Salminus noriegai, un pez dorado del Mioceno Rió Paraná.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 96. Diciembre de 2013.
Es el primer registro
fósil de un dorado. Su cabeza, descubierta en excelente estado de
conservación, permitió realizar una descripción minuciosa de este
ejemplar y saber cómo eran estos peces depredadores durante el Mioceno.
Muchos pescadores suelen jactarse, y posar para la foto, tras sacar del
agua a un dorado de determinadas dimensiones. Por su parte,
paleontólogos argentinos rescataron un ejemplar que pudo haber superado
los 50 centímetros, aunque lo más importante no es su talla, sino que
permitió conocer el pasado de estos peces tan importantes dentro de la
fauna de los ríos sudamericanos.
El investigador del
Museo de la Plata (MLP) y del CONICET Alberto Luis Cione comentó a la
Agencia CTyS que “el estado de conservación de la cabeza hallada es muy
bueno y, por eso, permitió hacer un estudio minucioso y poder
identificar a este dorado como una nueva especie”.
Cione
especificó que el dorado ancestral “se diferencia por la forma
de los huesos en sus mejillas y por la longitud de los huesos
que bordean su boca, como el maxilar y el premaxilar; además, la
órbita ocular es proporcionalmente alargada”.
Por otra parte, se observó que sus dientes tienen una forma muy
peculiar, símil a un ocho en la zona que se aferra a la
mandíbula. “Esta es una cualidad que comparten con los dorados
actuales, pero que nunca se había descrito hasta ahora, siquiera
en los vivientes”, contó el especialista en peces.
Actualmente, viven
cuatro especies de dorado en América del Sur. “Es uno de los peces de
agua dulce más importantes de Argentina y Sudamérica; se lo encuentra
también en Brasil y en Colombia, por ejemplo, pero hasta ahora nunca
había aparecido en el registro fósil”, agregó el paleontólogo Cione,
quien realizó este estudio publicado en la revista científica Journal
of Vertebrate Paleontology junto a la doctora María de Las Mercedes
Azpelicueta, de la División Zoología de Vertebrados del MLP.
La nueva especie fue bautizada como Salminus noriegai, en
reconocimiento al paleontólogo Jorge Ignacio Noriega, que se especializa
en el estudio de aves y fue quien encontró este cráneo de 9 centímetros
de longitud al noreste de la ciudad de Paraná, en la localidad Toma
Vieja.
En la época inmediatamente anterior a que viviera este dorado, cuyo
cuerpo midió cerca de 60 centímetros, el océano Atlántico ingresaba
hasta la provincia de Entre Ríos, formando un gran golfo. “Luego, el mar
se retiró y se formó una serie de ríos”, contó Cione. Y agregó: “Es por
ello que en dicho yacimiento se encuentran especies de agua dulce y
también de agua salada; además, también se descubren huesos y dientes de
los mamíferos que vivían a orillas de los ríos”.
De los fósiles encontrados en la formación fluvial, el Salminus
noriegai está entre los de mejor conservación, por lo que se pudo
estudiar tanto los huesos externos como internos de la cabeza y
compararlo con los dorados actuales. No son tan distintos
los dorados vivientes a los que habitaron el Paraná y Sudamérica hace
millones de años.
“Los cambios
son pequeños, de sutiles proporciones en los huesos, lo cual
indica que la velocidad evolutiva de estos peces es bastante
lenta en comparación a los mamíferos por ejemplo”, analizó
Alberto Cione.
El investigador
del MLP-CONICET aseveró que la tasa evolutiva de la fauna
terrestre es mucho mayor, puesto que los mamíferos que habitaban
el continente americano durante el Mioceno eran bastante
distintos, un fenómeno que se pronunció aun más cuando, hace más
de 2 millones de años, emergió el itsmo de Panamá, uniendo
América del Sur y América del Norte, lo que provocó que hubiera
un intercambio biótico entre los animales de ambos hemisferios.
En cambio, los dorados
mantuvieron hasta su forma de alimentación. “Por la morfología de los
dientes y de la boca no hay ninguna razón para suponer que se
alimentaran de manera distinta”, aseguró Cione.
Sin embargo, hay peces
que sí hay tenido alteraciones mayores en este lapso de tiempo. En estos
yacimientos, hace pocos años, el doctor Cione también presentó otra
nueva especie: la megapiraña, que era un eslabón perdido, un organismo
intermedio entre los ancestrales pacúes, que tenían (y aun conservan) un
modo de vida orientado hacia los vegetales y frutos, y que terminó
derivando, a través de la megapiraña, en un descendiente totalmente
carnívoro y más pequeño, que son las pirañas.
En los momentos en que
vivieron el Salminus noriegai y la megapiraña, había una fauna
muy diversa que los acompañaba, pero que era muy similar en toda
Sudamérica. “Esto se debe a que había francas conexiones hidrográficas
entre los ríos y lagos del Paraná con las cuencas ubicadas en Brasil,
Colombia y Venezuela”, explicó Cione.
Y distinguió:
“En cambio, en la actualidad, la cuenca del Río de la Plata esta
casi aislada del Amazona, hay una pequeña conexión y eso reduce
la mezcla entre sus faunas y generó, con el tiempo, divergencias
evolutivas que hicieron que las formas del Amazonas hoy sean
disímiles a las que habitan en la cuenca del Paraná”.
Queda pendiente
saber en qué momento se originó el grupo de los dorados, por lo que los
paleontólogos confían en que la formación del Paraná pueda proveerles de
más fósiles en el futuro.
En la opinión de Cione, “estos yacimientos son claves para entender la
evolución de la fauna de peces de la Sudamérica austral, tanto de los
marinos como de los de agua dulce, y nos está dando muchos elementos
nuevos que nos permiten comprender el origen de la extraordinaria
biodiversidad de peces sudamericana actual”. Emanuel Pujol (Agencia CTyS)
Argentinosaurus huinculensis. Así caminaba el mayor
dinosaurio conocido.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 96. Diciembre de 2013.
Medía 40 metros de
largo y pesaba 80 toneladas, y es el vertebrado terrestre más grande que
jamás ha caminado por la tierra. Un equipo de científicos de la
Universidad de Manchester ha realizado una compleja simulación para
tratar de entender cómo caminaba Argentinosaurus huinculensis, el
gigante que caminó por nuestro planeta hace unos 95 millones de años.
Para el trabajo, publicado esta semana en PLOS ONE, los científicos
utilizaron unos 30.000 procesadores y realizaron un escáner
tridimensional del esqueleto de argentinosaurio montado en el Museo
Municipal Carmen Funes, en Argentina. La simulación propone una nueva
hipótesis sobre la mecánica del desplazamiento de estos animales, que se
moverían a un paso muy lento y moviendo los pares de patas laterales.
Tal que así:
A pesar de
todo, los investigadores dejan en el aire una gran incógnita:
¿cómo podía ser eficiente energéticamente mover un cuerpo de
estas dimensiones? Su reconstrucción, afirman, es consistente
desde el punto de vista mecánico, pero se necesitan más datos
para conocer cómo semejantes monstruos pudieron desplazar una
masa de ese tamaño.
La revista PLOS ONE presenta precisamente un especial sobre esta
cuestión, el gigantismo de los saurópodos y las causas que
llevaron a alcanzar esas dimensiones.
El
paleontólogo Martin Sander y su equipo aseguran que se produjo una
cascada de cambios evolutivos (incluidas exaptaciones e innovaciones)
que convirtieron a los saurópodos en auténticos colosos, y presenta su
"receta para hacer un dinosaurio gigante", que resumen en la revista
Discover.
Para Sander, estos
fueron los factores que favorecieron el gigantismo: tener muchas crías
pequeñas, carecer de un molinillo gástrico, las características de sus
pulmones, un alto metabolismo y no masticar la comida.
Este último
punto - el de no masticar - indica que los saurópodos consumían
ingentes cantidades de comida sin tener que perder tiempo en
masticarla, y su sistema digestivo parece que era bastante
rápido.
Este es el
motivo - la no necesidad de grandes mandíbulas - de que creciera
tantísimo su cuerpo pero sus cabezas siguieran siendo pequeñas y
abrió la puerta a que sus cuellos se alargaran. Inmóviles desde
una misma posición, explican en Discover, estas criaturas podían
devorar grandes zonas de vegetación sin tener que mover un
músculo y sin gastar demasiada energía.
Referencia: March of
the Titans: The Locomotor Capabilities of Sauropod Dinosaurs (PLOS ONE)
| Más info: Discover. Fuente: fogonazos.es
Hallan decenas de excremento de Dinodontosaurus en el
triasico de La Rioja.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 96. Diciembre de 2013.
Los paleontólogos
argentinos han hallado las 'letrinas públicas más antiguas del mundo',
creadas por algunos de los primeros dinosaurios y que podría servir para
esclarecer el misterio del origen de estas criaturas.
Según los científicos,
los miles de excrementos fosilizados desenterrados en la Formación
Chanares, en la provincia argentina de La Rioja, fueron dejados por
grupos de megaherbívoros (mamíferos de gran tamaño ya extinguidos)
similares a los rinocerontes.
La antigüedad del
hallazgo se estima aproximadamente en 240 millones de años, superando el
anterior 'récord' de 220 millones de años, lo que convierte al
descubrimiento en el 'aseo jurásico' más antiguo encontrado hasta la
fecha y una primera evidencia de que los reptiles antiguos compartían
'vertederos' colectivos.
Un ensayo
dedicado al descubrimiento publicado en la revista 'Scientific
Reports' destaca que el estiércol contiene información muy
valiosa para la paleontología sobre la dieta de
los animales prehistóricos, las enfermedades que padecían
y la vegetación de la época.
De acuerdo con el estudio, los coprolitos (excrementos
fosilizados con gran contenido en minerales inorgánicos)
desenterrados son de más de 40 centímetros de ancho y pesan
varios kilogramos. Algunos de ellos son alargados, otros son
óvalos de colores desde el gris claro al marrón y al violeta
oscuro.
"No hay duda de quiénes son sus 'autores'. Solo una especie podría
producir bultos de semejante tamaño y también encontramos sus huesos
esparcidos por toda la zona", dijo el doctor Lucas Fiorelli, del Centro
Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica en
Argentina (CRILAR-CONICET), quien descubrió el depósito de estiércol.
Según Fiorelli, los restos hallados pertenecían a Dinodontosaurus, un
megaherbívoro de ocho metros de largo, similar a los rinocerontes
modernos. Estos animales eran dicinodontes: de gran tamaño, similares a
los mamíferos comunes del período Triásico, cuando los primeros
dinosaurios comenzaron a surgir.
El
paleontólogo supone, que el 'aseo colectivo' era una estrategia
de seguridad y también de sanidad para las manadas de estos
animales. En primer lugar, era importante para evitar los
parásitos, ya que así apartaban los lugares de apacentamiento y
las 'letrinas'.
"También era
una advertencia para los depredadores. Si dejan una pila enorme,
quieren decir: 'Somos una gran manada ¡Cuidado!'", explica
Fiorelli. Los coprolitos no son nada nuevo, pero fue inesperado
y excitante encontrar una acumulación tan antigua como esta, ya
que normalmente las heces se degradan bastante rápido.
Los científicos
consideran los excrementos fosilizados como 'cápsulas del tiempo' por su
capacidad para revelar gran cantidad de información en forma de
fragmentos de plantas extintas, hongos y parásitos intestinales que
poseía el animal durante su vida.
"Cada excremento es una instantánea de un antiguo ecosistema, su
vegetación y la cadena alimentaria", afirma Fiorelli.
Con el nuevo hallazgo los científicos esperan vislumbrar una imagen del
hábitat desaparecido que dio origen a los dinosaurios.
Fósil descubierto en San Pedro cambiará el rostro de
una especie.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 95. Diciembre de 2013.
Es el ejemplar
de armadillo gigante más completo en su tipo. Modificará conceptos
vigentes desde la época de Florentino Ameghino.
La ciudad de San
Pedro se encuentra ubicada a unos 170 kilómetros al norte de Buenos
Aires, Argentina. Allí funciona el Museo Paleontológico “Fray Manuel
de Torres”, institución que atesora una importante colección de
mamíferos fósiles del Cuaternario pampeano.
La ardua tarea
de concientización realizada en la zona ha permitido que en los
últimos días, se lograran rescatar del accionar de las excavadoras
de una cantera uno de los restos más completos conocidos hasta hoy
de un armadillo gigante de la especie
Neosclerocalyptus ornatus.
