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Descubren en Bariloche restos fósiles de Asteraceae,
una margarita del Eoceno.
Publicado
en
Paleo.
Revista Argentina de Paleontologia. Año
8.
Numero 51. Noviembre de 2010.
El fósil de la flor
margarita más antiguo del mundo, que data de unos 47 millones de
años, fue hallado cerca de la turística ciudad argentina de
Bariloche (sur), informó Rodolfo Corsoloni, quien hizo el
descubrimiento.
"Este ejemplar de
la familia de las margaritas data de unos 47 millones de años, del
período del eoceno (entre 58 y 37 millones de años atrás). También
se hallaron restos de granos de polen. No hay registro de que supere
su antigüedad hasta ahora en el mundo", dijo Corsolini, director del
Museo del Lago Gutiérrez, 1.600 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El hallazgo se hizo en 2008 y, después de las investigaciones de
laboratorio que determinaron su origen y antigüedad, corroboradas
por un equipo de científicos argentinos y suecos, fue publicado en
la más reciente edición de la prestigiosa revista científica Science.
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Corsolini,
de 57 años, dijo que encontró el ejemplar en la zona del río
Pichi Leufú, en los alrededores de Bariloche, mientras
acompañaba a su hijo Julián en una misión de estudios de
paleontología. "Mientras caminábamos por la zona con mi hijo
nos llamó la atención la hoja que estaba fosilizada en una
laja (piedra) suelta. El ejemplar estaba en muy buenas
condiciones", señaló el investigador en declaraciones
telefónicas.
El descubrimiento probaría que la flor de la familia de las
margaritas, cuyo nombre científico es 'Asteraceae', es
originaria de la región de la hoy llamada Patagonia
argentina (sur) y luego se diseminó por el mundo, según los
indicios de los investigadores. |
"El hallazgo es muy
llamativo porque la flor es un material que casi no deja registros
fósiles. Normalmente se desintegran. Pero además, estaba en muy buen
estado de conservación", añadió el profesor. Sostuvo que el
descubrimiento, además, es importante para determinar cómo era el
medioambiente en la región en el período del eoceno. La flor "estaba
en una laja como si fuera una impronta, muy bien preservada. Los
investigadores también pudieron extraer granos de polen", señaló
Corsolini.
"Posiblemente,
desde América del Sur, los primeros representantes de esta familia
migraron primero hacia otros continentes y luego hacia el resto del
mundo", dijo Viviana Barreda, del Museo de Ciencias Naturales
Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, donde se realizaron las
investigaciones.
Barreda señaló que
el polen hallado permitió determinar la pertenencia de la flor fósil
a la familia de las asteráceas. El ejemplar está depositado en el
Museo que dirige Corsolini, en una bella región ubicada en las
faldas de la cordillera de Los Andes rodeada de bosques y lagos.
Hallan en Argentina fósiles de criptoesporas, las
primeras plantan de tierra firme que vivieron en el Ordovícico
inferior.
Publicado
en
Paleo.
Revista Argentina de Paleontología. Año
8.
Numero 51. Noviembre de 2010.
Un equipo de
científicos argentinos y belgas descubrió en el noroeste de
Argentina fósiles de las que serían las primeras plantas que
colonizaron tierra firme y que se calcula tienen una antigüedad de
472 millones de años. Según explican los investigadores en la
revista New Phytologist, las plantas recién descubiertas son
hepáticas, unas plantas muy simples que carecen de tallo o raíz.
Ello confirmaría
que las hepáticas son los ancestros de todas las plantas terrestres.
La aparición de las plantas terrestres fue uno de los hitos más
importantes en la historia de la evolución de nuestro planeta.
Cambiaron los climas, alteraron los suelos y permitieron que el
resto de vida multicelular evolucionara y colonizara prácticamente
la totalidad de la tierra firme continental.
