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Florentino
Ameghino.
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La Tremenda
Voluntad Científica.
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biografia florentino ameghino biografia florentino ameghino
biografia florentino ameghino biografia florentino ameghino
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Fragmento del articulo publicado
originalmente: Magnussen Saffer, Mariano. (2004). Florentino
Ameghino. La Tremenda Voluntad Científica. Homenaje a los 150 años
de su natalicio. PaleoWeb, Boletín Paleontológico. Año 2. 5: 14-17.
marianomagnussen@yahoo.com.ar
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biografia florentino ameghino biografia florentino ameghino
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Florentino
Ameghino fue uno de los grandes paleontólogos y geólogos americanos.
Descubrió más de 6.000 especies de fósiles. No sólo se dedicó a
reconocer, ordenar y sistematizar; si no que acompañó sus observaciones
con interpretaciones agudas e ingeniosas que le permitieron elaborar
complejas teorías. Particularmente las relativas a la geología y a la
paleontología siguen siendo de uso y referencia insoslayable por los
científicos e investigadores en la actualidad.
Nació el 18 de septiembre en 1854 en la
localidad de Luján, Provincia de Buenos Aires. Sus padres
de origen genovés llamados Antonio Ameghino y María Dina de Ameghino
ayudaron mucho en su educación y formación. Se ha discutido acerca de la
fecha y del lugar de nacimiento de Ameghino. Una fe de bautismo atestigua
que en septiembre de 1853 nace en Moneglia (provincia de Génova) Juan
Bautista Fiorino Ameghino, mientras que en la Argentina el interesado,
Florentino Ameghino, declara haber nacido en Luján en septiembre de 1854.
Puede no haber contradicción ni tercio excluido. Ameghino, que se formó
en nuestro país, se sentía argentino y quiso serlo, como de hecho lo
fue, y olvidó o hundió en el Atlántico los escasos primeros meses de su
vida transcurridos fuera de esta República.
Realizó
sus estudios en la escuela Municipal de Mercedes desde 1862 a 1867, siendo
su preceptor Don Carlos D'Aste.
Luego en 1869 ingresó en la primera escuela Normal de
Preceptores de Buenos Aires. Esos estudios quedaron interrumpidos por la
clausura del establecimiento. El
mismo año fue nombrado subpreceptor de la escuela
Elemental N° 2 de la ciudad de Mercedes y en 1877
fue nombrado Director titular de esa escuela Municipal.
Fue, durante su
residencia en Mercedes, que emprendió el estudio de los terrenos de la
Región Pampeana haciendo numerosas colecciones de fósiles, e
investigaciones geológicas y paleontológicas. Fue así, que hallo su
primer fósil a orillas del Rió Lujan en unos pequeños barrancos, donde
justamente durante el siglo VIII se hallaron los primeros restos fósiles
de América, que correspondían a un Megatherium americanum.
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Su
espíritu inquieto se hizo notar, y en 1878 partió
hacia París para participar de la Exposición Internacional. Allí conoció
personalmente a los científicos que representan la vanguardia del
conocimiento en su época y realizó investigaciones. Visitó los Museos
de Francia, Bélgica e Inglaterra y contrajo matrimonio con Leontine
Poirier. En París siguió los cursos
regulares de la Escuela de Antropología y del Museo; hizo también una
serie de investigaciones sobre el hombre cuaternario del célebre
yacimiento de Chelles, que publicó en los Boletines de la Societé
d'Anthropologie y en el Boletín de la Societé Geologique de France,
tomando también parte en varios congresos científicos.
Regresó a Buenos Aires 1881 cansado y sin
recursos económicos durante la primera presidencia de Roca y debido a que
lo habrán declarado cesante en su cargo, instaló una librería llamada
ni más ni menos “El Gliptodón”. Comenzó a redactar sus obras: Los
Mamíferos fósiles, Filogenia y La antigüedad del Hombre, que se
publican en 1883
y 1884: y que
constituyen las bases sobre las que se asienta toda su producción
posterior.
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La teoría más
interesante sin duda, es la que Florentino esbozó en el libro "La
antigüedad del hombre en el Plata" (1881). Allí, Ameghino sostenía
que el hombre y los mamíferos eran originarios de América, y nada menos
que de las pampas argentinas.
Sus inferencias
se basaban en unas osamentas encontradas en el sitio de Mercedes, las
cuales, según Ameghino, correspondían a un individuo que debió vivir en
el Terciario, en las zonas de la pampa Argentina, al cual llamo Homo pampeanus.
Las pampas
argentinas habrían dado nacimiento al precursor del hombre que él
llamaba Tetraprothomo; y de este habrían nacido el Triprothomo, el
Diprothomo y finalmente el Prothomo, antecesor inmediato del hombre
actual. América sería la cuna de la humanidad, de cuyo centro partieron
las emigraciones que poblaron la tierra de mamíferos y de hombres.
Sus
consideraciones generaron una intensa polémica en su momento y logró un
gran revuelo internacional en el siglo XIX, cuando las presentó en el
primer Congreso Internacional de Americanistas, realizado en París en
1879. Participaron especialistas extranjeros como Hrdlicka y Holmes,
postulantes de la teoría del poblamiento a través del estrecho de
Bering.
Ameghino supuso
también que los hombres americanos primitivos convivieron y cazaron
grandes mamíferos del Pleistoceno en las pampas argentinas. La
convivencia con la megafauna, como se la llama, es hoy en día confirmada,
se han encontrado numerosos sitios con restos de estos mamíferos con
indicios de haber sido consumidos o cazados por el hombre, tal es el caso
del sitio Folson en Norteamérica, donde se encontró una punta asociada a
huesos de bisontes extintos, y más cerca aún, en Argentina, el sitio
Arroyo Seco, entre otros.
En
1884 comenzaría a escribirse su leyenda, cuando comenzara a ocupar
la cátedra de Zoología en la Facultad de Ciencias de Córdoba, y ya para
1886 se le otorgó
el título de Dr. Honoris Causa de la Universidad Córdoba. Fue nombrado
Subdirector del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, pero en 1888 por
tener duras diferencias con su director, fue separado del cargo.
Al
año siguiente abrió nuevamente una librería en La Plata a la que llamó
Rivadavia. Creó la Revista Argentina de Historia Natural y publicó su
obra: Contribución al conocimiento de los Mamíferos Fósiles de la República
Argentina, cuya obra de utilizada en la actualidad por toda la comunidad
científica, por la cual obtuvo una medalla de oro en la Exposición
Universal de París.
La Universidad de La Plata lo designa
profesor de Mineralogía y Geología en el año 1900, y dos años después,
es nombrado como director del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos
Aires (hoy Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia) en
el cual ha impreso al establecimiento y a sus publicaciones un desarrollo
extraordinario, que incluye la publicaciones de una obra de quince volúmenes
de los anales, la aparición de su obra filosófica “Mi Creo” (1906) y
la incorporaciones de mas de 70 mil especimenes a las colecciones de esta
Institución.
Ha hecho
numerosos viajes de estudio a casi todas las regiones de la República, y
ha desempeñado en la enseñanza superior numerosos cargos, en su mayor
parte honoríficos, de los que mencionaremos los principales: profesor de
Zoología y de Anatomía comparada y miembro académico de la facultad.
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Tuvo
reconocimientos de la Universidad de Chicago. Fue Profesor de Ciencias físico-matemáticas
de la Universidad de Córdoba (1884-1886), Miembro Académico de la
Facultad de Ciencias Médicas de la misma Universidad, Miembro del Consejo
de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y Vicedecano de la misma
(1894-1898), id. del Instituto Nacional de Agronomía, Profesor de Geología
y Mineralogía y miembro académico de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas
de la Universidad Provincial de La Plata (1897-1904).