La alerta la dio
Fausto
Capre, un operario de la empresa “Tosquera
San Pedro SA”, cuando advirtió “ciertos fragmentos que despertaron
su curiosidad”. Sin perder tiempo, el equipo del Museo
Paleontológico de San Pedro se llegó hasta el lugar debido a que la
cantera se haya en actividad y operando permanentemente. No había
tiempo que perder…
Allí, en
un gran trozo de terreno removido por la retroexcavadora
asomaban una serie de piezas fosilizadas. Se trabajó sin
pausa hasta lograr trasladar los restos en riesgo al taller
del Museo, lugar donde aún están siendo acondicionados.
Si bien
recién se han realizado las primeras observaciones, el fósil
hallado presenta el
cráneo más completo descubierto hasta hoy de
la especie
Neosclerocalyptus ornatus, hasta el punto que
algunos de los detalles revelados por este fósil podrían
modificar aspectos evolutivos de esos animales.
Debido a su
excelente estado de conservación, el cráneo de este ejemplar hallado
en San Pedro introducirá
cambios en el rostro de una de las especies
características de la fauna fósil de la región pampeana.
Según la opinión
del
Dr. Alfredo Zurita, investigador del CONICET y del
CECOAL (Centro de Ecología Aplicada del Litoral, Corrientes), que
estudiará el fósil hallado, “se
trata de un ejemplar de Neosclerocalyptus ornatus, especie
originalmente reconocida por el naturalista inglés Richard Owen.
Estos animales habrían habitado las pampas hasta hace unos 500.000
años y hasta el momento, sólo se conocían dos cráneos de esta
especie, con el inconveniente de que ambos están restaurados
parcialmente y no sabemos si esas restauraciones se correspondían
con la forma real que tuvo esta especie, especialmente en la región
nasal, que es la que más interesa. “
Una
característica única en estos pequeños gliptodontes era la presencia
de una especie de zona “globular” en la región más anterior del
cráneo, a nivel de los huesos nasales. En las especies más antiguas
(Ej.: Neosclerocalyptus pseudornatus), esta zona aparecía poco
desarrollada, pero se hacía más notable en las especies más
modernas, hasta alcanzar un tamaño sumamente considerable, como se
aprecia en la especie
Neosclerocalyptus paskoensis.
Nadie
sabe a ciencia cierta cuál era la función de esta estructura
tan particular. Se ha hipotetizado que probablemente
constituya una adaptación a los climas fríos y
áridos/semiáridos típicos del Pleistoceno, aunque la
cuestión sigue abierta y el misterio sin resolver.
Sin embargo, esta problemática será resuelta a partir de
este nuevo descubrimiento efectuado en el subsuelo de San
Pedro, un hallazgo que modificará esos patrones morfológicos
que se manejaban desde épocas de Ameghino.”
Si bien el fósil
está en pleno proceso de limpieza y restauración, una vez efectuadas
estas tareas se podrá conocer la morfología real que tenía la región
frontal del rostro de esta especie. Esto a su vez brindará mucha
información acerca de las relaciones existentes entre las especies
conocidas de este género. Esto es así porque las especies se
diferenciaban, fundamentalmente, por las variaciones morfologías en el
área nasal.
Desde el Centro de
Registro Arqueológico y Paleontológico de la Provincia de Buenos Aires,
el Lic.
Fernando Oliva destaca “el valor del trabajo de concientización que viene desarrollando el
Museo de San Pedro y el gesto del joven Fausto Capre de avisar
inmediatamente a las autoridades del museo”. En este sentido
recuerda que “es fundamental, en
caso de hallazgo fortuito de estos materiales científicos, no moverlos
del lugar y poner en conocimiento al equipo del museo local
inmediatamente.”
Bosques petrificados junto al río Paraná.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 95. Diciembre de 2013.
En la costa del Paraná hay varios sitios de interés arqueológico, con
leña y árboles fósiles de miles de años, que son testigos mudos de un
pasado remoto que suele escapar a los hombres actuales.
Una formación natural
de guayabos fósiles fue descubierta por miembros de la Asociación de
Amigos del Árbol, entidad que en su momento informó que trabajaba para
convertir a los árboles fósiles en un atractivo turístico.
En general estos sitios
no han sido explotados desde el punto de vista cultural ni turístico.
La Mesopotamía
argentina se caracteriza por la abundancia de restos fósiles vegetales
de diferente naturaleza y tipos de fosilización. Los ejemplares arbóreos
provienen de los sedimentos marinos y continentales del Cenozoico
superior, de las cuencas del río Paraná y del río Uruguay, y se
describen las paleocomunidades arbóreas y paleoambientes donde estos
bosques se desarrollaron.
Las primeras
referencias sobre floras fósiles de la región, fueron dadas a
conocer por Chares Darwin en 1832-36 en su histórico viaje por
América (Darwin, 1846), donde describe las barrancas del río
Paraná y cita la presencia de fósiles de origen vegetal.
Más tarde,
Frenguelli en su detallado trabajo sobre la geología de Entre
Ríos, remarca en más de una oportunidad el hallazgo de floras
fósiles terciarias.
Sorprendentemente esta
flora fósil no fue estudiada en los posteriores 50 años, y fue recién en
la década del 70 cuando comienzan los estudios paleoflorísticos en la
Mesopotamía argentina, con trabajos realizados sobre polen, leños
fósiles, cutículas, impresiones foliares y fitolitos.
Los únicos registros de
maderas fósiles miocénicas pertenecen al SO de la región Mesopotámica,
provienen del Cerro La Matanza ubicado en las cercanías de la ciudad de
Victoria (Entre Ríos). Estos ejemplares han sido hallados en los
sedimentos marinos gris verdoso-oliva del Mioceno de la Formación
Paraná
Las lignofloras plio-pleistocenas
se hallan más extensamente representadas en las barrancas de los ríos
Paraná y Uruguay en las provincias de Corrientes y Entre Ríos.
Los taxa fósiles
presentes en la margen izquierda del Río Paraná provienen en su mayoría
de la Formación Ituzaingó (Plio-Pleistoceno); este nivel es portador de
grandes árboles petrificados incluídos en arenas fluviales con
estratificación entrecruzada, ocre-amarillentas.
Los registros
paleoxilológicos hallados en las barrancas de la margen derecha
del Río Uruguay provienen de las formaciones Salto Chico y El
Palmar, ambas secuencias de origen fluvial y asignadas al
Plioceno tardío-Pleistoceno inferior y Pleistoceno superior
respectivamente.
La Formación
Paraná fue descripta por Bravard en 1858 en las barrancas de la
margen izquierda del río Paraná en la capital entrerriana. Esta
unidad ha tenido distintas denominaciones nomenclaturales según
los diferentes autores, y a lo largo del tiempo ha dado lugar a
diversas confusiones.
Esta formación, de
origen marino es interpretada como un paleoambiente litoral de aguas
salobres depositadas bajo condiciones paleoclimáticas tropicales a
subtropical-templadas. La descripción, distribución e interpretación
paleoambiental de esta unidad son detallados por Aceñolaza en el año
2000.
Sedimentos portadores
de troncos fósiles provienen de la cantera municipal de la ciudad de
Victoria, ubicada en el Cerro La Matanza.
Escultores especializados en paleontología reconstruyen
dinosaurios en Cipolletti.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 94. Octubre de 2013.
Hasta el 15 de agosto
se desarrollará en Cipolletti el primer encuentro de paleoartistas. En
este evento, un grupo de escultores especialistas en paleontología
trabaja en la reconstrucción de los dinosaurios que habitaron la zona
hace millones de años.
La labor se lleva
adelante en el Museo Provincial “Carlos Ameghino” y ya muestra sus
primeros resultados, con la réplica de enormes partes de esos gigantes
que habitaban la zona.
El evento es organizado
por la Secretaría de Cultura, dependiente del Ministerio de Turismo,
Cultura y Deporte y fue declarado de interés provincial, cultural,
social, educativo y turístico por la Legislatura de la Provincia.
Grandes y
chicos pueden disfrutar del trabajo de cada uno de los paleoartistas que,
en general, focaliza su labor en replicar los huesos
fosilizados.
Se puede
apreciar cómo realizan las réplicas y reconstruyen los
esqueletos de dinosaurios terópodos, cuyos fósiles tienen unos
90 millones de años o el caso particular del Abelisaurus
Comahuensis, un carnívoro de unos 75 millones de años.
Otra especie muy famosa
que se realiza es el Buitreraptor Gonzalezorum, de entre 92 y 95
millones de años, así como el reptil Priosphenodon Avelasi con unos 240
millones de años y con parientes que existen en la actualidad.
También se puede
apreciar la reproducción de un pequeño mamífero llamado Cronopio
Dentiacutus de entre 96 y 99,6 millones de años y de otras especies como
el Araripesuchus Buitreraensis de unos 65 millones de años o el
Willinakaqe Salitralensis de unos 75 millones de años.
El secretario de
Cultura, Carlos Magliarelli, subrayó la labor de los artistas Fernando
Cárdenas, Jorge González, Marcelo Isasi, Abel Montes y Adrián Garrido.
Rio Negro Diario.
Trinisaura,
nueva especie de dinosaurio en la antártica Argentina.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 93. Octubre de 2013.
Es la
primera especie de ornitópodo clasificada en la Antártida y
fue bautizada Trinisaura.
El paper publicado en su nombre es uno de los más leídos en
paleontología en lo que va del 2013. A partir del estudio
liderado por el doctor Rodolfo Coria, se pudo saber que este
dinosaurio caminaba con sus piernas posteriores, medía poco
más de un metro de estatura y falleció antes de llegar a la
adultez.
Los
ornitópodos era herbívoros y poseían patas semejantes a las
de las aves. Sin embargo, el investigador del CONICET
Rodolfo Coria aclaró a la
Agencia CTySque “anatómicamente eran
muy distintas, más allá de verse similares a simple vista”.
El Trinisaura
caminaba en dos patas. “Seguramente, era un bípedo muy
veloz, tal vez tanto como el avestruz actual, porque sus
extremidades posteriores estaban muy bien desarrolladas y,
en cambio, las anteriores eran pequeños bracitos y sus manos
también eran diminutas”, especificó el paleontólogo.
Los
ornitópodos llegaron a diversificarse por todo el
mundo durante el período Cretácico, pero solamente
se había hallado restos fragmentarios de estos
dinosaurios en la Antártida, por lo que nunca se los
había podido clasificar como especies.
Así, el
Trinisaura es un caso inédito y ello
motivó a que el estudio publicado en la revista
científica
Cretaceus Research se convirtiera en uno
de los más leídos en la rama de la paleontología en
lo que va de 2013.
Este
ejemplar fue hallado por el técnico del Museo de La Plata
Juan Jose Moly, un veterano en campañas antárticas. Además
de encontrar sus patas, también descubrió varias vértebras
de su lomo y de su cola.
“Este ejemplar es muy informativo”, valoró Coria, quien
también participó en el estudio del primer saurópodo
encontrado en la Antártida y ha descrito, junto a José
Bonaparte, el famoso Argentinosaurus hace ya más de dos
décadas.
Gracias a
las vértebras encontradas del Trinisaura, se
pudo saber que este animal falleció antes de llegar a su
adultez. Ocurre que las vértebras de los ornitópodos están
formadas por dos elementos: el arco neural y el cuerpo
vertebral, y ambas partes empiezan a fusionarse en los
ejemplares más adultos, mientras que en este individuo se
observan varios arcos neurales aislados. De allí que pudo
haber alcanzado una estatura mayor al metro que tuvo en el
momento de morir.
Asimismo,
al haber hallado restos óseos de distintas partes de su
cuerpo, se pudo comparar este dinosaurio con los restos
hallados anteriormente en otras partes del mundo y se logró
efectuar una primera aproximación sobre los lazos de
parentesco con otros linajes de ornitópodos.
“Si
bien Trinisaura
tiene caracteres propios que nos permitieron
identificarlo como una nueva especie, está
cercanamente vinculado con las formas patagónicas
que se conocen de ornitópodos”, detalló el doctor
Coria.
Lo que no se hallaron fueron restos de su cráneo,
aunque se puede estimar que poseía un pico córneo,
en algún punto semejante al de un loro.
Este
ejemplar vivió hace 80 millones de años aproximadamente,
cuando la Patagonia y la Antártida estaban unidas por un
istmo continental bastante importante, cuyo residuo actual
es la Península Antártica.
