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PaleoGuia del Periodo Cretácico de Argentina: Galería 1 de 3.

El periodo Cretácico comprende un lapso de tiempo entre 135 a 65 millones de años.

Un aspecto muy importante del Cretácico de América del sur es el proceso de gigantismo registrado en los Sauropodos de Patagonia. Algunos poseen un fémur de 2,5 metros de largo, registrados en la formación Rió Limay y la formación Rió Neuquén, con las mejores condiciones ambientales que permitieron el desarrollo de verdaderos gigantes, en una época muy anterior al Cretácico. El aislamiento geográfico de los supercontinentes Gondwanianos (América del sur, África, Australia, India y Antartida), de los Laurasianos (América del norte, Europa y Asia) esta claramente marcado en los Dinosaurios sudamericanos. La historia evolutiva de los Tetrápodos continentales de Laurasia fue muy distinta a los de Gondwana ya que los componentes básicos de las faunas del Cretácico medio y superior en uno y otro supercontinente acusan diferencias composiciones muy marcadas. Los Dinosaurios Terópodos Gondwanica están mejor representados en América del sur (Argentina) se han hallado ejemplares de distintos tamaños y adaptaciones, que demuestran la biodiversidad. Si bien se han hallado restos de vertebrados Cretácicos en distintas partes del país, la Patagonia Argentina no solo a demostrado estos últimos años que es el sitio de preferencia para los científicos Argentinos, sino que también para el mundo. A principios del Cretácico, Sudamérica comenzó a separarse de África y el agua de los océanos circundantes lleno tal espacio originando un estrecho océano Atlántico. <<< Principales sitios fosiliferos de Argentina.

Finalmente en el Cretácico superior se produjo el cierre del mar de Tethys en la región caribeña a causa de la deriva hacia el norte de Sudamérica. Este movimiento genero un arco de islas volcánicas que posteriormente actuarían como vías de dispersión fáusticas entre ambos continentes. Durante este periodo ocurrió un ascenso global en el nivel del mar. La Patagonia austral, en la región occidental quedo cubierta por las aguas, pero las regiones central y oriental permanecieron emergidas. En estas regiones el clima era muy cálido y húmedo. Para esta época el limite entre el clima subtropical y templado se encontraba mucho mas cerca de los polos que en la actualidad, con lo cual en estas regiones las temperaturas eran bastante benignas. Un evento crucial de este periodo y que modifico completamente el paisaje respecto a épocas anteriores fue la aparición de las Angiospermas (plantas con flores). Si bien la separación de Laurasia y Gondwana ocurrió aproximadamente en el Jurasico medio, recién a comienzos del Cretácico se comenzaron los efectos biogeograficos. El largo aislamiento de de Gondwana donde se encontraba la actual Republica Argentina, se desarrollaron comunidades vegetales y animales completamente diferentes a las existentes en otros continentes, los cuales estaban representados por un grupo muy importante de endemismo. En la transición Mesozoico - Cenozoico se produce una marcada caída en la temperatura. América del sur y norte estaban levemente conectadas a través de una cadena de islas ubicadas en la placa del Caribe y que en la actualidad constituyen América central. A través de esta vía pudieron ocurrir intercambios en un sentido entre ambas Américas. 

 

Ver PaleoGuia del Cretácico II

Ver PaleoGuia del Cretácico III


Argyrosaurus superbus. Lydekker, 1893.

Fémur de Argyrosaurus in situ, descubierto durante Expedición Capitán Marshall en 1924. Cerro San Bernardo, Provincia de Chubut, Patagonia Argentina.

Parte de la pata completa de Argyrosaurus, exhibida en el Museo de La Plata.

Aspecto del enorme Argyrosaurus. (*),

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 83 millones de años, en el período Campaniano, en lo que hoy es Suramérica. Conocidos por unos pocos huesos separados su morfología y tamaño no es bien conocido, así como su completa clasificación. Se calcula que llego a medir unos 21 metros de largo, aunque hay estimaciones de que llegaron hasta los 30 metros. Se han encontrado pocos restos fósiles dispersos, en la Formación Bajo Barreal, la Formación Laguna Palacio y la Formación Castillo de Chubut en la Argentina y en la Formación Asencio del Uruguay. Fue descripto en 1893 por el paleontólogo inglés Richard Lydekker a partir de una extremidad anterior completa hallada por Carlos Ameghino en el río Chico de Chubut, procedente de las areniscas rojas guaraníticas de la región del lago Musters. En 1978, una comisión de la Universidad Nacional de Tucumán halló nuevos restos a orillas del río Senguerr, al sur de Colonia Sarmiento, provincia de Santa Cruz. Estos materiales, junto con otros extraídos en el mismo lugar por el Museo Argentino de Ciencias Naturales, fueron estudiados por Powell en 1986. También se ha encontrado un miembro anterior que parece pertenecer a este género y un probable nido en la provincia de Entre Ríos.


Laplatasaurus araukanicus. Huene, 1929.

Tibia de Laplatasaurus tomado de palaeo-electronica.

 Aspecto de Laplatasaurus (*).

Dinosaurio Sauropodo. Esta representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente entre 75 y 70 millones de años, en el Campaniano y el Mastrichtiano), en lo que hoy es Sudamérica. Laplatasaurus medía aproximadamente 18 metros de largo, teniendo un peso estimado de 30 toneladas. La tibia y la fíbula son características, siendo gráciles y delgadas rasgos que los distinguen claramente de los del Titanosaurus y parcialmente de Antarctosaurus. Estos son un 50 por ciento más grande que las de Saltasaurus. Sin embargo, el peroné de Laplatasaurus es absolutamente distinto del de Antarctosaurus en el proceso anterolateral, como fue descrito por por Huene, formado por dos cantos con rugosidades óseas distintas, mientras que el de Antarctosaurus tiene solamente un canto formado por dos rugosidades óseas. El omóplato de Laplatasaurus es claramente diferente al de Titanosaurus, y en menor grado al de Antarctosaurus. Este género fue descrito por Friedrich von Huene en 1929. No se encontró ningún material del cráneo, sólo dos vértebras presacrales y veinte caudales, diez diez de ellas articuladas, material de los miembros y de la cintura escapular, así como un poco de material juvenil para ir con los miembros. En base de las diferencias conocidas con otros dinosaurios contemporáneos Bonaparte y Gasparini argumentan a favor de la validez de este género y especie. Sin embargo aclaran que un problema difícil a resolver, con tantos descubrimientos pero sin tener un material asociado suficientemente completo, es difícil saber si la totalidad de material asignada a L. araukanicus corresponden al mismo género y especie, o si corresponde a las formas no conocidas en el presente. En general, el género y la especie son sostenidos sobre todo por los caracteres del lectotipo. El género Laplatasaurus fue asignado, por Powell en 2003, como un sinónimo del género Titanosaurus.


Loricosaurus noricus.  von Huene, 1929.

 

 

Recreación de una pata de  titanosaurio semejante a Loricosaurus. Ilustrativo. Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano de Mendoza.

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 71 millones de años, en el Mastrichtiano. Encontrado en la Provincia de Neuquén, Argentina en la Formación Río Colorado o Formación Allen. Debido a la presencia de armadura, en un principio se pensó que se trataba de un anquilosáurido, pero hoy de lo considera un titanosáurido con armadura. Considerado sinónimo de Neuquensaurus o de Saltasaurus.


Chubutisaurus insignis. Del Corro & Gutiérrez, 1965.

 

José Bonaparte con fémur derecho y humero izquierdo de Chubutisaurus, tomado de su libro.   Aspecto del sauropodo Chubutisaurus (*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente entre 112 y 93 milllones de años, en el Albiano y Cenomaniano, en lo que es hoy Suramérica. Fue llamado Chubutisaurus por haber sido encontrado su esqueleto fósil en Chubut, una de las provincias que conforman la patagonia argentina. Este gran saurópodo de aproximadamente 23 metros de largo fue colocado dentro de los braquiosáuridos, aunque actualmente se lo considera que es un titanosaurio primitivo, por lo tanto mas emparentados con los dinosaurios que abundaron a finales del Cretácico. Sus restos provienen aproximadamente de hace 105 millones de años atrás en el cretácico inferior, aunque posteriores dataciones del lugar parecen colocarlo durante finales del Cretácico. Chubutisaurus fue encontrado en Formación Cerro Barcino, Departamento Paso de Indios, en el centro de la provincia del Chubut. Sus descubridores fueron Guillermo Del Corro y Orlando Gutiérrez del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires.


Saltasaurus loricatus. Bonaparte & Powell, 1980.

Esqueleto de Saltasaurus  (*). Cáscara de huevo de Saltasaurus (*). Aspecto de Saltasaurus (*).

 Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo saltasáurido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 73 y 65 millones de años, en el Mastrichtiano, en lo que hoy es Sudámerica. Saltasaurus loricatus, medía aproximadamente 12 metros de largo, con un peso estimado de 7 toneladas. Este dinosaurio grande tenía una cabeza pequeña con dientes de forma de cuchara coronando un cuello alargado. Las piernas eran fuertes y gruesas con cinco dedos en cada pie. Tenía una cola robusta que terminaba en un extremo delgado formando un látigo. Poseía una serie de placas y nódulos óseos a lo largo de la región dorsal, con pronunciamientos de púas óseas. Estas placas eran de forma redondeada con un diámetro de 10 a 12 centímetros con osteodermos redondeados pequeños entre las placas de mayor tamaño. Una piel endurecida probablemente servía para proteger a su propietario El descubrimiento de huevos de Saltasaurus enmarcados en zonas de anidamiento ha planteado un comportamiento gregario como medio de protección y estrategia de supervivencia, con una alta tasa de descendientes. La estructura de las 6 vértebras sacras y el ilion es adecuada para un animal que ha optado por la defensa pasiva a través de una armadura dérmica. El esqueleto axial es ligero. El tejido óseo que constituye las vértebras es esponjoso, con grandes cavidades que podrían haber estado rellenas de un tejido graso que serviría como reserva energética. Una gran zona de anidación, fue encontrada en dos expediciones, en 1997 y en 1999 por los paleontólogos, Luis Chiape, Rodolfo Coria y Lowell Dingus. La región fue llamada Auca Mahuevo y se mantuvo en secreto, para poder preservar los fósiles de los saqueadores. Los huevos tienen un diámetro de 11 a 12 centímetros y dentro de ellos se encontraron embriones fosilizados con impresiones de la piel, aunque no había indicio de plumas o de espinas dorsales cutáneas.


Epachthosaurus sciuttoi. Powell, 1990.