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Fue
miembro activo de la Academia Nacional de Ciencias de la República
Argentina, Miembro Honorario de la Sociedad Científica Argentina y de la
Sociedad Científica de Chile, Miembro correspondiente de la Sociedad
Zoológica de Londres, de la Academia de Ciencias de Filadelfia y de un
considerable número de corporaciones científicas de Europa y América.
En 1889 envió
una expedición a la Patagonia Argentina, a cargo de su hermano Carlos
Ameghino, con el objeto de explorar el territorio y reunir colecciones
científicas para sus estudios, costeándola de su peculio durante quince
años. La participación de Carlos en las tareas de campo, ayudo mucho a
Florentino, tanto para depositar su confianza, como para permitirle al ser
un científico de laboratorio.
Su interpretación
de la arqueología pampeana en función de los presupuestos teóricos del
evolucionismo fue un gran aporte para la época: lo transformó en el
portavoz de la teoría de la evolución en estas latitudes, en un medio
intelectual que le era mayoritariamente hostil y en el cual esa teoría
era vista como un nuevo tipo de herejía. Si bien algunas de sus
suposiciones estaban kilométricamente erradas, Florentino Ameghino fue
sin lugar a dudas uno de los grandes precursores de la Prehistoria
Americana.
Florentino
Ameghino, figura descollante de la ciencia Argentina, integra con Moreno y
con Eduardo Holmberg el grupo de naturalistas argentinos que hacia 1875
actuarían en la vida científica nacional e internacional.
Desde 1909 a
1911, en estos últimos tres años de su vida, dedico su tiempo al estudio
de los restos a los que atribuyo a humanos primitivos, realizando varios
viajes hasta la localidad de Miramar acompañado de numerosos
investigadores.
El
fallecimiento
de su esposa en 1909 lo conmueve demasiado, y logra para entonces
impulsar muchos de sus proyectos. Pero en los primeros días de 1911, su
enfermedad de diabetes lo dejó ya sin poder salir de su casa y muere el
6 de Agosto
de ese mismo año en La Plata. Al día siguiente de su muerte el Gobierno
Nacional decretó duelo oficial para despedir a una Gloria Nacional que
debería ser considerado como un prócer.
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El Sabio Florentino Ameghino (1854-1911)
trabajando en su gabinete científico.
Fuentes:
Material propio de Paleontología de Argentina Web Site, Autobiografía de
Florentino Ameghino, Biografía de Personalidades Científicas y
Florentino Ameghino publicado en la Enciclopedia Argentina de la
Escuela y del hogar. Boletín del Museo Municipal de Ciencias
Naturales Punta Hermengo de Miramar. |
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Bibliografía sugerida.
Cabrera Angel, El pensamiento vivo de
Ameghino. Editorial Losada S. A. 1944.
Frengueli Joaquín. Prólogo a Hallazgos
Científicos de Ameghino. Ediciones Jackson 1944.
Hurlbut C.S.
(1967). «Ameghinite, Na2O·3B2O3·4H2O,
a new borate from Argentina». American Mineralogist 52:
935-946.
Garate, Justo (1970), «Ameghino, Florentino»,
Dictionary of Scientific Biography, 1, New York: Charles
Scribner's Sons, pp. 129–132.
Shampo, M A;
Kyle R A (septiembre de 1987).
«Argentinian paleontologist contributes to
the understanding of humans and the environment».
Mayo
Clin. Proc. 62 (9): 855.
Torcelli Alfredo J. Obras Completas y
Correspondencia Científica de Ameghino. La Plata (24 Vols)
1913-1936.
Veröff. Geobot. Inst. Rübel Zürich heft 3:
662. 1925 Festschr. Carl Schroter (GCI). |
|
bibliografia florentino ameghino bibliografia florentino
ameghino bibliografia florentino ameghino bibliografia
florentino |
Joaquín Frenguelli, el último naturalista
enciclopédico de nuestro país.
Fragmento del Articulo;
Magnussen Saffer,
Mariano (2009).
Joaquín Frenguelli, el último naturalista enciclopédico de
nuestro país.
Paleo, Boletín
Paleontológico. Año 7. 40: 08 -09.
marianomagnussen@yahoo.com.ar
Fue un médico, naturalista,
docente italiano. Nació en Roma, el 19 de agosto de 1883. Su padre,
Pascual, pintor conservador del Museo y del Palacio de Letrán y de
Adela Giccoti, fue el tercer hijo de una serie de ocho varones.
Estudió en la Universidad de su ciudad natal, doctorándose en
1909
en medicina y cirugía.
En 1911 viaja a Argentina,
invitado por sus tíos se radica en la ciudad de Santa Fe, siendo
médico interno del "Hospital Italiano de Santa Fe" (de 1911 a 1912)
y director y cirujano del Hospital Italiano de Córdoba. En 1920 se
casa con Dominga Bonazzola. En 1920, fue nombrado profesor de
Geología y Paleontología en la Facultad de Ciencias de la Educación
de la Universidad Nacional del Litoral, y profesor suplente y luego
titular de Geografía física morfológica, en 1922.
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En 1930, fue encargado del
curso de Geología en la Facultad de Química Industrial y
Agrícola de la citada Universidad. En 1931, se lo designó
profesor de Geografía física y Geología y Paleontología en
la Escuela Normal Superior de Paraná (Entre Ríos). Fue
director del Instituto del Museo de la Universidad Nacional
de La Plata (1935-1946); jefe interino ad honorem del
Departamento de Paleozoología, invertebrados y Paleobotánica
(1934-1946) y profesor titular de Geografía física
(1945-1946). En 1934, se incorporó a la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, como
adscripto honorario al Museo Etnográfico. Dentro de su
intensa actuación en los medios científicos, se destaca
además que fue miembro del Consejo de la Academia Nacional
de Ciencias (1922-1932); miembro de la Comisión Asesora de
Historiografía, Filosofía, Letras, Folclore, Arqueología y
Geografía de la Comisión Nacional de Cultura (1937);
presidente de la Comisión de Fisiografía encargada de
redactar una "Geografía Argentina" encomendada a la Sociedad
Gaea por el Gobierno de la Nación (1937); asesor geólogo de
la Dirección de Suelos y Agrotecnia del Ministerio de
Agricultura de la Nación (1947). |
Colaboró con artículos y
estudios científicos en el "Boletín de la Academia Nacional de
Ciencias" de Córdoba, "Revista de la Universidad de Buenos Aires",
"Revista del Museo de La Plata", "Notas del Museo de La Plata",
"Anales de la Facultad de Ciencias de la Educación" de Paraná (Entre
Ríos), "Bollettino della Società Geologica Italiana", "Le Vie
d'Italia e dell'America Latina", "Handbook of South American Indians",
etc.
Participó en numerosos
congresos, entre ellos, en el Internacional de Geografía y Etnología
de El Cairo (1924) y en el XXV Congreso Internacional de
Americanistas de La Plata (1932). Perteneció a numerosas sociedades:
Sociedad Científica Argentina, Sociedad Argentina de Ciencias
Naturales, Sociedad de Estudios Geográficos Gaea, Sociedad Geológica
Argentina, Sociedad Geológica Italiana, etc. Falleció en Santa Fe, el 23 de
junio de 1958.
Pedro Nicolás Stipanicic y su idea de crear una
asociación de paleontólogos.
Magnussen Saffer,
Mariano (2010). Pedro
Nicolás Stipanicic y su idea de crear una asociación de
paleontólogos. Paleo, Revista Argentina de
Paleontología. Boletín Paleontológico. Año 8. 51: 11 -15
Fue geólogo de YPF
hasta 1956, luego pasó a la CNEA para dirigir trabajos de
exploración por uranio, alcanzando progresivos cargos, hasta llegar
al de Gerente Materias Primas Nucleares. En 1962 se lo designó
Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias Córdoba.
