeta, produjo una densa nube de polvo y cenizas que cubrió el Sol y extinguió a los vegetales, y provocó un fuerte descenso de la temperatura, llevando a la extinción de los dinosaurios y otros grupos.

Las nubes de anhídrido carbónico y las emisiones de gases sulfurosos y diversos ácidos pudieron envenenar la atmósfera y los mares, produciendo el recalentamiento de la superficie terrestre (ver hipótesis 15), lluvia ácida letal y destrucción de la capa de ozono (ver hipótesis 29). Las erupciones descargaron grandes cantidades de ácido clorhídrico a la atmósfera, que fue dividido por la luz solar desprendiéndose cloro, gas altamente reactivo que dañaría o destruiría a la capa de ozono. La eliminación de la pantalla de ozono permitió que la radiación ultravioleta destruyese a los animales terrestres y al plancton marino. El polvo volcánico impregnado con selenio habría producido una fuerte disminución de la natalidad de dinosaurios herbívoros (ver hipótesis 13).

Los mamíferos habrían estado protegidos por su pelaje y las aves por sus plumas, los animales de los fondos marinos también habrían tenido protección suficiente, pero no los dinosaurios. Objeciones: el registro de sedimentos volcánicos de la época es escaso, el nivel negro con alto contenido en iridio puede tener también un origen extraterrestre y la cantidad de iridio encontrada se considera demasiado alta como para provenir de erupciones volcánicas. Según algunos estudios, la actividad volcánica de Decán se inició al menos 400.000 años antes y prosiguió unos 400.000 años después del depósito de iridio. Comentario: Uno de los principales partidarios de esta hipótesis es el geofísico francés Vincent Caurtillot.

Para Caurtillot, las erupciones volcánicas en la zona de Decán hacia el fin del período Cretáceo fueron de tal envergadura que las capas de lava cubren extensiones de 10.000 Kilómetros cuadrados, un volumen superior a los 10.000 kilómetros cúbicos y un espesor de 2.400. Mediante medición paleomagnetica, Courtillot pudo establecer que las lavas de Decán fueron lanzadas por cráteres volcánicos hace entre 64 y 68 millones de años, lo cual coincide con el paso del Cretáceo al Terciario. En 1985, los geólogos Charles B. Officer y Charles L. Drake, del College Dartmouth, llegaron a la conclusión que el iridio y otros elementos pesados se depositaron lentamente durante entre 10.000 y 100.000 años, y que diversas pruebas sugieren un origen volcánico y no meteorítico de los mismos.

38. Evolución Planetaria

Dado que: (1) en nuestro planeta se reconocen procesos cíclicos que se autorregulan, (2) que las extinciones masivas parecen producirse en forma cíclica, y que (3) los mismos factores ambientales parecen estar asociados a diversos episodios de extinción. Hipótesis: Las extinciones masivas se desencadenan por procesos de origen endógeno, causadas por la propia evolución del planeta. Objeciones: es difícil reconocer factores comunes a todas las extinciones masivas y pronunciarse sobre la secuencia de las perturbaciones. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por el ecólogo Ramón Margalef en 1993 (en J. Agustí, 1996), que la llama "la sombra obscura de Gaia". La extinción sería provocada por cambios climáticos derivados del estancamiento y la estratificación de las aguas continentales y parte de las oceánicas, que acumularían grandes reservas de anhídrido carbónico en aguas profundas, bajo presión hidrostática. Diversas circunstancias, entre ellas el impacto de un asteroide que sería en este caso un factor secundario, provocarían una súbita explosión química del océano y un rápido efecto invernadero a nivel atmosférico.

39. Cambios en las concentraciones de elementos traza

Dado que: las cantidades excesivas o las deficiencias de ciertos elementos metálicos traza, tales como el cobre o el cobalto, son deletéreas para los organismos. Hipótesis: a fines del Cretáceo se produjo una alteración en las concentraciones de elementos metálicos traza a nivel planetario, afectando a los dinosaurios. Objeciones: Esta hipótesis supone que el exceso o la deficiencia de estos elementos debió ocurrir simultáneamente en el mar y en la tierra y que las concentraciones letales de los iones metálicos se hayan difundido por todo el planeta más rápidamente que lo que puedan haber sido concentrados o removidos de la circulación. Se considera poco probable que ocurran variaciones significativas a nivel planetario de estos elementos a través del tiempo o el espacio y que tales variaciones sean suficientes como para producir efectos biológicos a escala mundial. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por el geólogo M. J. Salmi, de Finlandia, y Preston E. Cloud, Jr., de la Universidad de Minnesota a inicios de la década de 1960.