El clima
era bastante más cálido y había bosques en la Antártida, que
servía de alimentación a los animales herbívoros como el Trinisaura o los saurópodos. Al respecto, Coria comentó a la
Agencia CTyS que “en la última campaña de
verano se han rescatado muchos materiales paleobotánicos,
que se están estudiando ahora e indican que la diversidad
florística era muy abundante, lo cual era previsible, pero
no teníamos evidencias hasta este momento”.
La
publicación científica del Trinisaura fue publicada en la
revista especializada
Cretaceus research, la cual realiza un ranking
de sus artículos. De allí se supo que el paper de este
ornitópodo antártico fue el mas buscado y leído de esta
revista en la primera parte de 2013.
El
próximo verano será una nueva oportunidad para rescatar más fósiles de
los dinosaurios y las plantas que habitaron la Antártida hace millones
de años. El doctor Coria formará parte de esta expedición, que está
programada para que comience a mediados de enero y culmine a comienzos
de marzo.
Emanuel Pujol (Agencia CTyS) –
Cerro sus puertas
el Centro Paleontológico Lago Barreales.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 93. Octubre de 2013.
El emprendimiento
paleontológico más grande del país cerró sus puertas a orillas del lago
Los Barreales y, en principio, prevé su traslado a la zona del itsmo
entre este lago y Mari Menuco en un lugar cedido por una fundación. La
razón es evitar los conflictos de territorialidad entre la Universidad
Nacional del Comahue y una comunidad mapuche.
La Secretaría de
Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Comahue informó
que durante los meses de septiembre, octubre y noviembre no se recibirán
visitas al Centro Paleontológico Lago Barreales por tareas de
mantenimiento. Para colmo el viento derrumbó parte de las instalaciones
que se habían levantado allí, que alojaban réplicas del futalongosaurio
y también el taller donde se hacían los trabajos de limpieza de las
piezas paleontológicas.
"Estamos
poniendo todo en cajas para poder trasladarnos", dijo con tono
de abatimiento el director del centro, Jorge Calvo, quien
comentó que se espera conseguir financiamiento para hacer el
traslado.
Se trata de
la única excavación de dinosaurios que estaba abierta
permanentemente al público que estará, en principio, cerrado por
estos tres meses.
El centro fue
abierto en el año 2002 luego de que, en la costa del lago, se
descubriera un rico yacimiento paleontológico. Ahora se mudará a la zona
que le cedió una fundación que prevé instalar un parque
geopaleontológico para realizar estudios in situ de geología y
paleontología. "El viento ayudó a derribar todo, parece una cuestión del
destino", comentó Calvo, quien destacó el apoyo que recibió de la
vicegobernadora Ana Pechen.
"Esto es único en el
mundo y no se valora, que ahora figura en las guías mundiales de
turismo", aseguró e indicó que en el nuevo lugar se podrá estudiar la
tierra y las rocas, a la vez que aseguró que de las 12 personas que
estaban el centro sólo quedaron dos.
El sitio web
del centro precisó que se han recuperado, desde febrero del 2002
hasta ahora, varios centenares de piezas fósiles de vertebrados
y restos vegetales, que conforman un registro de un ecosistema
casi completo del Mesozoico.
En el sitio
paleontológico se han recuperado alrededor de 1100 piezas fósiles de
vertebrados y alrededor de 300 restos vegetales, restos de
moluscos bivalvos de agua dulce. Son piezas de 0.5 milímetros
hasta algunas mayores de dos metros de longitud.
El sitio donde se
encontraba el centro paleontológico Los Barreales fue cedido a la
universidad por la provincia. El viento del lunes produjo rotura de
vidrios, destrucción total de ventanas cubiertas con plásticos, el baño
de turistas químico quedó en el suelo, el termotanque de la cocina
volado con estructura, el taller de vehículos derrumbado al igual que el
portón de acceso al parque temático.
La estructura no tenía
el mantenimiento adecuado y el paso del tiempo acentuó su fragilidad.
Reserva Natural Geológica y Paleontológica de
Centinela del Mar. Comenzó la gestión de su declaración.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 92. Octubre de 2013.
El miércoles 4 de
septiembre el secretario de Planificación, Ambiente, Obras y Servicios
MGA, Federico Arias, se reunió junto a funcionarios y técnicos de la
Dirección de Áreas Naturales Protegidas (ANP) de la provincia de Buenos
Aires, a cargo del Lic. Daniel Novoa.
Se ha decidido comenzar
a gestionar en conjunto la declaración de Reserva Natural geológica y
paleontológica, a la costa acantilada de Centinela del Mar, en el marco
de la Ley Provincial Nº 10.907.
Centinela del Mar,
ubicada a 38 Km de la ciudad de Miramar, constituye una zona de gran
riqueza geológica y paleontológica y por tal motivo ha sido objeto de
numerosas investigaciones.
Una declaración de
estas características, donde se reconoce un área sensible y vulnerable,
es una acción de planificación ambiental, que busca la protección y
preservación, a partir del ordenamiento del territorio, al limitar,
restringir y fomentar actividades.
Se seguirá
trabajando para poder enmarcarlo a partir de las características
y sus necesidades de protección, dentro de los alcances
establecidos en la ley provincial, y asegurar de esta manera, su
preservación, fomento e investigación.
Recorrieron la
zona el Arq. Federico Arias, Daniel Boh, Director del Museo MGA,
la Ing. Pilar Silva Ortiz, Directora de Gestión Ambiental junto
a los funcionarios del Organismo Provincial para el desarrollo
sostenible (OPDS). La Provincia cuenta con 26 Reservas y 4
Monumentos Naturales; 30 áreas de conservación que reciben
anualmente alrededor de 150 mil visitas guiadas en su conjunto.
Son áreas conformadas
por una amplia variedad de flora y fauna, visitadas por los turistas con
fines de recreación y esparcimiento, constituyen una inagotable fuente
de conocimiento y acervo cultural. Las Áreas Naturales Protegidas (ANP)
constituyen sitios que aseguran el mantenimiento del ecosistema a través
del tiempo respetando los procesos naturales que en él se llevan a cabo.
Una reserva natural es,
entre otras cosas, una muestra del paisaje original donde la totalidad
de los procesos naturales se mantienen en funcionamiento y como el caso
de Pehuén Co Monte Hermoso un espacio del territorio donde encontramos
rasgos de nuestra historia. Mas imágenes e información en
www.museodemiramar.com.ar
Descubren cráneos de pingüinos
gigantes del Eoceno en la Antártica.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 90. Agosto de 2013.
Durante el Eoceno, hubo
pingüinos gigantes en la Antártida, que podían superar hasta los dos
metros de altura. Este hallazgo realizado por científicos del CONICET
permitió revelar que sus picos eran muy alargados y que se alimentaban
principalmente de peces.
La paleontóloga del Museo de La Plata y del CONICET Carolina Acosta
Hospitaleche comentó a la Agencia CTyS que “este hallazgo de tres
cráneos es importantísimo, porque nunca se había encontrado materiales
como estos en la Antártida”.
Este material fue encontrado en la Península Antártica, cerca de la base
Marambio, durante las campañas de verano 2012 y 2013 que realizaron
investigadores del CONICET.
“No se conocía en detalle la anatomía craneal de los pingüinos
antárticos del Eoceno y, a partir de estos fósiles, podemos interpretar
incluso sus hábitos alimentarios”, aseguró la doctora Acosta
Hospitaleche, partícipe de las expediciones y autora del estudio que
será publicado en la revista científica Polish Polar Research.
Los cráneos representan
una de las partes más frágiles en el esqueleto de los pingüinos, por lo
que es raro que se preserven durante millones de años. “Es sorprendente
que se hallaran tres, en dos campañas sucesivas, y en buen estado de
conservación”, valoró la especialista.
Si bien a
estos nuevos fósiles les falta el pico, es posible estimar que
eran largos y delgados. “Hay parámetros morfológicos como las
crestas del cráneo donde se inserta la musculatura de la
mandíbula y del cuello, como así también ciertos procesos óseos
de la base del cráneo llamadas alas parasphenoidales, que
sugieren que se trataba de pingüinos robustos, con músculos muy
desarrollados en la parte posterior de la cabeza y en el cuello,
y que además tenían picos prolongados, una característica que se
relaciona con una dieta basada en el consumo de peces”, detalló
la investigadora.
Según revela este
estudio, los crustáceos no habrían sido el ítem predilecto de su dieta,
de acuerdo a la configuración de las cavidades donde se aloja la
glándula que excreta el exceso de sal consumida.
El tener tres
ejemplares, a su vez, permite compararlos entre sí y reconocer el grado
de evolución que habían alcanzado estas aves hace 35 millones de años.
Así también, permite identificar las adaptaciones que aún no se habían
desarrollado y debieron surgir con posterioridad.
Los tres cráneos
estudiados por la doctora Acosta Hospitaleche brindan información que no
había estado disponible hasta ahora. “Tienen ciertas características en
común entre sí, pero la comparación en detalle de sus estructuras
craneales permite entender que se trata de al menos dos especies
distintas”, agregó la especialista a la Agencia CTyS.
Encuentran fósiles de mamíferos
notoungulados en Tucumán.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 90. Agosto de 2013.
Investigadores de
Ciencias Naturales siguen las huellas de los notoungulados, mamíferos
placentarios que aparecieron inmediatamente después de la extinción de
los dinosaurios. Hallazgos en los Valles y en cercanías al Dique el
Cadillal.
Los reyes de la
tierra fueron por millones de años los dinosaurios, esos animales de
gran porte muchas veces representados en la cultura popular con
magníficas historias. Sin embargo poco después de su extinción, hace 65
millones de años, tomaron el reinado los mamíferos placentarios y dentro
de estos los notoungulados.
Son animales que
evolucionaron en completo aislamiento del resto del mundo durante gran
parte de su historia, época en la que América del Sur era un continente
isla. Se calcula que se extinguieron hace 8500 años.
Un grupo de
investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) e Instituto
Miguel Lillo de la UNT pertenecientes a la cátedra de Paleontología
encontraron fósiles de un grupo de notoungulados llamados paquirrukinos,
los cuales son chicos y similares a conejos. Estos registros se
encontraron en diferentes puntos de la zona de los Valles y en las
cercanías del Dique el Cadillal.
En tanto que,
en el sur de la Provincia cerca del límite con Santiago del
Estero, en los Valles y en el Noreste encontraron restos de otro
grupo (los toxodontidos) que son más grandes y similares a
hipopótamos y rinocerontes.
Daniel García López,
paleontólogo de la FCN, señaló que junto a otros investigadores
de la Facultad realizan viajes periódicos por el Noroeste
Argentino en busca de fósiles.
Los registros más
recientes de los notoungulados se encuentran en convivencia con el
hombre, que en muchos casos se alimentaban de ellos. Son considerados
uno de los grupos más enigmáticos, que a pesar de ser muy diversos y
tener gran cantidad de registro fósil, sus relaciones con otros grupos
de mamíferos no pueden ser establecidas con claridad.
El investigador sostuvo
que los notoungulados representan un excelente ejemplo de evolución en
aislamiento de un linaje antiguo y de existencia prolongada en el tiempo
geológico. “Por esto el grupo es famoso y es estudiado por científicos
de todo el mundo, no solo argentinos. Su estudio nos permite comprender
mejor los mecanismos generales que llevan a la evolución de todos los
mamíferos, dándonos a largo plazo nuevas vías para tratar de entender
nuestro origen como grupo de vertebrados”, detalló García López.
Otro rasgo
distintivo de los notoungulados que el investigador consideró
fundamental es su convergencia con animales actuales, de los que
están alejados filogenéticamente.
“Hay grupos que
se parecen a animales actuales pequeños como roedores o conejos
y otros de gran porte que se parecen a lo que conocemos hoy como
caballos, rinocerontes o hipopótamos”, detalló.
Finalmente, el
investigador destacó que “la importancia del registro yace en que se
pueden relacionar (en términos de edad), los yacimientos del Noroeste
Argentino con los del resto del país (particularmente la Costa Atlántica
y la Patagonia). Esto sirve para tener una idea más integradora del
pasado geológico de Argentina, lo cual tiene diferentes utilidades en
investigación”, concluyó.
Se denomina ungulados a
los mamíferos placentarios que tienen pezuñas, es decir, cascos en sus
dedos. El nombre notoungulados (Notoungulata en Latín) significa
etimológicamente “ungulados sureños” o “ungulados del sur”
En
la década de 1830, el naturalista Charles Darwin, recolectó material de
notoungulados cuando estuvo en Argentina, material que envió a
Inglaterra y que terminaría siendo estudiado por Richard Owen, un famoso
anatomista del Siglo XIX. La Gaceta.