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El
descubrimiento de los fósiles de las plantas terrestres fue
realizado por un equipo del Departamento de Paleontología
del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias
Ambientales de Mendoza (IANIGLA), en colaboración con
científicos de la Universidad de Córdoba, en Argentina, y de
la Universidad de Liège, en Bélgica. El equipo, liderado por
Claudia Rubinstein, recogió sedimentos del río Capillas, en
la provincia argentina de Jujuy, a unos 1.500 kilómetros al
noroeste de Buenos Aires. En los sedimentos encontraron
esporas fosilizadas de cinco tipos diferentes de hepáticas,
un tipo de planta primitiva que se cree evolucionó de algas
verdes multicelulares de agua dulce. |
"Las esporas de
hepáticas son muy simples y se las conoce como criptoesporas", dijo
la doctora Rubinstein. "Las criptoesporas que descubrimos en la
investigación son las más antiguas jamás halladas", señaló la
científica. Estas esporas, con una antigüedad de entre 473 y 471
millones de años, vienen de plantas que pertenecen a cinco tipos
diferentes especies. "Ello demostraría que las plantas ya habían
empezado a diversificarse, lo que significa que empezaron a
colonizar la Tierra antes que las plantas de nuestras muestras".
Los investigadores
estiman que la colonización de las plantas terrestres pudo haber
ocurrido durante el periodo Ordovícico inferior, (488 a 472 millones
de años), o incluso durante periodo Cámbrico superior, (499 a 488
millones de años). Hasta el momento, las plantas terrestres más
antiguas habían sido halladas en Arabia Saudí y la República Checa,
y tenían aproximadamente 461 millones de años.
Fósiles de una Ballena del Holoceno fueron
hallados en General Madariaga.
Publicado
en
Paleo.
Revista Argentina de Paleontología. Año
8.
Numero 51. Noviembre de 2010.
Continúa la seguidilla de hallazgos de fósiles en Madariaga.
Esta vez se trata de una serie de vértebras de ballena, halladas a
35 Km. de la costa, en pleno campo. Por tal motivo, entrevistamos al
Dr. José María Lorenzo.
EM: ¿Ahora una ballena, parece que la racha de hallazgos de fósiles
no se corta?
DR. JOSÉ MARÍA LORENZO: Increíble... el paleontólogo Alejandro
Dondas del Museo de Mar del Plata no lo puede creer, pero es así.
EM: ¿Cómo fue?
JML: Un miércoles me llama por teléfono la Sra. Lilian Mansilla,
directora de la Escuela N 1, diciéndome si podía ir al colegio pues
un alumno había llevado un hueso muy grande y lo quería donar al
Museo. En pocos segundos estaba en la Escuela, fuimos al aula y el
niño Sebastián Ruiz me acerca una bolsa con un hueso en su interior.
Hasta ese momento, yo me imaginaba algún hueso de gliptodonte u otra
especie, pero grande fue mi sorpresa cuando veo que se trataba de
una vértebra de ballena, que por el tamaño (20 por 30 cm.) era de la
cola. Compartimos unos momentos de charla con el resto de la clase y
llamé a los padres de Sebastián, Sandra Estanga y Julio Ruiz, que
enseguida me invitaron a la casa pues tenían otras vértebras.
EM: ¿Dónde las habían encontrado?
JML: Bueno, esa tarde me llegué al domicilio de la familia Ruiz y
ahí me cuentan Julio y Sandra que habían ido a pescar a la zona del
Galloso, por ruta 56, y que recorriendo el lugar, habían hallado
esas 3 vértebras, pero que había más enterradas y metidas en una
barranca. Muy amablemente y entusiasmado, se ofreció acompañarme
para ir al lugar, pues se acuerda muy bien del sitio. Así que este
fin de semana o el otro si el tiempo acompaña, vamos a ir de
excursión.
EM: ¿Cómo es posible que una ballena se haya hallado ahí ?
JML: En los últimos 2 millones de años, nuestra zona, hasta más allá
de la actual ruta 2, estuvo varias veces bajo el agua por avances
del mar, que se llaman “ingresiones marinas”. Y viene al caso decir
que en un futuro no muy lejano, también lo estaremos, no se cuándo,
pero si continuamos deforestando y depredando a la tierra,
indefectiblemente y muy aceleradamente nos estamos acercamos a una
nueva Era de Hielo. Todo esto va a estar explicado con detalle en
una Sala Especial del Museo Tuyu Mapu. Es una historia fascinante.
Sintéticamente, digo ahora que al concluir la última Era de Hielo
(hace unos 10.000 años), el mar ascendió de nivel y todo el Tuyú
estuvo bajo las aguas. Sólo quedaron 3 Islas: la ciudad de Gral.
Madariaga que llega a 7.20 metros sobre el nivel del mar (s.n.m), en
las manzanas comprendidas entre las calles Belgrano y Alberti, y Dr.
Carlos Madariaga y Uruguay, la loma de Juancho con unos 6-7 metros
s.n.m y la zona que se encuentra entre Lonkoy y el Canal 5 que llega
hasta los 27 metros s.n.m.