Causas astronómicas ( extinción súbita)

40. Nube de polvo y de gas interestelar

Dado que: en su giro alrededor de la Vía Láctea el Sistema Solar pudo atravesar nubes densas de polvo interestelar y de gases. Hipótesis: al atravesar el Sistema Solar por una densa nube de polvo interestelar situada en el plano medio galáctico, se redujo la radiación solar que llega a la Tierra, se obscureció el cielo durante un cierto tiempo, produciendo la muerte por frío de los animales ectotermos y la destrucción de la flora por falta de fotosíntesis, seguida por la destrucción de los herbívoros y consecuentemente de los carnívoros. En el paso a través de nubes gaseosas la Tierra habría adquirido grandes cantidades de hidrógeno molecular, los que al reaccionar con los compuestos químicos de la alta atmósfera formaría vapor de agua condensado en nubes, y las nubes reflejarían la radiación solar reduciendo las temperaturas superficiales. Mantenido durante varios miles de años, el proceso llevaría a una glaciación, causante de extinciones masivas. Objeciones: no hay ninguna evidencia para suponer que el Sistema Solar atravesó una nube de polvo interestelar. Las nubes de polvo interestelar no parecen ser suficientemente densas como para ocultar significativamente al Sol. Los geólogos no reconocen la existencia de algún período glacial a fines del Cretáceo.

41. Vulcanismo Lunar

Dado que: Las rocas de fines del Cretáceo presentan gran abundancia de microtectitas, diminutas esferas cristalinas de origen volcánico. Hipótesis: al final del período Cretáceo la actividad volcánica en la Luna envió hacia la Tierra una lluvia de estas partículas, que al penetrar en la atmósfera terrestre bloquearon la luz solar en un grado suficiente como para provocar un enfriamiento global que supuso el golpe de gracia para los dinosaurios. Objeciones: las evidencias son débiles. No explica las pautas de extinción. Comentario: Esta hipótesis fue planteada por el John A. O’Keele, experto de la NASA, según el cual una erupción lunar que arrojase unas 25.000 millones de toneladas de ceniza podría haber formado un anillo alrededor de la Tierra, deteniendo en parte la luz solar.

42. Explosión De Una Supernova

Dado que: (1) hace 65 millones de años la distancia del Sol al plano medio de la galaxia estaba casi en su máximo lo cual lo habría podido exponer a niveles más altos de radiación cósmica procedente de estrellas Supernovas, y (2) si explotase cerca del Sistema Solar una estrella Supernova, la densidad de las radiaciones cósmicas (núcleos de átomos, protones, electrones, rayos gamma y rayos X), aumentaría entre 10 y 100 veces los niveles actuales, y se formaría una onda expansiva magnética, alterando la vida en la Tierra. Hipótesis: la explosión de una supernova en las cercanías del Sistema Solar destruyó la capa de ozono y permitió el paso de radiaciones aumentando la tasa de mutaciones y producido esterilidad en todos los grandes animales, mientras que los animales de menor tamaño, que podrían haberse ocultado, los de vida nocturna como los mamíferos y los que vivían en aguas profundas, habrían sobrevivido sin problemas. La turbulencia generada afectó la capacidad de retención del calor atmosférico y el aire bajo saturado de agua se desplazó hacia zonas altas donde se formaron cristales de hielo que desviaron los rayos solares provocando un fuerte descenso de la temperatura de todo el planeta. La capa de iridio en el límite Cretáceo/Terciario derivaría de la explosión de la supernova. El efecto habría sido especialmente importante si hubiese coincidido con un período de inversión del campo magnético terrestre. Objeciones: Si hubiese explotado una supernova, en las arcillas del límite Cretáceo/Terciario debería existir un cierto contenido de Plutonio-244, que no existe.

Los isótopos de iridio (Ir191/Ir 193) presentes en la capa indicada son los típicos del Sistema Solar, por lo tanto no derivan de una Supernova. Para explicar la alta concentración de iridio en las muestras examinadas, la estrella debería haber explotado en las cercanías del Sistema Solar, en un radio de 100 años-luz, y en tal caso deberían existir evidencias bajo la forma de una nebulosa. Como tal evidencia no existe, esta hipótesis es insostenible. Como la intensidad del daño por radiación es en general proporcional a la cantidad de radiación absorbida en relación a la masa del animal, se habrían afectado más los pequeños animales que los grandes, que tienen menor superficie en relación a su volumen. Los dinosaurios presentaban variadas dimensiones, pero en general eran mayores que los reptiles sobrevivientes. Comentario: Esta hipótesis fue propuesta por I. S. Shklovskii, del Instituto de Investigación Cósmica de la Academia de Ciencias de Moscú, y entre 1969 y 1971 desarrollada nuevamente por Dale Russell, del Museo de Historia Natural de Ottawa, Canadá, el Dr. K. D. Terry, de la Universidad de Kansas y el físico Wallace H. Tucker, de Boston. En la década de 1980 fue defendida por Melvin Rudelman, de la Universidad de Illinois, y por Paolo Maffei, del Observatorio Astronómico de Catania, Italia. El famoso escritor francés J. Bergier afirmó en 1972 que los dinosaurios fueron extinguidos por extraterrestres creando una supernova, con el objeto de hacer posible la aparición del ser humano incremantando la vida inteligente en el Universo (!).