Investigador de la UNNE participa de hallazgo paleontológico.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 90. Agosto de 2013.
Se publicó en una de
las principales revistas de Paleontología la primera evidencia de
depredación de un Gliptodonte en América del Sur, hallazgo del que
participó el doctor Alfredo Zurita, docente e investigador del Centro de
Ecología Aplicada del Litoral (UNNE-CONICET), en colaboración con otras
universidades y centros científicos.
En un artículo
publicadoen la revistaPaleontologíaElectronica, el 23 de mayo de
2013,un equipode
científicos dirigido porMartín de losReyes, delaFacultadde Ciencias
NaturalesyMuseo de
La Plata,descubrieron
un espécimengliptodontede finales delPliocenodela regiónpampeanadeArgentina. Esta es laprimeragliptodontemostrandosignos dedepredación por parte de
América delSur
(variosson conocidos
de América del Norte, en su mayoría asociados aarqueológica, es decir,
humano, sitios), yes
delas primeras etapas dela GranIntercambio Americano,
cuando muchos de losgrandes
depredadoresmarsupialesquehabían dominadoanteriormentefaunasde Américadel Surhabían desaparecido, pero
antes dela llegada de
los grupos decarnívorosplacentarios, como los gatos,
los perros y los ososque
dominanfaunas
modernas.
Los gliptodontes, hoy
extintos, fueron grandes mamíferos que vivieron hace millones de años y
se extinguieron hace apenas unos diez mil años atrás.
Fueron uno de
los herbívoros cenozoicos más llamativos de Sudamérica, dado su
gran tamaño y aspecto totalmente acorazado (similar a los
armadillos actuales).
Si bien son
muchos los registros fósiles existentes de estos animales, cada
hallazgo puede aportar nuevos datos sobre su presencia hace
millones de años, como distribución geográfica, tamaños, formas
de alimentación, entre otros aspectos de relevancia para la
Paleontología.
Justamente eso fue lo
que se logró con el hallazgo de un gliptodonte de aproximadamente tres
millones de años, y que tenía la particularidad de presentar una serie
de marcas raras en su esqueleto, que finalmente pudieron comprobarse que
eran mordidas de animales carnívoros.
Este logró resultó ser
la primera evidencia de depredación de un gliptodonte en América del
Sur, y fue recientemente publicado en la Revista “Paleontología
Electrónica” una revista científica de alto prestigio en el ámbito de la
Paleontología.
“Hasta la actualidad no
existían antecedentes de mordidas de animales carnívoros en gliptodontes
en América del Sur, se trata de un descubrimiento de relevancia para la
disciplina y que además aporta al conocimiento de ese tiempo del
Plioceno, en la era geológica Cenozoica” explicó el doctor Alfredo
Zurita, participante de la investigación que integraron además
investigadores de otras universidades y unidades ejecutoras del CONICET.
Zurita, investigador en
Paleontología de Vertebrados del CECOAL y docente de la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, indicó que el
hallazgo reviste importancia pues hace tres millones de años, de cuando
data el gliptodonte encontrado, comienzan los procesos migratorios de
carnívoros de América del Norte hacia América del Sur, utilizando
América Central como vía de ingreso.
Uno delos huesosextraídos,
una vértebratieneuna mordedura-marca
distintiva, que de los Reyeset al. interpretancomola denticióndeChapalmalania altifrontis, un gran
miembro de lafamiliadel mapacheconocido
por haberestado presente enla zona en elmomento
en quevivía elgliptodonte.
Mientras Chapalmalania
altifrontistenía una(músculode apoyo)cresta sagitaly el
hocicocorto
similar ala de unosooHiena, es poco
probable que hayanpodidoprecederactivamente
elgliptodonte
mucho más grande, lo que lleva de los
Reyesetal.Sugerir, queesto,
erael resultadodela actividadde barrido (carroñero)en lugar dela
depredación.
Sobre la investigación,
detalló que los restos del gliptodonte fueron encontrados en la zona de
Olavarría, Buenos Aires, con marcas no comunes en relación a los
anteriores restos fósiles de este animal. Por ello, tras ser convocado
para analizar el ejemplar hallado, Zurita se contactó con otros
investigadores, y con un especialista de la Colección Paleontológica de
La Plata para investigar si las marcas podrían coincidir con mordidas de
carnívoros que vivieron hace cinco y tres millones de años.
Así, se pudieron
identificar coincidencias de las marcas con la dentición del carnívoro
Chapalmalania (Mammalia, Procyonidae), y se estimaron las posibles
causas de la muerte y la actividad de depredación sobre el gliptodonte.
Entre algunas
conclusiones, las pruebas encontradas sugieren que el caparazón del
gliptodonte estuvo cubierto por una lámina de agua poco profunda, por lo
que pudo haber muerto en un canal de agua abandonado como un arroyo, y
el animal que lo depredó lo hizo tras la muerte, lo que valida que murió
por otra causa.
El paleontólogo de la
UNNE sostuvo que los resultados de la investigación servirán además para
continuar otros estudios sobre ese lapso de tiempo geológico, así como
de este tipo de herbívoro tan particulares como fueron los gliptodontes.
“El
reconocimiento como la primera evidencia de depredación de un
gliptodonte en América del Sur y reafirma el nivel de las
investigaciones paleontológicas que se hacen en la UNNE, con activa
participación en estudios nacionales e internacionales” finalizó el
doctor Zurita. Fuente: UNNE.
Recuperan la mandíbula inferior
de un Stegomastodonte en Termas de Rió Hondo.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 90. Agosto de 2013.
Será depositado en el
Museo Paleoantropologico Rincón de Atacama. Su director, Sebastián
Sabater, y del Museo de Miramar, Buenos Aires, Mariano Magnussen, constataron el descubrimiento
Cuando se efectuaban
trabajos de recolección en zonas de áridos próximos al río Dulce, a 15
kilómetros de Las Termas, se halló la mandíbula de un mastodonte que
será exhibido en el Museo Paleoantropológico Rincón de Atacama y se
sumará a la vasta colección de fósiles.
Así lo reveló al diario
EL LIBERAL, el director del Museo, Sebastián Sabater, quien junto con
Mariano Magnussen, investigador del Museo Municipal Punta Hermengo de
Miramar, Buenos Aires, constató la presencia del fósil.
Pobladores que separan
el ripio nos informaron sobre algunos huesos que encontraron, fuimos
hasta el lugar y lo restauramos. Es un ejemplar bien conservado. No deja
de ser una pieza importante que la exhibiremos en el museo’, contó
Sabater. Según el investigador, los mastodontes ‘eran animales similares
a un elefante actual’.
‘Tienen una
edad estimada entre 10 a 12.000 años y como máximo puede llegar
a tener 2.000.000 de años, antigüedad asignada a estos
ejemplares.
Es importante
el hallazgo porque es raro encontrar este tipo de piezas de
ejemplar y hallarlo en el departamento Río Hondo y significa que
el mundo natural y la cultura de nuestra ciudad se puede
proyectar hacia el turismo y al circuito educativo de nuestras
escuelas y pertenece al departamento Río Hondo’, explicó Sabater.
Continuó: ‘El
año pasado se halló un cráneo de mastodonte y se destruyó por el
mal manejo del traslado. Generalmente estos fósiles no aparecen
a nivel país.
Es común observar restos aislados pero ojalá se pudiera encontrar un
esqueleto completo. En este caso sostengo que el animal murió en el
lugar porque está completo el maxilar’.
Sabater dijo además que
hace un año, investigadores de la Universidad de Corrientes estudian
troncos petrificados del museo local. ‘Están analizando los cortes
petrográficos del material de paleobotánica. Los estudios son para saber
su antigüedad, y a qué tipo de plantas corresponde. El 24 de julio nos
visitaron 60 alumnos de la Universidad de Corrientes para observar el
material y quedaron impresionados’, destacó.
‘Me trajeron una lámina
con la imagen de los cortes petrográficos del material de Las Termas y
me donaron 54 libros para la biblioteca sobre geología, hidrología
subterránea. Querían ver el lugar donde se halla el material, la parte
geológica del sitio. Es un privilegio que investigadores y de una
Universidad como la de Corrientes hayan podido venir a Las Termas para
investigar, clasificar y datar estos materiales’, concluyó.
Que es un Mastodonte?
Era un megamamifero que
emigro desde el norte en "El gran cambio biótico Americano", encontrando
en América del sur un nuevo lugar para expandirse. Fue un Proboscideo
(que posee trompa) al igual que el extinto Mamut y el actual elefante.
Era herbívoro y
llegaron a tener una masa corporal de 4 toneladas. Si bien los
paleontólogos no pudieron hallar esqueletos completos, señalan que tenia
mas de 3 metros de alto. Habitaron lugares abiertos y pantanosos, donde
sus huesos se iban incorporando al sedimento a medida que morían.
Los hallazgos de restos
fósiles de antiguos elefantes son algo escasos. Se han protagonizado
descubrimientos muy notables, como los realizados por Carlos Ameghino en
1913 y luego Kraglievich y compañía en 1928. Hace unos años atrás, se
recato un cráneo muy completo en el patio de una vivienda en la
localidad de Moreno.
Stegomastodon es un género diferenciado en América del Norte, posiblemente
desde el Plioceno temprano, que se extiende en ese subcontinente
hasta el Pleistoceno temprano-medio.
A nivel
sudamericano, las revisiones llevadas sostienen la existencia de
dos especies en este género: S. platensis y S. waringi.
La primera se
reconoce por sus 'defensas rectas', que en su porción más
anterior se curvan ligeramente y presentan esmalte; mientras que
en la segunda se observa la ausencia de esmalte.
La distribución de
S. platensis es más austral que la de S. waringi, y alcanza
al Uruguay, Paraguay, Brasil y gran parte de Argentina, donde tiene un
biocrón que se extiende desde el Ensenadense hasta el Lujanense
(Pleistoceno temprano-Pleistoceno tardío-Holoceno) .
En la Argentina, sus
restos han sido exhumados en la Provincia de Buenos Aires (donde se
halla su límite más austral, a los 37°S), y en las provincias de Entre
Ríos, Córdoba, Santa Fe y Corrientes.
Se ha inferido para
este taxón una marcada preferencia por climas de tipo templado cálido y
hábitats de zonas abiertas o sabanas arboladas.
Estos taxones
habrían estado adaptados principalmente a ambientes templado
cálidos de altura, alimentándose de especies vegetales
arbustivas.
Los restos de
mastodontes hallados en América del Sur pertenecen a dos tipos
diferentes, que los paleontólogos incluyen en los géneros
Cuvieronius (dedicado al naturalista francés George Cuvier,
el primero en describir un mastodonte) y Stegomastodon
(mastodonte con defensas).
Hasta ahora, el género
Stegomastodon era conocido en la Argentina por una única especie:
Stegomastodon platensis. La otra especie, que se había
descubierto en Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y, posiblemente,
Colombia, es Stegomastodon waringi, en homenaje a un investigador
de apellido Waring, que descubrió restos de este mastodonte en Brasil.
A esta última especie
pertenece la rama mandibular hallada en el lecho oceánico de Argentina.
presentada por los paleontólogos Cione y Eduardo Tonni del Museo de La
Plata y Alejandro Dondas del Museo de Ciencias Naturales de Mar del
Plata, presentaron los restos mas australes atribuidos a
Stegomastodon waringi, encontrados en el fondo marino y recuperada
por una red de arrastre de un buque pesquero. Gp.
Visita al Museo de Ciencias
Naturales de la Universidad Nacional de Salta - M.C.N.S.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 88. Agosto de 2013.
La sigla M.C.N.S.
ha sido otorgada por la International Association for Plant Taxonomy.
El Museo está ubicado en el Parque San Martín y comenzó a funcionar
como tal a mediados del siglo XX, como dependencia de la Universidad
Nacional de Tucumán. En la década de 1970, al crearse la Universidad
Nacional de Salta, el Museo de Ciencias Naturales fue el núcleo
institucional a partir del cual fue consolidándose la Facultad de
Ciencias Naturales.
Actualmente se desarrollan en él diversas tareas en el
enriquecimiento y mantenimiento de las colecciones, investigación,
diseño y organización de las exposiciones y el dictado de cursos de
extensión para educadores y público en general.
En sus sieter salas
alberga colecciones de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces,
piezas arqueológicas y un herbario con más de 20.000 ejemplares. Una
parte de estas colecciones se encuentra especialmente preparada para las
exposiciones públicas y otra parte, se encuentra organizada para la
consulta de investigadores y especialistas.