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El resto estuvo bajo el agua. Acá, el mar llegaba hasta la
entrada de la ciudad. La zona del Corralón y el cementerio
eran mar y playas. Y en esa ingresión marina entró el agua y
toda la fauna marina, peces y ballenas también. En cualquier
lado que se excave un poco, a unos pocos cm. Según la zona,
se encuentran sedimentos marinos (caracoles, conchilla, etc).
Esto lo saben los poceros. Por ese motivo el agua es (según
la napa) muy dura o salobre. Por eso, también la Laguna La
Salada y las otras lagunas que tenemos con aguas salobres. |
EM: ¿Es común encontrar una ballena?
JML: No es común, es muy raro. Avisamos al paleontólogo Alejandro
Dondas del Museo de Mar del Plata y ya nos ha llamado. Desean venir,
pues no es frecuente encontrarlas y tan en tierra adentro. Está más
a menos a unos 35 ó 40 Km. de la costa actual.
EM: ¿Desea agregar algo más?
JML: Sí, en el día de ayer, ya nos han dicho que otro vecino
encontró en la misma zona del Galloso unos huesos, y estamos
tratando de contactarlo, pues puede ser que sean otras partes de
esta ballena. Ni bien tengamos información lo comunicaremos, como
siempre lo hacemos. Y por último, agradecer a Lilian Mansilla, al
niño Sebastián Ruiz y a sus padres Julio y Sandra por estar
dispuestos a acrecentar el patrimonio paleontológico de nuestra
comunidad. Estas partes de la ballena ya descansan en el Tuyu Mapu y
se podrán ver próximamente.
Y como decía el otro día, a todos los vecinos que nos acercan
la información de lo que encuentran en los canales, barrancas,
lagunas o cavas. También es importante el hecho de que en los
últimos hallazgos, quienes han visto algo no han intentando sacarlo,
sino que nos avisan... esto es muy importante, pues actuando de ese
modo, no se destruye el fósil ni la evidencia científica.
Amazonas, Pleistoceno Park y un testimonio real de la
existencia de Megalonyx wheatleyi.
Publicado
en
Paleo.
Revista Argentina de Paleontología. Año
8.
Numero 52. Diciembre de 2010.
Luis Jorge
Salinas, un explorador de 49 años, oriundo de la ciudad de Mar del
Plata, Argentina, publico un libro donde rebela haber visto en la
selva una manada de grandes criaturas, y al hacercarse a uno de
ellos vio que eran bipedos, de unos tres metros y enormes garras.
Luis Jorge
Salinas-Sergio Abel Salinas " Intentamos demostrar la existencia del
(mapinguari-curupira-chudiachaque),que en realidad se trata de la
especie pleistocenica xenarthra pilosa (Megalonyx wheatleyi),grandes
osos perezosos terrestres, considerados extintos hace 13.000 años,
pero hace 25 años ,fui testigo de su existencia ,lo cual les aseguro
aun existen" -L.J.Salinas-
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Testimonio verídico vivido por el autor en sus expediciones
por el Amazonas, describiendo apasionadamente sus encuentros
con animales de una especie considerada extinta, avalado por
el biólogo más famoso del Brasil, Richard Rasmussen. En un
relato único y asombroso el autor desmitifica con
testimonios reales y datos científicos, las leyendas del
mapinguarí, curupirá, chudiachaqui, y otras, visiones
mitológicas que pesan sobre esta especie. Sienta un
precedente histórico con la imágen más real realizada de
estos animales y descripciones contundentes de su
existencia. |
Una realidad que
supera a la ficción, un conocimiento necesario y fundamental para
ser comentado e investigado por científicos de todo el mundo, y para
controlar mejor los grandes emprendimientos que demuestren
desconocimiento sobre la existencia de especies no identificadas en
el área del Amazonas.
En el prologo del
Libro, los lectores encontraran el siguiente texto:
"Estimados
lectores: es mi profundo deseo y voluntad, a través de este humilde
relato, llevarlos en un viaje fascinante y extraordinario a un mundo
al que la mayoría de la gente no imaginaría. Con mis sencillas
palabras intentaré explicar los sucesos que acontecieron, para así
ustedes puedan comprender y desarrollar en vuestras mentes, una
imagen real de lo que a continuación procedo a contarles. Les doy
mi palabra de honor en este preciso momento y quisiera asegurarles,
que todos los acontecimientos que evidenciarán en este libro, fueron
y son reales, y que por más insólitos e increíbles que puedan
parecerles, sólo aquéllos que atestiguaron situaciones similares,
aceptaran sin dudar mis dichos, y los demás estimarán la
credibilidad de mi relato según sus ideales, conocimientos o
información."