Mariano Magnussen junto al esqueleto de Epachthosaurus sciuttoi, en el Museo de Paleontología de la Universidad Nacional de Córdoba.  Aspecto de Epachthosaurus (*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 70 millones de años, en el Campaniano y el Mastrichtiano, en lo que hoy es Sudamérica. Los restos provienen de la Formación Bajo Barreal de la Provincia del Chubut, Patagonia central, Argentina. La especie tipo, E. sciuttoi, fue descrito por Powell en 1990. Aparte del espécimen tipo, un esqueleto casi completo fue descrito en 2004 por Martínez, R.D., Giménez, O., Rodríguez, J., Luna, M. y Lamanna. M.C. A este espécimen se lo encontró casi completo, con los miembros anteriores extendidos y los posteriores doblados. El cráneo, el cuello, 4 o 5 vértebras dorasles, algunas caudales se han perdidos. Epachthosaurus es un gran titanosauriano de alrededor de 18 a 20 metros de largo y posiblemente no tenía armadura ósea como el Saltasaurus. Se caracteriza por la presencia de facetas adicionales en la articulación de las vértebras, es considerado como el titanosáurido más basal con articulaciones procoelicas en las vértebras de la cola.


Aeolosaurus rionegrinus. Powell, 1987.

Tarea de excavación de un gran sauropodo. (*) Aspecto del extraño Aeolosaurus rionegrinus. (*)

Dinosaurio Sauropodo. Es un género de dinosaurios saurópodos saltasáuridos, que vivieron a finales del período Cretácico, en el Campaniano, hace aproximadamente 74 a 70 millones de años, en lo que hoy es Sudamérica. El nombre le viene dado por Eolo (en griego: Αἴολος -Aelus), un personaje de la mitología griega que aparece en la Odisea de Homero. La identificación específica de la especie, Aeolosaurus rionegrinus, se refiere al lugar donde fue encontrado, en la provincia argentina de Río Negro. El género fue descrito por el paleontólogo Jaime Powell en 1987, quien describió la especie tipo A. rionegrinus, una segunda especie, Aeolosaurus colpuehuapensis, fue descrita por Casal et al. en 2007.  Los aeolosaurios medían alrededor de los 14 metros de longitud. Aeolosaurus, se caracteriza por las vértebras caudales con los centros comprimidos, con las caras lateral y ventral altas a partir de de la 3-4 caudal. Los arcos neurales inclinados hacia delante. La prezygapofísis más alargadas y inclinadas hacia delante que en los otros titanosáuridos, con el mismo ángulo que los arcos neurales. La inclinación del arco neural es tal que su extremo sobrepasa el centro de la vértebra posterior. La hemopofísis posee extremos proximales separados, con facetas articulares dobles. La escápula con una lamina ancha que se amplia hacia caudal y su cara interior de inserción muscular tiene un borde superior prominente como en Saltasaurus loricatus. El húmero robusto como en Saltasaurus con un prominente ápice de la cresta deltoides para la inserción del músculo pectoral.


Andesaurus delgadoi. Calvo y Bonaparte 1991.

Vértebras de Andesaurus. (*) Aspecto de Andesaurus. (*)

Dinosaurio Sauropodo. Es un género de dinosaurio saurópodo titanosauriano basal, que vivió a mediados del período geológico Cretácico, hace aproximadamente 97 millones de años, en el Cenomaniano, en Sudamérica. Como la mayoría de los saurópodos, habría tenido una cabeza pequeña en el extremo de un cuello largo y una cola igualmente larga. El andesaurio fue un animal muy grande, aunque no un gigante al igual que muchos otros de los pertenecientes a este gran grupo. Se calcula que llego a medir 15 metros de largo y 6 de alto.En 1991, los paleontólogos Jorge Calvo y José F. Bonaparte llamaron a su holotipo Andesaurus, lo que refiere a las montañas de los Andes dada la ubicación del sitio del hallazgo. Los fósiles fueron encontrados por Alejandro Delgado, por lo que la única especie conocida fue llamada A. delgadoi. El único material conocido de Andesaurus es un esqueleto parcial que consiste en una serie de cuatro vértebras del sector dorsal posterior, y 27 vértebras caudales, divididas en dos conjuntos de partes diferentes de la cola. Varios elementos de la pelvis también fueron descubiertos, incluyendo dos ischia y el hueso del pubis, junto con fragmentos de costillas y un húmero y fémur incompletos. Estos fósiles fueron descubiertos en la Formación de Candeleros, la más antigua dentro de Grupo Neuquén de la provincia del Neuquén, Argentina. Esta formación está fechada en el Cenomaniano del Cretáceo inferior, o hace cerca de 100 a 97 millones de años. Por la mayor parte, Candeleros representa un antiguo sistema fluvial trenzado, y además de andesaurio, también contiene fósiles de terópodos protoaviares como Buitreraptor y el enorme Giganotosaurio, así como otros saurópodos no relacionados con este grupo, como por ejemplo Limaysaurus.


Neuquensaurus australis. Powell, 1992.

Neuquensaurus en el Museo de La Plata.

Aspecto de Neuquensaurus (*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 85 millones de años, en el Santoniano, en lo que hoy es Sudamérica. Los restos se encontraron en la Formación Bajo de la Carpa del Subgrupo Rio Colorado, en las Provincias de Neuquén y Río Negro, en la Patagonia Argentina. Neuquensaurus llegó a medir entre 14 metros de largo. Como la mayoría de los titanosáuridos, poseía una armadura sobre el lomo. Los restos fósiles descubiertos constan de vértebras dorsales, caudales y sacras así como del fémur y del humero derecho. A esto hay que agregarles los osteodermos exhumados en diciembre de 1997. En 2008 se realizó una reconstrucción muscular del miembro trasero de un Neuquensaurus. Esta concluyó que habría desarrollado mayores brazos de momento en los músculos iliotibiales e iliofibulares que en saurópodos no saltasaurinos, en relación a la extensión de los procesos pre- y posacetabulares del ilión. También habría desarrollado un gran femorotibial, debido al notable desarrollo mediolateral del fémur, y un gran iliofibular, debido al prominente trocánter lateral de la fíbula. Por último, se interpretaron atributos funcionales de saurópodos con huella ancha, en los cuales la acción de extensión-flexión es más importante respecto de la de los saurópodos con huellas angostas


Amargasaurus cazaui. Salgado & Bonaparte, 1991.

El técnico Mariano Magnussen Saffer junto a un esqueleto de Amargasaurus.

Amargasaurus en el Museo Argentino de Ciencias Naturales.

Reconstrucción de Amargasaurus. Autor Luís V Rey.

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo dicreosáurido, que vivió a principios del período geológico Cretácico, hace aprimadamente 130 millones de años, en el Barremiano, en lo que hoy es Sudamérica. Amargasaurus se encuentra cercanamente emparentado con el más antiguo dinosaurio afrícano Dicraeosaurus. Al igual que este presenta grandes espinas neurales bífidas, aunque en Amargasaurus son de mayor tamaño. El amargasaurio medía 10 m de longitud, 4 m de altura y pesaba 8 t, siendo pequeño para un saurópodo. Habría sido un herbívoro cuadrúpedo con un cráneo largo y bajo en el extremo de un cuello relativamente corto, como en su cercano pariente Dicraeosaurus. Poseía unas altas espinas, más alta que en otros saurópodos, que se bifurcaban y nacían desde las vértebras. Estas espinas se extendían desde la nuca, por el cuello hasta la mitad de la espalda.La característica más obvia del esqueleto de Amargasaurus es la serie de espinas dorsales altas en el cuello y las vértebras de la espalda. Las espinas dorsales son las más altas en el cuello, donde se aparean en dos filas paralelas. Estas filas continúan a lo largo del lomo, disminuyendo en altura mientras que se acercan a las caderas. Las últimas vértebras dorsales y sacras muestran solamente una espina, que son largas pero mucho más cortas que las del cuello, comparables a otros saurópodos. Estas espinas dorsales pudieron haber apoyado un par de velas altas de la piel. Las velas similares se ven en los dinosaurios sin relación Spinosaurus y Ouranosaurus, así como los pelicosaurios Dimetrodon y Edaphosaurus. Hay una variedad de hipótesis para la función de estas velas, incluyendo defensa, la comunicación (para los propósitos de apareamiento o para el simple reconocimiento de la especie) o la regulación de temperatura. Sin embargo, su función verdadera sigue siendo desconocida. Las espinas dorsales similares se encuentran en las vértebras presacras de Dicraeosaurus de África, aunque no casi como altas.


Argentinosaurus huinculensis. Bonaparte & Coria, 1993.

Vértebra lumbar, exhibida en el Museo de Villa El Chocon, Neuquén. Montaje del esqueleto de Argentinosaurus en el Museo de Paleontología "Carmen Funes" de Plaza Huincul, Neuquén. Reconstrucción del Dinosaurio mas grande del mundo y el animal mas gigantesco de todas las épocas, el Argentinosaurus. (*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano que vivió a mediados del período Cretácico, hace 95 millones de años, en el Cenomaniano, que habitaba en lo que hoy es América del Sur. Es el animal terrestre más grande del que se tiene conocimiento actualmente, pudiendo llegar a medir 40 metros de largo y a pesar 100 toneladas. Sin embargo se han encontrado vestigios de un dinosaurio que podría ser aún más grande, Amphicoelias fragillimus, aunque sus restos fósiles se consideran aún incompletos, lo cual no ha permitido su clasificación. No se ha recuperado mucho del argentinosaurio, apenas algunas vértebras, una tibia, las costillas fragmentarias, y el sacro. Una vértebra tenía una longitud de 1,3 metro y la tibia de cerca de 1,55 metro, sin embargo, las proporciones espectaculares de estos huesos y de lo conocido de sus parientes, se permiten a los paleontólogos estimar que los especímenes adultos alcanzaron entre los 35 y 45 metros de longitud. El peso era quizás 80 a 100 toneladas. Es el dinosaurio más grande del cual tenemos buena evidencia. Las alas extensas en las vértebras fueron necesarias para insertar los músculos masivos. Las vértebras de 1,65 metros de alto estaban articuladas entre sí por complejas estructuras de encastre para soportar ese peso. Otros paleontólogos han estimados otros tamaños mas modestos, alrededor de 24 a 28 metros, y 20 a 24 para el Paralititan, que generalmente se piensa que alcanzaba los 30 metros y 70 toneladas, comparándolos con los mejor conocidos y mucho más pequeños Opisthocoelicaudia y Rapetosaurus, ambos titanosaurianos pero más avanzados. Los materiales de Argentinosaurus fueron descubiertos en la Formación Río Limay, en la Provincia del Neuquén, en 1989 y por una comisión paleontológica integrada por el Museo Carmen Funes, el Museo de Cipolletti, la Universidad Nacional del Comahue y el equipo de excavación de YPF de Plaza Huincul. Sus restos fueron estudiados por Bonaparte y Coria, quienes publicaron su descripción en 1993. Su nombre genérico, Argentinosaurus, proviene de Argentina el país donde fue hallado y el sufíjo saurus del griego que significa lagarto. El epiteto especifico, A. huinculensis, hace referencia a la localidad de Plaza Huincul, cerca de donde fuera encontrado. Los restos del Argentinosaurus fueron encontrados a la denuncia de Sr. Guillermo Heredia, puestero "Las Overas" una estancia de Plaza Huincul.