43. Actividad Solar Intensa

Dado que: (1) el Sol experimenta cambios en su actividad asociados a grandes turbulencias y manchas solares, y (2) que la mayor actividad solar incrementa la sobre la Tierra la radiación electromagnética de alta frecuencia (rayos ultravioleta, rayos X, etc.). Hipótesis: un incremento inusual de la actividad solar pudo provocar la muerte o esterilidad de diversos organismos terrestres. Objeciones: Sin fundamento. Comentario: El papel del Sol en las extinciones masivas se ha postulado desde 1930. Se ha calculado que una pequeña reducción de la constante solar cubriría la Tierra de hielo y un pequeño aumento la convertiría en un desierto inhabitable. K. D. Terry y Wallace H. Tucker han calculado que el Sol emitiría radiaciones ionizantes súbitas cada 60 millones de años. Sin embargo, el estudio de formaciones rocosas llamadas formaciones de Elatina ha permitido conocer los ciclos solares desde hace 680 millones de años, concluyéndose que los ciclos de actividad solar se han mantenido prácticamente sin variaciones. Los principales ciclos se alternan cada 11 años y hay ciclos adicionales de menos años.

44. Impacto de un meteorito

Dado que: (1) disperso por todo el planeta existe un "nivel negro" rico en iridio (mineral pesado que se encuentra en cuerpos extraterrestres), en concentraciones entre 10 y 100 veces superiores a las habituales, que esta capa muy rica en iridio se localiza en toda la superficie de la Tierra, mientras que el metal es muy raro en la corteza terrestre, (2) que contiene granos de cuarzo y otros minerales con finas estrías cruzadas, con evidencias de haber sufrido una presión elevada, como las que se encuentras en rocas sometidas a una colisión violenta, y microtectitas alteradas. Dado que además (3) se encontró un cráter de 280 km. de diámetro en el límite C/T en la península de Yucatán en México, correspondiente a una cadena semicircular "casi perfecta" de agujeros que parecen corresponder con el piso de un cráter gigantesco, que ha sido llamado Chicxulub, que (4) hay evidencias de depósitos producidos por grandes tsunamis en la misma época en Texas, México, Haití y otros sitios de la cuenca del Caribe, (5) que el geólogo Alan Hildebrand encontró en Haití pequeñísimas estructuras de roca vitrificada denominadas tectitas en la capa arcillosa correspondiente al limite Cretáceo/Terciario, lo que indica que en las cercanías se produjo un impacto y (6) que en un estudio de hojas fosilizadas en Wyoming se encontró que todas las plantas de tierra y mar murieron aproximadamente al mismo tiempo por congelamiento.

Hipótesis: un meteorito de unos 10 km. de diámetro impactó sobre la Tierra hace 65 millones de años a una velocidad de 25 km./seg., provocando un "invierno nuclear". Primero los restos incandescentes caídos sobre los bosques y pastizales provocaron incendios que abarcaron más del 70% de los continentes, interrumpieron la fotosíntesis y redujeron prácticamente a cero el índice de oxígeno, siguieron fuertes vientos, lluvias torrenciales, huracanes y terremotos. Luego ascendió una densa nube formada por una mezcla de vapor de agua, gases liberados, polvo, residuos rocosos y elementos metálicos, cuyos componentes volátiles, suspendidos en el aire y mezclados con el humo provocado por la fricción del meteorito con la atmósfera, envolvieron al planeta en una gigantesca nube impenetrable que se extendió por toda la estratosfera, impidiendo el paso de los rayos solares.

 Esto dio lugar a un fuerte descenso de la temperatura, que en todo el mundo cayó desde un promedio de 19oC a 10 grados bajo cero. Los lagos se congelaron y miles de especies de plantas perecieron. La nube pudo mantenerse durante meses o años, produciendo la muerte de la vegetación, seguida por los herbívoros y carnívoros.

Los más capacitados para sobrevivir fueron los animales de menores dimensiones, carroñeros y oportunistas (mamíferos, lagartos, cocodrilos, ofidios), los más perjudicados fueron los más corpulentos y especializados. A medida que se depositó el polvo y comenzó a llover, subió la temperatura, dando lugar a una alta evaporación y produciendo un efecto invernadero, lo cual aumentó la temperatura y afectó al plancton, muy sensible al calor, produciendo el derrumbe de las comunidades marinas. Los organismos que forman el nanoplancton calcáreo emiten un compuesto de azufre que ayuda a la formación de nubes, que a su vez reflejan la luz solar evitando que parte de la radiación del Sol alcance la superficie terrestre. La reducción de estas nubes, como consecuencia de la destrucción del nanoplancton, pudo haber causado una ola de calor extremo a nivel planetario. Objeciones: El aumento del nivel de iridio puede explicarse también por emisiones volcánicas (ver hipótesis 37). El aumento de iridio se encuentra en varias franjas separadas por medio millón de años como máximo y es poco probable que la Tierra fuese golpeada en ese período por una serie de meteoritos.