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"Para
algunos autores es inadmisible que poblaciones humanas
esparcidas, manejando armas de piedra primitivas, fueran
capaces de extinguir completamente una amplia diversidad de
grandes mamíferos. " Los machos adultos pesan arriba de los
500 kilos, las hembras unos 300 kilos y los jóvenes
(aulladores) 100 kilos. Pude notar claramente que el caminar
de los jóvenes es más gracioso que el de los adultos, por su
bamboleo al andar. |
Los que dicen
que tienen los pies hacia atrás se equivocan, ya que apoyan los
nudillos al caminar y parece, al verlos, según la distancia y el
ángulo, que así fuera. En realidad si se los observa en posición
cuadrúpeda de frente, verían que sus garras están dobladas hacia
atrás y un poco a los costados, y que además en sus patas traseras
poseen un talón o calcanear prominente (ver foto), lo que dá también
a la confusión. "(libro). "Mil veces esas imágenes como una película
de terror cruzaron por mi mente, buscando detalles, tratando de
ubicar e identificar eso, sin poder lograrlo. Como cualquier
persona, estaba acostumbrado a ver cosas "conocidas", y esto me
generaba mucho asombro e incertidumbre....(resumen libro).
Los libros de
variadas visiones, reproducen aspectos generalizados del tema por
todo el mundo;
por ejemplo los blogs de criptozoología, que contienen toda una gama
de "monstruos aprobados" por testimonios, y con un gran cartel de
"buscados", escritos por personas con más que un sentimiento
positivo, utilizando contra los científicos tradicionales un buen
argumento: "que no existan evidencias no es evidencia de que no
existan"; o defendiendo el pensamiento de que los múltiples testigos
presenciales, son en sí mismos evidencia probable, de algunos de los
casos cuestionados, y que merecen ser investigados, aunque las
representaciones que ofrecen son de diferentes aspectos." (libro).
"hay evidencia
de que animales típicos de la sabana (llanura tropical) o
incompatibles con el ambiente de la floresta densa, tales como las
vicuñas, llamas, gliptodontes y grandes perezosos terrestres,
habitaron durante fases del Pleistoceno áreas de la amazonia
occidental, hoy cubiertas por florestas (Ranzi 2000); "por lo tanto
las evidencias de variaciones climáticas expresivas sugieren que
especies características de florestas pluviales, sobrevivieron en
diferentes locales húmedos durante los episodios glaciares, donde se
impone el frío seco con retornos al desenvolvimiento de florestas
pluviales"(Suguio 1999); "(libro).
 |
"Nadie
podría imaginar la posibilidad de que un grupo de animales
considerados extintos, o aún no debidamente identificados,
pudieran estar o haber pasado por un área que tuvo y tiene,
supuestamente, toda clase de revisión ecológica; por parte
de los empleados la sorpresa y el pánico sufridos ante lo
desconocido para ellos, y peor aún al terminar descreídos y
echados de la empresa; por parte del director de la empresa,
basándose en su experiencia forestal y un criterio limitado
sobre la fauna existente y la probable desconocida aún,
especialmente en el ámbito en el que opera"(libro). |
Por otro lado,
Mariano Magnussen Saffer, director de Grupo Paleo, el sitio Web
dedicado a la paleontología y biología de mayor contenido en lengua
hispana, acompaña el contenido de la publicación de José Luis
Salinas. “Sin ninguna dudas, si hay un lugar en el mundo donde puede
sobrevivir y existir este enorme perezoso gigante es en la misma
selva amazónica” sostuvo Magnussen, y además destaco “recordemos que
anualmente se descubren especies nuevas para la ciencia en este
gigantesco laboratorio natual, e incluso, comunidades humanas que
durante milenios no han tenido contacto con el mundo exterior”. “No
menos llamativos, son los restos de huesos quemados, piel con pelo y
excremento recuperados en la cueva de la ultima esperanza en la
Patagonia chilena y de los relatos ancestrales de comunidades
aborígenes que convivieron con el Mylodon, otro
perezoso gigante” concluyo Magnussen.
