| 
			
			Chelonoidis y Trachemys, tortugas gigantes en el 
			Pleistoceno de Corrientes. 
			 Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 48. Julio de 2010. 
			A través de un 
			estudio que tuvo en cuenta registros fósiles, investigadores de la 
			Universidad Nacional del Nordeste lograron determinar la anatomía de 
			tortugas gigantes terrestres que habitaron en la región en el 
			periodo del Pleistoceno. 
			Las tortugas son 
			un grupo muy particular de reptiles, porque poseen la cabeza, patas 
			y cola incluidas en un caparazón dorsal y plastrón ventral. 
			Curiosamente, el caparazón se origina como expansión de las 
			costillas, esto puede visualizarse en el desarrollo embrionario de 
			ellas. Se aprecia notables diferencias entre las tortugas acuáticas 
			y terrestres; en sistemática paleontológica se utilizan caracteres 
			del cráneo, del caparazón y principalmente del plastrón para 
			determinar familias, géneros y especies.
 A través de la paleontología, los investigadores Marcelo de la 
			Fuente y Gerardo Zacarías, de la Facultad de Ciencias Exactas y 
			Naturales y Agrimensura (FACENA) de la Universidad Nacional del 
			Nordeste (UNNE) pudieron determinar la anatomía de tortugas gigantes 
			terrestres que habitaron en este territorio en tiempos 
			prehistóricos.
 
				
					|  | 
					Las 
					tortugas acuáticas de agua dulce tienen caparazones más 
					aplastados y dedos palmados (membranas entre los dedos); 
					mientras que las marinas un mayor desarrollo en el número de 
					falanges. Las tortugas terrestres tienen caparazones más 
					globosos y con reducción del numero de las falanges en los 
					dedos (generalmente la reducción varía de 3 a 2 falanges) 
					para soportar mejor el peso. “Este trabajo lo comenzamos en 
					el 2008 cuando se rescataron ejemplares fósiles de una 
					tortuga gigante en Bella Vista y una tortuga acuática de 
					menor tamaño de Santa Lucía, ambas localidades de la 
					provincia de Corrientes.  |  
			Estos fósiles 
			provienen de sedimentitas de la Formación Toropí, con una edad 
			aproximadamente de entre 50.000 y 35.000 años (Pleistoceno 
			superior)”, señaló a la revista Ciencia y Técnica de la UNNE Gerardo 
			Zacarías.
 El investigador mencionó que de la primera localidad ya se habían 
			extraído ejemplares de tortugas gigantes. “El primer ejemplar fue 
			rescatado por los doctores Beatriz Alvarez y Rafael Herbst, pero 
			lamentablemente este fósil fragmentario se perdió de las colecciones 
			paleontológicas del FACENA; el segundo ejemplar un poco más completo 
			pero bastante fragmentario; fue extraído por el grupo de 
			Paleontología de Facena/ CECOAL (Centro de Ecología Aplicada del 
			Litoral), e investigadores del Instituto CICyTTP (Centro De 
			Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología a la 
			Producción), Entre Ríos. Este ejemplar fue estudiado por Noriega y 
			colaboradores en el año 2000, llegando a la conclusión de que 
			tentativamente corresponde al género Chelonoidis. No 
			se podía confirmar este postulado, por la naturaleza fragmentaria 
			del material”, recordó.
 
			Es así que en el 
			año 2009, Zacarías y de la Fuente, confirman la presencia del género
			Chelonoidis a partir de un ejemplar más completo 
			exhumado en el 2007 por investigadores del FACENA/ CECOAL e 
			investigadores de la Universidad de La Plata (UNLP). “El carácter 
			que permitió confirmar el género es la particular forma de los 
			escudos pectorales, como ser un estrechamiento medial con una 
			expansión distal”, explicaron los expertos. 
				
