PaleoArgentina. Hallan Gigantoraptor erlianensis. Prototaxites.
Aegyptopithecus zeuxis. Mylodon chile. Fruitadens haagarorum, el
dinosaurio más pequeño del Jurasico. Tatankacephalus cooneyorum, un
dinosaurio anquilosaurio del Cretácico de Norteamérica. Armadillosuchus
arrudai, un gran cocodrilo del cretácico de Brasil. Aardonyx celestae,
un nuevo prosauropodo del Triasico de Sudáfrica. Hallan el cráneo
de un gran Pliosaurio del Jurasico.
Fruitadens haagarorum, el
dinosaurio más pequeño del Jurasico.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
Una nueva especie de
dinosaurio, la más pequeña descubierta hasta la fecha, fue identificada
a partir de unos restos descubiertos hace casi 30 años. Según un estudio
publicado en la revista científica "Proceedings B", los ejemplares de
esta especie, denominada
Fruitadens haagarorum, pesaban menos de un kilo. Los
fósiles que permitieron identificar la especie habían permanecido en el
Museo de Historia Natural del condado de Los Ángeles, en EE.UU., desde
que fueron descubiertos en 1979.
De acuerdo con los
expertos, este dinosaurio diminuto, que era un corredor ágil y rápido,
vivió en el periodo Jurásico Superior hace más de 150 millones de años.
El Fruitadens haagarorumpertenecía al grupo de los
"ornitisquios", un tipo de dinosaurios entre los que se encontraban
especies de gran tamaño como el
Triceratopsy el Stegosaurus. De acuerdo
con el artículo, el "dinosaurio enano" podía moverse rápidamente entre
las patas de otros dinosaurios mayores que él. El estudio que identificó
a esta criatura fue dirigido por Richard Butler, de la Colección Estatal
de Paleontología de Bavaria en Múnich, Alemania.
Butler
comentó a la BBC que el examen de los dientes del fósil reveló
que el Fruitadensera omnívoro y su alimentación estaba
basada en plantas y animales pequeños. "Esto es poco común
en este grupo, en el que la mayoría de las especies eran
estrictamente herbívoras", aseguró. "Pero si eres pequeño, es
difícil alimentarte sólo de vegetación", agregó. Otros animales
con las patas más largas que las del Fruitens
tenían un acceso más fácil a las hojas de los árboles y podrían
sobrevivir con una dieta compuesta únicamente de plantas. El
nombre científico
Fruitadenshace referencia a la zona de Fruita, en Colorado, donde los
fósiles fueron hallados por primera vez.
"Los fósiles
proceden de una montaña rocosa, la Formación Morrison, que los
paleontólogos han estudiado concienzudamente durante 130 años. De allí
han salido decenas de las especies de dinosaurios que conocemos
actualmente", apuntó Butler. "Todavía es posible descubrir especies
únicas de dinosaurio. Los ecosistemas que habitaban eran tan diversos
que ¿quién sabe cuántos animales sorprendentes nos quedan por
descubrir?", añadió.
Tatankacephalus cooneyorum,un dinosaurio
anquilosaurio del Cretácico de Norteamérica.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
Un matrimonio de
paleontólogos norteamericanos ha descubierto «la versión biológica de un
tanque militar», una nueva especie de dinosaurio, concretamente de un
anquilosaurio herbívoro, que habitó en la Tierra
hace 112 millones de años, durante el Cretácico,
en lo que hoy es Norteamérica. El animal medía hasta
6 metros de longitud y tenía el cuerpo acorazado, cubierto de centares e
incluso miles de placas óseas.
El hallazgo,
publicado en la revista Canadian Journal of Earth Sciences,
demuestra que este nuevo espécimen, al que han denominado
Tatankacephalus cooneyorum, que significa cabeza de
bisonte, pertenece a la «familia» de los anquilosaurios, una
especie acorazada con una gran armadura en su cuerpo. El
dinosaurio presenta una especie de armadura con dos partes, una
a cada lado de la cabeza, compuesta por crestas picudas y
un cráneo muy espeso que ni los «raptores»
eran capaces de destrozar.
La pareja de
investigadores, Bill y Kris Parsons, encontró el 90 por ciento del
cráneo en las colinas de Cloverly (EE.UU.), por lo que este fósil pudo
clasificarse como una nueva especie. «Se trata del primer anquilosaurio
que se ha encontrado del Cretácico temprano», ha afirmado Bill Parsons.