Fue Presidente de la Asociación Geológica Argentina y de la
Asociación Paleontológica Argentina. En 1974 lo llamó al Vice Primer
Ministro de Irán para organizar la exploración y producción de
uranio y viajó a varios países para concretar programas de “joint
venture”. En 1979 ganó por concurso un alto cargo en el Org. Intern.
de Energía Atómica (Viena) y supervisó trabajos de exploración y
producción de uranio en más de 40 países. Volvió a la Argentina en
1983, reincorporándose a la CNEA, en la cual fue designado
Investigador Emérito. Entre 1991 y 1992 fue el presidente de la
Comisión de Cs. de la Tierra, Atmosféricas e Hidrosféricas del
CONICET, en la cual integró su Directorio entre 1994 y 1996,
desempeñándose como Vice Pte 2º. En 1984 se lo designó Miembro
Titular de la Acad. Nac. De Ciencias de Buenos Aires y en 2001 se
hizo lo propio en la Cad. Nac. de Cs. Exactas Físicas y Naturales.
Recibió numerosos premios, entre ellos el de la ANCEFN para el benio
1969-70 y en 1993, el Premio Dr. Luis F. Leloir otorgado por la
Secretaría de Ciencias y Tecnología y por el Organismo de Estados
Americanos por su contribución a la Cooperación Científica y
Tecnológica Internacional. Es autor de numerosas publicaciones. Por
sus actividades viajó a Brasil, Canadá, Chile, EEUU, Francia,
Grecia, Irán, Inglaterra, Jordania, México Níger, Pakistán, Perú,
Siria, Sudáfrica, Turquía y Zambia.
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El 2 de
diciembre de 2008 falleció en Buenos Aires el Doctor Pedro
Nicolás Stipanicic, uno de los últimos y destacados
discípulos de los ilustres geólogos europeos que en la
primera mitad del siglo pasado desarrollaron las líneas
fundamentales del conocimiento geológico de la Argentina.
Según
los registros oficiales había nacido en Buenos Aires el 6 de
junio de 1921, aunque reconocía como fecha real, para si y
sus amigos, el 19 de mayo del mismo año. |
Efectuó sus
estudios secundarios en las aulas del Colegio Nacional B. Rivadavia
y su vinculación a la Geología se produjo a través de su desempeño
como cartógrafo y calculista (1938 - 1940) de la vieja y honorable
Dirección Nacional de Geología y Minería y se consolidó
definitivamente entre 1941 y 1945, como alumno de la carrera de
Geología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad de Buenos Aires. En 1946 se especializó en Geología del
Petróleo en la Facultad de Ingeniería de la misma Universidad y en
1947 obtuvo en esas facultades, respectivamente, los títulos de
Doctor en Ciencias Naturales (Geología) con Diploma de Honor y
Doctor en Ciencias Naturales, especializado en Geología del
Petróleo.
En 1947 comenzó a
actuar en Yacimientos Petrolíferos Fiscales, donde se desempeñó como
Jefe del Departamento Petrográfico y Paleontológico (1947- 1951),
geólogo-estratígrafo (1951-1955) y Supervisor Asistente para el Área
Centro- Sur (1955-1956). A esa época corresponden sus sobresalientes
estudios sobre el Triásico y Jurásico de la Argentina y su estrecha
vinculación con maestros de la talla de Pablo Groeber y Alberto
Castellanos. En 1953 se incorporó a la recién creada Comisión
Nacional de Energía Atómica (CONEA), en la que actuó a lo largo de
más de treinta años ocupando los cargos de Asesor Geológico
(1953-1956), Jefe del Servicio Geológico (1956-1958), Jefe del
Departamento de Geología y Minería (1959), Jefe del Departamento
Recursos Minerales (1960) y Gerente Director de Materias Primas
Nucleares (1961-1973). Entre 1969 y 1973 estuvo en varias ocasiones,
en ausencia del titular, a cargo de la Presidencia de la CONEA.
Paralelamente fue
profesor de grado y postgrado en las facultades de Ciencias Exactas
y Naturales (1955-1959) e Ingeniería (1956-1960) de la Universidad
de Buenos Aires y en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la
Universidad Nacional de La Plata (1958-1960), en las cátedras de
Geología Histórica y Regional, Sedimentación y Paleontología. En la
década de 1970 se debió alejar del país y fue contratado por el
Gobierno de Irán para actuar como Asesor Principal del Viceprimer
Ministro y Presidente de la Organización Nacional de Energía Atómica
de ese país en el campo de las materias primas nucleares
(1974-1979). Posteriormente obtuvo, por concurso internacional, el
cargo de Oficial Principal a cargo de la División de Energía Nuclear
y Reactores de la Agencia Internacional de Energía Atómica con sede
en Viena (1979-1983). En relación con las funciones que desarrolló
entre 1962 y 1987, en la Argentina, Irán y Viena, supervisó
programas de exploración y producción de Uranio y participó en
tratativas de joint venture, por cifras varias veces
millonarias, para la producción o adquisición de concentrados de
Uranio en 16 países de Europa, América, África y Asia. Al regresar
al país fue designado Asesor de Presidencia (1983-1987) y Adscripto
a la Presidencia (1987-1990) y, finalmente, Investigador Emérito
(1991) de la CONEA. Se desempeño también en el Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) como Presidente de
la Comisión Asesora de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas e
Hidrosféricas (1991-1992) y como Miembro del Directorio, en el cual
fue electo Vicepresidente por sus pares (1992 -1995).
Actuó como
Vicepresidente y Presidente de la Asociación Geológica Argentina
(1967-1973) y de la Asociación Paleontológica Argentina (1957-1958,
1969- 1971), Vicepresidente del Consejo Superior Profesional de
Geología (1970- 1972), Presidente del V Congreso Geológico Argentino
(1972), Vicepresidente del Comité Argentino de Nomenclatura
Estratigráfica (1970-1985), Vicepresidente del Segundo Coloquio
Internacional del Jurásico (Luxemburgo, 1967). Fue designado miembro
de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba (1962), miembro
honorario de la Asociación Geológica Argentina (1980), miembro de la
Academia Nacional de Ciencias con sede en Buenos Aires (1982),
Honorary President del 4th International Congress on Jurassic
Stratigraphy and Geology (1994) y miembro de la Academia
Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (2001). En su
dilatada y prolífica carrera participó en numerosas reuniones
científicas nacionales e internacionales, cuerpos directivos y
asesores, organismos científicos y técnicos, jurados universitarios
y de premios académicos de diferente tipo, tanto en el país como en
el exterior. Fue en misiones oficiales o como invitado especial a
numerosos países de diferentes continentes.
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Dictó
cursos sobre diferentes temas vinculados al Uranio:
prospección, exploración, evaluación de yacimientos,
distribución de reservas mundiales, análisis y concentrados,
origen y evolución de la industria, importancia dentro de un
Plan Energético Nacional, en la Argentina (1969, 1979),
España (1981, 1982), Brasil (1983), Madagascar (1982) y
Jordania (1985.
Todos ellos
bajo el auspicio de la Comisión Interamericana de Energía
Nuclear o de la Agencia Internacional de Energía Nuclear.
Asimismo dio unas 100 conferencias sobre temas vinculados
con la industria del Uranio en el mundo y sobre geología,
estratigrafía y paleontología de la Argentina y Chile, tanto
en la Argentina, como en otros países de América, Europa y
Asia. |
La actividad
geológica del Dr. Stipanicic se desarrolló fundamentalmente en el
campo de la exploración y explotación de uranio a nivel mundial y en
la estratigrafía del Mesozoico de la Argentina.
