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Enchodus, un pez dientes de sable fueron hallados por
primera vez en Argentina.
Publicado
en
Paleo. Año
8.
Numero 43. Marzo de 2010.
Fue hace 70
millones de años; descubren los primeros restos fósiles de esos
especímenes. Es la primera vez que en la Argentina se encuentran
restos fósiles de los peces dientes de sable o Enchodus,
depredadores que hace unos 70 millones de años nadaban por las aguas
del mundo cuando los dinosaurios aún poblaban el planeta.
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En uno de
los yacimientos fósiles más importantes del país, a 150
kilómetros de la ciudad rionegrina de Lamarque, se
encontraron unos ocho dientes muy grandes y característicos
de esos peces. Se espera que las piezas aporten más
información sobre cómo era el hábitat de la zona cuando
todavía Río Negro se encontraba bajo el mar. "En los
yacimientos que conocemos en la zona hay una tendencia a
encontrar más de lo mismo, salvo las joyitas que salen de lo
habitual, como ocurrió en este caso. Es la primera vez en
nuestro país que se encuentran evidencias de estos peces
típicos de ese período geológico", contó el especialista en
peces fósiles Sergio Bogan. |
Junto con Federico
Agnolin, ambos estudiantes del último año de la licenciatura de
Paleontología de la Universidad de La Plata e investigadores de la
Fundación de Historia Natural Azara (Universidad Maimónides),
comenzaron a fines del año pasado a estudiar los restos que ya hace
unos años había encontrado en Bajo Trapalcó el director del museo
municipal de Lamarque, Daniel Cabaza.
Los investigadores ya tienen los primeros resultados del estudio de
los restos hallados: ocho dientes palatinos y un fragmento de
mandíbula con un diente incrustado. Pertenecen al Cretácico Superior
y estaban sobre una elevación del terreno, a la intemperie,
seguramente por la erosión del suelo que producen la lluvia y el
viento. "Después de ese período, ya no se encuentran restos de
dinosaurios", precisó Bogan.
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En ese
yacimiento, hace millones de años, existía una entrada del
mar desde el Atlántico que prácticamente llegaba a
comunicarse con el Pacífico. Hoy, esa zona es la que forman
Río Negro, una parte de La Pampa y el sur de Buenos Aires.
Los peces dientes de sable, precisaron los especialistas,
medían por lo menos 1,5 metros de largo y tenían la cabeza
mucho más grande que el cuerpo. Poseían dos grandes dientes
palatinos, uno a cada lado de sus fauces, que no sólo serían
"inconfundibles" por su tamaño, sino también por los bordes
y su gran resistencia. |
Existe más de una
especie de dientes de sable del género Enchodus. "El
estudio nos permitirá dilucidar si se trata de la misma especie o no
-dijo Bogan-. Por ahora, tenemos indicios de que encontramos más de
una." Es que uno de los dientes posee pequeños serruchos en los
bordes, sólo visibles al microscopio, que serían característicos del
Enchodus ferox. Los restos revelan también que son de
ejemplares de distintos tamaños y edades (adultos y juveniles) y
sobre uno de los dientes existen dudas de si se trata de algún
espécimen ya descripto en otros lugares del mundo. "Si no lo es,
estaríamos seguramente ante una especie aún no conocida de los
Enchodus ", agregó.
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Los peces
dientes de sable, de los que se encontraron restos fósiles
hasta en la Antártida (en el Cretácico, allí la temperatura
era cálida), se alimentaban de otros peces y se extinguieron
después que los dinosaurios (hace 65 millones de años),
durante la primera parte del período Terciario. "El
conocimiento disponible de la etiofauna de la Patagonia es
muy fragmentario", señaló Bogan. |
Con Agnolin,
especialista en aves y peces fósiles, coincidieron en que "estos
materiales son de gran interés para comprender la diversidad y
evolución de la fauna marina en el cono sur de América". Ahora,
podrán comparar las piezas con las obtenidas en otras partes del
mundo. Fuente Fundación Azara.
Hallan restos fósiles dentales de un
Toxodon platenses del Pleistoceno bonaerense.
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Numero 43. Marzo de 2010.
En la localidad de
Bajo Tala
en la ciudad de
San Pedro
se produjo otro
hallazgo sorprendente. El
Museo
Paleontológico de la ciudad descubrió dos
enormes
incisivos
de
15
centímetros de longitud que pertenecieron a un
Toxodon platensis.
