El pleistoceno, así llamado por el
geólogo británico Charles Lyell en 1839, viene inmediatamente después del
plioceno en la escala de tiempos geológicos, y se extiende desde comienzos del
cuaternario hasta hace unos 10.000 años. Fue definido en función de la
proporción de especies de moluscos y crustáceos aún vivos y extintos presentes
en el registro fósil. Los estratos que contenían entre un 90 y un 100% de
especies vivas fueron asignados a este periodo.
El pleistoceno se caracterizó por la extensión del hielo en forma de glaciares
sobre más de una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta. Un sistema
glaciar europeo estaba centrado sobre Escandinavia, y se extendía hacia el sur y
hacia el este a través del norte de Alemania y el oeste de Rusia, y hacia el
suroeste sobre las islas Británicas. El segundo gran sistema glaciar del
hemisferio norte cubría la mayor parte de Siberia. En Norteamérica, un sistema
glaciar cubrió Canadá y se extendió hasta Estados Unidos. En el este de Estados
Unidos, la glaciación se extendió hasta Pensilvania al sur, y desde el océano
Atlántico hacia el oeste hasta el río Missouri; otra sábana de hielo fluía de
las faldas de las montañas Rocosas y otras cordilleras experimentaron la
glaciación, llegando incluso hasta Nuevo México y Arizona. Las regiones ártica y
antártica estaban también cubiertas de hielo, al igual que la mayoría de los
picos de las montañas altas de todo el mundo. Los efectos topográficos de la
acción de los glaciares durante el pleistoceno son perceptibles en buena parte
del mundo.
El pleistoceno es llamado a veces la era del Hombre porque los primeros seres
humanos evolucionaron en su transcurso. En las regiones libres de hielo, la
flora y la fauna dominantes eran esencialmente las mismas que las del plioceno.
A finales del pleistoceno, no obstante, en Norteamérica se habían extinguido
muchas especies de mamíferos, incluidos la llama, el camello, el tapir, el
caballo y el yak. Otros grandes mamíferos, como el mastodonte, el tigre dientes
de sable y el perezoso terrestre, se extinguieron en todo el mundo. Mientras se
acumulaba hielo y nieve en las latitudes altas, en las más bajas aumentaban las
lluvias, lo que permitió que la vida vegetal y animal floreciera en áreas del
norte y el este de África que hoy son yermas y áridas. Se han descubierto
pruebas de que el Sahara estuvo ocupado por cazadores nómadas, así como por
jirafas y otros rumiantes durante el pleistoceno tardío.
América
África
Europa
Asia
Oceanía
Mammuthus
Homotherium
Elephas falconeri
Coelodonta
Diprotodon
Teratornis
Dinofelis
Elasmotherium
Testudo
Palorchestes
Canis dirus
Metridiochoerus
Ursus spelaeus
Megatapirus
Procoptodon
Hesperotestudo
Crocodylus
Megaloceros
Thylacoleo
Megalonyx
Megalania
Bison
Odobenus
Monodon
Asio
Macrauchenia
Megatherium
Glyptodon
Smilodon
Stegomastodon
fosiles
pleistoceno periodo fosiles pleistoceno periodo fosiles
pleistoceno periodo fosiles pleistoceno periodo fosiles
pleistoceno
Esqueleto montado en
Smithsonian Institution EE.UU.
Ejemplar juvenil congelado hallado en 1977 en Siberia y
reconstrucción.
Kentucky,
Estados Unidos. Especie común de mamíferos
extintos que pertenecían a la familia de los elefantes. Los
Mammuthus tenían unos colmillos curvados y tan
largos que alcanzaban una longitud de casi 3,2 metros.
Contaban con una cubierta velluda formada por un pelo espeso
y largo con una capa inferior de lana tupida. Además, por
debajo de una capa de grasa aislante, tenían una piel muy
gruesa. También se caracterizaban por poseer una joroba
prominente en el lomo. Vivían en climas fríos, moviéndose
hacia el Norte a medida que retrocedían los glaciares de la
última glaciación. Hubo en Norteamérica, Europa, África y
Asia durante la época del pleistoceno, que empezó hace casi
1,6 millones de años. En Europa, se han encontrado dibujos y
esculturas representando Mamuts en yacimientos
del paleolítico superior (edad de piedra tardía). En todo el
hemisferio norte, eran cazados fácilmente por los cazadores
primitivos. En el este de Europa, sus huesos se utilizaban
como material para la construcción de refugios y cobertizos.
Empezaron a desaparecer hace unos 11.000 años, hacia el
final de la última época glaciar. No se sabe si su extinción
fue provocada por la caza indiscriminada o por su
incapacidad para adaptarse a los cambios climáticos, aunque
ambos factores pudieron ser importantes. En el norte de
Siberia se han encontrado Mamuts completos
conservados en permafrost y los restos vegetales extraídos
de sus estómagos muestran que se alimentaban de musgos,
juncos y otras plantas de la tundra ártica. El mamut
americano, Mammuthus imperator, que alcanzaba una altura de
casi 4,3 m, es la especie más grande identificada hasta el
momento. El mamut lanudo de Siberia, Mammuthus
primigenius, tenía un tamaño similar al del elefante
medio actual. El primer espécimen completo de este animal se
desenterró en 1806 cerca de la desembocadura del río Lena,
en Siberia. Otras especies conocidas; Mammuthus africanavus,
Mammuthus
columbi, Mammuthus
exilis,
Mammuthus imperator,
Mammuthus
jeffersonii,
Mammuthus lamarmorae, Mammuthus meridionalis,
Mammuthus
subplanifrons, Mammuthus
primigenius, Mammuthus sungari y
Mammuthus trogongtherii.
Reconstrucción, esqueleto
completo y cráneo de Teratornis.
Argentina;
California, Nevada, Florida (USA). Significa ave monstruosa.
Las aves más grandes de todos los
tiempos fueron los teratornios, grandes buitres que vivieron
en América desde
hace 10 millones de años hasta hace unos
cuantos miles de años. El teratornio más grande
tenía una envergadura de 7 metros (Argentavis
magnificens de Argentina), casi la
misma que elPteranodon, pero mucho
menor que la del Quetzalcoatlus, el mayor de
los pterosaurios.ElTeratornisera más pequeño,
aunque no dejaba de ser
un gigante, quese
alimentaba con los restos de Mamut, rinocerontes y
otros herbívoros muertos por tigres dientes de sable como el
Smilodon.Algunos de los mejores ejemplares de
Teratornis provienen de las famosas fuentes de
brea en La Brea, California, Estados Unidos, donde
grandes mamíferos
herbívoros quedaron atrapados en estanques de brea pegajosa.