Aparentemente los grupos no desaparecieron en forma instantánea en todo el mundo, habrían desaparecido en forma gradual. Los belemnites e ictiosaurios habían desaparecido mucho antes del límite C/T, y la mayoría de los otros grupos estaban en lenta decadencia. La hipótesis del impacto no explica con claridad las pautas de extinción y sobrevivencia selectiva de diferentes grupos. Existen registros de impactos de grandes asteroides sobre la Tierra que aparentemente no causaron grandes daños, por ejemplo el cráter Manicouagan, en Canadá, se formó por el impacto de un asteroide de unos 10 km. a fines del Triásico, sin embargo las extinciones triásicas ocurrieron en dos oleadas sin presencia de iridio, y el cráter de Popigai, en Siberia, fue causado por un impacto aún mayor hace 40 millones de años, sin presencia de iridio ni extinciones. Comentario: Esta hipótesis, considerada en un principio como una fantasía por la mayoría de los especialistas, ha ido ganando cada vez más adeptos. En 1978, mientras realizaban un estudio geológico rutinario, Walter Alvarez, Frank Asaro y Helen V. Michel encontraron en la región de Gubbio, Italia, una cantidad inesperada de iridio en el límite entre los períodos Cretáceo y Terciario. Partiendo de la base de que el iridio es muy raro en la Tierra, pensaron que podían averiguar la velocidad de acumulación de la arcilla detectando el iridio proveniente de la lluvia de micrometeoritos o polvo cósmico que bombardea continuamente el planeta. Al analizar la arcilla encontraron que la cantidad de iridio era comparable a la depositada durante 500 mil años en el resto de la roca.

Descartando diversas explicaciones posibles llegaron a formular la idea de un gran impacto proveniente del espacio, idea que propusieron formalmente en 1980 el físico Luis Alvarez y su hijo Walter, geólogo, ambos de la Universidad de California. Todavía en 1990, Walter Alvarez y Frank Asaro decían que "la investigación tiene una espina: nadie ha hallado ese cráter de 150 kilómetros que el impacto de un objeto de lo kilómetros debería haber producido". En la misma época, Alan Hildebrand, que buscaba huellas del meteorito en el Caribe, decía que "fuera donde fuese que el cráter estuvo, la deriva continental pudo haberlo hecho desaparecer. Es posible que la teoría del impacto nunca pueda ser probada más que por evidencias indirectas". Sin embargo, en 1978 el geofísico Glen Penfield, empleado por la compañía petrolera Pemex para realizar estudios paleomagnéticos en el Yucatán, encontró anomalías magnéticas que lo llevaron a concluir que en la zona de Puerto Chicxulub había hecho impacto en tiempos prehistóricos un meteorito gigante. Penfield no pudo informar acerca de su hallazgo, porque la empresa Pemex se lo impidió hasta que se iniciara la explotación de petróleo en la zona. Cuando en 1981 pudo hacerlo durante un congreso de geólogos, no estaban presentes los principales especialistas en cráteres prehistóricos que conocían la propuesta de Alvarez, porque habían concurrido a otra reunión científica, y nadie relacionó el informe de Penfield con la hipótesis sobre la extinción de los dinosaurios hasta varios años más tarde. Geólogos de todo el mundo hallaron numerosas pruebas de que el iridio y otros elementos raros en la Tierra abundaban en la capa intermedia entre el Cretáceo y el Terciario y se fueron acumulando numerosas y diversas pruebas en favor de la hipótesis. En 1980, Richard P. Turco y Owen Brian Toon, con la ayuda de grandes computadoras, demostraron que el polvo levantado por la caída de un cuerpo de 10 kilómetros oscurecería completamente la atmósfera durante varios meses.

45. Impacto De Un Cometa

Dado que: si un cometa del tamaño del cometa Halley hubiese chocado con la Tierra habría producido serios trastornos ambientales. Hipótesis: el impacto de un cometa sobre la Tierra produjo una enorme explosión nuclear, un rápido aumento de la temperatura y liberado posiblemente cianuro, veneno que se encuentra en la cabeza cristalina de algunos cometas, produciendo la muerte de los dinosaurios. Objeciones: no hay evidencias que permitan suponer el choque de un gran cometa con la Tierra a fines del Cretáceo. Puesto que los cometas tienen una baja densidad y están formados fundamentalmente de hielo, es difícil que pudiese contener la cantidad de iridio y otros minerales siderófilos, que sí podría contener un meteorito o salir del interior de la tierra mediante erupciones volcánicas. Comentario: esta hipótesis fue planteada en 1975 por el geoquímico premio Nobel Harold Urey, quien sugirió que habría impactado con la Tierra un cometa del tamaño del Halley. Fue apoyado en 1979 por Kenneth J. Hsü, del Instituto Geológico de Zurich, quien agregó la posibilidad de que el cianuro presente en el cometa envenenara las aguas y eliminara el plancton. Ha recibido posteriormente apoyo por parte de los partidarios de la idea de que las extinciones masivas han sido fenómenos producidos a intervalos regulares.