Sin dudas, hay
que dejar una puerta abierta a estos testimonios. La ciencia nos
debe llenar de sorpresas.
Más info para los
interesados en la publicación y su autor en
www.luisjorgesalinas.blogspot.com
Gran rescate de megamamíferos tras la campaña
paleontológica en La Matanza.
Publicado
en
Paleo.
Revista Argentina de Paleontología. Año
8.
Numero 52. Diciembre de 2010.
Investigadores
del CONICET y alumnos de la Universidad Nacional de La Plata
realizaron la primera campaña paleontológica en el distrito más
populoso del país. Avanzan los estudios para determinar la
antigüedad de los fósiles.
Mastodontes,
perezosos gigantes, gliptodontes, toxodontes... Todos ellos
habitaron la región en donde se asientan, actualmente, más de dos
millones de matanceros. También anduvieron por estos pagos tigres
diente de sable, zorro, camélido y pumas, así como pequeñas aves y
reptiles. Sus restos fueron encontrados en una tosquera ubicada en
la localidad de Virrey del Pino, donde aparecen nuevos ejemplares
semana tras semana. Científicos de la División Paleontología de
Vertebrados del Museo de La Plata comenzaron con el estudio de los
fósiles hallados, a través de la comparación con colecciones de
referencia. La investigación se encuentra “en pañales” y es muy
temprano para determinar, con precisión, hace cuánto tiempo dichos
megamamíferos habitaron la zona de La Matanza.
Hasta hoy, se
realizaron pocos estudios sobre la fauna que vivía en la zona
noreste de Buenos Aires, y, en esta cantera, se encontraron
numerosos restos fósiles que aportarán valiosa información
paleontológica. “Concretamente, a la biozona la definimos como un
paquete sedimentario caracterizado por un determinado tipo de
fósiles”, señaló el director de la División Paleontología de
Vertebrados del Museo de La Plata, Eduardo P. Tonni, a la Agencia
CTyS. Debido a ello, es elemental sustraer los fósiles con un buen
control estratigráfico, labor que realizaron los paleontólogos y
geólogos que participaron de la primera campaña paleontológica en La
Matanza, en julio de este año.
 |
La
tosquera ofrece permanentemente nuevos restos óseos. Por
ello, hay un trabajo de campo permanente en la cantera, en
continuidad con lo hecho en julio, cuando paleontólogos de
la Universidad Nacional de La Plata tomaron muestras para
realizar estudios de termoluminiscencia y
magnetoestratigrafía, los cuales permitirán establecer las
antigüedades absolutas y relativas, respectivamente, de los
restos encontrados. El doctor Leopoldo Soibelzon,
investigador del CONICET y director científico del
repositorio Carlos Rusconi, afirmó a la Agencia CTyS que,
“con la información que tomamos y seguiremos tomando,
determinaremos a qué momento del tiempo pertenecen estos
fósiles”. |
“Estamos
pendientes de los resultados de los estudios de datación absoluta,
que mandamos a realizar en la Universidad de San Pablo, en Brasil,
mientras que, en el Museo de La Plata, comenzamos a comparar los
fósiles encontrados en La Matanza con colecciones de referencia”,
agregó el doctor L. Soibelzon.
Un buen control
estratigráfico es elemental para poder definir los fósiles que están
vinculados a un determinado paquete sedimentario. Una vez realizado
este trabajo, es posible iniciar correlaciones estratigráficas entre
zonas relativamente cercanas. “Si yo encuentro un conjunto
sedimentario en La Matanza y, luego, también lo encuentro en el
territorio bonaerense, ubicado quizás a 200 kilómetros, pero es el
mismo fósil, yo puedo determinar que la edad relativa del sedimento
que encuentro hoy en La Matanza es la misma que la de los restos
encontrados a 200 kilómetros”, explicó Eduardo P. Tonni a la Agencia
CTyS.
Mientras que el
estudio de los fósiles permite establecer antigüedades relativas,
hay métodos modernos de datación que ofrecen la antigüedad absoluta
de un fósil o de un sedimento. Es por ello que los investigadores
que realizaron la campaña en Virrey del Pino, en julio pasado,
tomaron muestras para realizar estudios de termoluminisencia, el
cual determina hace cuánto tiempo un resto sedimentario no recibió
luz y, por ende, hace cuánto tiempo quedó allí depositado. En tanto,
el análisis del paleomagnetismo otorga una antigüedad relativa.