En lo que respecta
a las materias primas nucleares fue uno de los principales actores
en el desarrollo del potencial nuclear argentino. Dirigió y elaboró
la primera clasificación del territorio argentino por áreas de
potencial geológico-uranífero y durante su gestión en la CONEA,
hasta 1973, se descubrieron la casi totalidad de los distritos
uraníferos conocidos en la Argentina. Aplicó por primera vez en
América Latina, la prospección aérea radimétrica en forma masiva -lo
que contribuyó al descubrimiento del 80% de los recursos uraníferos
argentinos- y el método del heap leaching en escala
industrial para el procesamiento de los minerales de uranio -que en
la Argentina fue aplicado al 90% de la producción. Proyectó la
construcción y operación de las tres primeras plantas semi-industriales
de Latinoamérica de solventes aminados y resinas para la refinación
de uranio, en Córdoba, Mendoza y Salta. En Irán (1974- 1979)
organizó y programó la exploración uranífera del Organismo Nacional
de la Energía Atómica de ese país, el que incluyó un plan de
prospección aérea de 500.000 Km2, asesoró la exploración y
producción de concentrados de uranio en Irán, Zambia, Namibia,
Gabón, Níger y Pakistán (1975-1978). En la Agencia Internacional de
Energía Atómica, en Viena (1979-1983), supervisó más de 40 proyectos
de asistencia técnica en exploración uranífera en diferentes países.
En el campo de la
geología y estratigrafía el Dr. Stipanicic llevó a cabo extensos
estudios de campo en la región de Cuyo y en la Patagonia. Su sentido
innovativo lo llevó a ser uno de los principales im-pulsores de la
creación del INGEIS y a usar críticamente las dataciones
radimétricas como complemento de la información bioestratigráfica.
Sus contribuciones se caracterizaron por la vigencia que dio a las
enseñanzas recibidas de Pablo Groeber en lo estratigráfico y
amonitológico y de Alberto Castellanos en el campo de la
paleobotánica. Así sus contribuciones sobre el Triásico de la
Argentina y de América del Sur mostraron su versación e interés por
el estudio de las floras fósiles, mientras que las correspondientes
al Jurásico exhibieron su dominio en la zonación bioestratigráfica
basada en amonites.
Estos estudios
dieron lugar a diversas publicaciones en las que puso de relieve su
dominio del tema. Las síntesis sobre el Triásico y el Jurásico,
elaboradas conjuntamente con Pablo Groeber y Alberto Mingramm,
siguen siendo referencias clásicas para los especialistas. En todos
sus trabajos científicos, el Dr. Stipanicic se reveló como discípulo
preclaro de sus maestros Groeber y Castellanos, avanzando en la
elaboración y refinamiento del conocimiento existente. Ese interés
en construir sobre la obra de sus profesores lo llevo a promover
activamente la reedición crítica de las obras completas de Federico
Kurtz, quien fuera a su vez maestro de Castellanos. Las diferentes
funciones que desempeñó en la Argentina, Irán y Austria dieron como
resultado más de 200 informes técnicos referidos a 16 países
diferentes. Unos 50 informes fueron efectuados para Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (1948 - 1956), y están referidos a la
geología, geología estructural y estratigrafía de Santa Cruz, Chubut,
Neuquén, Mendoza, San Juan y La Rioja; unos 70 fueron realizados
para la CONEA (1956- 1973, 1983-1985) y versan sobre geología,
exploración y producción de materias primas nucleares, análisis
energéticos y situación del mercado mundial del Uranio; unos 30 son
los redactados para el Organismo Nacional de Energía Atómica de Irán
(1974-1979), sobre clasificación y favorabilidad geológico-uranífera
de áreas de Irán, Níger, Zambia, Pakistán, Mauritania, Gabón, etc. y
sobre proyectos de complejos minero-fabriles uraníferos en
Sudáfrica, Gabón, Níger y Zambia; y 50 para el Organismo
Internacional de Energía Atómica (1979- 1983), sobre programas de
asistencia técnica de Naciones Unidas en diversos países. Finalmente
efectuó varios informes para la Secretaria de Energía de la
Argentina (1983-1987) sobre disponibilidad de recursos uraníferos,
equivalentes energéticos de los mismos y planes de desarrollo.
Paralelamente efectuó diversas publicaciones científicas sobre
diferentes aspectos del Triásico y Jurásico de la Argentina, muchas
de las cuales constituyen referencias obligadas en la temática.
Entre los numerosos premios que recibió se hallan el Segundo Premio
Nacional de la Secretaría de Cultura y Educación de la Nación, el
Wallace Atwood del Instituto Panamericano de Historia y Geografía,
ambos por el trabajo "Minería" que publicara (1960) conjuntamente
con A.R.G.
Mingramm; el Premio
Eduardo Holmberg (1969 - 1971) de la Academia Nacional de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales; el Juan J. Nágera de la Asociación
Geológica Argentina (1990); el Diploma al Merito Paleontológico de
la Asociación Paleontológica Argentina (1992); el Premio Luis F.
Leloir, otorgado por la Secretaria de Ciencia y Tecnología y por la
Organización de Estados Americanos (1993) por su contribución a la
Cooperación Científica y Tecnológica Internacional; y el Premio
Pellegrino Strobel 2004 de la Universidad de Buenos Aires. A través
de su prolongada actividad personal Pedro Stipanicic evidenció dotes
sobresalientes que han tenido profunda significación para el campo
de la Geología. No solamente se ocupó en prestigiar a la geología a
través de su contribución profesional en el campo de la Energía
Nuclear y de sus publicaciones científicas sobre estratigrafía y
paleontología, sino que lo hizo a través de todas las actividades en
las que participó. Así la adquisición de la Casa del Geólogo, de la
que participó como Presidente de la Comisión Sede Propia Geólogos
(1967-1970), se debió a su visión, y empuje, compartidos con otros
prestigiosos miembros de su generación, a los que agregó un
desinteresado e importante aporte económico personal.
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La misma
actitud fue evidenciada en su gestión como Miembro del
Directorio y Vicepresidente del CONICET, donde puso en
evidencia su inteligencia, espíritu de excelencia, capacidad
directiva y organizativa, amplitud de criterios,
laboriosidad y vocación de servicio en pos del desarrollo
científico nacional e internacional. Resulta difícil definir
en pocas palabras una personalidad sobresaliente como la de
Pedro Nicolás Stipanicic. |
Corresponde si
decir que, en todos los aspectos, siempre tuvo como norte la
búsqueda de la excelencia. Su natural inteligencia y su enorme
capacidad de trabajo estuvieron siempre dirigidas a lograr los
mejores resultados en los múltiples temas y aspectos en los que se
interesó y le tocó actuar.
Así pudo con igual rigor ocuparse de la exploración uranífera como
de la estratigrafía y paleontología del Triásico y Jurásico. Pero
sus intereses fueron mucho más amplios, tal como lo demostró en los
cargos que aceptó ejercer. Así como Vicepresidente del CONICET
visitó casi todos los centros científicos del país y se ocupó no
solamente de promover la investigación geológica, sino que también
trató de contribuir al desarrollo de temas tan diversos como los
vinculados con la oceanografía, la ecología o la reforestación
andina, por citar algunos de los que lo entusiasmaron.
Pese a que muchas
veces parecía distante siempre tuvo una actitud abierta al diálogo y
trató de trabajar hasta con aquellos que no compartían sus ideas y
criterios. Allí apelaba a su inteligencia y conocimientos para
confrontar ideas en un intento claro de convencer con razones
fundadas. Todo ello sin perder jamás la calma y, muchas veces,
haciendo uso de un humor jovial que quienes no lo conocían podían
tomar como una demostración de superioridad, aunque nada fuera mas
lejano a sus intenciones. Los mismos rasgos de su personalidad los
evidenció en los demás aspectos de su vida. Se puede decir que supo
apreciar y disfrutar de todo lo bello y refinado que ha producido el
ser humano, desde una mesa bien servida a manifestaciones artísticas
u objetos técnicos de distinto tipo. Fue un conocedor de los
clásicos, que podía llegar a remarcar diferencias cualitativas entre
los "Discursos sobre Tito Livio" y "El Principe" y un amante de la
buena música, que entendía y gustaba tanto de los clásicos alemanes
como del hot jazz norteamericano.