					|  | 
					A su 
					vez, se recolectaron varios fósiles de Santa Lucía, entre 
					ellos, unas placas desarticuladas de una tortuga acuática, 
					que por la forma particular -escudos córneos presentes en el 
					epiplastrón, como ser escudos gulares triangulares curvados 
					hacia la parte dorsal que contactan plenamente entre sí en 
					la línea media y escudos humerales que tienen forma de 
					paralelogramo, con borde libre convexo y estrechos hacia la 
					línea media- se lo asigna de forma tentativa al género 
					Trachemys. |  
			El género 
			Chelonoidis incluye un grupo de tortugas terrestres 
			neotropicales; actualmente están representadas por las especies 
			Chelonoidis chilensis, a la cual se la conoce como la 
			tortuga chaqueña, o “Chaco Tortoise”, que puede llegar a alcanzar 
			los 30 cm de longitud recta del caparazón. 
			En Argentina se 
			distribuye en la región fitogeográfica chaqueña, es decir, en las 
			provincias Chaco, Formosa, Santiago del Estero, parte de Santa Fe y 
			Salta. Chelonoidis carbonaria conocida vulgarmente 
			como “tortuga de patas rojas”, puede llegar a medir 60cm de longitud 
			recta del caparazón; vive en zonas abiertas semiáridas como el de 
			una sabana arbolada pero también puede habitar áreas más cerradas 
			como la selva. Las podemos encontrar en Chaco y Misiones, aunque no 
			de manera abundante.
 Chelonoidis denticulata, puede llegar a medir 70cm de 
			longitud recta el caparazón, “es la tortuga de patas amarillas”, 
			vive en netamente en selvas amazónicas, no llega hasta nuestro país. 
			Estas tres primeras son continentales, mientras que la tortuga 
			terrestre insular es Chelonoidis nigra conocida como 
			la tortuga Galápagos, es la gigante de las 4, que llega a medir 
			110cm de longitud recta del caparazón, presenta diferentes razas de 
			acuerdo al ambiente que viven en las distintas islas.
 
			Trachemys 
			es una tortuga acuática que habita actualmente lagunas de cierta 
			profundidad -1.20m-, su distribución en Argentina es en las cuencas 
			del río Paraná, desde la provincia de Corrientes hasta el río de la 
			Plata. Aunque podría haber variaciones en su población.
 Consultado respecto a las zonas de la provincia donde las tortugas 
			gigantes habitaron y por qué, Zacarías recordó que a partir de una 
			inferencia ecomorfológica del húmero grácil de una tortuga Gigante 
			Terrestre de BellaVista, estudiada por Noriega y colaboradores en el 
			año 2000, las tortugas gigantes en la Mesopotamia habitaron áreas 
			abiertas de condiciones más frías y áridas que las actuales. “Lo que 
			no se sabe con seguridad, es que si este ambiente era muy árido o 
			con influencia tropical”, dijo.
 
 “Tampoco no se sabe mucho sobre la biología de las tortugas 
			terrestres gigantes porque en Sudamérica los restos relativamente 
			completos de tortugas asignables al género Chelonoidis 
			(sumado a los ejemplares de la provincia de Corrientes) son 9”, 
			acotó el investigador.
 
 Sin embargo, “lo que sí se sabe es que estas tortugas terrestres 
			gigantes continentales fósiles se diferencian de las de las islas 
			Galápagos porque éstas últimas adquirieron el gran tamaño debido a 
			la carencia de depredadores en las islas. El caparazón de estas 
			tortugas es más abierto y de menor espesor; el cual contrasta mucho 
			con las continentales fósiles, dado que su caparazón es menos 
			abierto y de notable espesor debido a que tenían que hacer frente a 
			depredadores tales como lobos de gran porte, felinos conocidos como 
			“tigre de sable” y otros mamíferos carnívoros”, explicó el 
			investigador.
 
			Por otro lado,
			Trachemys, es una especie actual, y vive en un 
			ambiente de lagunas rodeado por selvas en galería. “Posiblemente 
			esas eran las condiciones en Santa Lucía hace 35 mil años”, infieren 
			los investigadores.
 Actualmente, “se sigue trabajando en el tema, pretendiendo ampliar 
			el registro fósil; esclarecer la taxonomía del ejemplar de Tortuga 
			Terrestre Gigante hallado en 2007, este ejemplar podría ser o no una 
			nueva especie del género Chelonoidis; y conocer mejor 
			las condiciones ambientales en el momento en que vivió la Tortuga 
			Terrestre Gigante”, dijo Zacarías.
 