El Herbario del
Museo fue fundado en 1973 y se encuentra ubicado en la planta
baja del edificio de Biología de la Facultad de Ciencias
Naturales (en la Sede de la Universidad en Campo Castañares).
Posee unos 30.000 ejemplares, casi todos de la provincia de
Salta. Está especializado en las plantas vasculares (helechos y
sus allegados, coníferas y afines, y las plantas superiores con
verdaderas flores).
Alberga la más importante colección del país de plantas
provenientes del Valle de Lerma, con la cual se realizan los
estudios de la flora de este valle, cuyos resultados se están
publicando en la revista Aportes Botánicos de Salta.
Además sus colecciones
disecadas de aves, reptiles, mamíferos e insectos autóctonos, entre
otras muestras, a casi tres generaciones de salteños interesados en
descubrir las peculiaridades de la fauna del vasto territorio
provincial, donde la diversidad es la característica esencial.
Actualmente el
establecimiento cuenta con salas donde se exhiben muestras de las
diferentes ecorregiones: puna, yungas, chaco seco y chaco húmedo,
decoradas con sus especies autóctonas y ambientadas en escenografías que
recrean los climas de cada una. Además tiene tres laboratorios en donde
se estudian insectos, anfibios y peces y cuenta también con un aula
destinada a charlas educativas; un salón de dibujo; diversas salas para
preservar colecciones que no se exponen y un cuarto de preparado de
materiales.
Las colecciones del
Museo de Ciencias Naturales están disponibles para su consulta, a todo
investigador que lo requiera. El Museo organiza distintas actividades
con instituciones educativas de la provincia, como la confección de
talleres de preservación de la fauna la flora y conocimiento de la
historia natural de la región a través de distintos materiales
audiovisuales o gráficos.
Anualmente se rediseñan
folletos explicativos de diversos temas referidos a la historia natural
para entregar al público visitante.
Salas Permanentes:
- Dioramas de
ecoregiones del noroeste (Chaco húmedo y árido, Yungas, Puna) - Aves del noroeste
- Insectos - Geología del noroeste
- Mineralogía -PaleontologiaTemporarias
-Muestras
didácticas referidas a las ciencias naturales.
Hace cincuenta años, el
profesor Amadeo Rodolfo Sirolli fue designado por segunda vez director
del Museo de Ciencias Naturales de Salta. Esta resolución fue adoptada
el 11 de junio de 1961 por el decano de la Facultad de Ciencias
Naturales, Dr. Branimin Males.
De esta forma, Sirolli
regresaba al viejo museo después de diez años de ausencia.
Hasta 1951 había
participado activamente en su reestructuración hasta lograr que el
Gobierno de Salta, primero, y la Universidad Nacional de Tucumán,
después (1952), le reconocieran a la institución categoría científica y
universitaria. El mérito del profesor Sirolli fue entonces lograr que el
primitivo Museo Provincial de Fomento se transformara, luego de 30 años,
en un estamento universitario.
Un poco de historia
Los primeros
antecedentes del actual Museo de Ciencias Naturales de la Unsa se
remontan al 16 de julio de 1881, cuando el Gobierno de Salta, mediante
decreto N§ 71, crea el Museo de Historia Natural, tomando como base los
minerales que guardaba el Departamento de Hacienda de la Provincia. Su
primer director fue el profesor Ignacio Ortiz, docente de Historia
Natural del Colegio Nacional.
Años después,
sobre ese antecedente, el gobierno de Robustiano Patrón Costas
creó por decreto N§ 478/15, el Museo Provincial de Fomento, que
al principio estuvo a cargo de la Sociedad Unión Salteña.
Posteriormente, la dirección le fue confiada a don Cristian
Nelson, quien durante años trabajó en la recopilación de
antecedentes estadísticos y materiales de exhibición. A su
muerte, lo reemplazó don Rogelio Diez, quien falleció en 1949.
En su lugar, el Gobierno provincial designó al profesor Rodolfo
Amadeo Sirolli, quien de inmediato introdujo una serie de
reformas. El nuevo ordenamiento permitió que el viejo museo
pronto tomara notoriedad. Dentro de su ámbito, Sirolli creó la
Escuela de Taxidermia y Esqueletología.
Las labores docentes y
prácticas estuvieron a cargo del agrónomo y entomólogo Telmo Morales,
del técnico Bernardo Schain y del pintor José Ernesto Montellano Tedín.
“Fue una experiencia inolvidable”, decía don Amadeo cuando recordaba los
primeros pasos de la “escuelita”.
En poco tiempo, el
establecimiento despertó gran interés, tanto que a principio de 1950 se
inscribieron los primeros alumnos. Entre ellos, el médico Santiago Arias
y el veterinario Pedro Romagnoli, quienes se diplomaron de
taxidermistas. También hubo bachilleres, maestros y hasta un químico
farmacéutico.
Posteriormente se
sumaron al cuerpo docente el ornitólogo Juan Gunnar y el taxidermista
Francisco Contino, quienes hicieron importantes aportes para modernizar
el establecimiento. A ellos se deben las primeras colecciones
embalsamadas que se exhibieron en nuestra ciudad, y que pronto fueron
motivo de orgullo, tanto para la entidad como para la provincia.
En julio de 1950 el
Museo fue elegido por la Universidad Nacional de Tucumán para que
auspiciara la primera conferencia organizada por el Instituto de
Antropología de esa casa. En la oportunidad disertaron el antropólogo
Branimiro Males y la profesora Graciela Nieto, que se refirió a la
“Cultura indígena del noroeste argentino”.
El 30 abril de
1951, Amadeo Sirolli logró que el gobernador Carlos Xamena
suscribiera el decreto N§ 6.466, mediante el cual Taxidermia y
Esqueletología se transformó en la Escuela Superior de Ciencias
Naturales, dependiendo siempre del Museo. Ambos institutos
quedaron bajo la dirección de Sirolli y al año siguiente, el 16
de diciembre de 1952, la provincia transfirió a la Universidad
de Tucumán, la Escuela Superior que por ese acto pasó a ser la
Facultad de Ciencias Naturales.
El convenio fue
suscripto por el gobernador de Salta, Dr. Ricardo Durand, y el rector de
la Universidad de Tucumán, Dr. Carlos Aguilar. Como delegado interventor
de la flamante casa salteña, fue designado el Dr. Víctor E. Elías. En
esa instancia, el Museo pasó a depender de la Facultad recientemente
creada.
La última gestión de
Rodolfo Amadeo Sirolli en esta etapa fue lograr que la provincia donara
un predio para el edificio de la nueva casa de estudios. Esto fue el 30
de abril de 1953, día en que el gobernador Durand donó a la UNT una
fracción del parque San Martín. El edificio no se concretó, y en su
segundo mandato (1963-1966) el Dr. Durand cedió ese mismo predio para
otro fin: la construcción de cuatro edificios de propiedad horizontal.
Dirección y Contacto:
Mendoza 2
TEL: (0387) 431-8086
www.unsa.edu.ar/natura/web/
museo@unsa.edu.ar
Restauran una coraza de Gliptodonte en el Museo
Punta Hermengo.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 88. Agosto de 2013.
El Museo Municipal de
Miramar dio a conocer entre sus trabajos de preservación y comunicación
del patrimonio natural de la región, la restauración y puesta en valor
de un gigante armadillo prehistórico, de unos 700 mil años.
Personal del Museo
Municipal Punta Hermengo, dependiente de la Secretaria de Turismo y
Cultura de la Municipalidad de General Alvarado, dio a conocer una de
las nuevas modificaciones que se están llevando adelante en su
exhibición de paleontología local, que compara los personajes de la
película de La Era de Hielo con las criaturas que alguna vez transitaron
la región.
Se trata en una
puesta en valor de un gran caparazón de Gliptodonte (Glyptodon
munizi), extraído en 1993 en los barrancos del bosque
del Vivero Florentino Ameghino. El fósil, en su mayor parte
completo, fue restaurado y procesado químicamente para su
preservación, y se completo aquellas partes faltantes. “Se
realizo un molde de un fragmento de la coraza, y se lo reprodujo
unas 50 veces. De esta forma,
se logro llevar a la coraza a su tamaño original – argumento –
Mariano Magnussen. Por su lado,
Daniel Boh, museólogo y encargado de la institución miramarense,
destaco; “Estos animales estaban representados por unas 65
especies de distintas formas y tamaños.
El que tenemos exhibido
y restaurado en el museo es uno de los representantes mas grandes que se
conocen. En vida tenia 1,5 metros de altura por 3,5 de largo. Los
gliptodonte fueron grandes mamíferos herbívoros que habitaron nuestra
zona en los últimos 4 millones de años, aunque los hay mas antiguos. En
Miramar y alrededores se han recuperado varios ejemplares y restos
aislados. En una vitrina lateral, se pueden observar cráneos, fragmentos
de coraza, huesos largos y colas de estos animales.
El museo miramarense
preserva otras tres corazas muy completas y restos de estos gigantes,
que esperan su turno y lugar para ser exhibidos. El Dr Alfredo Zurita,
paleontólogo y uno de los expertos mundiales en Gliptodontitos, visito
el museo Punta Hermengo y destaco la importancia de la coraza de
Glyptodon munizi, y advirtió de que se trataba de uno de los
pocos que se conservan en el mundo, no solo por el estado de
conservación, sino también por lo raro de la especie.
En los próximos días,
se le incorporara una silueta a tamaño real del cráneo y de la cola
acorazada, lo que permitirá al visitante tener una clara idea de lo
enorme que fue este Gliptodonte en vida, el cual llego a pesar más de
una tonelada.
Los Gliptodontes.
Los Glyptodontes, es
tal vez la familia extinguida mas popular de todos los mamíferos
fósiles, cuyo nombre significa "diente tallado" (alude a la compleja
forma de sus dientes). La característica principal de este grupo es su
coraza, la cual no poseía bandas móviles como los armadillos actuales,
lo que limitaba sus movimientos, formadas por placas óseas circulares e
irregulares que embonaban como un mosaico.
Patas cortas y
robustas. Su origen se remonta al Eoceno, hace 45 millones de años, pero
recién al final del Plioceno y durante todo el Pleistoceno tuvieron una
gran diversidad, formas y tamaños. Al parecer no se alimentaban de
hormigas como sus parientes modernos, sino de pastos y otras plantas
duras. Se conocen alrededor de 30 especies de "Glyptodontidos", los
cuales presentan tres formas fundamentales, que se explican en la
presente guía paleontológica.
Dentro de la
numerosa y popular familia de Glyptodontidos, fue una de las
especies mas comunes dentro del territorio bonaerense por la
abundancia de restos fósiles.
Su existencia
fue comunicada por primera vez por Sir Owen en un trabajo
científico en 1838. Glyptodon tenia 3,5 metros de
largo y 1,4 de alto. Su cráneo estaba protegido por una coraza
cefálica. Su coraza ósea no tenia anillos móviles, cuya
características es propia de esta familia de mamíferos
desaparecidos.
El tamaño de este
caparazón es de unos 2,5 metros de largo por 2 metros de ancho, cuyas
placas engrosadas entre si varían de 1 a 7 centímetros de diámetro, las
cuales son fáciles de identificar por su forma de "flor". Su cola
carecía del anquilosamiento de los anillos terminales en forma de tubo
descriptos en los otros géneros. Esta se encuentra formada por una serie
de anillos móviles de diámetro decreciente, conformada por unos siete
anillos con placas de forma relativamente grotesca y en punta. Sus patas
son cortas y robustas. Gran parte de la columna y de la pelvis se
encuentran soldadas a la coraza ósea. Su masa estimada es de 1,5
toneladas.
Su alimentación estaba
compuesta principalmente por el pastoreo de hierbas bajas de zonas
abiertas. Algunos trabajos publicados recientemente en Francia por un
grupo de prestigiosos Paleontólogos Argentinos, demuestra que es
probable que varias especies de Glyptodontes se pudieran parar sobre sus
patas traseras y apoyarse sobre sus grotescas colas, formando una
especie de trípode, para mantener elevado su enorme y macizo cuerpo. Su
extinción ocurrió hace unos 10 mil años.
Entre los
Glyptodontidae, es el género que posee la mayor extensión latitudinal,
que va desde el sur de Argentina hasta Venezuela. Su presencia en
Centroamérica, especialmente México, es dudosa y requiere alguna
revisión. De acuerdo a este taxón se habría desarrollado en ambientes
abiertos de pastizales y estepas. De igual modo, recientes estudios del
aparato hioideo de Glyptodon sugirieron una dieta
principalmente pastadora, que apoya la hipótesis precedente. Fuente: MPH
Tuarangisaurus cabazai, un nuevo
reptil marino en el MACN.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 88. Agosto de 2013.