El Teratornisbajó a alimentarse y a su
vez quedó atrapado.
Durante el año 2010, se dio a conocer
Pelagornis chilensis, vivió en Chile hace entre 5 y
10 millones de años (Plioceno). Los huesos indican que las
alas de este gigante del cielo alcanzaban los 5,2
metros de envergadura al menos, según el
Museo nacional de Historia natural de Santiago de Chile.
América del Norte (California).
Tenia 2 m de longitud. El genero de canidos denominado Cani dirus incluye las nueve especies vivas de
lobos, coyotes, chacales y perros, y de estos últimos tanto
las formas salvajes como las domésticas, desde el gran danés
hasta el chihuahua. En el pasado, había muchas especies, y
una de las mas conocidas fue Canis dirus. Por
su aspecto, este lobo prehistórico era muy parecido a sus
equivalentes modernos, aunque era bastante más corpulento.
Es probable que fuera mas carroñero que cazador y que
ocupara el nicho de borofaginost como
Osteoborus), cuando éstos se extinguieron,
al principio del Pleistoceno. Se han excavado los restos de
mas de dos mil lobos de este tipo entre los depósitos de
alquitrán del Rancho La Brea, en el lugar donde se alza en
la actualidad la ciudad de Los Ángeles (USA). Hace unos
25.000 años, en este lugar se filtro petróleo crudo hasta la
superficie y sus componentes volátiles se evaporaron,
dejando charcos de alquitrán pegajoso, Estos charcos,
cubiertos de agua, les daba un aspecto inocente, atrapaban
a los animales desprevenidos, como los perezosos terrestres
y los elefantes americanos, que se acercaban a beber agua. A
su vez, el pánico de los animales moribundos atraía a los
carnívoros como estos lobos y los tigres dientes de sable.
Smilodon, y estos predadores también quedaron
aprisionados. En
condiciones en las
cuales se llevó a cabo la fosilización han dejado un
registro detallado de
la vida durante el
Pleistoceno. Es evidente que los lobos y los tigres dientes
de sable se enzarzaban en peleas terribles, ya que sus
huesos a menudo están cubiertos de cicatrices que se han
producido los unos a los otros con sus formidables dientes.
Los cazadores mas activos, como los leones y los perros
contemporáneos, rara vez quedaban atrapados en la brea.
Parece que estos animales eran mas inteligentes y sedaban
cuenta del peligro que significaba seguir a sus presas
dentro de los charcos.
América del Norte (California).Es un género
mamífero extinto de la familia de los bóvidos, que vivió en
Norteamérica durante el Pleistoceno. También conocido como
el bisonte gigante, o bisonte de la era de hielo, alcanzaba
una altura de 2,5 m, y cuernos de más de 2,5 m de
envergadura. Las dimensiones de esta especie extinta son
superiores a las de los bisontes modernos y se estima que
pudieron haber pesado más de 1 tonelada.
Homotherium crenatidens.
Radulesco y Samson. 1994.
Texas,
Estados Unidos.
Aparte de los felinos de dientes de sable y los de dientes
de daga, también había felinos de dientes de cimitarra, así
llamados porque sus caninos asesinos eran mas cortos y más
planos que los que los del dientes de sable. Además, se
curvaban hacia atrás, como la hoja de una cimitarra. Los
dientes posteriores eran unas cuchillas poderosas, que
desgarraban la carne. Homotherium debía
presentar el aspecto similar a la actual hiena, ya que sus
patas delanteras eran mas largas que las traseras. Al
caminar, apoyaba toda la pata con firmeza sobre el suelo,
como hacen los osos o los seres humanos. Esto se denomina
locomoción "plantigrada» y contrasta con Ia mayor parte de
los felinos, que andan sobre los dedos (lo que se conoce
contó locomoción digitígrada) sobrevivió hasta el final de
la ultima edad de hielo del Pleistoceno hace uno 11.000
años. Es probable que los felinos de dientes de cimitarra
cazaran Mamut, ya que en Texas se han
conservado restos de Mamut jóvenes junto con
los huesos de una familia de dientes de cimitarra. Es
posible que Homotherium se ha extinguido
cuando desaparecieron sus presas de los continentes
septentrionales, al finalizar la edad del hielo del
Pleistoceno.
Otras especies conocidas:
Homotherium serum,
Homotherium latidens,
Homotherium aethiopicum,
Homotherium hadarensis, Homotherium nestianus,
Homotherium nihowanensis, Homotherium sainzelli,
Homotherium ultimum
y Homotherium
crenatidens
Odobenus rosmarus.
Lliger,
1815.
América del Norte.
Es una especie de mamífero
pinnípedo semiacuático de gran tamaño que habita en los
mares árticos. Tienen una piel muy gruesa, de entre 2 y 4 cm
de espesor. La piel de los machos presenta a menudo grandes
nódulos, que no aparecen en las hembras. Dado que aparecen
en la época de la pubertad, parece ser que se trata de una
característica sexual secundaria. El pelo recubre todo el
cuerpo, a excepción de las aletas. Los machos mudan el pelo
anualmente, entre junio y agosto, en tanto que las hembras
pueden tardar aún más tiempo en mudarlo. El pelaje de la
morsa cambia de color con la temperatura: en el agua tienen
un color gris pálido, casi blanco, en agua fría, pero
adquieren una tonalidad rosada en aguas templadas, debido a
la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y el
incremento de la circulación.
América del Norte.