 Mediante estudios previos realizados por los doctores Herbst, 
			Alvarez, Lutz, Zurita, Miño Boilini, de la Fuente, entre otros; se 
			sabe que existieron hace 35 mil años en la provincia de Corrientes, 
			tortugas terrestres gigantes y mamíferos de gran porte, como 
			elefantes, Glyptodontes y Scelidotherinos. Estos animales fueron 
			componentes de la “Megafauna Pleistocena”.
 
 Mediante estos estudios se podría saber más como era el ambiente en 
			ese momento geológico y que cambios naturales se produjeron para que 
			no existiesen más la “Megafauna”. Estos proyectos tienen como 
			principal objetivo el estudio integral (taxonómico, filogenético, 
			paleobiogeográfico, paleoambiental) de la notable diversidad 
			biológica observada en la región mesopotámica durante la mayor parte 
			del Pleistoceno.
 
 
					
					
					
					Hallan cráneo del un Canido Pseudalopex 
					gymnocercus del Pleistoceno Bonaerense. 
					
					  Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 48. Julio de 2010. 
			El 
			equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, en Buenos Aires, halló 
			el cráneo de un zorro que habitó en la llanura pampeana de 0,5 a 1,8 
			millones de años. El descubrimiento ocurrió a 8 kilómetros de esa 
			ciudad del noreste bonaerense.  
			
			Mientras recorrían la base de un alto barranco en cercanías del río 
			Paraná, a 170 kilómetros de Buenos Aires, los expertos vieron "un 
			fragmento óseo que delataba la presencia de un fósil en el terreno, 
			informó el museo paleontolócico "Fray Manuel de Torres". "En un 
			corte producido por la erosión de las lluvias afloraba parte de un 
			pequeño cráneo fosilizado", de unos 12 centímetros de largo y con 
			"una serie de afilados dientes propios de un carnívoro" que 
			afloraban del paladar, constataron.   
				
					|  | 
					
					Las observaciones en el laboratorio del Museo y la 
					comparación con otros ejemplares permitieron determinar que 
					el cráneo perteneció a un zorro gris que habitó la zona 
					entre 0,5 y 1,8 millones de años, en la edad geológica 
					denominada Ensenadense. El cráneo fosilizado presenta 
					detalles que permiten suponer que la pieza se habría hundido 
					en algún tipo de barro o sedimento viscoso, tal vez el fondo 
					de un abrevadero o laguna, ya que está relleno de fino 
					sedimento solidificado que preservaron las formas internas y 
					ligaron los fragmentos de hueso que lo componen. 
					 |  
			La 
			zona del paladar conserva intactas varias piezas dentales muy 
			puntiagudas que facilitaron la identificación del animal. Si bien en 
			la actualidad se ha emprendido una revisión taxonómica de estos 
			animales, se piensa que el fósil hallado corresponde a la especie 
			Pseudalopex gymnocercus y que se trataría de un individuo 
			juvenil que estaba completando su desarrollo.  Estos animales de 
			tamaño medio -miden algo más de 1 metro y pesan de 4 a 7 kilos- no 
			han variado mucho sus hábitos alimentarios durante su historia 
			evolutiva y siguen consumiendo huevos, frutas, insectos, carroña y 
			pequeños vertebrados.  Los 
			descubrimientos de carnívoros fósiles en las capas sedimentarias de 
			la región pampeana son extremadamente raros ya que la relación 
			numérica con los herbívoros de un ecosistema siempre es muy baja.  
			El Museo señaló que hallazgos como el efectuado en San Pedro son muy 
			necesarios para monitorear los cambios evolutivos de las distintas 
			especies de depredadores, carroñeros y otros mamíferos carnívoros 
			que asolaron la llanura pampeana en los últimos millones de años. 
 
				
				
				Descubren saurópodo de 22 metros de altura del 
				Cretácico de Neuquén.
				 
			 Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 48. Julio de 2010. 
			