Un grácil reptil marino
mesozoico de 80 millones de años inauguró un nuevo sector de la sala de
Paleontología del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), con una
fiel reconstrucción de su esqueleto original, que se halla en Lamarque.
“De lo que se muestra
acá, no se había descubierto nada en Argentina y América del Sur, y me
animo a decir que en todo el Hemisferio Sur, hasta que empezó este
proyecto hace 40 años”, afirmó en diálogo con Télam Zulma Gasparini,
especialista de reptiles marinos en el Museo de Ciencias Naturales de La
Plata.
El hallazgo inédito implicó preparar “gran parte del original en el
Museo de La Plata, y a viajar a Europa, donde se habían encontrado
siglos atrás algunos animales parecidos, con los que se hizo un trabajo
de anatomía comparada para ver las características de los especímenes
del Hemisferio Norte respecto a los que descubríamos en nuestra
Patagonia”.
“Lo más
grave es que nosotros nos teníamos que formar, porque no había
escuela ni antecedentes de los animales”, rememoró.
Para los hallazgos, “hemos trabajado con geólogos y, siempre,
con la gente que vive en el lugar, porque no hay quien conozca
más que el poblador, el que lleva y trae ovejas, el que está
todo el día en el campo e intercambia ese conocimiento del
terreno de generación en generación”.
Gasparini habló de la
intención de los investigadores de transferir el conocimiento científico
“con charlas en los colegios, las radios y televisiones locales, de modo
de que la gente valore lo que tiene, sepa que es suyo y lo cuide”.
“Uno, como cualquier científico, está haciendo docencia en muchas áreas:
formando nuevos científicos y transfiriendo conocimientos a toda una
población, a veces un humilde pueblito que tiene la `llave` por estar
asentado en un yacimiento riquísimo”, enfatizó.
El espécimen es el primer plesiosauro -reptil que habitó los mares desde
fines del Triásico- que el MACN exhibe en su historia. De unos tres
metros de largo, el espécimen fue bautizado “” en homenaje a Héctor
Cabaza, director del Museo de Ciencias Naturales de Lamarque, Río Negro,
quien lo halló guiado por pobladores rionegrinos.
Cuesta hoy imaginarse
un sur patagónico cálido, como lo fue en el pasado remoto: “Hace unos 80
millones de años, el Océano Atlántico había invadido buena parte de
Patagonia, transformándola en un archipiélago en el que vivían los
dinosaurios en tierra y los plesiosauros en mares, los malos de la
película”, relató Gasparini.
“Se sabe por estudios geológicos y de polen que había temperaturas altas
y clima húmedo, de manera que el paisaje era casi tropical, como pensar
en el Caribe en nuestra Patagonia que, después de mucha historia, se
transformó en el desierto que hoy tenemos”, refirió.
Zulma
Brandoni de Gasparini es especialista de reptiles marinos en la
división Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias
Naturales de La Plata, donde trabaja junto a Marta Fernández,
ambas doctoras del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas-Conicet. “Este proyecto tiene 40 años, en
los que fuimos sumando becarios, investigadores, tesistas, y hoy
está en manos de Marta Fernández porque se va pasando la posta
de unos a otros, con una satisfacción muy grande porque sumamos
prácticamente cuatro generaciones de investigadores”, contó
Gasparini.
En la imponente sala de
Paleontología del Museo -en la Avenida Angel Gallardo al 500, en Parque
Centenario- el nuevo sector está dedicado a los “Monstruos de los mares
prehistóricos de la Argentina”, con una instalación inspirada en las
aguas patagónicas de hace 150 millones de años.
Ictiosaurios parecidos
a peces lagartos; mosasaurios de larga aleta caudal; talatosuquios con
forma de cocodrilos: se exponen en réplicas de la laja en la que fueron
hallados incrustados, o con las reconstrucciones de sus esqueletos,
tomando vida en un video que reproduce en una pantalla el prehistórico
mundo submarino.
Entre esos especímenes está la réplica del flamante “Tuarangisaurus
cabazai”, cuya reconstrucción y montaje fue realizado por el técnico en
paleontología Marcelo Isasi y el artista Jorge Blanco, con la dirección
científica del paleontólogo Fernando Novas.
En la jornada, coincidente con el 201 aniversario de la creación del
MACN, recibió una distinción a la trayectoria científica el químico,
biólogo y entomólogo Axel Bachmann, nacido en 1927, investigador del
Conicet, formador de generaciones de taxónomos y que continúa
concurriendo una vez por semana al Museo.
En un acto del que
participaron el director del MACN, Pablo Tubaro, y el vicepresidente del
Conicet, Santiago Sacerdote, también fueron distinguidos con un diploma
y un presupuesto para sus respectivos laboratorios los becarios Laura
Cruz, Ignacio Chiessa, Marcos Arcoli, María Panebianco y Cáceres Sáenz.
Una nueva especie de cocodrilo marino Cricosaurusdel Jurásico de Argentina.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 86. Mayo de 2013.
El último número de
Palaeontology (56/3,
mayo 2013) publica la descripción de
una nueva especie del cocodrilo marino
Cricosaurus
del Jurásico Superior de Patagonia.
El trabajo está
firmado por tres paleontólogas de la División Paleontología Vertebrados
del Museo de La Plata (La Plata, Argentina): Yanina Herrera, Zulma
Gasparini y Marta Fernández.
La nueva
especie procede de la cantera El Ministerio, en el área de
Los Catutos (departamento Zapala, provincia de Neuquén,
Argentina), y ha sido bautizada como Cricosaurus lithographicus
HERRERA, GASPARINI et FERNÁNDEZ 2013. El nombre lithographicus hace
referencia a las calizas litográficas en las que se encontró,
pertenecientes al Miembro Los Catutos de la Formación
Vaca Muerta (Jurásico Superior,
Titoniense).
De este nueva
especie se conservan un cráneo completo
con las mandíbulasarticuladas,
14 vértebras (dorsales, sacras y caudales), y restos de las cinturas
pectoral y pélvica y de las extremidades anterior y posterior derechas
incompletas. Los fósiles se conservan en el Museo Provincial de Ciencias
Naturales “Prof. Dr. Juan A. Olsacher” de Zapala, con la sigla MOZ-PV
5787.
En un primer trabajo
se asignó a otro género de cocodrilo marino llamado Geosaurus
(Geosaurus sp.,
Gasparini et al., 1995),
pero el estudio detallado confirma que es una nueva especie de Cricosaurus.
Hallan fósiles de oso prehistórico cerca de
Buenos Aires.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 86. Mayo de 2013.
Los restos fósiles de
un oso prehistórico fueron descubiertos en las afueras de Buenos Aires,
informó la Dirección de Paleontología de Marcos Paz, localidad ubicada a
40 kilómetros de la capital Argentina.
"Se trata del 'oso de
las pampas', también conocido como Arctotherium. Fue descubierto
en una cantera ubicada en la localidad de Los Pozos, en cercanías del
río Matanza", informó el organismo a través de un comunicado.
"El descubrimiento fue
realizado por un empleado de la empresa Nicolás Vignogna, que mientras
supervisaba la descarga de tierra destinada a la construcción de un
estacionamiento, vio asomando de entre la tosca (piedra) algo que
inmediatamente, a causa de su tamaño, identificó como perteneciente a un
animal prehistórico", agregó el texto del organismo.
El hombre
consultó al equipo de paleontólogos que desde hace más de dos
años trabaja en el yacimiento de dónde provenía el fósil,
quienes finalmente lograron identificarlo como perteneciente a
un oso prehistórico.
"Gracias a la
pericia de su descubridor, los investigadores pudieron
determinar el lugar exacto de la cantera de donde se extrajo la
pieza, proveniente de rocas que datan de alrededor de 30.000
años antes del presente", indicó el documento.
"Esta antigüedad se
pudo determinar con exactitud a partir de aplicar la técnica de Carbono
14 (14C) sobre unos pequeños caracoles fósiles llamados litoridina
presentes en la misma capa de donde procedía el fósil", agregó el
reporte.
Leopoldo Soibelzon,
especialista en osos fósiles de la Universidad de La Plata, dijo que
"este no es un dato menor, puesto que convierte a la pieza en uno de los
escasos restos de osos sudamericanos asociados con certeza a una
determinada antigüedad". "Si bien no se puede determinar con exactitud a
qué especie perteneció dicho húmero, sí se pudo apreciar que se trataba
de un integrante de la subfamilia de los tremarctinos u osos de hocico
corto, entre los que además podemos contar a la única especie que
actualmente habita Sudamérica, el oso de anteojos (tremarctos ornatus)",
observó el experto.
El húmero del
oso hallado en Marcos Paz, con unos 50 centímetros de longitud,
"es de menor tamaño que los de sus parientes más antiguos,sin
embargo si lo comparamos con los húmeros de cualquier especie de
oso actual resulta notablemente mayor", señaló Soibelzon.
Por su parte,
David Piazza, sostuvo que "este hallazgo es tan solo una punta
de iceberg. Representa un pequeñísimo porcentaje de los casi
1.000 fósiles recolectados en el último año y que aún están en
proceso de análisis".
"Es necesario
proteger legalmente el yacimiento, porque dada la abundancia de
fósiles, los hallazgos seguirán sorprendiéndonos", agregó Piazza.
Familia recupera el cráneo de un Scelidodon, un
perezoso gigante del Pleistoceno bonaerense.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 86. Mayo de 2013.
En la
localidad de Mar del Sud, más precisamente en el paraje denominado El
Remanso, fue hallado el cráneo fósil de un perezoso gigante. El hallazgo
fue realizado por la familia López, oriundos de Mar del Plata pero que
los fines de semana disfrutan de las solitarios paisajes de la villa
balnearia.
No es
la primera vez que en sus expediciones han encontrado restos fósiles ya
que en varias oportunidades tuvieron la gentileza de avisar y llevar al
Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, el producto de sus hallazgos.
En esta ocasión se trata de un animal denominado Scelidodon,
un gran perezoso pariente lejano de los que hoy aún existen en la selva
misionera pero de un tamaño impresionante ya que tenía en vida unos dos
metros y medio de largo y una tonelada de peso, eran herbívoros con
escasos dientes, grandes garras con uñas que usaban para romper las
ramas de los árboles y arbustos de los que se alimentaba.
Estos animales habitaron en el Período denominado Ensenadense,
al menos para nuestra zona, ya que sus restos han sido hallados
en estos sedimentos cuya antigüedad es de, como mínimo 700.000
años y se tuvo que luchar contra las olas que dificultaban la
extracción del fósil que se hallaba al nivel de la restinga al
borde del mar. Curiosamente y tal como ocurre en nuestras playas
el mismo lugar hoy se encuentra tapado por la arena, lo que nos
demuestra las dificultades que existen para llegar a estos
hallazgos.
Los
perezosos gigantes estaban muy diversificados y adaptados a los diversos
ambientes, ya que se han encontrado en estratos de diferente origen,
tales como pantanos y praderas. También estaban los que hacían grandes
cuevas, denominados Scelidoterios,
cuyos restos son más abundantes y hasta fue hallado en 2005, un ejemplar
en el mismo paraje pero en sedimentos mucho más modernos, lo que
confirma la riqueza natural de nuestra región.
El
cráneo encontrado por la familia López será convenientemente preparado
para ser exhibido en breve en la sala del citado museo de Miramar, junto
a una creciente colección de la fauna prehistórica local. Fuente: MPH
Hallan restos de gliptodonte Neosclerocalyptus en
San Gregorio.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 85. Mayo de 2013.
Fueron hallados restos
de un gliptodonte de unos 8 mil años y entre 250 y 300 kilogramos en el
patio de una casa de la localidad de San Gregorio. El esqueleto del
neosclerocalyptus —como es su nombre científico— pertenece a un antiguo
animal que es antepasado de mulitas y peludos. San Gregorio está a la
vera de la ruta provincial 14 y a 85 kilómetros de Venado Tuerto. Los
fósiles, encontrados de manera fortuita, salieron a la luz mientras se
realizaban obras en el patio de una casa de familia.
Según primeras
estimaciones, el hallazgo tiene una antigüedad de 8 mil años, siendo el
segundo hallado en el área y el tercero en el distrito. Además, por las
características, es el primero que está entero y en buenas condiciones.