Partiendo de los restos hallados de su cráneo, varias costillas y una
vértebra, los expertos han recreado el aspecto que podría tener este
dinosaurio, incluyendo varios cuernos que le servían de protección
alrededor del ojo y en la mejilla.
Así,
el experto ha situado a este fósil como una especie
«puente» entre un anquilosaurio del Jurásico temprano y el más conocido,
perteneciente al Cretácico tardío. Hasta el momento, se creía que
los anquilosaurios habían habitado en la Tierra en las últimas etapas
del Cretácico, hace 68 millones de años.
Hallan un cráneo de Smilodon o tigre dientes de sable en
Perú.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
Tras casi un año de
intensa búsqueda, el cráneo fosilizado de un Smilodon, más
conocido como ´tigre dientes de sable´, fue encontrado durante una
expedición por la zona conocida como ´pampa de los fósiles´, situada en
la provincia de Pacasmayo, en el departamento de La Libertad. Klaus
Hönninger Mitrani, especialista en paleontología, señaló que el hallazgo
se produjo hace once días luego de haber obtenido diversos indicios de
que los restos del depredador se encontraban en el área mencionada, al
ingreso del camino al balneario de Poémape, en el distrito de San Pedro
de Lloc.
"Se sabe que
este animal, cuya especie es sudamericana, vivió en toda la zona
norte y hace un año encontramos en el lugar algunos de sus
dientes molares por lo que presumimos que cerca de allí
podríamos dar con sus restos", explicó. Las investigaciones
preliminares - dijo- apuntarían a que el Smilodon
pertenecería a la etapa geológica conocida como Pleistoceno que
se inició hace unos 2,59 millones de años hasta unos 12 mil años
AP (antes del presente). "Este ejemplar fue encontrado
enterrado, pero con la parte superior del cráneo expuesta a la
intemperie. Por ello fue necesario retirarlo del lugar para
realizar los primeros trabajos de conservación ya que en
cualquier momento podía destruirse", manifestó.
En relación a las
dimensiones del hallazgo, indicó que el cráneo, perteneciente a un Smilodon adulto, mide 35 centímetros y sus característicos y
largos colmillos miden 18 centímetros, los cuales le permitía cazar.
Aseguró que en total tiene ocho dientes originales y el resto son
reconstruidos, para una mejor ilustración. Recordó que los científicos
han determinado que esta especie fue contemporánea al hombre de Paiján,
considerados como los primeros seres humanos que habitaron el Perú.
Hönninger informó
que desde hace tres días, el hallazgo es exhibido en la primera muestra
paleontológica del país, la cual se realiza en el centro comercial Mall
Aventura Plaza de la ciudad de Trujillo. "Posterior al rescate del
fósil, hemos informado al Instituto Nacional de Cultura sobre el hecho,
esto en el marco del convenio firmado para realizar investigaciones y
rescate de restos fósiles en La Libertad", señaló. De otro lado,
adelantó que en la zona también fue localizado un eohippo, especie
parecida a un caballo de dimensiones reducidas. "Este mide 40
centímetros de largo y 25 centímetros de alto; pues es realmente
pequeño", dijo. "En los próximos días realizaremos otra expedición para
rescatarlo. Para ello llegarán especialistas de Alemania ya que sus
restos están muy debilitados por los millones de años que han
transcurrido desde su muerte", agregó.
Armadillosuchus arrudai, un gran cocodrilo del cretácico
de Brasil.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
Los restos fósiles
de una especie de cocodrilo extinto y según sus descubridores, "único y
no identificado en ninguna parte del planeta" , se ha presentado en el
Museo de Medio Ambiente de Río de Janeiro, Brasil, junto con una
reconstrucción del esqueleto y un modelo del animal en vida. El
Armadillosuchus arrudai vivió hace aproximadamente 90 millones
de años y sus restos (la cabeza, una costilla y una pata del animal)
fueron encontrados en la región brasileña de Baurú, en el interior del
estado de Sao Paulo, según reveló el profesor Ismar de Souza, del
Departamento de Geología de la Universidad Federal de Río de Janeiro
(URFJ).