En sus épocas de
estudiante Pedro conoció a quien luego sería su esposa y compañera
de toda la vida, María Bonetti, con quien participaría, durante casi
70 años, de casi todos los acontecimientos importantes de la
comunidad geológica y paleontológica de la Argentina. Cada uno se
constituyó en la única familia del otro y juntos compartieron hechos
felices y también sobrellevaron vicisitudes que les toco vivir, como
fueron el alejamiento de la Argentina, la salida de Irán tras la
caída del Schah o la declinación física final de Pedro. Aun en ante
circunstancias negativas Pedro siempre tuvo una actitud optimista y
aun en la etapa final de su vida siempre privilegió prioritario
cualquier problema que pudiera afectar a María. Pedro fue un hombre
de excelencia que realizó importantes aportes a la geología y al
país y que siempre prestigió a la profesión geológica en todos los
ámbitos en los que actuó. Pero fundamentalmente fue un hombre de
bien que puso todo lo que era y tenía al servicio de la sociedad y
de sus amigos. No es sencillo plasmarlo en estas pocas líneas de
despedida. Puedo si decir que me siento orgulloso de que me haya
considerado su amigo.
Títulos
Doctor en Ciencias Naturales recibido en la Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires,
1947.
Doctor en Ciencias Naturales, especialidad Geología del Petróleo,
recibido en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos
Aires, 1947.
Becas obtenidas
Beca otorgada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF),
1942-1946.
Premios obtenidos
Premio "Eduardo L. Holmberg" otorgado por la Academia Nacional de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 1969-1971.
Premio "Dr. Juan J. Nágera" otorgado por la Asociación Geológica
Argentina, 1990.
Diploma de Honor al Mérito otorgado por la Facultad de Ciencias
Naturales y Museología de la Universidad Nacional de La Plata, 1977.
Diploma de Honor otorgado por la Universidad de Buenos Aires, 1960.
Premio "Dr. Juan F. Leloir" otorgado por la Secretaría de Ciencia y
Tecnología, 1993.
Cargos desempeñados
Gerente Director de Materias Primas Nucleares de CNEA, 1960-1973.
Asesor Vice Primer Ministro Irán en Materias Primas Nucleares,
1974-1979.
Oficial Principal a cargo de Materias Primas Nucleares del Organismo
Internacional de Energía Atómica, Viena, 1979-1983.
Vice-Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas, 1990-1993. Profesor de Geología III de la Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires, 1956-1959.
Profesor de Paleontología I de la Facultad de Ciencias Naturales y
Museología de la Universidad Nacional de La Plata.
Profesor y Director de Cursos de Post-Grado propiciados por el
Organismo Internacional de Energía Atómica de Viena y por la OEA.
Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, desde 1962.
Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, desde
1993.
Vicepresidente de la Comisión Internacional del Jurásico.
Presidente de la Asociación Geológica Argentina, 1971-1974.
Presidente y Vice-Presidente de la Asociación de Paleontología
Argentina, en varias oportunidades.
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bibliografia florentino ameghino bibliografia florentino
ameghino bibliografia florentino ameghino bibliografia
florentino |
José Maria Dupuy y su desconocida contribución a la
ciencia argentina.
Boh, J.
Daniel y
Magnussen Saffer,
Mariano (2012).
José Maria Dupuy y su desconocida contribución a la ciencia
argentina. Paleo, Revista
Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año 10.
75: 29-34.
Entre las figuras
que contribuyeron al conocimiento científico en nuestro país y que
permanecieron en el anonimato, se encuentra sin duda el señor José
María Dupuy, hijo del cofundador de la ciudad de Miramar (prov.
Buenos Aires) de nombre homónimo. No es exagerada la opinión ya que
sus aportes y colaboraciones con las principales instituciones y
científicos fue constante y mencionada en perdidos textos.
Miramar y el
Partido de General Alvarado ha sido y sigue siendo meta de los
estudios de muchos naturalistas, en especial geólogos y
paleontólogos. Los estudios estratigráficos de nuestro país
concitaron el interés de unos y otros y así Heusser, Claraz, Doering,
Bravard, Burmeister, Roth, Florentino y Carlos Ameghino echaron las
bases de estas especialidades en nuestro país, siendo atraídos por
el entusiasmo que despertaba la interpretación de sucesivos e
importantes hallazgos; más adelante se sumaron las investigaciones
de Frenguelli, Rovereto, Windhausen, Feruglio, Groeber, Castellanos,
Rusconi y Kraglievich, entre los mas destacados, siguiendo con los
discípulos de cada uno de ellos.
 |
Todos ellos
tuvieron que opinar sobre los terrenos neoterciarios y cuaternarios
del litoral marino bonaerense. Su obra en parte fue posible debido a
la colaboración de campo que a través de incansables exploradores de
nuestro suelo, como Carlos Ameghino y Lorenzo Parodi, permitió
obtener materiales de suma importancia para los estudiosos del tema. José Maria Dupuy
(h) nació en Buenos Aires el 5 de abril de 1881 y desde niño vivió
en Miramar en donde cursó sus estudios. En 1906 se casa con
Victorina Arecha y si bien su situación económica no lo obligaba,
decide ingresar a la Prefectura de Mar del Plata en 1910.
|
Para entones,
Florentino Ameghino en 1908 produce el hallazgo de yacimientos del
Plioceno en Miramar, Mar del Plata y Necochea; ese año, Florentino
realizó tres viajes, el último junto a su hermano Carlos. En uno de
sus trabajos Ameghino se refiere al cráneo del hombre de Miramar o
cráneo del Arroyo La Tigra. Además en los descubrimientos de dos
esqueletos humanos fósiles en el Pampeano Inferior del Moro¨ (Obras
Completas y Correspondencia Científica) dice que a 60 Kms.
No mucho tiempo
después de este suceso, se comenzaron a encontrar antiguos restos
humanos en los alrededores de Miramar, en el sur de la provincia de
Buenos Aires. El autor de esos hallazgos era un inmigrante genovés
radicado en Necochea llamado Lorenzo Parodi. En septiembre de 1912,
las autoridades de la universidad de La Plata preguntaron a Luis
María Torres, profesor de esa casa, si durante las vacaciones
convenía realizar tareas de campo.
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Este contestó
afirmativamente e indicó que, por la posibilidad de lograr ricas y
numerosas colecciones antropológicas y observaciones
estratigráficas, sería oportuno hacerlo en Miramar, Monte Hermoso y
Valcheta. Con Torres colaboraba el jefe de paleontología del Museo
Nacional de Buenos Aires (actual Museo Argentino de Ciencias
Naturales Bernardino Rivadavia), Carlos Ameghino, hermano de
Florentino e interesado en continuar los trabajos de este sobre la
antigüedad del hombre en la Argentina. |
El 1 de marzo de
1912 es nombrado Ayudante de 3ª y trasladado a la Ayudantía de
Miramar (también llamada Sub-Prefectura) como Jefe. En 1914 es
ascendido a Ayudante de 2ª por lo que debe trasladarse a Mar del
Plata pero, debido a la simpatía que despertó en los habitantes de
nuestra localidad, estos solicitaron su permanencia, aún hasta su
nuevo ascenso a Ayudante de 1ª ocurrido en 1925.
Su actividad no le
impedía tener tiempo libre para recorrer la costa y recoger toda
clase de especimenes, desde fósiles y restos arqueológicos hasta
fauna y flora de toda clase, una afición que siempre tuvo y que
posiblemente fue heredada de su padre. Esto le permite relacionarse
con los grandes museos y sus investigadores, especialmente por su
amistad con Lorenzo Parodi, técnico del Museo Nacional de Historia
Natural “Bernardino Rivadavia”, que permanentemente recorría el país
desde la provincia de Buenos Aires hasta la Patagonia, que además,
poseía una "chacra-museo" en lo que es hoy día la Diagonal R. Mitre
de la ciudad balnearia.