Este animal de grandes pezuñas es
autóctono de la región
sudamericana
y su cráneo superaba ampliamente los 80 centímetros de
largo en edad adulta.
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Los
dientes
encontrados tienen forma
rectangular
y se estima que era necesaria esa forma
para que el animal pueda arrancar sin inconvenientes la
abundante vegetación de la que se
alimentaba. La
Reserva
Paleontológica
“Campo
Spósito”, donde fueron hallados los
fósiles, es el principal lugar de trabajo del
Museo
“Fray Manuel de Torres”. Allí se
encuentran
con
frecuencia este tipo de piezas con lo
que se calcula que debido a la abundancia de los restos
el lugar poseía las
condiciones óptimas necesarias para el
desarrollo normal de esa
especie. |
Sorprendentemente los
fósiles
presentan un excelente estado de
conservación y ya están disponibles para su
contemplación en las
instalaciones del
museo
en pleno centro de la ciudad de San Pedro.
Hallazgo de fósil en el norte de Buenos Aires revela
misterios de un río prehistórico.
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Numero 43. Marzo de 2010.
Se trata de una
escápula completa que presenta incrustadas en su superficie dos
rocas redondeadas que muestran claramente signos de haber sido
arrastradas por una fuerza que les ocasionó un pronunciado desgaste.
La pieza
fosilizada, de 53 centímetros de largo y 25 centímetros de ancho,
fue hallada en los últimos días por expertos del Museo
Paleontológico de la ciudad de San Pedro (165 kilómetros al norte de
Buenos Aires), en un sitio conocido como Campo Spósito, donde ya se
han hecho importantes descubrimientos y que alguna vez fue un curso
fluvial.
Según
interpretan los paleontólogos, las rocas rodaron por el fondo del
río, arrastradas por una importante corriente, hasta quedar
atrapadas entre las piezas óseas. "Esto es un dato revelador si
pensamos que ese yacimiento fue el fondo de un lecho prehistórico,
ya que, de acuerdo a la ubicación de la escápula y a cómo se
trabaron las rocas en ella, podemos saber en qué dirección fluían
las aguas de un río hace medio millón de años atrás", destacaron los
expertos. En este sentido, el descubrimiento revela que este antiguo
río fluía en dirección sureste-noroeste, un sentido diferente al de
los actuales arroyos de la región norte de la provincia de Buenos
Aires, lo que permitirá establecer datos sobre los cambios concretos
que ha sufrido el relieve del suelo bonaerense a lo largo de miles
de años.
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Además,
los expertos creen que conociendo hacia dónde corría ese
río, aumentarán sus posibilidades de búsqueda de fósiles en
el lugar ya que pueden anticipar los puntos donde se
depositaban las piezas aún antes de excavar. Bancos de
piedras redondeadas, huesos erosionados de manera inusual,
restos de diversos animales agrupados y el hallazgo un
fragmento fosilizado de un pez fueron algunas de las pistas
por las que los paleontólogos concluyeron que Campo Spósito,
ubicado a 10 kilómetros de San Pedro, acoge el lecho de un
antiguo río desaparecido ya. |
Los trabajos en
ese yacimiento, iniciados en 2001, permitieron determinar que las
piezas fósiles se habían preservado en una delgada capa de
sedimentos de unos 70 centímetros de espesor, sedimentos que hace
medio millón de años conformaban el barro que cubría el fondo del
río. Entre otras piezas, en este sitio se han hallado un fémur de
perteneciente a un embrión de armadillo gigante, los restos de una
manada de perezosos gigantes y de équidos fósiles.
Encuentran fósiles de un Anmonite del Periodo Devonico en Calafate.
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Personal de la Gendarmería
dependiente del Escuadrón de El Calafate realizó las actuaciones de
constatación del hallazgo de un Anmonite de gran tamaño. Se trata de
un sitio en donde se encuentra una gran pared de piedra que podría
contener otros fósiles.
Personal del Escuadrón 42 de la
Gendarmería Nacional de El Calafate realizó la constatación de un
nuevo yacimiento de fósiles marinos, esta vez en cercanías de la
localidad de El Chaltén. La patrulla de montaña realizó la revisión
de un sitio cuya ubicación se mantiene en reserva, luego que un
habitante de esa localidad alertara sobre la existencia de un
importante fósil, fácilmente identificado.