Antarctosaurus wichmannianus.  von Huene, 1929.

Fémur de Argentinosaurus y Antarctosaurus en el Museo de La Plata. (2007)

El autor del sitio web junto a su hija, con dos enormes fémures de Antarctosaurus en el Museo de La Plata. (2015)

Aspecto del enorme sauropodo Antarctosaurus, uno de los primeros gigantes hallados en territorio argentino. (*).

Dinosaurio Sauropodo. Las otras tres especies de Antarctosaurus se han nombrado desde entonces. Estudios posteriores indican que ningunos de éstos pertenecen a Antarctosaurus. La segunda especie pudo haber sido uno de los más grandes dinosaurios, llegando a medir 35 metros de largo y a pesar cerca de 30 toneladas, pero sus restos son muy confusos y seria necesario un esqueleto completo para completar la taxonomía. La especie tipo de Antarctosaurus medía hasta 18 metros de largo y alrededor de 34 toneladas de peso, aunque la segunda especie media más, alrededor de 35 metros de largo. Enorme cuadrúpedo de cuello y cola largas que presentaba osteodermos en su lomo. Particularmente polémica, es su mandíbula inferior que tenia una forma cuadrada, que fue incluida en el material tipo al aparece pudo haber venido de un rebaquisáurido, aunque el descubrimiento reciente del titanosauriano Bonitasaura sugiere que quizá la convergencia en estilo de la mandíbula entre los rebaquisáuridos y los titanosaurianos que esta pertenezca al Antarctosaurus realmente. Tenía piernas traseras delgadas, los ojos grandes y hocico amplio, pero solamente una pequeña cabeza de alrededor de 60 centímetros de largo con solamente algunos dientes como clavija en el frente, siempre refiriéndonos a la especie tipo. Los restos de este dinosaurio fueron nombrados por primera vez en una publicación de 1916, pero no fue descrito y nombrado hasta 1929 por Friedrich von Huene. El nombre no viene dado por la Antártida, sino que proviene del griego antiguo anti- (que significa "contrario de") y arktos (que significa deducidamente "al norte") y saurus tambén del griego que habla de su naturaleza reptil.Von Huene uso el nombre A. wichmannianus para describir una cantidad grande de huesos, que ahora se consideran provenientes de Formación Anacleto en la Provincia del Río Negro en Argentina, considerada depositada durante el Campaniano hace alrededor de 83 a 80 millones de años atras. Se conocen varios fragmentos del cráneo incluyendo la base del mismo y la mandíbula inferior, además de vértebras del cuello y cola, costillas y varios huesos de los miembros. Otras especies relacionadas; Antarctosaurus giganteus, Antarctosaurus septentrionalis, Antarctosaurus jaxartensis y Antarctosaurus brasiliensis.


Futalognkosaurus dukei.  Calvo, Porfiri, González-Riga, & Kellner, 2007.

Esqueleto de Futalognkosaurus dukei de la Patagonia Argentina, montado en el Royal Ontario Museum (Replica) Fémur de Futalongkosaurus en el sitio del Lago Los Barreales. Fuente. Aspecto de Futalongkosaurus. (*)

Dinosaurio Saurópodo. Titanosaurio de 35 o 40 metros  de longitud y aproximadamente 15 metros de alto. Se encontró en el Centro Paleontológico los Barreales en la provincia de Neuquén. Se ha rescatado 3 ejemplares muy completos (uno grande y dos pequeños). A pesar de tener un tamaño similar al Argentinosaurus no están estrechamente emparentados entre si. Probablemente Futalongkosaurus como todos los saurópodos  tenían  algún comportamiento del tipo  gregario que les permitía tener una mayor seguridad ante los depredadores que compartían su ambiente como Megarraptor. Estos titanosaurios vivieron hace unos 87 millones de años en lo que era un ambiente  en el cual abundaban lagunas y lagos pequeños que contenían gran variedad de fauna y flora.


Ligabuesarus lenzai.  Bonaparte et al. 2006.

Recuperación del fémur de Ligabuesarus lenzai. (Prensa)

Posible aspecto de Ligabuesarus lenzai (*).

Dinosaurio Sauropodo. Bautizado en reconocimiento a Giancarlo Ligabue, un filántropo veneciano que colabora financieramente con las expediciones paleontológicas latinoamericanas. Los restos del Ligabuesaurus fueron desenterrados en la región de Picún Leufú, Provincia de Neuquén, por una expedición comandada por el célebre paleontólogo argentino José Bonaparte, investigador honorario del MACN. Tenía el cuello parecido al de un cisne, pero largo, muy largo. Basta decir que, de pie sobre sus cuatro pesadas patas, el animal escrutaba su entorno desde una altura de nueve metros. Habitó la Patagonia hace 110 millones de años. El tamaño de su fémur izquierdo, de 1,7 metros de largo, que, envuelto en yeso para facilitar su traslado y evitar su deterioro, pesa 250 kilos. El cuello es sin dudas la característica distintiva de este dinosaurio, ya que, la articulación de sus vértebras indica que el cuello, en vez de seguir la misma dirección de las vértebras dorsales, tenía una torsión dorsal hacia arriba muy brusca”. En otras palabras, a diferencia del común de los saurópodos, que proyectan su cuello hacia adelante, el cuello del Ligabuesaurus se levantaba perpendicularmente al cuerpo. Esa característica anatómica, sumada a que sus patas delanteras eran ligeramente más altas que sus patas traseras, le daba al animal un aspecto poco usual entre sus contemporáneos. El cuello alto seguramente le permitía a este animal alimentarse de árboles muy altos. Además podía cubrir un radio [visual] más amplio. Desde esa suerte de atalaya un Ligabuesarus podía alertar a la manada sobre la presencia de dinosaurios carnívoros, como el Giganotosaurus carolinii , que adornaba su cráneo de 1,6 metros de largo con una temible y afilada dentadura, o el Carnotaurus sastrei, un terópodo con cuernos. Finalmente, otra de las curiosidades anatómicas del dinosaurio son sus huesos, cuyo interior se encuentra dividido en celdas mucho más grandes que las habituales. El rescate de los restos del Ligabuesarus fue realizado en dos campañas: la primera, en 2002; la segunda, a fines de noviembre de 2004. De las tareas de rescate participaron también paleontólogos del Museo Carmen Funes, de Plaza Huincul, Neuquén.


Puertasaurus reuili.   Novas et al., 2005.

El paleontólogo Fernando Novas junto a la vértebra de Puertasaurus reuilli, en el MACN. (Prensa)

Reconstrucción del Puertasaurus.  Fuente 123

Dinosaurio Sauropodo. Es uno de los mayores dinosaurios y seres vivos que haya caminado por la Tierra. Se trata de la nueva maravilla paleontológica hallada en la Argentina: el Puertasaurus reuili. En 2001 –aunque recién fue presentado en 2006–, un grupo de paleontólogos argentinos encontró los fósiles de esta bestia herbívora de 40 metros de largo y de 100 toneladas de peso, en el cerro Los Hornos, en cercanías del lago Viedma, Santa Cruz (Patagonia Argentina). El animal vivió hace 70 millones de años y se estima que fue uno de los últimos gigantes que habitó el planeta antes de la desaparición masiva de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Los restos del “pequeño” fueron presentados en sociedad en el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Los cuales ya se encuentran en exhibición. El Puertasaurus Reuili era un animal cuadrúpedo, herbívoro, de 35 a 40 metros de largo, con un tórax de cinco metros de ancho y un peso de 80 a 100 toneladas. Pertenece al grupo de los dinosaurios saurópodos: herbívoros de cuello y cola largos, que dominaron la Patagonia durante gran parte de la Era Mesozoica. La más grande (de las vértebras) es la primera de la espalda. Mide 1,70 m de ancho, un metro de alto y tiene 70 centímetros de largo. El fósil más grande encontrado es el del Puertasaurus, a diferencia de la vértebra del Argentinosaurius –hallado en Neuquén y considerado el más grande de todos los animales terrestres encontrados hasta hoy. La expedición, financiada por la National Geographic Society, de Washington, el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica de Buenos Aires, duró un mes, en enero de 2001. Fueron días extenuantes. Bajar la vértebra principal del cerro fue una tarea muy complicada. El cerro Los Hornos, al sur del lago Viedma, era un lugar casi inexplorado, podría decirse que era virgen. Pablo Puerta, uno de los integrantes de la expedición, fue quien vio los restos por primera vez. En su honor, el nuevo “chiche” paleontológico fue bautizado Puertasaurus. En tanto, otro de los padres de la criatura fue Santiago Reuili, quien rescató de las rocas las vértebras del dinosaurio que ahora lleva su apellido.


Rebbachisaurus tessonei. Calvo y Salgado, 1995.

Esqueleto de Rebbachisaurus tessonei (*).

Aspecto de Rebbachisaurus tessonei (*).

Dinosaurio Sauropodo. En 1987 en la zona de El Chocón, Lito Tessone, un empleado de la desaparecida empresa Hidronor, halló los huesos de un dinosaurio que robusteció la hipótesis de que -hace unos 100 millones de años- América del Sur y Africa estuvieron unidos conformando el supracontinente llamado Gondwuana. El Rebbachisaurus tessonei, un animal de 100 millones de años, es un saurópodo de mediano tamaño que está directamente emparentado con un dinosaurio encontrado en Marruecos en 1954 que fue llamado Rebbachisaurus garasbae, inaugurando un género entre los dinos herbívoros. Por eso, la aparición de este saurópodo aportó claves para explicar la gran deriva planetaria. Es que los estudios realizados por el paleontólogo Jorge Calvo han permitido establecer la similitud entre los huesos de uno y otro. De acuerdo al trabajo del investigador de la Universidad Nacional del Comahue el género Rebbachisaurus se originó cuando las masas continentales africana y sudamericana aún estaban unidas. Además, el Garasbae fue encontrado en los mismos estratos que el dino de El Chocón, que paralelamente está considerado el saurópodo más completo de Sudamérica. El tamaño de este animal que caminaba en cuatro patas y tenía el cuello largo oscilaba entre los 15 y los 17 metros y su peso se estima entre las 18 y las 20 toneladas. Hasta el momento, el Rebbachisaurus es el único saurópodo en el que se puede confirmar la existencia de piedras gástricas o gastrolitos que muy problablemente cumplían la función de moler los vegetales en el interior del estómago, pues sus dientes tenían la forma de lápices ligeramente curvados y no eran capaces de masticar totalmente la comida que ingerían.


Limaysaurus tessonei. Calvo & Salgado, 1995.

Limaysaurus montado en una exhibición especial en Italia.

Posible aspecto del Sauropodo.