Es una especie de cetáceo
odontoceto de la familia Monodontidae que habita los mares
del Ártico y el norte del Océano Atlántico. Los narvales
presentan un patrón moteado de color gris que les cubre toda
la longitud del dorso y los flancos, con el vientre de color
blanco; este moteado se acentúa con la edad y los machos más
viejos pueden tener solamente una gran mancha angosta que le
cubre únicamente la línea central de la espalda, con el
resto del cuerpo blanco. Los recién nacidos son de color
gris o marrón y desarrollan el patrón moteado hasta los dos
años de edad. El margen posterior de la aleta caudal es
marcadamente convexo y la aleta dorsal esta sustituida por
una cresta alargada y pequeña de unos 5 cm de alto por 60 a
90 cm de longitud. En promedio los machos miden 4,5 m y
pesan 1600 kg, mientras las hembras miden 4 m y pesan 1.000 kg,
existiendo un dimorfismo sexual moderado. Las aletas
pectorales miden de 30 a 40 cm y la aleta caudal mide entre
1 y 1,2 m de envergadura.
Estados Unidos
- Argentina. Megalonix es un género
extinto de perezosos gigantes que vivieron en América
durante el Pleistoceno Superior. Eran de gran tamaño,
poseían potentes garras para aferrarse a los árboles de los
cuales obtenían su alimento. Aunque se consideró
vegetariano, algunos científicos plantean la posibilidad de
que hubiese consumido alternativamente carroña. Sus restos
se encuentran desde Estados Unidos, con el Megalonyx
jeffersonii, hasta Argentina, con sus primeros
hallazgos.
Jamaica, América Central.
Paleontólogos de la Universidad de Yale y del Instituto
Smithsonian han descubierto que el Xenicibis
xympithecus, miembro de la familia de los ibis que
vivió hace unos 10.000 años exclusivamente en Jamaica, batía
sus alas como
si de un mangual se tratase.El
pájaro prehistórico balanceaba la parte superior de su
brazo
oscilante gracias a las articulaciones,
que funcionaban como bisagras, y luego
golpeaba a sus enemigos con la parte gruesa de los huesos de
sus alas. Como parte del estudio, los investigadores
analizaron esqueletos parciales de Xenicibisxympithecus descubiertos recientemente y
vieron que sus alas eran muy diferentes a todo lo que habían
visto con anterioridad. El Xenicibis xympithecus es del tamaño de una
gallina grande, similar a otros miembros de la familia de
los ibis. Exceptuando sus alas, que incluyen huesos
gruesos y con la parte delantera curvada. Los
científicos creen que con esta técnica podríandefenderse de otras especies que acecharan a sus huevos
o crías. Los ibis de hoy en día han perdido la contundencia
sus antecesores, pero siguen siendo muy territoriales y a
menudo se enzarzan en luchas en la época de nidificación o
por comida.
Sudáfrica. China, India, Francia y Estados
Unidos. Tenia 1,2
m de longitud Dinofelis
era un felino del tamaño de una
pantera, con unos caninos
aplanados, bastante
más cortos que los de los dientes de sables, los
dientes de cimitarra, o incluso que los dientes de daga.
Pero eran mas largos que
los de los felinos mordernos (es decir,
los que matan a sus presas con una sola mordida, en
el lugar preciso). Por lo tanto, los paleontólogos todavía
no se han puesto de acuerdo con respecto a la subfamilia de
félidos a la que
pertenece Dinofelis.
Se
extinguió en Eurasia y América
del Norte durante el comienzo del Pleistoceno,
aunque sobrevivió en África hasta mediados del Pleistoceno.
La especie china
Dinofelis abeli es la forma mas grande de todas
las que se conocen. El nombre Dinofelisquiere decir «felino
gigante», y el nombre de esta especie hace honor al profesor
Abel, un paleontólogo austriaco.
Tanzania, África. Fue contemporáneo a los humanos
primitivos. Era un jabalí verrugoso gigante. Que vivía en el
este de África. Tenía la
cabeza pesada, y tanto los caninos superiores
como tos inferiores se retorcían hacia afuera y hacia
arriba, formando unos
enormes caninos curvos. Las muelas deMetridiochoerus,
eran
altas y
tenían un sistema de cúspides muy
complejo, lo cual indica
que su dieta era omnívora.
Kenia, Africa.
Medía más de 8 metros de largo, vivía en el Este de
África hace más de 2 millones de años y era capaz de
tragarse a un hombre de un bocado.
Su aspecto era similar al de su pariente el cocodrilo
del Nilo, pero mucho más masivo, lo que lo convierte,
según los científicos que lo han descubierto, en
el cocodrilo más inmenso de todos los tiempos. El
Crocodylus thorbjarnarsoni,
como ha sido bautizado, superaba los
ocho metros de longitud y hacen falta cuatro
hombres para levantar su cabeza fosilizada. El hallazgo
aparece publicado en la revista Journal of Vertebrate
Paleontology. En comparación, el mayor cocodrilo del
Nilo registrado tenía 6,4 metros y la mayoría son mucho
más pequeños». Brochu reconoció la nueva especie cuando
estudiaba unos fósiles hace tres años en el Museo
Nacional de Kenia en Nairobi. Algunos de estos fósiles
fueron hallados en yacimientos donde habían sido
realizados importantes descubrimientos de fósiles
humanos. El cocodrilo «vivía al lado de nuestros
antepasados, y es probable que se los
comiera», apunta Brochu. Según el investigador,
aunque los fósiles no contienen evidencias de que estos
encuentros mortales ocurrieran, los
cocodrilos suelen comer todo lo que puedan tragar,
y los humanos de esa época medían poco más de
1,20 metros. Los cocodrilos eran más grandes que los
actuales y nosotros éramos más pequeños, por lo que
probablemente no hacía falta que mordieran demasiado»,
dice Brochu. El investigador cree que
los encuentros entre humanos y estas bestias pudieron
ser habituales, ya que el hombre primitivo, como
otros animales, tenía que buscar agua en los ríos y
lagos donde estos reptiles estaban al acecho.
Islas del
Mediterráneo (Chipre,
Creta, Malta, Sicilia, el sur de Calabria y algunas
de las islas griegas más pequeñas).
Por tratarse de un
elefante prehistórico, Elephas falconeri no superaba
los 90 cm de altura. El género
Elephas incluye al moderno elefante
asiático, Elephasmaximus.Los
miembros
más primitivos del género aparecieron en
África al comienzo del Plioceno, hace unos 5 millones de
años, y se dispersaron por Europa y Asia. Existen una
cantidad de elefantes enanos extintos muy interesantes, que a lo mejor constituyen una especie diferente
pero que, posiblemente, representan variedades
de la raza madre.