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Se trata de un Anmonite, una
especie de molusco que existió en los mares durante las
épocas de Devónico al Cretácico. De acuerdo a las primeras
averiguaciones que realizaron los gendarmes, el fósil
encontrado es un anmonite del cretácico inferior del estrato
llamado Río Mayer, con unos 500 millones de años de
existencia. Quienes actuaron en el caso, comentaron a esta
corresponsalía en El Calafate que luego del aviso de un
vecino, una patrulla se dirigió al lugar y realizó las
constataciones típicas del caso, con las actas de rigor y
muestras fotográficas. El oficial a cargo del grupo, David
Flores comentó que la documentación fue enviada a la
Secretaria de Cultura de la provincia, para que allí se tome
nota del hallazgo y realicen las acciones que crean
pertinentes. |
El fósil forma una gran roca en
forma ovalada que parece haberse desprendido de una gran pared de
piedras. El sitio es de difícil acceso al que se debe descender por
un sitio de piedra laja. Prensa Libre también conoció que a orillas
de un río, el fósil fue encontrado con un quiebre en su mitad, lo
que se habría originado cuando la roca se desprendió y cayó desde la
pared.
El informe que la Gendarmería
envió al área cultural del Gobierno provincial, también explica que
mediante las caras internas de las mitades del fósil se observa lo
que sería “el aparato digestivo” de esa especie marítima, la que se
encuentra en estado de cristalización en material similar al cuarzo
con diferentes tonalidades de color negro.
Maximiliano Testa Ricca es el
vecino de El Chaltén que descubrió el sitio hace tiempo atrás cuando
realizaba una caminata por lugares no tradicionales. De hecho el
sitio no es conocido por algún nombre en particular. Una semana
atrás, el hombre guió a los gendarmes hasta el lugar donde se
constató el anmonite. La existencia del fósil en ese sitio podría
ser el anticipo del encuentro de un yacimiento de importancia. Junto
al anmonite se encontraron otros fósiles menores que hasta ahora no
pudieron ser constatados sobre su especie.
Descubren pequeños fósiles en el Río Las Minas.
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El hallazgo de fósiles de
conchas en el sector de Río las Minas, a la altura del sector Los
Huertos, sumado a la presunta aparición de pinturas rupestres en el
lugar, deja nuevamente en evidencia el potencial paleontológico que
posee la región, ante el actual descubrimiento de cuatro
ictiosaurios en Torres del Paine. Los restos fosilizados de especies
supuestamente acuáticas de pequeña envergadura, fueron hechos por el
excursionista y excavador por hobbie, Jorge Ojeda, quien al momento
del descubrimiento de los ejemplares se sintió bastante contento e
impresionado.
El aventurero y autodidacta
magallánico señaló que “realizo actividades de excursión, porque me
gusta. Salgo a caminar y donde veo posibilidades de encontrar algo,
comienzo a excavar”, agregando que “ante tanto descubrimiento
arqueológico importante en la región, me siento orgulloso de poder
aportar con mi granito de arena a la sociedad, para ver si algún día
puedo descubrir algo realmente importante”. Las piezas encontradas
serán entregadas a especialistas de Instituto Nacional de las
Ciencias Antárticas (Inach), para comprobar su verdadero valor
histórico y paleontológico.
Presentan a Najash
rionegrina,
la serpiente terrestre mas primitiva.
Las primitivas serpientes del período
Cretáceo tenían patas y vivieron en la provincia de Río Negro.
Patagonia, Argentina. La conclusión surge a partir de un
fabuloso descubrimiento realizado hace dos años por el
paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía en el paraje La
Buitrera, a 20 kilómetros de Cerro Policía. El animal fósil
vivió hace unos 90 millones de años, midió unos dos metros de
largo y su existencia plantea claramente la posibilidad de que
la evolución de los ofidios se dio más en la tierra que en el
mar, contra lo que se creía. El descubrimiento fue revelado
internacionalmente a partir de una publicación de la prestigiosa
revista norteamericana "Nature".
Además, los fósiles del ofidio cretácico
fueron presentados en Buenos Aires en una conferencia de prensa
en la que estarán el director del museo de Cipolletti Carlos
Muñoz, Apesteguía y otros integrantes del equipo que realizó el
hallazgo.