Ocurre que, en el transcurso del tiempo, el campo magnético
terrestre sufre fluctuaciones considerables e, incluso, inversiones
de la polaridad. Pues bien, esto es observable en ciertos minerales,
que actúan como pequeñas brújulas hacia el polo magnético que hayan
tenido. Se sabe que la última inversión se produjo hace unos 780 mil
años, razón por la cual, si las muestras tomadas en la cantera de
Virrey del Pino respondieran al polo de atracción actual, lo más
posible es que tengan una antigüedad menor.
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Si
fueran anteriores a la inversión (conocida como límite
Brunhes-Matuyama), no podrían pertenecer, por ejemplo, al
piso Bonaerense, el cual se ubica desde los 400 mil años de
antigüedad hasta los 130 mil años alejados del presente.
Parte del equipo que participó de la primera campaña
paleontológica en La Matanza, también estuvo realizando
tareas de rescate en el CEAMSE de San Miguel. Allí,
justamente, se realizaron estudios de paleomagnetismo y pudo
determinarse que los fósiles encontrados pertenecían al piso
Ensenadense. El doctor Esteban Soibelzon, investigador del
CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata, destacó la
importancia de los rescates comenzados hace unos diez años
en la zona noreste de Buenos Aires. |
“Las tareas de
rescate se realizaron en canteras de San Pedro, Baradero, Ramallo y
San Miguel. Ahora, es muy importante lo que nos aporte la tosquera
de La Matanza”, aseguró el científico. Esteban Soibelzon, quien
describió en su tesis doctoral el subsuelo de la región sudeste de
la Provincia, aseguró que “el hecho de estudiar en La Matanza es muy
importante para el estudio general de la región noreste, porque no
se tiene conocimiento de la fauna del subsuelo de este sector de
Buenos Aires”. Aun es muy temprano para definir la antigüedad de los
restos que fueron hallados y que seguirán apareciendo en el distrito
más populoso del país. Lo cierto es que los megamamíferos se
extinguieron hace aproximadamente unos diez mil años, fenómeno en el
que tuvo una importante participación el hombre, que llegó al sur
del continente hace unos 14 mil años atrás.
De todas formas,
no hay que pensar al hombre como un gran asesino. “En el trabajo de
campo, es muy difícil encontrar un megamamífero que tenga marcas de
haber sido predado por el hombre”, señaló Leopoldo Soibelzon.
Alberto Cione, Eduardo Tonni y Leopoldo Soibelzon publicaron, en
2003, las causas conjuntas que determinaron la desaparición de
especies que llegaban a pesar 15 mil kilos y, hoy, son muy difíciles
de imaginar. La tosquera da pruebas de que han estado en el distrito
más populoso de Argentina. Hay que esperar unos meses para saber
hace cuántos miles o centenares de miles de años.
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David
Piazza, responsable del Grupo Proteccionista de Fósiles de
La Matanza (integrado por vecinos interesados en la
Paleontología), invitó a la Agencia CTyS a realizar una
recorrida por la cantera de Virrey del Pino. Allí, en unas
pocas horas, es posible observar una enorme cantidad de
restos óseos. También, rastros de rescates realizados en
semanas anteriores. El doctor Esteban Soibelzon destacó la
frecuencia con la que aparecen, por ejemplo, mastodontes:
“Por lo general, es muy difícil encontrar un elefante pero,
aquí, ya hemos hallado varios”. |
En el subsuelo
de La Matanza también se encuentran glosoterios, que son parientes
gigantes de los actuales perezosos; toxodontes, que son animales
parecidos, por su aspecto, a los hipopótamos; gliptodontes, de
aspecto similar al armadillo; tigres dientes de sable y muchas
especies más, entre ellas, microvertebrados y reptiles, como así
también moluscos que hablan de que pudo haber un lago en ese sector.
Permanentemente, David Piazza lleva nuevas piezas al Museo de La
Plata, las cuales serán devueltas, tras su identificación y estudio,
al repositorio ubicado dentro del Museo Histórico Municipal Juan
Manuel de Rosas, ubicado en Herrera y Colastiné, a la altura del
kilómetro 40,200 de la Ruta 3, en Virrey del Pino. Todo parece
indicar que el distrito más populoso de Argentina fue un lugar
atractivo para el asentamiento de individuos desde tiempos
inmemoriales. Ahora, la ciencia trabaja para conocer sobre su
prehistoria.
Presentan un nuevo Phorusrhacide.