			Hallaron un nuevo dinosaurio en inmediaciones del yacimiento El 
			Trapial. Un equipo del museo de Rincón de los Sauces trabaja en el 
			lugar junto a paleontólogos de la Universidad del Comahue. El 
			paleontólogo de la Universidad Nacional del Comahue Juan Porfiri 
			afirmó que el nuevo descubrimiento de fósil de dinosaurio “es un 
			saurópodo, de 20 a 22 metros de altura” encontrado en la zona del 
			Yacimiento El Trapial.
 Luego de que se conformen los “bochones" de yeso, que cubren las 
			piezas encontradas, serán trasladadas al laboratorio del Museo de 
			Rincón de los Sauces. La excavación comenzó aproximadamente el 8 de 
			junio en el yacimiento El Trapial gracias a la denuncia de una 
			persona que los detectó.
 
				
					|  | 
					
					El área se encuentra concesionada a la productora Chevron, 
					quien se encargaría de cubrir todos los costos de la 
					remoción de los restos. La investigación y trabajo de campo 
					lo desarrolla el reconocido paleontólogo Juan Porfiri, y su 
					equipo de trabajo en conjunto con la técnica paleontóloga 
					Gladys Retamal, directora del museo rinconense. 
					
					“Los saurópodos son de cuello muy largo, cola muy larga y 
					herbívoros, y está bastante completo”, dijo Porfiri en 
					referencia a la cantidad de huesos encontrados. Además 
					agregó que “por las primeras estimaciones, se trataría de un 
					animal adulto, cuyo humero tiene una medida de un metro diez 
					de largo”. |  
			Con 
			respecto al trabajo realizado, el profesional a cargo de la 
			extracción enfatizó en la importancia de preservar el patrimonio 
			cultural y destacó el accionar de la empresa Chevron quienes 
			avisaron para su preservación. El fósil encontrado se hallaba una 
			gran parte en la superficie de la tierra y otra parte a una 
			profundidad importante, por lo que maquinaria tuvo que acompañar los 
			trabajos manuales. 
			El 
			paleontólogo de Lago Barreales, agradeció a la municipalidad por la 
			colaboración prestada para la campaña y reivindicó la gestión del 
			paleontólogo Jorge Calvo, quien es el investigador de la Universidad 
			Nacional del Comahue y trabaja con la Comuna local, siendo uno de 
			los impulsores del polo paleontológico de la provincia de Neuquén. 
 
				
				
				Recuperan fósiles de Pampatherium en el arroyo 
				Los Amores de Villa Ocampo. 
			 Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 48. Julio de 2010. 
			
			Durante el 2009, el equipo GPER (Grupo Paleontológico de Exploración 
			Regional) ha realizado una serie de expediciones paleontológicas en 
			el arroyo Los Amores, sobre el distrito de Villa Ocampo, donde 
			trabaja actualmente para el Museo “A. Gregoret”, con resultados 
			extraordinarios. 
			El 
			equipo integrado por, David Franco, Esteban Jones, Juan Pablo 
			Robledo y Jesús Cabrera, realizó en los días 13, 14 y 15 de junio de 
			2009 una búsqueda sistemática de varios kilómetros sobre las 
			barrancas del arroyo Los Amores, tomando fotografía de la geología y 
			sedimentación de las barrancas, recolectando en distintos lugares 
			varios fósiles que se hallaban en el lecho del arroyo. El material 
			que se detalla fue hallado en el campo de Adolfo Brollo, que es para 
			el equipo un amigo y un gran colaborador. 
				
					|  | 
					
					Se trata de un cráneo y 8 placas pertenecientes a un 
					Pampatherium, sólo se encontró la parte posterior 
					del cráneo, la parte palatal se perdió, pero éste conserva 
					rasgos del animal que lo hace identificable; dos placas que 
					corresponden a las bandas móviles y seis placas de la parte 
					rígida de la coraza. Este animal fue descripto por 
					Florentino Ameghino en 1875, su nombre viene del griego 
					theros que significa animal. Por lo tanto su nombre completo 
					significa “animal de las pampas“. |  
			Los 
			Pampatherium eran armadillos de gran tamaño, estos animales 
			fueron tan grandes como algunos géneros de Gliptodontes, tenían un 
			aspecto similar a un armadillo pero en una talla superior a 
			cualquiera de las especies conocidas, llego a medir alrededor de dos 
			metros de largo aproximadamente. El cráneo de este animal es 
			relativamente ancho pero con un hocico angosto, posee nueve dientes 
			a cada lado del maxilar superior y la misma cantidad en la 
			mandíbula, los tres primeros dientes son ovalados y los demás 
			bilobulados. 
			El 
			caparazón posee un escudo escapular (sobre los hombros), este es 
			mucho más corto que el pelviano (sobre las caderas), lo separa uno 
			del otro entre tres y cuatro bandas móviles, que le daba cierta 
			flexibilidad al animal. 
				