Con dos
metros de longitud y 120 kilos de peso, este cocodrilo tenía
placas óseas en el cuello y en la parte posterior del cuerpo,
así como un cráneo largo y una dentición reducida y
especializada, característica que lo convierten en una especie
"única en el mundo", según explicó De Souza. Su nombre
científico, Armadillosuchus arrudai, deriva
precisamente del caparazón que recubre su espalda y que
utilizaba a modo de protección, un rasgo que lo asemeja a un
armadillo moderno. Para el profesor De Souza, la importancia del
descubrimiento de los fósiles, además del hallazgo en sí mismo,
reside en que permite comprender las transformaciones climáticas
de los espacios ecológicos en el transcurrir de las eras
geológicas.
Según el
paleontólogo, "el Armadillosuchus mezcla elementos
totalmente anómalos para los cocodrilos actuales, lo cual hace difícil
incluso aplicar el principio de uniformidad de la geología, que utiliza
el presente como llave del pasado". El artículo elaborado por los
profesores De Souza y Marinho fue publicado en la revista científica
"Journal of South American Earth Science", publicación especializada en
paleontología.
Aardonyx celestae, un nuevo prosauropodo del Triasico de
Sudáfrica.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
Investigadores han
descubierto en Sudáfrica una nueva especie de dinosaurio que parece
ser el «eslabón perdido» entre los primeros grandes reptiles que
caminaban a dos patas y sus descendientes, los gigantes que lo
hacían a cuatro, como los Diplodocus. El esqueleto, de
unos 200 millones de años de antigüedad,
muestra una criatura bípeda que, de vez en cuando, caminaba a cuatro
patas.
El nuevo
especimen, denominado Aardonyx
celestae, era un animal pesado que se movía
despacio. Medía de siete a nueve metros
de largo y cuando se ponía de pie alcanzaba 1,7 de altura.
Tenía «un gran tamaño, las patas cortas, un cuerpo
fornido, el cuello largo y la cabeza pequeña», describe con
detalle el investigador Adam Yates, de la
Universidad de Witwatersrand
en Johannesburgo. Según explica, el «gran padre» de
todos los dinosaurios «caminaba sobre dos patas», de forma que el
Aardonyx es «una fórmula intermedia entre los bípedos y los
auténticos gigantes saurópodos».
El esqueleto apareció
en el distrito de Senekal, en Sudáfrica. «Tiene un montón de
características de los saurópodos: los pies anchos, una gran tripa...
Era claramente un comedor de plantas, con una
gran apertura en su mandíbula para tragar más alimentos». A su juicio,
se trataba de un «fósil viviente», ya que la
transición a los dinosaurios más evolucionados ya debía de haber
ocurrido mucho antes. Para Paul Barrett, paleontólogo del Museo de
Historia Natural de Londres, el descubrimiento del Aaerdonyx ha ayudado a «llenar un vacío notable en el conocimiento de la
evolución de los saurópodos».
Hallan el cráneo de un gran Pliosaurio del Jurasico.
Publicado
en
Paleo. Año 7. Numero 41. Diciembre de 2009.
El cráneo fosilizado de
un gigantesco "monstruo marino" fue descubierto en la costa británica.
El feroz depredador, llamado pliosaurio, aterrorizó a otras criaturas de
los océanos hace unos 150 millones de años. La calavera hallada mide 2,4
metros de largo, y los expertos creen que pudo pertenecer al pliosaurio
más grande jamás encontrado: un "monstruo" de hasta 16 metros de
longitud. El fósil, que fue descubierto por un coleccionista local, ha
sido adquirido por la municipalidad del condado de Dorset, que lo compró
con dinero de la Fundación de Lotería.
En las próximas
semanas, el ejemplar será analizado científicamente y
acondicionado para su exposición en el museo de Dorset. El
paleontólogo Richard Forrest le comentó a la BBC: "Escuché
rumores de que había aparecido algo grande. Pero ver esto en
carne y hueso, por así decirlo, es simplemente abrumador. Es
sencillamente gigante". Los pliosaurios eran un tipo de
plesiosaurios, un grupo de reptiles acuáticos enormes que
reinaron en los mares por la misma época que los dinosaurios
dominaban la tierra.
Tenían cuellos cortos y
cabezas enormes similares a las de los cocodrilos, con poderosas
mandíbulas y una serie de grandes y afilados dientes. Con aletas tipo
remo, de las que se servían para impulsarse en el agua, tenían presa
fácil en los ictiosaurios -parecidos a los delfines- e incluso otros
plesiosaurios. David Martill, de la Universidad de Portsmouth, dijo:
"Estas criaturas eran monstruosas". "Tenían poderosos músculos en el
cuello, y uno puede imaginarse cómo morderían a los animales para
asegurarse un buen bocado, y luego con estos músculos procederían a
revolverlos y destrozarlos", agregó. "Habrá sido un baño de sangre",
completó.