Pedro Cocco,
vecino y periodista de San Gregorio, contó que "un grupo de
personas, que trabajaba en el patio de la casa de la familia
Carames, notaron una dureza en el suelo y un sonar de la pala al
intentar excavar, que dejó al descubierto un objeto de unos 80
centímetros de largo por 25 centímetros de ancho de forma
cilíndrica con dibujos similares al caparazón de una tortuga".
"Junto a los restos fósiles, se extrajeron vertebras, contornos
de caparazón y un sinnúmero de huesos no conocidos a unos tres
metros de profundidad. Ya en 1974 se había producido un
acontecimiento similar, por lo que inmediatamente se supuso que
se trataría de un animal prehistórico", explicó Cocco
La excavación.
Tras conocerse la noticia en el pueblo, se decidió llamar al vecino de
Diego de Alvear, Luciano Rey, quien cumple funciones a nivel provincial
en Museos y tiene experiencia y estudios en paleontología. "Fue Luciano
quien constató inmediatamente que se trataba de un gliptodonte
Panochthus Tuberculatus, la especie más grande conocida de estos
animales y por lo que pudo observar confirmó que está casi intacto",
dijo Cocco.
Luego se monto un
operativo y se inició la excavación, tarea de logística que demando más
de cuatro días. Los trabajos se vieron suspendidos por las lluvias,
quedando los restos en el pozo excavado. "Hasta tanto se siga con las
tareas, el gliptodonte está envuelto en una masa compacta, rodeada de
filme, yeso y poliuretano expandido, a los fines de que al movilizarlo,
no implique rotura del caparazón", agregó Cocco.
"Queremos que
los restos queden lo más cerca posible del lugar donde fueron
extraídos, porque nadie va a cuidar lo que no conoce y queremos
que la gente conozca el valioso patrimonio que hay nuestra
región", añadió Cocco.
Historia.
El gliptodonte era herbívoro, se supone que no fue muy ágil. La
defensa contra depredadores se basaba en su caparazón rígido.
Las especies se distinguen por los caparazones. Medía cerca de 3
metros y pesaba 1,4 tonelada.
Por milenios, muchos de
esos caparazones permanecieron vacíos en planicies de Uruguay, Río
Grande del Sur y de la Argentina, probablemente sirviendo de refugio
para humanos primitivos. Se extinguió 10.000 y 8.500 años, producto de
su ineficacia adaptativa.
Lapampasaurus Cholinoi, el primer dinosaurio
pampeano.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 85. Mayo de 2013.
Se trata del Lapampasaurus Cholinoi.
Medía entre 5 y 6 metros de largo y era hervíboro. Utilizaba su pico
ancho y chato para cortar ramas y hojas de plantas.
El paleontólogo Rodolfo
A. Coria, presentó ayer oficialmente en el Museo Provincial de Historia
Natural al Lapampasaurus Cholinoi, el primer dinosaurio pampeano. Los
restos fósiles son de un hadrosaurio, de los llamados "pico de pato",
dijo Coria. Se encontraron unos 20 huesos de los alrededores de 350 que
tenían estos ejemplares.
Medía entre 5 y 6
metros de largo y era hervíboro. Utilizaba su pico ancho y chato para
cortar ramas y hojas de plantas. Además, poseía una importante batería
de dientes que molían el alimento. Coria explicó que los restos fueron
encontrados en 1991. Pero recién en los últimos años se determinó que
era una nueva especie.
Los fósiles se
descubrieron y recuperaron en la cantera de José Cholino,
situada en el departamento de Puelén. "En honor a Cholino, le
pusimos Cholinoi", explicó Coria.
"Es un
reconocimiento por el gesto que tuvo de avisar de los fósiles y
así preservar el patrimonio paleontológico pampeano", expresó.
Estos fósiles se encontraban en sedimentos de unos 70 millones
de años aproximadamente (formación Allen).
En el año 1992 se
limpiaron en el Museo Provincial de Historia Natural. Inmediatamente
consultaron a los paleontólogos Bonaparte y Fernando Novas. Estos
sugirieron la revisión del material a través de un grupo de
investigadores que estaba trabajando en la Patagonia. Así, llegaron a
manos de Coria, quien determinó que pertenece a la Familia Hadrosauridae.
Los restos quedaron en
La Pampa. En 2000, Silvio Casadío y Bernardo Gonzáles Riga confirmaron
su pertenencia a la familia de los hadrosaurios. Posteriormente, Coria
volvió a analizar los ejemplares de hadrosaurios de la República
Argentina para su tesis doctoral y determinó que el ejemplar pampeano
Lapampasaurus Cholinoi era una nueva especie, a partir del estudio
morfológico de la espina escapular, las garras y las vertebras.
Los hadrosaurios
provienen de América del Norte. Coria dijo que, desde allí, se
dispersaron a las actuales Europa, América del Sur, Antártida y Europa.
Incluso, sostuvo, es posible que desde América del Sur haya evolucionado
hacia otras especies. Eso podría haber sido el caso del ejemplar
pampeano.
Coria es
paleontólogo, investigador independiente del CONICET y profesor adjunto
regular de la Universidad
Nacional de Río Negro, en donde a su vez dirige el Instituto de
Investigaciones en Paleobiología y Geología.
Un nuevo roedor único de la provincia del Chubut.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 84. Marzo de 2013.
Los cavioideos son un
grupo de roedores integrado por varias familias de roedores muy
diferentes entre sí en cuanto a forma y tamaño. En este grupo se
encuentran, por ejemplo:
-la mara o liebre
patagónica, muy parecida a una liebre común y a veces confundida con
ésta;-los más pequeños cuises y cobayos; -y también el roedor más grande
del mundo, el capibara o carpincho, que puede medir hasta 1,3 metros
largo y habita el noreste y centro de nuestro país.
Sin embargo, los
cavioideos no están formados sólo por animales vivientes, sino que
también existe una gran cantidad de especies fósiles, algunas similares
a las actuales y otras sustancialmente diferentes. Pero todas ellas
ayudan a comprender la evolución de este grupo tan diverso.
En una reciente
campaña realizada por investigadores del MEF en el centro-norte
de la provincia del Chubut, se descubrieron varios ejemplares
fósiles de un tipo de cavioideo desconocido hasta ahora. "Se
trata de una nueva especie ancestral al grupo que incluye a los
modernos cuises, maras y carpinchos", dice la Dra. María E.
Pérez, quien lideró la investigación de estos ejemplares.
La paleontóloga,
especialista en mamíferos del pasado, bautizó a esta nueva especie Guiomys unica. El primer
nombre es en honor a la Dra. Guiomar Vucetich, una investigadora de la
Universidad de La Plata en esta especialidad, y el segundo se refiere a
las características únicas de sus dientes y mandíbula.
Este nuevo roedor tiene
características compartidas con el grupo de los cavioideos vivientes
(como la mara), pero carece de otras típicas de estos animales. Esta
combinación de características fue lo que determinó que, aún siendo
cavioideos, se tratase de una especie desconocida.
Dos rasgos observados
en esta especie, y comunes a los cavioideos son la importante altura de
sus molares y la forma particular de "corazón doble" de la superficie
masticatoria de los mismos.
En cambio, la
mandíbula posee una característica no observada en otros
animales emparentados.
"En la
mandíbula se encuentra la inserción del tendón de un músculo
importante para la función masticatoria (el músculo masetérico
medial). La posición del punto de inserción de este tendón es
diferente a la de los demás cavioideos y es, de hecho, única. De
allí el nombre", dice Pérez.
¿Por qué es importante
este hallazgo? Por un lado, su anatomía es intermedia entre los grupos
más evolucionados y los más primitivos conocidos. Por el otro, su
antigüedad lo ubica en el Mioceno medio (unos 14 millones de años atrás)
de la Provincia del Chubut. Este es el primer cavioideo hallado en esta
época geológica en la región, de modo que llena un "vacío" en el
registro estratigráfico. En otras palabras, estos fósiles brindan un
puente evolutivo entre los cavioideos primitivos y los que viven
actualmente.
Bibliografía.Pérez, M. E. (2010). "A new rodent (Cavioidea,
Hystricognathi) from the middle Miocene of Patagonia, mandibular
homologies, and the origin of the crown group Cavioidea sensu stricto".
Journal of
Vertebrate Paleontology 30 (6): 1848–1859. Redactado por: Lic. Agustina
Lecuona.mef
Presentan evidencia de un nuevo dinosaurio
saurópodode Mendoza.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 84. Marzo de 2013.
El reciente hallazgo de un ejemplar articulado de 18 metros
constituiría uno de los más completos saurópodos
descubiertos en América del Sur hasta este momento.
Lo que no dicen en las películas de dinosaurios es que
cuando encuentran los restos, los investigadores pueden
sentirse afortunados si se topan con el 20 o 30 por ciento
del esqueleto. A veces sólo hallan unos dientes, un par de
vértebras y dos o tres falanges, que analizan para
determinar si se trata de una nueva especie.
En Malargüe, provincia de Mendoza (argentina), el equipo del
paleontólogo Bernardo González Riga descubrió los fósiles
casi completos – entre un 70 y 80 por ciento – de un
dinosaurio, que por sus características podría ser una nueva
especie.
“Las características de este ejemplar y la de otros
especímenes hallados – de hasta 24 metros – indican
que se trata de una nueva especie, una de las más
grandes que vivieron en Argentina”, señala González
Riga, investigador adjunto del CONICET en el
Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y
Ciencias Ambientales (IANIGLA). Este dinosaurio
pertenecería a la familia de los titanosaurios, que
agrupa ejemplares de gran tamaño – entre 7 y 30
metros de largo y distintas formas y proporciones –
y que fueron grandes consumidores de vegetales.
Según indica, en las más de 50 especies de titanosaurios descritas en el
mundo se encontró menos del 25 por ciento del esqueleto. “Este ejemplar,
que vivió hace 85 millones de años, nos ofrece entonces aspectos
anatómicos claves para enriquecer la historia evolutiva de este grupo”,
analiza el investigador.
El equipo de campo, formado por 35 técnicos y tres paleontólogos
dirigidos por González Riga, encontró los restos en obras de la mina
Potasio Río Colorado, durante trabajos de supervisión y rescate
paleontológico orientados a la preservación de los fósiles como bienes
patrimoniales del Estado.
El paleontólogo explica que a partir del análisis de los fósiles y
sedimentos hallados en el lugar, es posible deducir que el titanosaurio
murió en una laguna fangosa y que sus huesos fueron rápidamente
cubiertos por arcillas, lo que permitiría explicar porqué se encontró el
esqueleto casi completo. (Fuente: CONICET)
Hallan fósiles de mastodontes y perezosos en San
Pedro.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 84. Marzo de 2013.
Un trabajador que
conducía una retroexcavadora en una cantera de San Pedro se topó con
restos fósiles de mamíferos extinguidos, informó este sábado el Museo
Paleontológico Fray Manuel de Torres, de esa ciudad bonaerense. Las
piezas, halladas a quince metros de profundidad, están siendo analizadas
y clasificadas por ese museo.
Los fósiles
descubiertos corresponden a dos géneros de mamíferos que
habitaron la región pampeana prehistórica durante el Pleistoceno
medio a superior. Entre las piezas, los expertos del museo
lograron identificar partes de un mastodonte (Stegomastodon
platensis) y de un perezoso gigante de la familia Milodontidae.
Del
mastodonte o "elefante" prehistórico se pudieron recuperar
grandes fragmentos de la parte frontal de su enorme cráneo; más
precisamente, del sector donde nacían las defensas o "colmillos"
del pesado animal.
En cuanto al
perezoso, Colombo acercó al museo fragmentos de costillas, algunas
vértebras de la cola, una ulna (hueso del antebrazo) y una tibia y
fíbula completas y articuladas. Estos herbívoros llegaron a medir unos
tres metros y medio de longitud y pesar más de una tonelada. (Télam).
En ciervo fósil en Punta Hermengo.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 83. Marzo de 2013.
PaleoBreve. Se trata de parte del asta y trozo de cráneo de un
ciervo hallado entre el muelle y la entrada al vivero en la
ciudad de Miramar. Su antigüedad sería de unos 10.000 años.
Los jóvenes se acercaron al museo municipal de Miramar para
entregar el material recuperado por ellos, lo cual, es un buen
gesto, recordando que el patrimonio paleontológico de Argentina
se encuentra protegido por la ley 25.473 y la ordenanza
municipal 248/88.
El personal del museo miramarense piensa que se puede tratar de
un Morenelaphus.