Elephas falconerimedía menos de un metro de
altura y vivía en las islas del Mediterráneo. Sus
antepasados, entre los cuales probablemente
se encuentra el elefante europeoElephasnamadicus, emigraron
de África al principio del
Pleistoceno y se dispersaron hacia
el oeste, por el centro de Europa, y hacia este, a India y China,
llegando incluso hasta Japón.Durante
los niveles más bajos del mar los períodos glaciales, este
elefante llego hasta
Malta, Chipre, Creta y Cerdeña. Al subir el nivel del mar, cuando se
derritieron los glaciares en los períodos interglaciares
estas zonas quedaron
separadas en forma
de islas, dentro del mar Mediterráneo. De este aislamiento surgió la
forma enana de elefanteElephas
falconeri. En las islas Célebes, en el sureste
asiático, aparecieron unos elefantes enanos
parecidos.En islas
como éstas, la selección natural favorecía a los animales
que aprovechaban mejor las cantidades de alimentos y el peso
se podían desarrollar las especies enanas. Un equivalente
actual son los
pequeños poneys de Shetland, que han desarrollado en
!as islas del norte de Escocía.
África y Asia. Tenía 5
metros de longitud.
Cuando los bosques del principio del Terciario
dejaron paso a las praderas de fines del Terciario, muchas
familias anímales se tuvieron adaptar. Entre los
rinocerontes, Elasmotherium es
un buen
ejemplo de los
resultados.
Elasmotherium carecía de
incisivos y es probable
que empleara los labios para arrancar la hierba. Las muelas
eran similares a las de un caballo enorme con
coronas altas, cubiertas de cemento para comer hierbas
duras y abrasivas. Los dientes carecían de raíz, pero crecían de forma permanente,
para compensar el degaste.
El cuerno deElasmotheriumera
una estructura realmente
sorprendente, de 2metros de largo. La mayoría de
los rinocerontes tienen
cuernos que crecen desde el hocico, sin embargo, el Elasmotheriumle
crecía en la
frente. Allí había una enorme bóveda ósea que,
supuestamente, proporcionaba una
base mas firme para esta inmensa estructura
que cualquier punto situado en el extremo de la nariz.
Europa (Austria,
Alemania, Países Bajos, España, Reino Unido y URSS).
Tenia 2 metros de longitud.
El género Ursus está representado en la
actualidad por el oso pardo o gris, el oso polar y el oso
negro americano. Pero durante el Pleistoceno el oso de las
cavernas, Ursus spelaeus, constituía una
especie muy numerosa e impresionante. Vivió en Europa
durante el punto culminante de la época glacial y con
frecuencia se libraba de la peor parte de los inviernos
hibernando en cuevas alpinas. Parece que se congregaban
muchos osos para dormir juntos este largo sueño anual, según
se deduce de las pilas de huesos fósiles que se encontraron
reunidos. En Austria, una sola cueva, la Drachenhohle o
«Cueva del dragón», contiene los restos de más de 30.000
osos de las cavernas. Y muchos de ellos parecen haber muerto
mientras dormían.A pesar de su
enorme tamaño y su aspecto aterrador, es probable que el oso
de las cavernas fuese vegetariano. Lo cazaban los hombres de
Neanderthal, que daban gran importancia a los
huesos en sus rituales.
Golfo de California y Delta del Río Colorado, Estados
Unidos.
De acuerdo con el paleontólogo Fred Croxen (Shaw, Croxen y
Sussman 2005), se trata de una especie de tortuga terrestre
con antigüedad aproximada de entre 400 mil años y 1 millón
900 mil años, perteneciente al periodo Pleistoceno temprano,
ya que en estudios anteriores se ha demostrado que el lugar
donde se encuentra, se trata de un área que presenta
características de la llamada "Fauna del Golfo", donde se
han encontrados distintos especimenes con periodos de tiempo
similar. El ejemplar mide 1 metro de largo, 85 centímetros
de ancho y 50 centímetros de alto. Se trata de un ejemplar
de la Clase Reptilia, orden Chelonia, Familia Testudinidae
Hesperotestudo crassiscutata, cuyo nombre
común es "tortuga gigante de tierra".
Asio ecuadoriensis.
Lo Coco et al, 2020.
Ecuador.
Investigadores de Argentina y Ecuador presentaron una nueva
especie de lechuza fósil que se alimentaba de diversos mamíferos
y aves, en particular de lechuzas más pequeñas. Fue encontrada
en los Andes ecuatorianos, a 2800 metros sobre el nivel del mar,
siendo la primera de su tipo descubierta en Sudamérica. Esta
nueva especie sobrepasaba los 70 centímetros de estatura. Una de
sus particularidades es que, al parecer, tenía predilección por
consumir otras lechuzas de menor tamaño. En este yacimiento, se
han encontrado antiguos dormideros de aves rapaces, los cuales
estaban cubiertos por sedimentos, entre los cuales había restos
fósiles de ratones, musarañas, conejos y mucho material de aves.
Lo llamativo es que los restos de todos estos microfósiles
tienen un desgaste típico al que provoca la digestión de las
aves rapaces sobre estos huesos. Al encontrar los restos de los
animales que habían sido las últimas comidas del Asio ecuadoriensis,
se pudo saber que, entre mamíferos y aves, consumía
especialmente otros tipos de lechuzas, lo que nos muestra que
esta lechuza gigante era prácticamente lo que podría llamarse
una lechuza caníbal. En total, en los vestigios de esa
antigua cueva, se encontraron restos de cuatro especies de lechuzas.
Tres de ellas corresponden a especies que existen en la actualidad
(Glaucidium sp., Tyto furcata y Athene cunicularia), en tanto que la
cuarta es la lechuza caníbal, la cual dominaba sobre la demás, pero
no logró sobrevivir hasta nuestros días.
Esqueleto de
Macrauchenia
en el MACN. (Museo Argentino de Ciencias Naturales de
Buenos Aires).
Pata de tres dedos. (*)
Reconstrucción de
Macrauchenia patachonica
por Daniel Boh.
Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia, Uruguay y la Argentina.