Los expertos creen que
éste podría ser el pliosaurio más grande jamás hallado. "Esta cosa es
verdaderamente enorme. Cuando lo vi, el tamaño fue todo un golpe",
afirmó Martill. El fósil incluye la mandíbula inferior y la parte
superior del cráneo. En base al tamaño de los huesos hallado, puede
inferirse que el animal medía hasta 16 metros desde el hocico hasta la
cola, y pesaba entre siete y doce toneladas. Esto significa que
perfectamente puede competir con las bestias halladas recientemente en
Svalbard (un archipiélago en el mar Ártico), "El Monstruo" y "Predador
X", que medían unos 15 metros. Tampoco tiene nada que envidiarle al
"Monstruo de Aramberri", descubierto en México en 2002, que -se cree-
tenía dimensiones similares.
Martill explicó: "Sólo
tenemos la cabeza, así que no podemos ser muy precisos, pero se
disputaría con los de Svalbard y México el título del más grande del
mundo". El ejemplar se encuentra todavía envuelto en formaciones
rocosas, sin preparar, pero está claro que se halla en muy buen estado.
Richard Forrest, especialista en plesiosaurios, dijo a la BBC que "los
cráneos de los pliosaurios eran muy grandes, pero generalmente no tan
robustos, y habitualmente se los encuentra totalmente aplastados... como
un panqueque". "Lo más fascinante de este nuevo cráneo no es sólo su
enormidad, sino que esté en tres dimensiones y sin demasiadas
distorsiones", explicó. "Tienes esta fantástica mandíbula inferior que
permite ver, por su profundidad y ancho, la potencia que tenía", agregó.
"Hubiera devorado a un hombre de un solo bocado. De hecho, algo como un
Tiranosaurus Rexhubiera sido un desayuno para una bestia como ésta".
El fósil fue
encontrado por un coleccionista local en la conocida como Costa
Jurásica, una franja de 150 kilómetros entre Dorset e East Devon
en la que se encuentran tesoros de un período que abarca 185
millones de años de historia geológica.
La ubicación exacta
del sitio donde fueron hallados los fósiles no ha sido revelada, ya que
las autoridades de Dorset quieren evitar visitas allí. Es un área
inestable y propicia para aludes y deslizamientos de tierra.
El gerente del
departamento geológico de Dorset, Richard Edmonds, explicó: "Esta parte
de la costa está erosionándose rápidamente, lo que significa que fósiles
atrapados y enterrados por siglos aparecen con frecuencia en la playa".
"El coleccionista tuvo la suerte de pasar el día en que uno de estos
cayó del acantilado. Fue la pista que necesitaba para seguir buscando
por allí. Pasó los siguientes cuatro años yendo todos los días y como
resultado descubrió este increíble fósil", dijo. "Fue un esfuerzo
magnífico", añadió.
Edmonds cree que el
resto del monstruo podría seguir enterrado en el acantilado, pero
podrían pasar décadas antes de que quede al descubierto. Valiéndose de
fondos de la Lotería, las autoridades de Dorset adquirieron la mandíbula
y el cráneo del pliosaurio por unas 20.000 libras esterlinas
(US$32.700). En este momento discuten con expertos la mejor forma de
exhibir el ejemplar. Según los científicos, será una fantástica
oportunidad para extraer valiosa información sobre estos gigantes de los
mares y el mundo que habitaban.
Hallados en China restos fósiles de un dinosaurio
carnívoro llamado
Gigantoraptor erlianensis con características de las
aves.
Publicado
en
Paleo. Año 5. Numero 26. Julio de 2007.
Un equipo de
científicos chinos ha descubierto el fósil de un gigantesco
dinosaurio desconocido hasta ahora, de 70 millones de años de
antigüedad que, parecido a un ave, se calcula que llegó a pesar
1.400 kilos, revela la revista científica británica Nature.