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo rebaquiosáurido, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 111 y 99 millones de años, en el Albiano, en lo que es hoy Sudamérica. El limaysaurio es un saurópodo de tamaño medio que alcanzó los 18 metros de largo, 6 de alto y las 18 toneladas de peso. Sus vértebras cervicales y dorsales no tienen la espina neural en forma de V, sino en forma simple y recta como una I. Sus dientes eran de forma curva, a diferencia de los más rectos del diplodoco. Otra característica muy importante de este saurópodo es su parentesco con el rebaquisaurio de Marruecos ya que permite suponer una posible conexión terrestre entre Sudamérica y África hace 100 millones de años. Compartió su entorno con el andesaurio y giganotosaurio en planicies con lagunas extensas de baja profundidad y un clima templado húmedo. En él se hallaron gastrolitos, que seguramente usaba para moler el alimento en el estómago.


Pellegrinisaurus powelli. Salgado, 1996.

Vértebra de un gran sauropodo del cretácico (*).

Pellegrinisaurus, posible aspecto en vida (*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo saltasáurido que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 83 a 65 millones de años, en el Campaniano y el Mastrichtiano, en lo que es hoy Sudamérica. De gran tamaño se estima que llego a medir entre 20 a 25 metros y a pesar unas 40 toneladas. Solo se encontraron unas vértebras, 26 caudales y 4 dorsales y parte del fémur derecho. Este espécimen fue en un primer momento referido a Epachthosaurus sp pero Salgado lo considera un titanosauriano más derivado que Andesaurus y Epachthosaurus, pero no establece afinidades más alla de ello. El nombre, Pellegrinisaurus, proviene que fuera encontrado a orillas del Lago Pellegrini, en la Formación Río Colorado o Formación Allen, en la Provincia de Río Negro Patagonia Argentina y fue descripto por Salgado en 1996. Salgado también observa que Pelligrinisaurus y su fauna sympatrica, Titanosaurus y Abelisaurus pueden representar faunas de las tierras altas del mismo intervalo de tiempo donde Aeolosaurus y varios hadrosáuridos habitaron las tierras bajas costeras.


Agustinia ligabuei. Bonaparte, 1999.

Esqueleto ilustrativo (*).

Espina vertebral de Agustinia ligabuei. (*).

Agustinia ligabuei en vivo.(*).

Dinosaurio Sauropodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio saurópodo titanosauriano que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 116 millones de años, en el Aptiano, en lo que hoy es Argentina. Fue un saurópodo armado con placas y espinas que habito junto con otros grandes herbívoros como el Ligabuesaurus y el Limaysaurus y llego a medir unos 16 metros de largo. Debido a que comparte características con los dipodocoides y los titanosáuridos, Bonaparte propuso una nueva familia para incluirlo llamada Agustiniidae. Este dinosaurio al igual que todos los saurópodos conocidos, era cuadrúpedo y herbívoro. A diferencia de la mayoría de sus parientes, poseía una armadura corporal con una serie de puntos amplios, verticales y placas en su espalda, como el tireofóro estegosaurio. Aparte de la armadura, muy poco se conoce sobre la anatomía del Agustinia. Un peroné, el hueso inferior de la pierna, ha sido recuperado que mide casi 1 m. La comparación de este con el de el Rebbachisaurus da una longitud de 16 metros mientras con el de Saltasaurus da una longitud de 15 metros, así que Agustinia rondaba alrededor de los 15 a 16 metros. Tenía la parte superior de las espinas neurales ampliada transversalmente desde las últimas dorsales pasando por las sacras a las tres primeras caudales. Con cuatro tipos de osteodermos que articulan la parte superior de las espinas neurales dorsales, el primer grupo es foliforme desparejado, el segundo laminar transversalmente de lado a lado con proyecciones laterales, el tercero es alargado cilíndrico plano con proyecciones dorsolaterales y el cuarto muy similar al tercero pero más grande.


Abelisaurus comahuensis. Bonaparte & Novas, 1985.

 

Cráneo de Abelisaurus en el Museo Paleontológico de la Universidad del Comahue, Neuquén. (2001).

  Aspecto de Abelisaurus comahuensis, un gigantesco depredador de Patagonia. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo abelisáurido, que vivió a finales del período Cretácico, en lo que hoy es Sudamérica, hace aproximadamente entre 83 y 80 millones de años, en el Campaniano. Solo se conoce por un cráneo y junto con el Carnotaurus, son los primeros miembros conocidos de un grupo de terópodos desconocidos hasta ese momento, Abelisauridae. Solo se halló un cráneo incompleto de 85 centímetros de largo provisto de amplias aberturas que aligeran su peso y notables rugosidades nasales. Estaba armado de dientes largos y comprimidos lateralmente. No se ha hallado restos del esqueleto postcranial, por lo que el tamaño es sólo estimado. Los Abelisaurus fueron dinosaurios carnívoros con dos pequeñas crestas rugosas sobre su cabeza, pero no del tipo bien definido como la que tienen otros miembros de su familia. Los restos postcraniales de esta especie no han sido encontrados, lo que imposibilita una estimación exacta del tamaño de su cuerpo, aunque probablemente habría alcanzado de 7 a 9 metros de longitud. El orificio anterorbital es proporcionalmente más largo que en los tiranosáuridos e incluso que otros dinosaurios Jurásicos o Cretácicos. Posee una ventana anterorbital accesoria pequeña situada en el borde anterior de la fosa anterorbital. La región interorbital más prominente llegando a contactar con el hueso lacrimal y postorbital construyendo un tipo de proyección en la órbita. El foramen orbital es muy alto que con la formación anteriormente señalada dan una circunferencia apenas abierta ventralmente. El único esqueleto fósil de Abelisaurus está incompleto, especialmente el lado derecho. También hace falta el paladar (techo del hocico). Aunque no hay crestas o cuernos en el cráneo o alrededor de los ojos del Abelisaurus como en otros abelisáuridos encontrados, tal como el Carnotaurus, es de suponer que la tuvo, y posiblemente estuviera hecha de queratina y que por ello no se fosilizara.


Aucasaurus garridoi.  Coria, Chiappe, Dingus, 2002.

Excavación de Aucasaurus  en en la zona de Auca Mauhida.(*).

Esqueleto de Aucasaurus garridoi en el Museo de Plaza Huincul. (*).

Aspecto en vida de Aucasaurus garridoi. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo abelisaurio que vivió a finales del Cretácico, hace aproximadamente 75 millones de años, en el Campaniano en Suramérica. El ejemplar tipo, es un esqueleto casi completo y articulado desde el cráneo hasta la sección media de la cola.  El Aucasaurus caminaba de modo bípedo, su longitud estimada es de 7,00 metros y 2 de altura con un peso de alrededor 700 kg. Es considerablemente más pequeño que su pariente Carnotaurus, aunque sus brazos eran más largos. Sus restos fósiles fueron hallados en Argentina. Fue encontrado junto a los restos de una importante nidada de saurópodos, por lo que se piensa que depredaba a las crías y jóvenes del lugar. Los restos fósiles del aucasaurio hallados en marzo de 1999, en la localidad fosilífera apodada Auca Mahuevo, en la provincia de Río Negro, a 40 kilómetros al sur del volcán Auca Mahuida. Su esqueleto está casi completo llegando hasta la vértebra caudal 13 y otras vértebras caudales sueltas,  siendo uno de los abelisáurido mejor conservado, lo que permitió que se tenga una visión completa de como eran. Pero su cráneo se encuentra muy dañado, por lo que algunos paleontólogos piensan que murió en una espectacular lucha. Sobre los arcos superciliares poseía dos pequeñas protuberancias, más pequeñas que la del Carnotaurus que no llegaban a ser cuernos. Igual que este poseía miembros posteriores largos y poderosos, por lo que debió ser un gran corredor. Comparado con el Carnotaurus, al que esta estrechamente emparentado, los miembros delanteros son más largos pero comparten la inusual conformación con este, el cráneo es más largo. El espécimen, muestra impresiones de tejido blando a la altura de de la región pélvica. La fusión del la escápula con el coracoides, de la tibia con los metatarsianos proximales y la obliteración de la sutura neuro-central indican que el ejemplar era un adulto de su especie.


Giganotosaurus carolinii. Coria & Salgado, 1995.

Esqueleto de Giganotosaurus en el Museo de Villa El Chocon. (*).

Museo Paleontológico de Villa El Chocon. (*).

Reconstrucción de Giganotosaurus. Tomado de Wikipedia.

 El técnico en paleontología, Mariano Magnussen Saffer, junto al esqueleto de un Giganotosaurus carolini. 2011.

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 96 millones de años, en el Cenomaniano, en lo que hoy es Sudamérica. El nombre de la especie tipo y unica especie conocida, Giganotosaurus carolini, es en reconocimiento del cazador de fósiles que lo descubriera en 1993, Rubén Carolini. Es uno de los más grandes terópodos conocidos, superado por el Spinosaurus pero ligeramente más grande que el Carcharodontosaurus y el Tyrannosaurus. El Giganotosaurus es uno de los más grandes terópodos ligeramente más grande que Tyrannosaurus y Carcharodontosaurus. El espécimen holotipo consiste en un esqueleto completo en un 70%, del cual se conserva el cráneo, pelvis, fémures y la mayoría de las vértebras. Varios estimados encontraron que medía entre 12,2 y 13 metros de longitud y pesaba entre 6,5 y 13,3 toneladas. El Giganotosaurus era un depredador bipedo con un masivo craneo sostenido por un cuello poderoso, extremidades superiores cortas en proporción a su tamaño, provistas de 3 dedos terminados en garras curvas y afiladas, extremidades inferiores poderosas en las que destaca el fémur mas largo que la tibia por lo que sus piernas lo dotaban de gran soporte pero no de gran velocidad, por lo que el Giganotosaurus era un depredador de emboscada o caza de presas lentas como los sauropodos, y poseía una larga cola que servia de contrapeso y equilibrio. En cuanto a la apariencia de la piel, el Giganotosaurio pudo haber poseído una piel similar a la de los actuales lagartos grandes como el Dragon de Komodo, de un color que le sirviera para camuflarse con su medio con colores obscuros como cafes y negros y en los machos pudo haber existido un color llamativo en las crestas o papadas (si es que tenia) como rojos o naranjas vivos para atraer a las hembras. La desventaja del Giganotosaurus era su fuerza mandibular ya que era mucho menor que la del tyranosaurio, llegando hasta los 3.7 toneladas de presión con unos dientes de 15 a 20 cm. Giganotosaurus está estrechamente emparentado con Tyrannotitan, Mapusaurus y Carcharodontosaurus, todos miembros de la familia Carcharodontosauridae. Pero a su vez Giganotosaurus y Mapusaurus fueron colocados juntos en una subfamilia llamada Giganotosaurinae por Coria y Currie en 2006, por lo que a medida que se hagan nuevos descubrimientos deberá ser ampliada. El lugar donde fueron encontrados los restos del giganotosaurio estaba surcado de arroyos y ríos caudalosos, rodeados por bosques en galerías del tipo de las araucarias y palmeras. La mayoría de los cursos de agua desembocaba en el Océano Pacífico, dado que la Cordillera de los Andes no existía.