Carlos Ameghino, da a conocer en un nuevo trabajo cientifico y no
tan polemico como los anteriores, los restos fósiles de una nueva
especie de Tapirus, un tapir prehistórico que vivió en el
Cuaternario bonaerense, al cual bautiza con la especie de “Dupuyi”,
en claro homenaje a su descubridor y aportador de material
científico interes para su estudio.
En 1917, José María
Dupuy sigue entusiasmado luego de la consideraciones que tuvo
Ameghino hacia su persona, busca y encuentra varios restos fósiles
asociados entre si, Se trataba de huesos de Hippidium, un primitivo
caballo americano, que vivió durante el Pleistoceno de la región
pampeana. El material según consta en los archivos, fue extraído de
Punta Hermengo, sitio fosilífero conocido por notables polémicas
citadas, trasportados, estudiados y depositados en el Museo de
Capital Federal.
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Para entoces, el
paleontólogo norteamericano Alex Hrdlika, quien estaba trabajando en
la teoría del poblamiento americano como proveniente de Asia hace
unos 30.000 años y que entró por el estrecho de Bering (Alaska),
estuvo en esta región y criticó la rapidez con que se sacaron
conclusiones aquí. Por otra parte el arqueólogo sueco Eric Boman en
un trabajo publicado en Chile expresó que le llamaba la atención una
supuesta ingerencia de la política en la ciencia argentina.
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En fin, estos
hallazgos provocaron reacciones de diverso tipo en todo el mundo.
Por otra parte hay que recordar que algunos investigadores de
convicción religiosa estaban atacando a Ameghino por ser él uno de
los primeros entusiastas en tomar las teorías de la evolución de
Charles Darwin y que aún hoy algún dormido sigue criticando. Esto
provocó que el trabajo científico se llenara de demasiados
apasionamientos.
Se desconfiaba
tanto de los descubrimientos que siempre tenía que acudir una
comisión para comprobarlos, como otra que llegó en 1920 a nuestras
tierras formada por científicos que tenían que confirmar nuevos
hallazgos. Acudieron Carlos Ameghino, Rodolfo Senet, Estanislao
Zeballos, Eric Boman, H. Von Ihering (Brasil) y R. Lehman Nitsche,
acompañados por Lorenzo Parodi y José María Dupuy. En la oportunidad
se encontró una boleadora en un estrato muy antiguo cuya foto
acompaña esta nota.
Al segundo día de
su llegada (cuenta Romero en su diario), fue informado de que en
todo ese lugar, sus habitantes como así también los ocasionales
turistas, encontraban de continuo objetos de piedra, madera y “hueso
calcificado” pertenecientes a los grupos aborígenes que habitaron la
costa atlántica. Romero se movilizó para conocer algunos de esos
hallazgos. Por intermedio del hotelero donde se hospedaba conoció al
señor José María Dupuy quién era un entusiasta aficionado a las
“cosas raras” como lo llamaba nuestro autor. Una vez llegado al
domicilio de Dupuy éste le muestra un pequeño museo en el que
encuentra Romero objetos sumamente interesantes, recogidos todos en
las inmediaciones del pueblo de Miramar.
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Algunas de las
piezas observadas, se parecían mucho, de acuerdo a Romero, a las que
habían llegado al Museo de Buenos Aires, procedentes de los
hallazgos del arroyo “Las Brusquitas”.
El señor Dupuy, subprefecto
del puerto, era poseedor también de algún material análogo al visto
por Romero, pero recogido en la costa. Romero luego de haber
observado los objetos mencionados, deduce que procedían de los
mismos artífices que confeccionaron los instrumentos considerados
por él de “edad fantástica”. |
También asistía a
Carlos Ameghino, hermano de Florentino, en los varios viajes que
realizó a nuestra ciudad para trabajar con notables hallazgos. Por
otra parte la colección de Dupuy creció de tal forma que hizo
construir una ampliación con estantes y exhibidores en el edificio
dedicado a la Subprefectura, ubicado en la Rambla, siendo este el
primer museo de nuestra localidad y la región, habierto al publico
desde 1912.
Debido a esta
actividad e interés, el Museo capitalino solicita y obtiene de la
Prefectura Marítima su asignación a la vigilancia de los yacimientos
de Miramar y zona que mostraban una riqueza muy importante. Entre
los visitantes del pequeño museo se encuentra el Presidente Marcelo
T. de Alvear y científicos con los que luego mantenía una profusa
correspondencia sobre los temas relacionados a sus investigaciones.
En 1925, José María
Dupuy encuentra varios restos fósiles de un perezoso gigante
extinto, y que vivió durante el Pleistoceno, es decir, has hace unos
10 mil años antes del presente. Este gigante herbívoro fue
identificado como Glossotherium. Cuyos restos recuperados por Dupuy
fueron trasladados por su importancia al Museo de Buenos Aires,
donde allí aun son resguardados. Según los archivos de la
institución, el material procede del ensenadense de Punta Hermengo,
en las inmediaciones de la baliza de la ciudad de Miramar.
En 1926 un grupo de
vecinos presencia la llegada de una ballena en un avanzado estado de
descomposición, quedando varada sobre las restingas de la costa
miramarense. En pocas horas se hicieron presentes dos vecinos y
reconocidos naturalistas. El primero en llegar fue el sub-perfecto
José Maria Dupuy.
|
 |
El segundo
personaje que llego donde estaba la ballena muerta, es decir, el
hombre que era ayudado en sus exploraciones y observaciones por el
mismo Dupuy, fue el más popular a nivel local y regional. Se trataba
de Lorenzo Parodi, un emigrante genovés. Fue un prestigioso
recolector de fósiles de principios de siglo. El mismo protagoniza
polémicos hallazgos que fortalecían las teorías del origen terciario
del hombre americano que sostenía nada mas ni nada menos que el
sabio Florentino Ameghino, de los cuales, hemos mencionado mas
arriba.
|
Volviendo al nuevo
cetáceo varado en 1926, ambos naturalistas se encargaron de
diseccionar, procesar y trasladar el esqueleto hasta la estación del
ferrocarril argentino, para ser trasladado hasta Buenos Aires, ya
que ambos pioneros eran colaboradores directos del Museo Argentino
de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. Hoy el esqueleto
completo de este ejemplar se encuentra resguardado el deposito de
dicha institución, y el cráneo se encuentra exhibido en la sala de
mamíferos del primer piso del Museo Capitalino. El espécimen media
26 metros de largo y pesaba unas 130 toneladas.
Para el otoño de
1928, en otras de las tantas caminatas y exploraciones a caballo o
bote que realizaba José María Dupuy por todas las playas en las
inmediaciones de Miramar en busca de nuevos especimenes para su
pequeño museo y para aportar a la ciencia, hallo a pocos metros del
recién construido muelle de pesca del pueblo, restos fósiles de un
Gravigrado de importante dimensiones. En esta oportunidad, el
material fue extraído y transportado a carro en conjunto con otro
notable científico de la época, el Dr kraglievich, según los
archivos del Museo Argentino de Ciencias Naturales.
|
 |
También se le
realizó un homenaje al colocársele su nombre a una nueva especie de
Tapir prehistórico, el Tapirus dupuyi
(C. Ameghino, 1916). En el año 1930 fue destinado a la Subprefectura de Tigre
siendo destacable que, con diversos artículos periodísticos, la
comunidad manifestó su pesar por el alejamiento. Luego es destinado
a San Isidro en donde realiza una gran mejoría en las prestaciones
de la institución. En 1936 finalmente se retira, manteniendo su
interés por las ciencias naturales, que continúa con entusiasmo y
paciencia. |
Dupuy fallece el 10
de diciembre de 1973 y sus restos descansan en el cementerio de
Miramar, en el panteón familiar.