Los primeros restos
de la Macrauchenia fueron hallados por Charles Darwin
en su histórico viaje a bordo del "Beagle" a comienzos de la década
de 1830. Proceden de sedimentos del Pleistoceno tardío aflorantes en
los alrededores de Punta Arena, en el sur de la región patagónica;
fueron dados a conocer por el paleontólogo inglés Richard Owen en
1838.
Su aspecto en vida es digno de una película de ciencia-ficción. Su
nombre significa "cuello largo" y es otra especie del orden "Litopterna".
Sus dimensiones eran semejantes al de los camellos actuales, pero
los orificios nasales y una gran fosa elíptica señala la presencia
de una trompa, algo mas larga que la del tapir actual. Poseía largas
patas y pies ungulados, provistos de tres dígitos. Es probable que
no corriera con mucha velocidad, ya que las proporciones de las
patas traseras estaban invertidas, como ocurren con los animales no
corredores, por ejemplo, la jirafa. Su alimentación estaba basada en
vegetales de zonas pantanosas donde pasaba la mayor parte de su
tiempo, y del pastoreo. Algunos
autores han formulado la hipótesis de que estos mamíferos estaban
adaptados a una vida semiacuática. Sin embargo, sus restos han sido
hallados no sólo en depósitos asociados a cuerpos de agua sino
también en eólicos correspondientes a ambientes áridos y semiáridos.
Los molares superiores son de sección cuadrangular de corona alta.
Se extinguió a fines del Pleistoceno y principios del Holoceno. En
la actualidad el hallazgo de fósiles de Macrauchenia
son muy escasos en todo América latina.
Macrauchenia patachonica se
halla en sedimentos del Pleistoceno tardío. Los primeros antecesores
aparecen en Montehermorense (Plioceno) representado por Promacrauchenia antiqua.
Esqueleto
montado en el Museo Argentino de Ciencias Naturales de
Buenos Aires.
El técnico Mariano Magnussen Saffer junto a un cráneo de
Megaterio en plena preparación en el Museo Municipal de
Miramar.
Reconstrucción por
Daniel Boh.
Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia, Uruguay y la Argentina. Los "Pilosa" en la
actualidad se encuentran representados por mamíferos pequeños y
medianos, como osos hormigueros y perezosos de tres dedos, que pasan
la mayor parte de su tiempo colgados en los árboles, moviéndose en
forma muy lenta, debido a su bajo metabolismo, pero en el
Pleistoceno habitaron en nuestro territorio formas gigantescas.
Megatherium fue descripto por primera vez por el naturalista
francés Georges Cuvier en 1796, quien se baso para tal descripción
en un esqueleto completo descubierto en 1789 en las barrancas del
Rió Lujan (Prov. Buenos Aires). Su nombre significa "bestia grande"
y sin dudas fue el animal terrestre más grande que habito en la
región pampeana, donde se han rescatado sus principales restos.
El género
Megatherium constituye, al igual que Glyptodon,
uno de los elementos más conspicuos de la megafauna pleistocena. Su
dentición está constituida por molariformes en forma de columna
prismática cuadrangular. Tradicionalmente, se lo ha asociado a una
dieta herbívora, aunque se propuso una dieta mixta, carroñera o
incluso carnívora. El primer registro del género se remonta al
Vorohuense hasta llegar al Lujanense temprano (Megatherium
americanum) y Lujanense tardío (Megatherium sp.).
Desde el punto de vista geográfico, su extensión parece estar
limitada a la parte austral de América del Sur, es decir, Argentina,
Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Perú y Bolivia; hacia el norte y
el este,
Megatherium es reemplazado por Eremotherium,
un género similar, pero con algunos caracteres más primitivos y
adaptado a temperaturas posiblemente más elevadas.
Superaba los 4,5 metros de altura cuando se paraba sobre sus patas
traseras y con su larga y robusta cola formando una especie de
"trípode" permitiéndole llegar de esta forma a las hojas de los
árboles y tener un mejor panorama de todo su alrededor. El peso
estimado de esta especie es de 5 toneladas, algo así como dos
elefantes. Su cuerpo estaba recubierto por una fuerte pelambre. Sus
patas delanteras eran largas y fuertes, acompañadas por cuatro
garras, lo que le permitía acceder de mejor manera a los vegetales
que formaban parte de su dieta. En la localidad de Pehun-co,
Provincia de Buenos Aires, se hallo un yacimiento paleoicnologico
con huellas dejadas por este enorme animal hace unos 11 mil años,
junto a otras pertenecientes a especies desaparecidas y vivientes
Megatherium coexistió con los antiguos habitantes humanos en
la Provincia de Buenos Aires hace 8500 años antes del presente. En
2018, se dio a conocer el hallazgo de un fémur y mandíbula de Megatherium filholi
en la ciudad de Miramar, una especie "enana" descripta por primera
vez hace 130 años por Francisco Pascasio Moreno
y con pocos registros, lo que sirvió para revalidar la especie.
Glyptodon clavipes. Owen, 1839.
Extracción
de un Glyptodon reticulatus del Pleistoceno por el Museo
Municipal Punta Hermengo de Miramar.
Ejemplar de Glyptodon munizi en el Museo
Punta Hermengo de Miramar.
Aspecto en vivo de
Glyptodon
reticulatuspor el paleoartista Daniel Boh.
Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia, Uruguay y la Argentina. Dentro de la numerosa y popular familia de Gliptodontidos, fue una
de las especies mas comunes dentro del territorio bonaerense por la
abundancia de restos fósiles. Su existencia fue comunicada por
primera vez por Sir Owen en un trabajo científico en 1838.
Glyptodon tenia 3,5 metros de largo y 1,4 de alto. Su cráneo
estaba protegido por una coraza cefálica. Su coraza ósea no tenia
anillos móviles, cuya características es propia de esta familia de
mamíferos desaparecidos. El tamaño de este caparazón es de unos 2,5
metros de largo por 2 metros de ancho, cuyas placas engrosadas entre
si varían de 1 a 7 centímetros de diámetro, las cuales son fáciles
de identificar por su forma de "flor". Su cola carecía del
anquilosamiento de los anillos terminales en forma de tubo
descriptos en los otros géneros. Esta se encuentra formada por una
serie de anillos móviles de diámetro decreciente, conformada por
unos siete anillos con placas de forma relativamente grotesca y en
punta. Sus patas son cortas y robustas. Gran parte de la columna y
de la pelvis se encuentran soldadas a la coraza ósea. Su masa
estimada es de 1,5 toneladas. Su alimentación estaba compuesta
principalmente por el pastoreo de hierbas bajas de zonas abiertas.