Tyrannotitan chubutensis.  Novas, de Valai, Vickers-Rich & Rich, 2005.

Fragmento mandibular de Tyrannotitan chubutensis. (*).

Esqueleto de Tyrannotitan chubutensis .Museo Paleontológico de Trelew. MEF.

Aspecto de Tyrannotitan chubutensis presentado por Fernando Novas. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 116 millones de años, en el Aptiano, en lo que hoy es Sudamérica. Está estrechamente relacionado con los depredadores gigantes como Giganotosaurus y el Carcharodontosaurus, aunque posee unos brazos muy cortos, similares a los del Tyrannosaurus. Tyrannotitan podía medir entre 12 y 14 metros de largo y entre 5 y 6 de altura, con un peso estimado de 7 toneladas.  Tyrannotitan presenta algunos rasgos diferenciales considerables en sus dientes, los cuales son, al parecer, menos laminares que los de sus parientes, presentando dentículos de estructura poco común, donde se puede distinguir un surco en el centro, dividiendo cada dentículo en dos porciones. El escapulocoracoide está fusionado y más desarrollado que en el del Giganotosaurus, aunque las extremidades delanteras continúan siendo relativamente pequeños. La mayoría del borde del omóplato está ausente. El acromion se curva hasta que se estabiliza a cerca de los 90° del eje, haciéndole parecer vagamente al del Tyrannosaurus. Es difícil discernir si la gran diferencia entre los taxones es debida a la evolución o al dimorfismo sexual, aunque lo último parece improbable. La base de la fenestra orbital presenta una muesca de casi 90° en el cuerpo del yugal, que contrasta con la redondeada del Giganotosaurus y ubica al espécimen más cerca de Carcharodontosaurus. Los restos fósiles del Tyrannotitan chubutensis, la especie tipo y unica conocida, fueron descritos en el 2005 por Fernando Novas, Silvina de Valais, Pat Vickers-Rich, y Tom Rich. Los fósiles fueron descubiertos en la granja "La Juanita", 28 km al noreste de Paso de Indios, Provincia del Chubut, Argentina.


Buitreraptor gonzalezorum. Makovicky, Apesteguía & Agnolin, 2005.

Esqueleto del carnívoro de Patagonia, Buitrerraptor, exhibido en el The Field Museum of Chicago Reconstrucción de Buitrerraptor gonzalezorum.  (*).

Dinosaurio Terópodo. Un equipo de paleontólogos de Argentina y Estados Unidos encontró en la provincia de Río Negro restos fósiles de un dinosaurio carnívoro pequeño, pariente primitivo de las aves, que son los más completos y antiguos hallados en América del Sur para este grupo. Las aves tuvieron un antiguo pariente carnívoro que habitó el sur del planeta cuando los dinosaurios dominaban la Tierra y existía sólo un continente, Pangea. Esto sugiere el hallazgo del "Buitreraptor gonzalezorum", un dinosaurio que habitó la Patagonia durante el Cretáceo Superior, hace 95 millones de años. Fue llamado "Buitreraptor gonzalezorum", por parecer como un pequeño buitre y en honor a Jorge y Fabián González, técnicos que dieron con los huesos. El resto del esqueleto, perfectamente conservado, dio a los especialistas una pista clave sobre el animal: la presencia de la fúrcula, un hueso que en las aves está formado por la soldadura de ambas clavículas, indicó que se trataría de un pariente de los pájaros. Aunque se creía que los 'raptores' (dinosaurios carnívoros pequeños) de este tipo eran propios del hemisferio norte, esto nos sugiere que también fueron característicos del hemisferio sur. Sus escasos dientes de nueve milímetros, espaciados y sin filo, también recuerdan la pérdida de dentadura que han sufrido las aves durante su evolución. Probablemente las alas al Buitreraptor no le alcanzaran para volar porque tenía una cola demasiado larga. Es posible que diera grandes saltos planeados para caer sobre sus presas. Según la reconstrucción que han hecho los expertos, el Buitreraptor tenía el tamaño de un pavo y su cuerpo estaba cubierto por plumas. Poseía un hocico largo y angosto --semejante a un pico-- que usaba para hurgar en las madrigueras y alimentarse de pequeños mamíferos y roedores, y se movía en grupos coordinados para cazar. El Buitreraptor corría a gran velocidad y cazaba a través de comportamientos coordinados. Esto lo deducimos porque son los dinosaurios con mayor coeficiente cerebral. El Buitreraptor pertenece al grupo de los dromeosáuridos, los corredores bípedos cuyo espécimen más famoso es el Velociraptor. Su hallazgo en la Patagonia sugiere que los dromeosáuridos vivieron en esta región del planeta incluso antes de que Pangea, el único continente que existía al comienzo de la Tierra, se dividiera en dos hemisferios, Laurasia al norte y Gondwana al sur. El desierto que forman en su frontera las provincias de Río Negro y Neuquén --en la precordillera de Los Andes-- es uno de los mayores sitios paleontológicos del mundo. En las localidades de Paraje La Buitrera y Plaza Huincul han sido halladas decenas de especies desconocidas de dinosaurios cretácicos, todas en perfecto estado de conservación.


Patagonykus puertai. Novas, 1996.

  Esqueleto de Patagonykus puertai. (*).

Representación en vivo de Patagonykus puertai. (*).

Dinosaurio Terópodo. Fue un Teropodo con algunas características de aves, pero también con características propias que indican un tipo adaptativo muy especial. Fue hallado en 1997 en un lugar ubicado a 20 kilómetros al oeste de Plaza Huincul, en la Provincia de Neuquen. Las características anatómicas de estos singulares vertebrados recuerdan a Alvarezsaurus también de Neuquen, y a Mononychus del Cretácico de Mongolia. Las características mas notables de este Dinosaurio aviano, de supuestas patas largas, están en su miembro anterior muy corto y fuerte, con una falange ungueal importante. Los brazos extremadamente cortos con dedos atrofiados, excepto el pulgar, provisto de una garra robusta y poco recurvada. Su tamaño fue de unos 2 metros de largo y se alimentaba de frutos e insectos. Vivió hace 90 millones de años. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo alvarezsáurido que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 92 millones de años, en el Turoniano, en lo que es hoy Sudamérica. Patagonykus fue descubierto en las exposiciones rocosas del Turoniano-Coniaciano en el Miembro Portezuelo de la Formación Río Neuquén en la provincia del Neuquén, Patagonia. El holotipo consiste en un incompleto pero bien preservado esqueleto, que carece de cráneo, pero que incluye muchas vértebras, los coracoides, un miembro anterior parcial, la faja pélvica, y los miembros traseros. Patagonykus se ha clasificado dentro de Alvarezsauridae, una familia que incluye taxones tales como el mongoliano Mononykus y el también argentino Alvarezsaurus. Se estima que Patagonykus pudo haber alcanzado los dos metros en longitud y a pesar 47 kilogramos. Poseía largas y fuertes patas posteriores y los miembros anteriores atrofiados, formando una sola garra. Se cree que pudo haber estado cubierto de plumas.


Noasaurus leali. Bonaparte & Powell, 1980.

Reconstrucción de la mano de Noasaurus lelai, por  Mariano Magnussen Saffer. Museo de Miramar. Cráneo de Noasaurus, recreado por Abel German Montes. Recreado a partir de lo restos de cráneo y mandíbula conocidos. Aspecto en vida del dinosaurio carnivoro teropodo  Noasaurus lelai, hallado en la Provincia de Salta. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo noasáurido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 75 y 65 millones de años, entre el Campaniano y el Mastrichtiano, en lo que hoy es Sudamérica. Noasaurus presentaba unas dimensiones relativamente pequeñas, con un largo de aproximadamente 3 metros y un peso estimado de 15 kilogramos. La especie tipo, Noasaurus leali, fue descripta en 1980. Los fósiles provienen de la Formación El Lecho, en El Brete, Provincia de Salta, en el noreste de la Argentina. Originalmente se creyó que poseía una garra retráctil similar a la de los dromeosáurido pero de evolución independiente. Esta aseveración se encuentra actualmente en duda. Más probablemente, la llamada "garra metatarsiana" estaba ubicada en la mano. El descubrimiento en Madagascar del Masiakasaurus, un animal muy relacionado con el Noasaurus, proveyó evidencia en soporte de esta nueva hipótesis. Cuando fueron encontrados los primeros rastos se penso que estaba relacionado con los manirraptores, y se lo incluyo en un táxon paralelo a los dromeosáuridos, llamado Noasauridae, pero luego estudios posteriores, cambiaron la posición de Noasauridae, junto con Abelisauridae. La pertenencia de Noasauridae al grupo Abelisauroidea, ha sumado evidencia en años recientes entre otras cosas debido a que las mandíbulas de Noasaurus comparten marcados rasgos con las de los abelisauroides.


Carnotaurus sastrei. Bonaparte, 1985.

Cráneo y mandíbula del Carnotaurus sastrei de Patagonia, en el MEF.

Esqueleto de Carnotaurus en el Museo Argentino de Ciencias Naturales. Tomado de Naturaleza y Cultura.

Reconstrucción del Carnotaurus sastrei. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurios terópodos abelisáuridos, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente entre 71 y 65 millones de años, entre el Campaniano y el Mastrichtiano, en lo que hoy es Sudamérica. Lo más notable de este dinosaurio son sus dos pequeños cuernos sobre los ojos en su pequeña cabeza, siendo el primer carnívoro que mostrara esta característica. También se hallaron impresiones de la piel que presentaban pequeños escudos óseos. Junto con el género Abelisaurus dieron a conocer una familia completamente nueva de predadores mesozoicos, los abelisáuridos, lo que llevó a la revisión taxonómica de muchos otros géneros de difícil clasificación y a una visión distinta sobre la fauna gondwánica a finales de la época de los dinosaurios. Su nombre proviene del latín carō, carnis, "carne", y taurus, "toro", y le fue dado por ser un carnívoro con aspecto de toro, debido a los apéndices de su cabeza que tienen en forma de cuernos. El nombre de la especie le fue otorgado en honor a Anselmo Sastre, dueño de la estancia donde fue encontrado el primer espécimen. Carnotaurus era un terópodo de tamaño medio a grande que medía alrededor de 9 metros de longitud, 3,5 de altura, y pesaba alrededor de 1500 kilogramos.  Su cabeza era muy pequeña en comparación con la de los otros predadores de su tamaño, de solo 60 centímetros de largo y presentaba pequeños dientes de alrededor de 4 cm. Las características más distintivas del Carnotaurus son dos cuernos gruesos sobre los ojos, y unos miembros delanteros extremadamente reducidos y atrofiados, provistos de cuatro dedos. Se lo encontró en la Patagonia argentina, en la Provincia del Chubut, en 1985. Sus restos pertenecen a sedimentos de la Formación La Colonia. Fue un hallazgo muy interesante porque estos restos proporcionaron a los científicos una pista de cómo era la piel de los dinosaurios. Se encontró un solo esqueleto muy completo al que solo le faltan el extremo distal de la cola y la última parte de los miembros inferiores. El ejemplar fue colectado en la Estancia "Pocho Sastre", cerca de Bajada Moreno, Departamento de Telsen, Chubut, Argentina, en sedimentos correspondientes a la sección inferior de la Formación La Colonia, Cretácico superior (Campaniano-Mastrichtiano), con una antigüedad de aproximadamente 75 millones de años. El material holotípico del Carnotaurus sastrei se encuentra depositado en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, donde también puede apreciarse una réplica de su esqueleto de tamaño natural.