Un ave depredadora gigante de Patagonia.
Publicado
en
Paleo. Año 4.
Numero 22. Noviembre de 2006.
Los
Phorusrhacidae , aves no voladoras carnívoras gigantes, eran los
depredadores dominantes en América del Sur durante el periodo
Cenozoico. Investigadores del Museo de Historia Natural de Los
Ángeles, en Estados Unidos, han descubierto un cráneo fósil del
tamaño de la cabeza de un caballo que pertenece a un ave gigante
extinguida que poseía un pico similar al de las águilas. El cráneo
de este Phorusrhacidae , descubierto en Comallo, en la Patagonia
argentina, junto con el hueso de una extremidad, pertenece al
Mioceno medio, y es de hace aproximadamente 14 millones de años.
Estiman que alcanzaba los tres metros de
altura. Por velocidad, destreza y voracidad, representaba una
verdadera amenaza para el resto de los animales de la Patagonia.
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Calculan que alcanzaba los tres metros de altura. Si bien
sus alas eran cortas y no le permitían autonomía de vuelo,
por velocidad, destreza y voracidad, representaba una
verdadera amenaza para el resto de los animales de la
Patagonia. Sólo su cráneo medía unos 70 centímetros, el mismo
tamaño que la cabeza de un caballo, por ejemplo. Hasta
ahora, representa el más grande del mundo. Un estudio de dos
científicos argentinos, publicado en la edición de octubre
de la prestigiosa revista de divulgación científica "Nature",
de Gran Bretaña, reconstruye los datos de la mayor ave
prehistórica que habitó en nuestras tierras unos 14 millones
de años atrás. |
Los
paleontólogos Luis Chiappe (44 años, doctor de la UBA) y Sara
Bertelli (35, doctora de la Universidad Nacional de Tucumán),
científicos del Museo de Historia Natural de Los Angeles, Estados
Unidos, acaban de presentar un profundo análisis de esta especie de
ave prehistórica. El trabajo de la dupla de argentinos se enmarca en
una investigación más extensa —en colaboración con Claudia Tambussi,
doctora en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata
e investigadora del CONICET— sobre esta especie de la familia "Phorusrhacidae"
que vivió entre 60 millones y 2 millones de años atrás, durante la
Era Terciaria, también conocida como período Cenozoico.
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Para
eso se valieron de un hallazgo hecho en 2003 en Comallo,
localidad rionegrina ubicada a unos 120 kilómetros al
noreste de Bariloche. Según informaron Chiappe y Bertelli,
el descubrimiento fue hecho por Guillermo Rodríguez Zabala,
estudiante de paleontología e integrante del Museo de la
Asociación Paleontológica de Bariloche. De hecho, los restos
fósiles del "bicho" —como cariñosamente llaman Chiappe y
Bertelli a su objeto de estudio— se exhiben en ese lugar.
"El
análisis en torno de estos fósiles (parte de la cabeza y de
las patas) se encuadra dentro de una investigación mucho más
general, con restos óseos de aves similares que habitaron
otras zonas de la tierra. El trabajo sirve para replantear
ciertas cuestiones en la evolución de estos animales y
conocer más sobre ellos. Hay alrededor de 12 ó 15 especies
de la misma familia de aves prehistóricas", explicaron
Chiappe y Bertelli del Museo de Los Angeles. |
El fósil del
"bicho" —por ahora científicamente como BAR 3877-11— es del Mioceno
medio (fechado entre 23 millones y 5 millones de años atrás, es el
cuarto período de la Era Cenozoica), pero los científicos desconocen
sobre su modo de vida y las causas de su extinción. A partir de un
hueso de las patas corredoras, Chiappe y Bertelli calcularon que
este ave alcanzaba un tamaño de casi 10 % mayor que los otros
ejemplares de la familia. Sin ir más lejos, su enorme cráneo (la
mitad corresponde a un pico similar en forma al del águila) lo
diferencia en muchos detalles de descubrimientos anteriores de los "Phorusrhacide".
Casi un año atrás, otro grupo de científicos, también sudamericanos,
en base a los huesos hallados hasta el momento, estimaron que una
especie de esta familia de aves pesaba alrededor de 350 kilogramos y
conseguía una velocidad de alrededor de 50 kilómetros por hora. Eso
fue publicado un año atrás por la revista "Royal Society Biological
Sciences".
Fuentes: Grupo Clarín y Grupo Paleo.
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