Su colección y
pertenencias fueron donadas por sus hijos, Arminda, Irma y Horacio a
nuestro museo en 1978, perdiéndose algunas piezas por la negligencia
de ese entonces, aunque afortunadamente sus elementos personales y
correspondencia siguen en la institución, los cuales han sido varias
veces material de consulta muy valioso para recientes trabajos de
revisión histórica sobre la ciencia de aquella época, a la que él
contribuyó en gran medida, manteniendo una modestia que lo hizo
querido y respetado por los que lo conocieron.
Bibliografía
Sugerida.
Boh, Daniel. José
Maria Dupuy (h) y el Primer Museo en Miramar. Revista El Espigon.
Numero 38.
Cattoi, N. 1951. El
"Status" de Tapirus dupuyi (C. Amegh.). Comunicaciones del Instituto
Nacional de Investigaciones de las Ciencias Naturales, Museo
Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", Ciencias
Zoológicas 2 (8):103-112.
Magnussen Saffer,
Mariano (2009). Reseña histórica de la evolución de la Ciencia
Paleontológica en la Republica Argentina desde 1772 a 1910. Paleo,
Boletín Paleontológico. Año 7. 41: 07-09.
Revista Guardacostas año XXI Nº 56 1985
Archivo Museo Municipal Punta Hermengo
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Dr. Anselmo Windhausen |
Un alemán explorado en la patagonia inhóspita. |
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Rodolfo Anselmo Windhausen
Rodolfo Anselmo Windhausen Rodolfo Anselmo Windhausen
Rodolfo Anselmo Windhausen |
Fragmento del
articulo publicado
originalmente:
Rodolfo A. Windhausen,
Miami - Estados Unidos::
www.awindhausen.blogspot.com |
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Rodolfo Anselmo Windhausen
Rodolfo Anselmo Windhausen Rodolfo Anselmo Windhausen
Rodolfo Anselmo Windhausen |
Anselmo Windhausen nació en Lingen, Alemania, el 20 de abril de
1882. Estudió en el Gymnasium de Hildesheim y en las universidades
de Berlín, Munich y Gotinga, donde tuvo como maestros a célebres
hombres de ciencia como Ferdinand von Richthofen, Wilhelm Roentgen,
Karl von Zittel, Wilhelm von Branca y Adolf von Koenen.
Inició sus tareas científicas en la famosa Caverna del Unicornio, en
las montañas del Harz y trabajó en el Instituto
Geológico-Paleontológico de Gotinga y en el Museo Roemers de
Hildesheim, dirigido por Rudolf Hauthal y F. von Huene.
Se graduó en 1907 con una tesis sobre el relevamiento geológico de
la región del oeste de Hildesheim y fue designado encargado de
Geología y Paleontología del Museo Provincial de Hannover.
El 20 de abril de 1909, cuando cumplía 27 años, fue contratado por
la División Minas y Geología del Ministerio de Agricultura de la
Argentina, país al que se trasladó poco después. Realizó sus
primeros estudios geológicos de la Argentina en Mendoza, en
1909-1910 y participó en la Exposición del Centenario en Buenos
Aires. Comisionado por el gobierno argentino, organizó la muestra de
Minas y Geología en la Exposición Internacional de las Industrias y
del Trabajo en Turín y Roubaix, en la que obtuvo un “grand prix”.
Entre 1912 y 1913 hizo sus primeras exploraciones en el norte de la
Patagonia para ocuparse de los afloramientos de petróleo que se
habían producido en la región de Cerro Lotena, en Neuquén.
En septiembre de 1913, aconsejó la explotación de petróleo en la
zona que hoy es el yacimiento de Plaza Huincul, en una histórica
conferencia que pronunció en la Sociedad Científica Argentina a la
que asistieron el ing. Enrique M. Hermitte y el renombrado
naturalista Angel Gallardo. (Sin embargo, el mérito del
descubrimiento de Plaza Huincul, erróneamente atribuido a su jefe en
Minas y Geología, el Dr. Hans Keidel, no le fue reconocido hasta
1972, casi 60 años después).
En 1914, fue designado comisionado de Minas del pabellón argentino
en la Exposición Panamá-San Francisco en Estados Unidos, país que
recorrió extensamente durante un año y donde se puso en contacto con
paleontólogos y geólogos norteamericanos como A. E. Ortmann, W. D.
Matthew y otros, para el intercambio de información científica sobre
la Patagonia.
En 1916 reanudó sus estudios geológicos en la zona de Río Negro y
Neuquén acerca de los límites entre el Cretáceo y el Jurásico y
publicó sus conclusiones en el American Journal of Science (1918) de
los Estados Unidos, en las que estableció el concepto y la
nomenclatura de las llamadas “capas de Jagüel”.
Entre 1917-1919 estudió las capas de dinosaurios de Neuquén.
Extendió sus exploraciones a la zona sur del lago Nahuel Huapí, el
río Chubut y Puerto Madryn y publicó trabajos sobre la fauna del
Neocomiano en la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba,
Argentina, de la que fue miembro, y mantuvo un activo intercambio
sobre las teorías de Florentino Ameghino con científicos de renombre
como su compatriota Hermann von Ihering, director del Museo Paulista
y A. E. Ortmann, del Museo Carnegie de Historia Natural de
Pittsburg.
En 1919 fue designado para trabajar en la Dirección General de los
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (luego YPF) y se le encargó la
exploración y el relevamiento geológico de la zona petrolera de
Chubut y Santa Cruz, cuyas conclusiones publicó en la Argentina y
Alemania.
Se nacionalizó argentino en 1920.
Tras una fuerte polémica con el director de la entonces nueva
empresa estatal de petróleo YPF, coronel Enrique Mosconi, se
reintegró en 1923 a Minas y Geología.
En 1924 publicó su estudio sobre la región del golfo de San Jorge
que, durante años, fue la base de la exploración y explotación del
petróleo en esa zona de la Patagonia. Además, contribuyó al
conocimiento del Bosque Petrificado de Santa Cruz (hoy Bosque
Petrificado Cerro Cuadrado), del que envió muestras de fósiles ("Araucaria
mirabilis (Speg.) Windhausen") a su colega
alemán Walter Gothan, célebre paleontólogo, para estudiarlos en
Alemania.
 |
Recomendó
la explotación del lignito de lo que luego fue el yacimiento
de Río Turbio y recorrió extensamente la región de Lago
Argentino en Santa Cruz. En la misma época, abogó
infatigablemente por la creación de parques nacionales con
el ingeniero Horacio Anasagasti, ex comisionado del pabellón
argentino en la exposición de Panamá-San Francisco, y otros
naturalistas.
En 1924, publicó un artículo titulado "El nacimiento de la
Patagonia", en el que propuso, de manera pionera, la
aplicación de la teoría de la deriva de los continentes, de
Alfred Wegener, al estudio de la geología sudamericana.
En 1925 colaboró activamente, como miembro fundador de la
Sociedad Argentina de Geografía (GAEA), en la expedición del
buque oceanográfico alemán ‘Meteor” que estudió el Atlántico
sur con sondeos sónicos.
|
En 1926 fue designado profesor de Geología y Paleontología en la
Escuela del Doctorado en Ciencias Naturales de la Universidad
Nacional de Córdoba. En 1928, la Sociedad de Geografia de Berlín le
concedió la medalla “Gustav Nachtigal” junto al geógrafo alemán
Fritz Kuehn por sus contribuciones al conocimiento de las ciencias
de la Tierra.
En 1929, publicó el primer volumen de su “Geología Argentina” (Ed.
Jacobo Peuser, Buenos Aires). En la misma época trabajó como
consultor privado de la empresa norteamericana Electric Bond and
Share para la construcción de un dique en la zona de Anisacate,
Córdoba.
Ese año fue fundador de la Sociedad Argentina de Minería y Geología
y viajó a Alemania, invitado por el renombrado geógrafo alemán
Albrecht Penck, para recibir finalmente la medalla Nachtigal.