Unenlagia comahuensis. Novas y Puerta, 1997.

Esqueleto de Unenlagia comahuensis, en el Museo Paleontológico Carmen Funes. (*).

Recreación en vivo de Unenlagia comahuensis. (*).

Dinosaurio terópodo. Fue descubierto y estudiado por el Doctor Fernando Novas del Museo Argentino de Ciencias Naturales en el año 1997. Se trata de un Dinosaurio terópodos con características avianas (ave), hallado a 20 kilómetros al oeste de Plaza Huincul en la Provincia de Neuquen. Los huesos coleccionados de esta especie son muy pocos, pero suficientes para demostrar caracteres pre-avianos muy significativos, como los restos óseos de la pelvis que son comparables a los de la primitiva ave Jurasica de Alemania Archaeopterix. La escápula y húmeros también presentan estos caracteres, y con indicios que podía plegar su brazo, aun cuando era muy reducidos para conformar un ala efectiva para el vuelo. Unenlagia tenia aproximadamente 1,2 metros de la cabeza y 1,7 hasta la cabeza. es un género de dinosaurios terópodos dromeosáuridos, que vivieron a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 90 millones de años, durante el Cenomaniano, en lo que hoy es Sudamérica. Habitó en Argentina hace alrededor de 90 millones de años y era del tamaño de un avestruz. Este animal era corredor y media alrededor de 2.10 metros de largo y 1.20 de alto. Tenia los miembros delanteros con forma de alas, y es muy probable que tuviera plumas. La disposición de la articulación del hombro implica que los brazos del Unenlagia no colgaban debajo del cuerpo, sino que se plegaban contra este. Se trata de unos dromeosáuridos de Gondwana muy similares a las aves. Están ubicados dentro de la subfamilia de los unenlagiínidos, que incluye también a Buitreraptor y al Neuquenraptor.


Megaraptor namunhuaiquii. Novas, 1998.

Esqueleto en el Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires, mano y recreación de Megaraptor namunhuaqui, hallado en la Patagonia Argentina. (*).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo neovenatórido, que vivió entre mediados a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 90 a 86 millones de años, en el Turoniano tardío y el Coniaciano temprano, en lo que hoy es Sudamérica. El género es conocido por una única especie: M. namunhuaiquii, del griego y mapudungun "Ladrón gigante con lanza en el pie". Abajo, observamos la imagen de la mano completa, hallada recientemente en Australia, demuestra la distribución geografica de la especie durante el cretácico.  Megaraptor fue un terópodo carnívoro de entre 8 y 9 metros de largo y de constitución robusta. La característica más notable era una garra en el dedo 1 de la mano en forma de hoz de 42 centímetros de largo. Las manos eran inusualmente alargadas, llevando las garras en forma de hoz que se curvaba aún más que las de los espinosáuridos.  La mano sigue siendo absolutamente diferente de otros carnosaurianos, así que el hecho de si Megaraptor es o no un alosáurido, un carcarodontosáurido, un megalosáurido, o algo distinto a todo lo conocido es todavía motivo de hipótesis. Es interesante observar que, antes de ser publicada, la clasificación del espinosáurido Baryonyx, provisto asimismo de garras desproporcionadas (aunque más pequeñas que las de Megaraptor) también incluía a dicho holotipo dentro del grupo de los dromaeosáuridos. Se conocen de Megaraptor una serie de vértebras cervicales medias, con el centro cervical con una cara articular anterior esférica y una posterior en forma de copa para recibir a esta, típico de los tetanuros. Aunque la cabeza articular craneal es menos convexa que en Baryonyx, Sinraptor, Allosaurus y Giganotosaurus. Las vértebras son proporcionalmente más cortas que las de estos terópodos, indicando un cuello más robusto y fuerte. Vistas de caudal las vértebras presentan espacios aéreos. La lámina de la espina neural es corta comparada con la de Allosaurus, siendo más angosta en la base que en el extremo y las caras craneal y caudal presentan fuertes sitios para el ligamento interespinoso. Megaraptor fue descripto en 1998 por Fernando Novas, inicialmente como un carnívoro de gran tamaño, probablemente perteneciente a la familia de los dromeosáuridos. El material inicial y holotipo estaba compuesto por una sola garra fósil, de unos 30 cm de longitud, que se asemejaba notablemente a la hoz metatarsal propia de los dromaeosáuridos, y por algunos otros restos de muy poca significación, lo que dificultaba la identificación certera del individuo. El descubrimiento posterior de un miembro delantero completo, sin embargo, demostró que esta garra gigante tenía un origen metacarpiano, específicamente del primer dedo. Los restos provienen de la Formación Portezuelo, del el Grupo Neuquén, sobre la costa norte del Lago Barreales, en la Provincia del Neuquén, Argentina.


Neuquenraptor argentinus. Novas & Pol, 2005.

Pata, dedo y reconstrucción de Neuquenraptor argentinus. (prensa).

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio dromeosáurido que vivió a mediados del período Cretácico , hace aproximadamente 90 millones de años, en el Turoniano, en lo que hoy es Sudámerica. Llamado por el lugar de descubrimiento, La Provincia del Neuquén, Fue descrito en 2005 por Fernando Novas y Diego Pol. Conocido solo por un pie fósil, estaba estrechamente relacionado con Buitreraptor. Neuquenraptor midió 2,5 metros de largo, 83 centímetros de alto y un peso de 30 kilogramos. Fue un depredador activo que poseía brazos y piernas largas, un cráneo alargado y curvo, garras y dientes afilados, sumado a un cuerpo delgado y grácil. Este dinosaurio era similar, en muchos aspectos morfológicos, al Troodon y al Velociraptor. Los fósiles del Neuquenraptor fueron descubiertos en la Patagonia de Argentina, en la Formación Portezuelo del Subgrupo Río Neuquén, en la misma área en la que el Megaraptor fue encontrado, siendo descrito por Fernando Novas en 1997 proponiendo otro nombre para su género y especie. Propuso el nombre de Araucanoraptor argentinus, afirmando que la especie, A. argentinus , era un troodóntido, pero no tenía la descripción por lo que se lo consideró invalido. En 2005, Novas y Pol hicieron otro análisis al espécimen y comprobaron que era un dromeosáurido, esta vez lo describieron y lo nombraron distinto, al género Neuquenraptor y a la especie Neuquenraptor argentinus.  Se lo ha intentado sinonimizar con Unenlagia, pero este ultimo es más basal.


Pamparaptor micros. Porfiri, Calvo & Santos, 2011.

Pata de Pamparaptor micros, hallado en la costa norte del Lago Barreales. Imagen de Prensa. Recreación en vivo de Pamparaptor micros. (*).

Dinosaurio Terópodo. Restos fósiles encontrados en la zona del lago Los Barreales de Neuquén permitieron identificar una nueva especie de dinosaurio, directamente relacionado con el origen de las aves. Se trata de un animal del Cretácico que en vida midió apenas 70 centímetros de alto y que tiene la particularidad de haber desarrollado una suerte de superdedo en sus patas, lo que lo ubica en el grupo de los deinonicosaurios.  El trabajo fue publicado en Proceedings of the Third Gondwanan Dinosaur Symposium de la prestigiosa revista Anais da Academia Brasileira de Ciencias describe una nueva especie de un pequeño dinosaurio patagónico. Los restos fósiles habían sido descubiertos por Diego Rosales en 2006 en la costa norte del Lago Barreales. El dinosaurio fue bautizado Pamparaptor micros y está relacionado con los deinonicosaurios porque "presenta un pie semejante a los troodontidos y dromeosáuridos basales", explica el trabajo presentado por los paleontólogos Juan Porfiri, Jorge Calvo y Doménica Santos. La morfología del pie es desconocida en otros dinosaurios de América del Sur, lo que permitió reconocer la nueva especie, indicaron los investigadores en un trabajo. Los troodontidos son importantes porque están relacionados con el origen de las aves, con las cuales comparten muchos caracteres. Los restos de dromeosaurios son comunes en sedimentos de Argentina. El dromeosaurio más conocido es el famoso Velociraptor hallado en Mongolia. El tamaño de Pamparaptor era de unos 50 a 70 centímetros.


Mapusaurus roseae. Coria y Curie, 2006.

El Paleontólogo Rodolfo Corea, quien presento el hallazgo.

Aspecto del carcharadontosaurio Mapusaurus roseae.

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido que vivieron a principios del período Cretácico, hace aproximadamente 95 millones de años, en el Cenomaniano, en lo que es hoy Sudamérica. Con un tamaño ligeramente menor que su cercano pariente Giganotosaurus y el Tyrannosaurus, el especímen más largo media alrededor de 12 metros de largo y pesó 3 toneladas. Mapusaurus fue excavado entre 1997 y 2001, por el Proyecto dinosaurio Argentino-Canadiense, De un afloramiento de la Formación Huincul. Grupo Río Limay en Cañadon El Gato. Fue descrito y nombrado por los paleontólogos Rodolfo Coria y Phil Currie en 2006. La obra de remoción de los sedimentos petrificados que cubrían los aproximadamente 300 huesos demandó cinco meses de trabajo. El lugar del hallazgo en el Cañadón del Gato se interpreta como un depósito de agua dulce, "acumulado por una corriente efímera o estacional en una región con clima árido o semiárido". El lecho es especialmente interesante a la luz de la significativa escasez de material fosilizado dentro de la Formación Huincul. El nombre Mapusaurus deriva del mapudungun mapu, que significa "de la tierra", y del griego sauros, o sea "lagarto". La especie hallada, Mapusaurus roseae, fue bautizada así por un donante anónimo que financió parcialmente las expediciones de recuperación de los fósiles. Menor en tamaño a su pariente cercano, Giganotosaurus, medía aproximadamente 12 metros de longitud y pesaba alrededor de 5 toneladas. Restos de Mapusaurus fueron exhumados entre 1997 y 2001 por la expedición argentino-canadiense Proyecto Dinosaurio, de una zona expuesta de la Formación de Huincul (grupo de Río Limay, del Cenomaniano), en la provincia argentina de Neuquén, en un lecho que contenía por lo menos siete individuos de varias etapas ontogenéticas. Los responsables de la extracción fueron el profesor paleontólogo argentino Rodolfo Coria y su colega canadiense Phil Currie, quienes lo bautizaron en honor a la etnia mapuche que habita la región e hicieron público el descubrimiento en 2006.