6. ¿Son las extinciones sucesos regulares?

Diversos investigadores han planteado la posible existencia de ciclos regulares de extinciones. En 1977, Fisher y Arthur sugirieron que las extinciones biológicas masivas se producirían cada 32 millones de años, basándose en especies marinas. David Raup y John Sepkoski fortalecieron en 1983 la hipótesis de Fisher-Arthur mediante análisis estadístico fino de un gran volumen de datos. Observaron que en 567 familias de organismos marinos durante los últimos 250 millones de años, cada 26 millones de años aproximadamente se extinguen al menos 2% de las familias. Un análisis de los datos efectuado por W. T. Fox en 1987 apoyó la idea, calculando que es estadísticamente significativa la relación entre las extinciones masivas y los períodos de 16 millones de años. Basándose en la compilación de cráteres, Rampino y Stothers identificaron ciclos de impactos de grandes meteoritos cada 31+ 1 millón de años, para lo cual consideraron como "extinción masiva" a aquellas que superan el 10%.

Si el cataclismo fue producido por el impacto de varios grandes objetos extraterrestres, y si las extinciones masivas se producen en forma cíclica, entonces debe buscarse la causa de tales impactos múltiples simultáneos. Alrededor del Sistema Solar existe un amplio campo de cometas que gira alrededor del Sol. Desde allí podrían desencadenarse lluvias cometarias masivas por la influencia de algún agente cósmico de influencia cíclica. Se han planteado al respecto tres hipótesis:

a) Cruce del Plano Galáctico: En su movimiento alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, el Sistema Solar se mueve con oscilaciones hacia uno y otro lado del plano galáctico, con una periodicidad de 67 millones de años, de manera que cruza este plano cada 33+ 3 millones de años. Las extinciones podrían coincidir con el cruce del plano galáctico. La densidad de materia en el plano galáctico es muy elevada; el paso a través del plano galáctico podría inducir impactos de grandes meteoritos o desestabilizar a los cometas de la nube de Oort, los que adquirirían una órbita muy elíptica penetrando hacia el interior del Sistema Solar.

b) Némesis, la "estrella asesina": El Sistema Solar podría ser doble, el Sol tendría una estrella compañera no descubierta, que ha sido llamada "Némesis", que podría ser una estrella del tipo de las enanas negras (de menos de un décimo de la masa solar y luminosidad muy baja) , una estrella enana marrón o un agujero negro. Némesis tendría una órbita muy excéntrica, con su posición más lejana en relación al Sol cerca de la nube de Oort, o bien una órbita moderadamente excéntrica y cuyo paso por la mínima distancia al sol ocurriría a través de dicha nube.

c) El planeta "X": De acuerdo a otra idea, existiría un décimo planeta en el Sistema Solar, aún no descubierto, al que se le ha llamado "planeta X", cuya masa sería de la quinta parte de la masa terrestre, lo cual explicaría que aún no se haya observado. El planeta X giraría alderredor del Sol en una órbita muy inclinada y constantemente cambiante por las influencias gravitacionales de otros planetas, lo cual explicaría que intercepte a la nube de Oort en intervalos muy prolongados.

Muchos paleontólogos han criticado estas hipótesis aduciendo que tal periodicidad de las extinciones no existe. Los cálculos efectuados parecen aplicarse solamente a los últimos 250 millones de años. Según Van Valen, la supuesta periodicidad se esfuma si en lugar de considerarse porcentajes se considera las probabilidades de extinción, basándose en las apariciones, desapariciones y duración de los grupos. Si se demostrase que las extinciones masivas son sucesos que ocurren cíclicamente en forma regular, no podrían desecharse causas terrestres, como por ejemplo la hipótesis de Margalef.

7. Un posible consenso

Hay gran cantidad de paleontólogos que apoya el modelo gradual, porque creen que los restos fósiles apoyan una disminución constante en cantidad y variedad de dinosaurios y otros grupos hacia fines del Cretáceo, lo que podría deberse a los cambios climáticos y ambientales ligados a la gran regresión marina de fines del Cretáceo, pero a la vista de la solidez de las evidencias mostradas por los catastrofistas están dispuestos a aceptar que a ello se agregaron, casualmente, algunas condiciones catastróficas que aceleraron el final inevitable de por lo menos una parte de esos grupos.

Es posible que tres causas influyeran en algún grado en la crisis de fines del Mesozoico, que llevó a la desaparición final de los dinosaurios: la regresión marina habría hecho desaparecer gradualmente a los dinosaurios y habría determinado la extinción de belemnites e ictiosaurios, posteriormente se produjo el impacto de varios asteroides y las grandes erupciones volcánicas del Decán que sellaron definitivamente la suerte de los dinosaurios que aún existían.