El esqueleto
incompleto del animal, un dinosaurio carnívoro bautizado con el
nombre de Gigantoraptor erlianensis y que vivió al
final de la época del Cretáceo, fue descubierto en la Mongolia
Interior, en China. Se trata de un hallazgo que ha sorprendido a los
científicos porque hasta ahora las teorías sugerían que los
dinosaurios carnívoros disminuyeron de tamaño conforme su cuerpo se
pareció más al de las aves.
Antepasado de los
pájaros.
Dirigido por el
profesor Xing Xu, de la Academia de las Ciencias de China, el equipo
investigador llevó a cabo un análisis filogenético de los restos del
animal, tras el que lo agruparon en la familia de los
Oviraptor, del subgrupo de los terópodos, de los que se cree
que fueron los antepasados de los pájaros que viven en la Tierra hoy
en día.
El pico, sus largas patas y un cráneo pequeño con una cresta
angosta son algunas de las muchas similitudes que el nuevo
dinosaurio comparte con la familia de los Oviraptors,
aunque los 1.400 kilos en los que se estima el peso del Gigantoraptorsuperan en 35 veces el de esos
dinosaurios, una especie de animales pequeños con una masa
corporal que raramente excedía los 40 kilos.
Según el
equipo investigador, el Gigantoraptor debió de
alcanzar tales medidas por crecer a una velocidad superior a
la de los imponentes tiranosaurios de América del Norte,
como el Albertosaurusy el Gorgosaurus.
Los descubridores
del fósil estiman en 8 los metros de largo y 3,5 los metros de alto
que habría medido el dinosaurio descubierto, al tiempo que
observaron indicios de un crecimiento interrumpido, lo que indica
que era joven cuando murió y que, por tanto, sus dimensiones adultas
aún deberían haber sido mayores.
Con una mandíbula
pequeña propia de los Oviraptor, el dinosaurio también
presenta algunas diferencias con respecto a esta familia que, como
su gran envergadura, indican que la diversidad morfológica entre los
dinosaurios es mayor de lo que previamente se pensaba.
Fuente:
EFE.
Prototaxites.
Un hongo
gigante del Devónico.
Publicado
en
Paleo. Año 5. Numero 26. Julio de 2007.
Científicos
estadounidenses por fin han encontrado la identidad del misterioso
fósil prehistórico al que no lograban clasificar desde hace más de
un siglo. Se trata de un hongo gigante, de ocho metros
de altura, que vivió en la era Devónica temprana,
hace más de 350 millones de años, y que se extinguió en la etapa
tardía, según un estudio publicado por la revista 'Geology'.
Los análisis químicos del organismo, conocido como ''Prototaxites'',
han descartado que el fósil corresponda al de un conífero,
algún tipo de alga o liquen. Varios científicos lanzaron
teorías sobre el origen del fósil, pero nada se había podido
comprobar hasta ahora. En 2001 Francis Hueber, del Museo de
Historia Natural, en Washington, creyó que se trataba de un
hongo, pero no tuvo suficientes argumentos para probarlo,
según señala la revista 'New Scientist'.
Lo que
llamaba la atención de este organismo, que se ha encontrado
en varios lugares del mundo, era su
compleja estructura, formada por grandes
troncos y miles de finísimos tubos trenzados entre sí.
Su extraña
composición y su gran tamaño sembraron dudas en los estudiosos, que
consideraban improbable que un hongo tan grande pudiese alimentarse
con facilidad en aquella época. Incluso ahora, el gigantesco hongo
sigue asombrando a los científicos. "Un hongo de ocho metros
de altura no tiene sentido, pero aquí está el fósil", afirmó C.
Kevin Boyce, geofísico de la Universidad de Chicago, en Illinois,
que encabezó la investigación.
Según Boyce, la
clave para determinar que ''Prototaxites'' es un hongo
fue su
contenido de carbono en comparación con el de otras
plantas que vivieron hace unos 400 millones de años. Los hongos,
entre ellos la levadura, el moho y las setas, no son ni animales ni
plantas. Más bien se les considera parientes cercanos de los
animales pese a que ellos absorben los alimentos en lugar de
comerlos. Cuando vivió 'Prototaxites', aún no existían
los primeros animales vertebrados y sobre la faz de la tierra sólo
había insectos, gusanos y plantas que no superaban el metro de
largo. Los científicos consideran que los enormes hongos
contrastaban con el paisaje de aquella época y que se extinguieron
en el período Devónico tardío, cuando empezó la competencia con
árboles y arbustos.
Hallan en Egipto el cráneo completo del ancestro más
antiguo de monos y humanos.