					|  | 
					
					Las placas móviles poseen una figura central rectangular 
					rodeada de una superficie porosa, estas tienen forma de 
					tecla de piano. Las placas que se sitúan sobre sus hombros 
					son de forma hexagonales y pentagonales que varían de tres a 
					cuatro centímetros y sólo tienen un espesor de cinco a siete 
					milímetros, en la parte posterior las placas son de forma 
					rectangulares de cuatro a seis centímetros de largo y de dos 
					a 2,5 de ancho, las placas más grandes de este animal son 
					las de las bandas móviles que poseen un largo de nueve a 
					diez centímetros de largo y tres centímetros de ancho. |  
			
			Este animal tiene una gran distribución geográfica en Sudamérica, 
			restos de él se han hallado Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, 
			Bolivia y Chile. Este animal habitó en el pasado de Villa Ocampo 
			hace aproximadamente entre 10.000 y 8.500 años atrás extinguiéndose 
			junto a la fauna de Megamamíferos que habito en todo el territorio. 
 
				
				Fósiles de un Zorro en el Pleistoceno de Monte 
				Hermoso.  Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 47. Julio de 2010. 
			Un zorro que habitó esta zona probablemente entre 15 y 20 mil 
			años atrás, pasa a ser el primer carnívoro fósil encontrado en 
			treinta y dos años de búsqueda. 
				
					|  | 
					El esqueleto del animal (falanges, parte del cráneo con 
					molares y otras piezas), del cual aún falta precisar la edad 
					exacta y clasificar el ejemplar, se avistó en sedimentos 
					costeros entre el Barrio las Dunas y el Camping Americano 
					por un estudiante de Paleontología, Marcos Torres, y una de 
					las guías locales, Marisol Schwab quienes dieron aviso al 
					director del Museo, Vicente Di Martino. |  
			Dicho responsable 
			junto a Schwab realizaron las excavaciones y se encontraron con la 
			sorpresa de varias piezas esqueletarias de un pequeño animal 
			carnívoro. “Me sorprendió puesto que en 32 años de búsqueda por los 
			escasos lugares donde se dan hallazgos paleontológicos en nuestro 
			Partido, esta es la primera vez que se encuentran restos de un 
			carnívoro” manifestó el director del Museo. 
			“De acuerdo al tipo 
			de sedimento, el hallazgo podría tener una antigüedad que oscila 
			entre los 15 y 20 mil años aunque el dato preciso, como así también 
			la clasificación del ejemplar, recién lo sabremos cuando sean 
			trasladados al Museo de La Plata para las pruebas pertinentes” 
			explicó Di Martino. 
 
					
					
					Encuentran huellas de Dinosaurios en Los 
					Barreales, Neuquén. Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 47. Julio de 2010. 
					Varias 
					huellas de dinosaurios, fueron halladas en la provincia de 
					Neuquén (sudoeste) en la Patagonia argentina, confirmó Jorge 
					Calvo, geólogo de la Universidad Nacional del Comahue. 
					"Hay 
					abundantes huellas de dinosaurios saurópodos de tamaños 
					variados", dijo el investigador en un comunicado de prensa 
					en el que calificó el descubrimiento como "espectacular", en 
					una región popularizada como el 'Jurassic Park' argentino. 
					Las pisadas fueron halladas días atrás en forma casual por 
					una profesora de yoga cuando realizaba su rutina de 
					ejercicios al aire libre en la zona de Los Barreales, en el 
					noreste de la provincia. 
					"Vi primero 
					un foso rarísimo, luego otro y otro más y me di cuenta de 
					que eran las huellas de una caminata de dinosaurios", dijo 
					Silvia Cuevas al relatar su hallazgo. Calvo dijo que "se 
					trata de los mismos niveles fosilíferos que han puesto al 
					sitio como uno de los lugares más ricos en dinosaurios y 
					fauna asociada de Sudamérica", destacó. 
						