Si se demostrara que los dinosaurios se extinguieron en forma brusca, quedarían dos explicaciones posibles: el impacto de un meteorito y el intenso vulcanismo de fines del Cretáceo. En ambos casos, la inyección hacia la atmósfera de cantidades extraordinarias de polvo, aerosoles y gases, seguida por lluvias ácidas, habría provocado una cascada de accidentes climáticos que la mayoría de las especies no pudieron resistir. Se produjo primero el oscurecimiento de la atmósfera, que inhibió la fotosíntesis e hizo disminuir rápidamente la temperatura; a continuación, el vapor de agua y el anhídrido carbónico provocaron un fuerte recalentamiento. Después se habrían acidificado los océanos.

El mejor apoyo de la hipótesis del meteorito es el cráter Chicxulub, de 280 km. de diámetro, que se formó en el límite C/T en la península de Yucatán. La mejor evidencia en favor del vulcanismo es la existencia de casi 1.300 km. cuadrados de lava en la meseta Decán, depositadas al finalizar el Cretáceo. Las altas concentraciones de arsénico y de antimonio asociadas a la anomalía del iridio sugieren un origen volcánico, pero justo debajo de los grandes cursos de lava se encontraron granos de cuarzo amalgamados por grandes presiones, lo que indica que se formaron con el impacto. En apoyo del impacto se pueden agregar la presencia de stishovita en la arcilla del límite C/T en Nuevo México y la presencia de espinelas niquelíferas, que se interpretan como vestigios del propio meteorito.

Es posible que ambos acontecimientos estén vinculados: los impactos de grandes meteoritos que habría penetrado de 20 a 40 km. en la tierra, podrían haber perturbado de tal forma a la delgada corteza terrestre como para desencadenar erupciones volcánicas. Al dejar al descubierto el magma, formado por las rocas fundidas del interior de la Tierra, lo habrían hecho surgir hacia la superficie en forma de lava, por lo tanto es posible que las erupciones de la India se produjeran a consecuencia de la caída del meteoro. D. Alt y colaboradores propusieron en 1988 que la lava basáltica del Decán pudo formarse como los mares de la Luna: el impacto de un meteorito forma un cráter profundo que es llenado desde abajo por lava hirviente. Al sur de las islas Seychelles y a unos 480 km. al nordeste de Madagascar, en la cuenca del Almirante, se localiza lo que aparenta ser un cráter de 320 km. de ancho. El impacto de un enorme meteorito en esa zona podría haber activado los grandes cursos de lava que formaron la meseta Decán y las Islas Seychelles.

Quizás cayeron simultáneamente dos grandes meteoritos, uno en Yucatán y otro en la cuenca del Almirante, y algunos creen que este último desató las erupciones de Dacán, que sumaron sus efectos a los de los meteoritos. Considerando las características de espinelas encontradas en distintas partes del mundo en sedimentos del límite C/T, se piensa en la caída de varios cuerpos del espacio, como lo que sucedió al cometa Shoemaker-Levy, que se fragmentó en más de veinte trozos que cayeron sobre Júpiter.

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Paleofauna Extinta de Australia.

No solo en la actualidad viven criaturas raras.

 

Por Mariano Magnussen Saffer. Texto divulgativo publicado originalmente en

Paleo, Boletín Paleontológico. Año 4. Numero 19. Septiembre de 2006.

Contactos en www.magnussensaffer.paleontologia.net.ar  -  marianomagnussen@yahoo.com.ar

Nota: Si bien este articulo fue publicado previamente, el mismo se encuentra en actualización periódica, sobre todo en el agregado de texto. Para consultar su ultima actualización, ver en el pie del articulo.

Geología y origen.

Oceanía, continente que comprende la mayoría de las islas del océano Pacífico. Las subdivisiones tradicionales de las islas de Oceanía son Melanesia, Micronesia y Polinesia, definidas por su situación geográfica y las características físicas y culturales de sus habitantes. Según la Organización de las Naciones Unidas, Oceanía también incluye el territorio insular de Australia y Nueva Zelanda.

El aislamiento de las tierras oceánicas explica la peculiaridad de la flora y la fauna, sobre todo la australiana, entre la que destacan la presencia de marsupiales, desaparecidos en el resto de la Tierra.

Australia era originalmente parte del antiguo continente de Gondwana, que, a su vez, había formado parte con anterioridad del macrocontinente único conocido como Pangea.

Desde un punto de vista geológico, se puede afirmar que Australia es, en su mayoría, muy vieja; las formaciones rocosas más antiguas que se conocen datan de hace 3.000 o 4.300 millones de años (ver Paleo, Boletín Paleontológico numero 18). Éstas componen el núcleo del antiguo continente que, junto con la Antártida, se separó del resto de Gondwana durante el periodo jurásico, hace unos 180 millones de años, y empezó a desplazarse en dirección este y norte. Australia emergió como la isla principal del aislado continente de Oceanía hace aproximadamente 100 millones de años; desde entonces, su vida, en términos geológicos, ha sido breve, y se está aproximando a Asia, con la que llegará a colisionar.