Publicado
en
Paleo. Año 5. Numero 26. Julio de 2007.
El antepasado
más antiguo de los monos, los simios y los humanos vivió en el norte
de África hace la friolera de 29 millones de años, tenía un cerebro
más pequeño de lo que hasta ahora se pensaba y la diferencia en el
tamaño de ambos sexos era muy grande, lo que se relaciona con un
tipo de estructura social en el que convivían en el mismo grupo
varios machos y hembras. Todo ello ha podido averiguarse gracias al
estudio de un cráneo de la especie Aegyptopithecus zeuxis,
realizado por investigadores de la Universidad de Duke.
El cráneo,
el
segundo que aparece de este extinto animal y el más completo,
fue encontrado en el año 2004 en la depresión de Fayum, una región
en el centro de Egipto, pero ha sido ahora cuando el equipo dirigido
por Elwyn Simons, de la División de Primates Fósiles de la
universidad americana, ha identificado la especie utilizando el
micro-escáner CT, una técnica de rayos X computerizada que sirve
para calcular las dimensiones del cerebro una vez encajonado en un
cráneo.
El
primer cráneo A. zeuxis fue encontrado por
Simons en 1966, también en Egipto, y por sus características
y antigüedad (unos 30 millones de años y más) se considera
el
antepasado común de la familia Hominoidea(la de los simios y el ser humano) y la de
los monos. Por lo que se ha logrado averiguar, se trataba de
un animal que vivía
en los árboles, aunque podía andar a cuatro
patas en el suelo. En aquella época, el temprano Oligoceno,
la desértica región de El Fayum era una auténtica selva
tropical.
Este primer cráneo y otros fragmentos dieron origen a la hipótesis
de que el cráneo de este antiquísimo mono habría tenido un cerebro
grande en proporción a su cuerpo, lo que cuadraba
con la teoría según la cual la evolución se relaciona con el aumento
de este órgano.
Pocas neuronas.
Sin embargo,
Simons y sus colegas han encontrado ahora que es mucho más pequeño
de lo que se pensaba (entre
20,5 y 21,8 centímetros cúbicos). "Esto significa
que el gran cerebro de los monos y los simios se desarrolló más
tarde", señalan los investigadores en sus conclusiones en la revista
Proceedings of the National Academy of Science (PNAS). Tan
significativo fue el cambio de tamaño que al principio pensaron que
se trataba de una nueva especie.
Tras comparar
los dos cráneos, ambos de ejemplares muy jóvenes, comprobaron que
había un gran dimorfismo
en la especie, es decir, que los machos doblaban en tamaño a las
hembras. "Los primates diurnos modernos con grandes diferencias
entre géneros forman manadas de multimachos y multihembras de unos
15 individuos. Luego el Aegyptopithecus debía tener un
grupo social amplio que rechazaba a los no miembros", afirman los
paleontólogos de EEUU. Otra peculiaridad es que su corteza
visual era de gran tamaño, lo que implica que tenían
una visión muy aguda, "algo muy característico de los antropoides".
Por su órbita ocular se sabe también que era un animal diurno.
Manuel
Domínguez-Rodrigo, paleontólogo de la Universidad Complutense de
Madrid que trabaja en la Garganta de Olduvai (Tanzania), destacaba
la importancia de estos hallazgos: "Es el antepasado común más
antiguo de todos los monos, simios y humanos y este análisis ha
detectado que los primates, en su origen no tenían un cerebro
grande, sino que éste fue un desarrollo posterior, al margen de la
adaptación a los árboles y al cálculo de las distancias. Hace 20
millones de años, ya había primates con grandes cerebros, luego algo
debió de ocurrir y pudo ser el procesamiento de información que
precisa el saltar de un árbol a otro", argumenta.
Su colega Jordi
Agustí, investigador en el ICREA del Instituto de Paleoecología
Humana de Tarragona, cree que Simons y sus colegas han dejado
abiertas varias preguntas. "La especie tenía el
lóbulo frontal pequeño y un cráneo que lo aproximan a los lemures,
luego entre este grupo y sus sucesores (hace 23 millones de años)
hay un vacío evolutivo y morfológico. Además, significa que los
cerebros de los monos de Sudamérica y Africa aumentaron de forma
independiente", asegura. Agustí también cree que algo pasó en el
Mioceno para que el cerebro comenzara a crecer. "En Africa pudo ser
el choque en la plataforma de Eurasia o un cambio en el clima, pero
nos faltan fósiles de hace 28 millones para poder saberlo con
certeza", concluye.