							|  | 
							
							"Las huellas de Los Barreales se encuentran en buen 
							estado de conservación, pero por ahora sin detalles 
							para establecer afinidades", explicó Calvo, director 
							del Centro de Investigaciones Paleontológicas Lago 
							Los Barreales. El científico calculó que las huellas 
							encontradas "tienen una antigüedad de 90 millones de 
							años". La zona está considerada uno de los 
							yacimientos paleontológicos más importantes de 
							Sudamérica, donde se han relevado hallazgo de 
							fósiles pertenecientes al Cretácico. |  
					Argentina 
					atrajo la mirada del mundo científico a finales de los años 
					80, cuando fueron descubiertos en la provincia de Neuquén 
					fósiles del Argentinosaurus huinculensis, el 
					herbívoro más voluminoso que se conoce, de 40 metros de 
					largo. En 1993 fueron encontrados los restos del 
					Giganotosaurus carolinii, el dinosaurio carnívoro 
					más grande del mundo, entre decenas de hallazgos en 
					yacimientos que aún están bajo exploración. Cuando llegué a 
			la costa encontré primero un foso rarísimo, después vi otro y otro 
			más y me di cuenta de que eran las huellas de una caminata de 
			dinosaurios. Estaba como loca, eran muchas y sabía que nunca se 
			había encontrado algo similar en el lago Los Barreales". 
			Así describió la profesora de yoga Silvia Cuevas, los primeros 
			momentos del hallazgo de un "pisadero" de dinosaurios en la costa de 
			ese lago, a unos 60 kilómetros de Neuquén capital, mientras hacía 
			sus ejercicios.  
				
					|  | 
					Los 
					Barreales es parte del complejo hidroeléctrico Cerros 
					Colorados. Luego del descubrimiento alertó a los expertos 
					del Centro Paleontológico Los Barreales, que fueron al lugar 
					para comprobar el hallazgo. Si bien el jefe de ese centro, 
					Jorge Calvo, fue muy cauto y habló sólo de huellas de 
					dinosaurios herbívoros (los que caminaban en cuatro patas y 
					tenían largos cuellos), el "pisadero" podría tener una gran 
					importancia ya que las huellas mostrarían el momento en que 
					dinosaurios carnívoros espantaron a un grupo de esos grandes 
					saurópodos. |  Tanto Silvia 
			Cuevas (aficionada a la búsqueda de restos de dinosaurios), como el 
			paleontólogo Juan Porfiri (del Centro Los Barreales) dijeron que da 
			la impresión que el grupo de herbívoros caminaban con tranquilidad, 
			pero que en un punto se produjo como una estampida, para luego 
			retomar la marcha. Como un poco mas allá hay unas huellas menos 
			marcadas y aparentemente de carnívoros (eran más livianos y se 
			enterraban menos en el barro que luego se fosilizó), no se descarta 
			que su presencia fue lo que produjo la supuesta estampida.
 Por ahora sólo se tiene certeza de su antigüedad: 90 millones de 
			años. Se estima que los herbívoros habrían sido similares al 
			Futalongko ("gran jefe" en mapuche), el primer dinosaurio que se 
			encontró en la zona. Ese ejemplar es uno de los más grandes del 
			mundo, medía 35 metros de largo y pesaba 70 toneladas. Entre las 
			huellas encontradas hay algunas de 1,20 metros de diámetro, por eso 
			es lógico pensar que por lo menos un miembro del grupo era de gran 
			tamaño.
 