Las rocas sedimentarias de la Gran Cordillera Divisoria se depositaron dentro de un gran geosinclinal durante un periodo que se prolongó durante casi todo el paleozoico y que finalizó hace unos 245 millones de años. Fuerzas de compresión plegaron estas rocas al menos en dos ocasiones, dando lugar así a las cordilleras y elevaciones volcánicas.

Paleofauna de Australia del Cenozoico medio – superior.

Muchos de los mamíferos primitivos tenían una especie de saco en la piel, o marsupio, en la que cargaban sus crías en desarrollo, mientras que otros mamíferos desarrollaron un útero dentro del cuerpo para sus crías. Los marsupiales se hicieron famosos por varios representantes australianos que viven en la actualidad, y por otros que se han extinguido, los cuales citaremos brevemente.

El León marsupial es el nombre que se da popularmente a la especie de marsupial carnívoro de nombre científico Thylacoleo carnifex, hoy extinta, cuyos restos fósiles proceden de Australia. Al contrario que otros marsupiales cazadores como el tigre o el diablo de Tasmania, el león marsupial no pertenecía al clado Dasyuromorphia, sino que era un representante de los Diprotodontia, grupo al que también pertenecen dentro de distintas familias los canguros, koalas y wombats.

La línea evolutiva de los tilacoleónidos se separó de las de otros diprotontes hace unos 24 millones de años, durante el Oligoceno, momento en el que comenzó a producirse el cambio de la dieta vegetariana a la omnívora y posteriormente carnívora.

Las formas de esta familia fueron de tamaño pequeño y vida arborícola hasta finales del Plioceno, unos 2 millones de años atrás, cuando un clima más seco redujo la extensión de los primitivos bosques australianos y su sustitución por una sabana arbolada. En este hábitat prosperó la última especie del grupo, Thylacoleo carnifex.

Esqueleto y reconstrucción de Diprotodon australis. Cráneo de Sthenurus tindalei y Thylacoleo carnifex.

Los leones marsupiales eran carnívoros cuadrúpedos de 90 cm. de altura y 251 cm. de longitud, más o menos del tamaño de un leopardo grande. Estas medidas pueden parecer modestas, pero dentro de los marsupiales (que suelen tener tamaños menores que los de sus homólogos placentarios, debido a su particular sistema de desarrollo), son bastante respetables. De hecho, el león marsupial es el marsupial carnívoro de mayor tamaño conocido, sólo seguido de cerca por el Thylacosmilus del Plioceno de Argentina, similar al diente de sable. Con una constitución fuerte, se estima su peso en 163 kilos.

Los rasgos más extraños del león marsupial se encuentran en las mandíbulas, y son debidos a sus primitivos orígenes vegetarianos. Debido a su dieta herbívora, todos los diprotodontes del Oligoceno hacía ya tiempo que habían reducido considerablemente o perdido sus colmillos, y los tilacoleónidos no volvieron a desarrollarlos. En su lugar, los incisivos y premolares se hicieron cortantes y pasaron a cumplir la función de capturar y matar las presas. La mandíbula era excepcionalmente robusta y recientemente se ha calculado la presión de su mordida en unos 100 kg., lo que convierte al Thylacoleo en el mamífero con el mordisco más potente en relación a su tamaño que ha existido. Esto le permitía matar presas mucho más grandes que él, como los grandes canguros de la subfamilia de los estenurinos o incluso al Diprotodon, el marsupial más grande que ha existido, de tamaño algo mayor al de un rinoceronte blanco.

La cola era bastante larga y gruesa, seguramente para ayudar a equilibrar el animal durante la carrera, y el cuerpo corto, con un pecho ancho de músculos macizos. Las cuatro patas tenían una longitud similar, aunque los músculos de las delanteras estaban más desarrollados, pues servían para aferrar a las presas antes de morderles la garganta, como hacen actualmente los grandes felinos.

En cuanto a los pies, éstos se apoyaban totalmente durante la marcha, como ocurre en los osos o los humanos, y no sobre los dedos, como en los felinos y cánidos. De sus ancestros arborícolas conservaban un pulgar oponible en cada pie, los dos de las patas traseras estaban desprovistos de uña, pero los de las delanteras estaban coronados por una enorme garra curva que utilizaban para aferrarse a los cuerpos de sus víctimas, junto con las de los otros cuatro dedos.

<<<<<Cáscaras de huevo de Genyornis newton y reconstrucción.

El hábitat de estos animales eran las sabanas arboladas que cubrían el centro de Australia durante el Pleistoceno. En los últimos tiempos de esta época el clima se hizo más seco y las sabanas fueron paulatinamente sustituidas por estepas y desiertos, lo que ocasionó un descenso de los animales vegetarianos que vivían en este medio, como los estenurinos y diprotodontes, así como de sus depredadores. En un primer momento se fechó la extinción del león marsupial hace 50000 años y se adjudicó exclusivamente a la consecuencia de estos cambios climáticos, pues no había evidencia de que por esas fechas hubiesen aparecido en Australia otros competidores.