Aerosteon riocoloradensis. Sereno et al., 2008.

 

Cráneo del nuevo teropodo Aerosteon riocoloradensis, hallado en la Patagonia Argentina.

 

Aspecto de Aerosteon riocoloradensis. Reconstrucción de un teropodo 1:1 en el Museo de General Roca.

Dinosaurio Terópodo. Es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo neovenatórido que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 84 millones de años en el Santoniano, en lo que es hoy Sudamérica. Aerosteon era un dinosaurio carnívoro de 9 metros de largo, cuyos fósiles muestran evidencia de haber poseído un sistema respiratorio como el de las aves, que lo habría ayudado a regular la temperatura corporal y a mantenerlo estable mientras perseguía a sus presas. Los restos encontrados incluyen un diente solamente, algunos huesos craneales, varias vértebras, tanto completas como incompletas, del cuello, espalda y sacro, varias costillas cervicales y dorsales, gastralias, fúrcula, escapulocoracoide izquierdo, ilion izquierdo, los pubis derecho e izquierdo. Los huesos indican que no se trataría de un ejemplar completamente desarrollado. Algunos huesos de Aerosteon tenían cavidades con aire, incluyendo el ahuecamiento neumático de la espoleta y del ilion, y neumatisación de varias gastralia, sugiriendo que pudo haber tenido un sistema de sacos aéreos similar al de las aves. Estos sacos de aire habrían actuado como los fuelles, moviendo el aire dentro y fuera del animal a través de los pulmones relativamente inflexibles, a diferencia de los pulmones que se expanden y contraen como ocurre con mamíferos. Paul Sereno teoriza que este sistema respiratorio pudo haberse desarrollado para asistir con la termoregulación del cuerpo y fue modificado más adelante para respirar. Sus restos fueron hallados en 1996 a orillas del Río Colorado, en Cañadón Amarillo, en sedimentos de la Formación Río Colorado, Malargüe, provincia de Mendoza, Argentina, por un equipo de científicos dirigidos por el paleontólogo estadounidense Paul Sereno. Su nombre está formado por las palabras en griego aeros (aire) + osteon (hueso), y hace referencia a que poseía sacos aéreos similares a los de las aves; el nombre de la especie A. riocoloradensis alude al lugar donde fuera encontrado.


Austroraptor cabazai. Novas, Pol, Canale, Porfiri y Calvo 2008.

 

El paleontólogo Fernando Novas del MACN presentando los restos del Austroraptor cabazai.

 

Aspecto del dinosaurio carnívoro de la Patagonia Argentina, Austroraptor cabazai. Por Rodrigo Vega.

Dinosaurio Terópodo. El nuevo dinosaurio es el dromeosáurido más grande descubierto en el hemisferio sur. Austroraptor posee características craneales y postcraniales extrañas. Su hocico es largo y bajo con numerosos dientes pequeños y cónicos, una condición que se asemeja a los espinosáuridos. Sus antebrazos cortos de apartan de la condición característica de largos brazos de todos los dromeosáuridos y de sus parientes aviares cercanos. La corta longitud relativa de sus brazos, ha causado que Austroraptor sea comparado a otros dinosaurios de brazos cortos más famosos, como el Tyrannosaurus. Austroraptor fue un dromeosáurido grande, midiendo entre 5 y 6 metros de largo, con la siguiente combinación de caracteres que lo distinguen de otros miembros de este grupo, el lagrimal altamente neumatizado, con el proceso descendente curvado fuertemente hacia rotral, y el proceso caudal saliendo horizontalmente sobre la órbita, que lo diferencia de los dromeosáuridos de Laurasia, pero desconocido para otros unenlagiínidos. En el post orbital falta el proceso dorsomedial para la articulación con el frontal, y el proceso escamoso reducido extremadamente, otra característica única. Los dientes maxilares y dentarios son pequeños, cónicos, desprovistos del borde aserrado para rasgar carne, como en Buitreraptor. El húmero es corto, midiendo levemente menos del 50 por ciento de la longitud del fémur, un cociente más pequeño que en otros dromeosáuridos y paravianos. La falange II-2 del pedal estrecha transversalmente, poniéndose en contraste con la extremadamente robusta falange IV-2, que lo diferencia de otros dromeosáuridos, incluyendo unenlagiínidos, pero asemejándose a la condición de los troodóntidos avanzados. El cráneo de A. cabazai midio 80 centímetros de largo de era bajo y alargado, mucho más que el de otros dromaeosáuridos. El nuevo descubrimiento aumenta la disparidad morfológica entre unenlaginidos, demostrando que durante el final del Cretácico este clado incluyó formas grandes, de brazos cortos junto con formas del tamaño de un cuervo, de largos brazos que posiblemente volaban. Este nuevo dinosaurio es el registro más joven de dromeosáuridos de Gondwana y representa un linaje previamente desconocido de depredadores grandes en la fauna del último cretáceo, dominadas principalmente por los abelisáuridos.


Jakapil kaniukura. Riguetti, Apesteguía y Pereda-Suberbiola, 2022.

Esqueleto de Jakapil kaniukura, del Cretácico de la Provincia de Río Negro.

 Cráneo, mandíbula y detalles de los osteodermos cervicales de Jakapil.

Aspecto de Jakapil kaniukura. Por Gabriel Diaz Yanten y Mauricio Alvarez.

Dinosaurio Ornitisquio. Es la única especie conocida del género extinto Jakapil de dinosaurio tireóforo basal, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente entre 97 y 94 millones de años, en lo que hoy es Sudámerica. Tenía alrededor de 1,5 metros de longitud y pesando entre 4,5 y 7 kilogramos, según la circunferencia femoral. Jakapil poseía un cráneo corto y robusto, carecía una fenestra anterorbital y poseía tan solo 11 pares de dientes en la mandíbula inferior, un número reducido para tireóforos no anquilosáuridos, sus dientes tenían formas de hoja y carecían un cíngulo. Debido a la forma de su hocico, se cree que Jakapil no cortaba hojas, sino que se alimentaba de vegetación más dura. Sus extremidades posteriores eran similares a las de otros tireófors y ornitisquios basales, con largas tibias y fíbulas. Su pelvis era también basal, al contrario que en los anquilosáuridos su pubis e isquion estaban separados. Su cuerpo se veía cubierto de osteodermos, con al menos cinco tipos. Los restos fueron encontrados cerca de la localidad de Cerro Policía dentro del "Área Paleontológica La Buitrera", cerca de la Presa E. Ramos Mexía, en la Patagonia Norte, Provincia de Río Negro, Argentina. Jakapil significa "portador de escudos" en la lengua pueche o Tehuelche del norte. El nombre específico kaniukura se ve compuesto por kaniu, cresta y kura, piedra, que proviene del lenguaje mapuche, en referencia a la cresta de la mandíbula.


Thanatosdrakon amaru. Ortiz David et al., 2022.

 

Algunos de los restos fosiles de Thanatosdrakon.

  Aspecto del gigantesco reptil volador Thanatosdrakon.

Reptil volador. Los pterosaurios (reptiles voladores) fueron un grupo muy singular de animales que vivieron desde el Triásico hasta el Cretácico y representan los primeros vertebrados que adquirieron la capacidad de volar activamente. Generalmente suelen confundirse con los dinosaurios, grupo cercanamente emparentado. Los huesos fósiles de Thanatosdrakon se encontraron en afloramientos ubicados en el sur de la provincia de Mendoza, en un yacimiento próximo al Río Colorado, en rocas de fines del Período Cretácico, cuya antigüedad se estima en 86 millones de años. Thanatos (muerte) drakon (dragon) fue el nombre elegido por los científicos que agregaron la palabra amaru en honor a la deidad. Los restos fósiles, que se encuentran excepcionalmente preservados, pertenecen al esqueleto axial (vértebras) y al esqueleto apendicular (huesos de los miembros anteriores y posteriores) de dos ejemplares. Aspectos evolutivos como paleoecológicos, permitieron identificar que Thanatosdrakon es una de las especies voladoras más grandes del mundo. Tras años de investigación, el equipo pudo determinar que los restos estudiados corresponden a una nueva especie de pterosaurio debido a que los huesos presentan características singulares nunca antes vistas en otros pterosaurios del mundo. Otro aspecto relevante es el estado de preservación de los restos fósiles, ya que es inusual hallar numerosos huesos de pterosaurios de gran tamaño y en buen estado de conservación. Este aspecto es crucial, ya que Thanatosdrakon preserva elementos nunca antes descubiertos en otros azhdárquidos gigantes.


Patagorhynchus pascuali. Chimento, N.R., Agnolín, F.L., Manabe, M. et al. 2023.

 

Ubicación taxonómica del molar hallado en la recreación del cráneo de Patagorhynchus pascuali.   Aspecto del ornitorrinco cretácico de la Patagonia Argentina, Patagorhynchus pascuali.

Mamífero, Monotrema. Los ornitorrincos son monotremas, un grupo de mamíferos que se caracterizan por poseer rasgos muy primitivos, como el hecho de que sus crías nacen de huevos que son incubados de manera similar a como lo hacen las aves. Esta conducta reproductiva los diferencia de la enorme mayoría de los mamíferos vivientes, que dan a luz a sus crías directamente del útero materno. Por esta razón, el linaje de estos animales primitivos atrajo siempre el interés de los investigadores, dado que representan algo así como “eslabones perdidos” de una etapa muy antigua. Se trata del primer pariente cercano del ornitorrinco que se conoce de la Era Mesozoica, también conocida como la “era de los dinosaurios”, y el más antiguo del que se tenga registro hasta el momento. La expedición en la que se hallaron los restos de Patagorhynchus fue codirigida por Fernando Novas, investigador del CONICET y jefe del del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV) del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET), y su colega Makoto Manabe, del National Museum of Nature and Science de Tokyo. La forma compleja de la corona y las raíces permitieron determinar con facilidad que el diente pertenece a un pariente de los ornitorrincos actuales. Los dientes de los ornitorrincos actuales, así como los de un fósil que se encontró en Australia, se distinguen por tener dos estructuras con forma de ‘V’ corta. Así que cuando encontré el diente de Patagorhynchus. Es el primer monotrema del Cretácico Tardío (último período de la Era Mesozoica) que se conoce para América del Sur. De acuerdo con los investigadores que participaron del descubrimiento, el hallazgo de restos de un antepasado del ornitorrinco australiano en el sur argentino pone de relieve la importancia que el territorio austral de América tuvo en la evolución de los mamíferos. De acuerdo con los paleontólogos, el hallazgo del Patagorhynchus apoya la hipótesis de que a fines del Cretácico una misma fauna integrada por mamíferos y dinosaurios se extendía desde el sur de la Patagonia hasta Australia, incluyendo también a la Antártida, que en ese momento se encontraba encastrada entre ambos continentes. Hace 70 millones de años, el sur de la Patagonia y Australia eran territorios con climas que iban de templados a fríos, que daban albergue a bosques frondosos de ambientes húmedos.