Francia devuelve a Chile restos fósiles de Mylodon de
la Patagonia Chilena.
Publicado
en
Paleo. Año 5. Numero 26. Julio de 2007.
Han pasado más
de 40 años y los restos del milodón (Mylodon darwini),
que habitó la Patagonia chilena hace más de 10 mil años, regresan
nuevamente a la zona, específicamente a Punta Arenas, luego de haber
pertenecido a colecciones de museos franceses.
Según los
expertos, es la oportunidad para emprender nuevos estudios y disipar
las dudas sobre su extinción y la posible coexistencia con el
hombre.
Flavia Morello,
una de las arqueólogas del Centro de Estudios del Hombre Austral del
Instituto de la Patagonia, dependiente de la Universidad de
Magallanes, señala que estos restos llegaron hace unas tres semanas
contenidos en 19 cajas plásticas. Los expertos han ido sacando los
restos poco a poco, entre los que hay fragmentos de un cráneo,
vértebras y trozos de huesos largos.
Los restos corresponden a hallazgos de antiguas campañas que
encabezaron los arqueólogos franceses José Emperaire y
Annette Laming, y que fueron encontrados en excavaciones que
pudieron realizarse entre los años 1950 y 1962, en sectores
de las cuevas Fell y del Milodón, XII Región.
Morello
destaca que lo relevante de esta "repatriación" es que puede
aportar más información para ampliar los conocimientos del
pasado de esta especie herbívora.
Con estos
materiales el Instituto de la Patagonia completa ahora la mejor
colección con restos de esta especie en Chile y después de la
existente en Estados Unidos. "Cada hueso está bien representado y
pueden corresponder a datas de 13500 a 10 mil años antes del
presente", indica Alfredo Prieto, arqueólogo del Centro de Estudios
del Hombre Austral y del Centro de Estudios del Cuaternario (CEQUA).
Repatriación de
restos.
Flavia Morello
explica que estas colecciones estaban guardadas en el Museo del
Hombre y Museo de Historia Natural en París y también en el Museo de
Avalón, en la región francesa de Borgoña. Su recuperación se logró
gracias al proyecto Ecos-Conicyt, a través de la Unión Europea, con
apoyo de la Universidad de Magallanes y del CEQUA (Centro de
Estudios del Cuaternario).
Alfredo Prieto
sostiene que esto permite replantearse el efectuar nuevos análisis
que pueden aportar resultados importantes, ya que hasta hora no se
ha podido demostrar que el milodón, con sus casi 2,5 metros de
altura y 3 toneladas de peso, haya sido cazado. Tampoco hay
evidencia clara respecto a algún tipo de acción del hombre sobre los
huesos de la especie.
"No se sabe si
el hueso fue labrado por el hombre, cortado para desmembrar una
parte del animal o trabajado para hacer algún instrumento", recalca.
Flavia Morello agrega que siempre ha estado muy difusa la relación
hombre-milodón. Se sabe que coexistieron, pero se desconoce su
relación exacta. Las dudas también apuntan a establecer si el tigre
dientes de sable o la pantera ayudaron a su extinción o si esto se
debió a cambios climáticos y ambientales.
Asimismo, los
investigadores aspiran a que en el futuro estas colecciones óseas
sean expuestas a la comunidad en el Instituto de la Patagonia.
Las causas de su
extinción.
El paleontólogo
Ross MacPhee, con dos décadas de estudios en torno al milodón y tras
excavar en la Cueva del Milodón a 26 Kilómetros de Puerto Natales
(XII Región), sostuvo hace algunos años que hay tres causas de
probable extinción de la especie: la matanza por la acción del
hombre; el factor climático o las posibles enfermedades.
Que es el
Milodon? Y que es la Cueva del Milodon?
Pertenecía al
infraorden "Pilosa" de menor tamaño que el Megatherium
americanun. Fue descubierto por primera vez por Charles
Darwin en los alrededores de Bahia Blanca (Argentina) y
posteriormente estudiados por Richard Owen. Se alimentaba de
vegetales y tenia unos 3 metros de largo por 1,5 metros de alto. El
Museo de la Universidad Nacional de La Plata exhibe en sus salas, un
trozo de cuero momificado de Mylodon.