Es otra
de las especies que llegaron a América del sur en el
gran intercambio biótico americano a principios del
Pleistoceno. Pertenece a la familia de los Cervidos,
pero se trata de un genero totalmente desaparecido y
algo más grande que los representantes vivientes de la
familia.
Tenia cuernos muy robustos, cilíndricos y
achatados, longitudinalmente arqueados y en forma de "s"
terminado en tres puntas muy filosas, ideales para la
defensa. Su alimentación y comportamiento no habrá sido
muy diferente a los ejemplares actuales. Hallazgos muy
interesantes de estos Cervidos fueron realizados en el
territorio bonaerense por Carlos Ameghino y jurado en
1913, por Lorenzo Parodi en 1914 y por Lucas Kraglievich
en 1928.
En la actualidad los descubrimientos de estos
mamíferos se realizaron en abundancia en la localidad
fosilífera de Centinela del Mar a unos 45 kilómetros de
la ciudad de Miramar, donde se halla un enorme médano
"fósil" con una antigüedad estimada de 200 mil años
antes del presente. Su presencia en el registro
estratigráfico se remonta al Bonaerense y se extiende
hasta el Lujanense tardío.
En América del Sur, sus
restos han sido hallados en Uruguay, Paraguay, sur de
Brasil y Argentina. Por otra parte, existe muy poca
información relacionada con los requerimientos
ecológicos de este género, aunque algunos autores han
postulado ambientes abiertos o parcialmente arbolados.
Fuente MPH
Comahuesaurus windhauseni, un nuevo saurópodos de
la Patagonia Argentina.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 83. Marzo de 2013.
Se trata de
Comahuesaurus windhauseni, una especie hasta ahora desconocida de
dinosaurio saurópodo que vivió en la Patagonia entre 120 y 100 millones
de años atrás.
Un equipo internacional
de investigadores liderado por científicos del MEF lograron descubrir
una nueva especie de dinosaurio a través de un estudio detallado de los
restos fósiles de un ejemplar hallado en la localidad Aguada del León,
Neuquén.
Los científicos
encontraron que las vértebras dorsales de este animal eran diferentes a
las de otros saurópodos, lo que ameritaba identificarlo como una especie
diferente de las conocidas hasta el momento. Bautizado Comahuesaurus
windhauseni, pertenece a un grupo de saurópodos denominado
Rebbachisauridae. Éstos vivieron en el período Cretácico y tuvieron una
amplia distribución, incluyendo Argentina, otras regiones de América del
Sur, África y Europa.
Las vértebras de los
saurópodos se caracterizan por presentar numerosas láminas de hueso que
conectan las diferentes estructuras de cada vértebra. Este nuevo titán
de la Patagonia posee láminas muy particulares ausentes en otras
especies. Además, otras regiones de sus vértebras tienen características
únicas, tales como en la espina y en el centro de las vértebras, y
también en las proyecciones dirigidas hacia delante. En su conjunto,
todas estas características fueron decisivas para identificar a
Comahuesaurus como una nueva especie de rebaquisáurido.
Además de los
rasgos mencionados, los científicos encontraron que
Comahuesaurus tiene unas articulaciones accesorias que, si
bien eran conocidas en otros saurópodos, se consideraban
ausentes en los rebaquisáuridos.
Denominadas
hipósfeno-hipantro, estas articulaciones están formadas por un
hueco en la cara anterior de una vértebra y una saliente en la
cara posterior de la siguiente, de manera que ambas se ajustan
perfectamente. De hecho, algunos reptiles actuales cuentan con
ellas.
"Estas articulaciones
accesorias habrían servido para aumentar la rigidez de la columna
vertebral y evitar los movimientos laterales" –explica José Luis
Carballido, especialista en dinosaurios y uno de los autores del
estudio–. "Esto tiene sentido si pensamos que eran animales de gran
tamaño y muy pesados, donde sus columnas tenían que soportar una gran
masa corporal".
El hipósfeno-hipantro
se encuentra en la gran mayoría de los saurópodos, pero hasta ahora no
se lo había observado en los rebaquisáuridos. "Después de revisar en
detalle y comparar con otras especies, vimos que estas articulaciones
están, de hecho, presentes en la mayoría de los rebaquisáuridos, excepto
en un pequeño grupo más avanzado", agrega el Dr. Carballido. "Esto
cambia sustancialmente la interpretación de este grupo y nos permite dar
un salto importante en la comprensión de su evolución", afirma el
especialista.
Comahuesaurus
es el rebaquisáurido que posee el esqueleto más completo, una
condición poco usual entre estos gigantes, los que generalmente
son hallados en forma muy incompleta. Esta condición cobra
importancia no sólo a la hora de conocer en detalle la anatomía
de esta especie, sino también porque posibilita la comparación
con las especies conocidas y las que se descubrirán en el
futuro.
Por otro lado,
es uno de los pocos rebaquisáuridos encontrados en el Cretácico
Inferior de América del Sur.
Por otro lado, es uno
de los pocos rebaquisáuridos encontrados en el Cretácico Inferior de
América del Sur. "Saber la antigüedad de Comahuesaurus es
esencial para comprender cómo los rebaquisáuridos y otros grupos
emparentados se distribuyeron por el mundo y también a lo largo del
tiempo", concluye José Luis Carballido.
La investigación fue
encabezada por el Dr. José Luis Carballido (MEF-CONICET), en
colaboración con el Dr. Leonardo Salgado (Museo de Geología y
Paleontología-CONICET), el Dr. Diego Pol (MEF-CONICET), el Dr. José
Canudo (Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales
de Aragón, Universidad de Zaragoza, España) y el geólogo Dr. Alberto
Garrido (Museo Olsacher de Zapala, Neuquén). El trabajo fue publicado en
la revista Historical Biology. MEF con la colaboración de la Lic.
Agustina Lecuona.
Encuentran algas únicas del Triásico en Cuyo.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 83. Marzo de 2013.
Es el primer registro
de carófitas del Triásico en el Hemisferio Sur. Su hallazgo contribuiría
a demostrar que su distribución era mundial
Un estudio reciente
demuestra que la provincia de San Juan alberga pistas que indican que
las algas fotosintéticas, conocidas como carófitas, estuvieron presentes
también en el Hemisferio Sur – y no sólo en el Norte, como se creía
hasta ahora – entre 200 y 250 millones de años atrás, durante el período
Triásico.
Pero para las
investigadoras el hallazgo de estos restos fosilizados podría aportar
más claves que solamente conocer su distribución en tiempos pretéritos.
“Estos organismos son importantes porque en el Silúrico –
aproximadamente 450 millones de años atrás – habrían dado la transición
del ambiente acuático al terrestre, un tema muy debatido dentro de la
comunidad científica”, relata Cecilia Benavente, becaria doctoral del
CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias
Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCu-Mendoza).
Las hipótesis
postulan que la vida se inició en el agua y con el tiempo migró
a las zonas que habían emergido para dar origen a las primeras
plantas terrestres.
En ese sentido
las carófitas halladas en la formación Cerro Puntudo de la
cuenca Cuyana, que abarca las provincias de San Juan y Mendoza,
aportarían más datos para conocer mejor la evolución del grupo
involucrado en esta transición.
Pero el hallazgo
también no sólo contribuye a demostrar que tenían una distribución
mundial, sino que además permite conocer los representantes del grupo
para el Hemisferio Sur que sobrevivieron a la extinción masiva del
Pérmico-Triásico, que dio inicio a ese último período y donde se
extinguieron casi el 95 por ciento de las especies marinas y alrededor
del 70 por ciento de los vertebrados terrestres.
“Estos fósiles nos
permiten reconstruir la evolución del grupo de algas carófitas desde sus
orígenes, casi 450 millones de años atrás, hasta el Triásico”, cuenta
Benavente, “y determinar que de las múltiples familias que vivían antes
de la extinción sólo persistió una, a partir de la cual evolucionan los
grupos que aparecen luego del Triásico y en algunos casos llegan a
nuestros días”.
El estudio que fue
publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology,
Palaeoecology. Fuente: CONICET/DICYT.
Megapiranha paranensis superaba a un tiranosaurio
rex al morder.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 83. Marzo de 2013.
Un antiguo pariente de
las pirañas actuales asestaba una mordedura de fuerza más terrible que
la del Dunkleosteus terrelli, una bestia marina prehistórica de 4
toneladas que comía tiburones, e incluso que la del Tyrannosaurus rex.
Además de la fuerza de su mordedura, la Megapiranha paranensis
parece que tuvo dientes capaces de cortar los tejidos blandos del modo
en que lo hacen las pirañas de la actualidad, y también capaces de
perforar conchas gruesas y quebrar caparazones y huesos.
Si los cálculos
realizados por el equipo de Stephanie Crofts, de la Universidad de
Washington en Seattle, son correctos, probablemente de toda cosa
viviente que la Megapiranha mordía, siempre arrancaba un trozo.
La fuerza de la mordedura de este animal, que vivió hace 10 millones de
años, ha sido extrapolada a partir de las primeras mediciones de campo
de la fuerza de mordedura de la piraña más grande de la actualidad, la
Serrasalmus rhombeus, o piraña negra. Un ejemplar de poco más de
un kilogramo (unas dos libras y media) es capaz de morder con una fuerza
de 320 newtons, equivalente a unas 30 veces su peso corporal. Esta
fuerza es casi tres veces mayor que la fuerza de mordedura de un caimán
americano que tuviera un tamaño equivalente.
Tomando como
referencia a la piraña de poco más de un kilogramo y a otros
especímenes examinados en su hábitat, los científicos calculan
que la fuerza de mordedura de la Megapiranha paranensis,
que pesaba aproximadamente 10 kilogramos (unas 22 libras),
podría haber sido de entre 1.240 y 4.750 newtons, y posiblemente
más, pudiendo llegar a superar a la Serrasalmus rhombeus
proporcionalmente a su peso. Previamente,
otros científicos habían estimado que el T. rex mordía con una
fuerza de 13.400 newtons, pero esto dista mucho de equivaler a
30 veces su peso corporal.
En proporción a su
peso, la Megapiranha y la piraña negra tienen las mordeduras más
poderosas de entre los peces carnívoros, vivos o extintos. La mordedura
de la Megapiranha paranensis empequeñece a las de otros
megadepredadores extintos, incluyendo al enorme Carcharodon megalodon,
el cual se alimentaba de ballenas, y al monstruoso Dunkleosteus
terrelli, el pez acorazado de cuatro toneladas.
También se obtuvo el
resultado expuesto cuando los científicos realizaron comparaciones con
barracudas, peces martillo y tiburones blancos de la actualidad.
En la investigación también han trabajado Justin Grubich, de la
Universidad Estadounidense en El Cairo, Egipto, Steve Huskey de la
Universidad del Oeste de Kentucky en Estados Unidos, Guillermo Orti de
la Universidad George Washington, en Washington, D.C., y Jorge Porto del
Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia en Brasil.
Fósiles de un Gliptodonte en el Pleistoceno de
Santa Clara del Mar.
Publicado
en Paleo.
Año 11. Numero 82. Marzo de 2013.
Mientras que se realizaban los trabajos de
cordón cuneta del Barrio de las cuarenta
viviendas inauguradas posteriormente y mediante
teleconferencia por la Presidenta de la Nación,
empleados municipales descubrieron a pocos
metros de la superficie, restos fósiles.
De inmediato,
un equipo del Museo Municipal de Ciencias Naturales Pachamama,
encabezado por su Director Rubén Daniel Scian, acudió al lugar
para verificar el hecho. Acto seguido, se confirmó que los
restos encontrados pertenecían a una especie de Glyptodon de
aproximadamente 10.000 años de antigüedad.
<<< Imagen de Archivo.
El
gliptodonte es una especie extinta de mamífero cingulado de la familia
Glyptodontidae. Este animal, relacionado con los actuales armadillos,
era nativo de América y medía cerca de 3 m y pesaba cerca de 1,4 t. Era
herbívoro y, por su constitución, se supone que no fue muy ágil. Su
defensa contra los depredadores se basaba en su caparazón rígido. Las
diferentes especies se distinguen por los patrones y tipos de
caparazones.
Durante
milenios, muchos de esos caparazones permanecieron vacíos a lo largo de
las planicies de Uruguay, Río Grande del Sur y de Argentina,
probablemente sirviendo de refugio para los humanos primitivos de la
región. Estos restos se sumaran al patrimonio histórico-cultural del
Museo de Ciencias Naturales Pachamama, de Santa Clara del Mar. Fuente:
Web.
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