Disertó en enero de 1930 en esa Sociedad sobre el tema “Bau und Bild
Patagoniens”, presentado por Penck.
En 1931, publicó el segundo tomo de la “Geología Argentina”,
dedicado a la geología regional e histórica. Su obra fue durante
varios decenios libro de consulta obligado y a él incorporó, como en
sus trabajos anteriores, una visionaria concepción de la teoría de
las derivas continentales de Wegener para interpretar la geología de
la Argentina.
En abril de 1931 propuso a YPF, a través de la Universidad Nacional
de Córdoba la creación de un programa de becas para estudiantes de
ciencias naturales que benefició a varias generaciones de geólogos
argentinos.
Tras un viaje a la Patagonia en el verano austral de 1931-32,
Anselmo Windhausen sufrió una embolia cerebral y falleció en Buenos
Aires el 2 de abril de 1932, a pocos días de cumplir 50 años.
Póstumamente, en 1935, un jurado que integraba el luego Premio Nobel
Bernardo Houssay le otorgó el segundo Premio Nacional de Ciencias
por su “Geología Argentina”.
(Texto redactado por su nieto Rodolfo A. Windhausen, sobre la base
de la colección del Dr. Windhausen que se conserva en los Estados
Unidos).
Una acertada
profecía política de Windhausen. Windhausen y las tesis de Ameghino.
En la Biblioteca
Cultural del Estado de Prusia (Saatsbibliothek Preussicher
Kulturbesitz), en Berlín, se conserva una carta de Anselmo
Windhausen, fechada el 2 de junio de 1916, a su colega alemán
Hermann von Ihering, que fuera director del Museo Paulista y
destacado paleontólogo.
Refiriéndose a las
polémicas que agitaban la ciencia en la Argentina tras la muerte de
Florentino Ameghino, ocurrida en 1911, Windhausen dice que
“ahora que Ameghino ha muerto persiste el ingrediente de
nacionalismo y chauvinismo en el Ameghinismo”. Sostiene que “quienes
más gritan y chillan (...) son quienes menos conocen la obra de este
gran hombre”
Debido a la ola de “Ameghinismo”, agrega que será necesario
administrar “en dosis homeopáticas” los nuevos conceptos científicos
que cambian los del gran naturalista.
Y en una carta de la
misma época que se conserva en el Museo Americano de Historia
Natural de Nueva York, dirigida al eminente paleontólogo
norteamericano W.D. Matthew, Windhausen escribió: “Nadie puede
negar el gran mérito de Ameghino en la paleontología sudamericana,
pero su esquema estratigráfico no se apoya, en gran medida, en
observaciones” (de campo).
Como fue
característico de su personalidad científica, Windhausen prefería
guardar un silencio prudente hasta que se calmaran las apasionadas
polémicas que agitaban a las ciencias en la Argentina de su tiempo,
antes de descartar públicamente, como lo hizo años más tarde, varias
de las tesis de Ameghino.
Fuente:
Rodolfo A. Windhausen,
Miami - Estados Unidos:
windha@gmail.com
y
windha1@comcast.net.
Visite:
www.awindhausen.blogspot.com
|
bibliografia
Anselmo Windhausen
bibliografia
Anselmo Windhausen
bibliografia
Anselmo Windhausen
Anselmo Windhausen |
Pedro Scalabrini, un naturalista buscador de fósiles.
Por Mariano
Magnussen Saffer. Grupo Paleo. Museo Municipal Punta
Hermengo de Miramar.
Fundación Argentavis.
marianomagnussen@yahoo.com.ar. Tomado de; Magnussen Saffer,
Mariano. 2015.
Pedro Scalabrini, un naturalista buscador de fósiles. Paleo Revista Argentina de
Paleontología. Boletín Paleontológico. Año XIII. 134: 11-13.
Pedro Scalabrini,
fue un importante naturalista argentino, que nacio el 21 de
diciembre de 1848 en Italia.
Llegó a la
Argentina a los 19 años de edad, estableciéndose en la provincia de
Entre Ríos. Entre 1868 y 1870 se desempeñó como profesor de Historia
en el colegio Paraná de la provincia de Entre Ríos. En 1870 fundó en
Buenos Aires la escuela particular «Florencio Varela», que luego
fuera utilizada como centro de atención sanitaria durante la
epidemia de fiebre amarilla en 1871.
En Paraná abre
el colegio «Sud América» del que fue director durante un breve
período y en 1872 comenzó a dictar cátedras de Historia general,
Filosofía y Ciencias naturales en la Escuela Normal. Integró el
Concejo Deliberante de la ciudad y, siendo vicepresidente del
cuerpo, en 1878 estuvo al frente del gobierno local.
Pedro Scalabrini
estaba casado con Ernestina Ortiz, integrante de una familia
tradicional de Entre Ríos. Entre sus hijos destaca el intelectual
argentino Raúl Scalabrini Ortiz.
 |
Su faceta
de explorador lo llevó a dedicarse desde 1870 hasta 1910 a
la búsqueda de restos fósiles, logrando grandes colecciones
de especies conocidas y desconocidas, muchas de las cuales
se exhibieron en el museo de Paraná y otras en el Museo de
Buenos Aires, la Escuela Normal de Paraná, el museo
provincial de Corrientes, el Museo Escolar Argentino y
también en colecciones particulares.
En 1884
logró la fundación del Museo Provincial de Paraná (también
conocido como Museo Scalabrini) por parte del gobernador
Eduardo Racedo, institución creada en base a sus colecciones
de fósiles y de la cual fue el mentor, organizador y
director. |
Este museo
funcionó en la casa particular de Scalabrini hasta 1888. En 1890
Scalabrini renunció a la dirección y en 1904 la institución cerró.
El material se trasladó al Museo de Ciencias Naturales y
Antropológicas Antonio Serrano.
En 2012 el Museo
de Ciencias Naturales y Antropológicas Antonio Serrano de la ciudad
de Paraná recibió la donación de manuscritos y materiales
pertenecientes a Pedro Scalabrini, de parte de su nieta, Matilde
Scalabrini Ortiz. El museo ya contaba con numerosos elementos del
naturalista, por lo que con esta donación más la incorporación de
otras obras que se encuentran en la Universidad Autónoma de Entre
Ríos (Uader), la colección relacionada con Scalabrini en esta
institución se convierte en la más extensa y completa.
Más adelante, en
Buenos Aires, reorganizó el Museo Escolar Sarmiento donando
nuevamente parte de sus colecciones y fundó la Asociación Nacional
del Profesorado. A lo largo de su vida Scalabrini participó en
congresos científicos en Argentina y Uruguay, formó parte de
instituciones científicas y literarias y fue un militante de la
masonería.
Escribió varias
publicaciones, aun de consideración académica, como “Nuevos
restos de mamíferos fósiles oligocenos, recogidos por el profesor
Pedro Scalabrini y pertenecientes al Museo Provincial de la ciudad
del Paraná”, en colaboración con Florentino Ameghino, en 1885
entre otros.
Pedro Scalabrini,
falleció el día 24 de abril de 1916.
Fuentes:
Scalabrini, Pedro. Programa de Divulgación Científica -
Facultad de Matemática Astronomía y Física - Universidad Nacional de
Córdoba.
Consultado el 30 de octubre de 2013.
Educadores argentinos. Scalabrini, Pedro». Unipe. Universidad
Pedagógica Buenos Aires.
Consultado el 30 de octubre de 2013.
El científico Pedro Scalabrini tendrá una sala especial en el
Museo Serrano». Ministerio de Cultura y Comunicación. Gobierno de
Entre Ríos. 24 de septiembre de 2012.
Consultado el 30 de octubre de 2013.
Masones ilustres argentinos». Gran Logia de la Argentina de
Libres y Aceptados Masones.
Consultado el 30 de octubre de 201
Scalabrini, Pedro, en Wikipedia.
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