Este singular hallazgo casual fue realizado a fines
del siglo pasado. Proviene de una caverna en el Seno de la
Ultima Esperanza, llamada también como "Cueva del Mylodon"
donde también fueron encontrados excrementos del animal y
huesos de gran tamaño diseminados en sedimentos que incluían
restos de carbón. Lo asombroso de este descubrimiento, es
que la pieza única permitió conocer la estructura del cuero
de estos animales, que en su interior alojaba pequeños
huesecillos subesfericos ( osteodermos ) que si bien
permitían flexibilidad a la piel, convertían al Milodonte en
un verdadero acorazado.
Los Paleontólogos
creen que esta adaptación en la piel la tuvieron sus antecesores del
Paleoceno o tal vez antes, dando origen a los acorazados Dasipodidos
y Gliptodontidos. En otros sitios de la Patagonia Chilena y
Patagonia Argentina se han hallado restos similares a este pero
menos espectaculares. Un hallazgo realizado en la localidad de Tres
Arroyos, Provincia de Buenos Aires, permitieron comprobar que los
Milodontes habrían sido cazados y consumidos junto a otros gigantes
por grupos humanos prehistóricos. Esta especie se extinguió entre
10000 y 8000 años antes del presente.
Fuentes:
El Mercurio, Miramar Prehistórica Web y PaleoArgentina Web
Icadyptes salasi y Perudyptes devriesi.
Pinguinos gigantes en el Terciario de Perú.
Publicado
en
Paleo. Año 5. Numero 26. Julio de 2007.
Pingüinos gigantes, de metro y medio de estatura, habitaron lo que
hoy es Perú hace más de 40 millones de años, mucho antes de lo que
los científicos pensaban que esas aves se habían expandido a climas
más cálidos.
Más conocidos por su presencia en la Antártida, los pingüinos viven
en la actualidad en muchas islas en el hemisferio sur, incluyendo
algunas cercanas al ecuador. Pero los científicos pensaban que esos
animales no habían llegado a zonas más cálidas hasta hace unos 10
millones de años.
Ahora, investigadores reportan en la edición online de la revista
Proceedings of the National Academy of Sciences que han encontrado
los restos de dos tipos de pingüino en Perú que datan de hace 40
millones de años.
La primera de las nuevas especies descubiertas es la del
gigantesco «Icadyptes», un pingüino de más de
un metro y medio de altura que vivió hace 36 millones de
años en las costas del sur de Perú.
El otro tipo de pingüino, el «Perudyptes»,
vivió hace 42 millones de años en las costas más
meridionales del país sudamericano, medía cerca de 76
centímetros y era una de las especies más tempranas en la
historia evolutiva de este animal.
El hallazgo de estos fósiles es especialmente significativo, puesto
que cuestiona las hipótesis sobre la evolución y localización de
estos animales en el mundo. Estudios anteriores abogaban por que los
pingüinos evolucionaron probablemente en latitudes altas, tales como
la Antártida y Nueva Zelanda.
Uno
de ellos medía 1,52 metros y tenía un largo pico.
La paleontóloga Julia Clarke, profesora asistente de ciencias
marinas, terrestres y atmosféricas en la Universidad Estatal de
Carolina del Norte, Estados Unidos, dijo que estaba sorprendida por
el descubrimiento.
"Es la misma edad de los pingüinos más antiguos conocidos en América
del Sur. El único historial registrado de esa era en el continente
es en el extremo sur , dijo Clarke.
"Y los nuevos descubrimientos indican que los pingüinos llegaron a
la región ecuatorial mucho antes que lo que se pensaba, agregó la
investigadora.
Clima cálido.
El pingüino gigante es mayor que cualquier pingüino de la actualidad
y el tercer mayor que se conozca en la historia, dijo. Es
especialmente inusual que un pingüino tan grande haya vivido en un
clima cálido, señaló la paleontóloga Julia Clarke, autora del
artículo sobre las nuevas especies de pingüinos publicado en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences .
"En la mayoría de los casos, los individuos mayores de una especie o
de especies relacionadas corresponden a climas más fríos y latitudes
más altas .
El pingüino gigante fue llamado Icadyptes salasi y el
otro, de aproximadamente un metro de estatura, fue llamado
Perudyptes devriesi .
Fuente: Revista
Proceedings of the National Academy of Sciences
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