Algunos trabajos publicados recientemente en Francia por un grupo de
prestigiosos Paleontólogos Argentinos, demuestra que es probable que
varias especies de Gliptodontes se pudieran parar sobre sus patas
traseras y apoyarse sobre sus grotescas colas, formando una especie
de trípode, para mantener elevado su enorme y macizo cuerpo. Su
extinción ocurrió hace unos 10 mil años.
Smilodonte en el
Centro Cultural del Bicentenario, Santiago del Estero.
Primeras huellas atribuidas a Felipeda
miramarensis. Museo
de Miramar.
Reconstrucción en vivo de
Smilodon. Por el dibujante Daniel Boh.
Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia, Uruguay y la Argentina.
El tigre dientes de
sable fue uno de los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos
depredadores. Smilodon
significa “dientes de sable”, característica que evidencia su
acentuada especialización en la cacería de presas grandes, como el
megaterio y el mastodonte, enormes mamíferos hoy desaparecidos.
El primer hallazgo de un smilodonte en nuestro país fue realizado
por el naturalista Francisco Javier Muñiz en 1844, en la barranca
del Río Luján. En 1842 un paleontólogo danés, Peter Lund, halló
fósiles en unas cavernas del sur brasileño.
El Smilodon superaba el peso y
tamaño que el león actual; sin embargo, sus proporciones corporales
diferían de las de cualquier félido moderno. Las extremidades
posteriores del Smilodon populator eran más cortas y
robustas, su cuello proporcionalmente más largo, y el lomo más
corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al
gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño
asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más
de quince centímetros. A diferencia de la mayoría de los félidos,
tenía un rabo corto, como el lince o el gato montés actual. Todo su
cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y
del cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme cabeza
podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían
formando un ángulo de más de 120 grados, permitiendo que el par de
los inmensos dientes de sable que tenía en el maxilar superior se
pudiera clavar en sus víctimas. Los dientes de sable eran ovales en
sentido transversal, lo que aseguraba una mínima resistencia cuando
se hundían en su presa. También estaban aserrados por el extremo
posterior, permitiendo atravesar la carne de la víctima con mayor
facilidad. Así vivió desde hace un millón de años, hasta que la
llegada del hombre y la desaparición de las grandes presas provocó a
su vez la extinción del tigre dientes de sable hace apenas unos 8000
años. En el año 2016, Mariano Magnussen
del Museo Municipal de Ciencias Naturales Punta Hermengo de Miramar,
descubrió un sitio paleoicnologico en esa ciudad. Se identificaron
las pisadas de un gran tigre dientes de sable, las cuales fueron
recuperadas junto a Daniel Boh, de la misma institución.
Recientemente (2018) se presentó esta nueva icnoespecie como
Felipeda miramarensis, únicas en el mundo.Smilodon
populator es una especie sobre la que se han descrito dos
subespecies: Smilodon populator californicus, propia
del Pleistoceno de América del Norte, y Smilodon populator populator presente en el
Ensenadense y Lujanense de Argentina, Brasil, Ecuador, Tarija
(Bolivia), Chile y Uruguay. Géneros relacionados:
Smilodon populator californicus y Smilodon fatalis
de Norteamérica.
Stegomastodon platensis. Ameghino,
1888.
Esqueleto en el
Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires.
Cráneo en el
Museo de La Plata.
Reconstrucción
de Daniel Boh.
Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y la Argentina.
Era un megamamifero que emigro desde el norte en "El gran cambio
biótico Americano", encontrando en América del sur un nuevo lugar
para expandirse. Fue un Proboscideo (que posee trompa) al igual que
el extinto Mamut y el actual elefante. Era herbívoro y llegaron a
tener una masa corporal de 3,5 toneladas y unos 4 metros de altura.
Habitaron lugares abiertos y pantanosos, donde sus huesos se iban
incorporando al sedimento a medida que morían. Los hallazgos de
restos fósiles de antiguos elefantes son algo escasos. Se han
protagonizado descubrimientos muy notables, como los realizados por
Carlos Ameghino en 1913 y luego Kraglievich y compañía en 1928. Hace
unos años atrás, se recato un cráneo muy completo en el patio de una
vivienda en la localidad de Moreno. Stegomastodon
es un género diferenciado en América del Norte, posiblemente desde
el Plioceno temprano, que se extiende en ese subcontinente hasta el
Pleistoceno temprano-medio. A nivel sudamericano, las revisiones
llevadas sostienen la existencia de dos especies en este género:
S. platensis y
S. waringi. La primera se reconoce por sus
'defensas rectas', que en su porción más anterior se curvan
ligeramente y presentan esmalte; mientras que en la segunda se
observa la ausencia de esmalte. La distribución de S.
platensis es más austral que la de
S. waringi, y alcanza al Uruguay, Paraguay, Brasil
y gran parte de Argentina, donde tiene un biocrón que se extiende
desde el Ensenadense hasta el Lujanense (Pleistoceno
temprano-Pleistoceno tardío-Holoceno) . En la Argentina, sus restos
han sido exhumados en la Provincia de Buenos Aires (donde se halla
su límite más austral, a los 37°S), y en las provincias de Entre
Ríos, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero y Corrientes. Se ha
inferido para este taxón una marcada preferencia por climas de tipo
templado cálido y hábitats de zonas abiertas o sabanas arboladas.
Estos taxones habrían estado adaptados principalmente a ambientes
templado cálidos de altura, alimentándose de especies vegetales
arbustivas. Los restos de
mastodontes hallados en América del Sur pertenecen a dos tipos
diferentes, que los paleontólogos incluyen en los géneros
Cuvieronius
(dedicado al naturalista francés George Cuvier, el primero en
describir un mastodonte) y Stegomastodon (mastodonte
con defensas). Hasta ahora, el género Stegomastodon
era conocido en la Argentina por una única especie:
Stegomastodon platensis. La otra especie, que se había
descubierto en Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y, posiblemente,
Colombia, es Stegomastodon waringi, en homenaje a un
investigador de apellido Waring, que descubrió restos de este
mastodonte en Brasil. A esta última especie pertenece la rama
mandibular hallada en el lecho oceánico de Argentina.