Sin embargo, posteriormente se han encontrado pruebas de que los leones marsupiales sobrevivieron alrededor de 20000 años más, y de que los humanos ya habían llegado a Australia hace 50000 años o incluso antes. Se ha señalado que la descripción de algunas bestias presentes en leyendas de los aborígenes australianos concuerda vagamente con lo que se sabe de los leones marsupiales. Aunque hoy día se sigue considerando al cambio climático como el principal responsable del descenso de las presas de este animal y por tanto de su extinción, también es probable que éstos fuesen acelerados por la llegada a la isla del Homo sapiens

Uno de los representantes mas antiguos y extinto durante el siglo XX fue el Lobo marsupial o Tilacino, también llamado lobo de Tasmania, cuyos restos fósiles datan en el continente de Oceanía desde el Pleistoceno. Esta especie había quedado restringida a la isla de Tasmania, ya que la destrucción de su hábitat, la caza y la competencia con otras especies introducidas ocasionaron su desaparición de la isla de Australia. El último ejemplar que permanecía en estado salvaje desapareció en 1930 y en 1936 lo hizo el último lobo marsupial que se encontraba en cautividad. Era un animal del tamaño de un lobo pequeño y se parecía bastante a un perro, excepto en la cola, que era rígida y terminada en punta. El pelaje era pardusco, corto y basto, con bandas negras características a lo largo de la espalda.

Causaron los humanos un colapso en el ecosistema de la antigua Australia?

La investigación ha sido realizada por científicos del Instituto Carnegie, la Universidad de Colorado, la Universidad Nacional Australiana y el Bates College. Las extinciones ocurrieron hace entre 45.000 y 55.000 años. Los investigadores han encontrado, en antiguos cascarones de huevo y en dientes de wombat (animal que se parece a un perezoso), evidencias de su dieta y del ambiente en que vivían, lo que les ha aportado suficiente información sobre los últimos 140.000 años para poder reconstruir lo que sucedió.

Aspecto de Thylacoleo carnifex, Diprotodon australis, Procoptodon goliat y Palorchestes ásale.

Los restos muestran síntomas de un rápido cambio de dieta en el momento de las extinciones. Los investigadores creen que los incendios masivos provocados por los primeros humanos del lugar pudieron haber alterado el ecosistema original de arbustos, árboles y hierbas, dando paso al actual, dominado por la maleza desértica adaptada al fuego.

Los científicos representaron en gráficos los cambios de dieta experimentados a lo largo de 140.000 años por dos especies grandes de aves incapaces de volar -el ahora extinguido Genyornis y el hasta hoy día presente emú (Dromaius)- en tres lugares de Australia. Luego corroboraron sus hallazgos utilizando dientes antiguos de wombat.

Los cascarones de huevo y los dientes contienen rastros de la dieta de estos animales en distintas formas de carbono. Las tres especies eran herbívoras. Los variados tipos de plantas metabolizan diferentes formas de carbono de maneras distintivas gracias al CO2 que toman durante la fotosíntesis. Las variedades de carbono se preservaron en los cascarones y en los dientes, y proporcionaron el medio para saber qué tipo de plantas comían los animales. Los investigadores observaron un brusco cambio en el tipo de plantas que coincidía con la llegada de los humanos. El cambio de dieta marcó el comienzo de las extinciones.

Los animales que más dependían de las plantas más sabrosas, no sobrevivieron. Ese fue el caso del Genyornis. Los animales que se adaptaron a las plantas menos nutritivas, sí lo consiguieron, como lo logró el emú.

¿Qué hizo que los científicos señalasen a los humanos como los instigadores de estos cambios ecológicos? Primero, descartaron al sospechoso de siempre: un cambio climático global. Observaron sus datos en intervalos de 15.000 años hasta remontarse a 140.000 años atrás. El período incluyó cambios climatológicos importantes, pero no hubo alteraciones en la dieta y el entorno hasta la abrupta transición que coincidía con la llegada del Hombre. De esta forma, los humanos pasamos a ser los principales sospechosos.

No obstante, los investigadores no creen que el exceso de caza o nuevas enfermedades provocasen las extinciones, debido a que sus estudios alcanzaron la transición ecológica en la base de la cadena alimentaria. Los grupos de gente causaban incendios a gran escala por una gran variedad de razones, entre las que se incluían la caza, el despeje y hacer señales a otros grupos. Apoyándose en esta evidencia, los cambios inducidos por los humanos resultan ser la mejor opción para explicar esta crítica fase.

Lista de las principales criaturas extintas en Australia: Sthenurus tindalei, Thylacinus cynocephalus, Genyornis newton, Thylacoleo carnifex, Diprotodon australis, Megalibgwilia ramsayi, Sthenurus  tindalei, Propleopus oscillans, Palorchestes ásale, Zygomaturus  trilobus, Anthropornis nordenskjoeldi y Procoptodon goliat.


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