 
				
				Hallaron restos fósiles de un gliptodonte en 
				Pampa del Infierno, Chaco. Publicado 
			en 
			Paleo. Año 
			8. 
			Numero 47. Julio de 2010. 
			  Restos 
			fósiles de lo que sería un gliptodonte fueron encontrados en el 
			interior de una vivienda ubicada en la planta urbana de Pampa del 
			Infierno, a unos 3,5 metros de profundidad. Este 
			nuevo hallazgo se suma a los producidos hace algunos años en la zona 
			de Avia Terai, Pinedo, Charata y San Bernardo, entre otros. El 
			descubrimiento de los restos de este prehistórico animal ocurrió 
			hace casi un mes, cuando integrantes de la familia Guamante estaban 
			cavando un pozo para construir un aljibe, pero recién trascendió la 
			semana pasada, una vez que la jueza de paz de esa localidad, Isabel 
			Strizik, ordenó que los huesos queden depositados en la comisaría de 
			Pampa del Infierno.  
				
					|  |  |  
					|  | 
					Según 
					explicó Julián Guamante, les llamó la atención la dureza que 
					encontraron a unos 3,5 metros de profundidad, cuando estaba 
					trabajando con su hermano en la construcción de un depósito 
					de agua. Entonces lograron determinar que se trataría de 
					restos de un animal con un caparazón que superaba el metro 
					de diámetro. La novedad comenzó a ganar las calles del 
					pueblo y, como ocurre en estos casos, las versiones eran 
					muchas. Pero la conjetura más firme era que el hallazgo 
					sería compatible con las características de un gliptodonte, 
					animal prehistórico que habitó estas tierras hace unos 
					10.000 años.  |  
					|  |  |  Lo que 
			primero fue toda una novedad, lentamente pasaría a ser una 
			frustración por algunas circunstancias que provocaron demoras en la 
			extracción de los restos y el posterior deterioro de las piezas que 
			lograron ser rescatadas. Es que --según refirió Guamante--, una vez 
			que trascendió la noticia tomaron contacto con ellos algunas 
			personas de Resistencia interesadas en la recuperación y protección 
			del material encontrado; aunque al mismo tiempo admitió que “se 
			demoraron demasiado y nosotros teníamos que seguir nuestro trabajo”. 
			“El mal tiempo amenazaba y si se desmoronaba el pozo no iba a servir 
			de nada lo que habíamos hecho”, relató el vecino de Pampa del 
			Infierno, quien lamentó que “era jueves cuando nos dijeron que iban 
			a venir el martes de la semana siguiente; pero pasó el viernes y 
			seguían sin aparecer. No pudimos seguir esperando y tratamos de 
			sacar por nuestra cuenta lo que encontramos”.  De acuerdo con las técnicas empleadas para la extracción, debe 
			cubrirse la estructura con capas de yeso y un tejido, con la 
			finalidad de rescatar en buen estado todos los huesos que se 
			pudieran encontrar. “Le pusimos yeso, como nos dijeron; pero igual 
			se desarmaron algunas partes”, reconoció Guamante.
   
				
					|  | 
					El 
					tardío arribo de los interesados en recuperar los restos 
					hallados impidió que se pudieran extraer en buen estado las 
					distintas piezas. A partir de la intervención de la jueza de 
					paz, el lunes de la semana pasada se trasladó el material 
					encontrado desde el domicilio de los Guamante hasta la 
					comisaría local.  En la dependencia policial se hallan 
					depositados los que serían los restos fósiles del 
					gliptodonte, aunque su reconstrucción es prácticamente 
					imposible debido al grado de deterioro que sufrieron. |  “Vinieron como doce días después de que encontramos los huesos”, aseguró 
			el propietario de la finca sobre la presencia de quienes habrían 
			mostrado interés por reconstruir el animal.  Según los 
			especialistas, la extracción de los restos enterrados demanda mucha 
			paciencia, teniendo en cuenta que al contacto con el oxígeno las 
			piezas que componen la caparazón del fósil se tornan más frágiles 
			para su manipulación, con el riesgo continuo de que se quiebren o se 
			hagan polvo.
 Con este nuevo descubrimiento de restos de gliptodonte en Pampa del 
			Infierno serían alrededor de treinta los que se hallaron en 
			distintas zonas del Chaco; aunque no todos fueron denunciados o 
			dados a conocer. Este animal habría habitado el territorio 
			sudamericano a fines del período Terciario y principios del 
			Cuaternario, hace unos 10.000 años. Es de la familia de los 
			armadillos, antecesor del tatú carreta, y era un mamífero de unos 3 
			metros de largo, 1,4 metro de alto y un peso superior a la tonelada, 
			cubierto por un caparazón óseo. Su cráneo estaba protegido por una 
			coraza cefálica y su cola con anillos decrecientes y placas con 
			puntas óseas. Su coraza no tenia anillos móviles, como los actuales 
			armadillos, característica propia de esta familia de mamíferos 
			desaparecidos. Su alimentación estaba compuesta principalmente por 
			el pastoreo de hierbas bajas de zonas abiertas.
 