Reconstrucción y fósiles de
Megaloceros giganteus. El esqueleto se halla montado en el
Museo de Historia Natural de New York. Fotografía enviada
por Martina Naiquen López Castro.
Europa y Asia. Se conoce como "alce irlandés" o
"ciervo gigante" al Megaloceros o megacero
(Megaloceros giganteus), el mayor cérvido de
la Historia. Semejante a un gamo de gran tamaño, sus astas
medían hasta 3,5 m de punta a punta. Aunque vivió en toda
Europa y gran parte de Asia desde hace medio millón de años
hasta su extinción en tiempos recientes, suele ser conocido
popularmente como "alce irlandés" por los abundantes
hallazgos de ejemplares conservados en las turberas de
Irlanda. El ciervo gigante alcanzaba una altura de 2,1 m en
el caso de los machos, bastante mayor que el más grande de
los alces. Se trataba de una especie con fuerte dimorfismo
sexual, pues las hembras eran considerablemente más pequeñas
y gráciles que los machos, además de carecer de su
impresionante cornamenta. Especies insulares enanas como el
Megaceros algarensis de Cerdeña o el
Megaceros cretensisde Creta tienen cornamentas
mucho más pequeñas y de proporciones, tanto en tamaño bruto
como en relación al resto del cuerpo, más parecidas a las de
cérvidos de sus tamaños respectivos que a las de su
gigantesco primo. Con el final de las glaciaciones la
especie menguó rápidamente. En un principio se calculó su
extinción hace unos 10.600 años, junto con la de la mayor
parte de la megafauna mundial, pero en 2000 se descubrieron
restos en la Isla de Man y el sur de Escocia que databan
cerca del 7.500 a. C. Al parecer, una pequeña población
había seguido los hielos en su retirada hacia el norte y
había quedado aislada allí, extinguiéndose a la llegada de
los cazadores humanos desde el sur. En 2004 se produjo un
descubrimiento aún más sensacional: a miles de km de allí, a
los pies de los montes Urales, en Rusia, se encontraron
restos aún más modernos que evidenciaban la existencia de
ciervos gigantes en Siberia occidental hasta alrededor del
5.000 a. C. Su extinción coincide con una serie de
alteraciones en el terreno que no fueron causadas por
cazadores paleolíticos, sino por los primeros granjeros
neolíticos de Rusia. Por tanto, el ciervo irlandés
sobrevivió a la era glacial.
Europa y Asia. Tenia 3,5
m de longitud. Coelodonta se
originó en el
Plioceno, en el
este de Asia, de donde emigró a Europa, (aunque no a América
del Norte), convirtiéndose en un rinoceronte peludo de la
edad del hielo.Coelodonta tenia un
par de cuernos enormes en el
hocico: el anterior alcanzaba una longitud de mas de 1 metro
en los machos adultos.Igual que
el mamut lanudo, el cuero
grueso de Coelodonta y su abrigo velludo le permitieron resistir
las condiciones duras de la tundra y la estepa
que bordeaban los enormes glaciares del hemisferio norte. Aunque por lo
general el cabello no se fosiliza, se conoce la
existencia de este abrigo
velludo a los cuerpos que se han hallado preservados
en la grava helada de Siberia.Además, hay testigos
presénciales. Los humanos primitivos cazaron esta enorme
bestia y la representaron sobre las paredes de las cavernas
del sur deFrancia hace
30.000
años.
Otra especie
es Dicerorhinus hemitoechus, un tipo de
rinoceronte extinguido muy característico de la fauna
europea del Pleistoceno.
Asia. Es una especie
extinta de tortuga de la familia Testudinidae, cuyos restos
proceden de la India. Es la tortuga terrestre más grande ha
existido; alcanzaba los 2,5 m de longitud (más de 2 veces la
longitud de las tortugas gigantes de hoy) y hasta 4
toneladas
de peso. Sus patas, como de elefante, se proyectaban a los
lados del cuerpo y sostenían el pesado caparazón del dorso.
Las almoahadillas en la planta de sus compactas patas
distribuían el gran peso entre los cinco dedos de cada pata,
de robustas uñas. Es probable que haya sido herbívora como
sus parientes actuales. Ante un peligro, podría meter la
cabeza y las patas en su pesado caparazón óseo para
protegerse. Testudo atlas o Colosoqueli vivió en el sur de Asia hace más de
un millón de años, Pleistoceno.
Megatapirus augustus.
Matthew & Granger, 1923.
China.
Representante de mayor porte que el tapir
actual. Son una familia de mamíferos perisodáctilos del
suborden de los ceratomorfos, con un solo género actual, Tapirus, y cuatro especies. Sus parientes vivos
más próximos son los rinocerontes. Actualmente encontramos
tres especies oriundas de los continentes americanos y una
de la península Malaya y la isla de Sumatra. Pero en el
pasado su área de distribución fue mucho mayor y con un gran
número de especies fósiles. Los tapires americanos tienen el
cuerpo de color pardo rojizo. La especie asiática es pardo
oscuro con el tronco y el lomo blanco. Los tapires son
animales ariscos, huidizos y solitarios. Habitan en los
bosques, las selvas y las praderas. Pueden ser nocturnos.
Nunca se alejan del agua. De hecho, siempre que se sienten
amenazados, escapan al río, lago, o pantano más cercano. Son
buenos nadadores y acostumbran a sumergirse y bucear hasta 3
minutos si es necesario, corren velozmente, y escalan con
habilidad.
Australia.
Uno de
los más notables mamíferos marsupiales de Australia. Fue el
oso giganteDiprotodon.Los
diprotodontes surgieron hace cerca de 12 millones de años y
vivieron hasta hace unos cuantos miles de años. El
Diprotodonfue un monstruoso herbívoro del tamaño de
un rinoceronte que cruzaba el
centro y el sur de Australia en grandes manadas. El Diprotodon
tenía una gran cabeza con
largos incisivos para
arrancar hojas de los arbustos bajos y anchos molares
para machacarlas. Las
piernas eran enormes, para soportar el gran peso del animal,
y los pies eran anchos y con garras. El
Diprotodones el equivalente en muchos
sentidos del rinoceronte
en otras partes del mundo, probablemente se movía lentamente
y debe haber sido cazado hasta la extinción por los primeros
aborígenes australianos.