La serpiente fósil fue bautizada como "Najash
rionegrina" y vivió en el período Cretácico superior en una zona
donde, entre otra fauna, se ha encontrado una madriguera de
efenodontes. La revelación científica detalla que esta serpiente
estaba dotada de robustas patas posteriores con las que podía
escarbar. Esto hace suponer que "las primeras serpientes
evolucionaron probablemente más en tierra que en el mar", se
entusiasmaron los investigadores: Apesteguía, del Museo Argentino de
Ciencias Naturales y Hussam Zaher, del Museo de Zoología de la
Universidad de San Pablo (Brasil). Los dos expertos le dieron el
nombre científico de "Najash rionegrina" inspirándose en el
nombre hebrero de la serpiente bíblica, Najash, y en el lugar de su
hallazgo. Gracias a este descubrimiento, los científicos disponen
por primera vez principalmente del hueso sacro (el hueso triangular
que está situado en el centro de la cadera) y otros huesos de la
pelvis que unen la espina dorsal y los restos de las patas traseras
de un reptil. "Hay una patita totalmente articulada, la encontró
Pablo Gallina el mismo día que encontramos los fósiles de
efenodontes", le explicó Apesteguía a "Río Negro".
La robustez de las patas de la serpiente fósil
hace pensar en un animal que tenía l costumbre de escarbar con
ellas. Más tarde, los descendientes de la especie descripta
perdieron su hueso sacro y después las patas al cambiar de estilo de
vida. Algunos nunca abandonaron tierra firme, y otros se adaptaron a
la vida acuática. Además, puesto que ésta es la única culebra
conocida que no ha perdido su hueso sacro, necesariamente debe ser
la más primitiva.

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"Desde que comenzamos a trabajar en La
Buitrera fuimos encontrando muchos huesitos que
identificamos como de serpientes, las apariciones fueron
varias y la más relevante fue la de Pablo Gallina, aunque
también encontramos medio cráneo de otro individuo. En
total, eran tres individuos", fue más allá el paleontólogo.
Los investigadores no son los primeros
que sugirieron el origen terrestre de las serpientes, pero
son los primeros que disponen de pruebas concretas, en forma
de fósiles, que dan luz sobre los mismos comienzos de su
evolución. Las huellas de esta evolución quedaron en algunas
especies vivas que están dotadas de pequeñas "garras", los
vestigios de las patas posteriores. "La criatura
evidentemente vivía en tierra, tanto porque su anatomía
indica que vivía en hoyos como porque los yacimientos donde
se hallaron los fósiles correspondían a un medio terrestre",
dijo Zaher desde Sao Paulo.
Najash
tiene numerosas características que dan indicios de una vida
sobre o debajo de la superficie terrestre y que también
aparecen en especies de serpientes primitivas que aún
existen. Esto respalda la hipótesis de que las serpientes
tienen un origen terrestre y no marino.
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"De manera que si la serpiente más antigua
vivía en tierra, esto indica que evolucionaron en tierra.
Últimamente habían aparecido escasos elementos que aportaran al
debate, necesitábamos algo nuevo. Y esta serpiente sin duda es un
nuevo punto de partida para el debate. Si bien la criatura
conservaba dos patas traseras diminutas, reptaba como una serpiente
moderna, dijo. Probablemente las usaba en ciertas circunstancias,
pero no está claro en cuáles", añadió.
Debido a que carecen de extremidades, el
esqueleto de las serpientes actuales se limita a cráneo, columna
vertebral y costillas. Sin embargo, en especies primitivas y en
serpientes gigantes se encuentran vestigios de pelvis y fémur.
La criatura, llamada Najash rionegrina,
es "un animal fantástico", dijo Jack Conrad, investigador del Museo
de Ciencias Naturales de Nueva York que está organizando una
exhibición sobre lagartos y serpientes. "Ayudará a resolver algunas
polémicas sobre la evolución y los orígenes de las serpientes", dijo
Conrad, y añadió que si bien nunca había tomado partido en el debate
sobre tierra o mar, "esto empieza a convencerme".
Olivier Rieppel, especialista en reptiles
fósiles del Museo Field de Chicago, dijo que era un hallazgo
importante y que Najash es evidentemente la serpiente más
primitiva que se conoce. "Si las serpientes evolucionaron en tierra
en lugar del mar, tal vez no se hallarían todos los fósiles que
registran su evolución porque éstos se conservan mejor en un
ambiente marino", dijo.
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