Patagomaia chainko. Chimento et al., 2024.

 

     

Mamífero, Therio. Es un mamífero therian extinto de la Patagonia. El fósil consta de fémur, tibia, cadera y cavidad de la cadera, suficiente para que el equipo lo identifique como perteneciente a un grupo conocido como Theria, que comprende mamíferos que no ponen huevos. También fue suficiente para demostrar que el animal era de gran tamaño en comparación con otros mamíferos de su época.  Lo describen como un mamífero de tamaño mediano en comparación con los estándares actuales, probablemente del tamaño de un zorro andino. Sugieren que el tamaño promedio de la especie podría haber variado de 2 a 25 kilogramos y que probablemente creció hasta aproximadamente un metro de largo, superando por poco al anterior mamífero mesozoico, Repenomamus giganticus de China. Vivió hace aproximadamente 70 millones de años. investigaciones anteriores han demostrado que la mayoría de los mamíferos de la época tenían una masa corporal inferior a 100 gramos, y que sólo una fracción de ellos alcanzaba 1 kilogramo. Sus estimaciones más pequeñas para P. chainko lo sitúan entre los mamíferos más grandes de la Era Mesozoica. Los equipos de investigación teorizan, basándose en los fósiles, que la forma del animal probablemente era similar a la de un ornitorrinco, o quizás a la de un puercoespín o un tejón. Patagomaia chainko se describe tentativamente como un mamífero therian. Sin embargo, no coincide con ningún grupo therian sudamericano del Cenozoico temprano, como Marsupialia , Sparassodonta , Xenarthra y los diversos ungulados nativos de América del Sur


Yatenavis ieujensis. Alvarez Herrera, Gerardo et al, 2023.

 

Fósiles del ave cretácica Yatenavis. Prensa.

  Posible aspecto de Yatenavis (*).

Ave, Enantiornite. Se trata de un ave pequeña, del tamaño de un gorrión, perteneciente al extinto grupo de los enantiornites. Un grupo de paleontólogos que integran el Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) confirmaron este miércoles el hallazgo de restos de una nueva especie de ave, de alrededor de 70 millones de años de antigüedad que convivió con los últimos dinosaurios, en la provincia de Santa Cruz. Los enantiornites son un grupo de aves antiguas que, a diferencia de las aves modernas y al igual que los dinosaurios, no logró sobrevivir al meteorito que cayó en la Tierra hace unos 66 millones de años y que produjo lo que conoce como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno. De acuerdo con los investigadores, hay marcas de músculos en el húmero que son indicadoras de que Yatenavis tenía una alta capacidad de vuelo y maniobrabilidad, rasgo que lo asemeja a los pájaros modernos que habitan bosques y selvas, y que son excelentes acróbatas a la hora de esquivar árboles y arbustos mientras vuelan a gran velocidad. La cordillera de los Andes no existía y donde hoy predominan mesetas y desiertos, había bosques y cuerpos de agua que albergaban peces, ranas, tortugas, serpientes, cocodrilos enormes y dinosaurios.


Pachydiscus bruneti. Maury, 1930.

Ejemplar de Pachydiscus, hallado en la Antartida Argentina. El técnico Mariano Magnussen Saffer en el Museo de La Plata, junto a Parapuzosia semperadensis, anmonite mas grande del mundo, hallado en Alemania. Aspecto en vida de un Anmonite

Cefalópodo. Son unos de los fósiles mas populares de la Era Mesozoica. Se tratan de moluscos marinos evolucionados de conchilla univalva constituida por cámaras. En vida se los podían ver sobresaliendo de sus corazas y se parecían a los pulpos, con largos tentáculos que posibilitaban sus movimientos y obtener su comida. Los había de todos los tamaños y formas, desde muy pequeños hasta de 1.70 metros de diámetros. Eran muy abundantes al igual que los peces y seguro que fueron el alimento principal de los grandes reptiles marinos como los Plesiosaurios o los Ictiosaurios. Científicos argentinos de Tierra del Fuego encontraron un grupo de amonites gigantes en un acantilado de la Antártida, destacado hallazgo a nivel internacional por el tamaño y la cantidad de los moluscos fósiles descubiertos. Se trata de un grupo de más de 15 amonites extinguidos hace 75 millones de años, que son moluscos fósiles del grupo los cefalópodos, con concha externa en espiral, parientes lejanos de los actuales pulpos y calamares. Había una cantidad inédita, ya que el hallazgo se produjo en un acantilado de unos 40 metros de altura, en donde en distintas capas hay unos dos amonites por franja. Esas capas indican depósitos sedimentarios de grandes tormentas, que aparentemente llevaron a los amonites desde el océano donde murieron a una playa. Pertenecen al período 'campañano' del Cretácico, cuando habitaban en el océano abierto. Estos ejemplares fueron depositados en un sector de la Antártida, que en esta Era presentaba un clima templado y un paisaje de bosques y dinosaurios. Los fósiles pesan más de 100 kilos cada uno, con sumo cuidado fueron transportados en helicóptero a la Base Argentina Marambio en el sector antártico, y desde allí en un avión  Hércules hasta Río Gallegos. Otras especies de anmonites también son muy conocidas en el cretácico de Argentina y otras partes de Sudamérica: Berriasella callisto, Aulacosphinctoides, Torquatisphinctes, Belemnopsis patagonicus, Streblites, Idoceras, Euaspidoceras, Nebrodites, Olcostephamus, Gaudryceras desmoceratoides, Aioloceras argentinum y Sanmartinoceras patagonicum entre otras.


Diplomoceras notabile. Whiteaves 1903.

 Fragmento de conchilla de importante tamaño de Diplomoceras notabile, recuperado en el Cretácico del Sector Antártico Argentino. Museo Paleontológico de la Universidad Nacional de Córdoba.

Aspecto en vida de Diplomoceras notabile (*).

Cefalópodo. Es un género de diplomoceratid ammonite incluido en el orden Ammonitida. Se han encontrado fósiles de especies dentro de este género en los sedimentos del Cretácico (89 a 66 millones de años atrás). La especie tipo, Diplomoceras cylundraceum, fue nombrada en 1816 como Baculites cylindraceum y fue renombrada en 1900.Gracias a estas características, medibles en las conchas fósiles, se puede determinar si se trataba de buenos o malos nadadores, lo que los restringe a un medio marino determinado: los malos nadadores vivirían principalmente en los fondos marinos y cerca de la costa, mientras que los buenos nadadores vivirían en mar abierto. Entre otros lugares, se han encontrado muestras muy interesantes en el sector Antártico Argentino.


Xiphactinus. Leidy, 1870.

 

Imagen ilustrativa de Xiphactinus sp. (*)   Aspecto del gigantesco pez Xiphactinus sp. (*)

Pez. La Patagonia se hizo famosa por sus gigantescos dinosaurios pero lo que la gente no imagina es que en esa época vivía también un colosal pez depredador que podía superar los 6 metros de longitud. Investigadores del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y de la Fundación Azara - Universidad Maimónides describieron por primera vez para Argentina el registro fósil del gigantesco pez Xiphactinus. El material descripto consiste en una vértebra abdominal y un gran fragmento de maxilar, descubierto en el año 1946 en el área geográfica circundante al Lago Coluhe Huapi en la provincia de Chubut. Se conocen muchos ejemplares de Xiphactinus provenientes de estratos del Cretácico tardío en todo el hemisferio norte, aunque hasta la fecha, las ocurrencias equivalentes en el hemisferio sur incluyen un solo espécimen descubierto en Venezuela. Este nuevo reporte indica que Xiphactinus alcanzaba en su distribución las extremidades paleolatitudinales de nuestra Patagonia. Xiphactinus, es un género de grandes peces teleósteos que vivieron en el Cretácico. Se le atribuyen clásicamente instintos caníbales. Su nombre significa «aleta de espada». Xiphactinus medía de 4,3 hasta 6 metros de longitud. Poseía radios óseos que sobresalían del cuerpo y se introducían en las aletas para mantenerlas firmes. Controlaba su enorme cuerpo gracias a estas aletas, y de esta manera conseguía una buena maniobrabilidad para su talla, optimizando su eficacia depredadora. Sus mandíbulas tenían un gran tamaño, y pudieron funcionar a modo de tubo de succión para atrapar sus víctimas. La cabeza era chata, un poco parecida a la de un bull dog y su cola más bien fina.


Cellicalichnus krausei. Genise, J. F.,  et al, 2020.

 

Nido fósil hallado en Chubut. Prensa.   Posible aspecto de la avispa. (*)

Insecto, Hymenoptera.  Un equipo de investigadores del CONICET reportó el hallazgo de varios nidos de abejas en un "paleosuelo" de 100 millones de años, en un yacimiento del período Cretácico Inferior ubicado en Cañadón Tronador, Chubut. Se trata de uno de los registros más antiguos de estos insectos y corresponde a una tribu actualmente existenta. Aunque desde la filogenética molecular se considera que las abejas deben haber surgido a fines del Cretácico Inferior, hace cerca de 123 millones de años, en congruencia con la expansión de las dicotiledóneas, esta hipótesis hasta ahora no contaba con registros fósiles que pudieran respaldarla. Los restos más antiguos que habían sido descubiertos hasta ahora (de alrededor de 100 millones de años) eran controversiales y no correspondían a grupos que existan actualmente. El descubrimiento de una traza fósil tan antigua, característica de un grupo específico que abarca sólo algunos géneros y que tiene continuidad hoy en día, constituye una evidencia de la pronta diversificación de las abejas en el Cretácico Inferior en forma paralela a la ya acreditada para las plantas con flores. La nueva icnoespecie fue bautizada con el nombre de Cellicalichnus krausei. Los nidos de las abejas se conservan porque estas tienen que darle a las celdillas un tapiz impermeable para que las provisiones no difundan hacia el suelo. Es este tapiz impermeable lo que las preserva después de tantos años. Los nidos de las avispas, en cambio, no se preservan porque no les resulta necesario impermeabilizar las celdillas en las que aprovisionan las presas.


(*) Imagen de autor u origen desconocido. Ver sobre nuestras Políticas de uso de imágenes.

 

Ver PaleoGuia del Cretácico II

Ver PaleoGuia del Cretácico III


Bibliografía Sugerida.

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Sebastián Apesteguia. Vida en Evolución, la historia natural vista desde Sudamérica”.- 2010.

Sereno PC, Martinez RN, Wilson JA, Varricchio DJ, Alcober OA, et al. (Sept 2008). «Evidence for Avian Intrathoracic Air Sacs in a New Predatory Dinosaur from Argentina.». PLoS ONE 3 (9):  pp. e3303.

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Wilson, J.A. & Upchurch, P. 2003. A revision of Titanosaurus Lydekker (Dinosauria – Sauropoda), the first dinosaur genus with a ‘Gondwanan’ distribution. Journal of Systematic Palaeontology 1(3): 125–160.

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