Australia.
Tenía 2 metros de longitud.
La forma en
que están distribuidos los huesos
de la nariz en el cráneo do este animal indica que tenía algún
tipo de trompa. En tal caso, Palorchestes
debió tener un aspecto parecido al de un
tapir marsupial gigante. Sin embargo, las patas delanteras
eran fuertes, y poseían cinco dedos con enormes garras.
Australia. Tenía 3
metros longitud. Los canguros que se han extinguido por lo
general eran más grandes que las formas
modernas y presentaban
algunas diferencias.
Procoptodonera el mayor de todos ellos y se caracterizaba por su cara
breve y por tener cada una de sus patas traseras único
dedo largo y funcional (el cuarto), con unos meros
muñones sin uñas a ambos
lados.Procoptodon
era un
canguro que se alimentaba de hierba y de vegetación de baja
altura, como la mayoría de las formas modernas. Otros
canguros extinguidos eran ramoneadotes y aprovechaban su
altura para
llegar hasta la parte superior de los
árboles.
Fragmento de
cráneo y reconstrucción del león marsupial
Thylacoleo carnifex.
Australia.
Los leones marsupiales eran carnívoros cuadrúpedos de 75 cm.
de altura y 151 cm. de longitud, más o menos del tamaño de
un leopardo grande. Estas medidas pueden parecer modestas,
pero dentro de los marsupiales (que suelen tener tamaños
menores que los de sus homólogos placentarios, debido a su
particular sistema de desarrollo), son bastante respetables.
De hecho, el león marsupial es el marsupial carnívoro de
mayor tamaño conocido, sólo seguido de cerca por el
Thylacosmilus del Plioceno de Sudamérica. Con una
constitución fuerte, se estima su peso en 130 kilos (algunos
cráneos indican que algunos individuos llegaban a pesar 163
kg). Los rasgos más extraños del león marsupial se
encuentran en las mandíbulas, y son debidos a sus primitivos
orígenes vegetarianos. Debido a su dieta herbívora, todos
los diprotodontes del Oligoceno hacía ya tiempo que habían
reducido considerablemente o perdido sus colmillos, y los
tilacoleónidos no volvieron a desarrollarlos. En su lugar,
los incisivos y premolares se hicieron cortantes y pasaron a
cumplir la función de capturar y matar las presas. La
mandíbula era excepcionalmente robusta y recientemente se ha
calculado la presión de su mordida en unos 100 kg., lo que
convierte al Thylacoleo en el mamífero con el
mordisco más potente en relación a su tamaño que ha
existido. Esto le permitía matar presas mucho más grandes
que él, como los grandes canguros de la subfamilia de los
estenurinos o incluso al Diprotodon, el
marsupial más grande que ha existido, de tamaño algo mayor
al de un rinoceronte blanco. La cola era bastante larga y
gruesa, seguramente para ayudar a equilibrar el animal
durante la carrera, y el cuerpo corto, con un pecho ancho de
músculos macizos. Las cuatro patas tenían una longitud
similar, aunque los músculos de las delanteras estaban más
desarrollados, pues servían para aferrar a las presas antes
de morderles la garganta, como hacen actualmente los grandes
felinos. En cuanto a los pies, éstos se apoyaban totalmente
durante la marcha, como ocurre en los osos o los humanos, y
no sobre los dedos, como en los felinos y cánidos. De sus
ancestros arborícolas conservaban un pulgar oponible en cada
pie, los dos de las patas traseras estaban desprovistos de
uña, pero los de las delanteras estaban coronados por una
enorme garra curva que utilizaban para aferrarse a los
cuerpos de sus víctimas, junto con las de los otros cuatro
dedos.
Australia.Es
una especie extinta de la familia Varanidae. Era un
gigantesco varano que vivió en Australia meridional, durante
el período Pleistoceno hace unos 40.000 años. Medía 8 metros
de longitud, y pesaba cerca de dos toneladas. Con semejante
tamaño, es el mayor lagarto terrestre que ha existido. Se
alimentaba de la mayoría de los animales, incluyendo a
cualquiera de los marsupiales gigantes como el
Diprotodon, junto con otros reptiles, pequeños
mamíferos, aves, y huevos.
A pesar de que Megalaniapriscase extinguió hace 40.000 años, ha
habido numerosos informes y rumores de que una población
sobreviviente habita en Australia, y en ocasiones en Nueva
Guinea, en fechas tan recientes como a finales de los años
90. El criptozoólogo australiano Rex Gilroy cree que
Megalania prisca sobrevive hoy en día, y que es sólo
cuestión de tiempo que un ejemplar sea capturado con vida.
La posibilidad de una población superviviente en el sur de
Australia no es aceptada por la mayoría de los científicos,
porque los informes sobre lagartos gigantes sólo comenzó
después de que el Megalania prisca fuera
descrito por primera vez.
Madagascar. Es una especie de los extintos
lémures gigantes que habitaron la isla de Madagascar. Aunque
podían subirse a los árboles, los lémures gigantes eran
predominantemente terrestres, desplazándose sobre las cuatro
patas por el suelo de la selva mientras se alimentaban de
abundante materia vegetal, en su mayor parte hojas. El
cuerpo era muy robusto, con un peso estimado en casi 140
kilos. El cerebro era pequeño en comparación con el resto
del cuerpo, y el cráneo se alargaba y curvaba ligeramente
hacia arriba, de forma más parecida a un herbívoro como un
caballo o un rinoceronte. La forma de los huesos nasales
invita a pensar en la presencia de un labio elongado y
móvil, o incluso de una pequeña trompa, algo insólito para
un primate. Bajo el cráneo se insertaba una mandíbula tan
robusta como desproporcionada, de un tamaño mayor a la del
gorila. Estaba provisto de robustos molares y caninos bien
desarrollados, probablemente usados en las luchas por la
pareja o el territorio con otros miembros de su especie.
Este aparato dental guarda semejanzas con el del género
actual Lepilemur. Otras especies conocidas:
Megaladapis madagascariensis y
Megaladapis grandidieri.
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bibliografía utilizada para hacer la presente Pagina;
AQUÍ.
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