 
			
			
			
			Presentaron a Puertasaurus, un sauropodo de 40 metros de largo. 
			
			Publicado 
			en 
			Paleo. Año 4. 
			Numero 19. Septiembre de 2006. 
			Un 
			grupo de paleontólogos presentó parte del esqueleto de lo que se 
			anunció como uno de los más gigantescos dinosaurios herbívoros 
			descubiertos mas grandes del mundo. 
			"Se trata de un 
			dinosaurio que vivió hace unos 70 millones de años atrás", dijo el 
			jefe de la expedición Fernando Novas, quien descubrió al "Puertasaurus 
			reuili" en la Patagonia argentina, más precisamente en el Cerro Los 
			Hornos, en la provincia de Santa Cruz. a unos 2 mil 700 kilómetros 
			al sur de la ciudad de Buenos Aires..
 El hallazgo, consistente en algunas vértebras del cuello, del lomo y 
			de la cola, permiten referirlo, según Novas, al grupo de 
			"dinosaurios saurópodos, herbívoros de cuello y cola alargados que 
			dominaron los ambientes patagónicos durante gran parte de la Era 
			Mesozoica".
 
			"Para extraer los restos del dinosaurio se requirió de un gran 
			esfuerzo físico puesto que se trata de vértebras de enormes 
			dimensiones", dijo Novas al presentar el hallazgo en el Museo 
			Argentino de Ciencias Naturales, de Buenos Aires. Destacó que los 
			restos debieron ser envueltos en varias capas de yeso, telas y 
			varios metros de alambres para conferirle la resistencia suficiente 
			para su transporte por terrenos abruptos del sur patagónico. 
				
					|  | La 
					vértebra del cuello mide 1.20 metro de largo y casi 1.40 
					metro de ancho. "Es uno de los dinosauros hallados más 
					grandes en el mundo", dijo Novas. "Pero lo más sorprendente 
					es la correspondiente a la primera vértebra de la espalda, 
					la cual llega casi a tener 1.70 metro de ancho". 
					Recordó luego 
					que ello supera "holgadamente a la de su pariente 
					Argentinosaurus huinculensis, hallado hace unos años en la 
					provincia (Argentina) de Neuquén y considerado el más grande 
					de todos los animales terrestres encontrados" hasta el 
					presente. |  El 
			viaje de exploración fue realizado en 2001. Novas dijo que recién 
			ahora se pudieron anunciar los resultados, tras años de 
			investigaciones que permitieron determinar en forma científica que 
			los restos hallados pertenecen a ese dinosaurio herbívoro. 
			"El hallazgo confirma la gran 
			importancia de la región patagónica para comprender la evolución de 
			los dinosaurios", dijo a la AFP el paleontólogo Fernando Novas, tras 
			hacer el anuncio en rueda de prensa en el Museo Argentino de 
			Ciencias Naturales. 
			Novas encabezó la expedición que 
                        dio con los restos, financiada por la estadounidense 
                        National Geographic Society y los organismos científicos 
                        del gobierno argentino Conicet y Agencia Nacional de 
			Promoción Científica. Los restos hallados lo postulan, firmemente, 
			como el mayor de todos los animales terrestres hallados hasta ahora, 
			según los investigadores, cuyos individuos median unos 35 a 40 
			metros de largo. 
			Fuentes: Paleo, Boletín 
			Paleontológico y PaleoArgentina Web. 
				
					
					| 
						
							| El resto de todas las 
					noticias Paleontológicas, y todas las imágenes de los mas 
							interesantes hallazgos, exhibiciones, congresos y 
							museos, las encontras bimestralmente en >>>>>>>>>> | 
					
					
					 |  |  |